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OMEP

Editorial: Claudia Alicia Soto


Texto: Mariana Spravkin
Texto: Patricia Berdichevsky
Texto: Ema Brandt

Textos síntesis: UNA VUELTA MÁS

Lo que está escrito (bibliografía reseñada)

Editorial:
”Mirar o copiar a los artistas plásticos. ¿Cómo enseñar a pintar?”
Por Claudia Alicia Soto
OMEP Argentina
“La naturaleza es un templo en donde vivos pilares dejan
de vez en cuando salir confusas palabras;
el hombre la recorre a través de unos bosques de símbolos
que lo observan con ojos familiares”
Charles Baudelaire

Matices, colores , formas, estructura, composición, pincelada , textura visual; términos que comprendemos como
aprendices y que sin embargo tenemos que enseñar como maestros.

¿Cómo enseñar a pintar sin ser pintores? Confiando en los niños, apelando a los plásticos, transmitiendo esa alegría
por hacer expresivamente , esa confianza que permite a los niños buscar sus propias formas, no las de los adultos ni
las de los artistas consagrados, sino las propias.

Observo algunas prácticas frecuentes en la escuela infantil en la Argentina: variar de técnica, de herramienta
(esponja, hisopo, pincel, rodillo) de materiales (crayón, tiza, témpera, anilina), de soportes (hojas pequeñas, blancos,
negras, verticales, horizontales). ¿Es eso enseñar a pintar?

O tal vez, ofrecer al niño la posibilidad de mirar sus producciones y las de sus compañeros, reconociendo diferentes
formas de pintar, diferentes huellas dejadas por las mismas herramientas. Leer matices formados en algunos
trabajos, ver cómo el soporte puede cubrirse completamente o dejar espacios sin cubrir de color. Cada vez al
comenzar un nuevo trabajo, o volver sobre el anterior para terminarlo: mirar, percibir, apreciar y hacer.

Al mirar cuadros de pintores consagrados, apreciaremos lo que hicieron otros maestros, descubriremos algunos de
sus procedimientos, disfrutaremos de la imagen e inventaremos la propia.

La realidad es también fuente para luego expresar; volver a mirar nuestro entorno, detenernos con los niños en los
mil colores de los árboles, del cielo, de las nubes permite construir impresiones que luego alimenten nuestros sueños
poéticos al pintar. Está en la naturaleza, como dice Baudelaire en la frase del inicio del texto, la selva de símbolos,
el hombre sólo la recorre y la transmite en sus obras.
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OMEP
LA PINTURA, ESA CONMOVEDORA AVENTURA
Por Mariana Spravkin
2007

“La pintura no sólo es incesante exploración sino, al mismo tiempo, la más conmovedora de las aventuras”
Henri Matisse 1

Un gran pintor del siglo XX, Henri Matisse, nos habla de la pintura como una “incesante exploración” y una
“conmovedora aventura”. Es que pintar es mucho más que esparcir colores sobre una hoja.
La pintura es, sobre todo, un mundo poético centrado en el color, una construcción estética que se ofrece a
los sentidos; es el contacto sensual con la materia colorante; es el color como emoción y significado.

Sin embargo, pintar también es extender color sobre la superficie, es el cuerpo en acción; es un “hacer”
particular cuyos secretos es necesario develar: todo un desafío, especialmente si pensamos que quienes pintan, en
nuestro caso, tienen entre 2 y 6 años.
Para que la experiencia pictórica, en todas sus dimensiones se haga posible, los niños tendrán que descubrir
las posibilidades y limitaciones que se esconden tras materiales y herramientas, tendrán que interrogar al propio
cuerpo para descubrir las vinculaciones entre las características de esos objetos que están utilizando – pinceles,
esponjas, pinturas, rodillos, hojas - y las variantes que ellos mismos les pueden imprimir con su accionar – mojar,
arrastrar, estrujar, esparcir, etcétera-.
Acción y mundo poético asociados en forma complementaria; la conjunción de la materia, la acción y la
expresión: eso es la pintura en el arte.
Y en la escuela no deberíamos conformarnos con menos porque, de ser así, esa conmovedora aventura de la
que nos habla Matisse se transformaría en una mera actividad más, una rutina escolar vacía de todo aquello que
mueve alguien a elegir la pintura, la luz y el color para crear.
Me preocupa pensar que en la escuela, toda esta posible riqueza quede reducida a unos cuantos “trabajitos”
dentro de una carpeta.
Queda a cargo de nosotros, los docentes, pensar de qué manera convertir las propuestas que tienen como
eje la pintura en experiencias estéticas, a disposición de los niños pequeños.

Quiero enfatizar el término experiencia y no meramente actividades; la actividad es un hacer, en cambio


“(...) la experiencia es lo que me pasa y lo que, al pasarme, me forma o me transforma, me constituye (...)” 2 La
experiencia es un encuentro vital, que deviene en proyecto personal.
Desde esta concepción es que quisiera compartir algunas reflexiones relacionadas con la pintura en la sala,
en vista a encontrar convergencias entre la experiencia del arte y los más pequeños.

• La pintura es color y el color comienza en la visión

“Ver es un logro, no una simple tarea”


E. Eisner 3

El universo pictórico comienza en la percepción, la que es más que un simple “acto biológico”. Ver - que es
cualitativamente distinto que “mirar”- es una operación que exige atención e intención, es un proceso sensible y
cognitivo y para su desarrollo necesitamos las herramientas de la cultura 4 .

1
Henri Matisse “Reflexiones sobre el arte” Emecé Editores, Argentina (1973)
2
J. Larrosa “La experiencia y sus lenguajes” Conferencia. Dpto. de Teoría e Historia de la Educación. Universidad de
Barcelona
3
E. Eisner “El arte y la creación de la mente” Paidós, Bs.As. Barcelona, México (2004)
4
E. Eisner Op. Cit.
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Los colores no se “aprenden” intelectualmente sino que se perciben, y la percepción ampliada permitirá reconocer,
identificar, diferenciar y comparar cualidades de los colores, lo que a su vez, modificará percepción del color.
Es a través de la acción cultural-escolar que ampliaremos los marcos de referencia y las categorías de
percepción de los niños para que puedan descubrir, por ejemplo, que no hay un solo “rojo, amarillo o verde” sino una
gran cantidad de variedades de cada uno; que un mismo color se ve diferente según la luz a la que está expuesto, que
la luz sobre un objeto proyecta sombras, que las sombras no son literalmente “negras”.
Depende de la cultura escolar que los niños descubran que el azul no es necesariamente el color del cielo
porque el cielo no siempre es azul, porque la pintura no siempre imita lo que “es” y porque es potestad de quien crea
elegir los colores del mundo creado...entre muchas otras cosas.
Una actitud receptiva y no estereotipada en la percepción del color permitirá a los niños ir más allá de una
mirada funcional, para acercarse a una visión más sutil propia de la pintura

• Mirar pinturas para disfrutar, descubrir y aprender; no para “copiar”

Hoy nadie duda que los más pequeños sean capaces de sensibilizarse y disfrutar de las obras de arte y que
el Jardín de Infantes deba propiciar el encuentro entre ellos y el patrimonio artístico.
Mirando cuadros y reproducciones los alumnos tendrán la oportunidad de observar distintos aspectos del
color en la representación: cuáles ha elegido un pintor en particular y cómo los ha combinado en una determinada
obra; las relaciones de los colores entre sí, lo que el color despierta en ellos como espectadores. Los niños podrán
descubrir que no siempre el color se usa con sentido mimético o imitativo, podrán conectarse con lo que transmite a
cada quien, tratando de evitar fórmulas esquemáticas o estereotipadas.
Apreciar el color en obras de arte tiene como meta descubrir las muy diversas maneras en que el color se
hace presente en la pintura, lo cual es valioso en sí mismo, más allá de la representación.
Algunas veces y equivocadamente, estas imágenes se utilizan con la idea que los chicos “pinten a la manera
de...”, lo cual no es sino una variante de la copia por mucho que se la disfrace detrás de las obras de arte.
Por un lado no es cierto que por usar colores intensos se pinta “como Quinquela Martín”, ni por usar
pinceladas cortas se pinta “como los impresionistas”. Por otra nadie puede pintar “como otro”...porque no ES ese
otro, y tampoco es deseable que lo haga porque el valor del arte reside en lo que cada uno pueda crear, en las
diferencias personales y esto, ciertamente, no se construye con la imitación.
Si los pintores y sus obras enseñan es a través de la observación y la sensibilización para enriquecer con
ello el mundo de imágenes, ampliar la concepción de cultural y alimentar la propia creación, la que por definición,
nunca es imitativa.

• No siempre el “uso de colores” implica una actividad pictórica

No porque los niños “usen colores” o porque se les ofrezca algún material que “tenga color” se está ante
experiencia ligada a la pintura.
Crayones, marcadores, lápices y tizas si bien “tienen color”, son materiales que, por sus características,
están más ligados al grafismo, es decir al dibujo. Y llegado a este punto es preciso aclarar que dibujar y pintar no
son sinónimos, sino que son dos tipos de expresiones plásticas diferentes. En el dibujo predomina el grafismo y el
desarrollo de formas, mediante elementos gráficos, particularmente en estas edades la línea de contorno. La
pintura, en cambio construye la imagen- tanto la forma como el espacio que las rodea/contiene - mediante planos de
color.
Es posible que los niños estén utilizando témperas y pinceles, y aun así no pinten sino que utilicen dichos
elementos con sentido gráfico: dibujan con témpera y pincel, contorneando formas y sin abordar el plano de color.
Es importante tener en claro estos conceptos tanto para planificar, como para utilizarlos ajustadamente en
la sala.

Hasta aquí algunas de las cuestiones que hacen a la pintura como expresión particular de la plástica y en
relación con algunas situaciones de enseñanza. Volviendo al inicio, no resulta imposible instaurar para los niños la
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pintura como experiencia integral en lugar de la rutina de usar témperas, depende de nosotros, los adultos que sean
partícipes de la “conmovedora aventura” de la que nos habla Matisse.

Mirar o copiar a los artistas plásticos. ¿Cómo enseñar a pintar?


Por Patricia Berdichevsky

Para abordar esta problemática es necesario hacer un poco de historia.


Durante muchos años los docentes de inicial nos formamos en la Plástica, para hacer trabajitos que engrosaran una
carpeta, fin último y preciado que, supuestamente, garantizaba el desarrollo de la creatividad de los niños.
Para hacerlos proponíamos las llamadas técnicas gráfico-plásticas, combinaciones de materiales que posibilitaban
entretener a los chicos con la novedad y obviamente alimentar la carpeta.
Cuando ingresé al profesorado de Inicial ya estudiaba Bellas Artes y veía como dos mundos paralelos el del arte
adulto con sus técnicas tradicionales (pintura dibujo, escultura, collage, grabado) y el del jardín con sus
pluviomanías, esgrafiados, dibujos con cola vinílica y betún, collage con boletos, collage con papel glasé). De hecho
algunas de esas combinaciones de materiales podían ser interesantes utilizadas de otra manera, con continuidad
suficiente para descubrir sus posibilidades expresivas, pero ciertamente, este paseo, este saltar de una cosa a otra
sólo servía para llenar hojas y obtener un nuevo trabajito.
En Buenos Aires, a partir de la publicación de Diseño Curricular 89, se plantea que la Plástica es un lenguaje que
puede ser enseñado. Un lenguaje que expresa y comunica a través de imágenes, realizadas con diferentes técnicas y
procedimientos: pintura, escultura, dibujo, colage, grabado; con determinados materiales y herramientas.
También se incluye algo esencial: que éste, como todo lenguaje artístico se aprende en varias direcciones, hacer
imágenes, observar imágenes y comprenderlas como productos culturales.

Entonces se empieza a incluir en la enseñanza de la plástica la observación de imágenes artísticas: la lectura de


imagen. En el diseño curricular actual se incluye el eje de la apreciación, la importancia de formar a los chicos como
espectadores.
Si se leen detenidamente todos estos documentos curriculares es claro que nunca se propone copiar, todo lo
contrario, se habla de un acercamiento sensible y crítico, para conocer, para comprender, para aprender, para
disfrutar, para conmoverse.
Esto es algo fundamental porque somos espectadores desde de que nacemos y lo seremos toda la vida.
Pero no basta con la publicación de un documento curricular para que los docentes formados en otros enfoques
puedan enseñar a los chicos uno de los lenguajes que los seres humanos empleamos para expresarnos. Tampoco basta
para que, estos docentes que no han transitado la experiencia personal de apreciar y disfrutar el arte, puedan
iniciar a los chicos en una práctica que para ellos también era ajena.
Muchos docentes formados para hacer trabajitos se sintieron (o se sienten) desorientados en esto de enseñar a ver
imágenes, en especial imágenes artísticas que son el referente principal de este lenguaje que estamos enseñando a
los chicos. Cada quien hizo lo que pudo y comenzaron a verse propuestas como vamos a pintar como Miró, luego de
elegir un cuadro bien fácil de imitar y de poner en las mesas, sólo los colores del cuadro elegidos cuidadosamente
por la docente.

Esta incitación pecaminosa a la copia emplea esfuerzo, materiales y tiempo del docente y de los chicos en aprender
a copiar en lugar de ofrecer la oportunidad de observar de conmoverse y también de aprender a pintar para crear
imágenes propias y personales.
Seguramente copiando los chicos podrán desarrollar habilidades para lograr los colores, imitar las pinceladas, copiar
las forma ¿pero cuál es el sentido de hacer otra vez lo hecho por otro?
Los chicos aprenden muchas cosas imitando a los que saben, pero se trata fundamentalmente de procedimientos.
Pueden aprender a mezclar los colores imitando a su maestra o a un compañero, observando como saca de a poquito
un color y lo incluye en otro, como limpia el pincel, como lo escurre en el borde del vaso para afinar su punta, como lo
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limpia con el trapo. Seguramente podrá usar estos conocimientos para hacer sus propias obras y para descubrirlo en
la producción de otros.
Pero cuando lo que imita es un producto acabado perderá la oportunidad de utilizar todos estos descubrimientos en
su propia expresión. Posiblemente poco a poco, se hará dependiente de esas copias y tal vez desvalorice sus propia
producción. El que copia aprende a copiar y el que pinta aprende a pintar.
Copiar es un hecho mecánico, una fotocopiadora lo realiza en un minuto y sin necesidad de conmoverse.
Así como cuando leemos un libro no es necesario copiarlo ni repetirlo para disfrutarlo, tampoco es necesario copiar
una obra plástica para deleitarse, extrañarse, conmoverse y comprenderla.
Algo totalmente diferente de la observación del natural, mirar los árboles, descubrir sus colores, los distintos
matices que provoca la luz sobre las hojas, tocar los surcos del tronco, percibir su textura y luego pintarlos. Algo
muy diferente es copiar los árboles pintados por otros, un producto resuelto por otra mirada.

Dice Graciela Montes “Leer es construir sentido (…) Se “lee” una imagen, una ciudad que se recorre un rostro que se
escudriña. Se buscan indicios, pistas, y se construye sentido, se arman pequeños cosmos de significación en los que
uno como lector queda implicado.” 5
Por eso es importante que los chicos se acerquen a diversas imágenes para conocerlas, disfrutarlas, descubrir sus
indicios y construir múltiples significados a partir del impacto que estas obras les provocan.
Brindarles oportunidades de conocer las producciones artísticas de su medio, de su país y de otras culturas, esos
objetos maravillosos que los ayudarán a acrecentar su sensibilidad, alimentarán su imaginación, ampliarán sus
horizontes y les permitirán construir su juicio crítico. Como dice Octavio Paz, para ver de verdad hay que comparar
lo que se ve con lo ya visto. 6
Dejarse conmover, emocionar, atravesar por las imágenes, tanto las del entorno natural como las del construido por
el hombre en el que se incluyen obras de arte, artesanías, imágenes de todo tipo y también las que hacen los chicos.
Ellos se están iniciando en los lenguajes artísticos y es importante que en esta iniciación puedan conocer el arte que
la humanidad ha ido construyendo desde sus orígenes hasta la actualidad, la cultura en que ellos y nosotros estamos
inmersos.
Por ejemplo, cuando se les propone trabajar sobre retratos será importante observar retratos, así se descubrirá y
se comprenderá qué es ese género, por qué los seres humanos sentimos la necesidad de retratarnos, se nutrirá la
imaginación de los chicos con diversas formas de expresión, comprenderán que estas formas dependen también de
diferentes necesidades y diferentes contextos, que responden a ideas y concepciones distintas. Descubrirán en las
obras esos indicios, esas pistas que menciona Graciela Montes, que serán transformados por cada uno en sentidos,
emociones y sensaciones diversas.
Luego, si queremos que transiten la experiencia de retratar, se podría sugerir observar al docente, mirar la forma
de su rostro, mirar su peinado el color de su pelo detenerse en sus características y retratarlo. Estas propuestas
implican un trabajo de observación y la creación de una imagen diferente a partir de lo observado y lo sentido por
cada uno a partir de lo que mira.
Si en otra oportunidad miran caricaturas y retratos expresionistas, los chicos descubrirán que a veces los artistas
deciden deformar, distorsionar para expresar otras cosas, para resaltar algo. Tal vez apreciar retratos imaginarios
podrá ser la puerta para inventar caras locas, el permiso o la fuente de nuevas ideas para trabajar.

Cuando acercamos a los chicos a diversas manifestaciones artísticas lo hacemos fundamentalmente, para que las
contemplen, para que las conozcan, para que las disfruten y puedan construir significados propios a partir de lo que
ven.
Por todo esto es importante dar tiempo a la contemplación para que cada uno haga sus propios descubrimientos. A
veces una pregunta dispara las reflexiones: - ¿qué tienen de diferente estos retratos? Otras veces una comparación
ayuda a encontrar nuevas pistas. Pero también es importante la actitud lúdica, proponer, por ejemplo imitar
corporalmente un retrato ayuda a penetrar en su expresión, y tal vez proponer un diálogo entre varias obras.

Además, como están aprendiendo a pintar, la posibilidad de acercarse a lo que otros han creado les permitirá
descubrir recursos, formas de hacer, permisos y desafíos. Esto puede generar nuevas imágenes puede enseñar

5
Montes, Graciela. La gran ocasión. Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología. Buenos Aires. 2006.
6
Paz, Octavio Los privilegios de la vista I. en Obras Completas. Fondo de Cultura Económica. México.1997.
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nuevos caminos e invitar a transitarlos. Si los chicos observan pinturas abstractas hechas con manchas y
chorreaduras, seguramente, este encuentro abrirá un abanico de posibilidades creativas, otros interrogantes y
otros sentidos. Entonces si el docente los invita a producir sus propias pinturas a partir de manchas, a experimentar
parte de lo que han apreciado será para crear sus propias imágenes, únicas, irrepetibles, singulares.
Como lo expresa el artista plástico, Luís Felipe Noé “Este artista no está solo en el tiempo. Hay muchos artistas
antes que él. Hay muchos que han sentido la misma sensación. Ellos se han completado unos a otros. Han hecho un
devenir de la imagen.” 7
Del mismo modo los chicos, al ser espectadores de lo que los artistas hacen y nutrirse con imágenes diversas podrán
participan de ese devenir creando también ellos mismos algo nuevo, nuevas imágenes y múltiples significados y
sentidos
Mirar o Copiar a los artistas plásticos: ¿Cómo enseñar a pintar?
Por Ema Brandt

¿Que significa “mirar”? ¿A qué nos remite esta simple palabra?

Pareciera ser una de las cosas que hacemos naturalmente (por lo menos aquellos que poseemos el don de la
vista), sin embargo es importante plantearse si realmente miramos y vemos.
¿Qué miramos y qué vemos de todo lo que pasa a nuestro alrededor durante TODO el día?

Ante esta simple pregunta aparece una cierta “capacidad” del hombre para no ver muchas de las cosas que
lo circundan, muchas veces como defensa ante la saturación visual a la que estamos expuestos todos los que vivimos
en una gran ciudad. Es inmensa la variedad de imágenes con mensajes de todo tipo que despliegan su encanto o
fealdad y/o confusión a nuestro alrededor.
Por otro lado, es difícil que la gente en la ciudad se detenga ante una puesta de sol, unos palos borrachos en
flor o simplemente ante un charco donde se refleja el arco iris. Imágenes que nos brinda la naturaleza
cotidianamente también en las grandes ciudades, posibles de ser observadas, miradas, apreciadas en toda la belleza
y fuerza que poseen.

El MIRAR conlleva UNA INTENCION. Es decir veo por que tengo la facultad de ver con los ojos y miro por
propia decisión.
Mirar la naturaleza y obras realizadas por artistas lleva implícita la voluntad de querer mirarlas.

Es común que los docentes, dentro de sus prácticas áulicas, muestren a sus alumnos reproducciones de
artistas plásticos. Pero ¿para qué se les muestra estas imágenes? ¿Cuál es el valor formativo cuando se llevan a cabo
estas prácticas?

El desarrollo de la percepción visual se ve enriquecido cuando se propone mirar y apreciar diferentes obras
de artistas.
Los niños, por medio de la apreciación de obras, se informan y construyen conceptos. Los elementos del
lenguaje plástico como forma, color, textura, movimiento, profundidad espacial, entre otros, al ser observados en
variedad de reproducciones, aportan conocimientos. Pero hay además un valor más importante en esta posibilidad
de apreciar relacionado con el desarrollo de la sensibilidad estética.

La mirada sensible comienza a desarrollarse en la infancia, y es el docente quien puede ser el que posibilite
este gusto por apreciar diferentes imágenes.
La “resonancia” en la apreciación de una obra de arte, y aun de la naturaleza, hace posible esa conexión
sensible del hombre con lo que observa.
Otra de las adquisiciones relacionada con la apreciación es el aporte cultural, que el docente será capaz de llevar a
su sala cuando es portador de conocimiento y sensibilidad. A él le cabe la tarea de llevar las obras de arte a las salas
de jardín.

7
Noé, Luis Felipe. Antiestética. Ediciones de La Flor 1988
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Pensemos que en muchas ocasiones será la única posibilidad que los niños tengan de acercarse
sensiblemente a estas manifestaciones estético-culturales.

No hay que dejar de tener en cuenta algo realmente difícil de precisar. Que la obra de arte es apreciada y
valorada de manera personal, y que esto depende en gran medida de los gustos, los conocimientos y los recorridos de
cada persona.

Respecto a “enseñar a pintar” en relación con la copia de artistas plásticos quisiera expresar que, si bien en
los últimos 10 años se han comenzado a ver propuestas relacionadas con la observación de obras de artistas, la
mencionada no es una práctica muy generalizada.
Muchas veces por desconocimiento por parte de los adultos sobre la importancia de los aportes que la
apreciación hace a las posibilidades creativas de los niños; también por que se ha creído que los niños son creativos
por naturaleza y que había que dejarlos hacer como quisieran, lo que quisieran. O por el desconocimiento, de parte
del adulto, de las obra de pintores, escultores, dibujantes, fotógrafos, y arquitectos, entre otros artistas plásticos.

Por otro lado, en general cuando el docente propone la observación de imágenes, las prácticas están
relacionadas con algún proyecto que lleva adelante, pudiendo ser por ejemplo “el retrato”, “paisajes” o “mi barrio”.
En estos casos el docente muestra a los niños una variedad de reproducciones con el tema elegido.

Pero volviendo a la pregunta ¿Cuáles son los aportes, en relación con enseñar a pintar, al mostrar
reproducciones de artistas plásticos?

Al observar diferentes obras pictóricas los chicos podrán, con la guía del docente, APRECIAR cómo han
sido pintadas y cómo están resueltas. Al mirar estas resoluciones, según las imágenes seleccionadas, se pondrá el
énfasis en la pincelada, o en la textura que posiblemente haya dejado un pincel. También podrán observarse los
colores puros, las mezclas, las transparencias y todos los atributos del color, a los que es posible recurrir al
momento de pintar.
Otra posibilidad es ver la variedad de formas de representar, por ejemplo, un árbol. Con sus ramas, su
tronco, sus hojas. Como algunos pintores usan el “tema” como disparador de imágenes internas, posibles de ser
captadas por el espectador.
Observar diferentes obras pictóricas da la posibilidad de conocer que en el lenguaje plástico no hay
respuestas correctas sino una variedad de posibilidades; y que en el arte contemporáneo de hoy, se han hecho más
potentes. Para el docente es fundamental reconocer que la imaginación se nutre de conocer el entorno y las obras de
artistas, es decir que las “imágenes mentales” (relacionadas con la imaginación y la creación) son necesarias para
poder dibujar, pintar y modelar.

No soy partidaria de copiar a ningún pintor ni A NINGUN ADULTO.

Es necesario pensar que cuando se le ofrece a un niño la obra de un pintor pretendiendo que la copie, se
está desconociendo los siguientes aspectos esenciales: uno relacionado con lo que el niño es capaz de hacer, otro
con lo que este tiene ganas de hacer y de decir, y un tercero con la probabilidad que el niño crea que esa es la única
manera de hacer aquello que se le esta haciendo copiar. Generalmente el esteriotipo surge de planteos de este
orden.
Quiero recordar que los niños pequeños no pueden copiar, lo cual en caso de hacer una propuesta de este
tipo, redundaría en un sentimiento equívoco por parte de los niños a los que se les encomienda esta tarea. En
general, lo que podrán hacer, es sacar algunas de las características de la obra observada. Lo que dará como
resultado obtener “copias” donde el niño habrá reproducido una manera de dar la pincelada, de hacer alguna forma,
etc. sin ningún valor creativo ni estético.

Además quiero remarcar la importancia de la simultaneidad que debe darse entre la propuesta de mirar,
reflexionar sobre lo que se ve y por último, la realización de pinturas.
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El docente debería potenciar en los niños la posibilidad crítica ante la observación, tanto en lo relacionado a
los aspectos sensibles y expresivos, como en los de orden conceptual, tratando que cada niño pueda ir construyendo
su propio camino de soluciones plásticas.

Textos síntesis: UNA VUELTA MÁS

CONCLUSIONES FINALES
Por Ema Brandt

Retomo, para estas palabras finales lo que dijo hace mucho tiempo Vigotsky “La riqueza interna del individuo, el
mundo imaginario, proviene de las experiencias directas y vitales que tiene el sujeto con el entorno” y “Cuanto más
rica sea la experiencia humana, tanto mayor será el material del que dispone esa imaginación”. 8

El tema planteado ha sido encarado por las tres desde aquellos aspectos que creo son necesarios tener en cuenta
para potenciar las “experiencias” personales con la pintura.
Rescato como fundamental la importancia que le otorgamos a la experiencia humana y, al aprendizaje del lenguaje
plástico, en este caso a partir de la tarea que hace el docente en los primeros años.

Dice Patricia,” hacer imágenes, observar imágenes y comprenderlas como productos culturales.” son tareas que debe
hacer el docente.
Mariana habla de un “hacer particular” al pintar y de los secretos que al hacerlo el niño tendrá que develar.
Posibilidades y limitaciones tanto de materiales y herramientas y de las relaciones de estos elementos con el propio
hacer.
Y otro punto importante que ella toma es el descubrimiento por parte de los niños de que “el azul no es
necesariamente el color del cielo…..por que la pintura no siempre imita lo que “es” porque es potestad de quien crea
elegir los colores del mundo creado……”

Volver al placer
Por Patricia Berdichevsky
Cuando comencé a leer el texto de Mariana y la cita de Matisse que eligió incesante exploración, el título:
conmovedora aventura, y finalmente las palabras con que define esta forma de expresión: un mundo poético
centrado en el color, una construcción estética que se ofrece a los sentidos; contacto sensual con la materia;
emoción y significado; inmediatamente vinieron a mí escenas del mundo del jardín de infantes.
Todas estas bellas palabras me llegaron muy hondo, me evocaron mis propias sensaciones al pintar y al acompañar a
mis alumnos en esta conmovedora aventura. Entonces, como dije, pensé en los jardines de infantes y en particular en
qué poco se ve hoy a los chicos viviendo el contacto sensual con la materia. Tal vez los miedos de los docentes, la
mirada puesta en otras cosas, han cedido espacio a esta otra escena: los chicos pintando, pero pintando con todo,
con muchos colores en la mesa, con pinceles, con esponjas con lo que sea necesario para dejarse llevar por el
contacto sensual con la materia, por la música de los colores, por las sensaciones y las vibraciones que producen al
relacionarse; con tiempo para la experimentación, con la certeza, por parte del docente, que esta es una experiencia
valiosa.
Ema dice, refiriéndose a la posibilidad de ver obras de arte: en muchas ocasiones será la única posibilidad que los
niños tengan de acercarse sensiblemente a estas manifestaciones estético-culturales. Creo que también esta frase
vale para la oportunidad de pintar. La mayoría de los chicos sólo tienen esta oportunidad y este espacio en la
escuela. Qué importante es entonces que el docente confíe y se entregue al placer de conducirlos en esta
maravillosa oportunidad.

8
Vygotski, Lev, Arte e imaginación en la infancia, Ed. Coyoacán, México, 1996.
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Ema y yo nos hemos preocupado por la primera parte del título: la importancia de mirar para pintar, aprender a ver
nuestro entorno, las obras de arte, sus propias producciones, algo que muchas veces falta también en la escuela, el
ejercicio de la contemplación, el placer de mirar, de mirar para disfrutar, que no siempre será un mirar para hablar
de lo que se mira, porque por algo los seres humanos creamos estos otros lenguajes para expresarnos, lenguajes no
verbales como la pintura

Creo que este espacio me servirá para recordar, a aquellos maestros que tal vez lo olvidan, el sentido profundo de
sus acciones, porque enseñar a pintar es enseñar a construir mundos y cuando los chicos aprenden a pintar aprenden
a usar los colores, a seleccionar las herramientas a conducir sus gestos y sus acciones para hacer dialogar a los
colores y a las formas. Aprenden que los colores, como la mayoría de las cosas de este mundo, no valen por lo que son
sino por cómo se relacionan con lo que los rodea. Aprenden a valorar lo que hacen ellos mismos y también lo que
hacen los otros, a descubrir la belleza de las diferencias. Aprenden a ver el mundo y tal vez transformarlo dejando
su huella en él.

A modo de cierre
Por Mariana Spravkin

A través de las opiniones vertidas en los tres artículos, creo que surge con claridad tanto la importancia de

abordar el desarrollo de las capacidades perceptivas de los niños, como así también la necesidad de que tomen

contacto con el patrimonio artístico como parte de su experiencia escolar desde los primeros años.

Quiero también subrayar la firme oposición de las autoras a que ese contacto con el arte se convierta en un

“modelo a imitar” en cualquiera de sus variantes más o menos encubiertas. La copia o la imitación, la pretensión que

“el niños pinte como” o “a la manera de” nada aporta al proceso de creación y de aprendizaje y, por el contrario,

produce un vaciamiento del sentido de la apreciación en el Jardín.

La enseñanza del arte no está exenta de estereotipos y la escuela también crea los suyos. Cuando veo este

tipo de prácticas en que se pide a los niños que “imiten” a un artista, pienso en lo rápidamente que es posible meter

en viejos moldes conceptuales - como lo es el aprendizaje por copia y repetición de modelos - nuevos paradigmas;

como lo es la idea de poner la producción artística de la humanidad al alcance de los más pequeños.

He querido compartir algunas reflexiones para resignificar las actividades pictóricas en la sala,

devolviéndoles su carácter de experiencia estética y alejándolas de la acumulación de trabajos en una carpeta y de

ciertas rutinas escolares que dejan poco lugar al arte y a la creación infantil.

Lo que está escrito (bibliografía reseñada)


Recomendaciones bibliográficas por Mariana Spravkin

“Plástica en red” Brandt, Berdichevsky, Bianchi y Spravkin – Editorial AZ


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Libro con formato de manual, destinado al 3º ciclo de la EGB. Versión ampliada y corregida del “Manual de Educación
Artística: Plástica. 3° Ciclo E.G.B”
Este texto desarrolla distintos aspectos relacionados con la plástica, la imagen visual, la representación y la historia
del arte. Contiene una gran cantidad de reproducciones

“El ojo que salta el muro” Loris Malaguzzi (comp.)

Este libro compendia las experiencias que integraron la muestra “El ojo que salta el muro” desarrolladas por
las escuelas de Reggio Emilia, hace ya varias décadas.
Cada una de los artículos que integran el libro pone de manifiesto la filosofía educativa de este particular conjunto
de escuelas italianas y su relación con el arte, la sensibilidad y los niños pequeños.

“El arte y la creación de la mente”


Elliot Eisner – Editorial Paidós

Este libro reúne el pensamiento más actualizado de este autor, verdadero referente en relación con la educación y
los lenguajes artísticos. Aborda aquí diversos aspectos que hacen a la relación entre los lenguajes artísticos, la
escuela y el desarrollo de niños y jóvenes
Si bien no está específicamente dedicado al Jardín de Infantes, abarca las edades tempranas y permite pensar los
procesos de enseñanza y los procesos de aprendizaje de las artes en la escuela desde una perspectiva cognitiva.

Bibliografía comentada por Ema Brandt

E. H. Gombrich, J. Hochberg y M.Black. Paidós Comunicación.


Arte, Percepción y realidad.

Los autores desarrollan en este texto aspectos relacionados con el desarrollo de la percepción. Plantean
aspectos diversos entre los cuales se destacan la diferencia e importancia entre lo esencial de lo superficial en
la percepción.
También, la relación perceptual entre la fisonomía, la caricatura y el retrato y las diferencias entre la máscara
y la cara.
Relacionan aprendizaje y percepción.
También desarrollan el significado de la fotografía según su contenido, y lo que representa en este texto.

Francesco de Bartolomeis. Recursos, Octaedro


El color de los pensamientos y los sentimientos

En este texto su autor, junto con los colaboradores desarrollan un enfoque de la enseñanza de niños pequeños
donde lo que tratan de mostrar es que estos se enfrentan a la resolución de problemas plásticos y que algunos
son semejantes a los que se enfrentan los artistas.
Toman a la investigación dentro de la enseñanza artística tan pertinente y particular como en cualquier otra
actividad formativa.
En el capitulo “colores y formas de la naturaleza” Lucia Selmi, (coordinadora de la experiencia que se relata)
desarrolla la importancia del color para los niños, valorando tanto a este como a la forma.
Recupera el ambiente natural y a la observación del mismo como posibilidad para que los niños se relacionen
sensiblemente con formas y colores.

Mariana Spravkin. Ediciones Novedades Educativas


Cuestión de imagen. El sentido de la educación plástica en la escuela.
P
OMEP
La autora propone replantearse el para que, los que y los como en la enseñanza del lenguaje plástico. Desarrolla
un planteo donde son rescatados los ámbitos de los que se ocupa la educación plástica, otorgándole a la “mirada
estética” un lugar relevante.
El trabajo en la bidimensión tanto en fotografía como con papeles y las historietas adquiere una mirada del
problema de enseñar desde otro ángulo.

Textos recomendados:
En principio todos los libros de reproducciones de obras de arte que puedan, siempre se consiguen libros de arte con
reproducciones a bajo precio, y tienen que esta ahí, en el rincón de biblioteca, o cerca de los chicos cada vez que
necesitamos que los maestros hablen a través de sus imágenes. Yo no andaría por los caminos de la pintura sin tener
cerca de Monet, Van Gogh, Matisse, Kandinsky, los fascículos de pintura argentina de Banco Velox, catálogos y de
muestras y libros de artistas argentinos entrañables como Noé, Macció, De la Vega, Xul Solar, Keneth Kemble,
Cándido López, Malharro. Sus obras son verdaderas lecciones de pintura.

Recomendaciones bibliográficas de Patricia Berdichevsky


• Berdichevsky Patricia La apreciación de imágenes. (Artículo). En Educación Plástica. Colección 0 a 5.
Novedades Educativas 1999
• Brandt y otros, AZ 2002. “ Plástica en Red 7°, 8° y 9°”
• De Bartholomeis, Francesco. El color de los pensamientos y de los sentimientos. Octaedro. España. 1994
• Origlio y otros Arte desde la cuna. 4 a 6años. Bianchi, Laura Capítulo: Plástica con niños de 4 a 6 años
(selección). Nazhira. Buenos Aires. (2005)
• Origlio y otros. Arte desde la cuna. O a 3 años. Bredichevsky, Patricia. Capítulo. Plástica desde la Cuna
Nazhira. Buenos Aires. (2005)
• Berdichevsky Patricia. Paisajes percibidos…paisajes imaginados, en Artes Plásticas, caminos para crear,
apreciar y expresar. Novedades Educativas. Colección 0 a 5 La educación en los primeros años. Buenos
Aires-Méjico. (2003)
• Noé, Luis Felipe. Antiestética. Ediciones de La Flor. Buenos Aires.1988.
• Noé Luis Felipe. Luis Felipe Noé Pinturas 60-95. Catálogo Museo Nacional de Bellas Artes. Buenos Aires.
1995
• Matisse, Henri. Reflexiones sobre el arte. Emecé. Buenos Aires 1977.
• Read, Herbert. Carta a un joven pintor. Siglo XX. Buenos Aires 1976
P
OMEP

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