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UNIVERSIDAD POLITÉCNICA SALESIANA

Carrera de Filosofía

Asignatura: COMUNICACIÓN Y PASTORAL
Nombre de la actividad o tarea: COMUNICACIÓN SOCIAL DESDE APARECIDA

Nombre del estudiante: DARWIN SÁNCHEZ – GLENDA POVEDA


Nombre del docente: ROBERT GARCÍA
Fecha: 15 DE MAYO DE 2020

INFORME

Brasil, del 13 al 31 de mayo del 2007

PASTORAL DE LA COMUNICACIÓN SOCIAL


Actualmente vivimos en un mundo donde la revolución tecnológica y los procesos de
globalización toman el rumbo de la vida convirtiéndonos en una gran cultura mediática.
Esto implica una capacidad para reconocer los nuevos lenguajes, que pueden ayudar a una
mayor humanización global. Por lo que, estos nuevos lenguajes configuran un elemento
articulado de los cambios en la sociedad.
El lenguaje cambia. Unas palabras caen en desuso y otras aparecen. Y la tecnología
marca el pulso de las nuevas maneras de comunicarse y, en consecuencia, de la
aparición de nuevos términos. Es el avance tecnológico el que propicia un nuevo
lenguaje en estos tiempos que corren. ‘Chatear’, ‘wasap’, ‘tuit’, ‘selfi’ y ‘guglear’
son palabras que forman parte de nuestro nuevo vocabulario. Correctas o no,
aceptadas o no, son fruto de una nueva era digital… lingüística. Si nos las usas,
estás perdido.
“En nuestro siglo tan influenciado por los medios de comunicación social, el primer
anuncio, la catequesis o el ulterior ahondamiento de la fe, no pueden prescindir de esos
medios”.
Puestos al servicio del Evangelio, ellos ofrecen la posibilidad de extender casi sin límites el
campo de audición de la Palabra de Dios, haciendo llegar la Buena Nueva a millones de
personas. La Iglesia se sentiría culpable ante Dios si no empleara esos poderosos medios,
que la inteligencia humana perfecciona cada vez más. Con ellos la Iglesia ‘proclama desde
las azoteas’ (cf. Mt 10, 27; Lc 12, 3) el mensaje del que es depositaria. En ellos encuentra
una versión moderna y eficaz del ‘púlpito’. Gracias a ellos puede hablar a las multitudes.
Además, podemos citar el numeral 99f para confrontar:
Innumerables iniciativas laicales en el ámbito social, cultural, económico y político, hoy se
dejan inspirar en los principios permanentes, en los criterios de juicio y en las directrices de
acción provenientes de la Doctrina Social de la Iglesia. Se valora el desarrollo que ha tenido
la Pastoral Social, como también la acción de Caritas en sus varios niveles, y la riqueza del
voluntariado en los más diversos apostolados con incidencia social. Se ha desarrollado la
pastoral de la comunicación social, y la Iglesia cuenta con más medios que nunca para la
evangelización de la cultura, contrarrestando en parte a grupos que ganan constantemente
adeptos usando con agudeza la radio y la televisión. Tenemos radios, televisión, cine,
prensa, Internet, páginas web y la RIIAL, que nos llenan de esperanza.
A fin de formar discípulos y misioneros en este campo, nosotros, los obispos reunidos en la
V Conferencia, nos comprometemos a acompañar a los comunicadores, procurando:
a) Conocer y valorar esta nueva cultura de la comunicación.
b) Promover la formación profesional en la cultura de la comunicación de todos los
agentes y creyentes.
c) Formar comunicadores profesionales competentes y comprometidos con los valores
humanos y cristianos en la transformación evangélica de la sociedad, con particular
atención a los propietarios, directores, programadores, periodistas y locutores.
d) Apoyar y optimizar, por parte de la Iglesia, la creación de medios de comunicación
social propios, tanto en los sectores televisivo y radial, como en los sitios de Internet
y en los medios impresos.
e) Estar presente en los medios de comunicación social: prensa, radio y TV, cine
digital, sitios de Internet, foros y tantos otros sistemas para introducir en ellos el
misterio de Cristo.
f) Educar la formación crítica en el uso de los medios de comunicación desde la
primera edad.
g) Animar las iniciativas existentes o por crear en este campo, con espíritu de
comunión.
h) Suscitar leyes para promover una nueva cultura que proteja a los niños, jóvenes y a
las personas más vulnerables, para que la comunicación no conculque los valores y,
en cambio, cree criterios válidos de discernimiento.
i) Desarrollar una política de comunicación capaz de ayudar, tanto las pastorales de
comunicación como los medios de comunicación de inspiración católica, a
encontrar su lugar en la misión evangelizadora de la Iglesia.
Todo estos son compromisos que deben tomarse con radicalidad. Seria buen evaluar ¿se
esta tomando enserio el campo comunicativo?
Se constata con preocupación suicidios de jóvenes. Otros no tienen posibilidades de
estudiar o trabajar, y muchos dejan sus países por no encontrar en ellos un futuro, dando así
al fenómeno de la movilidad humana y la migración un rostro juvenil. Preocupa también el
uso indiscriminado y abusivo que muchos jóvenes hacen de la comunicación virtual.
Optimizar el uso de los medios de comunicación católicos, haciéndolos más actuantes y
eficaces, sea para la comunicación de la fe, sea para el diálogo entre la Iglesia y la sociedad.
Los medios de comunicación han invadido todos los espacios y todas las conversaciones,
introduciéndose también en la intimidad del hogar. Al lado de la sabiduría de las
tradiciones se ubica ahora, en competencia, la información de último minuto, la distracción,
el entretenimiento, las imágenes de los exitosos que han sabido aprovechar en su favor las
herramientas tecnológicas y las expectativas de prestigio y estima social.
La ciencia y la técnica, cuando son puestas exclusivamente al servicio del mercado, con los
únicos criterios de la eficacia, la rentabilidad y lo funcional, crean una nueva visión de la
realidad. Así se han ido introduciendo, por la utilización de los medios de comunicación de
masas, un sentido estético, una visión acerca de la felicidad, una percepción de la realidad y
hasta un lenguaje, que se quiere imponer como una auténtica cultura.
La Internet debe ser entendida, en el Concilio Vaticano II, como una de las “maravillosas
invenciones de la técnica”
Para la Iglesia, el nuevo mundo del espacio cibernético es una exhortación a la gran
aventura de la utilización de su potencial para proclamar el mensaje evangélico como único
propósito para que el evangelio avance e integre a toda la colectividad informando e
instruyendo.
La Iglesia se acerca a este nuevo medio con realismo y confianza. Al igual que otros
elementos de la comunicación él internet es un medio y no un fin en sí mismo. La Internet
con el debido uso nos ofrece magníficas oportunidades de evangelización, tomando en
cuenta sus fortalezas y debilidades.
Los medios de comunicación, no sustituyen las relaciones personales ni la vida comunitaria
local. Sin embargo, pueden reforzar y estimular el intercambio de experiencias y de
informaciones intensificando la práctica religiosa a través de acompañamientos y
orientaciones.
La familia cumple un papel importante en el momento en que sus hijos se integren al
campo comunicacional de las redes sociales. Estos deben orientar hacia un correcto y
consciente uso de los contenidos disponibles en la Internet.
Las parroquias, comunidades, centros culturales e instituciones educacionales católicas
podrían ser estimuladoras de la creación de puntos de red y salas digitales para promover la
inclusión, desarrollando nuevas iniciativas y aprovechando, con una mirada positiva.
En América Latina existen revistas, periódicos, sitios, portales y servicios on line que
llevan contenidos informativos y formativos, además de orientaciones religiosas y sociales
diversas, tales como “sacerdote”, “orientador espiritual”, “orientador vocacional”,
“profesor”, “médico”, entre otros.
La globalización es un fenómeno complejo que posee diversas dimensiones entre ellas el
campo de la comunicación, pero lamentablemente la economía se sobrepone y condiciona
las otras dimensiones de la vida humana utilizando el internet y otros medios trayendo
consigo la fragmentación de la personalidad, la incapacidad de asumir compromisos
definitivos, la ausencia de madurez humana, el debilitamiento de la identidad espiritual,
entre otros. La globalización, tal y como está configurada actualmente, no es capaz de
interpretar y reaccionar en función de valores objetivos que se encuentran más allá del
mercado y que constituyen lo más importante de la vida humana por ello para su justa
valoración, es necesaria una comprensión analítica y diferenciada que permita detectar
tanto sus aspectos positivos como negativos.
En la evangelización, en la catequesis y, en general, en la pastoral, persisten también
lenguajes poco significativos para la cultura actual, y en particular, para los jóvenes que son
víctimas de la influencia negativa de la cultura postmoderna. Frente a ello, no se ve una
presencia importante de la Iglesia en la generación de cultura, de modo especial en el
mundo universitario y en los medios de comunicación social. Por tanto, Optimizar el uso de
los medios de comunicación católicos, haciéndolos más actuantes y eficaces, sea para la
comunicación de la fe, sea para el diálogo entre la Iglesia y la sociedad.
Los mejores esfuerzos de las parroquias, deben estar en la convocatoria y en la formación
de laicos misioneros al servicio de la vida, acompañamos a los pueblos indígenas y
originarios en el fortalecimiento de sus identidades y organizaciones propias, la defensa del
territorio, una educación intercultural bilingüe y la defensa de sus derechos. También es
importante recordar que el campo específico de la actividad evangelizadora laical es el
complejo mundo del trabajo, la cultura, las ciencias y las artes, la política, los medios de
comunicación y la economía, etc., sobre todo en los contextos donde la Iglesia se hace
presente solamente por ellos. A partir de los principios del Evangelio apoyamos la denuncia
de actitudes contrarias a la vida plena en nuestros pueblos originarios, y nos
comprometemos a proseguir la obra de evangelización de los indígenas, así como a
procurar los aprendizajes educativos y laborales con las transformaciones culturales que
ello implica.

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