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1) La unión PN.
El dispositivo semiconductor de estructura más simple es el diodo de unión, que puede
esquematizarse mediante sendas muestras semiconductoras P y N puestas en contacto tal como se
indica en las figuras 1 y 2, donde se incluye su representación simbólica. Con independencia de sus
aplicaciones específicas, la unión PN constituye el elemento básico de muchos dispositivos
semiconductores de estructura más compleja (transistor bipolar, tiristor, etc.), lo que justifica el
estudio de sus características básicas de operación.
SiO2
1µ
P+
5µ N 1016 cm-3
+
100µ N 1019 cm-3
Figura 1 Figura 2
De este modo, queda constituida una unión P+N, donde la designación P+ indica que el lado
P de la unión se encuentra más impurificado que el lado N. En esta estructura, los procesos
electrónicos quedan confinados, básicamente, a las proximidades de la unión física, mientras que el
sustrato actúa como elemento de soporte mecánico.
2) La unión PN en equilibrio.
Se analiza, inicialmente, lo que sucede cuando, en ausencia de potencial exterior aplicado,
se ponen en contacto dos materiales semiconductores, uno de tipo P y otro de tipo N (figura 3a),
con concentraciones de impurezas NA y ND, respectivamente. En principio, dada la situación de
equilibrio, las concentraciones de portadores mayoritarios y minoritarios, respectivamente, serían
(NA, ni2/NA) en el lado P y (ND, ni2/ND) en el lado N de la unión. Sin embargo, debido a la
diferencia de concentraciones de portadores a ambos lados de la unión, se producirán sendos flujos
de difusión de estos desde el lado en que son mayoritarios al lado en que son minoritarios, es decir,
de huecos de P a N y de electrones de N a P, lo que altera notablemente las concentraciones de
equilibrio en las regiones próximas a la unión física entre ambos materiales (figura 3b).
Figura 3
Las relaciones básicas que ligan la densidad volúmica de carga neta, ρ, el campo eléctrico,
E, y el potencial, , son las siguientes, donde representa la constante dieléctrica del material:
1
E x
x
x
( x)dx , ( x) E ( x)dx
De este modo, la unión queda dividida funcionalmente en tres regiones: Una región
intermedia a ambos lados de la unión entre los dos materiales, denominada CAPA DE CARGA
ESPACIAL, en la que se confinan los procesos físicos asociados al contacto PN, y sendas regiones
a ambos lados de ella, denominadas REGIONES NEUTRAS, que no resultan perturbadas por el
contacto. Por otra parte, la longitud y todas las magnitudes eléctricas características de la capa de
carga espacial (carga neta en cada una de las dos regiones, campo eléctrico máximo y barrera de
potencial) dependen, de acuerdo con las expresiones anteriores, del tipo de material semiconductor,
de la temperatura y de las concentraciones de impurezas.
Con estas ideas, se analizan las dos situaciones posibles según el signo de V.
IF
P N P N
NA CAPA DE
CARGA
CORRIENTE DE DIFUSIÓN
ESPACIAL
ND DE HUECOS
2 CORRIENTE DE DIFUSIÓN
ni DE ELECTRONES
2 ND
ni
NA
x VF
Figura 4 Figura 5
En estas condiciones, debido al aumento efectivo de la barrera de potencial, que pasa a ser
0+|V|, el equilibrio inicial entre los procesos de difusión y deriva existente en ausencia de tensión
externa aplicada se rompe en favor de los últimos, dando lugar a sendos flujos de deriva de
portadores minoritarios, es decir, de huecos de N a P y de electrones de P a N. De este modo, se
producirá un defecto de portadores minoritarios a ambos lados de la capa de carga espacial
(extracción), aunque disminuyendo con la distancia, tal como se indica en la figura 6, debido a la
generación térmica que tiende a restaurar el estado de equilibrio.
Por otra parte, al aplicar una tensión inversa, VR (R, de reverse), la anchura y carga de la
capa de carga espacial, así como el campo eléctrico máximo en su interior, aumentan muy
notablemente, y tanto más cuanto mayor sea la tensión aplicada, consecuentemente con sus
correspondientes expresiones:
De acuerdo con el proceso físico, la corriente a través de la unión tiene su origen en los
flujos de deriva de portadores minoritarios, a través de la capa de carga espacial, hacia las regiones
neutras en que son mayoritarios, dando lugar a sendas corrientes de deriva de N a P (figura 7).
Puesto que se trata de corrientes de portadores minoritarios, la corriente resultante, IR, será muy
débil, y, por otra parte, prácticamente independiente de la tensión aplicada, VR, dado que la
extracción de portadores minoritarios tiene un límite marcado por la extracción total.
Figura 6 Figura 7
Sin embargo, la situación de corriente esencialmente nula no se mantiene para todo valor de
tensión inversa aplicada. En efecto, al aumentar la tensión inversa el campo eléctrico en la capa de
carga espacial se incrementa. Cuando este alcanza un cierto valor crítico, Ecr, característico del
material, en correspondencia con una tensión |VR|=|VRM|, se produce la denominada RUPTURA
INVERSA, en virtud de la cual la corriente pasa de tener un valor prácticamente nulo a otro en el
que se incrementa extraordinariamente con la tensión. De este modo, el diodo entra en un estado de
conducción prácticamente libre, análogamente a lo que sucede en polarización directa cuando la
tensión aplicada se aproxima al valor del potencial de contacto de la unión.
El mecanismo físico responsable del proceso de ruptura inversa se manifiesta por una gran
generación de pares electrón-hueco en la capa de carga espacial asociada a la quiebra de enlaces
covalentes del Si y tiene su origen en un proceso de MULTIPLICACIÓN EN AVALANCHA o en
el denominado EFECTO ZENER. En el primer caso, la ruptura de enlaces se debe a la energía
transferida mediante colisión por los portadores altamente energizados por el intenso campo
eléctrico existente en la capa de carga espacial al atravesar la misma (figura 8), mientras que en el
segundo caso es el propio campo eléctrico el responsable directo de la ruptura de enlaces.
En uniones PN ligeramente dopadas y, por tanto, con una tensión de ruptura inversa alta, el
mecanismo actuante es el de multiplicación en avalancha, tal como sucede en todos los diodos
convencionales, donde la tensión de ruptura inversa, de varias decenas o incluso de algunos
centenares de voltios, es un límite de operación. Por el contrario, en uniones PN altamente dopadas
y, en consecuencia, con una tensión de ruptura inversa baja, el mecanismo responsable es el efecto
Zener. El límite aproximado de tensión entre ambos procesos es de unos 5V en Si.
Figura 8
I=IS(eqV/KT-1)
A partir de esta expresión, la curva característica I-V del diodo se muestra en la figura 9,
donde se incluye la zona de ruptura inversa. En función del estado de polarización, la expresión
anterior admite la siguiente aproximación:
qV/KT
Polarización directa (V>0). Si V>(KT/q)=26mV a 27ºC: I≈IS e
I I IFM
V
+
I
-VRM
-IS V VT V
Figura 9 Figura 10
La curva característica de la figura 9 admite una linealización a tramos, tal como se indica
en la figura 10. De este modo, en polarización inversa y hasta la tensión de ruptura inversa, VRM, el
diodo puede considerarse como un circuito abierto, mientras que en polarización directa, superada
la tensión VT, denominada TENSIÓN DE ARRANQUE (del orden de 0.7V en Si), el diodo se
puede caracterizar por una simple resistencia R, que representa el inverso de la pendiente de la recta
de conducción y cuyo valor típico, de unos pocos Ω, se desprecia generalmente. Por consiguiente,
en régimen permanente de continua (polarización), el diodo puede caracterizarse globalmente
mediante el denominado CIRCUITO EQUIVALENTE ESTÁTICO PARA GRANDES SEÑALES
de la figura 11.
Figura 11
De las curvas características (figuras 9 y 10), se deducen las magnitudes básicas que limitan
la operación del diodo y cuyos valores máximos son dados por el fabricante para cada tipo
concreto. Esas magnitudes son:
a) La corriente máxima en polarización directa, IFM, cuyo valor típico varía desde algunas
decenas de mA en diodos de pequeña señal hasta algunas decenas de A en diodos de
potencia. Este límite de operación establece un valor mínimo de la carga conectada en serie
con el diodo.
b) La tensión máxima en polarización inversa, VRM, asociada a la ruptura inversa, que puede
variar desde algunas decenas de V en diodos de pequeña señal hasta varios centenares de V
en diodos de potencia. La operación en esta zona no resulta en modo alguno destructiva si se
limita la corriente y, por tanto, la potencia disipada. No obstante, no constituye una región
propia de operación de un diodo convencional y, a este respecto, la forma de no entrar en
ella no es otra que limitar el valor negativo de la tensión externa de excitación.
4) Diodos especiales.
Diodos Zener.
Las curvas características de estos diodos son del mismo tipo que las de los diodos
convencionales aunque su región propia de trabajo es la de ruptura inversa, tal como se indica en la
figura 12, donde también se muestra su representación simbólica. A la tensión inversa, VRM=VZ, el
campo eléctrico máximo en la capa de carga espacial alcanza el valor crítico requerido para
producir la ruptura inversa. Esa tensión, denominada TENSIÓN ZENER y característica de cada
uno de estos diodos, se puede establecer sin más que controlar adecuadamente la concentración de
impurezas, ND, en el lado menos dopado, consecuentemente con la expresión obtenida en el estudio
general de la operación en inversa de los diodos:
Ecr2
VZ VRM : E M Ecr VZ
2qN D
Figura 12
Dado que estos diodos están especialmente concebidos para trabajar en la región de ruptura
inversa o zona Zener, donde la corriente se incrementa muy rápidamente con la tensión, resulta
obvio que esa corriente deberá limitarse para evitar la destrucción de la unión por calentamiento. El
valor máximo de la corriente, (IZ)MÁX, queda determinado por la potencia máxima que puede disipar
el diodo, PMÁX:
(IZ)MÁX = PMÁX/VZ
De este modo, las dos principales magnitudes características de un diodo Zener son:
a) La tensión nominal Zener, VZ, con un amplio rango desde unos pocos voltios hasta algunas
decenas.
b) La potencia máxima permisible, PMÁX, que puede variar desde 0,5W hasta algunas decenas.
Diodos LED.
a) La tensión típica de conducción, VF, es mayor que en un diodo de Si, del orden de 2V.
b) La corriente máxima en sentido directo, (IF)MÁX, está limitada a unas pocas decenas de
mA y, por otra parte, debe asegurarse una corriente mínima, (IF)mín, del orden de unos
pocos mA, para garantizar una cierta intensidad de la radiación luminosa.
c) La tensión inversa de ruptura, VRM, es muy baja, del orden de unos pocos V.
Figura 13
Fotodiodos.
De este modo, la corriente a través del diodo podrá deberse tanto a una polarización
eléctrica, generadora, en su caso, de corriente directa, análogamente a un diodo convencional, como
a una radiación incidente, generadora de corriente inversa. Así, las curvas características son las
típicas de un diodo aunque desplazadas hacia abajo para dar cuenta de la corriente inversa generada
por radiación (figura 15, donde se incluye la representación simbólica). En este sentido, hay que
constatar que una corriente positiva, es decir, de P a N, solamente se puede producir en condiciones
de polarización eléctrica directa aplicada a la unión, dado que la corriente originada por radiación
es siempre una corriente inversa.
Tal como se observa en las curvas características (figura 15), si el fotodiodo opera en la
región de polarización inversa (V<0), para cada valor de la iluminación la corriente resulta
prácticamente independiente de la tensión, de modo que su comportamiento se puede representar
mediante una corriente constante dependiente de la iluminación y aumentando con esta. En general,
esta corriente inversa generada por radiación, denominada CORRIENTE EN CORTOCIRCUITO,
no suele exceder de unos pocos mA. Este pequeño valor justifica que las curvas características en
función de la iluminación aparezcan unificadas en la región de alta conducción en polarización
directa.
Por otra parte, cuando el fotodiodo sometido a iluminación se mantiene en circuito abierto
(I=0) aparece una tensión positiva entre los terminales P y N, necesaria para bloquear la corriente
generada por radiación. Esta tensión, denominada POTENCIAL FOTOVOLTAICO, es muy poco
dependiente de la iluminación incidente (figura 15), con valores de unos 0,5V en Si.
P N
HUECOS
E
L L=0
V
L1
I1
L2 > L1
I2
Figura 14 Figura 15
La funcionalidad propia de los fotodiodos es en las zonas de corriente inversa, donde esta es
generada por una iluminación incidente. En estas condiciones, las aplicaciones asociadas son como
conversor luz-corriente (operación en el tercer cuadrante) o como célula solar (operación en el
cuarto cuadrante).
Diodos Schottky.
Figura 16
Las curvas características I-V de estos diodos son similares a las de los diodos
convencionales, con la diferencia de que la tensión de conducción en sentido directo es de unos
0,3V frente a unos 0,7V en Si. Sin embargo, los mecanismos de conducción son completamente
diferentes. En este sentido, así como en una unión PN la conducción tiene lugar por electrones y
huecos, en una unión metal-semiconductor la corriente se debe únicamente a electrones, portadores
mayoritarios en ambos materiales.
De este modo, los procesos de variación de carga de portadores minoritarios en las regiones
neutras, que permiten definir la capacidad de difusión como característica importante del
comportamiento dinámico de la unión PN en polarización directa, no tienen lugar en la unión metal-
semiconductor, por lo que los efectos capacitivos resultan considerablemente disminuidos.
El hecho de que los efectos capacitivos de los diodos metal-semiconductor sean pequeños
constituye su principal característica. Esto habilita su utilización en aplicaciones de altas
frecuencias en una amplia gama de potencias, dado que existen diodos Schottky con corrientes
máximas de varias decenas de A. Sin embargo, es preciso constatar que aunque su tensión de
conducción es menor que en diodos de Si, lo que resulta ventajoso en muchas aplicaciones, las
tensiones de ruptura inversa son menores. Por otra parte, estos diodos se utilizan también como
componentes internos en circuitos integrados de alta velocidad.