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¿Qué tipo de sociedad me conviene?

Antes que nada se trata de una pregunta que dependerá de muchas características que tenga el
proyecto o negocio a desarrollar. Como estamos hablando de sociedades, en donde se asocian 2 o mas
personas, ya podemos descartar las figuras propias de una explotación unipersonal (o empresa
unipersonal), por lo que tenemos que tener en cuenta que estaremos decidiendo de que forma vamos a
regular el accionar de 2 o mas personas en la vida de nuestra empresa.

Dejando aclarado que existen otro tipo de sociedades, la inmensa mayoría de las sociedades se deciden
por una Sociedad Anónima (SA), Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL), o una Sociedad de Hecho
(SH). Estas tres serán las que analizaremos a continuación. También es importante aclarar que mientras
las primeras 2 (SA y SRL) son Sociedades Regulares, la Sociedad de Hecho es una Sociedad irregular.

Los beneficios de crear una sociedad regular:

Protección del Patrimonio Personal: esta es la principal razón por la que se crean sociedades. Se que
mi responsabilidad (y riesgo) estará limitada al capital que aporte, y no podrá incluir mi patrimonio
personal. Para decirle de otra forma, si el negocio no tiene éxito, solo perderé lo que aporte en concepto
de Capital.

Beneficios Impositivos: estos están dados por los conceptos que la Ley impositiva permite deducir en
el Impuesto a las Ganancias. En contraposición a esto se debe tener en cuenta que la tasa a la que
tributa es la del 35%, que sería la máxima tasa a abonar por una SH, ya que las mismas se regulan
según la tabla de personas físicas.

Estratégico financiero: las sociedades permiten ampliar a través de nuevas emisiones el Capital de la
empresa, así en lugar de endeudarse, inyectar nuevos fondos a la empresa. También muchas veces, el
Capital se abre a nuevos socios por un fin estrictamente estratégico. Como ejemplo, una empresa
unipersonal, en caso de necesitar fondos, únicamente podría obtenerlos tomando prestamos, que
estarán garantizados incluso con el patrimonio personal

Mayor flexibilidad para el empresario: La posibilidad de aumentar, disminuir su participaron a través


de ventas de acciones o cuotas partes, permiten al empresario entrar y salir mas fácil de los negocios, y
se abren puertas para nuevas oportunidades, que no se darían bajo otra figura. Una empresa
unipersonal, no puede ser vendida o absorbida por otra, y a su vez el empresario, no tiene forma de
modificar su participación en la misma.

Continuidad de la empresa: una sociedad Jurídica no termina con el fallecimiento de alguno de sus
socios, y puede seguir funcionando a través de la dirección, mientras el capital pase a manos de
herederos o sea vendido a terceros.

Mayor Confianza: si bien no es real, muchas veces al solicitar préstamos bancarios, cuentas corrientes
con proveedores o en negociaciones del negocio, la figura de una sociedad genera mayor confianza y
respeto, que una persona física. Existen gran cantidad de casos donde se crean empresas para
defraudar únicamente, y siendo la persona física responsable ilimitadamente con su patrimonio,
intentará responder con mayor interés que una sociedad. No obstante, vale comentar lo que en la
práctica es una creencia habitual.

Los beneficios de crear una sociedad irregular:

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Menores costos de creación: al no ser necesario la intervención de escribanos, registros y tasas, la
sociedad de hecho es ideal para aquellos emprendimientos que carecen de un capital inicial importante.

Menores costos contables - jurídicos: al no estar obligados por Ley a llevar libros, ni balances, estas
sociedades poseen menor cantidad de costos a afrontar.

Beneficios Impositivos: como explicáramos anteriormente, la SA o SRL tributan el impuesto a las


ganancias al 35%, mientras en la SH, al ir en cabeza de los socios, la alícuota se determina en forma
gradual de acuerdo al nivel de ganancias obtenido. Lógicamente, éste beneficio existirá hasta que las
ganancias obtenidas alcancen la tasa del 35% de la escala de personas físicas. De todas maneras, la
imposibilidad de tomar ciertas deducciones, hacen analizar el impacto de este impuesto en forma mas
detenida.

SRL o SA, diferencias societarias en la Argentina

Qué tipo de sociedad me conviene? Esta es una de las preguntas más frecuentes entre todos los que inician un

emprendimiento.

En la Argentina existen una variedad de tipos societarios, cuya mayor diferencia radica en la responsabilidad de los

socios por las operaciones comerciales que realiza la empresa. Sobre esta base, los dos tipos de sociedades más

frecuentes son la sociedad anónima (SA) y la sociedad de responsabilidad limitada (SRL). Con trámites legales y

un tratamiento impositivo similares en ambas, a la hora del funcionamiento la SA se presenta como un poco más

costosa.

Es en este contexto donde surge la clásica pregunta, ¿Me conviene una SA o una SRL?

Aquí les dejamos un pequeño cuadro comparativo que quizás les ayude a meterse en la problemática.

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Recuerden que para tomar una decisión correcta deben tomarse en cuenta condiciones del mercado y siempre estar

asesorados con un profesional. Fuente: www.portalsocietario.com.ar

A la hora de decidir bajo que forma jurídica encarar un emprendimiento surgen las dudas de la conveniencia de

desarrollar la actividad como explotación unipersonal (persona física) o como una sociedad de capital (SA O SRL).

Los dos aspectos fundamentales a considerar son: Responsabilidad patrimonial e incidencia de impuestos.

Responsabilidad patrimonial: Las SRL Y SA limitan el riesgo patrimonial al aporte de sus socios mientras que en el

caso de operar como persona física se pone en riesgo todo el patrimonio personal. Existen excepciones en el caso de

las sociedades donde la responsabilidad penal de los directores, ya sea por cuestiones tributarias o de otra índole,

puede dar lugar a que la justicia ataque su patrimonio personal.

Para ser directores o gerentes no es imprescindible ser socios, y los socios que no forman parte de la dirección quedan

a salvo de delitos como los alcanzados por la ley penal tributaria. De manera que se puede ser socio sin ser

responsable penal o patrimonialmente en forma personal, del mismo modo que se puede ser responsable en ambos

ámbitos, sin ser socio.

Impuestos:

- Impuesto a las Ganancias: Para las personas físicas la tasa del impuesto es progresiva y escalonada, de manera

que para cada escalón de ganancias, se paga una tasa cada vez más alta. También las personas físicas gozan de un

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mínimo no imponible y de cargas de familia por sus familiares directos y en ciertos casos se agrega una deducción

especial de acuerdo a la categoría de que se trate.

La tasa del impuesto es, para las sociedades, siempre del 35% sobre las utilidades netas, en tanto que para las

personas físicas una vez deducidos los mínimos no imponibles aplicables, se calcula el impuesto según la escala

citada. Por ejemplo: para una ganancia neta de $ 100.000.- una sociedad pagará $ 35.000 de impuesto, y una persona

física de aproximadamente $ 26.500 dependiendo sus deducciones personales.

Es importante tener en cuenta los honorarios que pagan las sociedades a sus socios. En este rubro existen topes

legales a considerar, y su análisis no es tan sencillo. A cada director de una S.A. se le pueden asignar $ 12.500 por

año, que la empresa deduce como gasto y por lo tanto se libra de pagar el 35% de dicho monto, que el director deberá

declararlo en su liquidación personal de impuesto sujeta a tasa progresiva. Pero también pueden asignarse como

honorarios de directores hasta el 25% de las utilidades contables, que pueden distribuirse del modo en que se desee.

De ambos topes puede tomarse el mayor. Dado que el 25% señalado es sobre utilidades contables y no impositivas, y

que las primeras pueden ser mayores que las segundas, la diferencia no habrá tributado el impuesto, por lo tanto cada

director debe declarar ese excedente no alcanzado como ganancia gravada, mientras que la parte de sus honorarios

que sí tributó en cabeza de la sociedad, será no computable en su declaración

- Impuesto a la Ganancia Mínima Presunta: La tasa es del 1% sobre el activo afectado a la actividad de que se trate,

con independencia del pasivo.

Este impuesto es a cuenta del impuesto a las ganancias, y se aplica tanto para sociedades como para personas que

desarrollen actividad empresaria en forma individual y existe un mínimo de $ 200.000. (Quienes no alcancen ese monto

de activo, quedan fuera del impuesto, pero quienes lo excedan, pagan sobre el total).

- Impuestos a los bienes Personales: Se grava el activo de las personas físicas sin tomar en cuenta el pasivo,

excepto que se trate de deudas provenientes de la casa habitación. Hay un mínimo exento de $ 305.000.Si supera ese

importe, se paga con las siguientes alícuotas:

• Más de $ 305.000 a 750.000 0.50%

• Más de $ 750.000 a 2.000.000 0.75%

• Más de $ 2.000.000 a 5.000.000 1.00%

• Más de $ 5.000.000 1.25%

Una persona física que tenga una actividad empresaria, pagará también este impuesto sobre el patrimonio afectado a

tal actividad (y no sobre el activo únicamente).

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También corresponde tributar este impuesto sobre la tenencia de acciones o de cuotas partes societarias, aunque en

este caso el tributo es abonado por las sociedades bajo la figura del responsable sustituto o sea paga la sociedad pero

por cuenta y orden del individuo y se paga por el valor de la tenencia según la declaración jurada de la sociedad

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