Universidad del Valle

Escuela de Estudios Literarios

Libros para niños: una mirada crítica
Valentina Vallejo – 1524241

COMENTARIO CRÍTICO: LIBROS PARA NIÑOS, EJEMPLOS DE LO QUE

CRITICAMOS

El mundo de la literatura infantil es vasto y diverso. Existen libros, historias y poemas para cada
etapa de la infancia, pues sus intereses y necesidades varían. Sin embargo, hay concepciones acerca
de lo que es idóneo para ciertas edades, que llevan a una mala creación literaria, a partir de una
visión simplista y mediocre de los niños. Existe la creencia de que estos son incapaces de
decodificar un mensaje elaborado, y por ello se escriben historias extremadamente cortas y de
mensajes simples, sin un conflicto y sin personajes que lleguen a transformarse a través de
situaciones. Los niños son más complejos de lo que parecen, y requieren de textos que estimulen
sus mentes, los inviten a reflexionar y a cuestionarse sobre temas que les competen.

Dentro de los múltiples casos que hay en literatura infantil pondré especial atención en el título
‘David y Laura en casa de los abuelos’ de Josep Pujol y Silvia Pujol. Es un libro ilustrado, que narra
episodios cortos de la vida cotidiana de estos niños en la casa de sus abuelos, ubicada en el campo.
En cada pasaje los niños hacen una actividad diferente; desayunan, alimentan las gallinas y los
conejos, recogen frutas, y en general ayudan a sus abuelos con las distintas labores de la casa y sus
alrededores. Las ilustraciones son coloridas y muestran cada una de las actividades, los paisajes y
los niños. Sin embargo, el libro, más allá de una serie de momentos ilustrados, no nos ofrece un
conflicto interno, ni un ‘nudo’ que lleve a los personajes a la reflexión o la superación de
obstáculos. No existe cohesión entre cada momento, que nos lleve a un sentido global del cuento. El
libro pareciera ser más un álbum o un collage de ilustraciones con pie de foto.

Si bien es válido que existan libros tipo álbum/collage, los niños requieren y expectan por más. Las
historias bien hilvanadas, con problemática, momentos emocionantes, acción e incluso moralejas
son recursos para el niño en su búsqueda de identidad, de comprensión del mundo, de forjar una
mente critica, aun desde la infancia, y de promover una lectura más rica que estimule la propia
creatividad, pues no debemos olvidar que el hábito lector, en gran medida forma las mentes. Un
libro sin estas cualidades, no será un recurso de verdadero impacto para los niños ávidos de
curiosidad, de imaginación y ansias de conocer.
Por otro lado, las historias simples y sin conflictos llevan a concepciones distorsionadas de la
realidad. Y aunque no se busca que los niños lean sobre masacres, violaciones y demás asuntos
complejos y aterradores, prometer un mundo perfecto, sin problemas, dificultades y emociones es
tan dañino como lo anterior. Lo realmente idóneo dentro de la literatura infantil es que sus autores
puedan, a través de un proceso interpretativo y de una relectura de diversas facetas sociales y
humanas, adaptarlas a la perspectiva del niño, pues así los tratamos como actores críticos y
espectadores de la sociedad.

El libro ‘David y Laura en casa de los abuelos’ es un texto sin contenido, sin trasfondo. No busca
un sentido global ni complejiza las relaciones entre las personas, no propone un tema que se
profundice, ni enseña un mensaje o invita a la reflexión. Si bien no les haría mal a los niños su
lectura, que seguramente no ha de ser más de una, será un libro olvidado rápidamente; no generará
impacto o conmoción en el niño, no le generará preguntas, dudas o inconformidades. Y un libro así,
que pase de largo frente a los ojos de quien lo lee, no acierta, no cumple su propósito. Los niños
quieren más que libros con bonitas ilustraciones y colores vivos. Quieren volar a otros mundos,
quieren identificarse con personajes, pero si esos mundos y esos personajes no los motivan, será
vana su lectura.