391 ¿Le importará a Jesús? 2.
Hay contacto que me explica la presencia del Señor;
1. ¿Le importará a Jesús
que esté doliente mi corazón?
Si ando en senda oscura de aflicción
¿puede darme consolación?
Coro
Le importa, si; su corazón comparte ya mi dolor.
Sí, mis días tristes,mis noches negras
le importan al Señor.
2. ¿Le importará que en oscuridad
camine con gran temor?
Al anochecer, en la lobreguez,
¿me acompañara el Salvador?
3. ¿Le importará si mi voluntad
faltare en la prueba atroz;
si he cedido al mal, a la tentación,
y el llanto ahoga mi voz?
4. ¿Le importará cuando diga «adiós»
al amigo mas caro y fiel,
y mi corazón lleno de aflicción
haya de apurar la hiel?
392 Hay quien vela mis pisadas
1. Hay quien vela mis pisadas en la sombra y en la luz;
por las sendas escarpadas me acompañará Jesús.
Por los valles, por los montes, do me lleva su bondad,
miro yo los horizontes de una nueva claridad.
Coro
Hay quien vela mis pisadas y mi senda trazará.
A las célicas moradas es Jesús quien me guiará.
él mis penas santifica y me libra del temor.
Cristo con su mano herida protección me puede dar
cuando cruzo de la vida el inquieto y fiero mar.
3. Tengo Amigo, fiel y amante, de infinita compasión,
que confiere paz constante al contrito corazón.
En su amor hay eficacia, es amigo siempre fiel,
hay en él verdad y gracia, es mi escudo y mi broquel.
395 ¡Oh, cuán dulce es fiar en Cristo!
1. ¡Oh, cuán dulce es fiar en Cristo
y entregarle todo a él,
esperar en sus promesas,
y en sus sendas serle fiel!
Coro
¡Cristo!, ¡Cristo!, ¡cuánto te amo!
Tu poder probaste en mí.
¡Cristo!, ¡Cristo!, puro y santo,
siempre quiero fiar en ti.
2. Es muy dulce fiar en Cristo
y cumplir su voluntad,
sin dudar de su palabra,
siempre andando en la verdad.
3. Siempre quiero fiar en Cristo,
mi precioso Salvador,
que en la vida y en la muerte
me sostiene con su amor.
 401 Eterna Roca es mi Jesús 412 Todas las promesas
1. Eterna Roca es mi Jesús, refugio en la tempestad; 1. Todas la promesas del Señor Jesús
confianza he puesto yo en él, refugio en la tempestad. son apoyo poderoso de mi fe.
Coro Mientras luche aquí buscando yo su luz,
Roca eterna, nuestra protección, siempre en sus promesas confiaré.
nuestra fuerza, nuestro Salvador, Coro
nuestro auxilio en la tribulación, Grandes, fieles,
consolación en el dolor. todas las promesas que el Señor ha dado;
2. Es sombra en día de calor, refugio en la tempestad; grandes, fieles,
defensa eterna es mi Señor, refugio en la tempestad. en ellas yo por siempre confiaré.
3. Oh, Roca eterna, mi Jesús, refugio en la tempestad, 2. Todas sus promesas para el hombre fiel,
sé tú mi guía, fuerza y luz, refugio en la tempestad. el Señor, por su Palabra, cumplirá;
y confiado sé que para siempre en él
411 Bajo sus alas dulce paz mi vida gozará.
1. Bajo sus alas ¡seguro descanso! 3. Todas las promesas del Señor serán
Aunque anochece y amaga el turbión, gozo y fuerza en nuestra vida terrenal;
en él confío, su brazo me guarda; ellas en la dura lid nos sostendrán,
hijo soy de su eternal redención. y triunfar podremos sobre el mal.
Coro
Salvo en Jesús, salvo en Jesús,
¿quién de él podrá apartarme?
Bajo sus alas siempre estaré
salvo y seguro por siempre.
2. Bajo sus alas ¡eterno refugio!
Tanto lo anhela este fiel corazón.
Si para mí no hay remedio en la tierra,
Cristo me sana y me da bendición.
3. Bajo sus alas ¡placer indecible!
Me escondo aquí mientras pase mi afán.
Fiel protección de mi fiero enemigo,
paz y salud me proporcionarán.
 414 ¡Oh, buen Maestro, despierta! 2. Piensa que él solo puede colmar
1. ¡Oh, buen Maestro, despierta! ¡Ve, ruge la tempestad! tu triste pecho de gozo y paz;
¡La gran extensión de los cielos se llena de oscuridad! y porque anhela tu bienestar,
¿No ves que aquí perecemos? ¿Puedes dormir así vuelve a decirte: «Ven».
cuando el mar agitado nos abre profundo sepulcro aquí? 3. Su voz escucha sin vacilar,
Coro y grato acepta lo que hoy te da.
Los vientos, las ondas oirán tu voz: «Haya paz». Tal vez mañana no habrá lugar.
Calmas la iras del negro mar; No te detengas; ven.
las luchas del alma las haces cesar,
y así la barquilla do va el Señor 219 Tan triste y tan lejos de Dios
hundirse no puede en el mar traidor. 1. Tan triste y tan lejos de Dios me sentí
Doquier se cumpla tu voluntad: «Haya paz, haya paz». y sin el perdón de Jesús.
Tu voz resuena en la inmensidad: «Paz, haya paz». Mas cuando su voz amorosa oí
2. Despavorido, oh Maestro, te busco con ansiedad. que dijo: «Oh, ven a la luz»,
Mi alma angustiada se abate; arrecia la tempestad. Coro
Pasa el pecado a torrentes sobre mi frágil ser, Yo todo dejé para andar en la luz,
y perezco, perezco, Maestro, ¡oh, quiéreme socorrer! no moro en tinieblas ya más;
3. Vino la calma, Maestro. Los vientos no rugen ya. encuentro la paz en seguir a Jesús
Y sobre el cristal de las aguas el sol resplandecerá. y vivo en la luz de su faz.
Cristo, prolonga esta calma; no me abandones más; 2. ¡Qué amigo tan dulce es el tierno Jesús!
cruzaré los abismos contigo al puerto de eterna paz. ¡Tan lleno de paz y de amor!
De todo este mundo es la Fúlgida luz
218 A Jesucristo ven sin tardar el nombre del buen Salvador.
1. A Jesucristo ven sin tardar, 3. De mi alma el anhelo por siempre será
que entre nosotros hoy él esta; más cerca vivir de la cruz,
y te convida con dulce afán, do santo poder y pureza me da
tierno diciendo: «Ven». la sangre de Cristo Jesús.
Coro 4. ¡Oh! ven a Jesús, infeliz pecador;
¡Oh, cuán grata nuestra reunión, no vagues a ciegas ya más.
cuando allá, Señor, en tu mansión, Si, ven a Jesús, tu benigno Señor,
contigo estemos en comunión que en él salvación hallarás.
gozando eterno bien!
269 – Prefiero a mi Cristo
1 .Prefiero a mi Cristo al vano oropel;
prefiero su gracia a riquezas sin fin.
A casas y tierras prefiérole a él;
será de mi alma fuerte paladín.
Coro
Antes que ser rey de cualquier nación
y en pecado gobernar,
prefiero a mi Cristo, sublime don
cual el mundo no ha de dar.
2. No quiero el aplauso del mundo falaz;
prefiero en las filas de Cristo servir.
La fama del mundo es liviana y fugaz;
prefiero por siempre a Jesús seguir.
3. Más bello que el lirio en su níveo blancor,
mi Cristo es más dulce aún que la miel.
Su paz a mi alma dará el Señor;
yo quiero que Cristo me conserve fiel.
270 – Meditar en Jesús
1. Meditar en Jesús ha de ser mi afán:
me amó siendo yo un pecador;
él ganó para mí la diadema celestial,
en la cruz, do mostrome su amor.
Coro
Ven, ven, buen Jesús. Mora en mi corazón,
lléname de santidad, pues contigo deseo andar.
2. Consultar a Jesús ha de ser mi afán,
y Jesús me dará su clara luz.
Sin Jesús, y por mí, nada quiero practicar;
mis acciones inspire Jesús.
3. Predicar a Jesús ha de ser mi afán,
y Jesús me dará fuerza y poder.
Sin Jesús y su amor, vano fuera trabajar;
de Jesús en la cruz, hablaré.
4. Imitar a Jesús ha de ser mi afán.
En Jesús quiero mi modelo ver.
Sin mirar a Jesús, nada bueno puedo hacer;
mas fijándome en él, todo es bien.
281 – He decidido seguir a Cristo
1. He decidido seguir a Cristo,
he decidido seguir a Cristo,
he decidido seguir a Cristo.
No vuelvo atrás, no vuelvo atrás.
2. Si otros vuelven, yo sigo a Cristo,
si otros vuelven, yo sigo a Cristo,
si otros vuelven, yo sigo a Cristo.
No vuelvo atrás, no vuelvo atrás.
3. La cruz delante y el mundo atrás,
la cruz delante y el mundo atrás,
la cruz delante y el mundo atrás.
No vuelvo atrás, no vuelvo atrás.