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Introducción:
El pedagogo brasilero Paulo Freire nos propone “repensar lo pensado”,
revisando nuestros planteamientos acerca del campo de que estamos
consagrados los docentes e investigadores, la Historia de la Educación.
¿Qué entendemos por educación? No debemos olvidar que este término
está dotado de historicidad y además de una enorme complejidad.
Objetivo de estudio de la Historia de la Educación.
La historia de la Educación estudia diacrónicamente una parcela de la
actividad y del comportamiento humano, la actividad de educar. Todo fenómeno
educativo toda teoría o idea sobre educación, se debe inscribir en un contexto de
las condiciones sociales, políticas, económicas y culturales donde se gesta:
aspectos éste que reclama por parte del historiador de la educación un tratamiento
interdisciplinar de sus objetivo cognitivo.
Distintas concepciones sobre educación que originaron la existencia de
prácticas multiples dependiendo de la finalidad que a ésta le asigno la sociedad
del momento.
Historicidad y complejidad del fenómeno educativo.
La realidad educativa está marcada por la historicidad. Debemos centrar la
atención en el carácter histórico del ser humano y su necesidad de educación, de
crecimiento, de desarrollo, de ser más. Freire hace un reflexión lúcida acerca de la
historicidad del ser humano, quien explica desde la antropología a la hora de
diseñar su propuesta educativa. Plante la idea de apertura, de inacabamiento del
ser humano. Éste no es un ser concluido, terminado tiene que ir construyendo su
existencia. Posee conciencia de su conciencia a diferencia de los animales, su
conciencia es siempre intencionada hacia el mundo, en relación dialéctica con él.
Esto se realiza gracias a la capacidad de los seres humanos de actuar sobre ella a
partir de unos propósitos determinados impregnándolas de este modo de
humanidad, transformándola mediante su praxis, a través de su trabajo. Modifica
el mundo, es humanizarlo, o sencillamente impregnarlo de creatividad del ser
humano, esta puede conducir tanto a la deshumanización como a la
humanización, el aquí es también un espacio histórico. La educación para Freire
toma la base la indeterminación del ser humano, la conciencia de ser inacabado
en la búsqueda de crecer como persona.
Los procesos educativos se insertan en unas coordenadas espacio-temporales
que la configuran. No es la sociedad la que conforma de cierta manera, sino la
sociedad la que, conformándose de cierta manera, constituye la educación de
acuerdo con los valores que la orientan.
El enfoque culturalista es que mejor nos introduce en la cuestión de la historicidad
del fenómeno educativo. Desde esta perspectiva, la educación se contempla como
un bien de la cultura, como síntesis de cultura, como individualizadora de cultura,
como conservadora de cultura y como transformadora de cultura. La educación
concebida como proceso de desarrollo del hombre desde sí mismo y de los otros,
es un fenómeno histórico porque desde los orígenes humanos se constituyó como
proceso necesario para el sujeto, es a su vez, un fenómeno de carácter histórico
propio por cuanto la variabilidad respecto a su funcionalidad a sus fines ha
determinado, en ocasiones, el propio desarrollo de la historia del hombre.
La historia de la Educación es la historia de los distintos enunciados que de la
misma se han hecho diacrónicamente y sincrónicamente, y de las practicas que
han dado lugar. Su tarea es estudiar la realidad educativa (objetivo material) en su
acontecer histórico (objeto formal), lo que conlleva conocerla en su dinamismo,
inserta en un todo (contexto político, social, económico, cultural), que da sentido,
integrando “el pasado en su presente con cesión al futuro”.
Es sin duda la existencia de un pensamiento complejo como complejo es el ser
humano.