Santiago Ramón y Cajal definió a las neuronas como entidades separadas e independientes

por primera vez. Las neuronas no componen una sola masa como se creía hasta entonces
sino que se comunican entre sí. Al trabajar con cerebros de humanos muertos, Ramón y
Cajal estableció que el desarrollo del tejido nervioso se desarrolla hasta la vida adulta y
luego las neuronas no se reproducen más.
Joseph Altman luego descubrió la neurogénesis adulta, es decir, el proceso por el que se
generan nuevas neuronas. En el giro dentado del hipocampo se produce la proliferación de
células que luego de un proceso de diferenciación adquieren características específicas para
finalmente establecer las conexiones con neuronas viejas. Se trata de tres pasos:
proliferación, diferenciación y sobrevida.
Se sabe que hay factores externos como el consumo de drogas o el stress que disminuyen la
neurogénesis hipocampal adulta. Por el contrario, el enriquecimiento del ambiente (a través
de actividad física o estímulos ambientales) aumentan sus niveles. Se cree entonces que el
hipocampo desarrolla la neurogénesis como un mecanismo de adaptación al ambiente a
través de la generación de una mayor plasticidad neuronal.