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Paul Grice

Nació el 8 de marzo de 1913 en Birminghan, Inglaterra. Estudió en Clifton College y luego


en la Universidad de Oxford. Enseñó en Rossall, en Oxford y más tarde en la Universidad
de California.
Algunas de sus publicaciones fueron:
Studies in the way of words
Aspects of Reason
The conception of value
Intention and Uncertainty
Logica e conversazione
Sus temas principales:
Distinción entre significado para el hablante y el significado lingüístico.
Análisis de la implicatura conversacional.
Aportes principales:
Estudio de significado del hablante y del significado lingüístico.
John Searle
Nació el 31 de julio de 1932 en Denver, Colorado. Estudió en la Universidad de Oxford. Es
profesor de filosofía en la Universidad de California
Algunas de sus publicaciones:
Actos de habla
La revolución de Chomsky en lingüística
Creando el mundo social
El misterio de la conciencia
Sus temas principales:
Funciones del lenguaje
Noción de significado
Actos de habla
Aportes principales:
El experimento mental “Habitación China”
Contribución a la filosofía del Lenguaje, filosofía de la mente y de la conciencia.
Una Aproximación a la Filosofía del Lenguaje
La teoría del significado de P. Grice y La Teoría de los Actos de habla de J. Searle
Capítulo 6 y 7
Resumen Analítico
Melvi Pino Fan

La teoría del significado de P. Grice


El artículo de Grice “Significado” de 1967, implicó un cambio en el modo de tratar el problema del
significado. Al autor le interesaba la naturaleza del significado, es decir, el significado de los
hechos, objetos o actos y cómo logran significar lo que significan. Grice también analiza la noción
del significado del hablante buscando cuáles son las condiciones que hacen posible que un
individuo quiera decir algo al realizar una proferencia-tipo. El concepto de significado ocasional del
hablante es un concepto a partir del cual se pueden definir los conceptos semióticos de significado
atemporal de la preferencia y el significado atemporal de la expresión.
Dos elementos que explican lo que el hablante quiere decir con lo que profiere son, por un lado,
apelando la intención del hablante de provocar en el interlocutor una creencia por medio del
reconocimiento que éste hace de la intención de aquél al interpretar el acto del hablante. Por otro
lado, la racionalidad de los hablantes para hacer que sus interlocutores reconozcan la intención,
en cuanto al significado del hablante.
Otro tema principal de la Filosofía del Lenguaje son las implicaturas, las cuales pueden ser
convencionales y no convencionales. En las no convencionales los hablantes suelen decir más de lo
que dicen literalmente.
Para Grice las expresiones “significa” o “quiere decir”, “significa algo” o “quiere decir algo” y
“significa que” o “quiere decir que” tienen distintos usos y dependiendo de ese uso, se distingue
entre los significados naturales y los no naturales de estos términos. El significado natural de estas
expresiones son propiamente que los hechos significan naturalmente aquello que los causan. Por
ejemplo: Tener estos niveles de TSH (hecho) significa (quiere decir) hipotiroidismo (causa). El
sentido no natural de “significa” o las expresiones similares están caracterizadas por la
intencionalidad. Ejemplo: Lourdes está durmiendo. El significado no natural o la intención sería el
de decir que Lourdes no puede salir. Grice también propone que el sentido no natural de
“significa” depende de su sentido natural, es decir, ambas tienen una raíz común.
Los dos sentidos de “significa” se relacionan a medida que comparten la idea de que X significa
(natural o no naturalmente) que Y, entonces Y (o algo que incluya Y o la idea de Y) es una
consecuencia de X. Para el significado natural las consecuencias son estados de cosas, y para el
significado no natural las consecuencias son concepciones o complejos que incluyen concepciones.
Algunas modificaciones al modelo del significado natural producen algo parecido al sentido no
natural del “significado”, como la falsificación o el engaño, que pueden producirse por un tipo de
comportamiento voluntario, con el propósito de que el resto del mundo crea en un estado en el
que estaría si se produjera ese comportamiento involuntariamente.
El estado de una cosa puede comunicarse a través de una simulación no engañosa por parte del
comunicador de los signos que naturalmente indican tal estado. Los vehículos de comunicación no
tienen que ser signos naturales de aquello que significan cuando se usan para comunicar algo.
Grice dice que hay motivos para apoyar el uso de signos no naturales. Uno de esos motivos, por
ejemplo, es que a veces ciertas criaturas no producen naturalmente expresiones naturales de algo
y otro motivo, es que a veces lo que se intenta comunicar no se conecta naturalmente con ningún
signo.

Para Grice el significado no natural o artificial está conectado con algún modo de fijar lo que las
proferencias significan y la convención es uno de los modos, pero no el único. Es importante
considerar que el significado no natural de “significa” puede conllevar que ciertas acciones puedan
significar algo distinto a ellas mismas.

Dos tipos de críticas que Grice reconoció en la noción de significado del hablante: Las primeras
dependen de ejemplos que tienen un significado ocasional del hablante, aunque no se está de
acuerdo en que esos ejemplos sean casos con ese significado. Las segundas son ejemplificadas con
casos que sí se consideran ejemplos con significado del hablante pero que quedan excluidos según
el modelo griceano.

Respecto a las proferencias, no todas son llevadas a cabo con la intención de producir en los
interlocutores una creencia. Grice distingue dos tipos de preferencias: Las exhibitivas y
protrépticas. Las proferencias exhibitivas son las que mediante las que el hablante intenta que su
interlocutor tenga la creencia de que él tiene una determinada actitud proposicional. Las
protrépticas se caracterizan porque además de inducir al interlocutor a tener una actitud
proposicional que contenga la actitud proposicional del hablante, pretenden que el interlocutor
tenga la actitud proposicional del hablante.

Luego de examinar la noción básica del significado ocasional del hablante, hay que plantearse
cómo se relaciona con otros sentidos no naturales de “significa” o cómo se derivan de ella las
nociones de significado de las expresiones (oraciones y palabras). Con esto se trata de relacionar
los distintos tipos de sentidos no naturales de “significa” en medida que éstos están relacionados
con el significado del hablante, el significado de una proferencia-tipo completa, oración, o con el
significado de una proferencia-tipo incompleta, palabras o sintagmas. Lo anterior forma parte
según Grice de un programa más amplio que logra distinguir entre sentidos no naturales de
“significa”, entre lo que el hablante ha dicho e implicado como aspectos distintos del significado
del hablante. El programa tiene como objeto de estudio la noción de decir y no la de implicar,
también pretende clarificar su relación con la noción de significado convencional. Para Grice
existen seis estadios en el programa:

1.- Se debe distinguir entre el significado del hablante y el significado de las expresiones

2.- Hay que proporcionar una definición del significado ocasional del hablante

3.- Se requiere la elucidación de la noción de significado convencional de una proferencia-tipo o


explicar las oraciones que hacen propuestas de la forma X significa P, o en el caso de no ser una
proferencia-tipo oracional, de la forma que X significa (…) donde (…) se completa por una
expresión no oracional
4.- Se debe explicar lo que se denomina “el significado atemporal aplicado de la proferencia-tipo

5.- Especificar las condiciones por las que lo que H quiere decir convencionalmente con una
proferencia es también parte de lo que H dijo con ella.

6.- Explicación de los elementos que intervienen en el significado convencional de una proferencia
que no sean parte de lo que se ha dicho y requerirá una explicación de las implicaturas
convencionales.

Las implicaturas conversacionales generalizadas no pueden desligarse de lo que se dice en tanto


que no hay modo de decir lo mismo sin que se produzca la misma implicatura conversacional
generalizada. La verdad de la implicatura no se sigue de la verdad de lo que se dice. La noción de
implicatura refuerza que la teoría del significado se enmarca en una teoría general de la
racionalidad dominada por el Principio de cooperación.

La teoría de los Actos de habla de J. Searle

Searle es el representante más destacado de la “Teoría de los Actos de habla”, la cual se enfoca en
considerar que el lenguaje es un instrumento para hacer cosas y explicar lo que significan algunas
partes de lenguaje en función de su uso o su finalidad. Lo que destaca a esta teoría es el modo en
el que entiende la noción de uso, específicamente el uso del lenguaje para hacer cosas. La
propuesta de Searle constituye un desarrollo de la propuesta introducida por Wittgenstein.

Para Wittgenstein el estudio del significado de una expresión tiene como objetivo el análisis de los
juegos del lenguaje, los cuales son modelos simplificados que describen situaciones comunicativas
donde los hablantes llevan a cabo ciertas actividades que incluyen el uso de las expresiones.

Debido a que hay diversos juegos del lenguaje y no se puede dar una descripción completa de
ellos por la naturaleza misma del lenguaje, puesto que unos se olvidan y otros se crean. Esto
mismo ocurre con el uso de las palabras y sus significados.

El lenguaje se constituye por un tipo de acciones racionales, actos de habla y lo que uno hace al
proferir ciertas expresiones. En los actos de habla se nombran tres tipos de actos que
normalmente se realizan de modo conjunto: los actos locutivos, los actos ilocutivos y los actos
perlocutivos. Los actos locutivos son actos que consisten en decir algo y están caracterizados por
presuponer a los anteriores. Los actos ilocutivos son actos que se realizan al decir algo. Los actos
perlocutivos son actos que uno realiza por el hecho de haber efectuado un acto ilocutivo, aunque
no es necesario que al hacer un acto ilocutivo se haga también uno perlocutivo, este tipo de actos
tienen criterios de identificación propios y se llevan a cabo simultáneamente en un acto de habla
completo, son el tipo de cosas que se hacen sistemáticamente cuando se usan palabras.
Para saber cuál es la capacidad significativa de la conducta verbal se debe contar con actos
locutivos e ilocutivos, teniendo en cuenta que el significado de una expresión posee la fuerza
ilocutiva que la proferencia posee. Con esto se impide que se trate de distintas formas a actos de
habla del tipo de los enunciados, como preguntas, promesas o valoraciones.

Cuando se reflexiona sobre el uso de los elementos del lenguaje se elaboran ciertas
caracterizaciones lingüísticas que describen aspectos de la habilidad de los hablantes competentes
de un lenguaje. Estas caracterizaciones lingüísticas son observaciones como la de que tal expresión
se usa para referir o la de que tal proposición es contradictoria. También deben de ofrecer
condiciones suficientes y necesarias que gobiernen los actos de habla, la conducta verbal, etc.

Uno de los objetivos de la teoría del significado de Searle, es elaborar una noción general de acto
ilocutivo. Por otro lado, se enfrenta ofrecer caracterizaciones lingüísticas para después explicar los
datos de tales caracterizaciones formulando las reglas subyacentes.

Otro de los problemas consiste en explicar si la capacidad significativa del lenguaje está o no
posibilitada de reglas. Para la mayoría de los autores, la noción de regla es central para una teoría
del lenguaje, mientras que para otros es innecesaria. En ambos casos se acepta que la conducta
verbal es regular, la diferencia radica en que para los primeros la conducta esta relacionada con
reglas y para los segundos es una conducta meramente regular.

Las reglas del lenguaje son informales y tácitas y se aprenden por ensayo y error y las reglas
determinan el modo correcto e incorrecto de hacer las cosas.

Las reglas que no dirigen el comportamiento porque no especifican lo que se debe o no, lo que se
puede o no hacer, son denominadas por Searle como “constitutivas”, y éste cree que estas reglas
son las del lenguaje natural. Estas reglas no sólo regulan la conducta, sino que crean o definen
nuevas formas de conducta. Las reglas que dirigen el comportamiento y regulan la conducta
preexistente se nombran como: regulativas.

Searle denomina a los actos de habla como “actos ilocutivos”. Las proposiciones son lo que se
expresa al realizar distintos actos ilocutivos. Una proposición es lo que se asevera en un aserto, lo
que se pone en duda en una pregunta, etc.

El análisis de un acto ilocutivo lleva a comprender mejor a Searle la estructura que puede
presentar cualquier acto de hablar para conseguir una noción más precisa de acto de habla y del
significado que le acompaña.

Searle defiende que cuando la gente dice cómo son las cosas se llevan a cabo actos ilocutivos
asertivos, cuando intenta que se hagan cosas se llevan a cabo actos ilocutivos directivos, cuando
se compromete a hacer cosas se llevan a cabo actos ilocutivos compromisorios, cuando expresa
los sentimientos o actitudes se llevan a cabo actos ilocutivos expresivos, y cuando intenta llevar a
cabo cambios en el mundo se realizan actos ilocutivos declarativos. Las proferencias pueden
clasificarse como actos de uno de estos cinco tipos.

Los actos de habla ilocutivos indirectos se caracterizan porque lo que el hablante quiere decir no
coincide con lo que dice. Para explicar lo que se dice indirectamente se necesita: a) una teoría de
los actos de habla que especifique las reglas que gobiernan la realización directa de los actos de
habla; b) unos principios generales de conversación cooperativa; c) la información de fondo que
mutuamente comparten los interlocutores sobre los hechos, y d) la capacidad del interlocutor de
hacer referencias.

Así Searle desarrolla los aspectos del significado de la teoría de Grice y ofrece una teoría de
significado verbal con pretensiones de generalidad.

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