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Comercio de esclavos en el Valle de Toluca, siglo XVI

Estudiante: Zaira Garcés Gómez

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Mandar y obedecer no sólo son cosas

necesarias, sino también convenientes,

y ya desde el nacimiento algunos están

destinados a obedecer y otros a mandar.

(Aristóteles, La Política 1988: 56)

Introducción

Los estudios sobre la esclavitud negra en México, surgieron en 1946 con Gonzalo

Aguirre Beltrán, con su obra La población negra en México; a partir de ese estudio,

se dieron una serie de investigaciones que abordan a este sector de población

desdibujado en la Historia de México. En este ensayo se abordará el comercio de

esclavos en el Valle de Toluca durante el periodo Novohispano, como una práctica

que emplearon algunos habitantes de esta región, considerando a los esclavos

como mercancía y parte de los bienes económicos.

Este ensayo se divide en dos apartados. En el primero se abordará la esclavitud

negra en la Nueva España, para analizar el contexto socio-económico en el que se

dio la esclavitud y tener un panorama general de la presencia de esclavos negros.

En el segundo apartado, se analizará el comercio de esclavos en el Valle de

Toluca analizando ¿por qué se compraban y vendían esclavos?, y explicando el

contexto en tiempo y espacio del estudio.

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1. Esclavitud en la Nueva España

La esclavitud fue practicada desde la Edad Antigua “bajo las más diversas formas

de gobierno, profesando las religiones más contrarias, y sin distinción de climas y

edades” (Saco, 1974: 17), la mano de obra esclava fue una de las actividades

económicas más empleadas. Fueron diversas las formas que las civilizaciones

antiguas emplearon para dicha práctica, tales como: los prisioneros de guerra, el

deudor insolvente, el hijo de una esclava nacido en casa del amo, el que perdía su

libertad en el juego o en una apuesta, la venta de los hijos por parte de los padres,

esposos que venden a sus mujeres y la pobreza de hombres, que vendieron su

libertad por la necesidad de subsistir.

La figura del esclavo se estableció con los romanos, considerándolo como: un

objeto “que no podía hacer testamento, dar testimonio en juicio ni demandar por lo

penal” (Tomas, 1998:28), es decir carecía de personalidad jurídica ante la ley. La

práctica de la esclavitud, incremento sus mercados con respecto a España en el

siglo XIII; ellos, es decir, los romanos comenzaron a traficar esclavos de las costas

del norte de África, de esta manera, los esclavos negros, figuraron dentro del

comercio.

El número de esclavos africanos negros aumentó bastante,


tanto en la costa mediterránea de España como en todas
partes. Hacia 1250 ya se encontraban mercaderes moros
que ofrecían esclavos negros de Guinea en la feria

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portuguesa de Guimaraes, y en Cádiz se vendían negros
importados de África del norte a finales de ese siglo. (Tomas
1988: 40-41).

El tráfico siguió imperando no sólo por los españoles, sino también portugueses y

holandéses; el comercio se volvió un monopolio. En España el rey Alfonso el

Sabio X, en el siglo XIII regulo la práctica legal de la esclavitud en sus Siete

Partidas, en las cuales se determinó que un hombre se convertía en esclavo si lo

capturaban en guerra, si nacía hijo de un esclavo o si permitía que lo vendiesen.

Con la esclavitud legalizada en España, y el descubrimiento del nuevo mundo, a

finales del siglo XV, los españoles emprendieron la búsqueda y conquista de

nuevas tierras, por lo que es necesario señalar que los primeros esclavos negros

llegaron en el siglo XVI al nuevo mundo, como parte de las huestes de los

conquistadores, Hernán Cortés y Pánfilo Narváez.

Los primeros negros llegan al país acompañando a los


españoles en la prensa de la conquista; pero asisten a ella en
condición de esclavos, como criados o familiares de los
conquistadores. Un negro esclavo de Hernán Cortés trae
consigo semillas de trigo y reclama la honra de haber sido el
primero en sembrarlas en Tierra Firme, otro negro de Pánfilo
Narváez, introduce a México las viruelas y con ello contribuye
al menoscabado de los indios, que carecen de defensa contra
el inesperado mal. (Aguirre, 1994: 51)

De esta manera fue como llegaron los primeros esclavos negros, a lo que

después comprendería la Nueva España; también en el códice Azcatitlan, por

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medio las imágenes plasmadas, se puede observar la presencia de un esclavo

negro que formó parte del grupo de Hernán Cortés.

Una vez consumada la conquista de Tenochtitlán, en 1521 los españoles

comenzaron a poblar el territorio novohispano para formar una nueva sociedad;

por parte de los peninsulares, esas sociedades constituidas por parte de los

conquistadores y sus descendientes, se beneficiarían de grandes extensiones de

tierras y el derecho al servicio personal de indígenas. Fue por medio de

encomiendas que se dio este reparto de indígenas y tierras. “Las antiguas tierras

comunales fueron adquiridas por vastas haciendas de españoles. Terrenos

cultivados desde mucho tiempo atrás, se convirtieron en campos de pastoreo para

rebaños inmensos. Ovejas y cabras desnudaron aún más las laderas estériles”

(Gerhard, 1988: 2).

Los indígenas pasaron a ser la primera mano de obra esclava, fueron herrados,

marcados como propiedad, y empleados en las diversas empresas como la

minería, ganadería y el sector doméstico. La demanda de indígenas como mano

de obra fue necesaria; sin embargo, hubo dos factores que detonaron el servicio

de los naturales: el primer factor fue las epidemias, lo que causó un declive

demográfico de este sector de población; el segundo factor fue la absolución de la

esclavitud indígena con el decreto de las Nuevas Leyes de 1542, en las cuales

España prohibió la esclavitud de los naturales y antepuso que fueran tratados

como vasallos.

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Tanto la caída demográfica de los indígenas y la prohibición de la esclavitud de

este sector representó un problema para las empresas colonizadoras de la Nueva

España y debido a la escases de mano de obra trajeron esclavos negros, para

laborar en los distintos sectores como minas, haciendas y el área doméstica.

Los esclavos negros, quienes provenían de África, llegaron por dos puntos: por el

puerto de Veracruz y el puerto de Acapulco; de ahí eran distribuidos a todo el

territorio novohispano. Sin embargo, las condiciones en las que viajaban para

llegar a la Nueva España eran insalubres y deplorables, sentados encadenados y

sin posibilidad de movimiento.

Una vez que llegaban a los puertos eran registrados en el libro de Arcas de

esclavos, donde se anotaba el nombre de sus amos y el de los mismos esclavos,

por si se llegaban a fugar. Después del registro por “disposición real de las naos

tienen derecho a conservar, doce días a sus esclavos antes de entregarlos al

factor de su Asiento. En el transcurso de tales días, los negros bien refrigerados y

bien tratados, se recuperan del penoso viaje y están listos para el mercado”

(Aguirre, 1994: 41); este proceso de recuperación fue fundamental para la venta

de esclavos, ya que las condiciones debían ser las mejores para establecer el

precio del esclavo.

En cuanto a la compra-venta de esclavos, había “en la ciudad de México en el

siglo XVI, un mercado especial que estaba en el lugar antes ocupado por el

vaciadero de la basura de la ciudad” (Semo, 1991: 201). Para llevar a cabo la

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venta, los esclavos eran examinados minuciosamente, se hacía un examen de

dentadura para calcular la edad de los esclavos y su salud en general.

Antes de la venta interviene el médico para verificar la salud del


esclavo y evitar la entrada de los manifiestamente enfermos.
Con antelación a la venta, el esclavo, además, se ve obligado a
sufrir una molestia más, el calimbo de fuego. Tal y como se
acostumbraba con el ganado se usa con el negro al que se
marca con fuego para marcar la propiedad. (Aguirre, 1994: 41)

Como ya se mencionó, la salud del esclavo fue fundamental para determinar el

precio; otros factores que determinaron el costo del esclavo fueron la edad, el

sexo y el oficio, si es que tenía alguno, todos estos factores fueron registrados en

las cartas de compra-venta, las cuales se llevaron a través de un notario, para dar

legalidad en la compra del esclavo como mercancía. También en algunas cartas

de venta se señala el lugar de origen de los esclavos como: el Congo, Biafra,

Nigeria y Angola.

2. Comercio de esclavos: negros, mulatos, moriscos, ladinos y chinos en el

Valle de Toluca, 1561-1723

Para el contexto de la esclavitud en el Valle de Toluca durante el periodo

novohispano, primero se abordará en su contexto socio-económico esta región, en

segundo lugar el comercio de esclavos y la metodología que se utilizará para este

estudio. En cuanto al primer punto el Valle de Toluca, fue una zona

económicamente importante por sus características naturales (suelos fértiles,

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propicios para el cultivo) y por ser fronteriza con la Ciudad de México y el Bajío,

esto le permitió crecer en el ámbito económico y social.

El Valle de Toluca estuvo conformado por tres regiones, la zona norte, centro y

sur. La zona norte se caracterizó como un territorio árido y se “dedicó

principalmente a la ganadería en los primeros años de la Colonia, por lo menos el

primer siglo” (Iracheta, 1996: 78). La ganadería tuvo un gran auge en el Valle de

Toluca, y se comercializó principalmente con la Ciudad de México, predominando

en el mercado el ganado ovino y porcino.

El auge de la ganadería permitió el desarrollo de otras actividades; en cuanto al

ganado ovino, se desarrolló en el área textil, estableciendo obrajes para trabajar la

lana y elaborar prendas de vestir. En cuanto al ganado porcino, fue uno de los

sectores más importantes dentro de la ganadería, para la producción de chorizo,

tocino y jamón.

El desarrollo de la agricultura en gran escala contribuyo a la


aparición de otras actividades, la tenería y la curtiduría fue una
de ellas. Esta industria se desarrolló ampliamente por el
aprovechamiento de las cantidades enormes de piel que se
obtenía, fue variado el uso de la piel, ésta se destinaba
principalmente a la elaboración de zapatos y prendas de vestir.
(Zamudio: 2001, 20)

La zona centro del Valle fue la una llanura fértil “propicia para la agricultura y la

ganadería, y con asentamientos humanos distribuidos en las poblaciones más

grandes como eran Toluca, Lerma o Zinacantepec” (Iracheta, 1996: 78). En cuanto

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a la agricultura, su producción de maíz fue primordial, abasteciendo a la Ciudad de

México, además de sembrar el maíz, se cultivó el frijol, trigo, cebada, papa y otras

especies. El crecimiento de la agricultura se debió a las zonas fértiles y la

demanda de otros productos, principalmente el maíz y el trigo.

La zona sur del Valle de Toluca fue un área montañosa, su principal actividad fue

la minería y tuvo un gran desarrollo económico en la producción de plata y oro

durante el periodo novohispano. “La temprana actividad en las minas y la

producción y circulación de mercancías a nivel intrarregional, con la Ciudad de

México y Michoacán” (Iracheta, 1996: 81).

Es necesario partir de este contexto socio-económico del Valle de Toluca, para

proceder al análisis de por qué llegaron esclavos negros a esta región; de tal

manera se pretende abordar el Comercio de esclavos, al igual que la metodología

que se está empleando para este estudio: “la esclavitud la refiere a los individuos

que fueron vendidos y comprados, que perdieron derechos de herencia, usos de

sus recursos. (Flores, 1982: 5)

Esta práctica fue introducida por los peninsulares; si bien, en un primer momento,

recurrieron a la mano de obra indígena, por el declive demográfico y las Nuevas

leyes de 1542, que prohibían la esclavitud indígena, los españoles tuvieron que

recurrir, a la exportación de esclavos negros como mano de obra. Para el Valle de

Toluca esto no fue la excepción.

Dada la escasez de la mano de obra indígena, que se


agudizó mucho durante los periodos de epidemias los
españoles acudieron a la mano de obra negra para los

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campos de cultivo, los criaderos de ganado, la
construcción y hasta en las actividades domésticas. Los
esclavos eran numerosos, sobre todo negros aunque
ocasionalmente se registró algún mulato (Iracheta, 1996:
91).

La introducción de esclavos negros como mano de obra durante el periodo

novohispano, pasó a formar parte de la realidad social del Valle de Toluca como

una práctica más, y el esclavo fue considerado parte de los bienes económicos del

propietario. El esclavo era una mercancía, un objeto, un producto de venta,

rentable para los peninsulares, es decir se podía vender, comprar, heredar, donar

y dotar. A través de este estudio y por medio de las cartas de compra-venta, se

puede analizar el microcosmo de la época y de la mercancía vigente, analizando

dicho periodo.

Para este trabajo se hizo un análisis cuanti-cualitativo que permite reconstruir la

práctica de la esclavitud en el Valle de Toluca, en específico el comercio de

esclavos. Se emplearon fuentes primarias que corresponden a documentos

notariales del Archivo General de Notarias del Estado de México, sección histórica

N.o 1 de Toluca; se seleccionaron los documentos que corresponden a cartas de

compra-venta en las que se menciona a un esclavo. En esta catalogación se

encontraron 563 documentos, en cada uno de los cuales se menciona a un

esclavo en venta.

De acuerdo a los datos obtenidos, el primer registro de compra-venta de un

esclavo en el Valle de Toluca data en 1561 año, fecha de la cual se parte en este

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estudio, mientras que la última carta de compra-venta se registró en 1723,

cerrando con ese año el periodo de análisis.

En cuanto a la captura de los datos, se obtuvo un total de 594 esclavos, de los

cuales se registraron 351 hombres, 240 mujeres y 3 esclavos indefinidos. 1 La

demanda de esclavos hombres fue mayor a la de las mujeres; sin embargo, aún

quedan rubros por analizar, como la edad de los esclavos y su costo.

Las cartas de compra-venta, como documento notarial, constatan la presencia de

esclavos en el Valle de Toluca y estos registros permiten abordar el comercio, en

un inicio y desarrollo de la venta de esclavos. A partir de la captura de datos de las

cartas de compra-venta, se obtuvieron las siguientes variables: el lugar de venta,

lugar de procedencia, sexo, edad, precio, oficio y algunas señas físicas en

específico, como el carimbo de fuego2.

En cuanto al lugar donde se efectuaron las ventas, y de acuerdo a los registros

obtenidos, los esclavos fueron vendidos en Toluca, Metepec, Jilotepec, Jiquipilco,

Atlacomulco, Ocoyoacac, Xalatlaco, Zinacantepec, Cacalomacan y

Temascaltepec; estos lugares fueron los puntos de venta en el Valle de Toluca,

durante el periodo novohispano.

En el siguiente mapa se puede observar la extensión geográfica que comprendía

el Valle de Toluca, y las zonas que la comprendían, el centro, sur y norte; también

se señala con rojo los lugares de venta de los esclavos, de esta manera se da un

panorama de territorio estudiado.

1
En el documento notarial, sólo menciona la cantidad y no el sexo al que pertenece.
2
El carimbo de fuego es la marca sobre la piel, para señalar o identificar a los esclavos.

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Fuente: Estado de México tras la huella de su Historia (1996: 75)

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Otros datos obtenidos en el análisis de las fuentes, fue la calidad o denominación

que se le asignó al esclavo: negro, mulato, morisco, ladino y chino. Para este

estudio conceptual nos basamos en “las premisas biológicas” de Gonzalo Aguirre

Beltrán. Es necesario señalar que el esclavo en la Nueva España fue el sector

social más bajo jerárquicamente, es decir la sociedad estaba compuesta por

clases, los españoles, indios, negros y el derivado de la mezcla de los grupos

sociales, los “mestizos”.

Las denominaciones que se registraron fueron las siguientes: en primer lugar los

negros, estos eran provenientes de África de las regiones del Congo, Angola y

Biafra; los negros criollos, ya nacidos en la Nueva España, o en la misma España;

los mulatos, que fueron la mezcla del español y el negro; los esclavos ladinos, que

estaban familiarizados con la lengua castellana, pues ya sabían esta lengua; los

moriscos, quienes eran súbditos cautivos y prisioneros de guerra del mundo

árabe, llevados como esclavos al Nuevo Mundo.

Otro de los rubros que se analizaron en este estudio fue el carimbo de fuego

(marca de fuego). En efecto, de los esclavos herrados, principalmente en el rostro,

los 563 documentos analizados, se registraron 20 casos en los que se menciona

esta característica en común.

La marca del carimbo que más se repite dentro de los registros es el clavo y una

“s”, que nos indican la palabra esclavo; sin embargo, en dos documentos se

señala en la marca el apellido del amo herrado en el rostro; uno de ellos es

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“Pichardo” y en el otro la marca el nombre del esclavo “Juan Manzera”; estas

marcas son un signo de propiedad.

Abordando otro rubro obtenido de datos registrados, el lugar de procedencia de

los esclavos, este no sólo fue de África. De acuerdo el avance de esta

investigación, se han obtenido otros datos que señalan otros lugares de

procedencia como esclavos, tales como Cartagena de indias, Jamaica y Filipinas

(lugar de procedencia de los esclavos chinos) esto permitió tener un enfoque más

de la red comercial de esclavos, el mercado fue más amplio con otras colonias

españolas y no solo África.

Una de las hipótesis de que probablemente fueron determinantes, en el declive

comercial de esclavos, fue la poca rentabilidad del esclavo y no como mano de

obra, sino más bien que su costo en el mercado fue elevado y algunos

hacendados, optaban por contratar mano de obra temporal, que adquirir esclavos.

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Reflexiones finales

El comercio de esclavos pasó a formar parte de la realidad social del Valle de

Toluca como una práctica común que realizaban algunos habitantes, ya que los

esclavos fueron considerados parte de los bienes económicos del propietario y

eran un indicador del status socio-económico.

Otra de las reflexiones es la amplitud de la categoría del esclavo, esto de acuerdo

a su calidad ya que debido al mestizaje amplio que se dio en la Nueva España y

como se pudo notar en este ensayo, no sólo se identificó al esclavo negro,

también al mulato, ladino, morisco y chino.

Este proceso de la esclavitud como institución jurídica, en la cual una persona es

propiedad de otra no tiene nada de racional, por el contrario es irracional, las leyes

fueron modificadas para esta práctica, los esclavos como mano de obra fueron la

fuerza de trabajo que perduro hasta la abolición de esta práctica en 1810 con la

independencia de México y ya se puede hablar de un cambio para esta condición

de esclavo.

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Bibliografía

 Aguirre Beltrán, Gonzalo (1994), El negro esclavo en la Nueva España,

México Fondo de Cultura Económica.

 Flores García, Georgina (1982), Compra-venta de esclavos según los

documentos de la Notaría No. 1 de la ciudad de Toluca, 1579-1660, Tesis

de licenciatura, México, Universidad Autónoma del Estado de México

 Gerhard, Peter (1986), Geografía histórica de la Nueva España 1519-1821,

México, Universidad Autónoma del estado de México.

 Hugh, Thomas (1988), La trata de esclavos historia del tráfico de seres

humanos de 1440 a 1870, España, Planeta.

 Iracheta Cenecorta, Ma. Del Pilar (1996), “El Valle de Toluca en los siglos

XVI y XVII en Elvia Montes de Oca y Ma. Del Pilar Iracheta Cenecorta

(coords.), Estado de México tras la huella de su Historia, México, El colegio

de México.

 Saco, José Antonio (1974), Historia de la esclavitud, España, Jucar.

 Zamudio, Guadalupe (2002), “La clase trabajadora en el Valle deToluca

durante el siglo XVI”, en Zamudio Guadalupe y Aranda José (coords.), Valle

de Toluca Devenir social y cultural, México, Centro de Investigación y

estudios avanzados en Ciencias Sociales y Humanidades.

 Semo, Enrique (1991), Historia del capitalismo en México: Los orígenes

1521/1763, México, Era.

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Bibliografía: [Sugeriría mejor Fuentes consultadas y luego dividir en
Bibliografia, Recursos electrónicos y así]

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