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DATOS INFORMATIVOS.

A.- ENFPP : “ESCUELA DE OFICIALES DE LA POLICIA NACIONAL DEL


PERÚ”
B.- CURSO : “CÓDIGO PROCESAL PENAL I”
C.- SEMESTRE : VII
D.- SECCIÓN : A (1RA SECCION)
E.- CATEDRATICO : Coronel PNP (R) Guillermo Rolando Valderrama
F.- SEMANA DE CLASE : CUARTA SEMANA
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1. TERCERA SEMANA

I. TEMA PRINCIPAL Y DESARROLLO


EL PROCESO PENAL. SUS FUNCIONES EN EL ESTADO DE DERECHO
Es en el proceso penal donde se refleja con mayor intensidad el ya clásicamente
conocido conflicto de intereses entre la seguridad colectiva y el derecho a la libertad
individual. Ambos son, en un estado de derecho, igualmente dignos de protección y
tutela por ostentar naturaleza pública, ya que la libertad, como todo derecho
fundamental en un estado democrático, no puede calificarse como mero bien invado,
siendo por ello protegible y amparable, por indisponible, por los poderes públicos.

El proceso penal, en este marco de entendimiento, no es ni puede ser otra cosa que
un instrumento, un método dirigido al descubrimiento de los actos delictivos y de sus
autores para, en su caso, actuar el "ius puniendi".

Eso hace que el proceso penal comporte en si mismo, dos características


aparentemente incompatibles:
Por un lado, se constituye desde su comienzo en una sanción para los sujetos al
mismo, en tanto, y al margen de la pena publica que supone en la fama la sujeción a
el, contiene medidas limitativas de derechos fundamentales que se adoptan de modo
instrumental frente a sujetos aún no declarados culpables.
Pero, por otro lado, es garantía del acierto en la decisión estatal, y garantía en
diversas manifestaciones:

-Es el único medio que asegura el descubrimiento de la verdad, para lo cual es


imprescindible que se acomode a los principios del proceso debido, que se constituya
en un medio contradictorio.

-Es, a la vez que limitador de derechos, garantía de respeto a los mismos. El proceso
y sus reglas limitan la misma restricción de derechos, en tanto las sujetan a requisitos
y condiciones precisas y concretas que fuera de la normativa procesal quedarían
infringidas por indiscriminadas. Sin proceso, pues, y aunque en el mismo se restrinjan
los derechos, no hay derechos o no los hay en las condiciones que la ley autoriza para
que en caso alguno pierdan su absoluta vigencia.

- Es, por último, una garantía del propio Estado de Derecho, de su dignidad, de sus
fines. No es posible en un estado democrático regular un proceso penal contradictorio
con los valores de su cultura, de la cultura democrática. Como dijo GOLDSCHMIDT "la
estructura del proceso penal de una naci6n no es otra cosa que el termómetro de los
elementos corporativos o autoritarios de su Constitución".
El proceso penal moderno responde o debe responder a todas estas características:
Su finalidad principal, como método epistemológico, evidentemente, es descubrir la
verdad y, en su caso, imponer al culpable las sanciones que le correspondan; pero
para ello, para el cumplimiento de dicho fin constitucionalmente relevante, no es válida
toda actuación, ni se puede proceder sin limitación alguna.

Como se ha dicho por el Tribunal Constitucional Español en innumerables ocasiones


"no hay norma alguna, jurídica o incluso ética, que permita al estado descubrir ni
siquiera la verdad a cualquier precio". La investigación delictiva, la actuación estatal en
la represión penal, está sujeta a los límites y condiciones impuestos por las normas
constitucionales y procésales que salvaguardan la eficacia, intangible más allá de las
restricciones admisibles, de los derechos y de las libertades fundamentales.
Solo así, además, el proceso puede ser eficaz, entendiendo por eficacia no la
represión en todo caso, sino el hallazgo de la verdad, dado que el estado solo puede
estar interesado en el descubrimiento de los hechos, no en la condena de inocentes.
De suceder así, el proceso dejaría de ser eficaz e incluso proceso, para pervertirse y
convertirse en un simple expediente inquisitivo.

Únicamente un proceso ajustado a los principios dialécticos que garantizan la


contradicción y la igualdad entre las partes, un proceso respetuoso con los derechos
fundamentales, especialmente el de la defensa, es susceptible de proporcionar la
verdad. Un proceso infractor de las garantías mínimas, tanto individuales, como
procésales es incapaz de proporcionar seguridad alguna en el hallazgo de la verdad.
Traerá consigo, indudablemente, condenas ciertas, seguridad colectiva falsa,
satisfacción simplemente inmediata de la demandas sociales de represión; pero nunca
verificará la función esencial del proceso de hallazgo de la verdad.

Situaciones que confirman estas aseveraciones hay muchas. La tortura, por ejemplo,
fue un método eficaz en el sentido de proporcionar siempre un culpable, confeso; pero,
indudablemente, ya no cabe ninguna duda, no era un método eficaz para hallar al
verdadero autor de los hechos. Lo mismo cabe decir de otros métodos mas sutiles y
modernos, como las declaraciones de imputados prestadas mediante coacciones y
engaños o, incluso, la utilizaci6n de métodos que eliminan la voluntad de
autodeterminac16n, como el suero de la verdad o el detector de mentiras.
Intereses Tutelados.- Los bienes jurídicos tutelados son aquellos bienes subjetivos u
objetivos que la ley penal y el sistema jurídico de un País protege, con el objeto de
mantener un equilibrio social y en función a estos se establecen la calidad de los
delitos; en nuestro sistema penal los bienes jurídicos que se protegen son el bien
jurídico de la libertad, la vida, la integridad física la indemnidad sexual, el patrimonio, el
honor y la dignidad de las personas, la integridad de Estado y sus bienes, la fe pública,
todo lo cual da lugar a una enumeración de delitos que se clasifican en función al bien
jurídico tutelado.
Principios procésales
Cuando un Estado toma a su cargo el deber de garantizar la justicia, el objetivo del
proceso penal solo puede estar constituido por el logro de una sentencia justa que
tenga por fundamento la verdad/ Si se diera un método único, una única vía para la
comprobación de la verdad y de la justicia, para la formación del proceso se daría
también una sola posibilidad adaptada a ese método. Pero no ocurre así. Se discute
sobre la vía más apta y más segura para establecer la verdad y la justicia por medio
de las sentencias judiciales. Las diferentes interpretaciones referentes a esta cuestión
están determinadas por la penetración psicológica y la experiencia, pero
sensiblemente cambien, por las opiniones políticas y filosóficas con respecto a la
necesidad y a la posibilidad de la garantía del poder público y a la limitación de los
derechos a el otorgados, el cuadro que la historia del proceso penal presenta de las
formas y métodos procésales, es el de una permanente e importante variación y aun,
dentro de la historia de un mismo pueblo; modificaciones de la estructura social y, de
acuerdo a ello, del estado constitucional; cambios de las relaciones entre el poder
público y los particulares; transformaciones en las personas en cuanto al sentido del
derecho y de la vida; nuevas orientaciones del pensamiento político, todo esto
repercute sobre el espíritu y sobre el carácter, sobre la forma y sobre la estructura del
proceso penal, lo que es una clara señal de que, en lo que se refiere al mismo, se trata
de algo de carácter político preponderante; por esta importantísima influencia del
punto de vista político, el objetivo del proceso penal está en un peligro constante de
ser apartado de su finalidad de verdad y de justicia, y de ser puesto al servicio de
propósitos políticos autoritarios. Las ideologías política y las palabras ingeniosas en
ninguna materia son tan peligrosas como en el derecho procesal penal; ellas solo
consiguen ensombrecer las experiencias psicol6gicas procésales hechas en el curso
de la historia; sirven como mascara a los detentadores del poder político, para la
erección de un simulado aparato jurídico, detrás del cual se ocultan los mas diversos
abusos del poder; impiden toda discusión critica, substancial o científica de los
problemas procesales; significan no solo la muerte de la justicia, sino también la de la
ciencia en el ámbito procesal.
En síntesis los principios rectores son proposiciones jurídicas, fórmulas abstractas de
carácter general e inductivo que sirven de sustento o apoyatura a la más variada
legislación positiva. Dan sentido e inspiran a las normas concretas y a falta de estas
pueden resolver los conflictos. Las normas rectoras, al ser reconocidas expresamente
por la ley, es de carácter vinculante obligatorio para el juez o el intérprete, cosa que
no sucede con los principios en cuanto solamente ayudan a la tarea interpretativa
(Raúl Peña Cabrera).
Los PRINCIPIOS: Son conceptos jurídico-procesales fundamentales, ideas rectoras y
básicas que orientan la actividad procesal.
Clasificación de los principios procesales
En la doctrina existen numerosas clasificaciones de los principios procesales penales,
como las propuestas por Gimeno Sendra, Clariá 0lmedo, Rubianes, entre otros. Sin
embargo, hay también un sector de la doctrina que se ocupa de los principios, pero se
abstiene de proponer clasificación alguna; como es el caso de Jurgen Bauhmann,
Fernández Montalvo y Florencio Mixan Mass.
La clasificación que se propone es la siguiente, ubicando en primer lugar los derechos
que posee toda persona a quien se acusa de un delito; luego los principios que
regulan la actividad jurisdiccional en lo penal, rubro que incluye los órganos estatales y
la organización judicial; y, finalmente, los principios referentes al proceso.
Principios referentes al imputado:
-Juicio previo.
- Derecho a la defensa
- Reconocimiento de la dignidad humana.
- Favorabilidad - In dubio pro reo.
- Presunción de inocencia.
- Excepcionalidad de la detención y la libertad como regla.
- Juzgamiento en un plazo razonable.
- Cosa juzgada

Juicio previo.- El origen de esta garantía procesal se remonta al Bill of Rights de


Inglaterra con la Carta Magna de Juan Sin Tierra en 1215, la cual reconocía una serie
de derechos feudales; esta misma garantía fue recogida en las ideales de la
Independencia Norteamericana de 1776, con la cual alcanza relevancia constitucional
(enmienda V y XIV Constitución Norteamericana), así como en la Revolución Francesa
y su Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano; puede conceptuarse el
juicio previo, de modo restrictivo y simple, afirmándose que no cabe una condena que
no sea el resultado de un juicio lógico, expresado en una sentencia debidamente
fundamentada: concepción según la cual se trataría de una operación de subsunción
de los hechos al derecho. Carrara lo denominaba "juicio en sentido ideológico"; sea
coma fuere, estamos aquí frente a una interpretación formal; en cambio la
interpretación histórica, coma la que prevalece en nuestra actual Constitución,
entiende el juicio coma una institución política - cultural, y no como un juicio lógico,
naturalmente que las garantías funcionan en ultima relación en el contexto social, y en
función al prestigio o poder de quien las invoca; así, en el marco constitucional
peruano esta garantía fue recogida de manera implícita por la Constitución de 1979 en
su Art.233º y de ella se deducían entre otros los derechos de libre acceso a la tutela
judicial, al procedimiento preestablecido, y a la defensa e igualdad; por otra parte, la
Constitución vigente en su Art. 139º Inc.3) regula en forma expresa el principio de
observancia del debido proceso, consagrando el derecho a una efectiva tutela
jurisdiccional y par sobre todo a un proceso justo, equitativo, veraz e imparcial; el
Derecho Procesal Penal es, por otro lado un desarrollo de las. garantías
constitucionales y por lo tanto, debe preservar siempre su sentido primigenio; el juicio
previo debe ser precisamente, debido, es decir realizado en plena observancia de la
Constitución, de la Ley y de los Derechos Humanos, la garantía del juicio previo
establece una limitación subjetiva al ejercicio de ese poder (el juez como único
funcionario habilitado para llevar a cabo un juicio). El juicio previo, significa siempre un
juicio oral, público y contradictorio, constituye el punto de máxima eficacia de todas las
garantías procesales, así se constituye en la máxima concentración de las garantías
de defensa, inocencia, inviolabilidad de la esfera intima de la persona, inmediación y
publicidad.

II. ASIGNACIONES
El docente precisara las tareas, foros y enlaces web que desarrollaran
los Cadetes, conforme a las disposiciones del docente.
a. FOROS.
Luego de estudiada la cuarta semana y visualizado el video sobre el
Proceso Penal y de la lectura del texto que se muestra a continuación
responderá a dos preguntas, ubicadas al final :

PANORAMA DEL PROCESO PENAL PERUANO

Por Arsenio Oré Guardia Abogado: Profesor de Derecho Procesal


Penal de la Pontificia Universidad Católica del Perú y Presidente del
Instituto de Ciencia Procesal Penal

El proceso penal debe ser la síntesis de las garantías fundamentales de


la persona y del derecho a castigar que tiene el Estado. Éste además,
debe tender a un equilibrio entre la libertad de la persona como derecho
fundamental y la seguridad ciudadana como deber primordial del Estado.
Así lo prescribe el art. 44 de la Constitución cuando establece que son
deberes del Estado garantizar la vigencia de los derechos humanos,
proteger a la población de las amenazas contra su integridad y promover
el bienestar general que se fundamenta en la justicia y en el desarrollo
integral y equilibrado de la Nación. Es posible afirmar que el proceso
penal tiene como misión ejercer una tutela capaz de minimizar la
violencia y de maximizar la libertad, así como crear un sistema de
vínculos impuestos a la potestad punitiva del Estado en garantía de los
derechos de los ciudadanos. Entendido así, el proceso penal se dirige
siempre a alcanzar un adecuado equilibrio entre eficacia y garantía. De
este modo, el proceso penal en cuanto mecanismo que el Estado
establece para resolver o, por lo menos, para redefinir los conflictos que
surgen en su seno por el acaecimiento de hechos dañosos o peligrosos,
a los que se imputa la calidad de delitos, y que afectan valores o bienes
considerados requisitos de la existencia individual o colectiva de las
personas, deberá respetar los principios de todo orden democrático. De
lo contrario, la violencia que subyace detrás de cada delito. "Todo
proceso penal estructurado conforme a los principios republicanos tiene
una suerte de obsesión: evitar toda posible manipulación política del
juicio y lograr que ese juicio sea verdaderamente imparcial. La
legitimidad social que procura el juicio penal se basa esencialmente en
la imparcialidad, un juicio que está bajo la sospecha de parcialidad,
pierde toda legitimidad y vuelve inútil todo el "trabajo" que se toma el
Estado para evitar el uso directo de la fuerza y la aparición de la
venganza particular” generará una respuesta anárquica e igualmente
violenta del agraviado, debilitándose los vínculos sociales y
obstaculizándose, bajo una atmósfera de venganza, la indispensable
cooperación que debe reinar en beneficio de todos los integrantes de la
nación.

1) ¿Cómo es que el proceso penal debe tender a un equilibrio entre la


libertad de la persona como derecho fundamental y la seguridad
ciudadana como deber primordial del Estado?
2) ¿Cómo es que un proceso penal parcializado a favor de una de las
partes, trae como consecuencia la pérdida de legitimidad, además de
inútil el trabajo del Estado?

b. TAREAS.
Resolver el siguiente cuestionario:
1. Durante el proceso penal se muestran dos características
aparentemente incompatibles. Descríbalas y explíquelas
2. Explique respecto al debido proceso
c. ENLACES WEB.: video el proceso penal
https://www.youtube.com/watch?v=M0ofzV_3kFs

NOTA: TODOS LOS FOROS, TAREAS, Y ENLACES, SERAN INTEGRADOS


EN LOS EXAMENES PARCIAL I, PARCIAL II, Y EXAMEN FINAL, ADEMAS
DE SER CONSIDERADOS COMO EVALUACIONES ORALES.

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