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La Formación en la
Prevención de Riesgos
Laborales II
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Índice
Objetivos:
Determinar cómo se deben desarrollan los planes de formación de las empresas (a
partir de que los mismos son aprobados).
El plan de formación finalmente aprobado será el que deba llevarse a cabo. La ejecución
del plan de formación contempla la preparación de cada programa formativo: determinar
grupos, profesores, contenidos, metodologías, calendario, etc., la impartición de esa
formación y la evaluación de los logros conseguidos (mediante su comparación con los
objetivos).
La preparación del plan de formación habitualmente es la fase que más tiempo requiere, y
la que con más esmero hay que realizar, pues de ella va a depender en gran parte el éxito
de esa formación.
La preparación del plan de formación deberá contemplar además los elementos que se
describen a continuación.
Es conveniente tener presentes la base de conocimientos con que parte el personal, para
adecuar la acción formativa para un mayor aprovechamiento, evitando repeticiones que
generan insatisfacción. Esta variable permite establecer la secuencia correcta de la
formación y los contenidos formativos.
Las acciones formativas se pueden realizar mediante los tradicionales cursos presenciales o
a través de otros sistemas, tanto en cuanto a la forma de impartición de cursos (en esto han
contribuido ampliamente las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones), o
mediante actividades formativas diferentes de lo que son los cursos.
Entre las modalidades más usadas entre las empresas se encuentran las siguientes:
Mentoring: Es una técnica compleja, que engendra toda una filosofía, y que
básicamente consiste en que una persona (mentor o mentora) transfiere a otra, sus
conocimientos y experiencias en una materia o tema determinado.
Las acciones formativas deben realizarse en el orden y secuencia correctos para que el
proceso de aprendizaje resulte eficaz y los trabajadores consigan su aprovechamiento
máximo. La secuenciación y temporización deben obedecer a criterios pedagógicos.
Los planes de formación de las empresas contarán por tanto de un cronograma en el que
se planifican todos los cursos contemplados en el plan con sus fechas y horarios, duración,
descansos, formadores y asistentes. De esta forma se evitará, por ejemplo, solapar acciones
formativas en las que tengan que participar las mismas personas.
Cuando se produzcan cambios en las funciones que desempeñen (se incluyen entre
éstos los motivados por la introducción de nuevas tecnologías o cambios en los
equipos de trabajo, así como la aparición de nuevos riesgos o su evolución).
También se debería priorizar la formación que debe recibir el personal que dentro de la
empresa se va a dedicar a tareas relativas con la seguridad y salud de los trabajadores
dentro de la empresa. A modo de ejemplo, en el caso particular de España esta formación
viene regulada dentro del Reglamento de los Servicios de Prevención, estableciendo la
duración que dicha formación debe tener en cada uno de los tres niveles: básico (30 ó 50
horas, según el tipo de empresa), intermedio (300 horas) y superior (600 horas).
Contenidos
Establecidas las ideas centrales que han de ser aprehendidas por los alumnos, procede
ordenar y secuenciar las mismas, desde lo conocido a lo desconocido, de lo fácil a lo difícil y
de lo concreto a lo abstracto (aunque sin perder nunca la referencia de su utilidad y
aplicación en el trabajo).
La fase siguiente consistirá en la elección por parte del docente de las actividades de
aprendizaje (exposición oral, ejercicios, casos prácticos, trabajos en grupos) más adecuadas
para que, con los contenidos seleccionados, se facilite el aprendizaje. Las actividades de
aprendizaje, al igual que antes los contenidos, requieren también ser ordenadas,
pudiéndose en ese momento llegar a sustituir o suprimir aquellas que no parezcan
apropiadas. Las actividades podrán dirigirse a introducir el tema, a analizarlo o estudiarlo, a
realizar generalizaciones de lo aprendido en situaciones similares, a resumir y reforzar el
aprendizaje o verificar los conocimientos adquiridos.
Ejemplo:
Método expositivo
Acompañar la exposición teórica con ejemplos con los que estén familiarizados los
alumnos y con ilustraciones visuales, que está demostrado contribuyen altamente
a la comprensión.
Método demostrativo
Este método trata que el alumno, en condiciones similares a la realidad, efectúe o repita un
comportamiento hasta que llegue a ser un hábito o un reflejo. El objetivo es que el alumno
“haga” algo y llegue a realizarlo sin una reflexión previa.
Puede usarse en actividades formativas “en el puesto”, como cuando se imparte formación
para preparar a las personas a actuar en caso de accidente o cuando el profesor muestra
los pasos a seguir para levantar correctamente una carga.
Para obtener la máxima eficacia de dicho método el profesor debe asegurarse de que
todos los alumnos pueden ver claramente la demostración.
Método activo
Ejemplos de técnicas utilizadas cuando se aplican métodos activos son la formación con
simuladores, el juego del rol, el grupo de discusión, etc.
Método inductivo
El formador expone la parte teórica del curso, partiendo desde la experiencia de los
La formación sólo es útil cuando a través trabajadores y apoyado, fundamentalmente, en las prácticas a realizar, de tal modo que
de ella un trabajador desarrolla de forma aquélla responda a las preguntas básicas de qué, quién, por qué, para qué, cómo y cuándo.
más eficaz sus funciones.
El propósito en que el trabajador comprenda y reflexione sobre los diversos conocimientos
impartidos en la acción a partir de su propia experiencia (inducción), lo que facilitará la
comprensión, motivación y participación
Método interrogativo
La autoformación
Cuando una persona decide asumir su propia formación en un ámbito particular se habla de
autoformación. La persona que la aborda puede definir concretamente lo que quiere
aprender y en qué profundidad. De ahí se deriva una ganancia de tiempo importante en
relación con los “paquetes formativos”. Se dispone de una mayor autonomía al nivel de
lugar y de tiempo: se estudia donde y cuando se quiere y se puede.
Ejemplo:
Este tipo de formación también se está aplicando a la prevención de riesgos laborales. Se usa
mucho en el caso de trabajadores de nuevo ingreso, o para cursos de recordatorio o reciclaje.
Pero como ya se ha indicado con anterioridad, se limita a la formación teórica y más básica.
Extenderlo a aspectos más complejos y claves en la seguridad sería una temeridad.
Los recursos para impartir la formación se pueden dividir en dos grupos fundamentales:
Recursos humanos
Destacan tres tipos de perfiles humanos, que pueden ocuparse con personal interno o
externo:
Los técnicos en formación y pedagogos, que son los encargados de planificar las
acciones formativas, realizar su seguimiento y evaluarlas.
El personal de apoyo que realizan tareas no formativas pero que permiten el correcto
desarrollo de la formación.
Recursos materiales
El lugar de impartición puede estar en las instalaciones de la empresa o ser externo. Es muy
importante que reúna condiciones adecuadas en cuanto a dimensiones, climatización,
visibilidad, acústica, evitación de interferencias externas (por ejemplo, ruido).
Con respecto a los recursos pedagógicos están los medios didácticos utilizados por los
formadores (pizarra, medios audiovisuales, etc.), el material para los alumnos
(documentación del curso, ejercicios, etc.) y los medios para evaluación (cuestionarios,
encuestas de satisfacción, etc.).
Asegurar el buen estado de las aulas, equipos, materiales y recursos, etc. para la
buena marcha de la formación
Anticiparse a los posibles problemas que pueden surgir durante la ejecución del Plan
de Formación, y resolver lo que lleguen a producirse.
El propósito de la Evaluación de la
Para llevar a cabo la evaluación de la formación se deben determinar cuatro aspectos:
Formación es confirmar que los
¿Quién hace la evaluación?
trabajadores han adquirido los
conocimientos (formación teórica) y
¿Qué se evalúa?
las actitudes (formación práctica)
que se pretendían con la formación ¿Cuándo se evalúa?
preventiva y medir en qué cantidad,
es decir, comprobar la correlación ¿Cómo se evalúa?
existente entre lo pretendido y lo
logrado.
En el caso de la evaluación de las actividades de formación sobre prevención de riesgos
laborales se consideran cuatro posibles niveles de evaluación, en función del tiempo
transcurrido y de los resultados que se persigan:
Tercer nivel: Se evalúa, pasadas unas semanas o meses, si se han producido cambios
apreciables en el comportamiento habitual (por ejemplo, frente a los riesgos) y en las
actitudes de los alumnos, como resultado de la formación. A este nivel se le
denomina “evaluación intermedia” o “evaluación a medio plazo”.
Cuarto nivel: Se analizan, durante los meses o años siguientes, los efectos de la
formación sobre los indicadores de siniestralidad, morbilidad y mortalidad; sobre el
grado de cumplimiento de la normativa o sobre la actividad de los trabajadores en
relación con criterios de calidad adoptados por la empresa. Esta evaluación se
denomina “evaluación a largo plazo”.
2 Resumen
La formación será eficaz y eficiente, y conseguirá alcanzar los objetivos establecidos,
si se determina, programa y desarrolla de manera adecuada y organizada, en vez de
improvisarse sobre la marcha, con la única finalidad de cumplir las exigencias
legales.
3 Referencias Bibliográficas
Llacuna Morera, Jaime (coordinador): Formación para la prevención. (2005; Instituto
Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo).
Bestratén Belloví, Manuel - Marrón Vidal, Miguel Ángel: NTP 559: Sistema de gestión
preventiva: procedimiento de control de la información y formación preventiva. (2000;
Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo).