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estructuras marinas
Resumen
Abstract
1
1. Introducción
(i) Caracterización del viento y del oleaje, que son las acciones de cálculo
principales, aunque en algunos casos sea importante considerar acciones
sísmicas.
(ii) Obtención de las fuerzas ejercidas sobre la estructura y trasmitidas a la
cimentación.
(iii) El acoplamiento del agua intersticial de los suelos de la cimentación ctanto
con el esqueleto sólido como con el agua del mar.
(iv) La dificultad de predecir el comportamiento de los suelos bajo un número
elevado de ciclos de carga
Respecto de las acciones, hay que resaltar que son en general difíciles de describir de
forma determinista, siendo necesario realizar un análisis estadístico tanto en el dominio
del tiempo como en el de la frecuencia. Aquí hay que distinguir entre el análisis de la
deformabilidad de la cimentación a largo plazo, basada en considerar regímenes de
oleaje, y la rotura bajo cargas excepcionales basada en el estudio de los regímenes de
temporales.
En el segundo caso, el objetivo es obtener las condiciones bajo las que tendrá lugar la
rotura de la cimentación, que puede producirse como consecuencia de las fuerzas
causadas por una ola excepcional o por la acción acumulada del oleaje durante un
temporal.
La respuesta del suelo frente a un elevado número de ciclos de carga es todavía un tema
objeto de investigación, a pesar de los avances que se han producido en las últimas
décadas en el área de la modelización constitutiva. En especial, el caso de la
acumulación de deformaciones plásticas bajo un gran número de ciclos de carga
presenta una dificultad importante. Este problema es similar a los encontrados en el
diseño de plataformas ferroviarias y carreteras.
Existe un acoplamiento importante entre el agua y el esqueleto sólido del suelo. Las
presiones intersticiales generadas pueden causar licuefacción, y como consecue ncia de
ésta, puede llegarse a la rotura de la cimentación. La licuefacción puede producirse en
las capas superiores del fondo marino como consecuencia del oleaje, y algunos autores
atribuyen un papel importante a este fenómeno en la rotura de diques verticales en los
que el material licuado fue erosionado. A este tema se le dedicará especial atención en
este trabajo.
2
Este acoplamiento existe también en los diques de escollera, debido al flujo turbulento
del agua en su interior producido por el oleaje. Este aspecto ha sido escasamente
estudiado.
En general, los suelos marinos están saturados, aunque en algunos casos pueden existir
burbujas de gas ocluidas en los poros, que contribuyen a aumentar la deformabilidad
volumétrica del fluido intersticial. De hecho, en este caso, esta aproximación es
suficiente.
Se supondrá, pues, que el suelo está saturado, y que las velocidades y aceleraciones del
fluido relativas al esqueleto sólido son pequeñas, llegándose al sistema de ecuaciones en
derivadas parciales que se describen a continuación:
(i) Balance de masa y momento lineal del agua intersticial, obtenidas eliminando la
velocidad de Darcy del agua intersticial:
3
Dv 1 Dp w
div v + div k w −ρw + ρw b − gradp w + = 0
Dt Q Dt
donde
1 1 − n n
= +
Q K s Kw
Estas ecuaciones pueden emplearse para problemas tanto estáticos como dinámicos.
Puede verse de forma sencilla que los casos clásicos de consolidación, carga con drenaje
y carga sin drenaje, son casos especiales de estas ecuaciones.
4
por otra, genera una presión intersticial en el estrato, siendo ambas iguales a la presión
del agua en el fondo.
∂σ ∂ 2u
+ ρg = ρ 2
∂z ∂t
1 ∂pw ∂ε ∂ ∂pw
=− +
∂t ∂z ∂z
kw
Q ∂t
∂σ ' ∂ε
= Em
∂t ∂t
Se puede suponer que las aceleraciones del suelo son muy pequeñas, resultando el
miembro de la derecha de la primera ecuación cero.
∂pw ∂ 2 pw ρw gη 0 2π
= C1 + C2 sen
∂t ∂z 2
2π d T
cosh
L
Donde L es la longitud de la onda considerada, y
5
Qˆ k w 1 1 1 2π Qˆ
C1 = = + C2 =
ρ wg Qˆ Q Em T Em
1 2π
z =0 pw = ρ w gd + ρw gη0 sen
2π d T
cosh
L
∂ pw
z =h = ρ gd
∂z
Una vez conocida la solución del problema puede obtenerse de manera sencilla la
distribución de tensiones verticales efectivas en el estrato de suelo.
Este problema, así como el caso bidimensional, ha sido estudiado por diversos autores,
entre los que se encuentran Yamamoto (1981), Verruijt (1982), Ohusa (1985), Nago y
Maeno (1987), Zen y Yamakazi (1990), Hsu, Jeng y Tsai (1993), Ling y Jeng (2000),
Sassa y Sekiguchi (2001), Lu y Cui (2004), entre otros.
En todos los casos, excepto en los trabajos de Sassa y Sekiguchi (2001) y Lu y Cui
(2004), se ha supuesto que el suelo es elástico, lo cual introduc una limitación
importante en el análisis. De hecho, el trabajo de Sassa y Sekiguchi, es el primero que
emplea una ecuación constitutiva avanzada para reproducir la licuefacción de la arena.
3. Modelos constitutivos
La elección del modelo constitutivo es un aspecto clave para conseguir una buena
aproximación. El problema que se presenta es que la ecuación constitutiva debe de ser
capaz de reproducir el comportamiento del suelo bajo carga cíclica así como fenómenos
tales como la licuefacción. Los modelos más frecuentemente empleados en los cálculos
habituales realizados en geotecnia pueden dar lugar a errores, que pueden ser
importantes en el caso de fondos granulares.
(i) Los modelos tipo Von Mises, Drucker-Prager, etc. corresponden a superficies de
fluencia que en realidad no son tales, sino superficies de rotura. Por ello, no se pueden
reproducir deformaciones plásticas o aumentos de presión intersticial bajo trayectorias
de tensiones tales como carga hidrostática o edométrica, por ejemplo.
6
(ii) Los modelos de tipo “Cam-Clay” evitan este problema. Sin embargo, en el caso de
suelos arenosos sueltos no pueden predecir la licuefacción bajo carga monótona no
drenada. Este problema se debe a que emplean leyes asociadas. Una posible solución al
problema es emplear plasticidad no asociada, y leyes de endurecimiento dependientes
de las deformaciones desviadoras plásticas. Como ejemplos, se pueden menc ionar los
modelos de Nova (1977) y Wilde (1977)
d ε = ( De ) : d σ +
−1 1
n gL / U ⊗ n : d σ
H L /U
o bien
Den g L/ Un T De
d σ = De + d ε
H + n T e
D n
L / U g L/ U
Para llegar a estas expresiones, se parte de suponer que la respuesta del suelo puede
caracterizarse por una relación entre los incrementos de tensión efectiva y de
deformación
d ε = C : dσ '
Como se puede ver, la dirección n introduce dos zonas tensoriales, carga L y descarga
U, en cada una de las cuales el comportamiento del material es diferente. De hecho,
7
puede verse que un ciclo ( +dσ ', −dσ ' ) produce deformaciones residuales
d ε = ( CL − CU ) : dσ ' excepto en el caso de carga neutra n : dσ ' = 0 n en el que debido a
la continuidad que debe existir entre las leyes de ambas zonas la deformación residual
será nula.
1
CL /U = C e + ng L/ U ⊗ n
H L /U
dε e = C e : d σ '
1
dε p = n ⊗ n : dσ '
H L / U g L/ U
Como se puede ver, para describir el comportamiento del suelo tan sólo son necesarios
los siguientes elementos:
( )
T
θ
n gL = ngL
p q
, ngL , ngL
siendo
dg 1 qM g cos3θ
p
n gL = q
; ngL = ; nθgL = −
1 + d g2 1 + d g2 2 1 + d g2
8
En esta expresión se ha introducido la dilatancia d g , para la que se ha supuesto que
depende de la relación de tensiones η = q / p de forma lineal según la expresión:
d g = (1 + α g )( M g − η )
Se han introducido los parámetros α g , que es una constante del material, y la pendiente
de la línea de estado crítico Mg , relacionada con el ángulo de rozamiento residual φ'
por
6sin φ '
Mg =
3 − sin φ 'sin3θ
Respecto de la dirección n, se supone dada por una expresión similar, en función de los
parámetros α f y Mf :, empleando
d f = (1 + α f )( M f − η )
Se trata, pues, de un modelo no asociado.
H L = H 0 ⋅ p '⋅ H f ⋅ ( H v + H s ) ⋅ H DM
siendo
4
η 1
H f = 1− y η f = 1 + M f
η α
f f
η
Hv = 1 −
Mg
H s = β 0 exp(− β1ξ ) y ξ = ∫ d ξ sp deformaciónplásticadesviadoraacumulada
−1/ α
ζ
γ DM
αf η
H DM = MAX y ζ = p ' 1 − función de resistencia movilizada
ζ
1 + α f M f
γu
Mg Mg Mg
HU = Hu 0 para ≤1 y H U = H u0 para >1
ηu ηu ηu
donde Hu0 y γu son parámetros del modelo, mientras que ηu , es la relación de tensiones
desde donde se descarga.
9
Por ultimo, las propiedades elásticas del material se obtienen de:
dp = Kt ⋅ d ε ve dq = 3Gt ⋅ d ε se (11)
donde:
p' p'
Kt = K o ⋅ Gt = Go ⋅ (12)
p′0 p′0
siendo Ko , Go y p0′ valores de referenc ia.
Como ejemplo de la capacidad del modelo para reproducir la licuefacción bajo carga
cíclica, se muestran en la Figura 2 los resultados experimentales de Castro y las
predicciones del modelo propuesto.
10
4. Modelo numérico
donde:
∂ 0 0
∂x
∂
0 0
∂y ∂ 1
0 ∂ ∂x 1
0 ∂
∂z ∇=
1
m=
∂ ∂
∂y
0
0
∂y ∂x ∂ 0
0 ∂ ∂ ∂x 0
∂z ∂y
∂ ∂
0
∂z ∂x
ue = ∑N
i =1, m
u = N ue u e
e e
ui i
p =
e
w ∑N
j =1,m
e
pj pwje = N epp ew
Mu ∫
&&n+1 + BT σ 'n+1 d Ω − Qpn+1 = fnu+1
Ω
(3)
11
QT u& n +1 + Hpn +1 + Cp& n +1 = fnp+1 (4)
M = ∫ NTu ρ Nu d Ω
Ω
Q = ∫ BT mN pd Ω
Ω
H = ∫ (∇ Np )T k∇ Npd Ω
Ω
1
C = ∫ NTp N pd Ω
Ω Q*
Y f nu+1 y f np+1 son los vectores de cargas en desplazamientos y presiones de acuerdo con
las siguientes expresiones:
fp
n +1 = ∫ ( ∇Np ) kρw bd Ω + ∫ NTp qd Γ
T
Ω Γ
un +1 = u
&& &&n + ∆u&&n
u& n +1 = u& n + ∆tu
&&n + β1∆t ∆u
&&n
1 && 1
un +1 = un + ∆tu& n + ∆t2u n + β2∆t2 ∆&&
un
2 2
p& n +1 = p& n + ∆p& n
p = p + ∆tp& + θ ∆t ∆p&
n +1 n n n
G p
n +1
T&&n + Hθ ∆t ∆p& n + C ∆p& n − Fnp+1 = 0
= Q β1∆t ∆u
GÝxÞ = 0
donde :
∆&&
un Gun+1
x = & y G= p
∆ pn Gn+1
12
Resolviendo las ecuaciones por el método de Newton-Raphson a partir de la siguiente
expresión:
∂G
G ( xi ) + dx i = 0
∂x x =xi
5. Ejemplos y aplicaciones
El primer ejemplo que se considerará tiene por objeto ilustrar la generación y disipación
de presiones intersticiales que produce el oleaje en el fondo marino, así como la
importancia que tiene una correcta elección del modelo constitutivo empleado. Se han
considerado dos casos, en el primero de los cuales se supone que el suelo del fondo
marino es elástico, lo cual es una restricción importante. De hecho, en los fondos
arenosos poco densos las presiones intersticiales pueden ser mayores debido a la
tendencia del suelo a compactar, llegándose a licuefacción en casos en los que el
modelo elástico predice que no se producirá. Por ello, en el segundo caso que se
presenta se ha empleado el modelo de Pastor-Zienkiewicz MK3, descrito en el apartado
3.
13
Kevo (kPa) Kevo (kPa) Mg Mf α f=αf H0 β0 β1 γ Descarga
12381e3 5714e3 1.5 0.4 0.45 350 4.2 0.2 0 Elástica
Tabla 1: Parámetros del modelo constitutivo Pastor-Zienkiewics
2.5
tensión vertical efectiva rel.
1.5
0.5
0
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
-0.5
-1
z/h
El espesor que llega a licuefacción depende de varios factores, como por ejemplo la
profundidad a la que se encuentra el fondo, la altura del estrato de suelo o la altura de la
ola. Se considera otro ejemplo en el que el modelo elástico no prevé licuefacción pero sí
el modelo Pastor-Zienkiewicz. El estrato de suelo es en este caso de 40 metros, la
profundidad de 10 metros y la altura de ola de 1 metro. Todas las demás constantes son
iguales a las empleadas en el caso anterior. Los resultados de dan en la figura 4.
14
Solución Elástica Calculada
Solución Elástica Analítica
Solución PZ tras 135 s. (o 22 ciclos)
25
20
tensión vertical efectiva rel.
15
10
0
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
-5
z/h
350
z/h=0.4
presión intersticial (en kPa)
300
z/h=0.3
250
200 z/h=0.2
150 z/h=0.1
100 z/h=0
50
0
0 20 40 60 80 100 120 140
tiempo (en s)
15
presión efectiva (en kPa) 60
50
40
30
20
z/h=0.3 z/h=0.4
10 z/h=0.2
z/h=0.1
0
0 20 40 60 80 100 120 140
tiempo (en s)
Solución elástica
40 z/h=0.35
Solución PZ
z/h=0.25
30
z/h=0.15
q (en kPa)
20
z/h=0.05
10
0
0 10 20 30 40 50
-10
p' (kPa)
Figura 7: Recorrido de tensiones a diferentes alturas
16
5.2 Comportamiento dinámico de un muelle de atraque.
0.6 m
1.3 m
1.4 m
2.0 m
6.5 m
water soil
2.5 m
0.5 m 0.5 m
1.7 m
concrete 0.7 m
2.7 m
rock
17
El problema se ha discretizado empleando la malla de elementos finitos que se da en la
Figura 9.
Los resultados obtenidos se han dibujado en las Figuras 10 y 11. En el caso de dique
rígido, los resultados coinciden con la solución analítica. Las frecuencias han sido
normalizadas utilizando la frecuencia del primer modo propio de vibración del dominio
fluido ?1.
π CP
ω1 =
2H
donde CP es la velocidad de propagación de las ondas en el fluido. Las fuerzas han
sido normalizadas utilizando la fuerza hidrostática del agua Fs
1
Fs = ρ w gH 2
2
10
7 w+rigid wall
F1,w+c+s
6 F2,w+c+s
Fd/Fs
0.
0. 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5
w/w1
18
Figura 10 Respuesta en frecuencias de un dique frente a un terremoto
Figura 11. Contornos de presiones en el agua intersticial del dique, del suelo, y del
mar.
Una de las críticas que se han hecho tradicionalmente a los modelos matemáticos,
constitutivos y numéricos que se emplean para simular el comportamiento de
cimentaciones y geoestructuras bajo cargas cíclicas es la escasez de datos que se puedan
emplear para la validación de estos modelos. De hecho, está bastante extendida la idea
de que se trata de aproximaciones teóricas con escaso valor práctico. Sin embargo,
existen casos que pueden emplearse para verificar si los modelos empleados son fiables.
En primer lugar, existen casos documentados en la bibliografía, como por ejemplo, la
Presa de San Fernando, que rompió por licuefacción en 1971. A pesar de la escasez de
datos de que se dispone, diversos autores han empleado este caso para tratar de
reproducir al menos cualitativamente su rotura (Ver por ejemplo el capítulo 7 del texto
de Zienkiewicz et al. 1999).
Se presentan aquí los resultados obtenidos por Zienkiewicz, Huang y Pastor (1997) para
este caso. La geometría del caso se da en la Figura 12, donde se puede ver la situación
de los distintos medidores empleados en el experimento. El denominado LVDT1 mide
los desplazamientos horizontales de la cabecera del dique. Los resultados pueden verse
en las Figuras 13 y 14.
19
Figura 12 Geometría y malla de elementos finitos empleada en el experimento 11 del
proyecto VELACS
20
Figura 13. Resultados del experimento 11 del proyecto VELACS: Deformaciones
residuales del muelle de atraque como consecuencia de la licuefacción del suelo
Figura 14 (a) Resultados del experimento 11 del proyecto VELACS: Evolución del
desplazamiento horizontal del dique medido en el transductor LVDT1.
Figura 14(b). Resultados del experimento 11 del proyecto VELACS: Predicción del
desplazamiento horizontal del dique medido en el transductor LVDT1.
Como se puede ver, el modelo numérico reproduce con exactitud los resultados de los
desplazamientos horizontales medidos en el LVDT 1.
Conclusiones
21
del suelo o la acumulación de deformaciones plásticas en la cimentación, la posible
acumulación de presiones intersticiales, etc.
Agradecimientos
Referencias
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