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El papel del trabajo en la transformación del Mono en Hombre

María Gamarra

IDDI Nueva Granada

10°C

Barranquilla – Atlántico

2019
El papel del trabajo en la transformación del Mono en Hombre

El trabajo es la fuente de toda riqueza, lo es a la par de la naturaleza, quien provee al

hombre de todos los materiales que se convierte en riqueza, pero el trabajo no es sólo eso, el

trabajo también ha creado al Hombre. En la época denominada terciario, vivía una raza de

monos antropomorfos, ellos utilizaban sus manos y sus pies para trepar, pero comenzaron a

darles otras funciones a sus manos; por eso empezaron a prescindir de ellas para caminar y

así adoptar una posición erecta. Para los monos, la posición erecta primero fue una norma y

luego una necesidad. Por eso las manos tienen que ejecutar funciones cada vez más variadas.

Para que fueran evolucionando poco a poco, sus manos tuvieron que hacer operaciones

sencillas, así la mano adquirió cada vez más destreza y habilidad, las cuales se transmitieron

de generación en generación. Podemos ver entonces que la mano no es sólo un elemento del

trabajo, también es producto de él. El dominio de la naturaleza, iba ampliando horizontes,

haciéndolo descubrir propiedades de la esta, que para entonces eran desconocidas. El

desarrollo del trabajo tenía que contribuir a agrupar aún más a los miembros de una sociedad;

para esto surge la necesidad de que los hombres se comunicaran verbalmente, y es cuando se

creó el lenguaje. Primero el trabajo, luego la palabra articulada, esos fueron los estímulos

principales para que el cerebro del Mono se fuera transformado gradualmente en cerebro

humano. Cambiando la alimentación, se comenzaron a crear las condiciones químicas para la

transformación del Mono en ser humano. El consumo de carne ofreció al organismo los

ingredientes más esenciales para el metabolismo humano; en donde más se observaban los

cambios al tener una dieta carnívora era en el cerebro. El Hombre aprendió también a vivir en

cualquier clima, así se extendió por toda la superficie, siendo el único animal capaz de

hacerlo por iniciativa propia; éstos cambios de clima crearon nuevas necesidades, buscaron

vivienda y cubrieron su cuerpo para protegerse del frío y la lluvia. Con ayuda de la mano, del

cerebro y del lenguaje, los hombres aprendieron a ejecutar operaciones cada vez más
complicadas, a planearse y a alcanzar objetivos. Así fueron surgiendo nuevas actividades

hasta llegar al comercio, de las tribus salieron naciones y Estados, se desarrolló el derecho y

la política y con ello la religión.

En la fase temprana de la sociedad, la cabeza que planificaba el trabajo era capaz de obligar a

manos ajenas a realizar el trabajo proyectado por ella. El proceso de la civilización fue

atribuido a la actividad del cerebro. El Hombre modifica la naturaleza y la obliga así a

servirle, la domina. Esta es la diferencia esencial que existe entre animales y hombres, todo

viene por efecto del trabajo.

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