Personalidad, política y negación: tolerancia a la ambigüedad,

orientación política e incredulidad ante el cambio climático.

El cambio climático es una realidad inminente que se ha venido presentando hoy por hoy,
puesto que todos estamos expuestos a él. El principal responsable del calentamiento global
causante de la crisis climática es el ser humano, cuyas actividades generan emisiones de
gases de efecto invernadero que hacen subir la temperatura del planeta. Estos gases se
acumulan en la atmósfera y calientan la tierra en exceso, provocando las graves
consecuencias ambientales, sociales y económicas que actualmente afectan a todo el
globo.
Por lo tanto este artículo está encaminado a la tolerancia a la ambigüedad, la orientación
política y las creencias sobre el cambio climático. En la cual, por medio de una encuesta
realizada a 219 ciudadanos estadounidenses en los cuales se evaluaba este aspecto; los
resultados indicaron que la baja tolerancia a la ambigüedad predijo creencias de que: 1)
el cambio climático no es un problema; 2) no es el resultado de la actividad humana, y; 3)
no puede corregirse a través del comportamiento individual.
Ahora bien, hay una estrecha relación entre la negación del cambio climático y la política
conservadora. Los principales representantes de la negación se encuentran tanto en
instancias públicas como privadas. Principalmente, la negación e incredulidad ante el
cambio climático nace de los intereses comerciales perseguidos por parte de las
corporaciones que comercializan productos que afectan al medio ambiente, o empresas
que son promotores de externalidades negativas en asuntos de contaminación, debido a las
tecnologías obsoletas que manejan en su producción.
Es fácil para los figurantes de la incredulidad no reconocer lo que sucede actualmente,
pues cuando uno reconoce o acepta algo, en cualquier ámbito, se ve (mínimo) moralmente
obligado a hacer algo al respecto. Y con la negación ocurre lo contrario. Es más fácil
declararse escéptico de algo, por más absurdo que parezca, para poder eximirse de la
responsabilidad que conlleva. Por ejemplo, tenemos el caso de Estados Unidos es el
segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero después de China. El cual, por
órdenes de su mandatario, anunciaron y cumplieron su salida del Acuerdo de París contra
el cambio climático, puesto que, para él, el calentamiento global es solo una teoría. Lo
cual genera que otros países se comporten de la misma manera y las temperaturas suban
en todo el planeta.
Finalmente, ¿cómo podemos pretender criar a nuevas generaciones e inculcarles que no
deben temer acerca del futuro, si son vagas nuestras acciones para aportar más a un
futuro bienaventurado en todos los aspectos?