Composición

tradicional

Tipografía I

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Introducción
Puede plantearse a la maqueta como un marco invisible en donde se
colocan todos los elementos necesarios para nuestra comunicación
impreso o digital. Esta maqueta posee una estructura y estará formada por
los márgenes, la retícula (el espacio sobre el que decidiremos la medida de
la línea, o nuestra unidad de medida vertical), el número de columnas, el
ancho de las columnas, el espacio entre las columnas, las cajas de texto e
imagen, los elementos del texto y la paginación.

Un libro

El libro abierto deja ver siempre dos páginas a la vez. Para

que esta página doble presente un buen aspecto, no solo
hay que cumplir con los requisitos expuestos hasta ahora
respecto a la letra, anchura de línea, interlineado y espacios,
sino que papel, formato y bloque de composición deben
formar un conjunto armónico. Ambas cajas deben colocarse
tan próximas la una de la otra que, sin menoscabo de su
marcada autonomía, conformen un todo enmarcado por los
márgenes exteriores. Ya sabemos que el margen de pie
parecería considerablemente más pequeño que el de cabeza
aunque midiéndolo con una regla resultara del mismo
tamaño. Es, pues, aconsejable, por consideraciones visuales,
y obligado, por cuestiones métricas, que sea mayor que el
de cabeza, dado además que es precisamente por el margen
de pie por donde sujetamos el libro cuando lo tenemos en
las manos para leerlo. (…) En cuanto a los márgenes de lomo
de ambas páginas, están situados de forma contigua y sirven
para separar las dos cajas de la página doble, mientras que
los márgenes de corte sirven para mantener unidas ambas
cajas. Para que las dos páginas del libro abierto no parezcan
aisladas, sino parte de un todo, los elementos de unión
deben enlazar con mayor vehemencia de lo que separan los
rasgos de diferenciación. (Renner, 2000, p. 45)

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Los márgenes
Los espacios en blanco que quedan a cada uno de los cuatro
lados de la mancha se llaman márgenes y se denominan:
cabeza, pie, lomo y corte.

El tratamiento adecuado de estos márgenes es esencial

para la lectura y para la belleza plástica de la página
impresa.

Debemos establecer el uso y finalidad a que se destinan,

ya que las posibilidades que ofrecen los márgenes son muy
amplias y complejas, dado que disponemos de total libertad
para poder utilizar todo tipo de proporciones. (Montesinos-
Hurtuna, 2005, p. 192).

En tipografía, los márgenes tienen que hacer tres cosas.

Tienen que fijar la caja en la página y fijar las páginas
enfrentadas mediante la fuerza de sus proporciones.
Segundo, tienen que enmarcar la caja en una forma que
convenga al diseño. Tercero, tienen que proteger la caja de
modo que al lector le resulta fácil verla y manejarla.
(Bringhurst, 2008, p.190)

En cualquier caso, nunca debe darse un espacio menor de

10 milímetros para ninguno de los cuatro márgenes. Es
aconsejable no dejar márgenes más pequeños porque todas
las publicaciones se guillotinan, después de ser
encuadernadas.

Los fundamentos para la disposición de los márgenes se

han utilizado desde la invención de la Imprenta, y
mayoritariamente se ha empleado el recurso de las
diagonales y el de la división de la página para obtener
buenos resultados. (Montesinos-Hurtuna, 2005, p. 192).

Método de la diagonal
El método de la diagonal trata simplemente de hacer
coincidir la diagonal de la mancha tipográfica con la del
papel. Con esto nos aseguramos de que ambos cuadriláteros
tendrán las mismas proporciones. La mancha tipográfica se
coloca preferentemente cargada hacia arriba y hacia el
interior del impreso (más cerca del lomo que del corte). Por

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 lo tanto, lo que sigue en nuestro ejercicio es calcular la
forma exacta del rectángulo de texto, con lo que sabremos
también las proporciones de la página.
Como la fuerza de cuerpo es de 13pt, la altura total de la
mancha tipográfica (42 renglones) es de 546pt (13pt x 42
renglones). También resulta útil convertir a puntos la
longitud del renglón. La columna con que hemos venido
trabajando mide 29 cíceros, así que tenemos 29 cc x 12pt/cc
= 348pt. Si llamamos a a la anchura de la columna y b a la
profundidad de la mancha, tenemos: a = 348pt y b = 546pt.
La razón entre la altura de la mancha y la longitud del
renglón sería entonces de 546/348, es decir, 1,57. Para que
el método de la diagonal se cumpla bien, el papel debe
tener una proporción igual o muy cercana a la de la mancha.
(De Buen Unna, 2014, p. 259)

Figura 1. Aplicación del método de la diagonal

Fuente: De Buen Unna, 2014, p. 170

Método de la doble diagonal

La aplicación del método de la doble diagonal es como sigue: se trazan las
dos páginas unidas por el lomo, como si se tratase de un libro abierto.
Partiendo del extremo superior del lomo (P1) se traza la diagonal de la

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página derecha (l1); enseguida, desde el extremo inferior izquierdo del
conjunto se traza una segunda diagonal (l2) a lo largo de las dos páginas. La
mancha tipográfica se dibuja desde un punto cualquiera (P2) en l1 hacia la
derecha hasta l2, y de aquí, hacia abajo, hasta encontrar un nuevo l1.
Como el rectángulo tipográfico comparte la diagonal l1 con la página,
ambos cuerpos son proporcionales.

Figura 2. Método de la doble diagonal

Fuente: De Buen Unna, 2014, p. 263.

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Referencias
Caldwell, C., & Zappaterra, Y. (2014). Diseño editorial: periódicos y revistas /
medios impresos y digitales. Barcelona, ES: Editorial Gustavo Gili.

Gorodischer, H. (2010), Curiosidades tipográficas. Santa Fe, AR: Universidad

Nacional del Litoral.

Hochuli, J. (2007). El detalle en la tipografía. Valencia, ES: Campgrafic Editors sl.

Hochuli, J y Kinross, R.. (2005). El diseño de libros. Valencia, ES: Campgrafic

Editors sl.

Montesinos, J. y Hurtuna, M. (2005). Manual de tipografía. Valencia, ES:

Campgrafic Editors.

Renner, P. (2000). El arte de la tipografía. Valencia:ES. Campgrafic Editors.