Вы находитесь на странице: 1из 5

ÉTICA Y BIOÉTICA Prof.

Alberto Ruano

Filosofía ética:

Como la calidad de los problemas que discute la ética es tan profunda y general no puede sorprender que
la ética sea una disciplina, junto a la Ontología, la Estética, la Lógica y la Epistemología, de carácter
filosófico. De ahí que nuestro programa va a considerar las principales posturas filosóficas - tal vez sin
entrar demasiado en todos los porqué, los cómo y los cuándo - pero sí tratando de conocer cada una de
esas posturas en los aspectos más relacionados con nuestros problemas inmediatos.

Definición de Moral

Conjunto de normas más o menos exactamente formuladas y codificadas, que regulan la conducta indi-
vidual y social de los hombres en el marco de la comunidad.

La moral encierra el sentido de obligatoriedad, pues los valores quieren ser universales, y de “lo que es
debido”.
La moral entonces es prescriptiva, pues según los valores que se adopten irá a prescribir normas y leyes
que lleven a conseguir los fines deseados.

Definición de Ética:

Ciencia de los actos humanos considerados en su orientación hacia un fin conscientemente buscado.

* Abarca la totalidad de la vida humana.


* Tiene un sentido teleológico.
* Se cimienta en valores, más o menos claros, más o menos conscientes, para orientar la convivencia.

* ¿Qué clase de actos considera la ética?


Ella considera los actos voluntarios, vale decir, aquéllos en los que interviene la capacidad de decisión o
elección. En determinadas condiciones extremas esta capacidad de elección se pierde o anula. llevado a
cierto nivel de subsistencia el hombre puede regresar a condiciones de necesidad animal o cuasi-animal,
por ejemplo la caída del avión en los Andes, y entonces afloran los instintos de conservación y supervi-
vencia. En ese caso sería absurdo poner en un plano de igualdad el acto libre y el acto forzado por la
necesidad y el instinto. La ética se restringe entonces al análisis y consideración del acto voluntario o
moral.

* ¿Es una disciplina práctica?


Sí porque aspira a regular las acciones humanas hacia fines racionales, creando normas de conducta éti-
ca.
Normas: guías de conducta que pueden ser tácitas o expresas. En el Estado las normas expresas se lla-
man Leyes.
Hay normas de diversos tipos:
Norma objetiva, es obligatoria y aceptada por todos. Por ejemplo las nor-
mas constitucionales y las Leyes del Estado, pueden ser normas objetivas.
Norma subjetiva: Es una guía de conducta estrictamente personal. Puede
ser tácita y no tiene mayores pretensiones que buscar un acuerdo con nuestras creencias personales,
nuestra idea del bien y nuestras necesidades más próximas.

1
Norma manifiesta: Es siempre expresa pero es sólo convencional. Por
ejemplo “Prohibido girar a la izquierda”, es una norma manifiesta. Su cumplimiento puede llevar a que
el tránsito circule mejor, con más orden, pero no entraña en sí misma un problema moral por el hecho
que sea a la izquierda, o a la derecha, si nuestro sistema de tránsito fuese como el inglés, por ejemplo.

Historia de las primeras ideas éticas

La Ética surge y se desarrolla como una parte fundamental de la Filosofía o pensamiento reflexivo de la
humanidad. El origen de sus grandes tendencias puede ubicarse en la Grecia clásica y, de algún modo,
son esas tendencias las que dan forma tanto al cristianismo como a la filosofía ética posterior.

Una breve ubicación de la Filosofía

Las grandes divisiones que se imponen a la filosofía, coinciden a grandes rasgos con las eras históricas
de la humanidad. De este modo cabe hablar de:
1. Filosofía Antigua: desde aproximadamente el siglo VII a.c. hasta el siglo V d.c.
2. Filosofía Medieval: desde finales del siglo V hasta el siglo XV.
3. Filosofía Moderna y Contemporánea: desde el siglo XVI a la actualidad.

Otra división posible de la Filosofía da prioridad al origen geográfico de las corrientes del pensamiento.
Se habla entonces de una filosofía Oriental en donde se agrupan las filosofías provenientes de la India,
China y Japón, tales el Budismo, el Taoísmo y el Confucionismo.
En ese mismo sentido se habla de la filosofía clásica griega, el iluminismo o el período clásico de la filo-
sofía alemana (entre la segunda mitad del siglo XVIII y 1880).

1. LA FILOSOFÍA ANTIGUA
Los orígenes del pensamiento filosófico se mezclan, en Occidente, con las creencias mitológicas de los
pueblos egipcio, mesopotámico (medos y persas) y griego. Los primeros verdaderos filósofos que saben
dar prioridad al pensamiento racional sobre el pensamiento mágico o sobrenatural, son los llamados “fí-
sicos” (de físis=naturaleza) y son, en su mayoría, originarios de las colonias griegas de Ásia Menor.
Ellos conforman el primer período o período Cosmológico (también llamado Presocrático) de la filosofía
antigua.
a. Período Cosmológico o Presocrático:
Abarca aproximadamente desde el siglo VII al V a.c.
La preocupación central de los pensadores de esta época es la de determinar el origen y la constitución
del cosmos y del ser. Los poetas mitológicos ya se habían ocupado, con anterioridad, de encontrar un
origen al mundo. Elaboraron las llamadas Teogonías (gestación de los dioses). El poeta Homero (siglo X
a.c.) dio al Océano el papel de ser originario de todas las cosas y los seres; en cambio Hesíodo (siglo
VIII) colocó al Caos tempestuoso como el primer elemento de la genealogía de dioses y de seres. Los
Órficos (secta religiosa) sostuvieron que el origen debía buscarse en la Noche o en Cronos (dios del
Tiempo).
2
Los filósofos físicos se preocuparon entonces por buscar un principio universal del cual derivan todas
los entes, realizando así la primera tentativa racional por unificar y explicar la infinita multiplicidad y
variedad de las cosas (Rodolfo Mondolfo, “El pensamiento antiguo”).
Tres escuelas se conocen de este período:

 Escuela Jónica: Buscan una materia primordial capaz de generar la vida y el movimiento.

Tales de Mileto (640-546 a.c): Encuentra ese Principio universal en el agua, sustancia móvil y flu-
yente.
Anaximandro (610-546 a.c.) El principio es lo infinito o el caos tempestuoso. Surgen torbellinos
aquí y allá de cada uno de los cuales nace un mundo. La masa caótica en movimiento separa y dis-
tribuye los contrarios: raro-denso, caliente-frío, seco-húmedo.
Anaxímenes (585-528 a.c.) El principio es el aire capaz de condensación y rarefacción. Principio
de animación de todos los seres.
Heráclito (536-470 a.c.) Su principio es el fuego cuya movilidad explica el flujo continuo de los
seres. El cambio significa el pasaje por estados opuestos, esa es la razón universal, el devenir.

 Escuela pitagórica: fundada en Italia por Pitágoras de Samos. Busca explicar la infinita multiplicidad
de los seres y las cosas por relaciones entre números. El número es entonces la unidad primordial del
cosmos.

Pitágoras de Samos (570-497 a.c.) Conforma oposiciones para explicar la mutación y el movi-
miento. Esas oposiciones se concilian por la Armonía que es la ley universal. A la mentada Armo-
nía los pitagóricos rinden un verdadero culto misterioso.
El centro de la verdadera ciencia se encuentra en las Matemáticas, y el estudio más fecundo es el
del número cuya ley domina sobre todas las cosas. Los números representan no sólo los axiomas
aritméticos sino que, además, conservan su capacidad de representación geométrica, de donde es
posible representar el cosmos en términos espaciales.
El movimiento de los astros es determinante sobre la naturaleza y los destinos humanos y como
tanto sus distancias, como sus magnitudes y sus movimientos son regulados por relaciones mate-
máticas, dominando éstas es posible conocer y hasta controlar la naturaleza y la sociedad.

 Escuela eleática: (500 a.c.) Mientras los jónicos y los pitagóricos se preocuparon por comprender e
interpretar el movimiento y la diversidad de los seres que percibimos por la experiencia sensible, la
escuela de Elea, se centrará no en la experiencia sino en el raciocinio que nos hace descubrir la per-
manencia y la inmutabilidad del Ser. Niegan el movimiento.

Parménides (florece hacia el 504 a.c., vale decir tiene en ese momento unos 40 años) Se hace ne-
cesario elegir entre Ser y Devenir pues los dos términos son incompatibles. El verdadero tema de
la filosofía, según Parménides, será el Ser que es inmutable y total (el vacío no existe). El no ser es
3
algo inconcebible. Necesario es atenerse a la verdad de la razón y rechazar la opinión ilusoria
(apariencia) negando de este modo la multiplicidad y el devenir.
Zenón (nace hacia el 500 a.c.) muestra a qué contradicciones conduce la afirmación del movimien-
to. Formula las “aporías”, especie de teoremas que refutan la posibilidad del movimiento.

Hacia mediados del siglo V (-450 a.c.) surgen otros grandes pensadores y escuelas, como:
Empédocles: (490-430) Elabora la teoría de los cuatro elementos primordiales: tierra, agua, aire,
fuego, movidos por dos fuerzas: el Amor que une y el Odio que separa. De la lucha cíclica entre
estas dos fuerzas y las combinaciones de los elementos dependen las formaciones y las destruc-
ciones de los mundos.
Atomistas: Los principales son Leucipo (floreció hacia 420 a.c.) y Demócrito (460-370 a.c.) To-
do el ser y la multiplicidad de seres están conformados por partículas invisibles pero corpóreas a
las que llaman átomos. Tienen un movimiento curvilíneo, pues de lo contrario no podrían for-
marse los cuerpos y aún los dioses están formados por átomos de una constitución especial (son
de “éter”).
Sofistas: Escuela de los Sabios, vale decir filósofos que ejercían un papel múltiple y preponde-
rante en la ciudad de Atenas durante los siglos V y IV a.c. Se distinguieron Protágoras (480-410
a.c.) y Gorgias (484-375 a.c.) quienes fueron grandes oradores. El carácter común a todos los so-
fistas parece ser el escepticismo casi total hacia las ideas eternas y una muy fina percepción em-
pírica. Gorgias llegó a sostener que nada existe (nihilismo): “La realidad no existe, si algo
llegara a existir no podríamos conocerlo, aún si llegáramos a conocer algo tampoco podríamos
transmitir ese conocimiento.”

b. Período Antropológico, Socrático o Clásico de la filosofía griega:

Este período es considerado por muchos estudiosos de la filosofía como el más importante florecimiento
del pensamiento reflexivo en toda la historia de la humanidad. El tema central de la filosofía se centra en
el hombre (de allí la denominación “antropológico”) en el conocimiento que éste adquiere de la natura-
leza, del ser y de la sociedad humana.
Tres grandes filósofos, quienes de algún modo sintetizan todo el saber de la época, se yerguen aún hasta
nuestros días, como los fundadores de la filosofía en occidente: Sócrates, Platón y Aristóteles.
Socrátes (469-399): Se opone a los sofistas tanto por el contenido de sus ideas como por el mé-
todo para exponerlas. Sócrates no nos dejó ninguna obra escrita aunque su discípulo, Platón, es-
cribió toda su obra con Sócrates como personaje principal. En contra de la pretendida sabiduría
de los sofistas – quienes se consideraban obligados a responder sobre todo tema – él proclama la
necesidad de conocerse a sí mismo y de adquirir conciencia de los límites del conocimiento. Su
sabiduría, sostiene, no está en saber más cosas que los otros sino en el saber de no saber. Inaugu-
ra con ello un nuevo método: la dialéctica (dos discursos) opuesto al dogmatismo (argumenta-
ción unilateral y que no se pone en duda). Con la dialéctica genera una duda sobre el
conocimiento aparente de los sofistas.
Platón (428-347 a.c.): Recibe influencias, principalmente, de dos autores: Heráclito, en cuanto al
movimiento y el devenir del mundo sensible, y de Parménides, en la formación de las Ideas como
entidades eternas e inmutables. Según su filosofía, el mundo sensible y con el cual vivimos en un
contacto estrecho durante nuestra existencia humana, es sólo una representación inacabada del
4
mundo de las ideas que son perfectas y eternas. De este modo la filosofía de Platón se presenta
como un dualismo (mundo de las ideas o realidades y mundo sensible o de apariencias). Platón
funda una escuela llamada La Academia, de ella formó parte, en su juventud, Aristóteles. En una
de sus obras principales: La República, Platón expone su ideario político y social.
La Ética en Platón: Resulta difícil dicernir el pensamiento de Platón del de su maestro Sócrates, pues
éste no dejó ninguna obra escrita y aparece como el personaje constante de todos los diálogos del funda-
dor de la Academia. Con Platón, en todo caso, se formula una ética basada en el acceso al conocimiento
verdadero. Sólo la ignorancia puede conducirnos a hacer el mal y, de ese modo, el sabio o filósofo es la
encarnación de la bondad y la búsqueda del bien. Durante el curso leeremos dos capítulos de La Repú-
blica de Platón y el fragmento del mito de la caverna, perteneciente al mismo libro.

Aristóteles (384-322): Con Aristóteles, también llamado el Estagirita (por haber nacido en Esta-
gira, Macedonia) o peripatético, por su costumbre de impartir sus enseñanzas caminando (peripa-
tos), concluye el período clásico de la filosofía griega. Criticó incansablemente el dualismo de la
filosofía platónica y centró todo su método en la observación minuciosa de la experiencia sensi-
ble (empirismo). Su obra es totalizadora en cuanto estudió concienzudamente a todos los pensa-
dores anteriores y se expresó en todos los temas posibles: en Física, en Metafísica, en Lógica, en
Ética, en Política, en Economía, en Ciencias naturales, en Poética, siendo casi inevitable, aún en
la actualidad, prescindir de los preceptos y principios por él enunciados.
La Ética en Aristóteles: Este autor consagra una obra específica al estudio del comportamiento ético:
Ética a Nicómaco (Nicómaco es el nombre de su hijo). Ella es el primer estudio riguroso de la ética con-
cebida como disciplina autónoma. La Ética para Aristóteles puede forjarse a través de la experiencia
individual y subjetiva de cada persona y en modo alguno puede aprenderse como se aprenden otras dis-
ciplinas. Su definición: La ética es un hábito, demuestra que las acciones humanas y sus finalidades sólo
pueden ser entendidas desde un enfoque que contemple la experiencia de vivir en cada ser. De ese modo
los niños quedan por fuera de la consideración moral. Como finalidad principal de las acciones humanas
se encuentra un algo que se busca por sí mismo y no como medio o instrumento: la Felicidad que es el
bien supremo al que aspiran todos los seres humanos. Por supuesto, la consideración sobre en qué se
realiza la felicidad de cada persona queda reservada a su propia manera de ser y oficio. Las orientacio-
nes generales para el hábito ético nos llevan a buscar siempre el punto de equilibrio (justo medio) entre
las pasiones, las emociones y la razón.

Вам также может понравиться