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El caso más significativo de fraude tipo carrusel en Colombia se dio a conocer en los medios de
comunicación como el “carrusel de la DIAN”, debido a que las autoridades encontraron que las
estructuras constituidas para lograr estas devoluciones fraudulentas, contaban con complicidad de
funcionarios de la DIAN que participaban en la comisión del fraude.
El 14 de julio de 2011, el Presidente de Colombia Juan Manuel Santos Calderón, anunció a través
de los medios de comunicación acerca de fraudes en devoluciones de IVA, manifestando: “Se
comenzaron a detectar unos movimientos fuera de la normal en las cifras sobre devolución del IVA.
En poco tiempo se triplicaron o cuadriplicaron esas cifras, y eso no tenía ninguna correspondencia
con ningún indicador económico” (PORTAFOLIO, 2011)
Para el caso que nos ocupa, esa oportunidad se encuentra en el Artículo 481 del Estatuto
Tributario, que contempla bienes exentos con derecho a devolución bimestral, dentro de los
cuales se encuentran entre otros, los bienes muebles que se exporten y los que se vendan en el
país a las sociedades de comercialización internacional. Una Sociedad de Comercialización
Internacional es una persona jurídica autorizada por la DIAN, cuyo objeto social consiste en la
comercialización y venta en el exterior de bienes producidos en Colombia, y a través de cuyo
ejercicio puede obtener beneficios de tipo tributario, como la devolución del IVA que haya pagado
por las mercancías adquiridas para ser exportadas.
Días después de las declaraciones efectuadas por el Presidente de la República, el Vice Fiscal
General de la Nación, Juan Carlos Forero, explicó las señales de alerta que la Fiscalía encontró para
la tener indicios sobre la materialización del fraude, manifestando: “Hubo empresas que fueron
utilizadas y sus identidades, robadas. También estamos mirando empresas que no son reales con
operaciones ficticias. Y compañías reales pero con operaciones ficticias. (VANGUARDIA, 2011)
Declaraciones a partir de las cuales puede inferirse que las manifestaciones del fraude en
devoluciones de IVA tipo carrusel en Colombia, se dan en tres grupos principales:
3.10.1 Empresas cuyas identidades fueron suplantadas
La suplantación hace referencia a hacerse pasar por otra persona y está tipificada por la legislación
colombiana como un delito que se sanciona con multa siempre y cuando la conducta no esté
relacionada con otros delitos.
“En el RUT hay registradas siete millones de personas, pero de éstos la mitad se están prestando
para cometer fraudes, según lo denunció la Dian”. (REVISTA DINERO, 2012)
Ahora bien, la suplantación de identidad es un delito que puede llevarse a cabo con diferentes
fines, para el tema que nos ocupa, significa que a través de mecanismos fraudulentos se toma la
identidad de personas naturales y/o jurídicas para utilizarlos como terceros en operaciones a
través de las cuales se justificará a futuro la solicitud fraudulenta de las solicitudes de devolución.
“En Bucaramanga se detectó el caso de unos estudiantes que por entregar el registro, los
delincuentes realizaron todas las exportaciones ficticias de oro y ellos son los que tienen que pagar
las consecuencias y sanciones penales, que podrían ir hasta 20 años de cárcel”. (REVISTA DINERO,
2012).
Se encuentran antecedentes en Colombia del uso indebido de la identidad con fines similares al
expuesto, no solamente con el robo de la misma, sino con plena conciencia de personas que
facilitan copia de su cédula y RUT, y hasta hojas en blanco con firma y huella a cambio de dinero
para que quienes las adquieren puedan llevar a cabo diferentes actuaciones que persiguen
infinidad de propósitos. 52 Otra modalidad de suplantación consiste en la falsificación del
documento de identidad, que consiste en mantener los nombres y apellidos y el número de la
cédula, cambiando la foto y la firma en la falsificación del documento.
Uno de los principales riesgos de ser víctima del robo de identidad, es que el mismo puede que se
detecte demasiado tiempo después, o que ni siquiera llegue a detectarse.
Cuando a una persona en Colombia le roban su identidad, en materia tributaria puede salir a la luz
este hecho porque la DIAN va a contar en sus bases de datos con reportes de ingresos o
transacciones que nunca se efectuaron, y que pueden ocasionar que la persona sea requerida por
las mismas.
3. No haber sido sancionado por infracciones tributarias, aduaneras graves, o por ciertas
infracciones cambiarias durante los 5 años anteriores a la presentación de la solicitud.
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4. Contar con un sistema de control de inventarios sobre las mercancías nacionales importadas y
exportadas.
Dentro de las obligaciones que deben cumplir las sociedades de comercialización internacional,
encontramos las siguientes:
1. Dentro de los 15 días siguientes a la autorización de la DIAN, la sociedad debe constituir una
garantía a favor de la DIAN sobre el pago de los impuestos o sanciones a que haya lugar por el
incumplimiento del decreto. El valor de la garantía lo determinará la DIAN y no podrá ser superior
a 2% el valor FOB de las exportaciones del año anterior a la solicitud.
2. Para no perder la autorización, la sociedad debe desarrollar el objeto social principal durante
dos años consecutivos. El objeto social debe especificar el sector económico de las exportaciones.
3. La sociedad debe expedir y presentar en debida forma el Certificado al Proveedor a través de los
servicios informáticos de la DIAN e informes de compra, importaciones y exportaciones, suscritos
por el representante legal y el revisor fiscal, conforme a lo establecido por la DIAN.
La DIAN mediante Circular Número 00009 del 28 de enero de 2013, adiciona la Resolución 4240 de
2000 que contiene los aspectos reglamentarios para este tipo de sociedades.
En este caso las empresas se encuentran inscritas con objetos sociales que efectivamente
desarrollan, pero que en su universo de operaciones esconden algunas que no se llevan a cabo y
que cuentan con los soportes documentales que dan falsa prueba de hechos que nunca
ocurrieron.
Advierte la DIAN en su comunicado de prensa Número 70, fechado el 16 de abril de 2015: “Las
investigaciones, que se venían adelantando desde el año anterior, entre otros, a la procedencia de
costos y gastos deducibles de los solicitantes de devolución de saldos a favor, permitieron descubrir
la utilización de empresas como proveedores falsos, con el fin de soportar altos costos y
deducciones, así como impuestos descontables, en algunos casos con empresas inactivas o en
estado de liquidación, con las que se simulaban operaciones de venta utilizando facturas de venta,
recibos de caja, cheques y otros documentos”.
Esta modalidad hace referencia al fraude carrusel documental, mediante el cual las empresas
legalmente constituidas emiten facturas de venta de operaciones inexistentes, a través de las
cuales se justifican unos impuestos que posteriormente son solicitados en devolución. En este tipo
de fraude predomina la conducta de la falsedad de documentos, que constituye delito para la
legislación colombiana y que se expondrá detenidamente en páginas posteriores.