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La Organización Mundial de la Salud (OMS) define las enfermedades transmitidas por vía
alimentaria (ETA), también llamadas enfermedades de transmisión alimentaria, como aquellas
que, con los conocimientos actuales, pueden atribuirse a un alimento específico para la
presencia de un agente patógeno o peligro alimentario. El concepto se refiere tanto a las
enfermedades causadas por agentes biológicos como las causadas por tóxicos de todo tipo. Se
habla de infección cuando los agentes patógenos ingeridos se desarrollan en el huésped y causan
la enfermedad, y, por intoxicación, cuando la enfermedad es producida por una sustancia tóxica
presente en el alimento ingerido, ya sean toxinas biológicas o tóxicos de origen químico.
(Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria, 2016)
Bacterias, toxinas, y virus presentes en comidas y bebidas son los responsables de bastantes
enfermedades como la listeriosis o la salmonelosis. Las más comunes producen síntomas
gastrointestinales, como diarrea o vómitos. Para prevenirlas, es necesario cuidar la conservación
y la manipulación de los alimentos. (Información de salud, 2019)
Las ETA pueden clasificarse en infecciones, intoxicaciones o infecciones mediadas por toxina.
La infección transmitida por alimentos es una enfermedad que resulta de la ingestión de
alimentos conteniendo microorganismos patógenos vivos, como Salmonella, Shigella, el virus
de la hepatitis A, Trichinella spirallis y otros. La intoxicación causada por alimento ocurre
cuando las toxinas producidas por bacterias o mohos están presentes en el alimento ingerido o
elementos químicos en cantidades que afecten la salud. Las toxinas generalmente no poseen
olor o sabor y son capaces de causar la enfermedad incluso después de la eliminación de los
microorganismos. (Organización Panamericana de la Salud s.f.)
DISCUSIONES
Es primordial que una planta de industria alimentaria tomar medidas frente a las
enfermedades de transmisión alimentaria ya que sino estas perjudicarían al
consumidor. Según la página OCU (2019) afirma que se minimizaran estas
enfermedades si es que adoptamos unas medidas básicas de prevención, no por
sabidas menos importantes como: cuidar la higiene personal, especialmente en el
momento de manipular los alimentos, proteger los alimentos de animales o
insectos, que pueden ser portadores de bacterias patógenas, mantener limpios los
utensilios y las superficies que entren en contacto con ellos, lavar bien los
alimentos antes de consumirlos, quienes hayan pasado una enfermedad
gastrointestinal de este tipo deberían extremar las precauciones durante varias
semanas, no se deben consumir aguas no higienizadas o sin garantías, es
fundamental conservar en frío los alimentos, y tener mucho cuidado para no
romper la cadena del frío y claro, ante la duda, tirar el alimento antes que
arriesgarse.
En la actualidad las etas no solo son en los lugares en donde se producen los
alimentos donde son contagiados; la tecnología y la comercialización también
son factores que han hecho que estos lleguen a hasta el consumidor final a donde
se exportados. El instituto nacional de salud (2010) afirma que el proceso de
globalización ha provocado un aumento significativo en el comercio
internacional de productos alimenticios, lo cual ha proporcionado importantes
beneficios sociales y económicos, pero también facilita la propagación de
enfermedades en el mundo. En los dos últimos decenios, los hábitos de consumo
de alimentos también han sufrido cambios importantes en muchos países; como
consecuencia, se han perfeccionado nuevas técnicas de producción, preparación
y distribución de alimentos. Debido a lo anterior, es imprescindible un control
eficaz de la higiene, a fin de evitar las consecuencias perjudiciales que derivan
de las enfermedades y los daños provocados por los alimentos y por su deterioro
en la salud y la economía.
La identificación de las enfermedades de transmisión alimentaria se hace en
función a una comparación de síntomas, tiempo y los alimentos ingeridos con
algunas de las enfermedades que ya se conocen y poder saber el agente causal .
La clínica Mayo (2017) explica que la intoxicación alimentaria se diagnostica,
frecuentemente, con base en antecedentes detallados, que comprenden el tiempo
que has estado enfermo, tus síntomas y los alimentos específicos que has
comido. Además, tu médico te hará una exploración física en busca de signos de
deshidratación. También según tus síntomas y antecedentes de salud, el médico
puede realizarte pruebas de diagnóstico, tales como un análisis de sangre, cultivo
de heces o examen para detectar parásitos, para identificar la causa y confirmar
el diagnóstico.
REFERENCIA BIBLIOGRAFICA