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Este documento describe dos enfoques para liberarse del dominio de las emociones negativas: 1) trabajar a nivel energético para liberar bloqueos emocionales inconscientes, y 2) un trabajo consciente sobre los pensamientos que alimentan las emociones. Al reconocer las emociones sin juicios y cambiar voluntariamente los pensamientos que las generan, se puede debilitar su influencia de forma duradera. Dominar las emociones significa utilizar su energía de forma consciente y voluntaria para el bienestar propio y de los dem
Este documento describe dos enfoques para liberarse del dominio de las emociones negativas: 1) trabajar a nivel energético para liberar bloqueos emocionales inconscientes, y 2) un trabajo consciente sobre los pensamientos que alimentan las emociones. Al reconocer las emociones sin juicios y cambiar voluntariamente los pensamientos que las generan, se puede debilitar su influencia de forma duradera. Dominar las emociones significa utilizar su energía de forma consciente y voluntaria para el bienestar propio y de los dem
Este documento describe dos enfoques para liberarse del dominio de las emociones negativas: 1) trabajar a nivel energético para liberar bloqueos emocionales inconscientes, y 2) un trabajo consciente sobre los pensamientos que alimentan las emociones. Al reconocer las emociones sin juicios y cambiar voluntariamente los pensamientos que las generan, se puede debilitar su influencia de forma duradera. Dominar las emociones significa utilizar su energía de forma consciente y voluntaria para el bienestar propio y de los dem
El dominio de las emociones mediante el relajamiento de la mente
…Hacer un trabajo consciente sobre nuestros estados de ánimo, aprender a elegir
nuestros pensamientos en lugar de continuar pensando de una forma mecánica, como lo hemos hecho hasta ahora a causa de nuestras programaciones, puede facilitar efectiva y grandemente el trabajo de liberación emocional. Podemos definir las programaciones mentales-emocionales “negativas” como aquéllas que no nos aportan dicha y nos separan de los otros: miedo, agresividad, resentimiento, odio, cólera, celos, egoísmo, arrogancia, presunción, orgullo, etc. La liberación del dominio de las emociones negativas puede hacerse con la ayuda de dos aproximaciones que se completan y se combinan eficazmente. - LA PRIMERA FORMA de desactivar esas programaciones es trabajar directamente a nivel energético a fin de abordar ciertas capas del inconsciente…La energía no circula libremente, hay bloqueos. Si conseguimos dar salida a la energía así retenida a nivel inconsciente, se produce un desahogo emocional porque todos nuestros cuerpos están estrechamente ligados y son interdependientes unos de otros. Estos enfoques frecuentemente resultan incompletos. Lo mismo sucede con los métodos que trabajan directa y exclusivamente sobre la liberación emocional. Para que haya una liberación DURADERA tiene que haber no sólo descarga emocional sino también CAMBIO DE CONCIENCIA. -LA SEGUNDA FORMA es el trabajo consciente que permite al proceso de liberación energético-emocional producir resultados más seguros y más permanentes. EL TRABAJO SOBRE LOS CONTEXTOS DE PENSAMIENTO forma parte del trabajo en conciencia. ES SÓLO EN LA EXPERIENCIA COTIDIANA DONDE PODEMOS MEDIR NUESTRO GRADO DE DOMINIO Y DE LIBERTAD y no en un sistema filosófico por brillante que este sea. Una liberación energética puede aportar un cambio de conciencia, y una toma de conciencia produce tarde o temprano una liberación energética porque energía y conciencia son dos aspectos de la misma realidad. Cambiar de estado de ánimo facilita la transformación de nuestras reacciones emocionales porque en el nivel de evolución en que el ser humano actual se encuentra, detrás de toda emoción reactivada, existe siempre un pensamiento, rudimentario o elaborado, consciente, inconsciente o eventualmente supraconsciente. A FIN DE TRANSFORMAR LAS EMOCIONES DEBEREMOS TRABAJAR SOBRE LA TRANSFORMACIÓN MISMA DE NUESTRO SISTEMA MENTAL, SOBRE NUESTRO NIVEL DE CONSCIENCIA Y APRENDER A UTILIZAR LA ENERGÍA MENTAL EFICAZ Y ARMONIOSAMENTE PARA DOMINAR NUESTRAS EMOCIONES. DOMINAR las emociones quiere decir apropiarse, con la ayuda de nuestra mente despejada, de la potencia y la energía de nuestras emociones a fin de UTILIZARLAS conscientemente para nuestro bienestar y el de las personas que nos rodean. DOMINAR es ser capaz de utilizar la energía de una emoción según nuestra propia voluntad y nuestra propia intención o la voluntad y la intención de nuestro SER. NUESTRO ESTADO EMOCIONAL DEPENDE DE LA CALIDAD DE LA SUBSTANCIA MENTAL QUE UTILICEMOS. ESTA CAPACIDAD DE PERMANECER CENTRADO ES ELEMENTO ESENCIAL, QUE PERMITE HACER UN TRABAJO EFICAZ E INTELIGENTE SOBRE UNO MISMO.
EL DOMINIO DE LAS EMOCIONES. Cuando experimentamos emociones negativas
existen tres respuestas posibles: - Ignorar, negar y reprimir la emoción - Identificarse con la emoción - Reconocer la emoción y la energía que canaliza sin reproches ni juicios. COBRAMOS CONCIENCIA, TANTO COMO PODEMOS, DE LOS PENSAMIENTOS Y DE LAS CREENCIAS QUE ALIMENTAN ESAS EMOCIONES. ESTO NO ES MUY DIFÍCIL. CUANDO UNA EMOCIÓN EMERGE, PODEMOS ELEGIR ESCUCHAR TODO LO QUE NOS DECIMOS A NOSOTROS MISMOS, TODO LO QUE PENSAMOS A PROPÓSITO DE LOS DEMÁS O DE LA VIDA EN ESE MOMENTO. TOMAMOS LA POSICIÓN DE OBSERVADOR. Al actuar como observador compasivo y amable, vemos lo que pasa en nosotros, con toda nuestra inteligencia, nuestra sabiduría y nuestro amor hacia nosotros mismos y hacia los demás. ESTAR DISPUESTO CONSCIENTE Y VOLUNTARIAMENTE A CAMBIAR EL CONTEXTO DE LOS PENSAMIENTOS ES EMPEZAR A DOMINAR LA MECÁNICA MENTAL. Esto se hace en un espacio de amor incondicional hacia sí mismo y de aceptación de nuestros propios límites del momento. A veces lograremos fácilmente cambiar el contexto de pensamientos, pensando de una forma diferente y, por ende, transformando la emoción (no olvidemos que todo ser humano tiene, potencialmente, el poder de elegir sus pensamientos). CADA VEZ QUE LO LOGREMOS, HABREMOS DISMINUIDO EL PODER DE ESTA EMOCIÓN SOBRE NUESTRA PERSONALIDAD. El simple hecho de haber podido observarse a sí mismo y así desidentificarse aunque por unos instantes, de la emoción sentida, debilita la carga energética de ésta. Y de este modo, paso a paso, experiencia tras experiencia, construimos el control de nuestras emociones. Vamos a comparar el hecho de experimentar una emoción negativa con el de tener una bañera que desagua mal y que tiene un grifo que gotea constantemente: tenemos problemas de fontanería. De repente nos damos cuenta de que la bañera está a punto de desbordarse. Existen tres tipos de reacciones posible: -Negamos la evidencia, hacemos como si no pasara nada. Nos preguntan unos amigo que han venido a casa cómo nos va todo y les decimos que de maravilla al tiempo que amontonamos toallas delante de la puerta del baño para que el agua no entre al salón. Esto nos demanda mucha energía para contener el agua y para hacer como si no ocurriera nada. -Reconocemos el problema de fontanería, pero no pensamos que podamos hacer algo para resolverlo. Les contamos a los amigos lo que nos pasa. Todos dirán que no pueden hacer nada. Experimentar la vida a partir de emociones no dominadas no nos facilita la paz, la armonía ni el bienestar interior. -Reconocemos que nuestra bañera no funciona y no nos declaramos impotentes frente al problema. Aprendemos a cuidar y reparar nuestra casa. Desatascamos las tuberías, limpiamos las suciedades y ponemos nuevos tubos si hace falta. Nos sentimos cada vez más dueños de la casa y estamos contentos de vivir en ella. ESTA POSICIÓN DE TRABAJO CONSCIENTE Y DE BUENA VOLUNTAD FRENTE A NUESTRAS EMOCIONES NEGATIVAS APORTAN UNA LIBERACIÓN REAL Y PERDURABLE SOBRE LA INFLUENCIA QUE ESAS EMOCIONES PUEDEN TENER EN NOSOTROS. Este trabajo permite liberarnos del dominio de la mente inferior controlando y limitando toda sensibilidad emocional para adquirir dominio con la ayuda de la mente superior. ES POSIBLE TRANSFORMAR NUESTRA ENERGÍA EMOCIONAL ADQUIRIENDO LA MAESTRÍA O MANEJO DE NUESTROS SISTEMAS DE PENSAMIENTOS. Aprender a cambiar de contexto de pensamientos es una esencial del trabajo en conciencia.