LA INFLUENCIA DE LAS REDES SOCIALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA

La modernidad está caracterizada principalmente por la digitalización. En la era

tecnológica la humanidad se vincula a la máquina y al artefacto, pues a través de
estos se digitaliza la comunicación, los elementos comunicativos; emisor, receptor,
contexto, canal, código, contexto y retroalimentación adquieren un significado
digital, la comunicación digital marcaría entonces un antes y un después en la
historia de la civilización. La digitalización comprende
la posibilidad de representar cualquier información, con independencia de
que sea la señal de un sismógrafo, una imagen, una palabra o datos de
diverso tipo, mediante un mismo formato, que es el formato binario, y con la
posibilidad de utilizar diferentes códigos de información. Es una tendencia
unificadora de gran relevancia y es lo que da, en definitiva, nombre al tema
más general que estamos tratando: las plataformas digitales, en sentido
amplio. Eso supone la utilización, con algunas variaciones, de un soporte
simbólico unitario, es decir, todas las informaciones se unifican en una sola
manera de representarla (Sáez, pág. 4).
La necesidad del intercambio de información está relacionado a las exigencias de
un sistema cada vez más globalizado que también exigió la creación de
plataformas digitales encaminadas a dinamizar las relaciones sociales que cada
vez iban adquiriendo un sentido más virtual. La digitalización abolió el pensar del
espacio físico desde donde había encuentro e interacción, revolucionando los
métodos y códigos de interacción a través de los artefactos; medios tecnológicos,
por lo tanto, toda interacción humana ahora se codifica de manera masiva,
pandémica, global. Esto supone reconocer la responsabilidad que genera la
difusión de la información de manera tan súbita, pues la comunicación digital
no solo asume forma de espectro, sino también de virus. Es infecciosa
porque se produce inmediatamente en el plano emotivo o afectivo. El
contagio es una comunicación poshermenéutica, la cual no da propiamente
nada a leer o a pensar. No presupone ninguna lectura, que sólo puede
acelerarse en medida limitada. Una información o un contenido, aunque sea
con muy escasa significación, se difunde velozmente en la red como una
epidemia o pandemia. No la grava ningún peso del sentido. Ningún otro
medio es capaz de este contagio a manera de virus. El medio de la
escritura es demasiado lento para ello (Han, pág. 61).
Ahora bien, resulta considerable resaltar que la pandemia del COVID-19 pasará a
la historia por ser la primera pandemia de la era virtual, por lo tanto las plataformas
digitales como las redes sociales se convierten en el espacio ideal desde donde se
narran todos los acontecimientos en tiempo real, se difunde información sobre el
virus, nos entretenemos en medio del confinamiento; en conclusión se coexiste
con el COVID-19 a través de la virtualidad, es por tanto que las redes sociales
ahora configuran toda una dinámica de interacción que influye considerablemente
en el estilo de vida de las personas y en la manera de hacerle frente a esta
contingencia de alcances históricos, pues todas aquellas actividades cotidianas
que requerían de un espacio físico debieron ser trasladadas al espacio digital, por
lo que también se incrementó el número de usuarios de redes sociales viéndose
aumentado el número de contenido digital de éstas. El coronavirus, el
confinamiento y el distanciamiento social logran que aumenten los consumidores
digitales, la interacción en el mundo de la virtualidad y así se disminuya la
interacción humana, por lo tanto, la humanidad origina una relación nunca ante
vista con la máquina, la información y la interacción se reduce al medio virtual, a la
digitalización. Las redes sociales en tiempos de la pandemia cobran importancia
en el entendido de que son fundamentales marcando la agenda mediática y
amplificando la situación, en tiempos de noticias falsas difundidas de manera
masiva cualquier información malintencionada proporciona la capacidad de crear
pánico o temor colectivo, en vista que nos encontramos en estado de alerta ya que
nuestra salud y la salud del entorno corre riesgo, la influencia es tanta que
personajes públicos como el padre Alberto Linero invita a estar en calma en
tiempos de coronavirus
En este tiempo de crisis, en el que enfrentamos una pandemia, debemos
estar preparados para no perder la calma. No es tiempo para pelear con
aquellos que piensan distinto, ni para vivir de manera irresponsable. Es el
momento justo para dejar a un lado el miedo y el pánico y entender que
podremos salir de esta en la medida en que cada uno asuma con
responsabilidad su parte (Linero, 2020).
Así mismo en tiempos de pandemia, la influencia de las redes sociales también se
utiliza en favor de mensajes críticos relacionados a las decisiones del gobierno o
la crisis social y económica que se visibilizó con la llegada del coronavirus, a modo
de ejemplo la senadora Aida Avella en entrevista con Blue Radio dijo:
Indolente e inverosímil en un contexto, donde millones de nuestros
compatriotas no tienen asegurado el acceso a los alimentos o lo básico
para sobrevivir; en donde disponen de los dineros públicos para intereses
privados, en vez de buscar una manera de llegar a quienes lo necesitan de
tal manera que no tenga que salir arriesgar su vida al exponerse al contagio
del coronavirus (Avella, 2020).
Esto en el marco de las preguntas que se suscitaron por la polémica generada en
torno al decreto 444 del 21 de marzo, pues según varios sectores sociales y
organizaciones de Derechos Humanos resulta inconstitucional al primar los
intereses de los grandes empresarios sobre el pueblo en un momento en donde
más responsabilidad social debe tener el Gobierno.
 REFERENTES BIBLIOGRÁFICOS

Sáez F. (S.f). La Era Digital. Recuperado de:

http://oa.upm.es/22247/1/La_era_digital.pdf.

Han B-C. (2014). En el enjambre. Herder, Barcelona.

Contagio Radio (2020). Los decretos no pueden ser solamente para los ricos”.
Recuperado de: https://www.contagioradio.com/los-decretos-no-pueden-ser-
solamente-para-los-ricos-aida-avella-2/.