Вы находитесь на странице: 1из 2

La educación #5 Suplemento

en debate

¿Qué es la autoridad
otras instituciones, evidenciaron que el
régimen militar había implicado no solo
la represión de la disidencia, sino también
un empobrecimiento cultural y una sospe-
cha sobre toda la enseñanza. La prohibi-

en la escuela?
ción de enseñar más de trece letras en pri-
mer grado de la primaria (expresada en el
currículum porteño de 1981) se convirtió
en el emblema de una política oscurantista
y conservadora. Otras consecuencias de la
dictadura –la legitimación de la segmen-
por Inés Dussel* tación social y el inicio del abandono de la
escuela pública por parte de las clases me-
dias– tardaron más en llegar a la agenda.

L
Desde 1984 se inició un proceso sinuo-
a autoridad pedagógica está en ción y la creatividad en el podio de las vir- Estado se convierte en terrorista, se rompe so de democratización de los vínculos en
cuestión. Unos dicen que se ha tudes. La tradición ya no es un valor: pri- una barrera difícil de reparar. las escuelas y de renovación de los con-
perdido y que debe restaurarse. ma el auto-diseño, la novedad, la origina- La condena moral a la dictadura llevó a tenidos que también hay que poner en lí-
Otros celebran que esté en deca- lidad, lo provisorio y seductor. Todos des- que después de 1983 el Estado y buena par- nea con las reflexiones de Arendt y Bau-
dencia y proponen construir es- plazamientos ostensibles en la cultura di- te de sus dirigentes tuvieran una posición man. Esos procesos repercutieron en la
pacios donde ya no sea necesaria porque, gital: vale más lo cool que lo serio, el shock débil para hablar en nombre del bien co- configuración de la autoridad docente, y
argumentan, cada uno se autorregula. emocional que la reflexión meditada, la mún. Las apelaciones a la autoridad traían deben analizarse con detenimiento para
El debate debe enmarcarse en la trans- extensión que la profundidad, la inmedia- aparejado el temor al autoritarismo. La comprender el presente.
formación general de la autoridad en las tez que la distancia crítica. crisis del 2001 renovó esa desconfianza. En primer lugar, en la posdictadura se
sociedades. No empieza hace diez o veinte La autoridad tradicional tiene cada vez En estos últimos ocho años, empieza a re- cuestionó al adultocentrismo, la injusticia
años: la historia está llena de luchas a favor más problemas para imponerse, y las que construirse la autoridad estatal que surge de las normas y la escasa distribución de
y en contra de la autoridad. Sin embargo, tienen más eficacia son las formas sutiles, con mayor legitimidad, aunque no exenta la palabra y la participación en las escue-
hay que reconocer que en las últimas dé- flexibles y adaptables a distintas situacio- de tropiezos y disputas. Los avances en la las. Esto llevó a crear distintas maneras
cadas el cuestionamiento se extiende cada nes. Estos “nuevos liderazgos” suelen re- justicia, sobre todo en los juicios a los ge- de cogobierno, que hoy toman la forma
vez más. Ya no se trata de reemplazar los nunciar a los símbolos reconocibles, y ad- nocidas, y el reconocimiento de derechos de acuerdos y consejos de convivencia. El
elencos o de poner arriba a los de abajo, si- miten que deben legitimarse a diario ante sociales y civiles como la Asignación Uni- lenguaje de deberes y derechos cedió lu-
no de repensar sus formas y sus figuras, sus ciudadanos cada vez más parecidos a clien- versal por Hijo, el matrimonio igualitario gar al de la responsabilidad individual, a
modos de ejercicio y sus fundamentos. tes. “Decir la ley”, enunciar una norma que y el debate sobre el aborto, muestran ma- repensar los propios actos, al taller de re-
Son varias las causas de este fenóme- quiere ser universal y no someterse al gusto yor preocupación por que el Estado vuelva flexión o a la acción reparadora. La san-
no. En La crisis de la educación, escrito en del ciudadano-consumidor, se vuelve pro- a ser garante del bienestar de la población. ción, en muchas escuelas, se convirtió en
1954, Hannah Arendt se preguntaba –aún blemático, algo generalizado en los países mala palabra y sinónimo de expulsión. No
procesando la Segunda Guerra Mundial– occidentales e incluso en los orientales, co- El aula en posdictadura fue un proceso homogéneo, y se sabe que
por el declive de la autoridad y lo vincu- mo lo muestran las revueltas en los países ¿Qué sucede, en este contexto, con la auto- aún persisten muchas actitudes autorita-
laba a la ruptura de la tradición. Para la árabes. Las viejas formas de autoridad pa- ridad pedagógica? Inmediatamente des- rias, pero la tendencia fue estructurar for-
filósofa, cuando el mundo experimenta recen estar en retirada. pués de 1983 el debate sobre el autoritaris- mas de participación y de gobierno donde
guerras y crisis de sentido, se vuelve más mo de la educación ocupó un lugar central. los docentes no sean los únicos legislado-
difícil justificar las acciones por una ape- El matiz argentino Trabajos de Cecilia Braslavsky, Juan Car- res del orden escolar, y donde la autoridad
lación a lo ya hecho. Por eso las autorida- En la Argentina, el debate adquiere ma- los Tedesco, Daniel Filmus y Graciela Fri- se legitime mediante la persuasión.
des se vuelven débiles, y las relaciones en- tices propios por su historia reciente. La gerio, desde la Facultad Latinoamericana En segundo lugar, se discutió con in-
tre las generaciones, más horizontales. crítica a la autoridad se explicitó en las de Ciencias Sociales (FLACSO) y desde tensidad sobre los contenidos y las formas
Los adultos sienten el mismo desamparo movilizaciones políticas y sociales de los de enseñanza. Después del “vaciamiento
e impotencia ante los horrores del mundo 60 y 70. También en el plano educativo y de contenidos” de la dictadura, había que
que los niños, y ya no pueden erigirse en en el familiar fueron tiempos de cuestio- llenar la escuela de “saberes socialmente
representantes de la tradición. namientos a padres, profesores y lecturas. significativos” que habilitaran la partici-
Otros pensadores, como Zygmunt Bau- “La imaginación al poder” o “todo el po- La referencia pación crítica en la sociedad. Pero esa ad-
man, señalan que en las últimas décadas der a los estudiantes” fueron las consig- vocación general de “una escuela que en-
cambió la organización social y económi- nas de entonces. Surgió una gran expec- “La autoridad es la referencia dentro de señe” fue cooptada por otra más poderosa,
ca que da fundamento a la autoridad. Hoy tativa en torno a los jóvenes que venían a la institución. No está definida sólo por que fue la hegemonía de la didáctica y la
se promueve la liquidez de los vínculos y ocupar posiciones de autoridad, y al mis- el cargo, sino también por el respeto que psicología constructivista muy laxamente
las instituciones, y se coloca a la innova- mo tiempo un gran miedo. genera en la comunidad educativa, cual- entendida, que respondían a la demanda
La reacción autoritaria a este cuestiona- quiera sea su rango: desde el director has- de más democracia en el aula.
miento político, cultural y económico llegó ta el auxiliar, incluyendo a chicos que se El nuevo sentido común pedagógico
rápido: Argentina vivió una dictadura san- destacan en el centro de estudiantes o por organizado a fines de los 80 y en los 90 es-
grienta entre 1976 y 1983. El hecho de que acciones solidarias. O los docentes que tableció que un buen docente debía ser un
fuera el Estado, supuesto garante de la paz además de enseñar contenidos, son fuen- guía, orientador o facilitador del apren-
Esta publicación es un extracto del social y del bienestar ciudadano, quien en- te de consulta para las dificultades de los dizaje que estaba en manos del alumno.
Cuaderno de discusión # 5: “¿Qué es la cabezara el secuestro, la tortura y el asesi- alumnos. De hecho, en algunas escuelas al La lección del maestro a todo el grupo, las
autoridad en la escuela?”, producido nato de hombres, mujeres y niños, no es un profesor tutor lo eligen los estudiantes.” lecturas en voz alta, la memorización y los
por la Universidad Pedagógica (UNIPE) dato menor para entender la ilegitimidad (Jorge Samonta, regente de la E.E.S.T. N°4 ejercicios de repetición o copia pasaron a
de la autoridad en nuestro país. Cuando el de Avellaneda, Prov. de Buenos Aires) ser tabú, símbolos de prácticas autori- d
II | La educación en debate ¿Qué es la autoridad en la escuela?

Roberto Matta, Pose Etat, 1960 (Gentileza Christie’s)

d tarias y anticuadas que desconocían los políticas que configuraron un panorama se va ampliando con el acceso a otras expe- habilita la palabra, no permite moverse,
procesos de construcción del conocimien- muy complejo para la autoridad docente. riencias con la cultura. Este conflicto entre crecer o mirar las cosas desde otras pers-
to. La transmisión fue despojada de su con- La primera fue el deterioro de las condi- individualización de la enseñanza y desa- pectivas. Pero no toda asimetría es auto-
tenido de herencia cultural y asimilada a ciones de trabajo. La pérdida de poder ad- fío cognitivo ya estaba presente por la he- ritaria: sería necio negar que docentes y
una forma de reproducción mecánica y quisitivo del salario, la falta de inversión en gemonía pseudoconstructivista, pero con alumnos no están en igual relación con el
antidemocrática. Los docentes debían, en- infraestructura y las restricciones presu- los nuevos medios se complica más. La au- saber, las normas, las responsabilidades,
tonces, organizar entornos de aprendiza- puestarias, junto a discursos deslegitima- toridad docente hoy tiene que vérselas con o las etapas vitales. La enseñanza impli-
je que promovieran los procesos de cons- dores de la función docente, llevaron a que la desorganización del conocimiento en las ca la construcción de autoridad a través
trucción de conocimiento por parte de los profesores y maestros trabajaran sobreexi- redes sociales, con la pérdida de importan- del currículum, el método de enseñan-
alumnos; un objetivo deseable pero que en gidos, con más demandas frente a grupos cia del saber académico, con la inmediatez za, la jerarquía de saberes y las normas.
su implementación supuso equívocos. Si numerosos y con menos apoyo del Estado y y la fragmentación de la atención. Esa construcción puede ser más o menos
la teoría decía que había que partir de los de las familias. En muchos casos se conso- abierta, más o menos plural.
conocimientos previos de los estudiantes, lidó una relación burocrática con el traba- Paradojas y tensiones La autoridad supone paradojas y ten-
esto se interpretó como un largo momento jo y una posición de víctimas de los malos ¿Cuál es la autoridad docente que emerge siones que hay que transitar. Existe el
de intercambio de opiniones que no siem- gobiernos. Una salida individual para ese de este panorama? Hay experiencias disí- riesgo de autoritarismo, pero también el
pre llevaba a una construcción colectiva de malestar fue el ausentismo, que creció sig- miles. Algunos docentes se instalaron en la de renunciar a enseñar. La responsabi-
saberes. Tampoco estaba claro cómo esa nificativamente. Hoy el salario se recom- confusión, el malestar y la victimización, lidad puede otorgar al docente una con-
construcción individual se vinculaba al puso, pero persisten condiciones exigidas y por eso se abstienen de enseñar. Pero las fianza basada en el ejercicio de decisiones
aprendizaje de las disciplinas que implica- en muchas escuelas. Hay que repensar el investigaciones también muestran que hay éticas, políticas y pedagógicas que se re-
ban una ruptura con el conocimiento coti- puesto de trabajo, las condiciones de con- otros, comprometidos con afirmar un sitio visan periódicamente: para qué se educa,
diano. No había pistas claras sobre cuándo tratación (sobre todo las horas cátedra en de transmisión cultural que dé lugar a la re- en nombre de quién, con qué derecho. La
y cómo había que plantear conflictos cog- la escuela media), el apoyo pedagógico a novación democrática surgida en los 80. El pedagoga afroamericana Lisa Delpit dice
nitivos para impulsar esa apropiación indi- maestros y el vínculo con las familias. auge de los diplomados, postítulos y cursos que hay que recordar siempre que se edu-
vidual de otros esquemas interpretativos; o La segunda fue la crisis social y políti- que promueven reflexiones sobre la ense- ca a los hijos de otros: ese reconocimiento
sobre cuándo y cómo se organizaba un tra- ca de fines de los 90 y principios del 2000, ñanza, es otra señal de que hay una búsque- debería provocar cautela y humildad res-
bajo grupal sobre la base de los ritmos di- que coincidió con la expansión de la ma- da de mejorar la práctica y de encontrar ba- pecto al lugar que se ocupa. La autoridad
versos de cada alumno para posibilitar que trícula escolar: llegaron más niños y ado- ses sólidas sobre las que asentar una autori- pedagógica debería asentarse en un saber
el grupo llegase a un acuerdo, aunque sea lescentes, que venían en peores condicio- dad democrática. docente sobre los conocimientos acumu-
provisorio, sobre el significado. nes por el empobrecimiento y la margina- ¿Cuáles son esas bases? En primer lu- lados, sobre la vida, sobre la sociedad. Y
Todo eso generó confusión sobre mé- ción social de sus familias. La demanda gar, habría que discutir si la educación ofrecerlo sin desprecio ni arrogancia, pa-
todos y contenidos. Lo que se impuso en hacia los docentes empezó a ser conte- puede prescindir de la autoridad. El do- ra que las nuevas generaciones lo recreen
muchas aulas fue el “todo vale”. Los do- ner, cuidar, escuchar padecimientos. Las cente se vuelve autoritario cuando fija y reescriban. También hay que animarse a
centes valoraban más el esfuerzo de los escuelas se convirtieron en trincheras posiciones inconmovibles, cree que las revisar cuánto de ese conocimiento acu-
chicos y su actitud hacia el trabajo (lo que, de inclusión social, atendiendo situacio- capacidades y posiciones de cada uno es- mulado sigue vigente: ni todo lo nuevo es
paradójicamente, traía de nuevo al “buen nes difíciles y sosteniendo un espacio de tán definidas de antemano o cuando no bueno, ni todo lo viejo debe conservarse.
alumno” tradicional, prolijo y obediente), encuentro, de promesa de un futuro me- Hay que pensar cómo volver a autori-
pero se preocupaban menos por los resul- jor, de toma de la palabra y de esperanza zar a los docentes a partir de reafirmar y
tados efectivos en la enseñanza y el apren- cuando muchos otros caminos aparecían reforzar su vínculo con el saber; ése es el
dizaje, cuyas dificultades no se menciona- cerrados. En la emergencia, fueron espa- modo más democrático de ocupar la asi-
ban. Esta confusión abonó el “abstencio- cios hospitalarios y sostuvieron proyectos Empoderar metría, el poder, la autoridad y la transmi-
nismo” de los docentes, una renuncia a la de largo plazo para los chicos y las fami- sión que la tarea conlleva. En vez de con-
tarea de enseñar, por quedar entrampa- lias. Pero el vínculo con el saber y el de- “La educación pensaba la autoridad como vertirse en celosos guardianes de un pasa-
dos en discursos pedagógicos que impe- safío intelectual quedaron muchas veces herramienta de control. La impronta sar- do al que no debería volverse, habría que
dían recurrir a sus viejas prácticas, pero desplazados por la urgencia social. mientina veía la inclusión como homoge- autorizarlos como intérpretes y puentes
que tampoco les daban herramientas para La tercera cuestión es más reciente y neización: controlar la diferencia. Así, era que dibujen otros cruces entre las genera-
producir otra pedagogía. tiene que ver con la introducción de los imposible no ver a la autoridad como vio- ciones y entre los saberes. Esos intérpre-
medios digitales en el aula. El uso de estas lencia. El sentido común la define como tes se animan a “legislar” sobre lo que va-
Nuevas demandas tecnologías, vinculadas al entretenimien- preservación del ‘buen comportamien- le la pena enseñar y aprender, a construir
Esta hegemonía didáctica pretendida- to, la comunicación interpersonal y la na- to’. Pero la autoridad debe correrse de la una autoridad cultural y pedagógica, y al
mente constructivista, pero que en la vegación según el interés de cada uno, en- idea de imposición. Autoridad para los ro- mismo tiempo evitan la tentación autori-
práctica era una mezcla confusa de funda- tran en conflicto con el modo escolar de manos y para Hannah Arendt era hacer taria sosteniendo que esas normas perma-
mentos y estrategias de acción, basada en transmisión. La escuela propone recorri- crecer al otro, empoderarlo; no cercenar- nezcan abiertas a lo que aportan las nue-
una búsqueda loable de democratizar la dos comunes, tareas que requieren esfuer- lo.” (Gabriel Brener, capacitador de Con- vas perspectivas y generaciones. g
enseñanza, se combinó en las últimas dos zo y disciplina, y no toma al interés como vivencia de la Dirección Bonaerense de
décadas con tres cuestiones sociológico- algo dado, sino como una disposición que Educación Secundaria) *Doctora en Educación. Investigadora de la UNIPE y FLACSO.

Вам также может понравиться