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inventan sus cuerpos de acuerdo a estereotipos de belleza, basados en una lógica del mercado
“occidental” que construye y habilita cuerpos fragmentados (Le Breton, 1990).
Este estudio aborda uno de los elementos por el que se mide la “belleza”, que es el “peso
ideal”, elemento primordial que en los días actuales fija diferencias y marca criterios de
exclusión en la sociedad, donde se plasman los paradigmas hegemónicos de la salud, belleza y
sexualidad, que nos muestran un modelo de belleza normativa, basada en la delgadez
extrema.
Esta re-invención del cuerpo está mediada por discursos médicos, seudo-médicos y
cosmetológicos, que vía medios publicitarios tratan de vendernos la “idea de la belleza”,
plasmada en cuerpos “bellos/as” e inalcanzables.
Para efectuar este análisis este trabajo parte de traspolar el concepto de “biopolítica de las
poblaciones” de Michael Foucault (1991, 1992a, 2006, 2007) a un concepto que denomino
como “biopolítica del peso”.
Wolf (2002) nos da luces respecto al tema, enlazando un puente entre sexualidad y
alimentación, al decirnos que la cultura moderna suprime el apetito femenino oral como la
cultura victoriana suprimía a través de la medicina el apetito sexual. Los ritos de la belleza
suplantaron básicamente cada prohibición Judeo-cristiana en contra del apetito sexual para
trasladarla al apetito oral.
De esta manera, Wolf hace un paralelo entre el sexo y la alimentación, mostrándonos que el
sexo para la procreación es aceptable, mientras que para fines placenteros es considerado un
pecado. De la misma manera, en la actualidad el comer para mantenerse vivo y sano es bueno,
mientras que alimentarse solo para complacer al cuerpo (y con ello en exceso) vendría hacer
analógicamente un delito.
PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN
Metáfora
Traspolando el trabajo de Guerrero (1991, 1994, 2000), podríamos decir que pasamos de una
administración pública de las poblaciones, donde el Estado construye a la obesidad como un
problema de salud pública, sin darle soluciones viables para su curación, trasladándose
sigilosamente su tratamiento a manos privadas que están controladas por los centros de
estética y de reducción de peso.
HIPÓTESIS
En primer lugar, se comienza a mirar desde la perspectiva privada de los seguros médicos las
pérdidas que las personas obesas generan para sus ganancias, relacionándolas con
enfermedades que tienen un alto índice de mortalidad. Estos criterios serán acogidos por un
discurso médico-estatal, quien nos presentará a la obesidad como un problema de salud
pública y una “epidemia del siglo” (Yépez, 2005).
Distincion
El segundo evento histórico, se refiere al hecho de que hasta finales del siglo XIX y principios
del XX, acceder a ciertos alimentos tales como, las carnes grasosas o la azúcar blanca -por
señalar dos ejemplos-, se constituía en privilegio exclusivo de las clases altas. Cuando por el
incremento de la capacidad adquisitiva de las clases media y baja, éstas pueden acceder a
alimentos que antes era patrimonio de unos pocos, se produce el quiebre de las
representaciones sociales entre la obesidad y la delgadez (Contreras, 2002b).
A partir de aquí la obesidad y el consumo de grasas ya no estará ligado un estatus social alto,
sino que se lo asociará al retraso y la pobreza. En este sentido, “las clases altas eligieron
distinguirse de las clases trabajadoras adoptando un ideal de delgadez que luego sería imitado
por las clases media y baja” (Contreras, 2002b:282).
Ejemplo
Dr. Glúteos” funcionaba clandestinamente en la ciudad de Quito, sin contar con su respectivo
permiso de funcionamiento. El permiso de funcionamiento que estaba “tramitando” era como
un centro de cosmetología y estética, razón por la cual tenía una razón social distorsionada, ya
que estaba publicitándose como un centro que ofertaba procedimientos médicos invasivos
con sustancias prohibidas para la salud que no cuentan con el registro sanitario ecuatoriano, y
que han causado la muerte a algunas personas en otros lugares del mundo. Siendo lo más
delicado en este tema, que su representante no estaba registrado como médico acreditado
para ejercer la medicina en el Ecuador.
Conclusiones