Parroquia Los Sagrados Corazones

El Playón (S)

DOMINGO XVI DEL TIEMPO ORDINARIO

MONICIÓN INICIAL

Queridos hermanos en Cristo Jesús, reunidos en la fe que nos conforta,

celebramos esta Santa Misa con la alegría de sentirnos amados por Dios.
En este Domingo XVI del Tiempo Ordinario, se nos presenta el contraste
entre Dios que es rico en misericordia con el hombre débil y pecador. A Dios
que no se cansa de perdonar al hombre y de encaminarlo por la senda del bien.
Que podamos, por medio de la escucha de la Palabra y nuestro
testimonio, mantener nuestra identidad de cristianos, frente a la cizaña del
Enemigo.
Dispongamos pues, nuestros corazones al Señor, e iniciamos con fe y
alegría el Banquete del Amor.

MONICIÓN A LA LITURGIA DE LA PALABRA

En Palabra de Dios de este día, contemplamos la imagen de Dios

“clemente y compasivo, lleno de amor y fiel” que se desborda sobre la
humanidad. También contemplamos, el modo de proceder divino, que,
permitiendo la convivencia del trigo con la cizaña, nos invita a permanecer
unidos a Él para que podamos vencer el mal a fuerza de bien, y seamos
auténtico trigo en medio de las dificultades que supone la cizaña. Escuchemos
con atención.
 ORACIÓN DE LOS FIELES
Presidente:

Hermanos: Habiendo sido sembrada en nuestra vida la semilla de la

Palabra, empecemos a producir frutos de oración. Dirijámonos a Dios Padre,
diciendo:
R: Atiende Señor, las súplicas de tu pueblo.
Te pedimos Señor que mires compasivamente a tu Iglesia, que por medio
de los pastores la cuidas y proteges, dale siempre la gracia de la conversión, y
que pueda producir frutos de reconciliación. Oremos
R: Atiende Señor, las súplicas de tu pueblo.
Acuérdate Señor, de todas las naciones y sus dirigentes, especialmente
de Colombia, en la víspera de la memoria de su Independencia, y que podamos
vivir en paz y en libertad. Oremos
R: Atiende Señor, las súplicas de tu pueblo.
Fortalece con tu Espíritu Santo a cuantos sufren enfermedad, pobreza,
hambre, secuestro, desplazamiento o cárcel. Oremos
R: Atiende Señor, las súplicas de tu pueblo.
Concédenos a nosotros unidos en oración, la tolerancia y la paciencia
necesarias para estar siempre dispuestos a dar oportunidad a todos los
hermanos que se equivocan, como expresión de nuestra solidaridad y deseo
de vivir en fraternidad. Oremos
R: Atiende Señor, las súplicas de tu pueblo.

Presidente:

Padre compasivo y bueno, que siempre nos das oportunidad de

arrepentirnos, acoge favorablemente estas peticiones y danos la gracia de
alegrarnos ante el gran amor que nos tienes. Por Cristo, nuestro Señor. Amén.