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Gianfranco Bettetini ¿Qué me han representado y me representan los media?

Saussure, por ejemplo, en su discur- acepción por la cual el término ha sido de-

¿Qué me han representado y


so sobre el signo hace referencia poquí- finido al comienzo de este apartado: «re-
simas veces al término «representación», presentación» en tanto restitución visible/
pero lo sustituye por aquel de «valor», en- perceptible de una realidad, material o in-
tendido como elemento de un sistema material. Es decir, haremos referencia a las

me representan los media?


económico antes que psíquico, como va- semióticas «de la representación» que,
lor de cambio, no definible en sí, sino por como las prácticas filosóficas, sociológicas,
la diferencia que lo separa de los otros psicológicas y antropológicas así definidas,
valores.3 Si la representación es un susti- se ocupan de aquellas manifestaciones
tuto, el suplemento de una presencia di- expresivas y comunicativas ejercitadas en
ferida en el tiempo y en el espacio, es tam- las llamadas «Artes de la representación»
bién cualquier cosa que se añade, que lo (visual y sonora), donde el término «Artes»
integra, constituyendo una idealidad. El no intenta tener algún valor de juicio esté-
valor saussuriano es un algo que tiene tico. Por consiguiente, pintura y escultura
lugar, un suplemento, un representan- y cine y televisión y publicidad y editorial y
te; pero en última instancia, se abre so- comunicación de empresa y, en fin, nue-
bre nada: delimitado por los otros valo- vos media. Específicamente a estos últimos
res, en una cadena indefinida de reen- será reservada una particular atención,
víos, él señala –y asigna– el lugar de una luego de un justificado y general excurso
ausencia total, un espacio en blanco que histórico- teórico, vistas las ligazones que
1. Representación no podrá jamás ser llenado.4 su hacer establece a menudo entre repre-
La misma noción pierceana de sentación e interacción, entre represen-
Gianfranco Bettetini
«interpretante» se coloca paradojalmente tación y comunicación.
Profesor ordinario de Teoría y Ha sido Profesor invitado en la El concepto de «representación», como
Técnica de las Comunicaciones Universidad de Lodz, Katowice y en la estela del pensamiento de Saussure, En esta perspectiva, la elaboración teó-
es notorio, interesa a las ciencias
de Masa en la Facultad de Cracovia (Polonia), en la UNAM como hemos puesto ya muchas veces en rica se ha desarrollado a partir de las re-
semióticas y, en general, a las ciencias
Ciencias Lingüísticas y de (Ciudad de México), Piura evidencia, porque instituye una línea di- flexiones sobre los procesos de «imita-
Literatura Extranjera en la (Perú), Pamplona (España). Es humanísticas desde diversos puntos de
námica e interpretativa donde la inter- ción», en un primer momento estática y
Universidad Católica de Milán, miembro del consejo científico vista: como operación cognitiva por me-
pretación es esencialmente «una repre- luego dinámica, para encaminarse des-
donde también es director de la del Instituto Gemelli-Musatti dio de la cual un objeto (material o men-
Escuela Media de para los problemas de la sentación y un juicio». 5 pués a lo largo de los senderos de la analo-
tal) resulta más o menos claramente pre-
Comunicación y Espectáculo. comunicación. Es responsable Las dos posiciones comúnmente con- gía y, al final, de la simbolización, más o
sente en la conciencia; como contenido
Se ocupa de una veintena de del programa Sócrates que sideradas como originarias de las ciencias menos codificada. Pero, ¿imitación de qué
temas ligados a la relación involucra a Italia, Alemania, mental intuitivo, distinto de la percepción
semióticas poco después han estado y es- cosa? En primer lugar de la naturaleza, cier-
entre comunicación y sociedad. Francia y Portugal. Colabora por el hecho de que su objeto está ausen-
tán continuamente sufriendo integracio- to; pero, luego, sobre todo de la acción y de
Su actividad de investigación con la revista Semiótica y con el te; como restitución visible/perceptible de
cubre sectores muy diversos, grupo de trabajo de Thomas nes recíprocas y derivaciones diversas: sea las ideas, del pensamiento, del razona-
una realidad mediante signos de natura-
desde la reconstrucción crítica Sebeok en la Universidad de en el sentido de una extremización de sus miento, de las sensaciones, de las per-
leza diversa.1 Aunque las reflexiones so-
de la historia de la televisión Indiana (USA). Ha sido postulados, sea en aquello de la recupera- cepciones, de los sentimientos...
en Italia hasta el escenario Secretario General de la bre el signo y sus procesos de significa-
ción de una dimensión referencial, distin- En todo caso, nos ha parecido correcto
europeo de la neotelevisión, Asociación Internacional de ción hubieran atravesado toda la historia
ta tanto del «valor» de Saussure como del iniciar este breve tratamiento precisa-
desde la industria cultural a las Estudios Semióticos (IASS) en del pensamiento occidental –y, en parte,
nuevas tecnologías. los años 1979-1984. «objeto dinámico» de Pierce. Y siempre mente desde el concepto tan elaborado y
también del oriental2– es a fines del siglo
entra en juego, para hacer de vertiente o
XVIIIsiglo sisiglo y en los primeros dece- estudiado de «imitación».
para instituir puentes de relaciones diver-
nios del XIX que se va afirmando una dis-
sas, la noción de «representación». De cual-
ciplina nueva, específicamente focalizada 2. La imitación
quier modo, en esta ocasión, no nos ocu-
sobre estos aspectos del proceder huma-
paremos de los problemas universales co-
no (y animal), que en la segunda parte del
nectados a las relaciones entre lenguajes, Los filósofos pre-socráticos, los estoi-
siglo XX estará definida como semiología
discursos, representaciones mentales y cos y los escépticos han abordado la re-
y luego como semiótica.
realidad, sino precisamente de la tercera presentación desde un punto de vista pro-

1
Cfr. N. Zingarelli, Vocabolario della lingua italiana, X ed., Bologna, N. Zingarelli S.p.A., 1970, p. 1414.
2
Cfr. O. Calabrese, Breve storia della semiotica. Dai presocratici a Hegel, Milano, Feltrinelli, 2001.
3
Cfr. G. Bettetini, Produzione del senso e messa in scena, Milano, Bompiani, 1975, pp. 9-52.
Traducción: Paula Cannova 4
Ibid.
Revisión Técnica: Mariel Ciafardo / Nora Minuchin 5
Ver M.A. Bonfantini, Breve corso di semiotica, Napoli, Edizioni Scientifiche Italiane, p. 12.

10 - La Puerta FBA La Puerta FBA - 11


Gianfranco Bettetini ¿Qué me han representado y me representan los media?

Saussure, por ejemplo, en su discur- acepción por la cual el término ha sido de-

¿Qué me han representado y


so sobre el signo hace referencia poquí- finido al comienzo de este apartado: «re-
simas veces al término «representación», presentación» en tanto restitución visible/
pero lo sustituye por aquel de «valor», en- perceptible de una realidad, material o in-
tendido como elemento de un sistema material. Es decir, haremos referencia a las

me representan los media?


económico antes que psíquico, como va- semióticas «de la representación» que,
lor de cambio, no definible en sí, sino por como las prácticas filosóficas, sociológicas,
la diferencia que lo separa de los otros psicológicas y antropológicas así definidas,
valores.3 Si la representación es un susti- se ocupan de aquellas manifestaciones
tuto, el suplemento de una presencia di- expresivas y comunicativas ejercitadas en
ferida en el tiempo y en el espacio, es tam- las llamadas «Artes de la representación»
bién cualquier cosa que se añade, que lo (visual y sonora), donde el término «Artes»
integra, constituyendo una idealidad. El no intenta tener algún valor de juicio esté-
valor saussuriano es un algo que tiene tico. Por consiguiente, pintura y escultura
lugar, un suplemento, un representan- y cine y televisión y publicidad y editorial y
te; pero en última instancia, se abre so- comunicación de empresa y, en fin, nue-
bre nada: delimitado por los otros valo- vos media. Específicamente a estos últimos
res, en una cadena indefinida de reen- será reservada una particular atención,
víos, él señala –y asigna– el lugar de una luego de un justificado y general excurso
ausencia total, un espacio en blanco que histórico- teórico, vistas las ligazones que
1. Representación no podrá jamás ser llenado.4 su hacer establece a menudo entre repre-
La misma noción pierceana de sentación e interacción, entre represen-
Gianfranco Bettetini
«interpretante» se coloca paradojalmente tación y comunicación.
Profesor ordinario de Teoría y Ha sido Profesor invitado en la El concepto de «representación», como
Técnica de las Comunicaciones Universidad de Lodz, Katowice y en la estela del pensamiento de Saussure, En esta perspectiva, la elaboración teó-
es notorio, interesa a las ciencias
de Masa en la Facultad de Cracovia (Polonia), en la UNAM como hemos puesto ya muchas veces en rica se ha desarrollado a partir de las re-
semióticas y, en general, a las ciencias
Ciencias Lingüísticas y de (Ciudad de México), Piura evidencia, porque instituye una línea di- flexiones sobre los procesos de «imita-
Literatura Extranjera en la (Perú), Pamplona (España). Es humanísticas desde diversos puntos de
námica e interpretativa donde la inter- ción», en un primer momento estática y
Universidad Católica de Milán, miembro del consejo científico vista: como operación cognitiva por me-
pretación es esencialmente «una repre- luego dinámica, para encaminarse des-
donde también es director de la del Instituto Gemelli-Musatti dio de la cual un objeto (material o men-
Escuela Media de para los problemas de la sentación y un juicio». 5 pués a lo largo de los senderos de la analo-
tal) resulta más o menos claramente pre-
Comunicación y Espectáculo. comunicación. Es responsable Las dos posiciones comúnmente con- gía y, al final, de la simbolización, más o
sente en la conciencia; como contenido
Se ocupa de una veintena de del programa Sócrates que sideradas como originarias de las ciencias menos codificada. Pero, ¿imitación de qué
temas ligados a la relación involucra a Italia, Alemania, mental intuitivo, distinto de la percepción
semióticas poco después han estado y es- cosa? En primer lugar de la naturaleza, cier-
entre comunicación y sociedad. Francia y Portugal. Colabora por el hecho de que su objeto está ausen-
tán continuamente sufriendo integracio- to; pero, luego, sobre todo de la acción y de
Su actividad de investigación con la revista Semiótica y con el te; como restitución visible/perceptible de
cubre sectores muy diversos, grupo de trabajo de Thomas nes recíprocas y derivaciones diversas: sea las ideas, del pensamiento, del razona-
una realidad mediante signos de natura-
desde la reconstrucción crítica Sebeok en la Universidad de en el sentido de una extremización de sus miento, de las sensaciones, de las per-
leza diversa.1 Aunque las reflexiones so-
de la historia de la televisión Indiana (USA). Ha sido postulados, sea en aquello de la recupera- cepciones, de los sentimientos...
en Italia hasta el escenario Secretario General de la bre el signo y sus procesos de significa-
ción de una dimensión referencial, distin- En todo caso, nos ha parecido correcto
europeo de la neotelevisión, Asociación Internacional de ción hubieran atravesado toda la historia
ta tanto del «valor» de Saussure como del iniciar este breve tratamiento precisa-
desde la industria cultural a las Estudios Semióticos (IASS) en del pensamiento occidental –y, en parte,
nuevas tecnologías. los años 1979-1984. «objeto dinámico» de Pierce. Y siempre mente desde el concepto tan elaborado y
también del oriental2– es a fines del siglo
entra en juego, para hacer de vertiente o
XVIIIsiglo sisiglo y en los primeros dece- estudiado de «imitación».
para instituir puentes de relaciones diver-
nios del XIX que se va afirmando una dis-
sas, la noción de «representación». De cual-
ciplina nueva, específicamente focalizada 2. La imitación
quier modo, en esta ocasión, no nos ocu-
sobre estos aspectos del proceder huma-
paremos de los problemas universales co-
no (y animal), que en la segunda parte del
nectados a las relaciones entre lenguajes, Los filósofos pre-socráticos, los estoi-
siglo XX estará definida como semiología
discursos, representaciones mentales y cos y los escépticos han abordado la re-
y luego como semiótica.
realidad, sino precisamente de la tercera presentación desde un punto de vista pro-

1
Cfr. N. Zingarelli, Vocabolario della lingua italiana, X ed., Bologna, N. Zingarelli S.p.A., 1970, p. 1414.
2
Cfr. O. Calabrese, Breve storia della semiotica. Dai presocratici a Hegel, Milano, Feltrinelli, 2001.
3
Cfr. G. Bettetini, Produzione del senso e messa in scena, Milano, Bompiani, 1975, pp. 9-52.
Traducción: Paula Cannova 4
Ibid.
Revisión Técnica: Mariel Ciafardo / Nora Minuchin 5
Ver M.A. Bonfantini, Breve corso di semiotica, Napoli, Edizioni Scientifiche Italiane, p. 12.

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Gianfranco Bettetini ¿Qué me han representado y me representan los media?

tosemiótico solamente en relación a la fic- en sus operaciones alguna cosa personal, ra suceder: al respecto, Aristóteles cita a De ahí, verosimilitud en la imitación y
ción sígnica, a la modalidad que el signo subjetiva; sólo así sus «imágenes» perde- Agatón, según el cual «es del todo verosí- de la imitación: pero, ¿por qué el hombre
manifiesta para presentificar una cierta rían la connotación negativa platónica y mil que sucedan también casos contra- (y, a veces, los animales, asumimos noso-
realidad. Es con Platón y, sobre todo, con llegarían a ser eikón, no más phantasma- rios al verosímil».12 tros), está así llevado a imitar y a compla-
Aristóteles que el problema de la repre- ta. En este punto, Aristóteles se destaca El Estarigita –para continuar haciendo cerse de la imitación? Aristóteles habla de
sentación se pone en una perspectiva radicalmente de Platón, concibiendo la referencia a la poesía épica y, en particular, connaturalidad de la imitación en el hom-
privilegiada en este breve ensayo: ambos imagen como un objeto en sí subsistente a Homero, que «ha sobre todo también en- bre desde niño, del hecho que todos se ale-
filósofos fundan sus argumentaciones y no como un estado psíquico.8 Al mismo señado a los otros cómo se debe decir lo fal- gran, de la eficacia persuasiva de la armo-
ciertamente sobre la noción de mímesis. tiempo, define como objeto de la poesía, so», a través de la forma del paralogismo: nía y del ritmo: en pocas palabras, retoma,
Sea Platón, sea Aristóteles (con proceden- como su materia, tanto en la versión épi- modelo de razonamiento que consiente con matices muy diversos, la noción plató-
cias de presupuestos muy diversos) dis- ca como en aquella trágica, las acciones decir lo falso en modo verosímil– concentra nica de placer. Para Aristóteles el placer, al
tinguen al respecto, en cada mímesis, el de los hombres: acciones en las cuales, siempre más su atención sobre la tragedia menos aquel procurado por la imitación,
plano de «aquello que» dicen los poetas siempre diferenciándose de Platón, la no- y sobre la comedia. Ambas, afirma, nacen no es más un elemento negativo, no es más
(el lógos y el mythos) de «cómo» lo dicen ción de «felicidad» se entrelaza con la de de la improvisación y se desarrollan hasta sólo «fascinación o encanto», sino una ac-
(la lexis).6 «fortuna», de casualidad.9 Si las acciones conseguir su propia naturaleza y una pro- tividad (una energía) y, como tal, «perfecto
Para Platón, la poesía no es más que son la materia de la imitación y del arte, el pia codificación autoral contingente: es de- en cada momento suyo».13 En esta perspec-
imitación de imitaciones, una imitación mito (que es la imitación de la acción) lo cir, se habría verificado cuanto muchos si- tiva, Aristóteles parece aproximarse a las
de segundo grado: él establece, a propósi- es de la forma. En el mito, y en las vicisitu- glos después habría sucedido en la Come- reflexiones de Epicureo. En el fondo, po-
to de la poesía y de la pintura, una dife- des de los personajes, que se transforman dia del Arte italiana hasta la reforma goldo- dría pensarse que Aristóteles deriva del
rencia sustancial entre el «phàntasma» – de individuos históricos en figuras univer- niana y, podremos decir, cuanto ha carac- propio placer procurado por la fruición del
que no respeta las proporciones existen- sales, Aristóteles identifica el pasaje «del terizado y está caracterizando la así llama- mito, del relato y de sus partes, de las ac-
tes en el modelo– y el «eikón» –que sí las plano de la sustancia, que en su significa- da Neotelevisión en sus efímeras eleccio- ciones representadas, aquella purificación
respeta. Pero, en cada caso, una vez con- do original es siempre singular, a aquél nes de transportar al video casos humanos de las pasiones y por las pasiones tan cele-
sideradas las obras poéticas y pictóricas de la cualidad que (…) son siempre univer- y dolorosos de la vida de cada día –verdade- brada en los siglos con el nombre de «catar-
como carentes de alguna utilidad, les ad- sales porque predicabili de pluribus». 10 Y ras tragedias grotescamente espectacula- sis». En realidad, como nota justamente
mite una justificación sólo en el placer aquí se manifiesta, en Aristóteles, el pro- rizadas–, imponiendo una propia estructu- Pesce, Aristóteles dedica a este término
procurado en el auditor o en el especta- blema de lo «creíble» o de lo «verosímil», ra expresiva y narrativa típica del medio, sólo un renglón de la Poética, refiriéndose
dor. Esto del placer es un tema recupera- problema que permanecerá vivo a través para después traducirlas directamente en al lenguaje médico y mágico-religioso,
do por Aristóteles, que permite vislum- de todos los siglos hasta nuestros días y programas seriales bien confeccionados y mientras es en el último libro de la Política
brar una relación marcada entre las anti- que atraerá las atenciones y especulacio- propuestos, contra la lección aristotélica, que el Estagirita se concentra con mayor
guas argumentaciones filosóficas y las nes en todos los ámbitos de las ciencias como fragmentos de vida, como ventanas atención y profundidad.
más modernas consideraciones de natu- humanísticas. Aristóteles diferencia el abiertas al mundo, como registros «pasivos» Aquello que en este punto nos interesa
raleza pragmática e interactiva. En Aris- trabajo del poeta de aquel del historiador: de la realidad. es de cualquier modo el hecho que la
tóteles la mímesis no está más entendi- el primero dice las cosas que pudieran El hecho es que el recurso a las «peripe- mímesis, la imitación, connotada negativa-
da como una imitación al cuadrado, sino suceder, el otro las acontecidas.11 El poeta cias» y a los «reconocimientos», fenómenos mente en Platón, asume para Aristóteles
como una actividad humana que «se mo- sería más noble y más filosófico que el siempre actuales en las manifestaciones un valor positivo, sea cuando es convenida
dela sobre el procedimiento que sigue la historiador porque el primero trata so- representativas, para Aristóteles hubiera respecto al medio (ritmo, melodía y metro),
naturaleza».7 Por lo tanto, no más como bre lo universal, el otro sobre lo particu- derivado del mito, de la composición de las sea cuando lo es respecto al objeto (caracte-
imitación de la naturaleza en sí misma, lar. El poeta (sobre todo el épico y el trági- acciones, que debería ser la parte más im- res buenos o malos) y respecto al modo (na-
sino de sus principios, de sus leyes, de sus co) actúa en el ámbito de lo posible, de la portante de la elaboración de la tragedia y rración en primera o en tercera persona).14
procesos que la caracterizan: el artista, verosimilitud y de la necesidad; el histo- de la comedia, mientras hoy (y no sólo en La imitación puede referirse tanto a las co-
considerado como «fabricante» de imáge- riador en aquello de lo particular. Verosí- televisión) el mito es descuidado en favor sas cual fueron o son, tanto a cuales se dice
nes, no debería cometer el error de incluir mil es, por consiguiente, eso que pudie- del impacto de algunas situaciones que, o parecen ser, cuanto a cuales debieran ser.15
combinándose la una con la otra, debieran Imitación y verosimilitud son por con-
construir inductivamente un pequeño mito siguiente las dos categorías sobre las cua-
6
Cfr. el ensayo introductorio de D. Pesce a Aristotele, Poetica, con texto comparativo en griego, Milano, Rusconi Libri, 1995, p. 9. casual derivado del encuentro entre la re- les se construye la noción de «representa-
Haremos referencia a este texto y, naturalmente, a la sucesiva traducción de la Poetica en las próximas consideraciones sobre los presentación y el espectador. ción» para el filósofo griego más atento a
dos filósofos griegos.
7
Ibíd., p.14
8
Ibíd., p. 26. 12
Ibíd., p. 107.
9
Ibíd., p. 18. 13
Ibíd., Introducción de D. Pesce, p. 30.
10
Ibíd., p. 24. 14
Ibíd., «Parole Chiave», p. 199.
11
Poética, ibíd., p. 77. 15
Ibíd., Poetica , p. 133.

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Gianfranco Bettetini ¿Qué me han representado y me representan los media?

tosemiótico solamente en relación a la fic- en sus operaciones alguna cosa personal, ra suceder: al respecto, Aristóteles cita a De ahí, verosimilitud en la imitación y
ción sígnica, a la modalidad que el signo subjetiva; sólo así sus «imágenes» perde- Agatón, según el cual «es del todo verosí- de la imitación: pero, ¿por qué el hombre
manifiesta para presentificar una cierta rían la connotación negativa platónica y mil que sucedan también casos contra- (y, a veces, los animales, asumimos noso-
realidad. Es con Platón y, sobre todo, con llegarían a ser eikón, no más phantasma- rios al verosímil».12 tros), está así llevado a imitar y a compla-
Aristóteles que el problema de la repre- ta. En este punto, Aristóteles se destaca El Estarigita –para continuar haciendo cerse de la imitación? Aristóteles habla de
sentación se pone en una perspectiva radicalmente de Platón, concibiendo la referencia a la poesía épica y, en particular, connaturalidad de la imitación en el hom-
privilegiada en este breve ensayo: ambos imagen como un objeto en sí subsistente a Homero, que «ha sobre todo también en- bre desde niño, del hecho que todos se ale-
filósofos fundan sus argumentaciones y no como un estado psíquico.8 Al mismo señado a los otros cómo se debe decir lo fal- gran, de la eficacia persuasiva de la armo-
ciertamente sobre la noción de mímesis. tiempo, define como objeto de la poesía, so», a través de la forma del paralogismo: nía y del ritmo: en pocas palabras, retoma,
Sea Platón, sea Aristóteles (con proceden- como su materia, tanto en la versión épi- modelo de razonamiento que consiente con matices muy diversos, la noción plató-
cias de presupuestos muy diversos) dis- ca como en aquella trágica, las acciones decir lo falso en modo verosímil– concentra nica de placer. Para Aristóteles el placer, al
tinguen al respecto, en cada mímesis, el de los hombres: acciones en las cuales, siempre más su atención sobre la tragedia menos aquel procurado por la imitación,
plano de «aquello que» dicen los poetas siempre diferenciándose de Platón, la no- y sobre la comedia. Ambas, afirma, nacen no es más un elemento negativo, no es más
(el lógos y el mythos) de «cómo» lo dicen ción de «felicidad» se entrelaza con la de de la improvisación y se desarrollan hasta sólo «fascinación o encanto», sino una ac-
(la lexis).6 «fortuna», de casualidad.9 Si las acciones conseguir su propia naturaleza y una pro- tividad (una energía) y, como tal, «perfecto
Para Platón, la poesía no es más que son la materia de la imitación y del arte, el pia codificación autoral contingente: es de- en cada momento suyo».13 En esta perspec-
imitación de imitaciones, una imitación mito (que es la imitación de la acción) lo cir, se habría verificado cuanto muchos si- tiva, Aristóteles parece aproximarse a las
de segundo grado: él establece, a propósi- es de la forma. En el mito, y en las vicisitu- glos después habría sucedido en la Come- reflexiones de Epicureo. En el fondo, po-
to de la poesía y de la pintura, una dife- des de los personajes, que se transforman dia del Arte italiana hasta la reforma goldo- dría pensarse que Aristóteles deriva del
rencia sustancial entre el «phàntasma» – de individuos históricos en figuras univer- niana y, podremos decir, cuanto ha carac- propio placer procurado por la fruición del
que no respeta las proporciones existen- sales, Aristóteles identifica el pasaje «del terizado y está caracterizando la así llama- mito, del relato y de sus partes, de las ac-
tes en el modelo– y el «eikón» –que sí las plano de la sustancia, que en su significa- da Neotelevisión en sus efímeras eleccio- ciones representadas, aquella purificación
respeta. Pero, en cada caso, una vez con- do original es siempre singular, a aquél nes de transportar al video casos humanos de las pasiones y por las pasiones tan cele-
sideradas las obras poéticas y pictóricas de la cualidad que (…) son siempre univer- y dolorosos de la vida de cada día –verdade- brada en los siglos con el nombre de «catar-
como carentes de alguna utilidad, les ad- sales porque predicabili de pluribus». 10 Y ras tragedias grotescamente espectacula- sis». En realidad, como nota justamente
mite una justificación sólo en el placer aquí se manifiesta, en Aristóteles, el pro- rizadas–, imponiendo una propia estructu- Pesce, Aristóteles dedica a este término
procurado en el auditor o en el especta- blema de lo «creíble» o de lo «verosímil», ra expresiva y narrativa típica del medio, sólo un renglón de la Poética, refiriéndose
dor. Esto del placer es un tema recupera- problema que permanecerá vivo a través para después traducirlas directamente en al lenguaje médico y mágico-religioso,
do por Aristóteles, que permite vislum- de todos los siglos hasta nuestros días y programas seriales bien confeccionados y mientras es en el último libro de la Política
brar una relación marcada entre las anti- que atraerá las atenciones y especulacio- propuestos, contra la lección aristotélica, que el Estagirita se concentra con mayor
guas argumentaciones filosóficas y las nes en todos los ámbitos de las ciencias como fragmentos de vida, como ventanas atención y profundidad.
más modernas consideraciones de natu- humanísticas. Aristóteles diferencia el abiertas al mundo, como registros «pasivos» Aquello que en este punto nos interesa
raleza pragmática e interactiva. En Aris- trabajo del poeta de aquel del historiador: de la realidad. es de cualquier modo el hecho que la
tóteles la mímesis no está más entendi- el primero dice las cosas que pudieran El hecho es que el recurso a las «peripe- mímesis, la imitación, connotada negativa-
da como una imitación al cuadrado, sino suceder, el otro las acontecidas.11 El poeta cias» y a los «reconocimientos», fenómenos mente en Platón, asume para Aristóteles
como una actividad humana que «se mo- sería más noble y más filosófico que el siempre actuales en las manifestaciones un valor positivo, sea cuando es convenida
dela sobre el procedimiento que sigue la historiador porque el primero trata so- representativas, para Aristóteles hubiera respecto al medio (ritmo, melodía y metro),
naturaleza».7 Por lo tanto, no más como bre lo universal, el otro sobre lo particu- derivado del mito, de la composición de las sea cuando lo es respecto al objeto (caracte-
imitación de la naturaleza en sí misma, lar. El poeta (sobre todo el épico y el trági- acciones, que debería ser la parte más im- res buenos o malos) y respecto al modo (na-
sino de sus principios, de sus leyes, de sus co) actúa en el ámbito de lo posible, de la portante de la elaboración de la tragedia y rración en primera o en tercera persona).14
procesos que la caracterizan: el artista, verosimilitud y de la necesidad; el histo- de la comedia, mientras hoy (y no sólo en La imitación puede referirse tanto a las co-
considerado como «fabricante» de imáge- riador en aquello de lo particular. Verosí- televisión) el mito es descuidado en favor sas cual fueron o son, tanto a cuales se dice
nes, no debería cometer el error de incluir mil es, por consiguiente, eso que pudie- del impacto de algunas situaciones que, o parecen ser, cuanto a cuales debieran ser.15
combinándose la una con la otra, debieran Imitación y verosimilitud son por con-
construir inductivamente un pequeño mito siguiente las dos categorías sobre las cua-
6
Cfr. el ensayo introductorio de D. Pesce a Aristotele, Poetica, con texto comparativo en griego, Milano, Rusconi Libri, 1995, p. 9. casual derivado del encuentro entre la re- les se construye la noción de «representa-
Haremos referencia a este texto y, naturalmente, a la sucesiva traducción de la Poetica en las próximas consideraciones sobre los presentación y el espectador. ción» para el filósofo griego más atento a
dos filósofos griegos.
7
Ibíd., p.14
8
Ibíd., p. 26. 12
Ibíd., p. 107.
9
Ibíd., p. 18. 13
Ibíd., Introducción de D. Pesce, p. 30.
10
Ibíd., p. 24. 14
Ibíd., «Parole Chiave», p. 199.
11
Poética, ibíd., p. 77. 15
Ibíd., Poetica , p. 133.

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Gianfranco Bettetini ¿Qué me han representado y me representan los media?

estas problemáticas que tanto nos inte- ciones y situaciones de la vida cotidiana:17 lista). Siguió después el empeño teórico y ción técnica específica de la instrumenta-
resan y más estudiado, analizado, citado teatro como «reproducción del mundo», práctico de los otros teatrantes: desde Sta- ción cinematográfica, en el cual el primero
y comentado a través de los siglos, hasta parafraseando la definición funcional de nislavski a Vachtangov, de Mejerchol´d a se inscribe. Y consideraciones análogas pue-
nuestros días. Émile Benveniste a propósito del lengua- Brecht, de Piscator a Artaud: todos con sus den hacerse para la televisión.22
Y específicamente en la segunda par- je verbal,18 donde así tanto el pensamien- defectos y con sus compromisos, pero de El cine, por consiguiente, pasó a tra-
te del siglo pasado y en los primerísimos to cuanto el mundo serían ya modelados cualquier modo, cada uno a su manera, vés de vicisitudes de búsqueda empírica y
años de este que estamos viviendo, la no- por nuestra lengua. Pero, ¿cómo se puede tendió a revalorizar la dimensión semió- de teorización muy similares a las del tea-
ción de representación, con sus referen- reproducir una cosa no producida?19 Se tica de la representación y de la escena. tro. Primeramente se remitía a menudo
cias a Aristóteles, ha estado particular- podría ahora hablar de teatro como len- Las investigaciones semióticas aplica- al repertorio teatral reproduciendo las pie-
mente focalizada, triturada, recompues- guaje reproductivo (imitativo) del mun- das a la representación teatral han pasa- zas en sus películas, reducía sus posibili-
ta, repropuesta: sea en el ámbito de las do: estas son, al menos, las desconcertan- do de un primer estadio de análisis de los dades de construcción espacio-temporal
ciencias semióticas, sea en otros espacios tes conclusiones a las cuales arriban las textos escritos (de los guiones) a uno más a la óptica y a la situación de la represen-
disciplinares, sobre todo en aquellos filo- primeras teorizaciones teatrales; descon- maduro dedicado al evento escénico. La tación teatral, hasta considerarse como
sóficos, sociológicos, psicológicos, mass- certantes porque el teatro se ha manifes- comunicación teatral es entendida, co- únicos ejemplos de su producción dignos
mediológicos. Pero, la figura de la imita- tado siempre como el lugar de la repre- múnmente, como un texto que se refiere de una consideración estética (los así lla-
ción siempre ha emergido del fondo de la sentación por excelencia, entendida como a sistemas de codificación diversos y no mados films «d´art», 1908-1910), aquellos
ensayística y de las investigaciones, criti- transformación semántica de todos los homogéneos: ninguno de estos sistemas films que se limitaron a la reproducción
cada, reconsiderada, apartada, filtrada: de elementos «elegidos» en la realidad y «ex- tiene un derecho de preeminencia sobre fotográfica pasiva, en continuidad y des-
cualquier modo, jamás cancelada. traídos» de ella para ser transportados en los otros; ni siquiera la lengua en la cual de un único punto de vista, de una reali-
Es difícil instituir una separación neta el lugar de la performance, para ser «pues- está escrito un eventual texto de referen- zación teatral.
entre las argumentaciones al respecto de tos en escena». Pero los prejuicios cultu- cia o el esquema literario que regula la Pero, a pesar de que teatro y cine fue-
parte de las varias disciplinas. Sobre todo rales e ideológicos que han acompañado composición. La comunicación verbal del ron considerados (y en su raíz lo son) en
filósofos y sociólogos han entrelazado a buena parte de las investigaciones lin- texto está «sustituida»;21 el teatro se sirve gran parte coincidentes en las confronta-
menudo sus discursos con aquellos semió- güísticas, anulando la hipótesis de la exis- del instrumento lingüístico en un modo ciones de la significación y de la comuni-
ticos y estos con los de los otros, en un in- tencia de una actividad teórica (y, por lo «específico», reviviéndolo en la produc- cación, sobre todo a propósito de la actua-
tercambio a veces confuso y deslocalizado, tanto, de una representación) también en ción de su escena significante. La puesta lización de un universo discursivo frente
a veces fecundo y seriamente autoreflexi- el interior del lenguaje verbal ordinario,20 en escena consiste, pues, en la organiza- al espectador, pronto se pusieron en evi-
vo. En el próximo apartado focalizaremos han condicionado el ámbito de la primiti- ción productiva de un discurso, en la cons- dencia algunas diferencias radicales. El
nuestra atención sobre los aportes de las va teoresis teatral y de las contemporá- trucción de un espacio representativo. La teatro renueva de hecho a cada manifes-
ciencias semióticas, recordando explícita- neas investigaciones experimentales. La actividad reproductiva, mimética, puede tación suya, a cada réplica de la misma
mente sus deudas en las confrontaciones evolución de aquello que se podría definir haberse desarrollo, pero en virtud de la producción escénica, el acto de presenta-
de las dos disciplinas que se han ocupado como «pensamiento teatral» se manifes- deprivación reductiva de la posibilidad del ción de su universo semiótico: abre las
de la imitación y de la representación. tó en forma finalmente innovadora y teó- medio o de una propia utilización dialéc- estructuras a posibilidades de variaciones
ricamente adecuada en el trabajo de Adol- tica, que desplaza el plano de la significa- y de mutaciones, tanto más relevantes
phe Appia y en aquel de Gordon Craig. Su ción a un ámbito connotativo. cuanto más la puesta en escena está pen-
3. Imitación y representación indagación se opuso correctamente a la Un discurso análogo al aquí expues- sada proyectualmente como disponible al
dimensión mimética del precedente tra- to sucintamente para el teatro puede juego interactivo de parte de los especta-
Ya Roland Barthes escribía en 1973 que bajo teórico y de las precedentes experien- ser transferido también al cine (y, en fin, dores. En el cine, al contrario, la muestra
la representación no está directamente cias realizativas, a pesar de que terminó a la televisión). presentificante de objetos semiotizados
definida por la imitación.16 Por cuanto res- por cerrarse en la ideología de la autono- El cine funda sus manifestaciones so- sufren una compleja transformación téc-
guarda las teorías del teatro, a la noción mía representativa, de la significación bre una utilización todavía más compleja nica y la película se define una vez por
extrasemiótica de actividad supereroga- completamente arbitraria, marcada por de la noción de «puesta en escena» de cuan- todas como un discurso estructurado, re-
toria a los márgenes de un texto escrito los axiomas de la «negatividad» y de la ra- to no avenga para el teatro. A todo el trabajo pitiéndose igual a sí misma en las diver-
siguió la noción de lenguaje mimético de cionalidad postidealistas (como el perío- sobre los materiales profílmicos, que podría sas manifestaciones: los signos que la
la realidad, de representación-reproduc- do mimético había sido deudor de las con- aproximadamente referirse a las transfor- componen soportan una fijación inalte-
ción de comportamientos, actitudes, ac- frontaciones del área iluminista-raciona- maciones producidas en la escena teatral, rable, ya que su propia forma está cerrada
se añade en efecto aquello de la interven- a cualquier posible variación sucesiva so-
16
Ver R. Barthes, «Diderot, Brecht, Eisenstein», en Revue d’Esthetique, 2-3-4, Paris, Klincksieck, 1973.
17
Ver G. Bettetini, Produzione del senso e messa in scena, cit., p. 89.
18
Ver E. Benveniste, Problèmes de linguistique générale, Paris, Gallimard, 1966, p. 25.
Cfr. G. Mounin, Introduction à la semiologie, Paris, de Munuit 1970.
21
19
Ver E. Gilson, Linguistique et Philosophie, Paris, J. Vrin, 1969, pp. 46-53.
Para las similitudes y diferencias entre cine y televisión, cfr. G. Bettetini (a cargo de), Teoria della comunicazione, Milano, F.
22
20
Cfr. K. R. Popper, The logic of Scientific Discovery, comp. por K. R. Popper, 1934, 1959, 1966, 1968; traducción italiana, Logica della
scoperta scientifica, Torino, Einaudi, 1970. Angeli, 1994.

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Gianfranco Bettetini ¿Qué me han representado y me representan los media?

estas problemáticas que tanto nos inte- ciones y situaciones de la vida cotidiana:17 lista). Siguió después el empeño teórico y ción técnica específica de la instrumenta-
resan y más estudiado, analizado, citado teatro como «reproducción del mundo», práctico de los otros teatrantes: desde Sta- ción cinematográfica, en el cual el primero
y comentado a través de los siglos, hasta parafraseando la definición funcional de nislavski a Vachtangov, de Mejerchol´d a se inscribe. Y consideraciones análogas pue-
nuestros días. Émile Benveniste a propósito del lengua- Brecht, de Piscator a Artaud: todos con sus den hacerse para la televisión.22
Y específicamente en la segunda par- je verbal,18 donde así tanto el pensamien- defectos y con sus compromisos, pero de El cine, por consiguiente, pasó a tra-
te del siglo pasado y en los primerísimos to cuanto el mundo serían ya modelados cualquier modo, cada uno a su manera, vés de vicisitudes de búsqueda empírica y
años de este que estamos viviendo, la no- por nuestra lengua. Pero, ¿cómo se puede tendió a revalorizar la dimensión semió- de teorización muy similares a las del tea-
ción de representación, con sus referen- reproducir una cosa no producida?19 Se tica de la representación y de la escena. tro. Primeramente se remitía a menudo
cias a Aristóteles, ha estado particular- podría ahora hablar de teatro como len- Las investigaciones semióticas aplica- al repertorio teatral reproduciendo las pie-
mente focalizada, triturada, recompues- guaje reproductivo (imitativo) del mun- das a la representación teatral han pasa- zas en sus películas, reducía sus posibili-
ta, repropuesta: sea en el ámbito de las do: estas son, al menos, las desconcertan- do de un primer estadio de análisis de los dades de construcción espacio-temporal
ciencias semióticas, sea en otros espacios tes conclusiones a las cuales arriban las textos escritos (de los guiones) a uno más a la óptica y a la situación de la represen-
disciplinares, sobre todo en aquellos filo- primeras teorizaciones teatrales; descon- maduro dedicado al evento escénico. La tación teatral, hasta considerarse como
sóficos, sociológicos, psicológicos, mass- certantes porque el teatro se ha manifes- comunicación teatral es entendida, co- únicos ejemplos de su producción dignos
mediológicos. Pero, la figura de la imita- tado siempre como el lugar de la repre- múnmente, como un texto que se refiere de una consideración estética (los así lla-
ción siempre ha emergido del fondo de la sentación por excelencia, entendida como a sistemas de codificación diversos y no mados films «d´art», 1908-1910), aquellos
ensayística y de las investigaciones, criti- transformación semántica de todos los homogéneos: ninguno de estos sistemas films que se limitaron a la reproducción
cada, reconsiderada, apartada, filtrada: de elementos «elegidos» en la realidad y «ex- tiene un derecho de preeminencia sobre fotográfica pasiva, en continuidad y des-
cualquier modo, jamás cancelada. traídos» de ella para ser transportados en los otros; ni siquiera la lengua en la cual de un único punto de vista, de una reali-
Es difícil instituir una separación neta el lugar de la performance, para ser «pues- está escrito un eventual texto de referen- zación teatral.
entre las argumentaciones al respecto de tos en escena». Pero los prejuicios cultu- cia o el esquema literario que regula la Pero, a pesar de que teatro y cine fue-
parte de las varias disciplinas. Sobre todo rales e ideológicos que han acompañado composición. La comunicación verbal del ron considerados (y en su raíz lo son) en
filósofos y sociólogos han entrelazado a buena parte de las investigaciones lin- texto está «sustituida»;21 el teatro se sirve gran parte coincidentes en las confronta-
menudo sus discursos con aquellos semió- güísticas, anulando la hipótesis de la exis- del instrumento lingüístico en un modo ciones de la significación y de la comuni-
ticos y estos con los de los otros, en un in- tencia de una actividad teórica (y, por lo «específico», reviviéndolo en la produc- cación, sobre todo a propósito de la actua-
tercambio a veces confuso y deslocalizado, tanto, de una representación) también en ción de su escena significante. La puesta lización de un universo discursivo frente
a veces fecundo y seriamente autoreflexi- el interior del lenguaje verbal ordinario,20 en escena consiste, pues, en la organiza- al espectador, pronto se pusieron en evi-
vo. En el próximo apartado focalizaremos han condicionado el ámbito de la primiti- ción productiva de un discurso, en la cons- dencia algunas diferencias radicales. El
nuestra atención sobre los aportes de las va teoresis teatral y de las contemporá- trucción de un espacio representativo. La teatro renueva de hecho a cada manifes-
ciencias semióticas, recordando explícita- neas investigaciones experimentales. La actividad reproductiva, mimética, puede tación suya, a cada réplica de la misma
mente sus deudas en las confrontaciones evolución de aquello que se podría definir haberse desarrollo, pero en virtud de la producción escénica, el acto de presenta-
de las dos disciplinas que se han ocupado como «pensamiento teatral» se manifes- deprivación reductiva de la posibilidad del ción de su universo semiótico: abre las
de la imitación y de la representación. tó en forma finalmente innovadora y teó- medio o de una propia utilización dialéc- estructuras a posibilidades de variaciones
ricamente adecuada en el trabajo de Adol- tica, que desplaza el plano de la significa- y de mutaciones, tanto más relevantes
phe Appia y en aquel de Gordon Craig. Su ción a un ámbito connotativo. cuanto más la puesta en escena está pen-
3. Imitación y representación indagación se opuso correctamente a la Un discurso análogo al aquí expues- sada proyectualmente como disponible al
dimensión mimética del precedente tra- to sucintamente para el teatro puede juego interactivo de parte de los especta-
Ya Roland Barthes escribía en 1973 que bajo teórico y de las precedentes experien- ser transferido también al cine (y, en fin, dores. En el cine, al contrario, la muestra
la representación no está directamente cias realizativas, a pesar de que terminó a la televisión). presentificante de objetos semiotizados
definida por la imitación.16 Por cuanto res- por cerrarse en la ideología de la autono- El cine funda sus manifestaciones so- sufren una compleja transformación téc-
guarda las teorías del teatro, a la noción mía representativa, de la significación bre una utilización todavía más compleja nica y la película se define una vez por
extrasemiótica de actividad supereroga- completamente arbitraria, marcada por de la noción de «puesta en escena» de cuan- todas como un discurso estructurado, re-
toria a los márgenes de un texto escrito los axiomas de la «negatividad» y de la ra- to no avenga para el teatro. A todo el trabajo pitiéndose igual a sí misma en las diver-
siguió la noción de lenguaje mimético de cionalidad postidealistas (como el perío- sobre los materiales profílmicos, que podría sas manifestaciones: los signos que la
la realidad, de representación-reproduc- do mimético había sido deudor de las con- aproximadamente referirse a las transfor- componen soportan una fijación inalte-
ción de comportamientos, actitudes, ac- frontaciones del área iluminista-raciona- maciones producidas en la escena teatral, rable, ya que su propia forma está cerrada
se añade en efecto aquello de la interven- a cualquier posible variación sucesiva so-
16
Ver R. Barthes, «Diderot, Brecht, Eisenstein», en Revue d’Esthetique, 2-3-4, Paris, Klincksieck, 1973.
17
Ver G. Bettetini, Produzione del senso e messa in scena, cit., p. 89.
18
Ver E. Benveniste, Problèmes de linguistique générale, Paris, Gallimard, 1966, p. 25.
Cfr. G. Mounin, Introduction à la semiologie, Paris, de Munuit 1970.
21
19
Ver E. Gilson, Linguistique et Philosophie, Paris, J. Vrin, 1969, pp. 46-53.
Para las similitudes y diferencias entre cine y televisión, cfr. G. Bettetini (a cargo de), Teoria della comunicazione, Milano, F.
22
20
Cfr. K. R. Popper, The logic of Scientific Discovery, comp. por K. R. Popper, 1934, 1959, 1966, 1968; traducción italiana, Logica della
scoperta scientifica, Torino, Einaudi, 1970. Angeli, 1994.

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Gianfranco Bettetini ¿Qué me han representado y me representan los media?

bre la «banda» significante. Pero, del otro nadas a dirigir su intercambio comunica- ductibilidad, en su original diferencia, en la la actividad de representación, entendi-
lado de esta diferencia en el interior de tivo con el espectador, en el teatro, en el no-traducibilidad absoluta, hipotetiza que da como puesta en escena, como espa-
las transformaciones que los «objetos» y cine y, sobre todo, en la televisión. Pero siem- contra esta «alteridad» se estaría cumplien- cio simbólico de resemantización de la
los materiales sufren sobre la escena y pre, de cualquier manera, la inscripción do un nuevo proyecto babélico, análogo a realidad.
sobre el escenario, en la base de los dos fundamental de estas actividades se ha co- aquel de la Torre: «la programación univer- También las ciencias sociológicas, en
procedimientos productivos de sentido locado bajo las nociones de representación sal de la lengua», la reducción de cada len- paralelo con aquellas semióticas, se han
queda una común elección teórica y un y de puesta en escena, así como las hemos guaje a cadenas de programas o a secuen- obviamente ocupado de los problemas re-
común comportamiento en las confron- definido arriba. cias binarias.25 La mirada pesimista de Bau- lacionados con el concepto de represen-
taciones de sus manifestaciones Constituye una excepción desde este drillard no le hace perder de cualquier modo tación. En particular, se ha hecho muchas
comunicativas. Garroni mismo, entre punto de vista Algirdas Greimas y su es- el correlato con la realidad y con sus propias veces referencia, como es notorio, al tra-
otros, afirma que es imposible disgregar cuela. Greimas no cree en la función re- representaciones, así como la mirada exce- bajo de Ervin Goffman.
materialmente los signos del cine de aque- presentativa de un lenguaje y afirma que sivamente optimista de Vattimo no lo in-
llos del teatro, aun si existieran diferen- el uso del concepto de representación en duce a cancelaciones totales de las repre- 4. Goffman, representación,
cias a nivel específico y técnico, «en sen- semiótica insinuaría la idea de que el len- sentaciones mediales. Según Vattimo, los
tido material». 23 guaje «tendría por función ser allí en el mass-media serían determinantes en pro- interacción y vida cotidiana
Como había sucedido a propósito del tea- lugar de otra cosa, de representar otra ducir el fin de la modernidad en cuanto di-
tro, también en el ámbito del cine se verifi- `realidad´».24 suelven los puntos de vista centrales, mul- Goffman no se ocupa, en sentido es-
có una contraposición, tanto en los géne- Por consiguiente, traslada su nivel de tiplicando vertiginosamente las posibilida- pecífico, del teatro, del cine o de la televi-
ros «teóricos» cuanto en los semióticos representación a aquel metalingüístico, des de una «toma de palabra» de parte de sión: hace sólo algunas referencias ejem-
audiovisuales, entre cine de la realidad y cine individualizándola como construcción de un número creciente de subculturas, reali- plares a estos medios (sobre todo al tea-
de la imagen. La representación fílmica, la un lenguaje de descripción de una semió- zando una «pluralización irresistible». La tro) a lo largo del camino elegido de la veri-
puesta en escena, se caracterizó así como tica-objeto. sociedad hipotetizada por Vattimo no es ficación de los modelos representativos e
elección-coordinación-organización Representación reducida, pues, a un jue- «más transparente», más conocedora de sí interactivos en la vida de cada día.
significante-composición «poética» de to- go secundario de autodescripción entre len- y más iluminada, sino que es «una sociedad Aplica, así, en sus análisis, la perspec-
dos los elementos presentes en la película: guas naturales, o entre semióticas o entre más compleja, hasta caótica» y así en este tiva de la representación teatral, conside-
también aquellos explícitamente ausentes lenguas naturales y semióticas: toda la acti- relativo caos «residen nuestras esperanzas rando los ambientes, la gente común y las
(cada exclusión es una elección) o escondi- vidad arriba descripta por las así llamadas de emancipación». «Vivir en este mundo situaciones como lugares escénicos y
dos. A nivel del análisis, aquí se ha aproxi- «semióticas de la representación» estaría múltiple significa hacer experiencia de la como personajes. «La vida misma es como
mado a la propuesta de modelos mediante así anulada o, al menos superada, esta vez. libertad como oscilación continua entre una función»,27 un psicodrama, aún an-
la formulación de dos principios generales: Pero Greimas y los greimasianos se colocan, apariencia y extrañamiento».26 Los media tes que esta forma se desarrollara
por un lado, el estatuto pluricódico de la re- es sabido, en una perspectiva no referen- operarían una especie de erosión del prin- profesionalmente en los ambientes de los
presentación fílmica; por el otro, la posibili- cial y neoidealista que, a nuestro parecer, cipio de realidad, interpretada como una hospitales (incluso en los no psiquiátri-
dad de considerar el texto fílmico en la pers- ha cumplido ya su tiempo y que, sobre todo, etapa del ideal de emancipación que se cos), del management, de la escuela, etc.
pectiva de una organización significante y está continuamente desmentida desde sus basa, por consiguiente, sobre la multiplici- La representación existencial puede ser
en aquella de un discurso; como represen- impactos con los objetos analizados y con el dad de las representaciones, además de so- actuada en buena o en mala fe: su éxito de-
tación diegética y como enunciación. Son contexto social de la realidad. En particular, bre la ausencia de coordinación, sobre la penderá de la confianza en la impresión de
derivadas, así, diversas elecciones teóricas esta inadecuación se revela precisamente oscilación, sobre la pluralidad. Por una par- realidad (y aquí nos encontramos en el co-
y diversas indagaciones sea en el ámbito a propósito de los media y de sus propias te, pues, el «delito» en las confrontacio- razón de las problemáticas antes afronta-
cinematográfico, sea en el teatral: eleccio- representaciones. Será suficiente hacer re- nes de la realidad cometido por los len- das) construida por parte de quien repre-
nes e indagaciones que han privilegiado ferencia a dos autores que, moviéndose en guajes mediáticos e informáticos; por senta. La fachada, la apariencia, la manera
tanto las codificaciones como la dimensión ámbitos teóricos vecinos a aquellos de Grei- otra, la exaltación de la multiplicidad de de ser y de comportarse, la ambientación:
narrativa, tanto el trabajo de lectura-pro- mas, llegan a conclusiones muy diversas, sea acceso a los media y de experiencias co- todo confluye en la dramatización de las si-
ducción cuanto la problemática del en las confrontaciones del semiótico fran- municativas liberadoras: pero siempre, tuaciones, con la posibilidad de crear artifi-
iconismo... Con el emerger de la dimensión cés, sea en su propia correspondencia. El sin embargo, una referencia concreta a cios y mistificaciones. El concepto de misti-
pragmática, la práctica semiótica ha con- primer autor es Jean Baudrillard que, des-
centrado sus estudios sobre las huellas pués de haber afirmado que la belleza de las
simbólicas presentes en el texto y desti- lenguas estaría en la propia absoluta irre-
25
Cfr. J. Baudrillard, Le crime parfait, Paris, Galilée, 1995; traducción italiana, Il delitto perfetto, Milano, Raffaello Cortina, 1996, p.
95. Para estas argumentaciones y para aquellas sucesivas sobre G. Vattimo, cfr. G. Bettetini, Capirsi e sentirsi uguali. Sguardo
sociosemiotico al multiculturalismo, Milano, Bompiani, 2003.
23
Cfr. E. Garroni, Semiotica ed estetica, Bari, Laterza, 1968 y Progetto di semiotica, Bari, Laterza, 1972. 26
Cfr. G. Vattimo, La società trasparente, Milano, Garzanti, 1989.
24
Cfr. A. J. Greimas, J. Courtés, Sémiotique. Dictionnaire raisonné de la théorie du langage, Paris, Hachette, 1979, p. 315; traducción 27
Ver E. Goffman, The Presentation of Self in Everyday Life, Garden City, N. Y. , Doubleday, 1959; traducción italiana, La vita quotidiana
italiana, Dizionario di semiotica, La casa Usher, 1986. come rappresentazione, Bologna, il Mulino, 1969, p. 86.

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Gianfranco Bettetini ¿Qué me han representado y me representan los media?

bre la «banda» significante. Pero, del otro nadas a dirigir su intercambio comunica- ductibilidad, en su original diferencia, en la la actividad de representación, entendi-
lado de esta diferencia en el interior de tivo con el espectador, en el teatro, en el no-traducibilidad absoluta, hipotetiza que da como puesta en escena, como espa-
las transformaciones que los «objetos» y cine y, sobre todo, en la televisión. Pero siem- contra esta «alteridad» se estaría cumplien- cio simbólico de resemantización de la
los materiales sufren sobre la escena y pre, de cualquier manera, la inscripción do un nuevo proyecto babélico, análogo a realidad.
sobre el escenario, en la base de los dos fundamental de estas actividades se ha co- aquel de la Torre: «la programación univer- También las ciencias sociológicas, en
procedimientos productivos de sentido locado bajo las nociones de representación sal de la lengua», la reducción de cada len- paralelo con aquellas semióticas, se han
queda una común elección teórica y un y de puesta en escena, así como las hemos guaje a cadenas de programas o a secuen- obviamente ocupado de los problemas re-
común comportamiento en las confron- definido arriba. cias binarias.25 La mirada pesimista de Bau- lacionados con el concepto de represen-
taciones de sus manifestaciones Constituye una excepción desde este drillard no le hace perder de cualquier modo tación. En particular, se ha hecho muchas
comunicativas. Garroni mismo, entre punto de vista Algirdas Greimas y su es- el correlato con la realidad y con sus propias veces referencia, como es notorio, al tra-
otros, afirma que es imposible disgregar cuela. Greimas no cree en la función re- representaciones, así como la mirada exce- bajo de Ervin Goffman.
materialmente los signos del cine de aque- presentativa de un lenguaje y afirma que sivamente optimista de Vattimo no lo in-
llos del teatro, aun si existieran diferen- el uso del concepto de representación en duce a cancelaciones totales de las repre- 4. Goffman, representación,
cias a nivel específico y técnico, «en sen- semiótica insinuaría la idea de que el len- sentaciones mediales. Según Vattimo, los
tido material». 23 guaje «tendría por función ser allí en el mass-media serían determinantes en pro- interacción y vida cotidiana
Como había sucedido a propósito del tea- lugar de otra cosa, de representar otra ducir el fin de la modernidad en cuanto di-
tro, también en el ámbito del cine se verifi- `realidad´».24 suelven los puntos de vista centrales, mul- Goffman no se ocupa, en sentido es-
có una contraposición, tanto en los géne- Por consiguiente, traslada su nivel de tiplicando vertiginosamente las posibilida- pecífico, del teatro, del cine o de la televi-
ros «teóricos» cuanto en los semióticos representación a aquel metalingüístico, des de una «toma de palabra» de parte de sión: hace sólo algunas referencias ejem-
audiovisuales, entre cine de la realidad y cine individualizándola como construcción de un número creciente de subculturas, reali- plares a estos medios (sobre todo al tea-
de la imagen. La representación fílmica, la un lenguaje de descripción de una semió- zando una «pluralización irresistible». La tro) a lo largo del camino elegido de la veri-
puesta en escena, se caracterizó así como tica-objeto. sociedad hipotetizada por Vattimo no es ficación de los modelos representativos e
elección-coordinación-organización Representación reducida, pues, a un jue- «más transparente», más conocedora de sí interactivos en la vida de cada día.
significante-composición «poética» de to- go secundario de autodescripción entre len- y más iluminada, sino que es «una sociedad Aplica, así, en sus análisis, la perspec-
dos los elementos presentes en la película: guas naturales, o entre semióticas o entre más compleja, hasta caótica» y así en este tiva de la representación teatral, conside-
también aquellos explícitamente ausentes lenguas naturales y semióticas: toda la acti- relativo caos «residen nuestras esperanzas rando los ambientes, la gente común y las
(cada exclusión es una elección) o escondi- vidad arriba descripta por las así llamadas de emancipación». «Vivir en este mundo situaciones como lugares escénicos y
dos. A nivel del análisis, aquí se ha aproxi- «semióticas de la representación» estaría múltiple significa hacer experiencia de la como personajes. «La vida misma es como
mado a la propuesta de modelos mediante así anulada o, al menos superada, esta vez. libertad como oscilación continua entre una función»,27 un psicodrama, aún an-
la formulación de dos principios generales: Pero Greimas y los greimasianos se colocan, apariencia y extrañamiento».26 Los media tes que esta forma se desarrollara
por un lado, el estatuto pluricódico de la re- es sabido, en una perspectiva no referen- operarían una especie de erosión del prin- profesionalmente en los ambientes de los
presentación fílmica; por el otro, la posibili- cial y neoidealista que, a nuestro parecer, cipio de realidad, interpretada como una hospitales (incluso en los no psiquiátri-
dad de considerar el texto fílmico en la pers- ha cumplido ya su tiempo y que, sobre todo, etapa del ideal de emancipación que se cos), del management, de la escuela, etc.
pectiva de una organización significante y está continuamente desmentida desde sus basa, por consiguiente, sobre la multiplici- La representación existencial puede ser
en aquella de un discurso; como represen- impactos con los objetos analizados y con el dad de las representaciones, además de so- actuada en buena o en mala fe: su éxito de-
tación diegética y como enunciación. Son contexto social de la realidad. En particular, bre la ausencia de coordinación, sobre la penderá de la confianza en la impresión de
derivadas, así, diversas elecciones teóricas esta inadecuación se revela precisamente oscilación, sobre la pluralidad. Por una par- realidad (y aquí nos encontramos en el co-
y diversas indagaciones sea en el ámbito a propósito de los media y de sus propias te, pues, el «delito» en las confrontacio- razón de las problemáticas antes afronta-
cinematográfico, sea en el teatral: eleccio- representaciones. Será suficiente hacer re- nes de la realidad cometido por los len- das) construida por parte de quien repre-
nes e indagaciones que han privilegiado ferencia a dos autores que, moviéndose en guajes mediáticos e informáticos; por senta. La fachada, la apariencia, la manera
tanto las codificaciones como la dimensión ámbitos teóricos vecinos a aquellos de Grei- otra, la exaltación de la multiplicidad de de ser y de comportarse, la ambientación:
narrativa, tanto el trabajo de lectura-pro- mas, llegan a conclusiones muy diversas, sea acceso a los media y de experiencias co- todo confluye en la dramatización de las si-
ducción cuanto la problemática del en las confrontaciones del semiótico fran- municativas liberadoras: pero siempre, tuaciones, con la posibilidad de crear artifi-
iconismo... Con el emerger de la dimensión cés, sea en su propia correspondencia. El sin embargo, una referencia concreta a cios y mistificaciones. El concepto de misti-
pragmática, la práctica semiótica ha con- primer autor es Jean Baudrillard que, des-
centrado sus estudios sobre las huellas pués de haber afirmado que la belleza de las
simbólicas presentes en el texto y desti- lenguas estaría en la propia absoluta irre-
25
Cfr. J. Baudrillard, Le crime parfait, Paris, Galilée, 1995; traducción italiana, Il delitto perfetto, Milano, Raffaello Cortina, 1996, p.
95. Para estas argumentaciones y para aquellas sucesivas sobre G. Vattimo, cfr. G. Bettetini, Capirsi e sentirsi uguali. Sguardo
sociosemiotico al multiculturalismo, Milano, Bompiani, 2003.
23
Cfr. E. Garroni, Semiotica ed estetica, Bari, Laterza, 1968 y Progetto di semiotica, Bari, Laterza, 1972. 26
Cfr. G. Vattimo, La società trasparente, Milano, Garzanti, 1989.
24
Cfr. A. J. Greimas, J. Courtés, Sémiotique. Dictionnaire raisonné de la théorie du langage, Paris, Hachette, 1979, p. 315; traducción 27
Ver E. Goffman, The Presentation of Self in Everyday Life, Garden City, N. Y. , Doubleday, 1959; traducción italiana, La vita quotidiana
italiana, Dizionario di semiotica, La casa Usher, 1986. come rappresentazione, Bologna, il Mulino, 1969, p. 86.

16 - La Puerta FBA La Puerta FBA - 17


Gianfranco Bettetini ¿Qué me han representado y me representan los media?

ficación, entre otras cosas, nos remite a signos de la representación existencial, taciones del interlocutor, del espectador, fiere a las diversas tecnologías que se va-
aquel de «simulación», que tiene una estre- por un lado responden a normas socia- del mismo lector: entre representación y len de la pantalla (pintura posrenacenista,
cha correlación con la representación y que les, a una especie de guía de la acción perlocutividad. Ya la imitación y la catarsis cine, radar, televisión).
está muy implicado en el ámbito de los nue- que está sostenida por sanciones, nega- contemplaban el efecto sobre el público. Y En un ensayo nuestro precedente, de-
vos media: lo desarrollaremos en el próxi- tivas o positivas; por otra, ayudan a des- así para todas las sucesivas nociones de dicado particularmente al estudio de la
mo apartado. La vida cotidiana está así liga- cifrar (y a comentar) los significados lite- representación, a las cuales se unieron en simulación visual,33 habíamos en cambio
da a la representación, desde reproducir las rales de las afirmaciones explícitas, ade- los últimos decenios, ampliando las pers- identificado un desecho, una sobrevalo-
fases de la escena y del detrás de escena, más de poner en evidencia el nivel de la pectivas disciplinares interesadas, aque- ración de la simulación respecto de la re-
pasando por los hechos mostrados y los he- propia participación. llas de emoción, de coparticipación, de pa- presentación: más allá del acto de puesta
chos ocultados (en el cine se podría hablar En este intercambio de signos, tienen sión. Hasta que, sobre todo con el adveni- en escena, común a los dos fenómenos,
de fuera de campo). de hecho una particular importancia los miento de los nuevos media, la acción uni- habíamos encontrado en la simulación la
En lo que concierne a la interacción, lue- así llamados signos-de-unión, que dan in- da a la representación fue liberándose de necesidad, ausente de derecho en la re-
go de haber afirmado que, en tanto acto- formación sobre los vínculos entre las per- sus connotaciones simbólicas e interiores presentación, de realizar una verificación
res, somos «traficantes de moralidad», 28 se sonas y que involucran objetos, expresio- para acceder al rol de una acción verdade- de sus resultados; y se trata de un proble-
detiene a considerar la relación entre el nes y actos, con la sola exclusión de los ya ra y propia, física, objetual, fundamental- ma muy relevante específicamente en el
Self y la acción-reacción con el otro y con citados aspectos literales de las relativas mente a distancia. ámbito de los nuevos media y de su capa-
los otros: dos temas muy conectados. Como afirmaciones explícitas. Se trata de la así llamada telepresencia. cidad de construir imágenes ante la au-
escribe Piere Paolo Giglioli en la introduc- En la interacción, finalmente, juega sencia de cualquier referente.
ción al volumen citado en la nota 28, «el self un rol determinante el control de la in- 5. Representación y «Simular» significa imitar, represen-
se explica durante la interacción»: ésta for- formación, al menos para verificar la co- tar, reproducir; pero significa también fin-
talece «el material simbólico mediante el herencia. Este control puede ser fácil- teleacción. Con el decir, hacer gir, engañar, mentir.
cual el self proyectado de un individuo es mente referido a aquel del teatro, del cine Cada lenguaje debe siempre simular,
confirmado o desacreditado». Goffman o de la televisión. Limitémonos al ejem- ¿Existe un vínculo diferenciado entre aunque con gradualidad diversa que va de
individualiza dos partes fundamentales en plo del cine, fácilmente extensible a los las «nuevas técnicas computarizadas de la imitación más convincente posible de
su «dramaturgia»: el actor y el personaje; otros dos casos. creación de los media» y las viejas técnicas un referente, sobre el cual se oculta todo el
el primero es un «fatigado fabricante de También en la interacción con la pan- «de representación y simulación»?31 Los de- plano de sus significados, a la construcción
impresiones»; el otro, «una figura dotada talla se desenvuelve una conversación nominados nuevos media, siempre redu- de significados atendibles a los cuales no
de carácter positivo, en el cual espíritu, fuer- entre dos, entre los dos sujetos simbóli- cibles al ámbito de la digitalización y de la les corresponde ningún referente; pero
za y otras cualidades excepcionales deben cos enunciador y enunciatario; el espec- interactividad, ¿conllevan innovaciones es- cada lenguaje puede también simular, en
ser evocadas durante la representación».29 tador empírico asiste al intercambio, pecíficas respecto de los medios tradicio- el sentido negativo del término, apuntan-
La interacción se desarrolla median- participando o no, compartiendo o no, nales en relación con la representación? do a involucrar a los eventuales destinata-
te movimientos reales y movimientos entendiendo o no entendiendo. El con- Ante todo, también las representaciones rios en operaciones de persuasión en las
virtuales, en una forma de juego que trol de la información es actuado, por de los nuevos media, como todas las repre- confrontaciones de significados falsos o, al
implica estrategias diversas de parte del norma, del enunciador sobre el enuncia- sentaciones culturales, están condiciona- menos, objetivamente ininteligibles.
jugador-actor. En el intercambio, se di- tario, correspondiente a las dos termina- das por prejuicios: un sistema jerárquico La representación puede ser además
rigen comunicaciones e informaciones, les Goffmanianas, pero también del es- de archivos concibe el universo como go- considerada como control, efectuado me-
pero, sobre todo, además de influenciar pectador sobre el enunciador (cuando bernado por un orden lógico, donde cada diante la computadora: su pantalla está
al otro, es posible trampear y corrom- posee la necesaria competencia) o del objeto tiene su lugar bien definido; el mo- concebida como una ventana que «se aso-
per. Junto a la voz, con todas sus impli- espectador sobre el enunciatario (cuan- delo del World Wide Web, en cambio, se ma sobre un espacio ilusorio» y que se con-
caciones expresivas, la interacción se to está en el nivel naif). refiere a la idea de que todos los objetos trapone a su versión «como panel de con-
exterioriza también mediante gestos Pero todas las consideraciones desarro- son equivalentes y que «todo estaría, o po- trol `plano´». La representación puede ser
del cuerpo, considerados como exhibi- lladas hasta este punto, trasladadas al ám- dría estar, conectado».32 La representación también considerada como acción. Y aquí
ciones de intenciones. 30 bito pragmático, ponen en evidencia el es- realizada por los nuevos media puede asu- nos reencontramos en el ámbito al cual se
Goffman considera estos gestos como trecho vínculo existente entre represen- mir connotaciones diversas, siempre se- hacía referencia en el final del apartado
«glosas del cuerpo» que, como todos los tación y acción desarrollada en las confron- gún Manovich: puede ser identificada, por precedente y que, como veremos, marca
ejemplo, con la simulación, cuando se re- específicamente el universo de los nuevos

28
E. Goffman, Interaction Ritual, Garden City, Doubleday, 1967 y Strategic Interaction, Philadelphia, University of Pennsylvania
Press, 1969; los dos ensayos están reunidos en la traducción italiana, Modelli di interazione, Bologna, il Mulino, 1971, con una larga
introducción de P. P. Giglioli, p. XV. 31
Cfr. Manovich, The language of New Media, Masachusetts Institute of Tecnology, 2001; traducción italiana, Il linguaggio dei nuovi
29
Ver. E. Goffman, The Presentation..., cit. p. 284. media, Olivares, 2002. Haremos referencia en repetidas oportunidades a este óptimo ensayo en el desarrollo de este apartado.
30
Cfr. E. Goffman, Relation in Public, © E. Goffinan 1971; traducción italiana, Relazioni in pubblico, microstudi sull’ordine pubblico, 32
Ibíd, p. 33.
Milano, Bompiani, 1981. 33
Cfr. G. Bettetini, La simulazione visiva; inganno, finzione, poesia, computer graphics, Milano, Bompiani, 1993.

18 - La Puerta FBA La Puerta FBA - 19


Gianfranco Bettetini ¿Qué me han representado y me representan los media?

ficación, entre otras cosas, nos remite a signos de la representación existencial, taciones del interlocutor, del espectador, fiere a las diversas tecnologías que se va-
aquel de «simulación», que tiene una estre- por un lado responden a normas socia- del mismo lector: entre representación y len de la pantalla (pintura posrenacenista,
cha correlación con la representación y que les, a una especie de guía de la acción perlocutividad. Ya la imitación y la catarsis cine, radar, televisión).
está muy implicado en el ámbito de los nue- que está sostenida por sanciones, nega- contemplaban el efecto sobre el público. Y En un ensayo nuestro precedente, de-
vos media: lo desarrollaremos en el próxi- tivas o positivas; por otra, ayudan a des- así para todas las sucesivas nociones de dicado particularmente al estudio de la
mo apartado. La vida cotidiana está así liga- cifrar (y a comentar) los significados lite- representación, a las cuales se unieron en simulación visual,33 habíamos en cambio
da a la representación, desde reproducir las rales de las afirmaciones explícitas, ade- los últimos decenios, ampliando las pers- identificado un desecho, una sobrevalo-
fases de la escena y del detrás de escena, más de poner en evidencia el nivel de la pectivas disciplinares interesadas, aque- ración de la simulación respecto de la re-
pasando por los hechos mostrados y los he- propia participación. llas de emoción, de coparticipación, de pa- presentación: más allá del acto de puesta
chos ocultados (en el cine se podría hablar En este intercambio de signos, tienen sión. Hasta que, sobre todo con el adveni- en escena, común a los dos fenómenos,
de fuera de campo). de hecho una particular importancia los miento de los nuevos media, la acción uni- habíamos encontrado en la simulación la
En lo que concierne a la interacción, lue- así llamados signos-de-unión, que dan in- da a la representación fue liberándose de necesidad, ausente de derecho en la re-
go de haber afirmado que, en tanto acto- formación sobre los vínculos entre las per- sus connotaciones simbólicas e interiores presentación, de realizar una verificación
res, somos «traficantes de moralidad», 28 se sonas y que involucran objetos, expresio- para acceder al rol de una acción verdade- de sus resultados; y se trata de un proble-
detiene a considerar la relación entre el nes y actos, con la sola exclusión de los ya ra y propia, física, objetual, fundamental- ma muy relevante específicamente en el
Self y la acción-reacción con el otro y con citados aspectos literales de las relativas mente a distancia. ámbito de los nuevos media y de su capa-
los otros: dos temas muy conectados. Como afirmaciones explícitas. Se trata de la así llamada telepresencia. cidad de construir imágenes ante la au-
escribe Piere Paolo Giglioli en la introduc- En la interacción, finalmente, juega sencia de cualquier referente.
ción al volumen citado en la nota 28, «el self un rol determinante el control de la in- 5. Representación y «Simular» significa imitar, represen-
se explica durante la interacción»: ésta for- formación, al menos para verificar la co- tar, reproducir; pero significa también fin-
talece «el material simbólico mediante el herencia. Este control puede ser fácil- teleacción. Con el decir, hacer gir, engañar, mentir.
cual el self proyectado de un individuo es mente referido a aquel del teatro, del cine Cada lenguaje debe siempre simular,
confirmado o desacreditado». Goffman o de la televisión. Limitémonos al ejem- ¿Existe un vínculo diferenciado entre aunque con gradualidad diversa que va de
individualiza dos partes fundamentales en plo del cine, fácilmente extensible a los las «nuevas técnicas computarizadas de la imitación más convincente posible de
su «dramaturgia»: el actor y el personaje; otros dos casos. creación de los media» y las viejas técnicas un referente, sobre el cual se oculta todo el
el primero es un «fatigado fabricante de También en la interacción con la pan- «de representación y simulación»?31 Los de- plano de sus significados, a la construcción
impresiones»; el otro, «una figura dotada talla se desenvuelve una conversación nominados nuevos media, siempre redu- de significados atendibles a los cuales no
de carácter positivo, en el cual espíritu, fuer- entre dos, entre los dos sujetos simbóli- cibles al ámbito de la digitalización y de la les corresponde ningún referente; pero
za y otras cualidades excepcionales deben cos enunciador y enunciatario; el espec- interactividad, ¿conllevan innovaciones es- cada lenguaje puede también simular, en
ser evocadas durante la representación».29 tador empírico asiste al intercambio, pecíficas respecto de los medios tradicio- el sentido negativo del término, apuntan-
La interacción se desarrolla median- participando o no, compartiendo o no, nales en relación con la representación? do a involucrar a los eventuales destinata-
te movimientos reales y movimientos entendiendo o no entendiendo. El con- Ante todo, también las representaciones rios en operaciones de persuasión en las
virtuales, en una forma de juego que trol de la información es actuado, por de los nuevos media, como todas las repre- confrontaciones de significados falsos o, al
implica estrategias diversas de parte del norma, del enunciador sobre el enuncia- sentaciones culturales, están condiciona- menos, objetivamente ininteligibles.
jugador-actor. En el intercambio, se di- tario, correspondiente a las dos termina- das por prejuicios: un sistema jerárquico La representación puede ser además
rigen comunicaciones e informaciones, les Goffmanianas, pero también del es- de archivos concibe el universo como go- considerada como control, efectuado me-
pero, sobre todo, además de influenciar pectador sobre el enunciador (cuando bernado por un orden lógico, donde cada diante la computadora: su pantalla está
al otro, es posible trampear y corrom- posee la necesaria competencia) o del objeto tiene su lugar bien definido; el mo- concebida como una ventana que «se aso-
per. Junto a la voz, con todas sus impli- espectador sobre el enunciatario (cuan- delo del World Wide Web, en cambio, se ma sobre un espacio ilusorio» y que se con-
caciones expresivas, la interacción se to está en el nivel naif). refiere a la idea de que todos los objetos trapone a su versión «como panel de con-
exterioriza también mediante gestos Pero todas las consideraciones desarro- son equivalentes y que «todo estaría, o po- trol `plano´». La representación puede ser
del cuerpo, considerados como exhibi- lladas hasta este punto, trasladadas al ám- dría estar, conectado».32 La representación también considerada como acción. Y aquí
ciones de intenciones. 30 bito pragmático, ponen en evidencia el es- realizada por los nuevos media puede asu- nos reencontramos en el ámbito al cual se
Goffman considera estos gestos como trecho vínculo existente entre represen- mir connotaciones diversas, siempre se- hacía referencia en el final del apartado
«glosas del cuerpo» que, como todos los tación y acción desarrollada en las confron- gún Manovich: puede ser identificada, por precedente y que, como veremos, marca
ejemplo, con la simulación, cuando se re- específicamente el universo de los nuevos

28
E. Goffman, Interaction Ritual, Garden City, Doubleday, 1967 y Strategic Interaction, Philadelphia, University of Pennsylvania
Press, 1969; los dos ensayos están reunidos en la traducción italiana, Modelli di interazione, Bologna, il Mulino, 1971, con una larga
introducción de P. P. Giglioli, p. XV. 31
Cfr. Manovich, The language of New Media, Masachusetts Institute of Tecnology, 2001; traducción italiana, Il linguaggio dei nuovi
29
Ver. E. Goffman, The Presentation..., cit. p. 284. media, Olivares, 2002. Haremos referencia en repetidas oportunidades a este óptimo ensayo en el desarrollo de este apartado.
30
Cfr. E. Goffman, Relation in Public, © E. Goffinan 1971; traducción italiana, Relazioni in pubblico, microstudi sull’ordine pubblico, 32
Ibíd, p. 33.
Milano, Bompiani, 1981. 33
Cfr. G. Bettetini, La simulazione visiva; inganno, finzione, poesia, computer graphics, Milano, Bompiani, 1993.

18 - La Puerta FBA La Puerta FBA - 19


Gianfranco Bettetini ¿Qué me han representado y me representan los media?

media. Nos disponemos a tratar las tecno- observa que la computadora y la cultura arquitectura, con el happening, con la do radicalmente: y no sólo porque mues-
logías representativas «implicadas para informática sustituyen todas las constan- performance, con la instalación... La inte- tra «típicamente una serie de ventanas
consentir la acción, es decir permitir al tes con variables;35 retomando en cambio ractividad no es, por consiguiente, algo coexistentes» (fenómeno que recuerda
usuario manipular la realidad mediante a Grahame Weinbren, afirma que, en el típico de los nuevos media, a pesar de que aquel del zapping televisivo que permite
las representaciones (mapas, diseños ar- caso de medios interactivos, cada elección se altera las coordenadas de la represen- al usuario seguir más programas), sino
quitectónicos, rayos X, telepresencia).» «implica una responsabilidad moral».36 tación que se realiza. porque también en la Realidad Virtual, que
Se puede después analizar la represen- Pero dejando tantas opciones al usua- La cultura del «presente permanente» puede ser considerada como un desarro-
tación como comunicación: las tecnologías rio, «el autor» se libera de la responsabili- que caracteriza al mundo contemporáneo llo técnicamente avanzado de la compu-
representativas consienten «la creación de dad de representación: del mundo y de la encuentra su expresión más fuerte cuan- tadora, la pantalla desaparece sustituida
objetos estéticos tradicionales»; pero la im- humanidad. Manovich pone, al respecto, do es filtrada, junto a aquella del pasado, por cascos, guantes, anteojos...45
portancia de la telecomunicación person- el ejemplo de los sistemas de respuesta mediante la computadora y «su particu- A la pantalla clásica y a aquella diná-
to-person y de las formas teleculturales automática (telefónicos o vía Internet), a lar interfaz hombre-máquina».40 mica se añade luego la «pantalla en tiem-
«que no producen ningún objeto», la grilla los cuales recurren las grandes empresas Desde un punto de vista semiótico, la po real»: la imagen puede mutar, precisa-
de la comunicación aplicada a la represen- cuando los clientes las contactan. interfaz es una especie de código que mente, «en tiempo real», adecuándose a
tación en el caso de los nuevos media nos La adopción de estos sistemas ha sido transporta mensajes culturales en diver- los cambios del referente (radar, toma en
induce a considerar el hecho de que propia- hecha en nombre de la «libertad de elec- sos medios: según Manovich, la mayor vivo, «modificación de datos en la memo-
mente aquí se verifica un ámbito diferen- ción», pero el efecto principal de esta au- parte de los códigos culturales (y, asumi- ria de la computadora»46).
ciado respecto de los medios tradicionales; tomatización es que «ahora el trabajo es mos nosotros, sobre todo aquellos del tra- A propósito de la Realidad Virtual, es
al menos, por cuanto resguarda «la ecua- desarrollado por los clientes y no más por bajo en la computadora) gozan de la pro- oportuno destacar, siguiendo una vez más
ción tradicional entre cultura y objetos». los empleados».37 Los nuevos media se ma- piedad de ser «no transparentes».41 Y así a Manovich, que esta instrumentación,
Manovich relaciona además la idea de nifiestan mediante dos cualidades funda- la interfaz no es una «ventana transpa- antes que «liberar» el cuerpo como sostie-
representación a aquella de ilusionismo mentales: la programabilidad y la interac- rente sobre datos contenidos en el inte- nen muchos fanáticos defensores de uni-
visual-simulación: donde la primera parte tividad. La primera es una verdadera ca- rior de la computadora (...), sino que porta versos electrónicos alternativos al nuestro,
del sintagma se refiere a las técnicas y a racterística innovadora y deriva de la re- consigo fuertes mensajes.»42 en realidad lo encarcela «en una medida
las tecnologías tradicionales y la segunda presentación numérica que «transforma Si la codificación, aun oculta, se revela que no tiene precedentes».47 El cuerpo
a los «varios métodos informáticos para los medios en datos informáticos y de allí presente hasta en las interfaces, el ámbito deviene como un gran mouse o un gran
reproducir los aspectos de la realidad más los vuelve programables. Es la programa- de la representación resulta enriquecido joystick: el usuario, antes que apartar el
allá de la apariencia visual; el movimiento bilidad lo que cambia radicalmente la na- o, al menos, transformado. Nuestra socie- mouse, está obligado a apartar su cuerpo.
de los objetos, el cambio de forma de los turaleza de los medios (...)».38 dad puede ser definida como del espectá- En todas estas transformaciones de la
fenómenos naturales (...), las motivaciones, La interactividad que Manovich define culo o de la simulación, pero de cualquier pantalla y de sus funciones se verifica un
los comportamientos, la comprensión del como una tautología a propósito de los modo es una sociedad de la pantalla.43 Se- descarte respecto de la tradición donde,
lenguaje por parte de los seres humanos». medios computarizados no es, en cambio, gún los criterios constructivos de la época como habíamos escrito poco antes, la esca-
Y, en fin, la conexión entre represen- una característica específica de estos, a moderna, la pantalla realiza «otro» espa- la dimensional entre mundo virtual y mun-
tación e información: aquí, la proyección pesar de la apariencia. Todo el arte clásico cio virtual que se coloca en nuestro espa- do real es diferente: aquí la escala de repre-
de los nuevos media se manifiesta me- y aun más el arte moderno pueden ser cio normal: los dos espacios son completa- sentación «es idéntica a aquella del ambien-
diante dos objetivos en recíproca oposi- considerados como interactivos: «las elip- mente diferentes, aun si coexisten. Este te humano, por la cual ambos espacios se
ción. Por una parte, envolvimiento total sis narrativas, las omisiones de detalles «otro» espacio, el espacio de la represen- vuelven continuos».48 Esto es tal que nos
de los usuarios «en un universo ficticio e en las obras figurativas y otros ‘atajos’ tación, tiene una escala dimensional dife- reencontramos tanto en el ámbito de la si-
imaginario símil a la ficción tradicional»; descriptivos obligan al usuario a tratar de rente de «aquella que utilizamos en nues- mulación como en aquel de la representa-
y por la otra, la oferta «de un acceso efi- reconstruir las informaciones faltantes».39 tro espacio normal».44 ción. La simulación, además de aquello que
ciente a un corpus de información». 34 Lo mismo aviene con el teatro, con el cine Con la llegada del monitor de la com- habíamos escrito más arriba, intenta «mez-
Retomando a Marcos Novak, Manovich y con su montaje, con la escultura, con la putadora, el rol de la pantalla es cambia- clar, antes que (...) separar, el espacio físico

34 40
Para todas las categorías arriba indicadas referidas al concepto de representación, cfr. L. Manovich, Il linguaggio..., cit., pp. 34-35. Ibíd., pp. 89-90.
35 41
Ibíd., p. 66; cfr. M. Novak, intervención en el Congreso «Interactive Fraction», University of Southern California, Los Ángeles, 6 de Ibíd., pp. 90-91.
junio de 1999. 42
Ibíd.
36
Ibíd., p. 67; cfr. G Weinbren, « In the Ocean of Streams of Story», en Millenium Film Journal 28, (primavera 1995), http:// 43
Ibíd., p. 128.
www.sva.edu/MFJ/j ourjournalpage/MFJ28-/G WOCEAN. HTML. 44
Ibíd., pp. 128-130.
37
Ibíd., p. 67. 45
Ibíd., pp. 131-132.
38
Ibíd., p. 71 y p. 76. 46
Ibíd., p. 134.
39
Ibíd., p. 80; Manovich hace referencia a E. Gombrich y a su notable libro A Study in the Psychology of Pictorial Representation, 47
Ibíd., p. 147.
48
Princenton, N. Y., Princenton University Press, 1960; traducción italiana Arte e illusione, Torino, Einaudi, 1965. Ibíd., p. 150.

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Gianfranco Bettetini ¿Qué me han representado y me representan los media?

media. Nos disponemos a tratar las tecno- observa que la computadora y la cultura arquitectura, con el happening, con la do radicalmente: y no sólo porque mues-
logías representativas «implicadas para informática sustituyen todas las constan- performance, con la instalación... La inte- tra «típicamente una serie de ventanas
consentir la acción, es decir permitir al tes con variables;35 retomando en cambio ractividad no es, por consiguiente, algo coexistentes» (fenómeno que recuerda
usuario manipular la realidad mediante a Grahame Weinbren, afirma que, en el típico de los nuevos media, a pesar de que aquel del zapping televisivo que permite
las representaciones (mapas, diseños ar- caso de medios interactivos, cada elección se altera las coordenadas de la represen- al usuario seguir más programas), sino
quitectónicos, rayos X, telepresencia).» «implica una responsabilidad moral».36 tación que se realiza. porque también en la Realidad Virtual, que
Se puede después analizar la represen- Pero dejando tantas opciones al usua- La cultura del «presente permanente» puede ser considerada como un desarro-
tación como comunicación: las tecnologías rio, «el autor» se libera de la responsabili- que caracteriza al mundo contemporáneo llo técnicamente avanzado de la compu-
representativas consienten «la creación de dad de representación: del mundo y de la encuentra su expresión más fuerte cuan- tadora, la pantalla desaparece sustituida
objetos estéticos tradicionales»; pero la im- humanidad. Manovich pone, al respecto, do es filtrada, junto a aquella del pasado, por cascos, guantes, anteojos...45
portancia de la telecomunicación person- el ejemplo de los sistemas de respuesta mediante la computadora y «su particu- A la pantalla clásica y a aquella diná-
to-person y de las formas teleculturales automática (telefónicos o vía Internet), a lar interfaz hombre-máquina».40 mica se añade luego la «pantalla en tiem-
«que no producen ningún objeto», la grilla los cuales recurren las grandes empresas Desde un punto de vista semiótico, la po real»: la imagen puede mutar, precisa-
de la comunicación aplicada a la represen- cuando los clientes las contactan. interfaz es una especie de código que mente, «en tiempo real», adecuándose a
tación en el caso de los nuevos media nos La adopción de estos sistemas ha sido transporta mensajes culturales en diver- los cambios del referente (radar, toma en
induce a considerar el hecho de que propia- hecha en nombre de la «libertad de elec- sos medios: según Manovich, la mayor vivo, «modificación de datos en la memo-
mente aquí se verifica un ámbito diferen- ción», pero el efecto principal de esta au- parte de los códigos culturales (y, asumi- ria de la computadora»46).
ciado respecto de los medios tradicionales; tomatización es que «ahora el trabajo es mos nosotros, sobre todo aquellos del tra- A propósito de la Realidad Virtual, es
al menos, por cuanto resguarda «la ecua- desarrollado por los clientes y no más por bajo en la computadora) gozan de la pro- oportuno destacar, siguiendo una vez más
ción tradicional entre cultura y objetos». los empleados».37 Los nuevos media se ma- piedad de ser «no transparentes».41 Y así a Manovich, que esta instrumentación,
Manovich relaciona además la idea de nifiestan mediante dos cualidades funda- la interfaz no es una «ventana transpa- antes que «liberar» el cuerpo como sostie-
representación a aquella de ilusionismo mentales: la programabilidad y la interac- rente sobre datos contenidos en el inte- nen muchos fanáticos defensores de uni-
visual-simulación: donde la primera parte tividad. La primera es una verdadera ca- rior de la computadora (...), sino que porta versos electrónicos alternativos al nuestro,
del sintagma se refiere a las técnicas y a racterística innovadora y deriva de la re- consigo fuertes mensajes.»42 en realidad lo encarcela «en una medida
las tecnologías tradicionales y la segunda presentación numérica que «transforma Si la codificación, aun oculta, se revela que no tiene precedentes».47 El cuerpo
a los «varios métodos informáticos para los medios en datos informáticos y de allí presente hasta en las interfaces, el ámbito deviene como un gran mouse o un gran
reproducir los aspectos de la realidad más los vuelve programables. Es la programa- de la representación resulta enriquecido joystick: el usuario, antes que apartar el
allá de la apariencia visual; el movimiento bilidad lo que cambia radicalmente la na- o, al menos, transformado. Nuestra socie- mouse, está obligado a apartar su cuerpo.
de los objetos, el cambio de forma de los turaleza de los medios (...)».38 dad puede ser definida como del espectá- En todas estas transformaciones de la
fenómenos naturales (...), las motivaciones, La interactividad que Manovich define culo o de la simulación, pero de cualquier pantalla y de sus funciones se verifica un
los comportamientos, la comprensión del como una tautología a propósito de los modo es una sociedad de la pantalla.43 Se- descarte respecto de la tradición donde,
lenguaje por parte de los seres humanos». medios computarizados no es, en cambio, gún los criterios constructivos de la época como habíamos escrito poco antes, la esca-
Y, en fin, la conexión entre represen- una característica específica de estos, a moderna, la pantalla realiza «otro» espa- la dimensional entre mundo virtual y mun-
tación e información: aquí, la proyección pesar de la apariencia. Todo el arte clásico cio virtual que se coloca en nuestro espa- do real es diferente: aquí la escala de repre-
de los nuevos media se manifiesta me- y aun más el arte moderno pueden ser cio normal: los dos espacios son completa- sentación «es idéntica a aquella del ambien-
diante dos objetivos en recíproca oposi- considerados como interactivos: «las elip- mente diferentes, aun si coexisten. Este te humano, por la cual ambos espacios se
ción. Por una parte, envolvimiento total sis narrativas, las omisiones de detalles «otro» espacio, el espacio de la represen- vuelven continuos».48 Esto es tal que nos
de los usuarios «en un universo ficticio e en las obras figurativas y otros ‘atajos’ tación, tiene una escala dimensional dife- reencontramos tanto en el ámbito de la si-
imaginario símil a la ficción tradicional»; descriptivos obligan al usuario a tratar de rente de «aquella que utilizamos en nues- mulación como en aquel de la representa-
y por la otra, la oferta «de un acceso efi- reconstruir las informaciones faltantes».39 tro espacio normal».44 ción. La simulación, además de aquello que
ciente a un corpus de información». 34 Lo mismo aviene con el teatro, con el cine Con la llegada del monitor de la com- habíamos escrito más arriba, intenta «mez-
Retomando a Marcos Novak, Manovich y con su montaje, con la escultura, con la putadora, el rol de la pantalla es cambia- clar, antes que (...) separar, el espacio físico

34 40
Para todas las categorías arriba indicadas referidas al concepto de representación, cfr. L. Manovich, Il linguaggio..., cit., pp. 34-35. Ibíd., pp. 89-90.
35 41
Ibíd., p. 66; cfr. M. Novak, intervención en el Congreso «Interactive Fraction», University of Southern California, Los Ángeles, 6 de Ibíd., pp. 90-91.
junio de 1999. 42
Ibíd.
36
Ibíd., p. 67; cfr. G Weinbren, « In the Ocean of Streams of Story», en Millenium Film Journal 28, (primavera 1995), http:// 43
Ibíd., p. 128.
www.sva.edu/MFJ/j ourjournalpage/MFJ28-/G WOCEAN. HTML. 44
Ibíd., pp. 128-130.
37
Ibíd., p. 67. 45
Ibíd., pp. 131-132.
38
Ibíd., p. 71 y p. 76. 46
Ibíd., p. 134.
39
Ibíd., p. 80; Manovich hace referencia a E. Gombrich y a su notable libro A Study in the Psychology of Pictorial Representation, 47
Ibíd., p. 147.
48
Princenton, N. Y., Princenton University Press, 1960; traducción italiana Arte e illusione, Torino, Einaudi, 1965. Ibíd., p. 150.

20 - La Puerta FBA La Puerta FBA - 21


Gianfranco Bettetini ¿Qué me han representado y me representan los media?

y el espacio virtual».49 En la tradición repre- un chip implantado en la retina y conec- «representatividad» en las comparacio- Manovich alude a la necesidad de una
sentativa el espectador está subordinado al tado vía el éter a la Red. Desde aquel mo- nes con el referente). La diferencia es con- info-estética, de «un análisis teórico de la
marco de la pantalla y no puede «entrar físi- mento cargaremos con nuestra prisión, siderada por Manovich directamente «de estética del acceso a la información, así
camente» en la imagen: en un ensayo nues- no para confundir alegremente las repre- naturaleza ontológica». El primero, como de la creación de nuevos objetos
tro precedente escribíamos, a propósito del sentaciones y las percepciones (como en analógico, es uniforme; el segundo es par- mediales que ‘esteticen’ la elaboración de
cine y de la televisión, de «prótesis simbóli- el cine; el destacado es nuestro), pero sí cial y desigual: «la realidad artificial que la información».64
cas» del espectador prolongadas en el mun- para estar siempre ‘en contacto’, siem- se puede simular con la gráfica Una última consideración: el espacio,
do virtual de la imagen.50 Pero en las situa- pre conectados, siempre ‘unidos’. La reti- computarizada en 3-D es fundamental- su organización, su utilización han siem-
ciones alternativas creadas por los nuevos na y la pantalla terminarán por fundirse».55 mente incompleta y caracterizada por pre actuado como elemento de base de la
media, y sobre todo por la Realidad Virtual, Otro elemento fundamental en la carac- gap y por zonas grises».60 Esto significa cultura y de sus expresiones; arquitectu-
el espectador está libre de moverse al me- terización de los nuevos media, que colo- que el realismo icónico de los nuevos me- ra, urbanística, mnemotécnicas, pintura,
nos en el espacio físico con los límites que ca la representación en relación con la dia sufre de graves privaciones represen- escultura, cine, televisión son algunas téc-
hemos indicado anteriormente. Esta di- comunicación, es, como habíamos ya in- tativas: pero, se podría objetar, ¿y las foto- nicas que han explotado el valor simbóli-
mensión simulativa no es una novedad: ya dicado, aquel de la teleacción. No se trata grafías sintéticas más «realistas» que co del espacio. También los nuevos media
la pintura del Renacimiento vuelve la ima- de un modo «para crear de los nuevos aquellas antecesoras al uso de la compu- se remontan a estas tradiciones, pero en
gen transportable, a diferencia de los fres- media, sino sólo para acercarse». 56 Cuan- tadora, y las imágenes realizadas con la un modo del todo diverso: en ellos, «por
cos y de los mosaicos, pero esta movilidad do se habla de teleacción, de hecho, se sale gráfica computarizada, tan perfectas, tan primera vez el espacio se vuelve un mé-
de la pintura implica la inmovilidad del es- del ámbito de la representación y se entra «reales»? Se trata, entonces, de construc- dium».65 Al respecto, merece sobre todo
pectador, a diferencia de la relación con un en aquel de la telecomunicación. Median- ciones «demasiado reales»: su represen- atención la categoría de «navegación a tra-
fresco o con un mosaico.51 Sólo en virtud de te la teleacción, y la consecuente telepre- tación se manifiesta no tanto en las com- vés del espacio».66
algunas técnicas pictóricas, sobre todo del sencia, es posible el control no sólo de la paraciones con la realidad normal, cuan- Pero los espacios virtuales, antes y des-
anamorfismo, el espectador estará obliga- simulación, sino también de la misma rea- to en la relación con una realidad diversa pués del advenimiento de los nuevos me-
do a recuperar sus posibilidades de movi- lidad: es posible «manipular a distancia la creada por los operadores de la computa- dia, no son casi nunca espacios verdade-
miento.52 La simulación, por lo tanto, en- realidad física que (...) se presenta median- dora. Su referente no es el mundo, sino la ros; «son, antes bien, colecciones de obje-
tendida como incremento de la represen- te las imágenes».57 Pero, entonces, la esen- programación electrónica que la estruc- tos separados (...) con un juego de pala-
tación, ha existido siempre en la tradición cia de la telepresencia «está en su anti- tura.61 Manovich no habla más al respec- bras podremos afirmar que no hay espa-
figurativa, pero la Realidad Virtual añade presencia»: quizá sería más oportuno ha- to de realismo sino de fotorealismo o, en cio en el ciberespacio».67
una diferencia. Primero, la simulación «crea- blar de teleacción, término que «implica- relación a fenómenos más complejos, de La imagen de la representación se ma-
ba un espacio ilusorio que quería ser la con- ría el proceder a distancia, en tiempo metarealismo, que «incorpora en sí su nifiesta por consiguiente con un rol opo-
tinuación del espacio normal»; en la Reali- real».58 Si Umberto Eco, citado por Manovi- misma crítica».62 sitor a aquel de la imagen-interface; la
dad Virtual «o no hay conexión entre los dos ch, define el signo como cualquier cosa que Junto al acceso de la información y, por imagen de la computadora «se coloca en-
espacios», en el sentido en el que uno y otro puede ser usada para mentir, en el ámbito lo tanto, a una representación-simulación tre dos polos opuestos: una ventana
no tienen ninguna relación recíproca, «o de la telecomunicación electrónica se pue- de carácter cognitivo, los nuevos media ilusosionista asomada sobre un universo
bien (...) los dos espacios coinciden totalmen- de decir que el signo es cualquier cosa que generan también implicancias psicológi- fantástico y un panel de control».68 Es jus-
te (...)».53 se puede usar para teleproceder».59 cas y emotivas: «la oposición entre infor- to aquí que se colocan el problema de la
Aquella que deviene cancelada, olvida- Retornando al tema de la representa- mación e ‘inmersión’ puede ser vista representación y aquel de la simulación
da, suprimida en ambos casos, es la «rea- ción, podemos privilegiar la relación en- como expresión particular de la contra- en el ámbito de los nuevos media y, even-
lidad física efectiva». 54 Y Manovich se tre el realismo cinematográfico y el realis- posición más general que caracteriza los tualmente, del arte que puede nacer de
arriesga a hipotetizar que, al final «el apa- mo sintético (donde por realismo se en- nuevos media: acción y representación».63 su instrumentación: se trata de saber en-
rato de la Realidad Virtual se reducirá a tiende la «credibilidad» de la imagen, su Y ya que el acceso a la información ha lle- trelazar, de hacer interactuar, «estos dos
gado a ser fundamental en la era digital, roles concurrentes de la imagen».69

49
Ibíd.
60
50
Cfr. G. Bettetini, La conversazione audiovisiva, problemi dell’enunciazione filmica e televisiva, Milano, Bompiani, 1999. Ibíd., p. 248.
51
Cfr. L. Manovich, Il linguaggio..., cit., p. 150. 61
Ibíd ., pp. 251-252.
52
Cfr. G. Bettetini, La simulazione visiva..., cit., pp. 44-45. 62
Ibíd., p. 263.
53
Cfr. L. Manovich, Il linguaggio..., cit., p. 150. 63
Ibíd., pp. 270-271.
54
Ibíd., p. 152. 64
Ibíd., p. 271.
55
Ibíd., pp. 152-153. 65
Ibíd., p. 311.
56
Ibíd., p. 206. 66
Ibíd., p. 312. Cfr. también G. Bettetini, G. Gasparini, N. Vittandini, Gli spazi dell’ipertesto, Milano, Bompiani, 2002.
67
57
Ibíd., p. 212. Ibíd., p. 313.
68
58
Ibíd., p. 213. Ibíd., pp. 358-359.
59
Ibíd., p. 217. 69
Ibíd.

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Gianfranco Bettetini ¿Qué me han representado y me representan los media?

y el espacio virtual».49 En la tradición repre- un chip implantado en la retina y conec- «representatividad» en las comparacio- Manovich alude a la necesidad de una
sentativa el espectador está subordinado al tado vía el éter a la Red. Desde aquel mo- nes con el referente). La diferencia es con- info-estética, de «un análisis teórico de la
marco de la pantalla y no puede «entrar físi- mento cargaremos con nuestra prisión, siderada por Manovich directamente «de estética del acceso a la información, así
camente» en la imagen: en un ensayo nues- no para confundir alegremente las repre- naturaleza ontológica». El primero, como de la creación de nuevos objetos
tro precedente escribíamos, a propósito del sentaciones y las percepciones (como en analógico, es uniforme; el segundo es par- mediales que ‘esteticen’ la elaboración de
cine y de la televisión, de «prótesis simbóli- el cine; el destacado es nuestro), pero sí cial y desigual: «la realidad artificial que la información».64
cas» del espectador prolongadas en el mun- para estar siempre ‘en contacto’, siem- se puede simular con la gráfica Una última consideración: el espacio,
do virtual de la imagen.50 Pero en las situa- pre conectados, siempre ‘unidos’. La reti- computarizada en 3-D es fundamental- su organización, su utilización han siem-
ciones alternativas creadas por los nuevos na y la pantalla terminarán por fundirse».55 mente incompleta y caracterizada por pre actuado como elemento de base de la
media, y sobre todo por la Realidad Virtual, Otro elemento fundamental en la carac- gap y por zonas grises».60 Esto significa cultura y de sus expresiones; arquitectu-
el espectador está libre de moverse al me- terización de los nuevos media, que colo- que el realismo icónico de los nuevos me- ra, urbanística, mnemotécnicas, pintura,
nos en el espacio físico con los límites que ca la representación en relación con la dia sufre de graves privaciones represen- escultura, cine, televisión son algunas téc-
hemos indicado anteriormente. Esta di- comunicación, es, como habíamos ya in- tativas: pero, se podría objetar, ¿y las foto- nicas que han explotado el valor simbóli-
mensión simulativa no es una novedad: ya dicado, aquel de la teleacción. No se trata grafías sintéticas más «realistas» que co del espacio. También los nuevos media
la pintura del Renacimiento vuelve la ima- de un modo «para crear de los nuevos aquellas antecesoras al uso de la compu- se remontan a estas tradiciones, pero en
gen transportable, a diferencia de los fres- media, sino sólo para acercarse». 56 Cuan- tadora, y las imágenes realizadas con la un modo del todo diverso: en ellos, «por
cos y de los mosaicos, pero esta movilidad do se habla de teleacción, de hecho, se sale gráfica computarizada, tan perfectas, tan primera vez el espacio se vuelve un mé-
de la pintura implica la inmovilidad del es- del ámbito de la representación y se entra «reales»? Se trata, entonces, de construc- dium».65 Al respecto, merece sobre todo
pectador, a diferencia de la relación con un en aquel de la telecomunicación. Median- ciones «demasiado reales»: su represen- atención la categoría de «navegación a tra-
fresco o con un mosaico.51 Sólo en virtud de te la teleacción, y la consecuente telepre- tación se manifiesta no tanto en las com- vés del espacio».66
algunas técnicas pictóricas, sobre todo del sencia, es posible el control no sólo de la paraciones con la realidad normal, cuan- Pero los espacios virtuales, antes y des-
anamorfismo, el espectador estará obliga- simulación, sino también de la misma rea- to en la relación con una realidad diversa pués del advenimiento de los nuevos me-
do a recuperar sus posibilidades de movi- lidad: es posible «manipular a distancia la creada por los operadores de la computa- dia, no son casi nunca espacios verdade-
miento.52 La simulación, por lo tanto, en- realidad física que (...) se presenta median- dora. Su referente no es el mundo, sino la ros; «son, antes bien, colecciones de obje-
tendida como incremento de la represen- te las imágenes».57 Pero, entonces, la esen- programación electrónica que la estruc- tos separados (...) con un juego de pala-
tación, ha existido siempre en la tradición cia de la telepresencia «está en su anti- tura.61 Manovich no habla más al respec- bras podremos afirmar que no hay espa-
figurativa, pero la Realidad Virtual añade presencia»: quizá sería más oportuno ha- to de realismo sino de fotorealismo o, en cio en el ciberespacio».67
una diferencia. Primero, la simulación «crea- blar de teleacción, término que «implica- relación a fenómenos más complejos, de La imagen de la representación se ma-
ba un espacio ilusorio que quería ser la con- ría el proceder a distancia, en tiempo metarealismo, que «incorpora en sí su nifiesta por consiguiente con un rol opo-
tinuación del espacio normal»; en la Reali- real».58 Si Umberto Eco, citado por Manovi- misma crítica».62 sitor a aquel de la imagen-interface; la
dad Virtual «o no hay conexión entre los dos ch, define el signo como cualquier cosa que Junto al acceso de la información y, por imagen de la computadora «se coloca en-
espacios», en el sentido en el que uno y otro puede ser usada para mentir, en el ámbito lo tanto, a una representación-simulación tre dos polos opuestos: una ventana
no tienen ninguna relación recíproca, «o de la telecomunicación electrónica se pue- de carácter cognitivo, los nuevos media ilusosionista asomada sobre un universo
bien (...) los dos espacios coinciden totalmen- de decir que el signo es cualquier cosa que generan también implicancias psicológi- fantástico y un panel de control».68 Es jus-
te (...)».53 se puede usar para teleproceder».59 cas y emotivas: «la oposición entre infor- to aquí que se colocan el problema de la
Aquella que deviene cancelada, olvida- Retornando al tema de la representa- mación e ‘inmersión’ puede ser vista representación y aquel de la simulación
da, suprimida en ambos casos, es la «rea- ción, podemos privilegiar la relación en- como expresión particular de la contra- en el ámbito de los nuevos media y, even-
lidad física efectiva». 54 Y Manovich se tre el realismo cinematográfico y el realis- posición más general que caracteriza los tualmente, del arte que puede nacer de
arriesga a hipotetizar que, al final «el apa- mo sintético (donde por realismo se en- nuevos media: acción y representación».63 su instrumentación: se trata de saber en-
rato de la Realidad Virtual se reducirá a tiende la «credibilidad» de la imagen, su Y ya que el acceso a la información ha lle- trelazar, de hacer interactuar, «estos dos
gado a ser fundamental en la era digital, roles concurrentes de la imagen».69

49
Ibíd.
60
50
Cfr. G. Bettetini, La conversazione audiovisiva, problemi dell’enunciazione filmica e televisiva, Milano, Bompiani, 1999. Ibíd., p. 248.
51
Cfr. L. Manovich, Il linguaggio..., cit., p. 150. 61
Ibíd ., pp. 251-252.
52
Cfr. G. Bettetini, La simulazione visiva..., cit., pp. 44-45. 62
Ibíd., p. 263.
53
Cfr. L. Manovich, Il linguaggio..., cit., p. 150. 63
Ibíd., pp. 270-271.
54
Ibíd., p. 152. 64
Ibíd., p. 271.
55
Ibíd., pp. 152-153. 65
Ibíd., p. 311.
56
Ibíd., p. 206. 66
Ibíd., p. 312. Cfr. también G. Bettetini, G. Gasparini, N. Vittandini, Gli spazi dell’ipertesto, Milano, Bompiani, 2002.
67
57
Ibíd., p. 212. Ibíd., p. 313.
68
58
Ibíd., p. 213. Ibíd., pp. 358-359.
59
Ibíd., p. 217. 69
Ibíd.

22 - La Puerta FBA La Puerta FBA - 23


Gianfranco Bettetini Bryson Norman

6. Conclusión

Siguiendo los recorridos históricos y


culturales de la «representación» hemos
cumplido en modo rápido y sintético un
amplio trayecto de reflexión, de caracte-
El siglo de « October « 1
rización de semejanzas y de desechos. Par-
tiendo de las ideas platónicas y aristotéli-
cas, en contraposición de una respecto
de la otra, nos hemos detenido desde el
comienzo en el concepto de «imitación»,
para luego elegir el camino específico de
las «artes de la representación», de la
puesta en escena.
Hemos así atravesado los territorios
del teatro y del cine-televisión, en primer
lugar identificando en los dos medios una
referencia originaria a la antigua imita-
ción y, luego, haciendo referencia sobre
todo a teorizaciones de naturaleza semió-
tica, se descubren las manifestaciones de Tal como sabe cualquiera que haya es-
lenguajes y de discursos. Trasladándonos tudiado –o enseñado– historia del arte del
de los lugares efectivos de la práctica Norman Bryson siglo XX, ésta es claramente un campo que
escénica y de la pantalla, hemos después Profesor de Historia del Arte en últimos cinco años, el arte carece de descripciones generales: inten-
la Universidad de California, contemporáneo ha sido el tos por construir algún tipo de visión abar-
intentado verificar estas revelaciones en San Diego. Director del tema principal de sus escritos,
el ámbito de la vida cotidiana, haciendo cadora se fragmentan rápidamente en
Doctorado en Estudios Visuales complementados con la
referencia sobre todo a los estudios de E. y Culturales recientemente docencia en escuelas de Bellas episodios que relatan el surgimiento y la
creado en la Universidad de Artes que incluyen el caída de movimientos separados, con el
Goffman. En fin, nos hemos ocupado de
Rochester y del Doctorado en Goldsmiths College de Londres; Postimpresionismo dando paso al Fauvis-
los nuevos media, identificando en estos
Estudios Visuales y Teóricos en la Jan van Evck Academy de mo, Cubismo, Futurismo, Constructivis-
un deslizamiento desde el concepto de la Slade School of Fine Art, Maastricht en los Países Bajos; mo, Dada, etc. Si bien cada movimiento
«representación» al de «simulación». University College, Londres. y en el Art Center College of
Dictó clases en las Design en Pasadena. aparece vívido y distinto, la lógica narrati-
De cualquier modo, más allá de algunas
Universidades de Cambridge, Sus investigaciones y tareas va predominante ha sido la de la fragmen-
diferencias o de un descarte como aquel
Rochester, Harvard y Londres. docentes actuales se centran tación, dejando oscuras, si no impenetra-
simulatorio (pero la simulación, lo hemos
Ha realizado numerosas en el arte moderno y la cultura bles, las interrelaciones entre los movi-
puesto bien en evidencia, comprende tam- publicaciones acerca de la visual en Occidente, China y mientos y sus raigambres en los procesos
bién la representación), nos parece poder historia del arte del siglo XVIII, Japón; en la fotografía y en la
históricos subyacentes. El objetivo de Art
afirmar, al final de nuestro recorrido, que el la teoría de la crítica y el arte filosofía de la representación
contemporáneo. Durante los visual. Since 1900 es oponerse a esta fragmenta-
representar es una instancia constante y
ción sin reducir todo a una explicación
atemporal de la naturaleza y de la cultura
única y totalizadora. Más pluralista, mo-
humana. Son variadas las técnicas y varia-
viliza la fuerza de no menos de cuatro en-
rán aun en el futuro, pero la huída del hom-
foques históricos del arte, cada uno de
bre de sí mismo para encontrar placer extá-
los cuales tiene el potencial para vincu-
tico, compensación y estímulos culturales no
lar las fragmentaciones en su propio do-
se extinguirá jamás: sobre todo, no termina-
minio: Formalismo, con su cuidado por la
rá jamás de dirigirse a la representación, con
organización específica de la obra de arte;
el sujeto activo al nivel de actor o de especta-
la Historia Social del Arte, con su capaci-
dor o de ambos.

Traducción: Luciano Massa y Nora Minuchin

24 - La Puerta FBA La Puerta FBA - 25

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