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COMENTARIO PRELIMINAR:
La obra de Sor Luisa María Rodamilans, monja salesa de del
Monasterio de la Visitación y madre de los sacerdotes Andreu, es
muy extensa. La vamos a exponer por temas. Sor Luisa María recibe
directamente del Sagrado Corazón, a través de Margarita María de
Alacoque, el encargo de difundir la "Contemplación Infusa", que es
la más elevada de las oraciones, "El broche de oro que cierra la unión
con Dios". Hasta ahora, esto parecía reservado para los grandes
místicos, como San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús, y un
sinfín de ellos, que han entregado su vida a la contemplación, a la
oración, a la meditación. Sin embargo, es deseo del Señor, que todos
sus hijos se beneficien de esta sublime forma de orar. Juan Pablo II
nos gritaba en el corazón de los cristianos: "no tengáis miedo a cristo,
abrirle vuestros corazones". Ese es el secreto, ver a Dios como Padre,
como Padre que quiere que todos sus hijos se beneficien de sus
dones, de su riqueza, de su felicidad. Descubriremos que las cosas
de Dios, los caminos de Dios son para todo aquél que abre su
corazón a Dios y desea amarle, como Dios desea ser amado.
"Meditad en la Pasión"
INDICE:
2- LA PAZ EN EL ALMA.
3- LA LIMPIEZA DE CORAZÓN.
4- EL GOZO DE DIOS.
6- DIOS SE DA.
7- LOS DESEOS.
8- SU ÍNTIMA COMUNICACIÓN.
16- CAMINO.
Gracias Señor por lo que me ha dicho el confesor, que todo es gracia tuya,
porque viendo mis deseos de amarte, me tratas con tanto amor, por tu gran
Misericordia con los más pequeños.
2- LA PAZ EN EL ALMA
Empiezo mi cuaderno espiritual con mucha ilusión, para ver si voy adelantando
en mi vida espiritual, como también en las demás virtudes que se necesitan para
poder ir llegando a la vida de perfección, sobre todo siendo humilde por puro
amor a mi Dios Amor.
Mi vida quiero que sea el Amor de Dios, y si muchas veces no he obrado
por tu Amor, Dios mío, perdóname, y tómalo todo como si lo hubiera hecho sólo
por tu Amor.
Soy débil Señor, pero a pesar de todo, quiero ser completamente tuya. Sin
Ti nada soy.
Ayer, viendo un cuadro del Sagrado Corazón de Jesús, en el que estaba
nuestra Sta. hermana Margarita María de Alacoque, vi que salían unos rayos del
pecho de Jesús, los cuales iban a parar a Sta. Margarita María. Cuando lo estaba
mirando, se desviaron los rayos hacia mi pecho. SenTi entonces la presencia de
Jesús en mi interior deliciosamente. Tuve que estar un rato con gran
recogimiento, el cual me lo producía los rayos que senTia en mi interior.
<<Señor, veo la táctica y la técnica que se pueden tener para llegar a tener
oración. Según veo yo, el llegar a tener oración es amando mucho a Ti, y que éste
amor haga que nuestras obras sean hechas con la mayor perfección por puro
amor a Ti. Y así darte nosotros amor, sin buscar otra cosa que este darte amor a
Ti, nuestro Dios Amor. No buscar tus dones, sólo buscarte a Ti. No buscar tus
gracias, sólo buscarte a Ti. Pero si nos das tus dones y gracias, tenemos que
recibirlo todo con mucho amor por ser gracias y dones tuyos>>.
Todo lo que viene de Dios lo tenemos que recibir como gracias que no
merecemos, que El nos da por su bondad. Somos servidores de Dios y estamos
obligados a servirle lo mejor que podamos, servirle por puro amor a El mismo.
Toda dádiva es gratuita que nos da por su bondad.
La oración es una gracia gratuita que Dios nos da. No podemos quejarnos
de nada, sólo ir recibiendo las luces que Dios nos quiera
dar. Pueden ser estas de sus intimidades, o de sus
atributos, o de su amor a las almas, ya nos de a gustar sus
amores y delicadezas que El sólo sabe y puede dar. Hay
veces que en una hora el alma recibe más de Dios, que
otras veces en varios días de oración. Como es una gracia
gratuita de Dios, El da lo que quiere, cuando quiere, como
quiere y a quién quiere. Lo que sí podemos hacer nosotros
es disponernos con nuestra vida de perfección para que Dios pueda obrar según
su voluntad. Y nosotros ser muy agradecidos siendo muy humildes a todo lo que
sea la Voluntad Divina.
Leyendo a Sta Teresa sobre el Cantar de los Cantares, dice: "Béseme con el
beso de su boca, porque más valen tus pechos que el vino".
El "beso de su boca" puede ser el beso de paz. Y "porque más valen tus
pechos que el vino", puede referirse a la Llaga del Costado abierto de Cristo. Así,
el alma, se embriaga en la Sangre de Cristo, porque su Sangre vale tanto, que con
nada se puede comparar. El alma con el "béseme", queda en la paz de Cristo,
embriagada en su divino Amor. Ahora bien, si Dios es espíritu, y tu tienes
espíritu, es el espíritu el verdadero encuentro con el Padre.
El "Rostro de Dios" es una expresión bíblica para significar la presencia
viviente de Dios. Esa presencia se engrosa, se condensa, cuando la fe y el amor
hacen que las relaciones del alma con Dios sean más fecundas e íntimas. El
hombre se distingue particularmente de los demás seres, en que lleva una zona
interior de soledad, la cual es el lugar de encuentro con el Absoluto y
Transcendente. Por esa interioridad es superior al universo entero. A estas
profundidades de si mismo retorna cuando entra dentro de su corazón, donde
Dios le aguarda escrutador de los corazones, y donde el hombre personalmente,
bajo la mirada de Dios, decide su propio destino. En este espacio de soledad es
donde Dios espera al hombre para el diálogo.
Leo que para llegar al encuentro con Dios, tenemos muchas cosas que nos
estorban, distracciones y tantas otras. Esto es verdad. En los libros se dan muchas
explicaciones de la habitación de Dios en el alma, sin embargo esto hay que
vivirlo para poder expresar algo por su grandeza.
"Cuando el alma intenta entrar en la comunicación con el Señor, lo
primero que tiene que hacer, es vivificar la presencia del Señor, después de
dominar y recoger las facultades. El alma ha de tener muy claro, que Dios está
objetivamente presente en su ser entero, al que comunica la existencia y la
consistencia. Dios nos penetra, nos envuelve y nos sostiene".
<<Dios mío, quiero amarte en verdad, y para llegar a amarte como deseo,
tengo que renunciar a muchas cosas. Estoy dispuesta a ello, pero ayúdame mi
Dios Amor con tu gracia. Sé que estas renuncias me llevarán a muchas
humillaciones, desprecios, vencimientos costosos, pero para todo cuento con tu
gracia y amor. Sin tu gracia nada soy, bien lo sabes Tú mi Dios Amor. Esque
quiero ser tuya por puro amor a Ti, y si para ser tuya tengo que pasar por una
vida llena de humillaciones, contradicciones, dificultades, o lo que sea, estoy
dispuesta a ello mi Señor, pero repito como siempre que cuento con tu gracia y
amor.
Por eso te digo Señor mío, que me ayudes a no fallar en mis deseos, soy
débil, ten compasión de mí. Dame fortaleza para sufrir todo lo que Tu quieras, y
conformidad con tu divina voluntad.
Señor, que yo te ame siempre con puro amor a Ti, mi Dios Amor. Que sea
tuya siempre Señor.
Dios mío, que sepa desenvolverme en todo momento dándote mi amor,
por dificultoso que sea lo que se me presente. Con ello, Señor mío, quiero darte
amor puro, mi Dios Amor.
Que mi luchar sea siempre para darte amor, con este luchar te de amor, y
más amor, y puro amor.
Que sea humilde Señor>>.
Leo en diferentes libros muchas explicaciones para poder encontrarnos
con Dios. Entre ellas una es la paz.
Para mi la paz es única para poder encontrarme con Dios, porque en esta
paz interior y exterior es donde encontramos a Dios. Sin esta paz veo dificilísimo
encontrarnos con Dios. La paz depende de nosotros. La paz nos la tenemos que
hacer nosotros. Y si de verdad amamos a Dios, encontraremos la paz y con esta
paz a El.
Veo dificilísimo encontar a Dios si nosotros no trabajamos para ello. Por
cualquier cosa nos inquietamos, aun de ser pequeñas o sin impotancia, y
perdemos la paz que necesitamos para poder encontrarnos con Dios. Por eso,
tenemos que hacer un vacío completo, exterior e interior. Al hacer este vacío, nos
encontramos que nada nos preocupa. Entonces llegaremos a tener esa santa paz
que se necesita para poder encontar en nuestro interior, en el fondo de nuestra
alma, a Dios, que nos espera lleno de amor.
Por eso, a mi me gusta al empezar la oración, pedir
perdón a Dios de todas mi faltas, hasta de las más pequeñas.
Así, con esa pureza, sin preocupación ninguna, con esa santa
paz, procuro recogerme, si el Señor no me recoge antes. De
esta forma empiezo mi oración. Hay veces que el Señor
recoge mi alma al empezar, otras veces en la mitad de la
oración. Si el Señor no me recoge, procuro hacer la oración
meditando, o estando amorosamente con El.
La oración es un encuentro, y el encuentro una intimidad; la oración es la
intimidad con Dios. No tenemos que violentarnos en la oración. Siempre tiene
que haber calma y tranquilidad. Dios habita en el alma, El se deja sentir en mi. El
sentir su divina presencia con nada se puede comparar. Se siente a Dios, y el
alma sabe con certeza que es Dios. Al sentirle le veo aunque no le vea. Al sentirle
me habla aunque no le hable. Al sentirle se da a entender sin decir nada.
Es una presencia divina que se ve, que se oye, que se entiende sin decir
nada, sin ver nada, todo en silencio, pero entendiéndolo todo exactamente. Esto
acaece en ese recogimiento interior que Dios pone al alma. Donde El habla sin
hablar, se deja oír sin ruido, se deja entender sin palabras. En este silencio divino
donde todo es amor, todo se hace por amor y con amor. El alma después de este
encuentro de silencio con Dios, sale cambiada, fortalecida, como nueva, es otra,
Dios la ha dicho en su silencio: "Si me sientes con amor, es porque te amo. Si
sientes que me recreo en tu alma, es porque me eres agradable. Si me sientes en
tu alma, es porque me posees".
Nunca me gusta decir lo que yo doy a Jesús. Eso es cuenta nuestra, de
Jesús y mía. Todo lo que haga por amor a El mismo, a ello estoy obligada. Soy
sierva suya. Para eso me creó Dios, para amarle, servirle, y darle gloria. Pero, sí
me gusta escribir las delicadezas que Dios tiene para las almas que le aman, o que
quieran amarle. Y sobre todo si le aman con puro amor a El mismo. Dios es
Amor. El vencimiento es cruz.
3- LA LIMPIEZA DE CORAZÓN
He oído una homilía sobre los limpios de corazón. Esto me gusta pensarlo
mucho, pues, me parece que es una de las principales virtudes que necesitamos
para ir a la oración, al encuentro con Dios.
Jesús dice en el Sermón de la Montaña: "Dichosos los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios". Jesús llama dichosos a los limpios de corazón, a esas
almas limpias, de corazón sencillo, sin doblez, almas humildes, transparentes,
que dejan ver hasta el fondo su limpieza de corazón.
Un corazón limpio no tiene motas, las cuales son nuestras imperfecciones.
No tiene faltas, las cuales son nuestras faltas. No tiene impurezas, porque sus
acciones son puras.
El limpio de corazón tiene que reflejar a Dios en sus obras limpias, en su
convivencia, en su mirada pura, en su conversación sencilla y sin doblez, en su
porte sin altivez, en su andar sin obstinación y orgullo, en su mirada humilde y
veraz. Que los que le ven, puedan decir: Esta alma refleja a Dios. Procuremos
tener limpieza de corazón para que en nuestras obras reflejemos a Dios.
Para ir a la oración, al encuentro con Dios, vayamos con un corazón limpio
y humilde. Esto nos dará la paz interior y exterior que necesitamos para
encontrarnos con Dios. Al llegar aquí, se comprende que ya hemos hecho todas
las renuncias que necesitamos y vencimientos para este encuentro con Dios
Amor.
Si amamos a Dios con esa limpieza de corazón que El quiere, entonces, las
renuncias, los vencimientos, y todo lo demás, por costoso que sea, lo haremos
gustosos porque con ello damos algo de amor a Dios, y así poderle demostrar
que le amamos de verdad. Creo, que sin esa limpieza de corazón la oración no
puede dar fruto, porque el encuentro con Dios no ha sido como tenía que ser.
* * *
4- EL GOZO DE DIOS
Mi oración de esta tarde ha sido deliciosa. Ha sido esa oración en la cual sin
ver, veía, sin oír, oía, sin hablar, entendía.
He sentido a Dios en mi alma produciéndome rayos de felicidad. No sé como
explicar esto. Creo que para entenderlo, hay que vivirlo. Por lo que Dios me hacía
sentir, veía que Dios se regalaba en mi alma con mucho amor. Sin hablar, me
decía que me amaba mucho por la felicidad que me daba a gozar. Sin oir, oía
como con el susurro de su amor se recreaba en mi alma lleno de amor. Quiero
amar a mi Dios Amor, siendo muy fiel. Todos estos goces y delicias suponen que
tengo que llevar las contrariedades con un amor generosísimo a Dios, me guste o
no me guste, y todo hacerlo por amor a El, sin pararme en mi para nada. Creo
que esta es la manera de dar mi amor a Dios. No hago más de lo que debo hacer,
pues, sierva soy del Señor, sierva inútil, pero que que quiere amar mucho a Dios,
pues para esto he sido creada, para amarle, servirle, y darle gloria.
Mi oración de esta tarde ha sido deliciosa. Señor, pido mucho por lo que ya
sabes, ayúdale a reflexionar, a que cambie de conducta. Señor, no le abandones,
ten compasión de él y de todos los hombres, tu misericordia no tiene límites.
Mi oración sigue siendo deliciosa, pero eso no quita que tenga algunas
distracciones, las cuales pienso que son por mi culpa y que debo evitarlas. Y
evitarlas quitando pensamientos inútiles que en la oración son un estorbo muy
grande y que se sienten sin que una se de cuenta. Pero, si cogemos el hábito de no
consentirlos, no nos molestarán tanto en la oración, aunque hay veces que no
llegan a quitar del todo el recogimiento interior. Porque el alma al darse cuenta
de su presencia, los quita enseguida. Por eso, durante el día debemos procurar
que nuestro pensamiento no se alimente de cosas inútiles.
Señor me da a entender, que sentir si divina presencia, es poseer ya el Espíritu
Santo.
Yo veo, Señor, que con tanto conocimiento y amor que pones en mi d Ti,
cualquier otra alma sería mejor que yo. Quiero ser mejor, no consigo amarte
como quisiera, me veo débil. Esta debilidad moral que veo en mi, no me deja ser
lo que yo quisiera ser para darte todo mi amor por puro amor a Ti, mi Dios
Amor. Tu lo eres todo para mi. Me dan ganas de llorar viendo lo que soy para
darte amor. Pero en ello me dejas ver la misericordia que tienes conmigo,
tratándome con tanto amor como me tratas. Gracias Señor.
Digo a los pecadores, y me cuento entre ellos, que vayamos arrepentidos, que
El está deseando perdonarnos y darnos el Abrazo de su Amor. Pienso por mi, y
me propongo ceder en mis derechos por amor a Dios en favor de cualquier
hermana, y si esta no me es simpática, será con mayor obligación, aunque vea en
ella una no rectitud de intencion en sus acciones.
Debo amar a Dios sobre todo, por encima de todo, y por puro amor a El
mismo, todo lo demás que ame, será dentro de este amor. Pero, siempre Dios mi
primer amor. Señor, en Ti confío.
* * *
* * *
En la lectura de esta tarde en un libro del Padre Arintero, como J. Pastor le
pregunta cual es la diferencia entre un toque substancial y una palabra substacial.
No me ha dado tiempo a avanzar en la lectura y me he
quedado sin saber la contestación.
A continuación, durante la oración he sentido la
presencia divina tan profundamente, que era como si
algo traspasase mi corazón. Era tan dulcísimo que
pensé morir. Creo que nunca la había sentido así, tan
dulcemente. Luego, el Señor me da a entender que
esto es un toque substancial, como enseñándome lo
que no pude acabar de leer.
Me llena de admiración las delicadezas del
Señor para mi, que sólo soy un montón de miseria. Creo que le da pena verme
tan nada y llena de deseos, por eo creo que me trata así. ¡Gracias mi Dios Amor!
* * *
* * *
* * *
* * *
Es mucho más mérito, el darse que el dar. Hay muchos que dan, pero
pocos que se entregan dándose por amor a Dios, y por este amor a los demás. El
no mirarse, el no saber el hombre quién es[3], la presunción de tenerse en mucho
pensando que se es algo, acarrea un mal grande que es la soberbia. En cambio, el
haber conocido nuestra poquedad, el haber venido a conocimiento de cosa tan
baja, acarrea desmayo.
Nunca vi seguridad del alma, sino en el conocimiento de sí mismo. No hay
edificio seguro, sino es hecho sobre hondo cimiento. No veo que haya tiempo
mejor gastado, que el que usamos en reprendernos y entendernos a nosotros
mismos. De lo contrario, seremos como una casa sin luz, como una medida sin
medida ni regla, y por tanto, falsa. Y finalmente, hombre sin hombre. En esto cae
el hombre que no se conoce ni examina, pues, quién no se conoce, ni se puede
regir como hombre, ni se ve, ni se posee a sí mismo. Estos son lo que olvidados
de sí, tienen mucho cuidado de mirar las vidas ajenas, mientras tiene los ojos
cerrados para sí mismos y para sus defectos. Estos tiene más de cien ojos abiertos
velando para saber lo ajeno.
* * *
Tengo que trabajar mucho para tener más suavidad cuando hablo, así me
lo ha dicho la madre Superiora. He sentido mucho mucho el haber discutido con
ella. ¡Lo he sentido mucho! La madre Superiora representa a Dios. ¡Quién soy yo
para discutir enfada! Me ha durado mucho esta pena. Me humillo y pido perdón.
Comprendo que me vienen muy bien las humillaciones, me enseñan mucho la
nada que soy, y que todo lo bueno que tengo se lo debo al Señor.
Hoy me propongo tener muy presente, el pensar
mucho en como habita Dios en mi alma, tener presente esta
presencia de Dios en mi alma por la gracia, hacer las cosas
pensando en El, y hacerlas por su amor. Pensar que El me
está mirando siempre con amor. Ver como correspondo a
este amor.
Esta presencia de Dios en mi quisiera que fuese contínua, y en ella darle
amor, pero un amor generoso y fiel. Saco estas notas de la vida del Padre
Arintero: Puntualidad y fervor en todo. No faltar más con tibiezas e
infidelidades. Guardar silencio en los desprecios y contradicciones. El primer
paso que debemos dar en nuestra renovación, es el violentarnos para renunciar a
nuestros desordenados gustos, sólo así es como podremos emprender de veras el
camino espiritual.
* * *
Los buenos deseos hacen de los pecadores: buenos; de los buenos: perfectos;
y de los perfectos: santos.
Quiero hacer mi vida sin que nada me ate para dar amor a mi Dios Amor,
por las constituciones de mi regla y la obediencia según me lo mandan y
enseñan. No quiero que me ate el complacer a una hermana, y por ello faltar a la
caridad. No dejarme llevar de mis gustos, para con esto hacerme parecer mejor
ante los demás. No dejar de hacer lo bueno y recto, según las constituciones de la
obediencia, porque se rían de mi y me señalen con burla.
Estos días procuro leer y pensar en la Pasión y Muerte de nuestro
Salvador, pero lo hago forzándome mucho, y por estar en Semana Santa, que es
tiempo para ello. Pero si pienso como Dios está en mi alma por amor, enseguida
le siente en mi interior con un recogimiento dulce y amoroso, que yo no me
podría proporcionar, si no me lo da El. Todo esto sin ninguna preparación por mi
parte.
¡Cuanto nos ama el Señor! Y como está en nuestras almas por la gracia.
Con ese su Amor que brilla por su divina presencia en el alma, con luz divina y
amor divino, para que veamos mejor su amor.
¡Cuanto me ama el Señor! Y qué consuelo y gozo encuentra El en mi alma,
donde los dos unidos gozamos del mismo amor. Porque a mi me hace gozar de
El en su gozo de amor. Dios es amor.
Y, cuando así se comunica el Señor, se da a conocer como es: amor. Y
también es amor cuando nos prueba con tribulaciones, trabajos, enfermedades, y
tantas cosas. Nos prueba para saber si le amamos y si es verdadero nuestro amor,
porque en los momentos de consolación es muy fácil el amor. Dios siempre es
amor.
* * *
<<Ves como estoy contigo. Ves como eres mía. Ves como tu alma me es agradable.
Ves como me recreo en ella. Ves lo unidos que estamos. Ves que gozas de mi gozo por lo
unidos que estamos>>.
Yo me sentía una con El. Así veía que todo lo que me decía era verdad. Yo
le decía: Señor, no soy nada para que me trates así. No valgo nada. Todo lo
espero de Ti.
El señor me decía:
<<Porque te ves nada, y no vales nada, y todo lo esperas de de Mi, por eso me
complazco en tu alma, por amor, por los grandes deseos que tienes de Mi. Las gracias que
he dado a otros, ¿no te las puedo dar a ti? Soy el mismo, tu Dios Amor. Cuando
preguntas esas cosas a la superiora o a tu director, nadie te niega que te las pueda dar a ti.
¿Porqué no me crees? Los libros te dicen lo mismo que Yo te hago sentir. Lo mismo que te
digo, te lo doy a entender. Te enseño. ¿Porqué dudas? ¡Que más pruebas quieres!
Algunas veces me has visto. ¿Va a ser como Tomás, un incrédulo. Dime que más
quieres>>.
Señor, gracias por todo lo que me das. Señor, deseo amarte con humildad,
con pureza, con sencillez. Esperarlo todo de Ti, porque yo me veo sin nada para
tanto como te quiero amar. Tú Señor, sabes todo. Ayúdame mi Dios para que te
pueda amar según tus deseos y los míos.
En estos momentos el alma queda abstraída de todo. No pierde el
conocimiento de lo exterior, pero es como si lo perdiera, porque no se da cuenta
de lo que pasa a su alrededor. El alma será absorbida en Dios y atenta al diálogo
con su Dios Amor.
Que fuerza tiene esta Presencia amorosa de dios, que al dejarse sentir así,
hace del alma lo que quiere, sin dominarla. Se gana la voluntad del alma, y esta
se ofrece por amor a Dios, a lo que Él quiere de ella.
Estas cosas si no se experimentan, es difícil entenderlas, porque son
difíciles de explicar. Más que difíciles, no se puede llegar a dar una explicación,
por no haberla.
* * *
Hoy siento esta Presencia de Dios. Me siento tan unida a Él, como si los
dos fuésemos uno. Siento como que algo está unido a mi alma, y me une con Él,
haciendo de los dos uno.
Soy feliz porque Dios me hace feliz en Él, con Él. Su felicidad me hace feliz
a mi. Yo soy feliz en Dios porque Él me hace sentir su felicidad en mí.
Rezando Laudes, leo como Dios, después que resucitó, visitaba a algunos.
Estos fueron testigos de su resurrección. Así también Él me da a entender, que Él
también me visita con su divina Presencia, cuando así se hace sentir en mi alma.
Así puedo decir con verdad, como Dios visita a la almas, haciéndolas sentir su
Divina Presencia.
A Dios por la gracia, siempre le llevamos en el alma, pero estas visitas son
una manera especial de dejarse sentir amorosamente.
Copio: “La lección busca” “La meditación halla” “La oración pide” “Pero
la contemplación gusta”.
Y goza de aquello que buscó, pidió y halló. –Buscad leyendo y hallaréis
meditando”. –“Llamad orando, y os abrirán contemplando” (Dicen que es de San
AgusTin, pero no es seguro).
* * *
* * *
* * *
Rezando Laudes, hoy el Señor me hacía entender que así como después
de haber resucitado Jesús se aparecía a los Apóstoles; las veces que yo he visto a
Jesús, no es lo mismo, pero sí una cosa parecida, como para decirme que Jesús
vive y nos acompaña en nuestro caminar por la vida. Pues yo veía a Jesús cerca
de mí, como si fuese una persona igual y me hablaba.
Esto me recuerda a los discípulos del Emaús, pero no es lo mismo. Estos le
reconocieron al partir el pan. Yo, aunque veía a Jesús con toda claridad, solía
pensar que eran fantasías mías, pues nunca me considero digna de tan grandes
gracias.
[1] Se hace notar que Luisa María en este importante apartado, se refiere
modelo para todos los que quieran vivir vida de amor, de unión, de intimidad
con Dios.
Dios a un alma humilde la mira con su amor. Si queremos que Dios nos mire con
amor, tenemos que ser humildes y cuanto más humildes seamos, más amor de Dios
tendremos.
Copio: “Estas inestimables visitas del Señor que tanto bien tienden a
hacernos y que nos permiten ya tratar familiarmente con Él, pueden en algún
modo tenerse en toda oración devota, en realidad se tienen, aunque apenas se
advierta.
Cuando esta oración sea del todo fervorosa, ya que éste fervor lo sentimos
y lo gozamos cuando Él nos lo da y no cuando nosotros lo queremos y lo
procuramos.
Ese ardor, dice San Bernardo, es la señal de la Presencia del Señor, el cual
de éste modo viene a encendernos más y más en su Amor y mostrarnos la
complacencia que tiene de vernos conversar así con Él,
conversar afectuosamente.
Este es el fin con que has de pedir las visitas de Dios y las
gracias que de ella proceden. No por las dulzuras que traen, sino para
que el mismo Dios sea glorificado en ellas, y tú quedes alentado a
trabajar haciéndote digno de recibir otras muchas mayores para
servirle más con ellas.
Así entiendo yo, por lo que he podido experimentar, que el Señor prepara
el alma con un toque que le da un recogimiento especial interior y exterior. Así
queda el alma dispuesta para poder tratar con Dios.
En estos momentos el alma no es dueña de sí, sino que está dispuesta para
lo que Dios desee de ella, y esto se ve con toda claridad.
Todo esto hay que recibirlo con mucha humildad, pues el alma no merece
estas gracias. Dios la da por su gran Misericordia. Hay veces que las da por que
son almas muy débiles y necesitan que Dios las ayude para poder alcanzar sus
deseos de ser toda de Dios.
DÍA 1-6-1981.
Señor, me encuentro bien. Me veo tan nada que no tengo fuerza para
pedirte sufrir. Pero sí te diré que me conformo con tu Voluntad para todo.
Cuento con tu gracia y amor, pues sin Ti, nada soy.
Señor, si Tú no subiste al Cielo sin haber sufrido la Pasión, es justo que nosotros
también suframos para ir contigo al cielo.
Tú Señor sufriste sin culpa, yo con culpa. Tú por amor a las almas, yo para
redimir mis muchísimos pecados.
Señor, cuanto se puede sacar de esta consideración, viendo como Tú sufres por
nuestro amor, para que nosotros sepamos sufrir por amor a los demás, y ello por amor a
Ti.
El Señor me dice: “Sufre por mi amor, que yo también por amor sufrí por
ti”.
DÍA 8-JUNIO-1981
Dios mío, si mis deseos son realidades, mis deseos son amarte con la
mayor perfección en la forma que Tú quieras. Ya sabes mi DIOS AMOR, que yo
nada puedo por mí, así que todo lo espero de Ti, mi dios y Señor.
A mí me parece que Tú me pides un vencimiento a mis gustos, a mí
misma, con un dominio de mí misma lo más posible, para ser fiel a Ti, Señor.
Privarme de lo que más me gusta. Yo busco darte amor, pero comprendo
que no te lo doy todo con la generosidad con que te lo tengo que dar. Mis ansias
de Ti son grandes, pero mis hechos son pequeños.
7- LOS DESEOS
Esto me anima mucho, porque los deseos aquí tienen su valor, pues según
yo entiendo, veo que los deseos son ya como un llamamiento vida de perfección.
En nosotros está responder a estos deseos con nuestras buenas obras y confiando
en el Señor, para poder llegar a que nuestros deseos sean realidades, llegando al
Puro Amor de Dios.
Ayer me dijeron que cada vez que me mueva, diga: Por tu Amor.
Esto indica que te quiero dar amor, y que éste recuerdo de darte amor, me
ayuda a recordar t Presencia Divina, a vivir tu Presencia con más amor. Lo que
vaya a hacer, hacerlo con mayor perfección, por tu Amor.
8- SU ÍNTIMA COMUNICACIÓN
Todo esto me lo hace ver así el Señor. Tenemos que disponernos con un
alma limpísima. Después de esa limpieza de alma es cuando nos encontramos
con Dios, que nos espera con amor. Así me lo hace experimentar a mí, mi Dios
Amor.
Este sentir la Presencia Divina ayuda mucho para la vida espiritual, pues
Dios se da a conocer y a entender de forma que el que lo experimenta lo entiende
fácilmente. Para todas estas cosas se necesita una vida de perfección sin faltas
voluntarias.
Tener grandes deseos de ser de Dios, cueste lo que cueste. A cualquier precio
quiero tener a Dios contento.
9- LA CONTEMPLACION, ANSIA DE TODOS LOS SANTOS
La Contemplación, dice San Francisco de Sales, “no es otra cosa sino una
amorosa, sencilla y permanente atención del espíritu a las cosas divinas”. “El vino de la
contemplación sólo se da a gustar a los amigos, y a los muy amigos se les da hasta
embriagarse”.
Yo, Señor, te doy con gusto lo que quieras, y así ir dándote mi amor más
limpio y agradable a Ti, y todo por puro amor a Ti. Cuanto más me propongo,
más tropiezos doy. Gracias Señor porque así me humillas. Necesito pasar muchas
humillaciones, y recibirlas de tal manera, que sean para mí una alegría el
poderlas recibir. Me propongo, y deseo, tener el alma limpísima, adquirir más
grados de unión a tu Amor, vivir más unida a Ti. Para esto, tengo que
perfeccionar mi vida, cumplir mejor mi voto de perfección.
Con mis tropiezos me hacer ver la nada que soy, menos que una hormiga
y quiero volar como el águila. Pues poco me conozco, por eso necesito
tropezones, para que me vea la nada que soy y me vaya conociendo mejor.
Gracias Señor por la humillaciones que pones en mi camino.
Señor, me gusta mucho pensar que habitas en mi alma por gracia, fe y
amor. Por eso, me gusta recogerme en mi interior, para estar contigo hablándote,
adorándote, amándote. Para esto tengo que ser muy fiel a tus deseos y generosa
en mis obras contigo y con los demás.
DÍA 29-JUNIO-1981
Yo busco a Dios por encima de todo. No busco sus goces, ni sus consuelos,
le busco a Él. Si Él me da sus gozes, los recibo encantada, por ser cosa de Él. Todo
lo que es de Él, para mí es un gozo.
Si tengo que sufrir, sufriendo por Él, mi sufrimiento lo convierto en gozo,
pero siempre necesito de su gracia, sin la gracia del Señor, nada soy. Me veo muy
pequeña para los vuelos de águila, por eso, en el
Señor pongo toda mi confianza y fortaleza, porque
mi fortaleza es Dios.
En mis debilidades diré como san pablo: “Soy
fuerte en mis debilidades, porque el Señor es mi
fortaleza”.
Sueño con ser toda de Dios, y me veo tan
nada para lo que yo quisiera ser. Por eso digo que
sueño, porque no veo en mi las realidades que
quisiera ver.
DÍA 30-JUNIO-1981
Hoy ha venido mi director. Todo lo que le digo, o casi todo, le parece bien.
Me dice como debo hacer las mortificaciones. Durante la comida sólo una, dos a
la mañana y dos por la tarde. Ahí entran la de la comida y el rosario, del cual
suelo rezar los tres Misterios de rodillas por la Santísima Trinidad. Me gusta
mucho recordar a la santísima Trinidad en las cosas que hago. Procuro que sean
tres cositas diarias en honor a la Santísima Trinidad.
Al Padre le digo los grandes deseos que tengo de ser de Dios, de ser suya,
pero que a lo mejor son sueños, pues no veo en mí las realidades que quisiera
ver. Quisiera ser humilde hasta dejarme pisar, pero ¡cuánto me cuesta! Yo creo
que esa cosas no deben costarnos cuando uno quiere ser de Dios, al contrario,
alegrarse de ofrecerse de así a Dios por Amor. Si se coge el hábito de una virtud,
ya no tiene que costar. Para esto hay que trabajar mucho, sobre todo en la
oración, y reconocernos nada delante del Señor, reconocer la nada que somos.
Pedir a Dios la ayuda para poder conseguir deseos de perfección y ser así más
agradable a Dios, dándole más fino y puro amor a Él, por ser quién es, amándole
sobre todas las cosas.
Los dones del Espíritu Santo, para su buen ejercicio, reclaman mucha
sencillez y pureza en la práctica de las virtudes.
DÍA 5-JULIO-1981
DÍA 9-JULIO-1981
“La Mística Teología, que quiere decir Sabiduría de Dios, secreta o
escondida, en la cuál, sin ruido de palabras, y sin ayuda de algún sentido
corporal o espiritual, como en silencio y quietud, a oscuras de todo lo sensitivo y
natural, enseña Dios, ocultisima y secretísimamente al alma, sin ella saber cómo,
lo cual llaman algunos espirituales entender no entendiendo”.
Éste entender no entiendo, como pasa, no lo sé, ni lo podré explicar. Pero sí diré
que alguien ha estado en mí y me ha llenado de sus gracias y dones.
Leyendo en la Biblia sobre los preparativos que hizo David para construir
el Templo de Dios y que su hijo Salomón construyó, pienso en cómo tendré yo
que adornar mi alma donde mora Dios por la gracia. Nuestra casa es
espiritual, donde se comunica Dios Espíritu con el alma, y en donde el alma llega
a sentir su toque divino por unión de amor.
Yo creo que todas las virtudes con que adornemos nuestra alma serán
pocas para ser morada de Dios que tanto nos ama.
DÍA 12-7-1981
DÍA 13-7-1981
DÍA 16-JULIO-1981
Señor, si Tú hoy me das una dulce oración y santa paz, es para que yo en
ella aprenda a amarte con generosidad y santa paz. En esta paz es donde a Ti,
Señor, se te encuentra todo Amor.
Todo hay que hacerlo sin nada de lo que alardearse, hacerlo sólo por puro
amor a Ti, por ser quién eres, y en ese Amor vivir de Ti, por Ti y sólo para Ti.
Que yo me desprenda de mi misma y así, Señor, podrás hacer de mí lo que
Tú quieras. Yo, como blanda cera ser fiel, muy fiel, completamente fiel a Ti.
Señor, cuantas ansias tengo de ser tuya, aumentan en mí esas ansias que
me hacen pensar cómo puedo ser más tuya, darte más amor y amarte mejor.
Cuando veo que hago tantas faltas que se me escapan, entonces ver que
quedan en mí propósitos sin cumplir. ¡Cuantas infidelidades veo en mí! Me
pregunto dónde quedan mis deseos y mis ansias de ser de Dios como Él quiera.
Me humillo Señor y te repito lo de siempre, que no soy nada sin Ti, si Tú
no me das tu Mano protectora que me levante y me haga fuerte para llegar a
darte obras, esos deseos que pones en mi.
DÍA 17-JULIO-1981
Quiero ser completamente tuya, siempre tuya, aunque tenga que sufrir
desprecios, aunque se rían de mi por ser demasiado observante, aunque me
quede sola por guardar mejor el silencio, aunque vea actos fríos a mi alrededor,
etc...
Estos deseos tan grandes de ser de Dios me ayudan mucho para llevar una
vida de mayor perfección, ay así dar a Dios mayor amor. Para todo esto cuento
con la gracia de Dios, sin Él nada soy.
Sin Ti, Señor, yo nada soy, por eso, espero que estos deseos me los harás
realidad con tu Divina Gracia.
DÍA 27-7-1981.
Cuando en la oración estoy recogida, para saber si es de Dios, tengo que
mirar después los efectos que hace en mi alma. Mirar si tengo paz, si tengo
deseos de ser de Dios. Siento como si Dios me dijese que tengo que amar la cruz,
amar la mortificación, amar los desprecios, ser humilde, etc...
Y sigue diciéndome: “Yo también pasé por todo eso siendo Dios, y lo pasé
por tu amor”
Sí, yo siento unos deseos grandes de humildad, de que me desprecien,
etc... Y si todo ello es por puro amor a Dios, y siento paz, entonces creo que
puedo estar tranquila, por ser señales de que es de Dios. Esto se lo pregunto a mi
director y él lo ve también así. Mi seguridad será segura con lo que él me diga.
Pero, si estos recogimientos me dan deseos de ser apreciada, de no ser humilde,
eso es cosa del maligno, porque como él es soberbio, en el alma pone la soberbia.
Señor, al querer ser toda tuya, me encuentro sin apoyo. Hay veces que me
encuentro en un vacío. No sé cómo explicar esto. Pienso que también a Ti te
dejaron sólo en la Cruz mientras cumplías la voluntad de tu Padre. Te
acompañaron sólo los que bien te querían, la SanTisima Virgen María, San Juan y
las piadosas mujeres. Hasta los apóstoles te dejaron.
Si cada uno es libre de escoger entre los sacrificios que se le piden, yo, Dios
mío, los escojo todos. No quiero ser santa a medias. No tengo miedo a sufrir por
Vos, sólo temo un cosa, que es conservar mi voluntad. Tomadla Señor, pues yo
escojo lo que Vos queréis.
A los hijos les es dado comer con su padre a la mesa, y de su mismo plato.
Esto es apacentarse de su Espíritu, y a los demás que no son así les dan las
migajas que caen de la mesa.
“Estos últimos nunca llegarán a la verdadera libertad de corazón puro, ni a
las gracias de mi gozosa intimidad, si antes no renuncian enteramente haciendo
cada día el sacrificio de sí mismos, sin la cual no puede durar una unión fruitiva”.
(Esto lo dice el Señor).
DÍA 30-7-1981
Señor, yo quiero ser tuya siempre. Después de lo de ayer, deseo más ser
tuya siempre. No sólo cuando me guste. No sólo cuando me convenga. No sólo
por parecer mejor. No sólo en momentos fáciles. No sólo cuando me vean.
Señor, yo quiero ser siempre tuya y, en cualquier momento fácil o difícil,
en cualquier circunstancia agradable o desagradable, siempre, siempre.
Ayer, cuando fallos tuve. Me porté siendo cobarde. Pero vuelvo ahora a
decirte: perdón Señor, a pesar de todo quiero ser tuya, en cualquier momento o
circunstancia, en cualquier ocasión, pero siempre Señor quiero ser tuya. En Ti
Señor pongo mi confianza. Señor, Tú eres mi fortaleza. Yo soy débil, mis
debilidades son muchas. Señor, en Ti pongo mis debilidades para vencerlas.
DÍA 31-JULIO-1981
Hoy, durante la oración, mis deseos son de ser cada vez más de Dios, sin
condiciones. Procuraré poner los medios y cumplirlos con fidelidad, por puro
amor de Dios. Como siempre cuento con la gracia de Dios, sin Él nada soy.
¡Siempre te necesito, mi Dios Amor!
Como estos días le digo al Señor que quiero ser suya, Él me dice que seré
suya si me abandono en sus Manos, para que obre en mí como Él quiera. Me dice,
que cuando una cosa se tiene en propiedad, el que la tiene, puede hacer de ella lo
que quiera, sin consultar ni pedir parecer.
El alma tiene que estar contenta con lo que Él haga, pues, como Dueño y
Señor, sabe lo que más le conviene para su bien. El alma tiene que estar contenta
con lo que el Señor disponga de ella, pues sabe que será lo mejor y lo que más la
conviene, y que todo lo que hace su Señor, es por Amor.
Hay veces que al alma la habría gustado más otra cosa, pero como su
voluntad está unida a su Señor, y forman una sola voluntad, el alma ya no piensa
ni discurre, sólo dice estar contenta con hacer la Voluntad de su Señor. Así, ese
alma, en cualquier estado de vida, es feliz, porque para ella su felicidad está en
hacer la Voluntad de su Señor. Para eso quiere ser suya y se considera feliz de
que su Señor la admita en su servicio, sea cual fuere su ocupación. Ella está con
su Señor y es feliz.
La santa obediencia nos ayudará mucho para seguir esta voluntad de Dios
y ser en ella felices, porque la obediencia da mucha paz, y en esa paz el alma se
encuentra con Dios. Sin paz es muy difícil, yo diría que imposible, encontrar a
Dios en nuestra alma y vivir de amor en Él.
Dice San Basilio: “Cuando el ojo del alma haya quedado puro y sin sombra
alguna, entonces puede llegar a contemplar las cosas divinas, gracias a la luz de
lo alto, que viene a llenarle abundantemente, aunque sin atarle.
Cuantas cosas oigo, más quiero ser de Dios, y más quiero vivir para Él,
cueste lo que cueste. Se oyen cosas que yo no pensaba, me dan pena, pero eso no
me quita para seguir mi camino de querer ser de Dios todo lo que pueda. Tengo
que luchar, pero cuento para todo, y como siempre,con la gracia de mi Dios
Amor.
Dios mío, ya sabes que quiero ser tuya siempre, y como Tú quieres, pero
cuento contigo, con tu gracia, como siempre.
DÍA 6-AGOSTO-1981
Pensando como hacer una entrega al Señor, una entrega total, me parece que el
Señor me hace ver el valor de una obediencia total, como se hace ahora, pero una
obediencia formal de mis constituciones y a mis superiores, por amor a Dios, sin
tener otra mira que entregarme totalmente a Dios, porque así me entrego toda a
Él por amor.
Le doy mi libertad, porque me someto a la suya.
Le doy mi entendimiento, aceptando lo que me mandan.
Le doy mi pensamiento, porque me amoldo al suyo.
Le doy mi voluntad, porque estoy conforme con la voluntad de la
obediencia.
Le doy la pobreza, pues mi vida es amoldarme a la obediencia.
Le doy mis gustos, caprichos, deseos e ilusiones, porque todo lo someto a
la obediencia.
Le doy mi persona completa por medio de la obediencia y veo que así es
una vida de entrega a Dios por puro amor a Él mismo, sin alardear de nada, sin
vanidad, con sencillez y humildad. Vivir así la vida de obediencia por amor a
Dios, es una entrega total a Dios, pues no hago yo nada de lo que quiero y de lo
que me gustaría hacer.
Todo se lo doy a Dios por medio de la obediencia, Él me ayudará a serle
fiel a mis sagrados votos de castidad, obediencia y pobreza. Esto me dará paz, y
encontraré a Dios en mi alma que me dirá: Toda te has dado a mi Amor por
amor. Yo te recibo dentro, al Amor de de mi Corazón, para que vivas en mí. Yo
así, en ti por amor, unidos en amor, vivirás mi gozo de amor. Sé humilde en mi
amor.
Señor, no busco ser tuya con comodidad. Yo busco ser tuya con una
entrega total a tu Amor dentro de las circunstancias en que me encuentro por mi
mucha edad.
DIOS ES AMOR.
DIOS NOS HA SIDO DADO POR AMOR.
PRESENCIA DE DIOS.
DÍA 12-AGOSTO-1981
La humildad que da Dios es deliciosa, le hace reconocer al alma su nada y
se regocija en ella. El alma dice al Señor: Quiero ser tu esclava, tu sierva, trátame
Señor como esclava tuya.
A un esclavo el Señor lo maneja como quiere, para el esclavo es una gracia
que le Señor le ponga a su servicio y así el esclavo le pueda servir con amor.
Porque ama a su Señor, porque reconoce que todo lo bueno y todo lo que tiene se
lo debe a Él.
El verdadero humilde no se inmuta porque le humillen, al contrario,
piensa: ¿seré lo que me dicen y yo no me lo reconozco? Procuraré corregirme.
Si toda mi vida no ha sido un puro amor a Ti, mi Dios Amor, tómalo como
si por puro amor lo hubiese hecho.
DÍA-14-AGOSTO-1981
El Señor me hace entender que el “Amor Puro” es amar por amor a Él los
desprecios, las contraiedades, las enfermedades, las humillaciones, etc... Si esto lo
sufrimos por puro amor a Él le daremos verdaderamente un amor purísimo.
Todo esto me lo decía el Señor teniendo mi alma recogida amorosamente
en Él después de la Sagrada Comunión. Era como decirme que esos momentos de
estar así en Él, me servirían de fortaleza en mis tribulaciones.
Estos momentos en que el alma se encuentra a así recogida en el Señor,
recibe una fuerza grande para poder vencer las dificultades que se presenten,
ayudan mucho para ser fiel a Dios y enseñan mucho la nada que son las
vanidades del mundo, que si no se frenan, hacen mucho daño para la vida
espiritual y de perfección, si se quiere dar a Dios amor con limpieza de corazón.
Contemplo una fotografía mía en la que me veo vieja, sin sombra de lo que
he sido, y mirándola: aquí está una vida gastada en el Amor de Dios, pues han sido
todas estas luchas que se han pasado para dar amor a Dios.
Mis faltas, mis debilidades, mis caídas, mis prontos de carácter, no ser
humilde y tantas cosas más, todo ello me servía para humillarme más ante Dios,
y Él, al ver mi humillación, me miraba con amor. Y vuelvo a vivir con la
esperanza de ser fiel, pero mis debilidades me hacen volver a caer, a no ser fiel
como pensaba, a no ser generosa con los demás. Y vuelta a humillarme, a pedir
perdón al Señor. Y el Señor me sigue mirando con amor viendo mis deseos de
amarle a pesar de mis fracasos.
Yo veo aquí, al contemplar mi foto de vieja, una vida gastada al servicio de
Dios, por amor a Él. Una vida de lucha, y una lucha contras mis debilidades que
son muchas, para darle amor a Dios. Para darle un amor puro que no consigo,
pero por el que, para conseguirlo, seguiré luchando, dentro de mi pequeñez.
Lucharé sin descanso con la gracia de Dios para dar a Dios esto amor que sueño.
Le quiero dar sólo Puro Amor, a Él mismo, a mi Dios Amor.
Señor, si toda mi vida no ha sido de amor a Tí, tómala como si lo hubiera sido, toda
de amor para Ti, mi Dios Amor.
Escribo un texto de Jose María Escrivá: “Me han dicho cosas que no
esperaba. He sufrido desaires. Mi reacción sobrenatural es perdonar y aún pedir
perdón, aprovechándome de las experiencias, para despegarme de las criaturas.
Cuando venga el sufrimiento, el desprecio, la cruz, has de considerar: ¡que es
todo esto para lo que yo merezco!
DÍA 31-AGOSTO-1981
“Si estos fracasps los llevas con humildad, sirven para darme mucha gloria y que
otros también me la den”.
DÍA 8-SEPTIEMBRE-1981
Señor, quisiera que esta Presencia tuya interior que me haces sentir, se
reflejase en mis buenas obras y en fidelidad a tu Amor.
Quisiera también que todo el que se acerque a mi, marche contento y
amándote más y más a Ti.
Señor, que yo sea humilde por Puro Amor a Tí.
Señor, que yo vea mi nada y que reconozca que todo te lo debo a Ti. Esto
ya lo veo Señor, pues veo y reconozco mi nada, mis miserias y que sin Ti nada,
Señor, soy.
Señor, profundiza más en mi, en esta nada que soy y que me vea siempre
necesitada de que Tú, Señor, me lleves de la mano, para obrar el bien por Puro
Amor a Ti
Señor, cuando recoges mi alma y la haces volar a tu amor, descansando en
Ti amorosamente, que todo ello me sirva para ser humilde y más tuya, para
amarte con más Puro Amor y con mayor aumento de fe.
Señor, cuando tenga que sufrir que siempre lo vea como una prueba de tu
Amor a mi, y que lo permites para que mi amor, en el sufrimiento, sea un amor
más puro a Ti.
Señor, que haga las cosas como más te gusten a Ti, sin mirarme a mi
misma.
Señor, te quiero amar, y darte mi amor puro a Ti, sólo a Ti y para Ti.
Esta vida espiritual –decía el P. J. Gibert sobre la vida de santidad- no llega
a su perfección, a un alto grado de santidad, sin una acción contínua de la gracia,
la cual produce un aumento de pasividad en el alma y además una unión cada
vez más constante del pensamiento y de la voluntad con Dios. No hay, por tanto,
santidad sin una vida de oración cada vez más contínua y ni tampoco sin una
prurificación íntima.
Es este ejercicio de la oración afectiva –añade el P. J. Gilbert- el lenguaje del
corazón que habla el Verbo y el leguaje del Verbo hablando al corazón.
Unas veces pone al alma en una simple atención para escuchar a Dios,
cuya palabra produce maravillosas impresiones, otras la excita a hablar ella
misma, conversando familiarmente con Dios, derramando su Corazón en
presencias suyas y consumiéndola en las llamas del Amor. En este trato de
conversación íntima trabaja poco el entendimiento.
* * *
* * *
Siento la Presencia del Señor y verdaderamente no hay deleite como su
deleite, no hay gozo como su gozo. ¡Gracias Señor! Yo creo que el Señor adentra
el alma dentro de Él, y como Él es gozo, le hace gustar al alma de su gozo. Ahí
todo se olvida, se está en otro mundo, el del gozo de Dios. Dios, al darse Él, nos
da lo suyo, y como Él es gozo, nos da su gozo.
Al decirte Señor que te quiero amar, que te amo con todo mi corazón, quiere decir
que todo lo tengo que hacer por amor a Ti, con la mayor generosidad y sin mirarme para
nada a mí ni a mis gustos. Todo hecho solo por amor a Ti y para darte mayor amor a Ti
16- CAMINO
Señor, veo que tu presencia en mi alma es tan segura cuando así dices: “El que
guarde mi palabra, mi Padre y Yo iremos a él, y haremos morada en él”.
El alma siente, Señor, esta presencia divina que la embriaga. La dejas herida,
Señor, de tus amores, que son dulzura y vida. El alma ya no puede vivir sin tu Presencia
divina, pues la has dejado tan herida, que le es sabroso por tu Amor, estar así herida.
Heriste mi alma con tus amores y mi alma sigue así herida, pero es una herida tan
dulce y sabrosa, que de ella currar nunca querría.
Señor, mi alma está herida de tus amores y estos amores a mí me dan vida, vida
que quiero emplearla toda, para amarte más cada día.
Consulto mi vida espiritual con una religiosa que conoce bien mi vida. Me
dice que siga así, que son las obras las que dan valor a la vida espiritual y según
el amor con que se hagan.
18- ENCONTRAR A DIOS
Dios me hace ver, entender y experimentar lo que he visto. El alma tiene que
estar completamente limpia de apegos, faltas voluntarias, etc., para que así,
completamente limpia, pueda encontrar a Dios en ella.
Por eso veo que es bueno al ponernos a hacer la oración, hacer algún acto
de arrepentimiento de nuestros pecados y faltas, aunque sean pequeñas.
Debemos disponer el alma lo más limpia posible para poder encontrar a Dios y
dialogar con Él.
Para poder encontrar a Dios en el alma, hay que poner el alma en una
disposición especial de limpieza y de amor. El alma, así, podrá encontrar a Dios,
que no se hace esperar, porque en un alma así Él tiene sus delicias.
* * *
Ya sabes que quiero ser tuya como Tú quieras, pero también sabes que te necesito,
necesito que estés conmigo, yo sola soy débil, pero a pesar de mis flaquezas, que son
muchas, quiero ser siempre tuya. ¡Gracias Señor! Me tratas como solo Tú sabes y puedes,
no soy digna de nada, todo lo bueno te lo doy a Ti, mi Dios Amor.
Mis comuniones son deliciosas. ¡Cuánto me ama el Señor. Por eso me dice:
“¡Si supieses cuanto te amo!, piénsalo”.
Es que, si le pregunto a mi Dios si esta en mi alma, enseguida le siento con
amor, dándome a entender que siempre está conmigo. Él ya sabe que mi ilusión
es poseerle, siempre deseo estar con Él, decirle que le amo y que le quiero amar
sin condiciones. Pero veo que en la práctica no es así.
Huyo de las noticias y de las cosas, por no tener en mi interior más que mi
pensamiento en mi Dios Amor. Pero no lo consigo como yo quiero. ¡Que poco valgo
para tu servicio mi Dios Amor!, por eso todo lo espero de Ti
Aunque yo ponga los medios para conseguir mis deseos de amarte por
encima de todo, Tú me tienes que ayudar.
Es que el Señor me trata con tanto amor, se regala en mi alma con sus
dulzuras, suavidades, tan amorosamente que sin obligar, arrastra al alma para
hacer lo que Él quiere, yo también quiero hacer, esto es, amarle sin condiciones,
sólo por ser Él que es, por puro amor a Él mismo, sin mirarme a mí para nada.
Pensando en lo que he escrito, el Señor recoge mi alma y oigo que me dice:
“Eso es pata ti, así te quiero en Mí”. Yo entiendo que me dice que quiere que viva
con la mayor perfección las Constituciones y la Obediencia.
¡Gracias Señor!
LA CONTEMPLACIÓN ES AMOR
SUS INTIMIDADES DIOS LAS DA
DIOS ES SIEMPRE AMOR
Hoy siento mucho el pronto de carácter que he tenido con una hermana.
La he pedido perdón, me he confesado y se lo he dicho a la Superiora. He sentido
muchísimo el haber faltado así. Mi propósito es firme de no volver a hacerlo.
¡Señor, ayúdame, te necesito siempre¡
Ayer, después de la sagrada comunión, siento a Dios en mi alma como
un horno de fuego que me hacía sentir su divina Presencia. Me daba a entender el
amor que me tiene y cómo perdona mi falta del pronto de carácter, viendo mi
arrepentimiento y mi pena por ofenderle. Me da a entender que le ato las Manos
para poderme dar sus gracias. Todo esto me lleva a vivir con más cuidado y con
más dominio de mí, para no caer así y ser más fiel al Señor.
Gracias Señor, pero para todo cuento con tu gracia. Señor, nada soy en Tí pongo
mi confianza, porque sé que Tú me darás lo que más me conviene para serte fiel. Hay
veces que necesito que me humillen, pues estoy llena de amor propio.
http://www.virgendegarabandal.com/familiaandreu.htm
AMGD y la BVM
Pueblo de María
www.pueblodemaria.com