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Carlos Cárdenas Quirós Modificación y Derogación de las Normas Legales

A decir de Rubio Correa <8 >, en opinión que suscribimos, 11. CAUSAS DE CESACION DE VIGENCIA DE LAS NOR­
«el Título Preliminar del Código Civil ocupa un lugar prepon­ MAS LEGALES <9>,
derante dentro del sistema jurídico como conjunto, dictando
normas de alcance general y que va más allá del Derecho Según Díez-Picazo y Gullón e1o>, <<como todo fenómeno
Privado. Esa preeminencia debe ser respetada por las demás leyes humano, las normas jurídicas en general viven dentro de unos
de la República, con la finalidad de impedir alteraciones que quiten límites temporales y, por consiguiente, dentro del tiempo que
coherencia y equidad al conjunto de normas legisladas. Todo ello, media entre el momento de su aparición y el momento de su
a pesar de que formalmente ... las disposiciones del Título Prelimi­ desaparición y ex.tinción».
nar no sean sino simples normas con rango de ley».
(9) De acuerdo con Luis María Díez Picazo (La derogación de las leyes, Edito­
rial Civitas, S.A., Madrid, 1990, págs. 161-162), «muchos de los autores
que se han ocupado del instituto derogatorio coinciden en señalar que el efec­
to típico que se desprende de todo acto de derogación expresa consiste en la
cesación de la eficacia de la ley derogada. Dicho de otro modo, la esencia del
efecto derogatorio radicaría en que la ley derogada de ja de surLir los efectos
propios de toda ley: pierde la fuerza para regular los supuestos de hecho a
que ella misma se refiere.(... ) Para que la configuración del efecto derogato­
rio como cesación de la eficacia fuera correcta, sería necesario que la ley
derogatoria se subrogara inmediatamente a la ley derogada en la regulación
de la materia de que se trate -o, en su caso, que desregulara con la misma
inmediatez esa materia; dejando un espacio normativamente vacío y libre-;
es decir, sería preciso que la sucesión de leyes en el tiempo como consecuen­
cia de la derogación tuviera lugar por medio de cortes limpios, de suerte que
no se diera jamás una superposición entre la antigua y la nueva ley. La más
elemental experiencia enseña, no obstante, que sólo en contadas ocasiones
las cosas se desarrollan con tanta sencillez.(...) De ahí, que resulte más ajus­
tado a la realidad definir el efecto derogatorio como cesación de la vigencia,
entendiendo por vigencia la pertenencia actual y activa de una norma al orde­
namiento, de manera que es potencialmente capaz de regular todas las situa­
ciones subsumibles en su supuesto de hecho».
(111)
Díez-Picazo y Ponce de León, Luis y Gullón Ballesteros, Antonio, Sistema
de Derecho Civil. Volumen I. Sexta edición. Editorial Tecnos, S.A., Madrid,
(R)
Rubio Correa, Marcial, op. cit. en nota(]), pág. 22. 1988, pág. 115.
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. .J
üu·los Cihdcnas Quirós ---------- Modificación y Derogación de las Normas Legales
En el mismo sentido se pronuncia Coviello < 11 >: «Con expresa o tácitamente por ella misma para su vigencia, la
respecto al tiempo, la ley, como todo hecho humano, tiene un realización (o no) del propósito por el cual fue dictada y la
principio y un fin: el principio es su entrada en vigor, eJ fin la terminación del estado de cosas que constituía su objeto (por
cesación de �1.1 eficacia obligatoria». ejemplo, una situación rle guerra).
·�
Las normas legales tienen, por \0 general, una vigencia Refiriéndose a las causas intrínsecas de cesación,
indefinida; empero, puede ocurrir, por eJemplo, que su duración Windscheid cii) expresa: «La vigencia de la norma jurídica
esté limitada a un plazo determinado o en razón de una termina con su desaparición, que puede asentarse en las dispo­
circunstancia que constituye la razón de ser de la norma y que siciones propias, que proyectan la fuerza vinculante de aquélla
una vez.. �esaparecida hace que pierda Yigencia. sobre un tiempo determinado o apenas para circunstancias
....
La cesación de vigencia de una norma legal puede deberse transitorias y precisas».
a dos tipos de causas: una extrínseca, es decir, exterior a la
En los puntos siguientes serán desarrolladas las cuestiones
propia norma, y otra intrínseca, esto es, inherente a ella misma.
¡ planteadas.
La derogación está comprendida dentro de las causas
IU. CAUSAS EXTRINSECAS DE CESACION DE VIGEN­
extrínsecas de cesación de vigencia de ¡la ley. También, como
veremos más adelante, debe incluirse el bso de la modificación, CIA DE LAS NORMAS LEGALES: DEROGACION,
en la medida en que ésta supone la su·stitución de una norma ABROGACION Y MODIFICACION DE LAS NORMAS
por otra (salvo en el caso de la modfocación que llamamos LEGALES.
aditiva: vid. infra III), lo que necesaria�ente importa la supre­
De acuerdo con Bielsa <JJl, «en el derecho romano existían
sión previa de la norma original.
cuatro formas o clases de decisiones para modificar la ley, mejor
En cambio, constituyen causas intrínsecas de cesación de dicho, tres, pues una lo era para extinguir la ley; esas formas
vigencia de las normas legales: el trarlscurso del plazo fijado
1111 Windscheid, Bernard, Tratado de Derecho Civil Alemán (Derecho de
Pandectas). Traducción de Fernando Hinestrosa de la octava edición con
anotaciones comparativas sobre el Derecho Civil Alemán de Theodor Kipp.
1111 Coviello, Nicolás, Doctrina General del Derecho Civil. Cuarta edición i1alia­ Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 1976, pág. 108.
na revisada por el Prof. Leonardo Coviello. Traducción por Felipe J. Tena. ll)I Cit. por Sarmiemo García, Luis Eduardo, La llamada derogación de las leyes
Concordancias de Derecho Mexicano por Raúl Berrón Mucel. Unión Tipo­ y sus consecuencias 11\)rmativas. En: Rt:vista Jurídica Argentina La Ley.
gráf"il:a Editorial Hispano-Americana, México. 1938, pág. 103. Tomo 124. Buenos Aires, 1967. pág. 1434.
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----------Carlos Cárdenas Q uirós -�-------- Modificación y Derogación de las Normas Legales
eran la 'abrogatio', por la que se extinguía, quitaba o borraba o revocación < 17 > Finalmente, algunos utilizan la fórmula
la ley; con la 'derogatio', sólo era suprimida o borrada una «abrogación» exclusivamente < 18 >.
parte de la ley; 'subrogatio', cuando se agregaba algo a la ley;
y 'obrogatio', cuando sólo se c-1mbiaba o transformaba algo en Messineo < 19> distingue claramente entre abrogación y
la ley». derogación. Señala que: «Diversa de la abrogación es la
1 derogación; resultando que hay normas que son derogatorias
En el Digesto (50, 16, 102, Mod. 7 regul.) encontramos respecto de otras, esto es, respecto de las que son derogadas
la siguiente definición: «'Derogatur' legi aut 'abrogatur': por las primeras. Derogar significa, o bien introducir excepcio-
derogatur legi, cum pars detrahitur; abrogaWr legi, cum prorsus
tollitur», es aecir: <<La, ley se 'deroga' o se 'abroga': se deroga
cuando se suprime una parte; se abroga cuando se elimina
(17)
Ley de Introducción al Código Civil brasileño de 1942 (artículo 2) [La anti­
totalmente».
gua Ley de Introducción de 1917 utilizaba las expresiones «revoca» y «dero­
ga» como equivalentes (art. 4)] y Código Civil portugués (art. 7).
No obstante la perfecta distinción e(istente en Roma Para Messineo (Manual de Derecho Civil y Comercial. Traducción de San­
entre ambos conceptos, lo cierto es que se ¡Iia generalizado el tiago Sentís Melendo. Tomo l. Ediciones Jurídicas Europa-América. Bue­
nos Aires, 1979, op. cit., págs. 88-89), «figura diversa de la abrogación es la
empleo de la expresión «derogación» como comprensiva de revocación de normas jurídicas. Es fenómeno absolutamente anómalo, ya
ambas situaciones. Algunos pocos Códigos las distinguen < 14>. que una norma jurídica, una vez dictada, no puede ser revocada (del modo
como puede ser revocado un negocio jurídico); puede ser solamente abrogada,
Otros Códigos, en cambio, usan la expresión «derogación» en con la consecuencia de que los derechos objetivos, nacidos dependientemente
forma exclusiva ( 15 > o emplean los vocablos «insubsistencia» 06> y durante el tiempo en que la norma estaba en vigor, no sufren perjuicio por
el hecho de la posterior abrogación. La revocación de normas jurídicas se ha
tenido, entre nosotros, respecto a algunos actos normativos de la República
Social Italiana, considerada como ilegítima. Al respecto se dictó el Decreto
ley del Lugarteniente, de 5 de octubre de 1944, No. 249, que en su art. 1,
declara privados de eficacia jurídica, o sea que revoca (entre otras) las provi­
dencias legislativas y las normas reglamentarias, dictadas bajo el imperio de
aquel gobierno. Sin embargo, no siempre de la revocación de las normas se
sigue la revocación de los actos y negocios que se formen bajo el imperio de
las normas revocadas; y, en general, si se produce controversia sobre la vali­
dez de aquellos actos o negocios, de esa validez debe juzgarse sobre la base
(14)
Códigos Civiles de México D.F. (art. 9) y Costa Riea (artículo 12). de las normas revocadas y no de la providencia de revocacióm>.
(15)
Códigos Civiles de Ecuador (art. 37, 38 y 39), Chile (ans. 52 y 53), Colom­ (IK)
Código Civil de Austria (art. 9), Disposiciones sobre la ley en general que
bia (arts. 71 y 72), Panamá (art. 37), Cuba -de 1889- (art. 5), Venezuela (art. preceden al Código Civil italiano de 1942 (art. 15) y Disposiciones sobre
7), El Salvador (arts. SO y S 1), Uruguay (arts. 9, 10 ,y 11 ), Paraguay (art. 7), publicación, interpretación y aplicación de las leyes en general que preceden
Bélgica (art. 6), Francia (art. 6) y España (artículo 2. parágrafo 2). al Código Civil italiano de 1865 (art. S).
< 1�, Código Civil de Panamá (art. 36). (1�)
Messineo, Francesco, op. cit., pág. 88.
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....J
Carlos Cárdenas Quirós ---------- Modificación y Derogación de las Normas Legales
nes a una norma, o bien crear normas que se apartan, por su puede revocar total o parcialmente la norma anterior. Su
contenido, de otras normas preexistentesry de este modo- las contenido puede estar limitado a la revocación o puede además
abroga parcialmente. En efecto, derogación es abrogación regular los mismos hechos de modo diferente ... ».
parcial». En el mismo sentido se expresa Coviello < 20l: «La
cesación de la eficacia ·de una ley por fuerza extrínseca no es Sarmiento García (22>, siguiendo a Aftalión, García Olano
más que su abolición, llamada abrogación, si es total, y deroga­ y Vilanova <23 >, sostiene la existencia de cuatro formas de
ción, si es parcial». extinguir o modificar leyes: abrogación (supresión total),
derogación (supresión parcial), modificación (sustitución par­
Con el objeto de guardar fidelidad a las fuentes romanas cial) y subrogación (sustitución total).
sería justificado s�tener la necesidad del mantenimiento de la
distinción. Empero, no se advierte inconveniente alguno en Técnicamente, la distinción es absolutamente exacta, s1
generalizar el empleo del vocablo «derogación» con alcances bien en un afán de síntesis tales categorías podrían reducirse a
amplios, esto es, incluyendo los supuestos de supresión tanto dos, cada una de ellas con dos variantes: derogación (total y
total como parcial de las normas jurídicas. parcial) y modificación (total y parcial).
Precisa aclararse que cuando se haqla de derogación, se En cualquier caso, interesa destacar los efectos que pro­
hace referencia a aquellos casos en quej una norma legal se ducen tanto la modificación como la subrogación.
extingue sin ser sustituida por otra, ya sea en forma total o
parcial. Dice Sarmiento García < 24 l: «El primer efecto de la modi­
ficación es la derogación de la ley. Pero simultáneamente
Empero, es posible que la norma correspondiente no se renacen, en virtud de la misma ley modificatoria, nuevas normas
limite exclusivamente a suprimir una anterior, sino que además que sustituyen a las derogadas, incorporadas a la ley origina­
formule una nueva que sustituya ésta, también en forma total ria por la modificatoria. Aquella subsiste con las modificacio­
o parcial. En este caso hablamos de rnodif,cación total o parcial nes introducidas por ésta».
de las normas legales.
Como expresa Regelsberger (21 l, «la nueva norma jurídica
< 21> Sarmiento García, Luis Eduardo, op. cit., págs. 1434-1435.
ooi Coviello, Nicolás, op. cit., pág. l 03. <2J 1 Aftalión, Enrique R., García Olano, Fernando y Vilanorn, José. Introduc­
r-ii Cit. por Kelsen, Hans, Derogación. Boletín Mexi�ano de Derecho Compara­
ción al Derecho. La Ley. Buenos Aires, 1964, pág. 299.
do. Año VII, No. 21, Septiembre-Diciembre, 1974. Universidad Nacional <2•1 Sarmiento García, Luis Eduar do, op. cit., pág. 1435.
Autónoma de México, México D.F., pág. 265.
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¡·
Carlos Cárdenas Quirósl:---------- Modificación y Derogación de las Normas Legales
Y en cuanto a la llamada subrogación señala C25>: de estarlo; desaparecen las obligaciones jurídicas y les sucede la
«La subrogación produce, primariamente, el efecto de la libertad jurídica».
abrogación(...), pero simultáneamente, nace una nueva ley que
sustituye íntegramente �. la anterior (la ley subrogante sustituye Sin embargo, es posible advertir que la modificación no
consiste sólo en sustituir una norma por otra en forma total o
a la ley subrogada)».
parcial. En efecto, la modificación puede también importar
En este orden de ideas, cabe expresar que toda modifica­ agregar algo nuevo a una norma, es decir, adicionar un nuevo
ción (entendida en un sentido amplio q1e incluye la total y la concepto, sin alterar en lo demás el texto original el mismo que
parcial) ÍP!porta una supresión (derogación) de la norma ante­ se mantiene incólume en ese sentido.
rior, pero no toda -Supresión implica una! modificación.
Nada excluye, empero, que la modificación comprenda la
A este último respecto es ilustrativo lo que aprecia sustitución parcial de ciertas normas y la adición de nuevos
Messineo <26 >: «Si se abroga una norma particular, sin sustituir textos. Cabría hablar, por tanto, de una modificación sustitutiva
(total o parcial) y de una modificación aditiva.
a ella una nueva, debe entenderse que se ¡¡¡uiere dejar al derecho
comú.n la disciplina del caso, o bien qJe se quiere abolir su
disciplina jurídica». Refiriéndose a un s�puesto similar, Kelsen
apunta ' 27 >: «De la anulación resulta, por decirlo así, un vacío IV. CLASES DE DEROGACION.
jurídico. Una materia que hasta entonces estaba regulada deja
Según se ha explicado, la derogación implica la supresión
de una norma.
La derogación puede revestir diversas modalidades que
C25 > pasamos a exponer a continuación.
Sarmiento García, Luis Eduardo, op. cit., pág. ¡435.
c26> Messineo, Francesco, op. cit., pág. 23.
c27> 1
Kelsen, Hans, La garantía jurisdiccional de la Constitución (La justicia cons­ En primer lugar, teniendo en cuenta la extensión o ampli­
titucional). E;n: Escritos sobre la democracia� el socialismo. Selección de
tud de la derogación, ésta puede ser total o parcial.
Juan Ruíz Manero. Colección Universitaria.-! Editorial Debate. Madrid,
l 98 8, pág. 144.
A decir de Luis F. P. Leiva Fernández (Fundamentos de técnica legislativa. La derogación total o abrogación se producirá cuando la
La Ley S.A. Buenos Aires, 1999, pág. 225), "son pocas las leyes puramente supresión afecta completamente a una norma. La derogación
derogatorias, es decir cuyo contenido consiste ellusivamente en derogar otra
norma, pero esta circunstancia -el tener por útico objeto el derogar- no le parcial o derogación propiamente dicha, en cambio, la afecta
priva del carácter de norma ya que las normas no sólo ordenan, autorizan o sólo en parte, conservando vigencia en Jo restante.
permiten, sino que también derogan".
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---------- Carlos Cá rdenas Quirós ---------- Modificación y Derogación de las Normas Legales
Expresa Sarmiento García < 23 > que «en el caso de abroga­ derogación expresa es necesario que la nueva ley diga que
ción, al extinguirse la ley anterior no se produce la sustitución deroga tal ley, o el artículo tal de tal ley, o el inciso, frase o
por otra. Simplemente, el ordenamiento ''expulsa' de su seno palabra de tal artículo de tal ley» lJ 1 >. Para Puig Brutau mi,
(abroga) una norma (ley abrogada), en yirtud de otra norma «derogación expresa es la que hace constar de manera especí­
(ley abrogante)». Y ··agrega, refiriéndose a la derogación fica y detallada las leyes que quedan derogadas, por cualquier
(parcial), que «cualquier ley puede conte1er una o más normas medio seguro de identificación, como su nombre oficial y la
jurídicas. En este último caso, la ley derogante extingue fecha, con indicación de si se deroga de manera total o sólo en
algunas de las normas contenidas en la ley derogada, pero las parte».
restantes continúan en vigencia. Por tarlto, la derogación es
siempre parcial, l_lero jamás sustituye por otras, las normas En co.nsecuencia, habrá derogación expresa cuando hay
derogadas». un pronunciamiento explícito, individualizado, concreto, de la
norma derogante acerca de la norma o normas objeto de
Luego, la derogación puede ser expresa o tácita. Es derogación. A ese caso se refiere la primera parte del segundo
expresa «cuando la nueva ley declara que deroga la antigua» l29>. párrafo del artículo I del Título Preliminar del Código Civil del
Albaladejo aclara los alcances de la derogación expresa al decir Perú (33>_
que ello ocurre «cuando el propio legislador establece explíci­
tamente que tal o cual ley pierde su vigencia» <30>. En el mismo
sentido, Ducci Claro indica: «Es expresal cuando la nueva ley
dice taxativamente que deroga la antigua ( ... ) Para que exista < 31J Ducci Claro, Carlos, Derecho Civil. Parte General. Tercera edición. Edito­
] rial Jurídica de Chile. Santiago de Chile, 1988, pág. 54.
mi Puig Brutau, José, Introducción al Derecho Civil. Bosch, Casa Editorial, S.A.,
Barcelona, 1981, pág. 178.
<3.1¡ También se refieren a la derogación expresa los artículos 37, primer y segun­
ClBl Sarmiento García, Luis Eduardo, op. cit., págs. 1434-1435. do párrafos, del Código Civil ecuatoriano, 52, primer y segundo párrafos, del
Se refieren a la derogación total y parcial los artículos 37, cuarto párrafo, dol Código chileno, 71, primer y segundo párrafos, del Código colombiano, 36
Código Civil ecuatoriano, 52, cuarto párrafo, del Código chileno, 71, cuarto del Código panameño, 2, parágrafo 1, de la Ley de Introducción al Código
párrafo, del Código colombiano, 9 del Código mexicano (D.F.), 50, cuarto brasileño, 9 del Código mexicano (D.F.), 9 del Código austriaco, 6, primer y
párrafo, del Código salvadoreño, l O, quinto párrafo, del Código uruguayo, 7, segundo párrafos, del Proyecto colombiano de Código de Derecho Privado,
primer párrafó, del Código paraguayo, X, primer párrafo, del Título Prelimi­ 7, primer párrafo, del Proyecto colombiano del Código Civil de 1981, 50,
1
nar del Proyecto de Gásperi del Código Civil par�guayo y 4, primer pái:rafo, primer y segundo pán·afos, del Código salvadoreño, JO, primer y segundo
1
del Anteproyecto de Ley General de Aplicación e las Normas Jurídicas del párrafos, del Código uruguayo, 7, parágrafo 2, del Código Portugués, 2, pa­
Profesor Haroldo Valladao. r
rágrafo 2, del Código español, 15 de las Disposiciones sobre la ley en gene­
c29l Pescio V., Victorio. Manual de Derecho Civil. Título Preliminar del Código ral que preceden al Código italiano de l 942, 5 de las Disposiciones sobre
Civil. Tomo I. Editorial Nascimento, Santiago, Chile, 1948, pág. 255. publicación, interpretación y aplicación de las leyes en general que preceden
i,1oi Albaladejo García, Manuel, Derecho Civil. Tomo l. Librería Bosch, Barce­ al Código italiano de l 865 y 4, primer párrafo, del Anteproyecto de Ley Ge­
lona. 1961, pág. 86. neral de Aplicación de las Normas Jurídicas del Profesor Haroldo Valladao.
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---------- Carlos Cárdenas Quirós Moctificación y Derogación de las Normas Legales
La derogación tácita se presenta �n cambio, a decir de carácter implícito. Como advierte Pescio 06 >, «la derogación
Albaladejo, «cuando una ley posterior resulta ser incompatible tácita se funda en la regla de razón que estatuye que cuando el
con la anterior, o, aun sin resultarle y s'in haber sido derogada legislador ha manifestado sucesivamente dos voluntades dife­
expresamente la ley anterior, sin embargo, a través de la rentes sobre una misma materia, debe prevalecer la última». Se
interpretación de la posterior, se averigua que se propuso trata de la aplicación de la máxima «Lex posterior derogat
incluso la derogación de los preceptos 1e la anterior no incom­ priori» (D. 1, 4, 4., Mod. 2 excus.) c37 >
patibles con ella» <34l,
E� opinión de los Mazeaud <35l, «la derogación es tácita <36> Pescio V., Victoria, op. cit., pág. 259.
cuando el legislador dicta un texto contrario a las disposiciones
<m A este respecto, interesa esclarecer lo siguiente: ¿Qué norma debe ser consi­
derada posterior? ¿Aquella que ha sido promulgada después de otra aun
anteriores sin precisar que las deroga». cuando haya sido publicada antes que ésta o, por el contrario. la publicada
con posterioridad, aun cuando su promulgación haya sido anterior?
Coviello (op. cit., pág. 104) sostiene sobre el particular lo siguiente: «La ley
En la derogación tácita, no hay una manifestación explí­ posterior, por lo demás, es la que ha sido promulgada después de otra, aun
cita acerca de las normas que quedan cl.erogadas, sino una de cuando por una circunstancia cualquiera haya entrado en vigor antes». Y en
apoyo de su posición refiere el siguiente caso presentado en Italia (op. cit.,
pág. 104): «La ley sobre justicia administrativa, arts. 1 y 2, establece la
competencia de la Junta provincial administrativa en materia de gastos de
hospitales, en tanto que la ley sobre obras pías divide tal competencia entre
la Junta y el Ministerio del Interior. Pues bien, la ley sobre justicia adminis­
<34> Albaladejo, Manuel, op. cit., pág. 86. trativa fue promulgada el 1 de mayo de 1890, es decir, antes que la ley sobre
Contemplan la derogación tácita, los artículo� 37, primer y tercer párrafos, obras pías, promulgada el 17 de julio de 1890; pero la primera no entró en
del Código Civil ecuatoriano: 52, primer y terc'er párrafos, del Código chile­ vigor sino hasta el I de julio de 1891, cuando regía ya la segunda de fecha
no, 71, primer y tercer párrafos, del Código colombiano, 36 del Código Pa­ posterior. El Consejo de Estado (IV ses.) por decisión de 11 de junio de 1897
nameño, 2, parágrafo l, dé la Ley de Introducción al Código brasileño, 9 del resolvió la cuestión en el sentido indicado en el texto».
Código méxicano (D.F.), 6, primer y tercer párrafos, del Proyecto colombia­ La solución propuesta por Coviello no es aplicable en nuestro ordenamiento
no de Código de Derecho Privado, 7, párrafo�· del Proyecto colombiano de jurídico. En efecto, de acuerdo con el artículo SI in fine de la Constitución
Código Civil de 1981, SO, primer y tercer párrafos, del Código salvadoreño, «la publicidad es esencial para la vigencia de toda norma del Estado».
10, primer y tercer párrafos, del Código uruguayo, 7, parágrafo 2, del Código Adicionalmente, el artículo 109 de la Constitución establece que: «La ley es
portugués, 2, parágrafo 2, del Código español, p S de las Disposiciones sobre obligatoria desde el día siguiente de su publicación en el diario oficial, salvo
la ley en geñeral que preceden al Código italiano de 1942, S de las Disposi­ disposición contraria de la misma ley que posterga su vigencia en todo o en
ciones sobre publicación, interpretación y aplicación de las leyes en general parte». La regla transcripta es aplicable a los decretos legislativos (artículos
que preceden al Código italiano de 1865 y 4, primer párrafo, del Anteproyec­ 104. tercer párrafo, de la Constitución y 3, inciso 1, del Decreto Legislativo
to de Ley General de Aplicación de las Normas }urídicas del Profesor Haroldo No. 560 - Ley del Poder Ejecutivo). Tratándose de decretos legislativos que
Valladao. se refieren a tributos de periodicidad anual rigen desde el primer día del
1351
Mazeaud, Henri, León y Jean. Lecciones de Derecho Civil. Parte Primera. siguiente año calendario (artículo 3, inciso 1, párrafo final, del Decreto Le­
Volumen l. Traducción de Luis Alcalá Zamora y Castillo. Ediciones Jurídi­ gislativo Nº 560, concordante con el segundo párrafo del artículo 74 de la
cas Europa-América, Buenos Aires, 1959, pá,. 134. Constitución). En cuanto a los decretos supremos, éstos rigen desde el día
42 43
Carlos Cárdenas Quirós
Modificación y Derogación de las Normas Legales
Barbero (Jsi, con un planteamiJnto semejante al de las disposiciones singulares que fuesen abiertamente idénticas a
Albaladejo, sostiene que la derogación, tácita puede darse de disposiciones anteriores pueden recibir, en el espíritu unitario de
dos modos: «en cuanto la disposición de una ley precedente es la nueva ley, una interpretación diferente.» Precisamente, a
incompatible (contradictoria) con una leo1 posterior -hecho en ambos supuestos se refiere el segundo párrafo del artículo I del
el cual es implícitá la abrogación de la primera, aun en Título Preliminar del Código Civil del Perú.
defecto de referencia alguna a ella-, o en cuanto la nueva ley,
aunque no todas sus disposiciones singularmente sean incompa­
Coviello ( 39), a su turno, expresa: «La abolición indirecta
tibles con cada una de las de la ley anterior, se propone regular
la materia entera objeto ya de aquélla: e� virtud de lo cual, aun o tácita puede realizarse de dos modos. El primero tiene lugar
cuando una ley posterior contiene normas jurídicas incompati­
bles en todo o en parte con las contenidas en una ley anterior;
-,
esto es, cuando la aplicación contemporánea de las normas
siguiente de su publicación en el diario oficial, salvo disposición expresa establecidas por las dos leyes es imposible por la contradicción
(anículo 3, inciso 2, del Decreto Legislativo Not 560). Respecto a las resolu­
ciones supremas, rigen desde el día en que son expedidas, salvo los casos en que de allí se seguiría. ( ... ) Se tiene el segundo modo cuando
que requieran notificación o publicación, en lós que regirán desde que tal una nueva ley disciplina toda la materia regulada por una ley
requisito se cumpla (artículo 3, inciso 3, del De�reto Legislativo No. 560).
En consecuencia, no es la oportunidad de promulgación de la norma la que precedente, aunque no haya incompatibilidad entre las normas
define su carácter de posterior a otra, sino la fecha de su entrada en vigencia, contenidas en ellas. Y esto por la razón de que si el legislador
1
de lo cual puede resultar que una ley publicada con anterioridad a otra entre
en vigencia después de otra publicada ulteriormente. En ese supuesto, la ha reordenado toda la materia, es necesario suponer que haya
primera deberá considerarse posterior. • partido de otros principios directivos, los cuales en sus variadas
Por otro lado, si dos leyes, incompatibles entre sí, fueran publicadas en la
misma oportunidad y tuvieran que regir a partir de la misma fecha, para y posibles aplicaciones pueden llevar a consecuencias diversas o
considerar cuál es posterior a la otra deberá tomarse en cuenta su numera­ aun opuestas a las derivadas de la ley anterior: existe siempre
ción. Este fue el caso de la Ley Orgánica de Municipalidades N º 23853 que
fue modificada por la Ley N º 23854, ambas publicadas en el diario oficial El por eso una especie de incompatibilidad implícita».
Peruano el 9 de junio de 1984.
En el artículo I de la Ley N º 23854 se señaló: "La Ley Orgánica de Munici­
palidades queda modificada, a partir de su promulgación, en la siguiente Sin embargo, estrictamente hablando, el segundo caso
forma: ( ... )", agregando el artículo 2: "Esta ley entra en vigencia el mismo mencionado no es uno de derogación tácita, sino de modifica­
día que la Ley Orgánica de Municipalidades''. l
Por cierto que resultará procedente también la d rogación o modificación de ción total tácita, pues no se presenta simplemente un supuesto
una ley ya publicada, durante el transcurso de la yacatio legis correspondien-
te.
<J�I Barbero, Doménico. Sistema del Derecho Privado. Tomo l. Traducción de
Santiago Sentís Melendo. Ediciones jurídicas uropa-América-Bucnos Ai­
res, 1967, pág. 136. 1 1391
Coviello, Nicolás, np. cit., págs. 104-105.
45
M
,
Carlos Cárdenas Quirós Modificación y Derogación de las Normas Legales
de supresión total de la norma sino t�mbién la sustitución la derogación o modificación tácita, total o parcial, de una
completa de la misma. norma jurídica por efecto de la simple incompatibilidad con una
posterior.
Por ello, es más propio considerar que la derogación
tácita sólo resulta de la existencia de una incompatibilidad En nuestro país encontramos algunos ejemplos de este
absoluta entre la norma nueva y la antigua, que determina la tipo de solución.
supresión de ésta, sin mediar un pronunJiamiento explícito en
torno a !ª derogación de la misma. Así, la norma VI del Título Preliminar del Código Tribu­
-. tario (Texto Unico Ordenado aprobado por Decreto Supremo
N º 135-99-EF de 18 de agosto de 1999), que lleva por epígrafe
Al respecto, Ducci Claro <40l advierte que «el artículo 53
"Modificación y derogación de normas tributarias", establece
del Código Civil (chileno) -semejante a los artículos 38 del
que:
Código ecuatoriano, 72 del Código colodbiano, 51 del Código
salvadoreño y 10, cuarto párrafo, del C�digo uruguayo- dice
«Las normas tributarias sólo se derogan o modifican por
que ia derogación tácita deja vigente en las leyes anteriores,
declaración expresa de otra norma del mismo rango o jerarquía
aunque versen sobre la misma materia, todo aquello que no superior.
pugna con las disposiciones de la nueva ley. Lo anterior
determina la dificultad de establecer al veces si ha existido Toda norma tributaria que derogue o modifique otra
derogación tácita, porque para ello debe e;_istir incompatibilidad norma, deberá mantener el ordenamiento jurídico, indicando
entre preceptos cuyos presupuestos coinciden, es decir, es expresamente la norma que deroga o modifica".
necesario determinar si existe contradicción entre ellos y no una
simple discrepancia». El artículo 122 del Decreto Legislativo N º 85 -Ley
General de Cooperativas- señala: «Las disposiciones de la Ley
Ello explica que en ciertos casos se exija que la deroga­ general de cooperativas se entenderán suspendidas, modificadas
ción o modificación de una norma se pro�uzca necesariamente o derogadas solamente por normas legales que así lo establez­
en forma expresa, excluyendo anticipadaqiente la posibilidad de can, refiriéndose expresamente a la presente ley».
Por último, la Sexta Disposición Final del Decreto Legis-
<•0> Ducci Claro, Carlos, op. cit., pág. 55.
46 47
.,
Carlos Cárdenas Quiró� -------­ Modificación y Derogación de las Normas Legales
lativo No. 43 - Ley de la Empresa Petróleos del Perú -PETRO Vinculado con el tema de la derogación tácita se encuen­
PERU-, dispone lo siguiente: «El prese1te Decreto Legislativo tra el de la llamada derogación expresa genérica -en oposición
entrará en vigencia a partir del día siguiente de su publicación a la específica, que supone la indicación precisa de las normas
que resultan derogadas-.
en el Diario Oficial y sólo podrá modific<j.rse o derogarse parcial
o totalmente por Ley que expresamente se refiera a este Es frecuente el uso de fórmulas derogatorias en las leyes
dispositivo legal». en las que se indica: «Quedan derogadas todas las disposiciones
que se opongan a la presente ley».
Dispositivos de esta clase tienen P,leno valor y gozan de
.. ,., 1 ¿Cabe tipificar ello como un caso de derogación expresa,
la gran virtud de-�xcluir la posibilidad de dudas de interpreta-
pero de carácter genérico?
ción en tomo a la posible afectación df una norma por otras
posteriores de modo tácito. Como expresa Kelsen <41 >, la norma Lacruz Berdejo c42 >, quien distingue entre derogación
«puede determinar que podrá ser revodada solamente de una expresa específica y genérica, sostiene que esta última «sólo
formalmente es expresa; funcionalmente, se identifica con la
cierta manera prescrita por ella misma ». tácita».
(41)
Kelsen, Hans, op. cit. en nota (21), págs. 263-264.
El planteamiento de Kelsen puede extendersela la modificación de las nor­ c42> Lacruz Berdejo, José Luis, Elementos de Derecho Civil, tomo I. Parte Gene­
mas jurídicas. Así ocurre, por ejemplo, con la (i;Qnstitución del Perú de 1993,
la cual establece un procedimiento especial p�ra su reforma (artículo 206). ral del Derecho Civil. Volumen primero. Introducción. Librería Bosch, Bar­
Si el proceso de modificación se apartase de ¡1as formalidades establecidas celona, 1982, pág. 216.
para el efecto, la ley correspondiente sería inconstitucional. En el Perú acon­ Leiva Fernández (op. cit., pág. 226) señala que "si la ley se inserta en la
teció una situación como la planteada respectolde la Constitución de 1933, la pirámide normativa en el contexto de un sistema con inflación normativa,
que fue reformada por efecto de un plebiscito realizado el 18 de junio de resulta harto probable que el legislador no tenga suficientemente claro cuán­
1939. Este procedimiento se apartaba del prJvisto en la Constitución (artí­ tas y qué tipo de normas afecta la ley que dicta. Ante la duda, recurre enton­
culo 236), por lo que la Ley No. 10334 de 29 de diciembre de 1945 declaró ces a la derogación genérica entendiendo por tal a la que omite especificar la
que dicho pleb.iscito <,estuvo fuera del régimen constitucional y que, en con­ ·norma que se deroga. Esta derogación genérica también se denomina
secuencia, a partir de la promulgación de la presente ley, recupera la plenitud innominada y se suele expresar con la oración 'quedan derogadas todas las
de su imperio la Constitución de 9 de abril de 1933». disposiciones que se opongan a la presente ley'. Tan genérica es, que ni si­
¡ quiera se permite afirmar la categoría de las normas que deroga, si son leyes,
Sobre la inconstitucionalidad de las reformas constitucionales pueden ser
confrontados los siguientes textos: Bidart Ca¡npos, Germán José, Constitu­ decretos, resoluciones, y recu1Te a la expresión amplia de 'disposiciones'.
ción y Revolución en el Derecho argentino. Editorial Alfa. Buenos Aires, Por fin puede haber un estado de duda parcial y recurrirse a la derogación
1959, págs. 27-37; y Roldán, Tarcisio, Alarcón, Osear, Cancino, Antonio J., expresa de una norma determinada, y añadirse -por las dudas- que tamhién
Clímaco Giraldo, J. y Gaona,"Manuel, La caída de la reforma constitucional se deroga toda otra disposición que 'se oponga a la presente'. Constituye uno
del '79. Editorial Temis Librería, Bogotá, 19f' l . de los procedimientos más utilizados. En tal hipótesis la derogación es par-
48 49
Carlos Cárdenas Quirós Modificación y Derogación de las Normas Legales
Empero, estimamos que acierta Albaladejo <43l cuando cuando el legislador se limite a declarar derogadas todas las
observa que la declaración genérica de derogación «huelga disposiciones contrarias a la nueva ley o incompatibles con ella;
porque no añade fuerza derogatoria a 11 que tiene la incompa­ muy frecuentemente se recurre a tal fórmula que no dice nada
tibilidad entre las dos leyes, y, además, no sirve -como el y es superflua y ociosa con relación al principio establecido en
precepto en el que ··se especifican las disposiciones que se el artículo 5 de las disposiciones preliminares» (del Código Civil
derogan- para aclarar posibles dudas stbre cuáles sean éstas». ita! iano de 1865).
En el mismo sentido opina Ducai Claro <44), para quien Son de opinión contraria Díez-Picazo y Gullón <47l, quie­
«no constituye una derogación expresa,! sino solamente la inne­ nes consideran que «la derogación continúa siendo expresa por
cesaria..�onsignación por escrito de la al:irogación tácita». Pescio cuanto que la voluntad derogatoria ha sido expresamente mani­
<45l sostiene que-·«no constituye derogación expresa el caso en fiesta. Sin embargo, la indeterminación relativa de las disposi­
que la nueva ley se limite a declarar, con la frase que ya se ha ciones que se entienden derogadas -las que se 'opongan o sean
hecho de estilo y no por eso menos indficiosa 'quedan deroga­ incompatibles con la presente ley' - plantea un delicado proble­
1
das todas las disposiciones contrarias a la presente ley'. Sin ma de interpretación que tendrá que ser en cada caso resuelto
formular esa declaración, la derogación se produce de todos por el intérprete».
módos por la incompatibilidad de la nteva ley con la antigua,
incompatibilidad que constituye el fund�mento de la derogación No participamos del planteamiento transcripto en último
tácita». término, pues consideramos que la derogación expresa importa
necesariamente una manifestación explícita, pormenorizada, ex­
De Ruggiero <46 l, por su parte,.1 expresa que «para dar haustiva de las normas que quedan derogadas, lo que excluye
seguridad a las relaciones y evitar controversias graves en toda toda duda acerca de cuáles dejan de tener vigencia. En cambio,
ley nueva, se suele dictar una disposicibn derogando la anterior resulta incuestionable que en la llamada derogación expresa
expresamente ( ...). Precisa añadir qu tal fin no se consigue genérica se presentarán las mismas dificultades de interpreta­
r
ción que suscita la derogación tácita. Por tal razón, es
«aconsejable que las derogaciones sean expresas y precisas»,
como sugiere Batlle Vásquez <4si.
cialmente innominada. Ambas derogaciones innominadas deben evitarse''.
<4JJ Albaladejo, Manuel, op. cit., pág. 86.
<+i> Ducci Claro, Carlos, op. cit., pág. 54.
l'5> Pescio V., Victorio, op. cit., pág. 258.
!4r,i De Ruggiero, Roberto, Instituciones de Dcr¿cho Civil. Traducción de la 4a. <•7 i Díez-Picazo, Luis y Gullón Ballesteros, Antonio, op. cit., pág. 116.
edición italiana anotada y concordada con !ta legislación española por Ra­ (.,x, Batlle Vásquez, Manuel, Comentarios al Código Civil y Compilaciones
món Serrano Suñcr y José Santa-Cruz Teije¡ro. Volumen primero. Madrid. Forales (dirigidos por Manuel Albaladejo), Tomo I, EDERSA, Madrid, 1978,
Instituto Editorial Reus. s.f., pág. 167. pág. 73. En el mismo sentido se pronuncia De Ruggiero, op. cit., pág. 167.
50 51
.:1
----------Carlos Cárdenas Quirós -.---------- Modificación y Derogación de las Normas Legales
Tapia Valdés <49 >, afirma con razód que ese tipo de Messineo califica este caso como uno de «abrogación
derogación «coloca al intérprete frente a un verdadero 'puzzle indirecta» y lo define del siguiente modo <50>: «consiste en quitar
de reconstitución legal' e introduce un factor de incertidumbre eficacia a las normas de ley (o equiparadas) que dependen de
de perniciosos efectos. Ninguna disposidión hasta entonces institutos expresa o tácitamente derogados y cuya superviven­
vigente puede, en hipótesis, aplicarse sin uh examen previo de cia no sólo carecería de fundamento, sino que estaría en pugna
su contenido y de verificar que él no se contrapone con el de con las innovaciones legislativas introducidas. Así, aun cuando
la nueva ley. Sería de suma importancia emplear una fórmula no hayan sido expresamente abrogadas, las normas del Código
más precisa en que se hiciera referencia expresa y completa a Civil que contemplan el matrimonio del Rey o de la familia real
todos los textos legales que se derogan, 1para hacer lo cual y las normas corporativas, deben igualmente considerarse no
bastaría uria investi�ación cuidadosa encarg�da a personal espe­ susceptibles de ulterior aplicación, es decir, indirectamente
cializado». abrogadas, por haber desaparecido los institutos, algunos de
cuyos aspectos se regulaban en dichas normas».
V. LA DEROGACION INDIRECTA.
En el mismo sentido se expresa Branca cuando afirma <51l:
Como una modalidad de derogación tácita puede conside­ «Excepcionalmente, la ley puede perder eficacia ... (cuando) se
rarse la que se produce cuando se deja sin �igencia una norma haya producido tal cambio en el ordenamiento jurídico, que se
en función de la cual otras cobraban sentidor En otras palabras, haya tornado incompatible con él (por ej. las leyes relativas a la
derogada la norma principal, el efecto derogatorio alcanza monarquía, al feudalismo, etc.)».
automáticamente a las que se encuentran¡ supeditadas a ella
(accesorias) aun cuando no se haga mención expresa a éstas.
Este concepto no sólo se aplica al caso de normas
jerárquicamente inferiores respecto de otras (caso de los Decre­
tos Supremos reglamentarios frente a las leyes), sino también al
supuesto de leyes que desarrollan conceptos o instituciones
establecidas por otras leyes.
<� 01 Messineo, Francesco, op. cit., pág. 87.
<rn Branca, Giuseppe, Instituciones de Derecho Privado. Traducción de la sexta
<4�) Tapia Va\dés, Jorge A., La técnica legislativa. Editorial Jurídica de Chile, edición italiana por Pablo Macedo. Edito rial Porrúa, S.A., México, 1978,
Santiago de Chile, 1960, pág. 52. pág. 11.
52 53
Carlos Cárdenas Quirós ---------- Modificación y Derogación de las Normas Legales
VI. NORMAS GENERALES Y NORMAS ESPECIALES. Como explica Benettini <55>: «La cuestión de si la norma
especial deroga siempre a la general y la general no deroga
De acuerdo con Albaladejo (52>, «se llama general a la nunca a la especial no es susceptible de una solución a priori
norma que contiene una regla general . ( ... ) Las
normas -relativas a ciertas clases especiales de personas, cosas
o relaciones- que se apartan de la regla general para mejor aun en la hipótesis inversa en que a una ley de índole especial sucede una ley
aplicar el principio que la preside a aquellas clases especiales, se de índole general, se debe creer por la misma razón que no hay incompatibi­
lidad, y que la ley antigua continúa rigiendo al lado de la nueva. Pero cuando
denominan normas especiales ... ». la nueva regla general esté concebida de modo de excluir cualquiera excep­
ción, o enumere en forma taxativa las únicas excepciones de que es suscepti­
Las cuestiones principales que suscitan estas normas son ble, surge evidente la incompatibilidad con la ley especial. Todo depende,
...... j pues, del examen de la inlención del legislador, por lo cuaJ no siempre es
las relativas a si una norma general P.OSterior afecta o no la verdadera la máxima '!ex posterior generalis non deroga! priori speciali'».
vigencia de una especial anterior y bi una norma especial Luis Moisset de Espanés (Automotores y Molorvehículos. Dominio. Víctor
P. de Zavalía S.A., Buenos Aires, 1992, pág. 509) propone los siguientes
posterior afecta siempre a la general abterior. casos:
«a) Existe una ley 'general', y se sanciona luego una 'especial'. Esta última no
Para resolverlas, ha sido lo usualj apelar a los aforismos sustituye a la ley anterior, sino que solamente introduce una solución de ex­
«generi per speciem derogatu[>), «!ex specialis posterior derogat cepción para el caso que contempla, y en el resto de las hipótesis continuará
aplicándose la ley general.
generali» o «lex posterior generalis non derogat legi priori b) La ley antigua contempla sólo un caso 'especial', y la nueva ley, con una
speciali». Sin embargo, ciertos autore� (SJ> advierten acertada­ solución distiílla, trata de todos los casos de ese género; aquí es donde la
labor del intérprete se torna más difícil, aunque sea correcto sostener como
mente que tales aforismos son falsos.
.. regla que la ley especial mantiene su vigencia, si no ha mediado derogación
expresa. Y decimos 'como regla', pues en algunos casos puede resultar muy
Se trata, en efecto, de problemas de orden interpretativo, clara la 'intención de la ley' de someter todas las hipótesis a la misma nor­
mativa, reformando la ley anterior y englobándola en el nuevo dispositivo; en
«que se resuelven por la indagación de la voluntad legislativa» <54>.
tal caso, a pesar de su carácter 'especial', la ley antigua habrá quedado dero­
gada por una ley 'general', en razón de que el 'supuesto de hecho' que ella
contemplaba está claramente comprendido en el nuevo dispositivo.
c) Cuando existe una ley 'general' antigua, y se dicta una nueva ley 'general'
(S2)
Albaladejo, Manuel, op. cit., pág. 21. para el mismo supuesto de hecho, tampoco será necesaria la derogación ex­
('3)
Por ejemplo; De Ruggiero (op. cit., pág. 168), f,.lbaladejo (op. cit., pág. 87) y presa.
León Barandiarán (op. cit., pág. 7). d) La sanción de una nueva ley 'especial', destinada a regir el mismo tema que
<S4> De Ruggiero, Roberto, op. cit., pág. 168. la anterior, también pone fin a su vigencia».
Así también opina Covicllo (op. cit., págs. 104-105): «Si a una ley general (5S)
Cit. por León Barandiarán, José, Comentarios al Código Civil Peruano. Tomo
sucede otra ley general, la incompatibilidad resulta fácilmente. Pero si a una IV. Librería e Imprenta Gil, S.A., Lima, 1952, págs. 7-8.
ley general sucede una de índole especial, nolhay incompatibilidad, siendo Para Du Pasquier (Introducción al Derecho. Traducción del francés y notas
posible la coexistencia de las excepciones con la regla; sólo que la que antes por Julio Ayasta González. Tercera edición. Lima. 1983, pág. 83): «Si la
era regla absoluta, se convierte en regla limitada por excepciones. En fin, (ley) más antigua es general (por ejemplo: todas las personas morales deben
54 55
--------- Carlos Cárdenas Quirós --------­ Modificación y Derogación ele las Normas Legales
sobre la base de las gastadas máximas! generi per speciem se refiere, alterándola explícita o implícitamente».
derogatur y de lex specialis non derog�t generali ... es una
cuestión de interrelación que sólo puede ser resuelta buscando Comentando este precepto, Bevilaqua indicaba (S7l: «El
con los criterios de int_�rpretación corrie+e, la mens legis; las segundo precepto del artículo es un elemento de conciliación
máximas arriba citadas no pueden sino prqporcionar al intérp re­ entre los dispositivos de las leyes diversas que componen un
te un criterio de orientación en su búsque�a de la mens legis». sistema legislativo, haciendo desaparecer las antinomias aparen­
tes entre las mismas. La ley posterior revoca a la anterior
En consecuencia, no puede resolve¡.Je el asunto planteado cuando así lo declara, o tácitamente cuando hay incompatibili­
por anticipado, en forma segura y categ1rica, de acuerdo con dad entre las respectivas disposiciones. Pero si la segunda ley
principios- genera�s. Obviamente no se_1presentará dificultad es especial, si dispone para un caso particular o para un
alguna en caso de mediar un pronunciamiento explícito del determinado instituto, se entiende que apenas establece una
legislador. Pero en el supuesto de no conlarse con él, «corres­ excepción a una regla general. También si las leyes especiales
ponderá al intérprete pronunciar la última• palabra, ponderadas regulan una institución o una relación particular, es principio de
todas las circunstancias que concurran» l56l. derecho que la ley general posterior le permite la subsistencia
cuando no la revoca expresa o tácitamente, porque la regla
La antigua Ley de Introducción del Código Civil del divergente ya existía, y si debiese desaparecer lo diría claramen­
Brasil de 1916 se ocupa del tema que abordamos en su artículo te la ley nueva, o dispondría de modo contrario, regulando el
4, cuyo tenor es el siguiente: «La ley sólo se revoca o deroga mismo asunto».
por otra ley; mas la disposición especial ino revoca la general,
ni la general revoca la especial, sino cuanJo a ella o a su materia La vigente Ley de Introducción del Código Civil del
Brasil (Decreto Ley N º 4657 de 4 de septiembre de 1942) no
ha reproducido literalmente la regla contenida en su antecedente
inmediato, limitándose a establecer en su artículo 2, parágrafo
pagar el impuesto) mientras que la más reciente es especial (las instituciones 2, lo siguiente: «La ley nueva, que establezca disposiciones
de utilidad pública están exentas de impuesto), 1es evidente que la segunda generales o especiales respecto de las ya existentes, no revoca
aporta una e�cepción a la primera: specialia generalibus derogant. Pero si la
ni modifica la ley anterior».
regla reciente es general y la más antigua�:, ,:;SpJ;;,,:, s.: puctk raciocinar de
dos maneras: o bien se considera la regla nuev� como suprimiendo todo lo
que le es contrario; o bien se sobreentiende la fórmula -frecuentemente ex­
presada- «bajo reserva de las excepciones ya consagradas»; generalia
specialibus non deroganL Entre estas dos interpretaciones opuestas es el
estudio de las dos leyes que deberá inspirar la respuesta: el fin perseguido
por el legislador cuando ha dictado la nueva leylsuministra la clave».
(5(11
Puig Brutau, José, op. cit., pág. l 79. 15" Cit. por León Barandianfo, op. cit. en notG (55), pág. 7.
56 57
---------- Carlos Cárdenas Quirós Modificación y Derogación de las Normas Legales
Empero, no cabe la menor duda de qtie la regla transcripta forma privativa, es evidente que sus mandatos crean situaciones
no operará en caso de que la alteración de l�s normas anteriores jurídicas peculiares por cuya razón no es admisible la deroga­
surja expresa o tácitamente del texto de 1l nueva norma. ción tácita; y, desde este punto de vista el régimen de incentivos
que contiene dicho Decreto Ley está vigente; declararon NO
En el mismo sentido se pronuncian� el Código Civil de HABER NULIDAD en la sentencia de vista de fojas doscientos
Paraguay (artículo 7, segundo párrafo) y el Código Civil de treintiséis, su fecha nueve de abril de mil novecientos ochentisiete
Po1tugal (a1tículo 7, parágrafo 3). Igualmente contempla esa que, confirmando la apelada de fojas doscientos doce, fechada
solución el aitículo X, primer páirnfo, del (Título Preliminar del el treintiuno de octubre de mil novecientos ochentiseis, declara
Proyecto de Gásperi de Código Civil paraguayo y el párrafo único FUNDADA la acción de amparo interpuesta a fojas ciento
del artícÜlo 4 del Anteproyecto de Ley Genfral de Aplicación de ochenticuatro y, por tanto, que no es aplicable a «Concentrados
las Normas Jurídicas del Profesor Haroldo alladao. Marinos Sociedad Anónima» el Decreto Supremo número cien­
r
to uno ochenticinco ICTI/CO de nueve de agosto de mil
En cambio, exigen declaración expresa de la ley general
novecientos ochenticuatro; DISPUSIERON se publique en el
posterior para derogar la especial anterior,. los Códigos de Ecuador
Diario Oficial «El Peruano» dentro del término que establece el
(mtículo 39) y El Salvador (artículo 50, úlJimo pá!Tafo).
artículo cuarentidós de la Ley número veintitrés mil quinientos
Para concluir este punto, es interesante citar la siguiente seis; en los seguidos por Concentrados Marinos Sociedad
ejecutoria suprema de 25 de setiembre dJ 1987, dictada por la Anónima contra el Estado; sobre acción de amparo; y los
Segunda Sala Civil de la Corte Supreiba de Justicia en el devolvieron.
expediente N º 1068-87 sobre acción de.�mparo:
S.S. ESPINOSA S.; CASTAÑEDA L., MANRIQUE D.; SIL­
«VISTOS; con lo expuesto por el Señor Fiscal; por sus funda­ VA V.; VASQUEZ V ».
mentos pertinentes; y CONSIDERANDG además: que el De­
La decisión transcripta incurre en error, pues descarta de
creto Ley número veintidós mil trescienlos cuarentidós cuyos
plano la derogación tácita de una norma especial anterior por
artículos cinco y seis otorgan incentivos para la comercialización
una general posterior, circunstancia que puede producirse per­
al exterior de_ productos de Exportación No Tradicional no ha
fectamente (y que en el caso particular glosado efectivamente
sido objeto de derogación expresa; qu� si bien el artículo
aconteció). Obviamente, para llegar a la conclusión de que tal
primero del Título Preliminar del Códigb Civil consigna otras
derogación tácita se ha producido en un caso en especial, será
formas de derogación de las leyes (inc0mpatibilidad entre la
preciso establecer, a través de la interpretación de las normas,
nueva ley y la anterior o cuando la matJria de ésta es íntegra­
mente regulada por aquélla), no debe perderse de vista que cuál fue el propósito del legislador. Esta circunstancia lamen­
tablemente se omitió en el caso mencionado.
relacionándose las leyes especiales a detbrminadas materias en
58 59
Carlos Cárdenas Quirós ---------- Modificación y Derogación de las Normas Legales
VII. FUERZA DEROGATORIA DE LAS SENTENCIAS DEL urgencia, tratados internacionales que hayan requerido o no la
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL. aprobación del Congreso conforme a los artículos 56 y 57 de la
Constitución, reglamentos del Congreso, normas regionales de
El artículo I del T,ítulo Preliminar del Código Civil de carácter general y ordenanzas municipales que contravengan la
l
1984, no contempló como causa de derogación de una ley la Constitución en la forma o en el fondo (artículos 202, inciso 1,
situación prevista por la Constitución de 1979 en el caso de que y 200, inciso 4, de la Constitución, concordantes con los
el Tribunal de Garantías Constituci!nales declarara la artículos 2, primer párrafo, y 20 de la Ley Orgánica del Tribuna!
inconstitucionalidad de una norma. Con la vigencia de la Constitucional N º 26435).
Constitución de 1993,

atendiendo a lo eslablecido en el tercer
párrafo de su artículo 103, que establece que la ley también Esta solución supera largamente la prevista por los artícu­
queda «sin efecto» -debió decir derogada- por sentencia que los 301 y 302 de la Constitución de 1979.
declara su inconstitucionalidad, el artícJJo
' I mencionado ha
quedado tácitamente modificado en lo 1que concierne a su El artículo 301 establecía lo siguiente:
párrafo primero y, por tanto, ampliados sus alcances.
«El Tribunal comunica al Presidente del Congreso la
El artículo 204 de la Constitución de 1993 establece lo sentencia de inconstitucionalidad de normas emanadas del
siguiente:
Poder Legislativo. El Congreso por el mérito del fallo aprueba
«La sentencia del Tribunal .. que declara la una ley que deroga la norma inconstitucional.
inconstitucionalidad de una norma se publita en el diario oficial.
Al día siguiente de la publicación, dicha norma queda sin efecto. Transcurridos cuarenta y cinco días naturales, sin que se
haya promulgado la derogatoria, se entiende derogada la norma
No tiene efecto retroactivo la sentencia del Tribunal que inconstitucional. El Tribunal ordena publicar la sentencia en el
declara inconstitucional, en todo o en parte, una norma legal». diario oficial».
Precisa señalarse que el Tribunal Constitucional es com­ Por su parte, el artículo 302 señalaba lo siguiente:
petente para conocer, en instancia úniGa, de la acción de
inconstitucionalidad, la misma que procede contra las normas «Cuando el Tribunal declara la inconstitucionalidad de
1
que tienen rango de ley: leyes, decretos legislativos, decretos de normas que no se originan en el Poder Legislativo, ordena
60 61
------------ Carlos Cán.lenas Qui11ós ----------- Modificación y Derogación de las Normas Legales
la publicación de la sentencia en el diario oficial, la que tiene la norma inconstitucional. El Tribunal ordena la publicación de
valor desde el día siguiente de dicha publicación». la sentencia en el diario oficial».
El Tribunal de ?arantías Constitl!lcionales 158 > era compe­ El artículo 36 de la Ley N º 23385 agregaba «cuando el
tente para declarar la inconstitucionaiidad parcial o total de Tribunal declare la inconstitucionalidad de normas regionales
leyes, decretos legislativos, normas regi1onales de carácter gene­ o municipales, ordena la publicación de la sentencia en el
ral y ordenanzas municipales violatoiias de la Constitución diario oficial y un diario donde se publican los avisos judiciales
(artículo 398, inciso 1). de la respectiva circunscripción. La sentencia surte efecto al día
siguiente de la publicación oficial.
No obsta�e lo expresado, el artículo 35 de la Ley
Orgánica del Tribunal de Garantías Constitucionales N º 23385 En circunscripciones donde no exista diario que publique
de 1982 (derogada por la Ley Orgánic! del Tribunal Constitu­ los avisos judiciales, la sentencia se dá a conocer además del
cional N º 26435 que entró en vigencia �1 11 de enero de 1995) diario oficial, mediante bandos y carteles fijados en lugares
estaba redactado de la siguiente manera: públicos».
<<El Tribunal comunica al Presidente del Congreso la El artículo 35 incurrió en el exceso de comprender en sus
sentencia de inconstitucionalidad cua�do se trate de leyes o alcances a los decretos legislativos, que no eran normas origi­
decretos legislativos. El Congreso, ·2or el mérito del fallo, nadas en el Poder Legislativo, sino que eran dictados por el
aprueba una ley que derogue (sic) la n�rma inconstitucional. Poder Ejecutivo con el voto aprobatorio del Consejo de Minis­
tros y con cargo de dar cuenta al Congreso (artículos 211,
Transcurridos cuarenta y cinco días naturales sin que se inciso 1O, y 218, inciso 2, de la Constitución de 1979), previa
haya promulgado la norma derogatoria!, se considera derogada delegación de facultades legislativas por aquél (artículo 188,
primer párrafo, de la misma Constitución).
Aun cuando los decretos legislativos estaban sometidos
en cuanto a su promulgación, vigencia y efectos a las mismas
normas que rigen para la ley (segundo párrafo del artículo 188),
,ix, Cfr. Cárdenas Quirós. Carlos, «El Tribunal de Garantías Constitucionales y
la Constitución Política del Perú de 1979»,•Revista del Foro, Colegio de
Ahogados de Lima, Año LXVlIT. No. 2, Julio-Diciembre, 1981, págs. 7 a ello no significaba, ni podía significar, que «emanaran del Poder
24.
62 63
.d
Carlos Cárdenas Quiró Modificación y Derogación de las Normas Legales
f
Legislativo». Resulta lógico por ello que, no originándose en el Se optó en consecuencia, en el caso particular que se
Poder Legislativo (sólo la ley habilitante tiene ese carácter), la analiza, por atribuir al propio órgano del que emanó la norma
declaración de inconstitucionalidad de l0s decretos legislativos inconstitucional la decisión en torno a su derogación, si bien
debería haber seguido el procedimiento fijado por el artículo sometida a un plazo, en aras de afirmar, posiblemente, la
302 de la Constitución de 1979 para el caso de normas que «no pretendida preeminencia del Parlamento respecto de los otros
se originan en el Poder Legislativo», y no el que fijaba el Poderes. Empero, la vigencia de la norma durante ese lapso,
artículo 301, que la Ley N º 23385 hizo 1xtensivo a los decretos esperando ser derogada, resultaba injustificada, máxime si con
legislativos, rebasando notoriamente el texto constitucional < 59 i, ello podía ocasionarse efectos negativos irreparables.
Conforme se aprecia en el artículol30l de la Constitución Obsérvese además que la Constitución de 1979 refería
de 1979, tratándose de normas emanadas del Poder Legislativo que la ley derogatoria debía promulgarse dentro del plazo de
(expresión que, según se ha visto, com�rendía a los decretos cuarenta y cinco días naturales (se entiende siguientes a la
legislativos de acuerdo con lo preceptuado por el artículo 35 de
comunicación de la sentencia del Tribunal al Presidente del
la Ley Orgánica del Tribunal de Garantías Constitucionales), la
Congreso), lo que significa que hasta que su publicación se
sentencia que declaraba la inconstitucionalidad de las mismas no
efectuara y operara el efecto derogatorio correspondiente podía
operaba efectos derogatorios inmediatos necesariamente. Di­
cha sentencia debía ser comunicada al Congreso para que éste transcurrir todavía un plazo mayor.
procediera a aprobar una ley derogatoria de aquella declarada
inconstitucional, la que debía ser promuJgada dentro del plazo Ha señalado por ello Hans Kelsen <60l, que «este órgano
de cuarenta y cinco días naturales. (aquél del que ha emanado el acto inconstitucional) puede, sin
embargo, estar jurídicamente obligado por la decisión del otro
órgano de anular el acto considerado irregular <61l y el cumpli­
miento de esta obligación puede incluso estar ligado a un plazo.
\5'11 Cabe hacer notar que en el Proyecto de Ley Orgánica del Tribunal de Garan­
tías Constitucionales elaborado por el autor que fue sometido al Senado
1
como iniciativa legislativa del Poder Ejecutivo- y que constituye el antece­
dente inmediato de la Ley No. 23385, no se presentaba la violación constitu­
rr,n Kelsen, Hans, op. cit. en nota (27), pág. 127.
cional anotada. En efecto, los artículos 38 y 19 del Proyecto se limitaban a
(hl> Precisa aclararse que en Austria, cuando el Tribunal Constitucional estima
reproducir los artículos 301 y 302 de la Constjtución. El texto del Proyecto
referido apareció publicado en el diario oficial «El Peruano,, en su edición que una ley es inconstitucional, la anula, lo que no ocurre en el caso del
del sábado 24 de enero de 1981, páginas 2 y 4. Tribunal de Garantías Constitucionales.
64 65
----------Carl os Cá rdenas Quirós,--------- - Modificación y Derogación de las Normas Legales --- ---
Pero tampoco esta variante ofrece una garantía suficiente y no que el de la garantía de la Constitución. Pero en ningún otro
hace falta demostrarlo con gran detalle. Esta garantía no existe estaría más contraindicado este procedimiento. Porque la única
más que si la anulación del acto irregular es dictada inmedia­ forma en la que se podría ver en cierta medida una garantía
tamente por un órgano completamente diferente e independien­ eficaz de la constitucionalidad -declaración de la irregularidad
te de aquél del que ha emanado un acto¡irregular c62>». Y más por un órgano distinto y obligación para el órgano autor del
adelante agrega (63 >: «No hay supuesto de garantía de la regu­ acto irregular de anularlo- es aquí impracticable, porque el
laridad en el que exista mayor tentación de confiar la anulación Parlamento no puede, por su propia naturaleza, ser obligado de
de los actos irregulares al mismo órgano del que han emanado forma eficaz. Sería además, una ingenuidad política pensar que
el Parlamento anularía una ley que él mismo ha votado porque
�. otro órgano la haya declarado inconstitucional. En realidad, e]
órgano legislativo se considera a sí mismo como un libre
'62>
creador del Derecho y no como un órgano de aplicación del
Esta es la solución de la Constitución española (artículo 164, l) y de la Ley
Orgánica del Tribunal Constitucional de 3 de octubre de 1979 (artículo 38, Derecho, vinculado a la Constitución, como teóricamente, aun­
1). De acuerdo con esta última norma: «Las sentencias recaídas en procedi­ que en una medida relativamente limitada lo está. No es, pues,
mientos de inconstitucionalidad tendrán el valor de cosa juzgada, vincularán
a todos \os Poderes Públicos y producirán efectos generales desde la fecha de
con el propio Parlamento con quien hay que contar para hacer
su publicación en el Boletín Oficial del Estado». efectiva su subordinación a la Constitución. Es a un órgano
«Cuando el Tribunal Constitucional (español) lleva a cabo la declaración de diferente del Parlamento, independiente de él, y por consiguien­
inconstitucionalidad de una ley, y su consiguiente nulidad, a diferencia de lo
que sucede con la derogación, aquélla se retrotrae al momento de su entrada te también de cualquier otra autoridad estatal, a quien hay que
en vigor. La sentencia de 29 de abril de 1981 recoge claramente esta diferen­ encomendar la anulación de sus actos inconstitucionales: es
cia, en términos de comparación de ambas instituciones, cuando afirma: 'El decir, a una jurisdicción o tribunal constitucional».
tratamiento de la derogación y el de la inconstitucionalidad varían porque la
derogación priva de eficacia a la norma desde la vigencia de la disposición
derogatoria, mientras que la inconstitucionalidad de las leyes posteriores a la De aprobar el Congreso la ley derogatoria, promulgarse
Constitución conlleva la sanción de nulidad co� ineficacia originaria, si bien ésta dentro del plazo de cuarenta y cinco días referido y
dentro de un respeto a situaciones consolidadas en los términos que se coligen
publicarse en el diario oficial, la derogación se producía siguien­
de los artículos 39. l y 40.1 de la LOTC')> (Arce y Flórez-Valdés, Joaquín,
op. cit., pág. 154). do la regla del artículo I del Título Preliminar del Código Civil.
En cambio, la Constitución italiana establece en su artículo 136: «Cuando la
Corte (constitucional) declara la ilegitimidad constitucional de una norma de Sólo si la ley derogatoria no era aprobada por el Congre­
ley o de un acto con fuerza de ley, la norma cesa de tener eficacia a partir del
día siguiente a la publicación de la decisión». so y promulgada dentro del plazo señalado, la sentencia decla­
Sobre los alcances de esta última norma, cfr. Guarino, Giuseppe, Abrogazione ratoria de inconstitucionalidad originaba la derogación de la
e disapplicazione delle Jeggi illegittime, JUS, Revista di Scienze Giuridiche, norma respectiva en forma automática ( «se entiende derogada»
Nuova Serie, Anno U, Fase. I, Marzo, 195 l, Milano, págs. 356-386.
16))
Kelsen, Hans, op. cit. en nota (27), pág. l '29. es la expresión que utilizaba la Constitución de 1979), sin que
66 67
Carlos Cárdenas Quirqs Modificación y Derogación de las Normas Legales
fuera necesario para que ello ocurriese que previamente se "Artículo 35.- Efectos de la sentencia. Las sentencias
procediera a su publicación en el diário oficial. recaídas en los procesos de inconstitucionalidad tienen autori­
dad de cosa juzgada, vinculan a todos los poderes públicos y
En cambio, tratándose de normas no emanadas del Poder
producen efectos generales desde el día siguiente a la fecha de
Legislativo (concepto que involucraba a las normas regionales su publicación conforme al siguiente párrafo.
de carácter general {64) y ordenanzas rmnicipales (65 > y que
debiera comprender también a los decretos legislativos, lo que Las sentencias se publican en el diario oficial dentro de
no ocurre por las razones explicadas antes), la derogación los tres días siguientes al de la recepción de la transcripción
operaba directamente por efecto de la sentencia declaratoria de remitida por el Tribunal. En su defecto el Presidente del
-�
inconstil:Ycionalidad a partir del día sigJiente de su publicación
en el diario oficial.
Tribunal ordena que se publique en uno de los diarios de mayor
circulación nacional, sin perjuicio de las responsabilidades a que
hubiere lugar.
Esta solución, que es la correcta, ha sido extendida por la
Constitución de 1993 a todos los casos, conforme resulta de su Cuando las sentencias versen sobre normas regionales o
artículo 204 transcripto anteriormente. municipales, además de la publicación a que se refiere el párrafo
anterior, el Tribunal ordena la publicación en el diario donde se
En concordancia con dicha norma,) el artículo 35 de la Ley publican los avisos judiciales de la respectiva circunscripción.
Orgánica del Tribunal Constitucional � º 26435, establece lo En circunscripciones donde no exista diario que publique los
siguiente: avisos judiciales, la sentencia se da a conocer, además del diario
oficial o de circulación nacional, mediante bandos y carteles
fijados en lugares públicos.
<Ml De acuerdo con el Texto Unico Ordenado de la Ley de Bases de
Regionalización No. 24650, aprobado por Decreto Supremo No. 071-88-PCM Sin perjuicio de lo dispuesto en los párrafos precedentes,
y derogado por la Ley Marco de descentralización Nº 26922 de 2 de febrcró el Tribunal debe difundir la parte resolutiva de las sentencias
de 1998, la acción de inconstitucionalidad ante el Tribunal de Garantías Cons­
titucionales -léase Tribunal Constitucional- procedía contra las leyes regio­
declaratorias de inconstitucionalidad de una norma, a través de
nales (artículo 70, inciso 1). los diarios de mayor circulación nacional".
Las leyes regionales eran definidas como las disposiciones con jerarquía de
ley que la Asamblea Regional expedía por del�gación expresa del Poder Le­ Adicionalmente, el artículo 36 de la misma ley dispone lo
gislativo (artículo 60, primer párrafo).
16�1 Las Ordenanzas son normas generales que regulan la organización, adminis­
siguiente:
tración o prestación de los servicios públicos locales, el cumplimiento de las
funciones generales o específicas de las Municipalidades o establecen las "Artículo 36.- Efectos de las sentencias tratándose de
limitaciones y modalidades impuestas a la propiedad privada (artículo 11 O, normas tributarias. Las sen tencias declaratorios de
primer párrafo. de la Ley Orgánica de Municipalidades No. 23853).
68 69
,d
---------- Carlos Cárdenas Quirós ---------- Modificación y Derogació n de las Normas Legales
inconstitucionalidad, en todo o en parte, de una norma la dejan VIU. EL CASO DE LOS DECRETOS DE URGENCIA
sin efecto desde el día siguiente de su publicación, conforme a (ARTICULO 118, INCISO 19, DE LA CONSTITUCION).
lo previsto en el segundo párrafo del artíJulo anterior.
Cuando se declare la inconstitucionalidad de normas El inciso 19 del artículo 118 de la Constitución establece
tributarias por violación del artículo 74 de la Constitución, el que corresponde al Presidente de la República, «dictar medidas
Tribunal debe determinar de manera expresa en la sentencia los extraordinarias, mediante decretos de urgencia con fuerza de
efectos de su decisión en el tiempo. ley en materia económica y financiera, cuando así lo requiere el
Asimismo, resuelve lo pertinente respecto de las situacio­ interés nacional y con cargo de dar cuenta a I Congreso. El
nes jurídícas prod.11cidas mientras estuvo en vigencia". Congreso puede modificar o derogar los referidos decretos de
urgencia».
El artículo 74 de la Constitución al que hace referencia el
artículo transcripto en último término señ::i-la que:
Las medidas extraordinarias a que se refiere el texto
"Los tributos se crean, modifican o derogan, o se estable­ transcripto tienen el valor de leyes -y, por tanto, pueden derogar
ce una exoneración, exclusivamente por ley o decreto legislati­ o modificar normas de ese rango-.
vo en caso de delegación de facultades, salvo los aranceles y
tasas, los cuales se regulan mediante decr!to supremo. Su carácter extraordinario determina que su expedición
Los gobiernos locales pueden crear, modificar y suprimir responde a circunstancias anormales e imprevistas que exi­
contribuciones y tasas, o exonerar de. éstas, dentro de su gen una acción inmediata, cuando así lo requiere el interés
jurisdicción y con los límites que señala ta ley. El Estado, al nacional.
ejercer la potestad tributaria, debe respetar los principios de
reserva de la ley, y los de igualdad y respeto de los derechos Pueden referirse sólo a materia económica y financiera.
fundamentales de la persona. Ningún tributo puede tener efecto
Empero, de acuerdo con el tercer párrafo del artículo 74 de la
confiscatorio. Los decretos de urgencia no pueden contener
Constitución de 1993, los decretos de urgencia no pueden
materia tribula�ia. Las leyes relativas a tributos de periodicidad
anual rigen a partir del primero de enero del año siguiente a su contener materia tributaria.
promulgación. Las leyes de presupuesto no pueden contener
normas sobre materia tributaria. Finalmente, deben dictarse con cargo de dar cuenta al
Congreso, lo que no significa que su vigencia, por temporal, se
No surten efecto las normas tributarils dictadas en viola­
encuentre condicionada al pronunciamiento posterior o a la
ción de lo que establece el presente artículo".
70 71
.,-
Carlos Cárdenas Quiró$ --------- Modi ricación y Derogación de las Normas Legales
ratificación del Poder Legislativo < 66 l. Constitución de 1993, resulta cuando menos dudosa.
La Ley N º 25397 de Control Parlamentario sobre los El artículo 4 de la ley referida, establecía la vigencia
actos normativos del Presidente de la República de 3 de febrero
de 1992, regulaba el tema que abordamos en relación con lo
que establecía el inciso 20 del artículo 2.11 de la Constitución inciso 19) del artículo 118 de la Constitución Política, recomendando su de­
de 1979. Su vigencia, particularmente en lo que concierne a la rogación.
d) Si el Pleno del Congreso aprueba el dictamen de la Comisión informante, el
materia que se comenta, con arreglo a los términos de la Presidente debe promulgarlo por ley".
La Constitución italiana (artículo 77) establece que «tos decretos perderán
todo efecto desde el principio si no fueren convertidos en leyes dentro de los
A diferencia de las Constituciones de otros países, la del Perú no exige que sesenta días de su publicación,>. Como es de verse, ta pérdida de eficacia,
1
tMJ
los decretos con fuerza de ley sean sometidos a debate y votación del Poder por falta de conversión legal, operará retroactivamente (ex tune).
Legislativo, a fin de que éste se pronuncie sob1re su convalidación o deroga­ En el caso de la Constitución española (artículo 86,2), «tos decretos-leyes
ción. Simplemente exige que tales normas se :iicten con cargo de dar cuenta deberán ser inmediatamente sometidos a debate y votación de totalidad al
al Congreso, el que podrá modificarlas o derogarlas, como lo contempla de Congreso de tos Diputados, convocado al efecto si no estuviera reunido, en el
manera expresa la propia Constitución. plazo de los treinta días siguientes a su promulgación. El Congreso habrá de
No obstante, el artículo 9 l del Reglamento del Congreso contempla un pro­ pronunciarse expresamente dentro de dicho plazo sobre su convalidación o
cedimiento para el control parlamentario de los decretos de urgencia en los derogación ... ».
siguientes términos: La Constitución colombiana (artículo t 22, parágrafo) señala que los decre­
1 tos legislativos que dicte el Presidente de la República deben ser enviados a
"El Congreso ejerce control sobre los decretos de urgencia dictados por el
Presidente de la República en uso de la facult!d que le concede el inciso 19) ta Corte Suprema de Justicia para que ésta decida sobre su constitucionalidad.
del artículo 118 de la Constitución Política, de acuerdo con las siguientes Adicionalmente, expresa (artículo 122, tercer párrafo) que «et congreso po­
reglas: • drá en.todo tiempo y a iniciativa propia, derogar, modificar o adicionar las
Dentro de las veinticuatro horas posteriores J la publicación del decreto de materias específicas de los decretos a que se refiere este artículo».
La Constitución argentina vigente (artículo 99, inciso 3), prevé entre las atri­
a)
urgencia, el Presidente de la República dará cuenta por escrito al Congreso o
a la Comisión Permanente, según el caso, adj\intando copia del referido de­ buciones del Presidente, que "solamente cuando circunstancias excepciona­
creto. les hicieran imposible seguir los trámites ordinarios previstos por esta Cons­
b) Recibido el oficio y el expediente mediante el cual el Presidente de la repú­ titución para la sanción de las leyes, y no se trate de normas que regulen
blica da cuenta de la expedición del decreto de urgencia y a más tardar el día materia penal, tributaria, electoral o el régimen de los parLidos políticos, po­
útil siguiente, el presidente del Congreso enviará el expediente a la Comi­ drá dictar decretos por razones de necesidad y urgencia, los que serán decidi­
sión de Constitución y reglamento del Congr�so, para su estudio dentro del dos en acuerdo general de Ministros que deberán refrendarlos, conjuntamen­
plazo improrrogable de quince días útiles. te con el Jefe de Gabinete de Ministros. El jefe de Gabinete de Ministros
e) La comisión informante calificará si el decreto de urgencia versa sobre las personalmente y dentro de los die7. días someten\ la medida a consideración
materias señaladas en el inciso 19) del artículo 118 de la Constitución Polí­ de la comisión bicameral permanente, cuya composición deberá respetar la
tica y se fundamenta en la urgencia de normar situaciones extraordinarias e proporción de las representaciones políticas de cada Cfornra. Esta comisión
imprevisibles cuyo riesgo inminente de que se extiendan constituye un peli­ elevará su despacho en un plazo de diez días al plenario ele cada Cámara para
gro para la economía nacional o las finanzas búblicas. Sólo presentará dicta­ su expreso tratamiento, el que de inmediato considerarán las Cámaras. Una
men si considera que las medidas extraordinarias adoptadas mediame el de­ ley especial sancionada con la mayoría absoluta ele la totalidad de los miem­
creto de urgencia no se justifican o exceden e{ ámbito material señalado en el bros de cada Cámara regulará el trámite y los alcances de la intervcncicín del
72 73
Carlos Cárdenas Quirós ---------- Modificación y Derogación de las Normas Legales
temporal de los decretos supremos extraordinarios -que es la conforme a dicha ley-, por no más de seis meses, previéndose
forma normativa que deben revestir las medidas extraordinarias sólo la posibilidad de suspensión de los efectos de una ley
Congreso". deben ser sometidas de inmediato al Congreso Nacional. Tales medidas
La ley especial referida no ha sido dictada hasta la fecha. En artículo recien­ <<perderán eficacia, desde su edición, si no fueran convertidas en ley en el
te. N. Guillermo Molinelli (Los decretos de necesidad y urgencia. La Nación. plazo de treinta días, a partir de su publicación... ».
Buenos Aires, 29 de julio de 1999) se ocupa �el contenido que podría tener la La anterior Constitución brasileña de 1967 (artículo 55, parágrafo 1 -redac­
ley en cuestión y propone, entre otros aspectos, que "debería establecer que, ción según la Enmienda Constitucional No. 22/82-), establecía que los de­
si en un cierto plazo el Congreso no aprueba el decreto expresamente, éste cretos leyes debían ser sometidos al Congreso Nacional, para ser aprobados
qo�ará derog_?do en forma automática, sin! perjuicio de la validez de los o rechazados dentro de los sesenta días a contar de su recepción, no pudiendo
actos realizados durante su vigencia". enmendarlos. Si en ese plazo no se producía la deliberación correspondien­
La Constitución griega (artículo 44, 1) establece que los actos de contenido te, debía aplicarse el artículo 51, 3. Este artículo señalaba lo siguiente: «A
falta de deliberación dentro de los plazos establecidos en este artículo y en el,
j
legislativo dictados por el Presidente de la República en circunstancias ex-
traordinarias, deben ser sometidos al Parlam!nto para su ratificación, dentro parágrafo anterior, cada proyecto será incluido automáticamente en el orden
de los cuarenta días de su expedición o de la convocatoria a sesiones parla­ del día, en régimen de urgencia, en las diez sesiones subsiguientes en días
mentarias. Si no fueran sometidos al Parlan\ento dentro de esos plazos o si sucesivos; si, al final de esas, no fuese discutido, se considerará definitiva­
no fueran ratificados dentro de los tres meses de su presentación al Parla­ mente aprobado».
mento, su vigencia cesará. Como es de verse, la mayoría de Constituciones mencionadas, establece la
La Constitución de Austria contempla (artículo 18, 4) que los denominados necesidad de someter los decretos de urgencia a un proceso de convalidación
«decretos transitorios de modificación de l'\s leyes» deben ser presentados o ratificación.
inmediatamente por el Gobierno federal al Consejo Nacional, «el cual deberá En algunos supuestos, como los de las Constituciones de Italia, Grecia o
ser convocado por el Presidente federal en cllcaso de que en ese momento no Brnsil (de 1988), la falta de pronunciamiento dentro del plazo fijado en ellas,
esté celebrando sesión; si estuviera reunido,•lo convocará el Presidente del determina la pérdida de vigencia de los decretos. En el caso italiano, ella
propio Consejo Nacional para uno de los ocho días consecutivos a la pro­ operará con efectos retroactivos.
puesta. Dentro de las cuatro semanas siguientes a la propuesta deberá el La pérdida de vigencia también podrá producirse como consecuencia del
Consejo Nacional aprobar en sustitución delldecreto una ley federal correla­ rechazo del decreto por el Poder Legislativo o de su derogación mediante una
tiva o bien expresar mediante resolución la solicitud de que el Gobierno fede­ ley.
ral deje inmediatamente sin efecto el decreto. En el último supuesto deberá No obstante no estar previsto constitucionalmente un procedimiento de revi­
el Gobierno federal dar satisfacción sin demora a esta exigencia. Con el fin sión de los decretos de urgencia en nuestro país, es perfectamente posible
de que el Consejo Nacional pueda adoptar resolución dentro de plazo, deberá que el Congreso apruebe una ley que derogue un decreto de esa clase. Sin
su Presidente someler la propuesta a votación a más tardar el penúltimo día embargo, como lo advierte Sagüés (Los decretos de necesidad y urgencia:
del plazo de cuatro semanas. El Reglamento interior establecerá las modali­ derecho comparado y derecho argentino. En: La Ley. Revista jurídica ar­
dades de aplicación. Si el decreto fuese deJado sin efecto por el Gobierno gentina de doctrina.jurisprudencia y bibliografía. Año L, No. 222. Buenos
federal con arreglo a los preceptos antecedentes, entrarán de nuevo en vigor Aires, viernes 15 de noviembre de 1985, pág. 44), «esta derogación no será
el día mismo en que surta efecto el levantamiento las disposiciones legales siempre fácil, puesto que el Poder Ejecutivo puede vetar el proyecto de ley
que hubieren sido derogadas por el decreto»! derogatorio y bastará que un voto sumado a un tercio de un sola sala del
La Constitución brasileña de 1988 (artícuJJ 62) prescribe que las medidas Congreso comparta la tesis del Poder Ejecutivo, para que naufrague la inicia­
provisorias con fuerza de ley adoptadas Pºf el Presidente de la República, tiva de ley derogatoria (en tal caso, por cierto, esa sala no arrimará los dos
74 75
-�
Carlos Cárdenas Quiró Modificación y Derogación de las Normas Legales
j
cuando fuera necesario dictar medidas ec�mómicas y financieras c) Disponer operaciones de emergencia en materia de
sobre los siguientes aspectos: endeudamiento interno y externo, para proveer de
recursos financieros al Estado destinados a la aten­
a) Reestructurar los gastos del gobierno central y las ción y satisfacción impostergable de necesidades
empresas del Estado, establec;idas en la Ley Anual públicas;
de Presupuesto, siempre que1las disposiciones pre­
supuestarias impidan la apli ación de las medidas Intervenir la actividad económica de conformidad
l
d)
extraordinarias; con el artículo 132 de la Constitución Política
posibilidad que también está descartada ahora al no
b) ·, Modificar o suspender tributos en forma temporal -
haber reproducido la Constitución vigente lo esta­
posibÚ°idad que está descarta�a ahora por el tercer
blecido en el artículo mencionado de la Constitu­
párrafo del artículo 74 de la Constitución de 1993;
ción de 1979-.
No se aprecia razón alguna que justifique negar la posi­
bilidad de que resulte necesario derogar una ley mediante un
decreto de urgencia.
tercios de votos necesarios para superar el vetb presidencial).» (En el caso No obstante, debe reconocerse que las medidas extraor­
del Perú, para la reconsideración del proyecto d� ley observado se requiere el dinarias tienen carácter provisional, pues han de referirse a
voto favorable de más de la mitad del número legal de miembros del Congre­
acontecimientos transitorios, por lo que su vigencia dependerá
so -artículo 108, tercer párrafo, de la Constituc ¡ón-.)
De prosperar la derogación, en el caso del Pení ella no tendrá eficacia sino del tiempo que dure la eliminación de las causas que dieron
hacia el futuro (ex nunc) y, por tanto, no altera¡fi las consecuencias produci­ origen a su dación. Ello podría explicar el hecho de considerar
das durante la vigencia del decreto. que su vigencia debiera producir sólo la suspensión de determi­
Un decreto con fuerza de ley podrá ser derogado también por otro de su mis­
nadas normas y no su derogación.
mo rango en.el caso de que «hubiese otra situación de necesidad y urgencia
que demandase la abolición de aquel decreto-ley por otro decreto-ley de la
Presidencia» (Sagüés, Néstor Pedro, op. cit., ág. 44). Como es evidente, Por ejemplo, si se produce una calamidad pública es
igualmente podrás ser modificado por otro. r
justificado que se dicten medidas destinadas a ofrecer socorro
Lo normal será que el decreto pierda vigencia por desaparecer las circunstan­
cias de orden pasajero que dieron lugar a que fuese dictado. Se tratará de una y alivio a las poblaciones afectadas, autorizando inclusive la
causa intrínseca de cesación de vigencia.
76 77
--------- Carlos Cárdenas Quirós ----- --- -- Modificación y Derogación de las Normas Legales
-
suspensión de la aplicación de determinadas leyes y, como IX. EFECTO DE LA SENTENCIA QUE AMPARA LA
expresa De Ruggiero < 61 >, «suministrando excepcionalmente ACCION POPULAR.
normas provisionales que se adaptan mejor que las comunes a
De acuerdo con el inciso 5 del artículo 200 de la Cons­
un estado de cosas excepcional y transitorio».
titución, «son garantías constitucionales:
Ahora bien, considerando que las medidas a que se refiere
el inciso 19 del artículo 118 de la Constit�ción tienen fuerza de ( ... )
ley, en principio se encuentran en aptitud de derogar, modificar 5. La Acción Popular, que procede por infracción de la
o suspender los efectos de una ley, si bien es cierto, la Ley N º Constitución y de la ley, contra los reglamentos, normas admi­
-.
25397, cot:iforme se ha indicado, contempló sólo que se produ-
jera la suspensión. Se trata de actos dd Poder Ejecutivo de
nistrativas y resoluciones y decretos de carácter general, cual­
quiera sea la autoridad de la que emanen».
carácter legislativo que pueden ser origep., en nuestra opinión,
de una excepción más a la regla general prevista en los artículos Por tanto, la acción popular podrá dirigirse contra los
I del Título Preliminar del Código Cividy 103, tercer párrafo, Decretos Supremos que dicta el Presidente de la República con
de la Constitución. el propósito de reglamentar las leyes al amparo del inciso 8 del
artículo 118 de la Constitución, así como contra las Resolucio­
nes Supremas y Ministeriales cuando contengan normas de
carácter general.
• También procederá contra los edictos y decretos de Alcal­
día que aprueben normas de aplicación de las ordenanzas o
resuelvan cualquier asunto de carácter general en contravención
'•1> De Ruggiero, Roberto, op. cit., pág. 98. con las normas legales vigentes (artículo 124, inciso 2 de la Ley
Los párrafos primero y tercero del artículo 121 de la Constitución de Colom­ N º 23853) <68>.
bia señalan a este respecto lo siguiente: «En caso de guerra exterior o de
conmoción interior podrá :1 presidente, con la fi:�ª de todos l ?s �inistros,
_
declarar turbado el orden publico y en estado de st.t10 toda la repubhca o parte
de ella. Mediante tal declaración, el gobierno tendrá, además de las faculta­ <•x> Los edictos son normas generales por cuya virtud se aprueban los tributos
des legales, las que la Constitución autoriza Jara tiempos de guerra o de municipales y el Reglamento de Organización Interior (artículo 11 O, segun­
perturbación del orden público y las que, conforbe a las reglas aceptadas por do párrafo, de la Ley Orgánica de Municipalidades No. 23853). Los decre­
el derecho de gentes, rigen para la guerra entre \1aciones. ( ...). tos establecen normas de ejecución de las ordenanzas, sancionan los proce­
El gobierno no puede derogar las leyes por medio de los expresados decretos. dimientos necesarios a la administración municipal o resuelven o regulan
Sus facultades se limitan a la suspensión de las que sean incompatibles con asuntos de orden general y de interés para el vecindario (artículo 111, primer
el estado de sitio( ... )». párrafo, de la Ley No. 23853).
78 79
Carlos Cárdenas Quirós Modificación y Derogación de las Normas Legales
Igualmente podrá plantearse contra las resoluciones dicta­ constitucional o legal infringida».
das por personas de derecho público como el Banco Central de
Reserva del Perú, Superintendencia de Banca y Seguros, El contenido del párrafo reproducido confirma que la
Contraloría General, Superintendencia N�cional de Administra­ acción popular determina la cesación de vigencia de la norma
ción Tributaria (SUNAT), Comisión Nacional Supervisora de inconstitucional o legal que fue materia del proceso.
Empresas y Valores (CONASEV), etc.
Se trata, por consiguiente, de otro supuesto en que la
Ahora bien, de acuerdo con el ru;tículo 22 de la Ley derogación de una norma (si bien de categoría inferior a la ley)
procesal de la acción popular N º 24968, «la sentencia que no se produce por imperio de una de rango equivalente o
ampara._la acción popular, a partir de la fecha que quedó superior, sino en razón de una decisión judicial.
consentida o ejecutoriada, determina la inaplicación total o
parcial, según corresponda, y con efectos generales, de la
norma materia del proceso cuya inconstitucionalidad o ilegali­
dad se haya declarado. La sentencia tieae valor desde el día
siguiente de su publicación)) .
¿Cuál es el alcance de tal inaplicación, total o parcial, con
efectos generales?
En el fondo, importa una derogación., en la medida en que
la norma cuya inconstitucionalidad o ilegalidad ha sido declara­
da pierde completamente toda vigencia efectiva.
Esta conclusión se vé ratificada por lo establecido en el
segundo párrafo del artículo 26 de la Le� Nº 24968:
«Las sentencias recaídas en los procesos de acción popu­
lar constituyen normas prohibitivas para que cualquier órgano
del Estado, bajo responsabilidad, emita m1eva norma con con­
tenido parcial o totalmente idéntico a la derogada por mandato
judicial, en tanto no sea derogada o n;i.odificada la norma
80 81
1A
Carlos Cárdenas Quirós Modificación y Derogación de las Normas Legales
X. CLASES DE MODIFICACION. a su vez combinarse. Así, por ejemplo, la modificación total
A diferencia de la derogación, en que se produce exclu­ tácita resultará del hecho de que la nueva norma es absoluta­
sivamente la supresión de una norma anterior, la modificación mente incompatible con la anterior, sin mediar una indicación
importa, además, la sustitución de ella. Con la modificación precisa y explícita del legislador en tal sentido. Sin embargo,
surge una nueva regulación de una materia de la que antes se también constituirá un caso de modificación total tácita el
ocupaba la norma sustituida. supuesto en que, a decir de Ruggiero < 69 >, «no habiendo incom­
patibilidad, siendo regulada la materia toda por la nueva dispo­
Al igual que en la derogación, la modificación puede ser sición, se revela la intención del legislador de querer sustituir la
total o parcial. La primera, implicará la lustitución completa de
vieja por la nueva regulación». Se produce así un caso de
una norma anterior por otra. La segunda, en cambio, afecta a
absorción completa de la norma anterior por la posterior, que
la norma precedente, sólo en algunas partes.
determina la supresión de la primera y su sustitución por la
Empero, la modificación puede lener también carácter segunda, no obstante no existir propiamente incompatibilidad
aditivo (vid. supra III). entre ellas.
Adicionalmente, la modificación puede ser expresa o Ducci Claro ( 7oi considera este caso como uno de «dero­
tácita con alcances semejantes a los referidos antes cuando nos gac10n orgánica>>. Sin embargo, teniendo en cuenta que la
ocupamos de los tipos de derogación (rd. supra IV). nueva norma no se limita a suprimir completamente la antigua,
Corno en el caso de la derogación, se presenta la duda sino que también la sustituye íntegramente, no puede conside­
acerca de si es factible sostener la exist!ncia de una modifica­ rarse un supuesto de simple derogación, sino de modificación
ción expresa genérica. total tacita (vid. supra IV).
Es usual que las leyes consignen urt texto igual al siguien­ Por último, conviene señalar que participamos de la
te: «Quedan derogadas o modificadas !n su caso las disposi­ opinión de Messineo <71 > acerca de que «cuando la nueva norma
ciones que se opongan a la presente ley». sea compatible con la norma antigua, o cuando la norma no
Corno se concluyó al analizar el terna en materia de regula la materia completa ya regulada por la norma antigua,
derogación, este caso no constituye un supuesto de modifica­ hay lugar a la coexistencia de varias normas y al consiguiente
ción expresa, pues no hay un pronunciamiento explícito del y delicado (y con frecuencia arduo) problema de su coordina­
legislador en.torno a qué normas, específ\camente consideradas, ción, o -eventualmente- conciliación».
quedan modificadas.
Las clases de modificación a que se ha hecho referencia 111 11>
De Ruggiero, Roberto, op. cit., pág. 167.
(total o parcial, de un lado, y expresa o tácita, del otro) pueden <711> Ducci Claro, Carlos, op. cit., pág. 55.
nn Messineo, Francesco, op. cit., pág. 87.
82 83
----------Carlos Cárdenas Quirós --------- Modificación y Derogación de las Nonnas Legales
XI. MODIFICACION O DEROGACION DE LEYES ORGA­ reforma o derogación.
NICAS.
En el caso del artículo 46 de la Constitución francesa,
La Constitución Política del Perú de 1993, como lo hizo puede derivarse que se considera leyes orgánicas a las que la
antes la de 1979 (artículo 194), inspirándose en las Constitucio­ Constitución confiere ese carácter, las cuales deben ser votadas
nes de Francia -de 1958- (artículo 46), Venezuela -de 1961- y modificadas de acuerdo con los requisitos establecidos en el
(artículo 163) y España -de 1978- (artículo 81), ha consagrado mismo artículo 46.
la existencia de las denominadas leyes orgánicas, distinguibles
de las leyes ordinarias. La Constitución venezolana, por su parte, establece en su
artículo 163 lo siguiente:
A ellas se refiere su artículo 106, cuyo tenor es el
siguiente: «Son leyes orgánicas las que así denomina esta Constitu­
ción y las que sean investidas con tal carácter por la mayoría
«Mediante leyes orgánicas se regula la estructura y el absoluta de los miembros de la Cámara al iniciarse en ellas el
funcionamiento de las entidades del Estado previstas en la respectivo proyecto de ley.
Constitución, así como también las otras materias cuya
regulación por ley orgánica está establecida en la Constitu­ _.Las leyes que se dicten en materias reguladas por leyes
ción. orgánicas se someterán a las normas de éstas».
·1
Los proyectos de ley orgánica se tramitan como cualquie­ Finalmente, la Constitución española, puntualiza en su
ra otra ley. Para su aprobación o modificación, se requiere el artículo 81:
voto de más de la mitad del número legal de miembros del
Congreso». « 1. Son leyes orgánicas las relativas al desarrollo de
los derechos fundamentales y de las libertades públicas,
La Constitución de 1993 ha superado parcialmente las las que aprueben los Estatutos de Autonomía y el régi­
dudas que originaba el artículo 194 de la Constitución de 1979, men electoral general y las demás previstas en la Consti­
que no definía cuándo una ley era orgánica y si la mayoría tución.
calificada prevista para su aprobación era exigible para su
84 85
...
Carlos Cárdenas Quirós -------- Modificación y Derogación de las Normas Legales
2. La aprobación, modificación o �erogación de las leyes Central de Reserva del Perú (artículo 84, primer párrafo); Poder
orgánicas exigirá mayoría absoluta del Congreso, en una vota­ Judicial (artículo 143, segundo párrafo); Consejo Nacional de la
ción final sobre el conjunto del proyecfo». Magistratura (artículo 150, segundo párrafo); Defensoría del
1 Pueblo (artículo 161, segundo párrafo); Municipalidades (artí­
Antes de entrar en vigencia la •Constitución de l 979, culo 196, primer párrafo); Regiones (artículo 198, primer párra­
fueron dictadas bajo la denominaciónlde orgánicas, diversas fo); y Garantías Constitucionales (articulo 200, segundo párra­
leyes, que tenían fundamentalmente por propósito regular la fo).
organización y funcionamiento de entidades del Estado o esta­
-
blecer tos lineamientos
..
generales de ciertas materias a cuyos No obstante, teniendo en cuenta que también son orgáni­
alcances debían sujetarse las leyes posteriores. cas las leyes que regulan la estructura y funcionamiento de las
entidades del Estado previstas en la Constitución, igualmente
Así, por ejemplo, cabe mencionar la Ley Orgánica del tendrán ese carácter, entre otras, las relativas al Tribunal Cons­
Banco Central de Reserva del Perú, la Ley Orgánica del Sistema titucional, Ministerio Público, Superintendencia de Banca y
1
Nacional de Control, la Ley Orgánica del Presupuesto Funcio- Seguros, Jurado Nacional de Elecciones, Oficina Nacional de
nal de la República, etc. Empero, ellas no se encontraban Procesos Electorales, Registro Nacional de identificación y
sometidas a un tratamiento especial enlrelación con las demás Estado Civil, etc.
leyes. La única nota diferenciadora residía en su denominación,
que era atribuida en forma absoluta�ente arbitraria por el Atendiendo a lo establecido en el texto constitucional
legislador. vigente, cabe afirmar que las leyes orgánicas son propiamente
leyes excepcionales, por lo que ]as Cámaras no se encuentran
Debe destacarse, que la Const�tución vigente califica en aptitud de denominar y aprobar como tales leyes distintas de
puntualmente como orgánicas ciertas leyes: la que establece las las comprendidas en el artículo 106. Esta interpretación restric­
condiciones y procedimientos para la participación de los ciuda­ tiva se justifica plenamente, pues una calificación dejada al libre
danos en los· asuntos públicos (artículo 31, primer párrafo); la arbitrio de las Cámaras, «podría producir en el ordenamiento
que define las condiciones para la utilización de los recursos jurídico una petrificación abusiva en beneficio de quienes en un
naturales y de su otorgamiento en concesión a particulares momento dado gozaren de la mayoría parlamentaria suficiente
' y en detrimento del carácter democrático del Estado, ya que
(artículo 66, segundo párrafo); las relativas a la Contraloría
General de la República (artículo 82, primer párrafo); Banco nuestra Constitución ha instaurado una democracia basada en el
juego de las mayorías, previendo tan sólo para presupuestos
86 87
,
Carlos Cárdenas Quiró Modificación y Derogación de las Normas Legales
tasados y excepcionales una democracia de acuerdo basada en tiende a presentar como un sospechoso permanente, con lo cual
mayorías cualificadas o reforzadas», como lo señaló el Tribunal se socavan y aun destruyen los fundamentos mismos del siste­
Constitucional español en su sentencij de 13 de febrero de ma, que, faltando esa confianza, no pueden ya funcionar correc­
1981, que resolvió la acción de inconstitucionalidad promovida tamente» 0 3 >.
contra la ley orgánica 5/ 1980, de 19 de junio, por la que se
regula el Estatuto de Centros Escolare mi. ¿ Tiene la ley orgánica rango superior a la ley ordinaria?
s!
En este orden de ideas, cabe sostener que la ley ordinaria Constitucionalmente, la diferencia entre una y otra se
constituye la r:_egla. En ella, el proleso previsto para su plantea simplemente en razón de las materias de las que
aprobación es más flexible. La ley orgánica es la excepción, lo privativamente puede ocuparse la primera en los casos explíci­
que explica un proceso más exigente para ser aprobada. tamente previstos en la Constitución, cuya aprobación exige una
mayoría calificada.
Por cierto que en torno a este último respecto, tiene razón
Fernández cuando señala: «La adición de un cierto porcentaje Participamos en este sentido de la opinión de Fernández04 >,
de votos a la mayoría simple no asegura lcte ninguna manera una en cuanto a que «la ley ordinaria no puede ... invadir el campo
mayor justicia de la decisión. No es más justo, en absoluto, que constitucional reservado al legislador extraordinario, pero no
sesenta, setenta o, incluso, cien hombr!s maltraten a otro que puede hacerlo no ya porque su rango normativo sea inferior al
lo hagan solamente cincuenta y uno. Es, en cambio, indiscuti- de la Ley orgánica que a éste corresponde aprobar, sino, más
blemente, más peligroso. Exactamente lo mismo puede decirse bien ... , porque el legislador ordinario carece, en definitiva, de
de este tipo de leyes, porque la exigencia de un porcentaje competencia ratione materiae para ello».
adicional de votos reduce las posibilidades de cambio, limita el
libre juego del principio de igualdad de¡ chance, que es consus­ Por ello, si una ley ordinaria se ocupa de una materia
tancial a la democracia, falsea la alternancia en el poder y, sobre reservada a una ley orgánica, dicha ley ordinaria será inconsti­
todo, destruye la confianza en el legis�ador ordinario, a quien tucional.
(12> Cit. por Fernández, Tomás-Ramón, Las leyes orgánicas y el bloque de la
(7Jl Cfsc. Fernández, Tomás-Ramón, op. cit., págs. 33-34.
constitucionalidad, Cuadernos Civitas, Editorjal Civitas, S.A., Madrid, 1981,
11�> Fcrnándcz, Tomás-Ramón, op. cit., pág. 80.
pág. 90.
88 89
-------- Carlos Cárdenas Quir ós ------­ Modirica�ión y Derogatión de las Normas Legales
-
En consecuencia, que la ConstiLción exija una mayoría orgánica.
especial para la aprobación de ley orgánica, no otorga a ésta un
rango normativo de privilegio respecto de la ley ordinaria < 75 J_ En consecuencia, una ley ordinaria que pretendiera modi­
ficar o derogar aquélla tendría necesariamente que ser calificada
como inconstitucional.
La reforma o derogación de las rleyes orgánicas requerirá
de la misma mayoría calificada exigiqa para su formación.
Debe mencionarse que el segundo párrafo del artículo 21
de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional N º 26435
Si bien es cierto el artículo I 6 de la Constitución se establece que "el Tribunal puede declarar inconstitucionales por
refiere,,a la aprobación o modificaciónJde los proyectos de leyes
contravenir el artículo l 06 de la Constitución las normas de un
orgánicas, apare'ce como evidente que, con mayor razón, habrá
1 decreto legislativo, decreto de urgencia o ley que no haya sido
que extender el requ1s1to de la mayoría calificada para la aprobada con el carácter de orgánica, en el caso de que dichas
aprobación a los casos en que se busque derogar una ley
disposiciones hubieren regulado materias reservadas a ley orgá­
nica o impliquen modificación o derogación de una ley aproba­
da con tal carácter".
mi En ese mismo sentido opina García Belaupde (Funciones Legislativas del Conviene señalar que la aprobación de las leyes orgánicas
Ejecutivo moderno: El caso peruano. En: Lecturas sobre Temas Constitu­ constituye atribución exclusiva del Congreso. Así resulta de lo
cionales 3. Comisión Andina de Juristas. Lima, agosto de 1989, pág. 27):
establecido en los artículos 101, segundo párrafo, inciso 4, y
104, segundo párrafo, de la Constitución.
<<Si lo analizamos con detenimiento. podremos ver que la diferencia sustan­
cial que existe entre la ley ordinaria y la leyl�rgánica, es la referida al proce­
dimiento, esto es, a la forma de ser sancionada. Así, mientras que en térmi­
El primero de los artículos nombrados establece que «son
nos generales la Constitución se desarrolla y es completada por leyes sancio­
nadas normalmente por el Parlamento, en determinadas materias la Consti­
1
tución exige que el iler legislativo tenga un quorum especial, es decir, un atribuciones de la Comisión Permanente:
quorum fuerte, exigiendo una mayor presencia y parlicipación de los repre­
sentantes, y nada más. Pero esta diferencia de procedimiento se puede redu­
cir a uno de sus aspectos, cual es el quorum, que debe ser computado expre­ (... )
samente. Pero no hay más.( ... ) Y en cuanto1a su modificación, lo pueden ser
4. Ejercitar la delegación de facultades legislativas que el
con la misma rapidez que las leyes ordinarias (aun cuando observando el
quorum calificado). Si tenemos en cuenta que lo que diferencia formalmente
a la Constitución del resto de las normas, es¡su rigidez para el cambio (sobre Congreso le otorgue. No pueden delegarse a la Comisión
Permanente materias relativas a reformas constitucionales, ni a
lodo en nuestra tradición occidental) y que en su modificación las leyes orgá­
la aprobación de (...) leyes orgánicas ( ...)>>.
nicas están en el mismo nivel que las ordinarias, tenemos que llegar a la
condusión, ineludible por lo demás, de que ellas no representan categoría
aparte, superior o inferior a las demás leyel emanadas del parlamento».
90 91
Carlos C:.írdenas Quirós ---------- Modificación y Derogación de las Normas Legales
Por su parte, el segundo párrafo del artículo 104, referido XII. FUERZA DEROGATORIA O MODIFICATORIA DE LA
a la delegación de facultades legislativas por el Congreso al CONSTITUCION RESPECTO DE LAS NORMAS LE­
Poder Ejecutivo, señala que «no pueden delegarse las materias GALES PRECONSTITUCIONALES.
que son indelegables a la Comisión Permanente».
La Constitución, como norma suprema y primera entre
Finalmente, cabe mencionar quf mediante la Ley todas las que integran el ordenamiento jurídico de un país,
N º 26303 de 4 de mayo de 1994 se dispuso que "para los prevalece sobre toda otra norma legal. Así lo puntualiza el
efectos de su clasificación en el ordenamiento jurídico nacional, artículo 51 de la Constitución Política del Perú de 1993.
las Leyes Orgánicas a que se refiere J1 artículo 106 de la
Constitudón Políti_ca del Estado, se designan con la expresión Desde su entrada en vigencia, ella puede ser aplicada
'Ley Orgánica', seguida del número ordfnal que le correspon­ directamente, lo que supone reconocerle necesariamente una
de". eficacia derogatoria respecto de las disposiciones anteriores a
ella que se le opongan en función del principio lex posterior
Posteriormente, la Ley Nº 26303 cle 9 de diciembre de derogat priori.
1997, estableció que "las leyes orgánicaJ tendrán una numera­
le
ción especial a partu- de la presente ley" artículo 4, parágrafo En este sentido, como lo aprecia Lacruz Berdejo 6\ «la º
4.2). virtualidad derogatoria de la legislación anterior a su entrada en
vigor que tiene la Constitución es idéntica a la de una ley
ordinari� en aquellos preceptos inmediatamente aplicables y
capaces·· de sustituir el régimen en vigor por otro; siendo esto
más discutible en cuanto a los meramente programáticos o de
principio, sin perjuicio de la influencia que deben tener en la
interpretación de la ley vigente».
En el caso peruano, la Constitución no ha incluido una
regla que señale que quedan derogadas cuantas disposiciones se
opongan a lo establecido en ella. Obviamente ello no excluye
el hecho de que tal efecto se produzca efectivamente. La
<76J Lacruz Berdejo, José Luis, op. cil., pág. 144.
92 93
-----------Cufos CárJcnas Quinís -----------
Motlilicaciún y DerogacilÍn de las Normas Legales
Decimosexta Disposición Final y Transitoria de la Constitución En verdad, una declaración de ese tipo, conforme se
se ha limitado a señalar: «Promulgada la presente Constitución, expresó anteriormente (vid. suprn IV), no origina alcances
sustituye a la del aiio 1979)). Es de advertir que la promulgación distintos de los que operan con la derogación tácita. Las
se efectuó el 29 de diciembre de 1993 y la publicación el día 30 dificultades para esclarecer qué normas se ven afectadas por
del mismo mes y año, por lo que si se tiene en cuenta su propio una disposición semejante serán exactamente las mismas.
artículo 51, según el cual "la publicidad es esencial para la
La sentencia del Tribunal Constitucional español de 28 de
vigencia de toda norma del estado", es razonable considerar enero de 1982 señala a este respecto que «para que opere la
procedente la aplicación por analogía de su arlículo 109 y derogación ... sobre una ley, la disconformidad de ésta ha de
concluir que propiamente entró en vigencid a partir del 31 de darse en términos de oposición con la Constitución y sólo podrá
diciembrec:le 1993.,. .es decir, el día siguiente de su publicación declararse cuando su incompatibilidad con la norma suprema
en el diario oficial. resulte indudable por ser imposible interpretarla conforme a la
Constitución ... )> P8 >.
No ocurre lo mismo en el caso de la Ley Fundamental
alemana (que en su artículo 123 señala: «El Derecho en vigor A nuestro entender, el proceso de verificación de la
antes de la reunión del Parlamento Federal continúa rigiendo vigencia o no de una norma preconstitucional importará nece­
siemp're que no esté en contradicción coC la presente Ley sariamente una evaluación previa de su constitucionalidad o no,
Fundamental))) y con la Constitución española (que contiene esto es, de su conformidad o no con la Constitución m,.
una Disposición derogatoria con tres parágrafos, el último de Cpnfirmando este parecer, la sentencia del Tribunal Cons­
los cuales tiene el siguiente texto: «Asimismo quedan deroga­ tituciona.1 español de 8 de abril de 1981, de la que fue ponente
das cuantas disposiciones se opongan a lo establecido en esta el profesor Luis Díez-Picazo, sostiene: «Hay que señalar que no
Constitución») m,. existe una auténtica contradicción entre el problema vigencia­
derogación y el problema constitucionalidad-inconstitucionalidad.
No es enteramente exacta la opinión de que el tema de la
vigencia o derogación es previo al de la constitucionalidad,
''" Singularmente. el artículo 35 c.Jel Código Civil panameño establece lo si­
guiente: «La C(institución es ley reformatoria y c.JerogaLoria de la legislación ª" Cit. por Arce y Flórez-Valdés. Joaquín. op. cit. en nota (5), pág. \ 39.
preexistente. Toda disposición legal anterior a la' Constitución y que sea ,.,.., Cfse. Santaolalla, Fernando, VineulacilÍn de la ConstitucilÍn y control de las
darnmcnte contraria a su letra y esríritu se desechará como insubsistente». leyes. En: Revista de las Corte� Generales. Núm. 5. seguntln cuatrimestre
El texto lntll�cripto reproduce el artículü l) de la Le)l Colomhiana No. 153 de 1985. Publicaciones del Congreso di.! los Diputados. Madric.J. p,ígs. 208-
1887. 209.
9.¡ 95
Carlos C.:írdcnas Quircís --------­ Modificación y Derogación de las Normas Legales
porque respecto de normas derogadas! no cabe ni siquiera julio de 1983.
plantearse el tema de su constitucionalidad. En puridad, ocurre
En consecuencia, hablar de inconstitucionalidad sobreve­
más bien lo contrario. En la medida eJ que la derogación se
nida tiene sentido respecto de las normas preconstitucionales,
produce por contradicción con la Constitución, la contradicción
en la medida en que el juicio sobre la conformidad o no de éstas
con la Constitución es una premisa de 1� derogación. Nosotros
con la Constitución será previo e indispensable para
entendemos por inconstitucionalidad simplemente el juicio de
concluir -en vía puramente declarativa- que la norma correspon­
contraste entre las dos normas, al que subsigue una consecuen­
diente quedó derogada (82>.
cia jurídica. Mas inconstitucionalidad no es la consecuencia,
sino, simplemente, la premisa de esa consecuencia. Por eso Es menester puntualizar que la derogación por
puede �ecirse que la inconstitucionalida� de las leyes anteriores inconstitucionalidad sobrevenida no operará por la sola cir­
conduce a unas· consecuencias que pueder ser concurrentemente cunstancia de que el proceso de formación de las normas
la derogación y la nulidad» <soi csii_
Por cierto que, en el caso de las nonhas preconstitucionales
respecto de las cuales se concluye que s!n inconstitucionales y Lacruz Berdejo es de opinión contraria: «Son distintos, a') el efecto deroga­
(82)
que, por tanto, quedaron derogadas al entrar en vigencia la
torio que tiene la Constitución sobre la legislación anterior, y que pueden
1
Constitución, el pronunciamiento correspondiente tendrá un
apreciar los jueces, y b') la inconstitucionalidad de una ley. La
inconstituciona!idad supone que una ley es inválida; la derogación, que ha
efecto puramente declarativo y no constitutivo. Así se pronun­ dejado de estar vigente. Para que la inconstitucionalidad se produzca, la ley
ció el Tribunal Constitucional español en su sentencia de 21 de
ha de estar ya promulgada y no derogada; es ésta una situación que afecta
splo al Derecho posterior al texto constitucional, mientras que la derogación
afecta al ius vetus, o sea al que, contrario a la Constitución, es anterior a ella»
(op. cit., pág. 145).
En el mismo sentido se pronunció Rubio Llorente en el voto particular que
(K01
Cit. por García de Enterría, Eduardo, La Constitución como nom1a y el Tri­
formuló a la sentencia del Tribunal Constitucional español de 2 de febrero de
bunal Constitucional, Editorial Civitas, S.A., ·segunda edición, 1982, Ma­
1981 (cfse. García de Enterría, Eduardo, op. cit., pág. 91).
drid. pág. 90.
Marcial Rubio Correa (op. cit. en nota 3. pág. 194) opina que "bien puede
IKI t
Una sentencia anterior, la de 2 de febrero de 1981, había señalado lo siguien­
suceder que la Constitución derogue una ley, por raro que ello pueda suceder.
te: «La peculiaridad de las leyes preconstitucionales consiste, por lo que aho­
Pero tal vez lo más importante es que si una ley era válida frente a la Consti­
ra interesa, en que la Constitución es una ley sf1perior -criterio jerárquico- y
tución vigente eil el momento de su aprobación y después, al producirse un
posterior -criterio temporal-. Y la coincidencia 'de este doble crilerio da lugar
cambio constitucional queda en incompatibilidad con las nuevas normas, no
-de una parte- a la inconstitucionalit.lad sobrevenida, y consiguiente invali­
ha sido exactamente derogada pero sí es inválida. Por ello, hubiera sido me­
dez, de las que se opongan a la Conslilución, y -de otra- a su pérdida de
jor tratar el tema como uno de invalidez, diciendo que ésta se produce tanto
vigencia a partir de la misma. para regular situaciones futuras, es decir, a su
por otra ley, como por sentencia competente , como por incompatibilidad con
derogación. Esta pérdida de vigencia se encuentra expresamente preceptuada
norma posterior de rango superior. Esta es toda la gama de posibilidades que
por la disposición derogatoria de dicha norma fundamental... La lecLUra de
se debe legislar y no sólo la de derogación.( ... ) En función de lo anterior, tal
esta disposición evidencia que las leyes anteri�res que se opongan a lo dis­
ve7. podríamos decir que un texto más adecuado (del tercer párrafo del artícu­
rucsto en la Constítuci<in qucd,111 derogadas ... ,, �Cit. por Arce y Flórez-Yaldés.
lo 103 de la Constitución) es: 'una norma jurídica general originalmente
Joaquín. op. cit., púgs. 139-140).
válida es invalidada al ser derogada o modificada por norma de rango igual o
96 97

Carlos Cárdenas Quiros ----------- Modificación y Derogación de las Normas Legales
(especialmente las leyes) sea contrario al actualmente previsto mejor al público y al bien común. No hay razón, entonces, en
por la Constitución. Esta consideración tiene particular impor­ provocar una ruptura en esa contimüdad, negando la supervivencia
tancia en el caso de nuestro país en rJlación con los decretos de los decretos-leyes de un gobierno de facto, y sosteniendo su
leyes dictados por el denominado Gob?erno Revolucionario de caducidad ipso iure. La alteración sería caótica, para citar nada
la Fuerza Armada entre el 3 de octubre ¡de 1968 y el 27 de julio más que un argumento de conveniencia a favor de nuestra tesis».
de 1980. Igualmente con aquellos dictados por el denominado
Para quedar derogadas, las normas preconstitucionales
Gobierno de Emergencia y Reconstrucción Nacional instituido
tienen que ser materialmente opuestas a la Constitución cs4>_ En
el 5 de abril de 1992.
este sentido se pronunció el Tribunal Constitucional español en
Enfáticamente debe sostenerse q�e tales normas constitu­
yen leyes en sentido material, no requieren de ratificación y se "Artículo l . Declárase la vigencia de la Constitución Política del Perú de
mantienen vigentes en tanto no resulter;i derogadas o modifica­ 1979, dejando a salvo los Decretos Leyes a que se refiere el art. 2 de esta Ley
das por otras normas. Constitucional y demás disposiciones contenidas en el Reglamento que aprue­
be el Congreso Constituyente Democrático.
Señala Bidart Campos <33 J que �<dentro de la vida del Artículo 2. Los Decretos Leyes expedidos por el Gobierno de Emergencia y
Reconstrucción Nacional a partir del 5 de abril de 1992 hasta el 30 de di­
Estado, la transitoriedad de un gobierno -ya sea legal o de
ciembre del mismo año, mantienen plena vigencia en tanto no sean revisa­
facto- no apareja la transitoriedad de sus actos. La idea de dos, modificados o derogados por el Congreso Constituyente Democrático.
continuidad es la que funda, en muchos casos, la necesidad de ( ... )".
<t•l Cfse. Arce y Flórez-Valdés, Joaquín, op. cit., pág. 143, y García de Enterría,
admitir soluciones que, en el ámbito dJ lo existencial, protegen
Ed!,lardo, op. cit., pág. 87.
De' acuerdo con Rubio Llorente, «al establecer una nueva disciplina para los
.
superior; al ser invalidada por resolución de tribunal competente o al devenir
modos de producción del Derecho, la Constitución opera sólo ex nunc y no
deroga en absoluto las normas producidas válidamente según el modo de
incompatible con otra superior dictada con posterioridad' (Porque si fue dictada producción anteriqr. Una vez promulgada la Constitución no hay más nor­
en incompatibilidad con norma superior desdJ1 el principio, ya no es necesaria mas legítimas que las que nacen por las vías constitucionalmente previstas,
disposición alguna al estar vigente el artículo �1 de la Constitución)". pero siguen siendo formalmente válidas todas las que Jo fueran conforme al
sistema anterior» (Cit. por Lacruz Berdejo, José Luis, op. cil., pág. 143).
(�31
Bidart Campos, Germán José, op. cit., pág. 23. Como ejemplo de derogación por incompatibilidad material con la Constitu­
En el mismo sentido: González Arzac, Felipe, El derecho de autoridad y la ción, cabe mencionar que, al entrar en vigencia a plenitud la anterior Consti­
legilimació.n de los gobiernos de facto. CooJeradora de Derecho y Ciencias tución del Perú el 28 de julio de J 980, quedó automáticamente derogado el
Sociales, Buenos Aires, 1966; y Dictamen N9. 356 de la Comisión de Cons­ Decreto Ley No. 17063 de 3 de octubre de J 968 que aprobó el Estatuto del
titución en los pedidos de acusación constitucional contra los funcionarios Gobierno Revolucionario, que en su artículo 5 establecía que dicho gobierno
de facto. Segunda Legislatura Ordinaria de 1981. Cámara de Diputados. actuaría conforme a las disposiciones del Estatuto y «a las de la Constitu­
Lima, 21 de april de 1982. ción del Estado (se refería a la de 1933), leyes y demás disposiciones en
A propósito de los decretos leyes dictados pbr el denominado Gobierno de cuanto sean compatibles con los objetivos del Gobierno Revolucionario».
Emergencia y Reconstrucción Nacional, la Ley Constitucional aprobada por También quedaron derogadas automáticamente, a partir de esa fecha, las nor­
el Congreso Constituyente Democrático el 6 de enero de 1993, resolvió lo mas del Código Civil de 1936 contrarias, por ejemplo, a la igualdad entre los
siguiente: hijos. Así lo ratifica el artículo 2116 del Código Civil vigente de 1984.
98 99
----------Ca rlos Cárdenas Quirós ---------- Modificación y Derogación de la s No rmas Legales
su sentencia de 8 de abril de 1981. carácter reglamentario de la primera o que constituyan simple
desarrollo de sus principios.
La duda acerca de la vigencia o no de una norma
preconstitucional deberá ser decidida por los jueces ordinarios. En cuanto a la eficacia modificatoria de la Constitución,
sus normas sustituirán automáticamente aquellas otras
A este respecto, no creemos quel resulte aplicable lo preconstitucionales respecto de las cuales haya incompatibili­
establecido por el segundo párrafo del artículo 138 de la dad. Se trata de un caso de modificación tácita, que implicará
Constitución, según el cual: «En todo proceso, de existir necesariamente la derogación total o parcial de la norma primitiva.
incompatibilidad entre una norma constitucional y una norma
legal, los jueces prefieren la primera. Igualmente, prefieren la Así ocurrió, por ejemplo, en relación con el artículo 139,
norma legal sobre toda otra norma de ¡rango inferior". En inciso 8, de la Constitución Política del Perú de 1993 que a la
efecto, la norma legal a la que alude el texto constitucional es letra dice:
la que en principio resulta aplicable al caso, lo que implica «Son principios y derechos de la función jurisdiccional:
necesariamente que se encuentra vigente. Si la norma
preconstitucional quedó derogada -conclusión a la que arribará ( ... )
el juez después de evaluar si era conforme o no con la 8. El principio de no dejar de administrar justicia por
Constitución-, no cabe hablar de preferir ésta respecto a aqué­ vacío o -deficiencia de la ley.
lla, precisamente por haber cesado la vigencia de esta última.
En tal hipótesis, el juez aplicará la Constitución, apelará a la En tal caso, deben aplicarse los principios generales del
analogía, si fuera el caso, o recurrirá dir�ctamente a los princi­ derecho y el derecho consuetudinario».
pios generales del derecho y al derecho consuetudinario (artícu­ Esta norma, al entrar en vigencia el 31 de diciembre de
los 139, inciso 8, de la Constitución y VIU del Título Preliminar 1993, modificó tácitamente el artículo VIII del Título Prelimi­
del Código Civil). nar del Código civil de 1984 que establecía:
En otras palabras, consideramos que el segundo párrafo «Los jueces no pueden dejar de administrar justicia por
del artículo 138 contempla un supuesto de incompatibilidad defecto o deficiencia de la ley. En tales casos, deben aplicar los
entre una norma constitucional y una legal que no se haya visto principios generales del derecho y, preferentemente, los que
afectada por inconstitucionalidad sobrevenida, pues de haber inspiran el derecho peruano»
ocurrido ello, operó su derogación au�omática al entrar en
La modificación determinó la supresión de la mención a
vigencia la Constitución. ,1 los principios generales del derecho que inspiran el derecho
Por último, cabe señalar que la derbgación de una norma peruano y la inclusión de la referencia al derecho consuetudina­
preconstitucional importará la de todas aquellas que tengan rio.
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XIII. CAUSAS INTRINSECAS DE CESACION DE VIGEN- a ser el objeto materialmente imposible, tiene por consecuencia
Carlos Cárdenas Quirós ------- Modificación y Derogación de las Normas Legales
1
CIA DE LAS NORMAS LEGAtES. el fin de la ley, independientemente de toda disposición de
Derecho positivo».
Según se ha analizado (vid. supra III), Ja extinción de las
normas jurídicas puede operar en razóh de una causa exterior En el mismo sentido opina Batlle Vásquez <86> cuando
(extrínseca) a la propia norma: una ley posterior, por ejemplo, señala: «Hay, sin embargo, un caso en que no será necesaria
deroga una anterior en forma expresa. una ley ulterior para que quede sin efecto otra, cuando ésta
lleve en su propio seno la indicación de su cese. Así sucederá
Distinto e�. el caso de aquellas normas que pierden vigen­ cuando una ley tenga carácter temporal y marque· el término de
cia en razón de una circunstancia inherente a ella misma. Por su vigencia. Vencido éste cesará la ley por su propia virtuali­
consiguiente, no será necesaria su derogatoria formal para que dad. Lo mismo sucederá si ha sido dictada expresamente para
concluya su vigencia. En ese supuesto se habla de causas una determinada circunstancia y la circunstancia desaparece por
intrínsecas de cesación de vigencia. completo» <s7>_
Ello acontece cuando la ley eLblece un término de .. En consecuencia, la norma podrá perder su vigencia, por
vigencia, sea en forma expresa o tácit (normas temporales). causas intrínsecas, en forma expresa, cuando haya transcurrido
r el término final de duración que ella misma fijó explícitamente
La sentencia de 14 de enero de l958 del Tribunal Supre­ (lo que ocurre, por ejemplo, en el caso de las leyes anuales de
mo español css¡ señala sobre el particular que, «excepcionalmen­ presupuesto); o, tácitamente, cuando habiéndose dictado en
te un acto legislativo puede perder su eficacia sin necesidad de función de una determinada circunstancia de carácter pasajero
la promulgación de una nueva ley, corho sucede en el caso de
leyes temporales, las cuales tienen fijado un término de manera
explícita o implícita (en cuanto el término es deducible de la
naturaleza misma de la norma, preordjnada a un fin no perma­

1
nente o duradero, sino transitorio o prorsional), que constituye
(XfiJ Batlle Vásquez, Manuel, op. cit., pág. 72-73.
<x7>
el hecho que conduce a la derogación de la ley, pues al llegar
Albaladejo (op. cit., pág. 86) aclara que «no cesa de regir la ley (salvo que se
la derogue), aunque desaparezcan los motivos o circunstancias a los que, aun
habiendo impulsado a dictarla (occasio Jegis), no se ligó aquélla». Ello se
presenta en el caso citado por Barbero (op. cit., pág. 136): «Si la duración de
la ley -como, por ejemplo, el Código militar de guerra- no está específicamente
ligada a una determinada situación de guerra, el fin de una guerra no supri­
me la ley, sino que suspende su eficacia, que, por consiguiente, podrá
(Rl) Cit. por Puig Brutau, José, op. cit., pág. 180. reanudarse con el inicio de otra guerra».
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Carlos Cárdenas Quirós ---------- Modificación y Derogación de las Normas Legan::,
(calamidad pública, guerra, revolución, por ejemplo) o encon­ XIV. SUSPENSION DE LA EFICACIA DE LAS NORMAS
trándose ligada a cierto propósito o finÁJidad o resultando del LEGALES.
objeto mismo de la norma su carácter temporal -como sucede,
No es inusual, especialmente en nuestro medio, que se
por ejemplo, en el caso de las disposiciones o leyes transitorias dicten normas con un contenido semejante al siguiente:
«dictadas para regular el tránsito de una¡Iegislación vieja a una «Deróganse, modifícanse o déjanse en suspenso las disposicio­
nueva» <88l -desapareciera tal circunstancia, o se lograra (o no) nes legales y administrativas que se opongan a la presente ley».
su propósito; cessante ratione legis, cessat et ipsa lex cs 9 i o se
cumpliera su objeto. ¿Qué valor cabe atribuir a esa declaración genérica de
suspensión? Resulta severamente discutible que. tenga alguna
La �emporalidad de tales normas, en consecuencia, res­ consecuencia, en la medida en que si existe·oposición entre la
ponderá a un criterio de plazo o de materia. norma anterior y la nueva el efecto directo e inmediato de la
vigencia de ésta es la derogación o modificación, en su caso, de
la primera.
En otras palabras, la suspensión de la eficacia de una
norma -no de su vigencia, pues la norma continúa pertenecien­
do al ordenamiento jurídico, pero sin desplegar sus efectos de
manera temporal- requiere necesariamente de una declaración
explícita del legislador. Normalmente ella se sustenta en cir­
cunstancias de carácter extraordinario que obligan a alterar
temporalmente la eficacia de una norma, determinando que
durante un cierto tiempo se detenga. La suspensión no importa
la extinción de la norma. Cesada la causa de la suspensión,
transcurrido el plazo de duración que se hubiera fijado para ella
o derogada la norma que la impuso, la suspensión termina y
automáticamente la norma suspendida recobra a plenitud sus
fRkl
De Ruggiero, Roberto, op. cit., pág. 166. En el mismo sentido: León efectos, sin necesidad de requisito adicional alguno < 901.
I
Barandiarán, José, op. cit. en nota (55), pág. 7, Coviello, Nicolás, op. cit.,
pág. 105. ('�n No será necesario, por tanto, restablecer la eficacia de la norma suspendida en
Ducci Claro, refiriéndose al caso de realización del fin que se proponía la ley,
(K'I)
forma expresa. En cambio, cuando se produce la derogación de unn norma que,
menciona como ejemplo el de «una ley que autoriza una expropiación por a su turno. derogó o modificó otra y se busca que ésta recobre su vigencia. es
causa de utilidad pública, (la que) una vez realfzada la expropiación píen.le preciso un pronunciamiento explícito en tal sentido (vid. in.fra XV).
su vigencia, pues ya se realizó el fin para el cual fue dictada» (op. cit., pág. La diferencia de tratamiento responde a que en un caso. el primero. la norma
56). sigue vigente si hien tiene suspendida su eficacia. mientras que en el otro. la
norma cesó de tener vigencia y se busca restaurar ésta.
104 105
y
-----------Carlos Cá rden as Quirós -----------
Modificación y Derogación de las Norm::is Legales
Puede acontecer que la suspensión no esté vinculada a XV. DEROGACION DE LA NORMA DEROGATORIA O
una causa específica o no se encuentre sujeta a plazo determi­ MODIFICATORIA: NO REVIVISCENCIA DE LA NOR­
nado alguno. En ese supuesto, si bien, al menos teóricamente, MA DEROGADA O MODIFICADA.
la norma suspendida puede recobrar eficacia en algún momento
por efecto de la cesación de la V:igencia de Ja norma que
La derogación de la norma que derogó o modificó otra no
estableció la suspensión, la duración indefinida de ésta acerca la
implica que ésta recobre automáticamente vigencia en sus
situación a un caso de derogación.
términos originales. Dice Batlle Vásquez l91 >: «La derogación
de una ley no implica la reviviscencia del estado anterior a ella
con todas sus consecuencias». Como expresa De Ruggiero cni:
'
-. «para que la primera ley derogada recobre su vigor, precisa una
declaración expresa del legislador, y este es el oficio de las leyes
llamadas restablecedoras o restauradoras ... >>.
En el mismo sentido se pronuncia Messineo < 93l: « .. .la
abrogación de una norma abrogante no tiene la función de
volver a su anterior estado a la norma abrogada por esta última,
salvo que se disponga expresamente para tal caso (norma
repristinatoria o reintegratoria)».
De igual parecer son Ducci Claro <94 >, Pescio <95 i, Lacruz
Berdejo <96>, Albaladejo <97 i, De la Vega < 98 >, Coviello < 99 i y
1'HJ Batlle Vásquez, Manuel, op. cit., pág. 74.
cn 1 De Ruggiero, Roberto. op. cit., pág. 169.
,�J, Messinco, Francesco, op. cit., pág. 88.
c•i.i, Ducci Claro, Carlos, op. cit., pág. 56.
< 9$> Pescio Y.. Victorio, op. cit., pág. 260.
<%• Lacruz Bcrdejo, José Luis, op. cit., pág. 218.
,,m Alhaladcjo García, Manuel, op. cit.. pág. 87.
' "1
0
De la Vega Bcnayas. Carlos, Tcorít1, aplicación y eficacia de las normas en el
Código Civil. Editorial Civitas, S.A., Madrid. 1976, pág. 109.
i'l'I>
Coviello. Nicolás, op. cit.. págs. 106-107.
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