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ANTECEDENTES HISTORICOS:

En los tiempos prehistóricos, las causas de los trastornos mentales estaban influidas por la
creencia universal en fenómenos sobrenaturales, específicamente en la influencia de los
espíritus.

El sistema mágico-religioso que influye en los métodos curativos primitivos, puede


considerarse como un intento de introducir racionalidad y de satisfacer necesidades
socialmente esperadas de las experiencias psicológicas del hombre primitivo.

La depresión es casi la única alteración mental descrita claramente en la literatura poética y


médica desde la antigüedad hasta nuestros días. Homero, Plutarco, Hipócrates y Areteo la
describieron y la distinguieron de entre otras alteraciones mentales, puntualizaron sus
características y sugirieron esquemas razonables de tratamiento para esa época.

Hipócrates, aproximadamente en el año 450 A. de C., acuñó el término melancolía (bilis negra)
para denotar la depresión, siendo esta la primera alusión científica y realizando las primeras
referencias conceptuales y clínicas de esta enfermedad.

Las enfermedades mentales giraban alrededor de la interacción de cuatro humores del cuerpo
(sangre, bilis negra, bilis amarilla y flema), que eran el resultado de la combinación de cuatro
cualidades básicas de la naturaleza (calor, frío, humedad y sequedad) marcados por
Hipócrates.

Ya en el siglo XIX, Pinel, Esquirol, Falret y Baillarger, conceptúan con mayor precisión este tipo
de alteración, marcando Esquirol que "La melancolía es un delirio parcial crónico sin fiebre;
determinado y mantenido por una pasión triste, debilitante o depresiva".

Hasta fines del siglo pasado, el término melancolía es el habitual para referirse al síndrome
depresivo.

A finales del siglo XIX, Kraepelin (1896) en su tratado sobre las enfermedades mentales, agrupa
y clasifica todos los síndromes depresivos. Fue el primero en considerar que la depresión y la
manía formaban parte de una misma enfermedad.

Modelos de comportamiento

Las primeras explicaciones propuestas por este modelo argumentaron que la depresión
ocurre debido a la falta de refuerzo de comportamientos previamente reforzados, un exceso
de conductas de evitación y la falta de refuerzo positivo o la pérdida de eficiencia de los
refuerzos positivos. Un niño con depresión inicialmente recibe mucha atención de su entorno
social (familia, amigos ...), y se refuerzan comportamientos como el llanto, las quejas o las
expresiones de culpa. Cuando estos comportamientos depresivos aumentan, la relación con el
niño se vuelve aversiva, y las personas que solían acompañarlo evitan estar con él, lo que
contribuye a agravar su depresión.
La depresión es principalmente un fenómeno aprendido, relacionado con interacciones
negativas entre el individuo y su entorno. Estas interacciones están influenciadas por
cogniciones, comportamientos y emociones.

Modelos cognitivos

La reformulación atribucional del modelo de indefensión aprendida y la teoría cognitiva de


Beck son las dos teorías cognitivas más ampliamente aceptadas entre los modelos cognitivos
contemporáneos de depresión

La impotencia aprendida está relacionada con las atribuciones cognitivas, que pueden ser
específicas / globales, internas / externas y estables / inestables. La atribución global implica la
convicción de que el evento negativo es contextualmente consistente en lugar de específico a
una circunstancia particular. La atribución interna está relacionada con la creencia de que la
situación aversiva ocurre debido a condiciones individuales más que a circunstancias externas.
La atribución estable es la creencia de que la situación aversiva no cambia con el tiempo. Las
personas propensas a la depresión atribuyen eventos negativos a factores internos, estables y
globales y hacen atribuciones externas, inestables y específicas para el éxito, un estilo
cognitivo también presente en niños y adolescentes con depresión.

El modelo de procesamiento de información postula que la depresión es causada por


tensiones particulares que evocan la activación de un esquema que filtra y codifica la
experiencia del individuo deprimido de manera negativa. Beck sugiere que esta distorsión de
la realidad se expresa en tres áreas, que él llama la "tríada cognitiva": puntos de vista
negativos sobre uno mismo, el mundo y el futuro como resultado de su historia de
aprendizaje. Estas creencias son provocadas por eventos de la vida que tienen un significado
especial para el sujeto.

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