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EXPEDIENTE N°02-2012

SECRETARIO: CONDORI
SUMILLA.- INTERPONE RECURSO DE
APELACION

SEÑOR JUEZ DEL JUZGADO ESPECIALIZADO EN LO


CIVIL DE ANDAHUAYLAS

GLADIS RODRIGO GONZALES, en el proceso seguido contra la


Municipalidad de Santa María de Chicmo, sobre IMPUGNACIÓN DE DESPIDO
ARBITRARIO, a usted atentamente digo:

Que dentro del plazo de ley, y al amparo de lo dispuesto por el Art. 364
del Código Procesal Civil, de aplicación supletoria, interpongo RECURSO DE
APELACION contra la sentencia Nº 17 de fecha siete de mayo del dos mil
trece, expedida por su despacho, la misma que declara improcedente mi
demanda por IMPUGNACION DEL DESPIDO, atendiendo a los siguientes
fundamentos.

I.- FUNDAMENTOS DEL RECURSO:


Errores de hecho y derecho incurrido en la sentencia materia de
impugnación

PRIMERO.- La sentencia impugnada reconoce la relación jurídica laboral


existente entre mi patrocinada y la Municipalidad demandada, en los
considerandos tercero y cuarto, como expresamente lo señala.
SEGUNDO.- No obstante, reconocer la relación jurídico laboral, en el
CONSIDERANDO QUINTO cita el artículo 36 del TUO de la Ley del D.S, 003.97-
TR, señalando que “las pretensiones como el de autos, es de accionarse
judicialmente dentro de los treinta (30) días naturales de producido el hecho”..;
TERCERO.- En el CONSIDERANDO SEXTO, señala que “habiéndose suscitado
el despido de la demandante desde el 01 de enero del año 2012 a su
notificación del 31 de diciembre del año 2011, e interpuesta que fue la
demanda de autos el 02 de febrero del año 2012, es decir luego de
transcurridos los 30 días hábiles del hecho; la pretensión de autos a la fecha del
ejercicio de la acción ha caducado,…”.

HECHO QUE SE FUNDA EN UN ARGUMENTO ACTUALMENTE SUPERADO Y


PLENAMENTE ACLARADO MEDIANTE EL PLENARIO JUDICIAL DEL AÑO 2000,
cuya copia adjunto, y que a mayor abundamento señala lo siguiente: “Para
efectos de la suspensión del cómputo del plazo de caducidad a que se refiere el
artículo 36º del texto Único Ordenado (TUO) del Decreto Legislativo 728 -Ley
de productividad y Competitividad Laboral- aprobado por el Decreto Supremo
N.º 03-97-TR, se aplican íntegramente las disposiciones contenidas en el
artículo 58º del Decreto Supremo N.º 01-96- TR, en la medida que
desarrolla el concepto de falta de funcionamiento del Poder Judicial
previsto en el artículo 36º del TUO”.
 
Por su parte, el aludido  artículo 58º del Decreto Supremo 001-96- TR
desarrolla la causal de suspensión del plazo de caducidad vinculada a la falta de
funcionamiento del Poder Judicial, determinando que ésta se produce: (a) en
los días en que se suspende el Despacho Judicial conforme al artículo 247º de
la Ley Orgánica del Poder Judicial; y, (b) en aquellas otras situaciones que, por
caso fortuito o fuerza mayor, impidan su funcionamiento. Finalmente el
artículo 247º  de la Ley Orgánica del Poder Judicial señala que no hay
Despacho Judicial los días sábados, domingos y feriados no
laborables, y los de duelo nacional y judicial; asimismo por el inicio
del Año Judicial y por el Día del Juez.

En este orden de ideas resulta necesario mencionar que no se ha tomado en


cuenta esto al momento de emitir la sentencia y menos aun al computar el
plazo de caducidad, por lo que la demanda se encuentra dentro del plazo
establecido por lo que debe declararse fundada la misma en su oportunidad
procesal.
CUARTO.-De igual manera, mi relación laboral a superado la etapa de prueba
por lo que adquiere todas las garantías establecidas de un contrato
indeterminado, la misma que se prueba con la carta de comunicación 090-
2011 GM-MDSMCH/AND de fecha 27 de diciembre del 2011, que pone
fin a la relación laboral, con que puedo demostrar que el contrato laboral
existe.
QUINTO.- la vulneración a mi derecho laboral se produce con el DESPIDO
INCAUSADO cuando la municipalidad me despide SIN EXPRESARME CAUSA
ALGUNA, SIN NINGUNA JUSTIFICACION, Y SIN MOTIVO ALGUNO. Establecida
para su efecto. . Y realmente sigue Realizando trabajos rutinarios.
SEXTO.- nunca tuve amonestación, sanción, ni suspensión alguna laboral
alguna. Sin embargo está comprobado que fue despedido despojado de mi
trabajo así como demuestra la carta Nº 090-2011 GM-MDSMCH/AND del 27 de
diciembre del 2011.
SETIMO.- el carácter de mi trabajo fue de SUB ORDINADO, REMUNERADO Y
MAYOR A OCHO HORAS DIARIAS.
OCTAVO.- por estas consideraciones solicito a su despacho conceder la alzada
en vía de apelación, con el objeto de que el superior jerárquico revoque la
sentencia impugnada, declarando fundada la demanda en todos sus extremos
la protección del poder judicial que busco alcanzar el DESPIDO NULO, que me
arrebato mi derecho constitucional al trabajo.

NATURALEZA DEL AGRAVIO


El agravio que me casia la resolución materia de impugnación es
eminentemente moral, ya que al declararse infundada la demanda planteada se
deja a la recurrente en un estado de indefensión frente a un acto arbitrario por
parte de la demandada.

PRETENSION IMPUGNATORIA
La presente impugnación tiene como finalidad que el superior jerárquico
revisados los autos emita un nuevo pronunciamiento revocando la resolución
materia de impugnación y reformándola declare fundada la demanda incoada.
POR LO TANTO
A Ud. Señor juez, solicito se sirva conceder el recurso de apelación interpuesto.

PRIMER OTRO SI DIGO.- No adjunto tasa judicial por ser un proceso


laboral, asimismo adjunto a la presente plenos jurisdiccionales en materia
laboral.

Andahuaylas 15 de mayo del 2013


PLENO JURISDICCIONAL NACIONAL LABORAL 1999
TRUJILLO
Acuerdo Nº 01-99
Caducidad
CONSIDERANDO:
Primero.- Que la caducidad en materia laboral tiene regulación propia en cuanto al
plazo y ejercicio
de la acción.
Segundo.- Que el artículo 36ª del Texto Único Ordenado TUO del Decreto Legislativo
728 -Ley de
Productividad y Competitividad Laboral- aprobado por Decreto Supremo 03-97- TR
establece que el
plazo para accionar judicialmente en los casos de nulidad de despido, despido
arbitrario y hostilidad,
caduca a los treinta (30) días naturales de producido el hecho sin que tal circunstancia
perjudique el
derecho del trabajador de demandar, dentro del período de prescripción, el pago de
otras sumas
líquidas que le adeude el empleador;
Tercero.- Que el último párrafo del referido artículo 36ª establece como causal de
suspensión del
plazo de caducidad: la imposibilidad material de accionar ante un tribunal peruano en
los siguientes
casos: (i) por encontrarse el trabajador fuera del territorio nacional e impedido de
ingresar a él; y, (ii)
por la falta de funcionamiento del Poder Judicial;
Cuarto.- Que el artículo 58ª del Decreto Supremo 001-96- TR, Reglamento vigente del
TUO del
Decreto Legislativo 728, desarrolla la causal de suspensión del plazo de caducidad
vinculada a la falta
de funcionamiento del Poder Judicial, determinando que ésta se produce: (i) en los
días en que se
suspende el Despacho Judicial conforme al artículo 247ª de la Ley Orgánica del Poder
Judicial; y, (ii)
en aquellas otras situaciones que por caso fortuito o fuerza mayor impidan su
funcionamiento;
Quinto.- Que el artículo 247ª de la Ley Orgánica del Poder Judicial señala que no hay
Despacho
Judicial los días sábados, domingos y feriados no laborables y los de duelo nacional y
judicial;
asimismo por el inicio del Año Judicial y por el Día del Juez;
Sexto. - Que el artículo 36ª del TUO de la Ley de Productividad y Competitividad
Laboral admite
puntualmente diversas variables de suspensión del plazo de caducidad, por lo que su
norma
reglamentaria desarrolla la norma legal;
Sétimo.- Que es objetivo de los Plenos Jurisdiccionales concordar los criterios
discrepantes existentes
para promover la seguridad jurídica que se expresa en resoluciones judiciales
predecibles, por lo que,
en tanto se dicte la norma legal en materia de caducidad laboral que la precise;
EL PLENO ACUERDA:
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Para efectos de la suspensión del cómputo del plazo de caducidad a que se refiere el
artículo 36ª del
Texto Único Ordenado (TUO) del Decreto Legislativo 728 -Ley de Productividad y
Competitividad
Laboral- aprobado por el Decreto Supremo Nº 03-97-TR, se aplican íntegramente las
disposiciones
contenidas en el artículo 58ª del Decreto Supremo Nº 01-96- TR, en la medida que
desarrolla el
concepto de falta de funcionamiento del Poder Judicial previsto en el artículo 36º del
TUO.
Acuerdo Nº 02-99
Abandono
CONSIDERANDO:
Primero.- Que si bien el Decreto Supremo 03-80- TR estableció en su artículo 53ª el
abandono en el
proceso laboral, la vigente Ley Procesal del Trabajo Nº 26636, no recoge dicho
instituto en atención a
la naturaleza de los derechos que se discuten en el proceso laboral, con la única
excepción del
archivamiento del proceso previsto en su artículo 64ª;
Segundo.- Que la Tercera Disposición Final de la Ley Procesal de Trabajo que
establece que en lo no
previsto en ella son de aplicación supletoria las normas del Código Procesal Civil, debe
concordarse
con la Primera Disposición Final del Código Adjetivo que determina que las
disposiciones de este
Código se aplican supletoriamente a los demás ordenamientos procesales, siempre que
sean
compatibles con su naturaleza;
Tercero.- Que en el Pleno Jurisdiccional Laboral 1997 se acordó que el Código Procesal
Civil se
aplicará supletoriamente a los procesos regulados por la Ley Procesal de Trabajo
cuando exista una
remisión expresa o una deficiencia de ésta última que tenga que ser cubierta por el
Código Adjetivo,
siempre que se trate de una materia regulada y exista compatibilidad con a naturaleza
del proceso
laboral.
Cuarto.- Que aplicar las normas del Código Procesal Civil que determinan la declaración
de
abandono contravendría lo dispuesto en el artículo 5ª de la Ley Orgánica del Poder
Judicial que obliga
al juez a impulsar el proceso de oficio salvo reserva procesal expresa que la Ley
Procesal de Trabajo
no contempla;
Quinto.- Que además, uno de los efectos del abandono previsto por el Código Procesal
Civil en sus
artículos 351ª y 354ª, es que declarado éste la prescripción sigue transcurriendo como
si la
interrupción no se hubiese producido, impidiendo al demandante iniciar otro proceso
con la misma
pretensión durante un año contado a partir de la notificación del auto que declare el
abandono,
poniendo en evidente peligro, tratándose del trabajador, el cobro de sus derechos y
beneficios sociales,
e introduciendo una limitación al derecho de ejercer la acción;
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EL PLENO ACUERDA:
En el proceso laboral no procede la declaración de abandono, por lo que no se aplican
supletoriamente
las normas del Código Procesal Civil que regulan este instituto. Los jueces que
administran la Justicia
Laboral tienen la responsabilidad de cumplir eficazmente con la obligación que le
impone el artículo I
del Título Preliminar de la Ley Procesal de Trabajo sobre la dirección e impulso del
proceso a fin de
obtener la resolución de las causas en el menor tiempo posible.
Acuerdo Nº 03-99
Intereses por remuneración vacacional impaga
CONSIDERANDO:
Primero.- Que el Decreto Ley 25920 establece en su artículo 3ª que el interés legal
sobre los montos
adeudados por el empleador se devengan a partir del día siguiente de aquél en que se
produjo el
incumplimiento y hasta el día de su pago efectivo, sin que sea necesario que el
trabajador afectado
exija, judicial o extrajudicialmente, el cumplimiento de la obligación al empleador o
pruebe haber
sufrido algún daño;
Segundo.- Que conforme al artículo 23ª del Decreto Legislativo 713, en caso que el
trabajador no
disfrute del descanso vacacional dentro del año siguiente a aquel en el que adquiere el
derecho, las
remuneraciones correspondientes se calcularán en base a la que se encuentre
percibiendo en la
oportunidad que se efectúe el pago;
Tercero.- Que esta última norma tiene su antecedente en el Decreto Supremo 019-89-
TR de 21 de
junio de 1989 que modificando lo previsto en el artículo 8ª del Decreto Supremo 017
de 24 de octubre
de 1961, que establecía que la remuneración vacacional debía ser pagada en base a la
remuneración
histórica. determinó que, en caso de falta de goce del descanso físico en la
oportunidad establecida por
ley, las remuneraciones debían ser abonadas tomando como base para su cálculo, el
monto de la
remuneración total que perciba el trabajador al hacerse efectivo su pago;
Cuarto.- Que tanto el antecedente legal mencionado como la norma vigente tienen
como objeto
proteger la capacidad adquisitiva de la remuneración vacacional impaga del trabajador;
Quinto.- Que deben concordarse ambas normas para lograr la protección indicada, de
tal modo que
cuando opera el incremento de la remuneración que sirve de base, excluye la
aplicación de los
intereses y, viceversa, cuando no se produce incremento, se deben calcular tales
intereses, ya que los
dos supuestos persiguen la misma finalidad, siendo excluyentes entre sí;
EL PLENO ACUERDA:
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Los intereses correspondientes a las remuneraciones de las vacaciones
a) Cuando el vínculo laboral se encuentra vigente, el pago de la remuneración
vacacional adeudada
generará intereses, a partir del día siguiente en que ocurrió el incumplimiento, sólo si
desde la indicada
fecha y hasta la oportunidad en que se hace. efectivo el pago, no se produjo
incremento de
remuneración. De haber ocurrido incremento de remuneración, entonces no procede el
pago de
intereses.
b) Si se ha producido el cese, el pago de la remuneración vacacional adeudada se
efectúa con la
remuneración vigente a la fecha de éste más los intereses legales que se generen a
partir del día
siguiente del mismo, y hasta el día de su pago efectivo. De no haber ocurrido
incremento de
remuneraciones desde el vencimiento de la oportunidad del goce del descanso
vacacional hasta la del
cese del trabajador, entonces procederá el pago de intereses desde el día siguiente en
que ocurrió dicho
Incumplimiento.
Acuerdo Nº 04-99
Intereses respecto del pago del incremento de remuneraciones acordado por
Pacto t
Colectivo o establecido por Laudo Arbitral
CONSIDERANDO:
Primero.- Que conforme al artículo 1324ª del Código Civil, aplicable supletoriamente en
lo que
corresponda, según lo dispuesto por su artículo IX del Título Preliminar, concordante
con el artículo 3ª
del Decreto Ley 25920, las obligaciones de dar suma de dinero devengan el interés
legal desde el día
siguiente en que el deudor, en este caso el empleador, incumple con dicha obligación;
Segundo.- Que el interés moratorio tiene por finalidad indemnizar la mora en el pago,
sancionándose
de esta manera el retraso en el cumplimiento de la obligación que corresponda al
deudor;
Tercero.- Que en el caso de los convenios colectivos la obligación de pago de
remuneraciones nace a
partir de la fecha en que se celebra o se lauda la convención colectiva o desde la fecha
que se señale en
ella para su cumplimiento, por lo cual los intereses sólo se devengan a partir del día
siguiente en que
ocurra el incumplimiento de dicho acuerdo;
EL PLENO ACUERDA:
Los intereses sobre incremento de remuneraciones o beneficios económicos acordados
en convención
colectiva o dispuestos por laudo arbitral que deban abonarse retroactiva mente, se
devengan a partir
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del día siguiente del que se celebra o se lauda la convención colectiva o de la fecha
que se señale en
ella para su cumplimiento.
Acuerdo Nº 05-99
Interrupción de la Prescripción de las Acciones Laborales
CONSIDERANDO:
Primero.- Que la prescripción en materia laboral tiene regulación propia en cuanto al
plazo y ejercicio
de la acción;
Segundo.- Que el plazo está fijado en dos años para las acciones por derechos
derivados de la relación
laboral de conformidad con el Artículo Único de la Ley 27022, que se computa a partir
del día
siguiente del cese del trabajador, excepto los casos de la prescripción iniciada
conforme a la
legislación anterior a que se refiere su Segunda Disposición Transitoria;
Tercero.- Que el plazo de prescripción se cumple el último día de su vencimiento, por
lo que hasta esa
oportunidad es posible el ejercicio de la acción;
Cuarto.- Que la acción se promueva as través de la demanda y esta debe presentarse
de3ntro del
periodo de prescripción tal como lo establece la regla contenida en el artículo 36ª de la
Ley de
Productividad y Competitividad Laboral - Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo
728-
aprobado por el Decreto Supremo 003-97- TR, interrumpiendo el curso del plazo salvo
que
posteriormente quede sin efecto por las causas previstas en la norma procesal
aplicable:
EL PLENO ACUERDA:
El plazo de prescripción de las acciones por derechos derivados de la relación laboral
se interrumpe
con la presentación de la demanda ante el órgano jurisdiccional.
Acuerdo Nº 06-99
Compensación de Deudas Recíprocas entre la CTS y el monto de la Reparación
Civil.
CONSIDERANDO:
Primero- Que el artículo 37° del Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo 650
establece que los
depósitos de la compensación por tiempo de servicios, incluidos sus intereses son
intangibles e
inembargables salvo por alimentos y hasta el 50%, determinándose como excepciones
a la
intangibilidad los supuestos .previstos en los artículos 40°, 41° y 43° del mismo
dispositivo, por lo
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cual no puede extenderse a supuestos distintos a los taxativamente señalados, en
aplicación del
artículo IV del Título Preliminar del Código Civil según el cual la ley que establece
excepciones o
restringe derechos no se aplica por analogía;
Segundo.- Que el artículo 51° de la referida ley establece que si el trabajador es
despedido por
comisión de falta grave que haya originado perjuicio económico al empleador, éste
deberá notificar al
depositario para que la compensación por tiempo de servicios y sus intereses quede
retenida por el
monto que corresponda en custodia por el depositario a las resultas del juicio que
promueva el
empleador; .y que cuando el empleador tenga la calidad de depositario, éste efectúe
directamente la
retención;
Tercero- Que el mismo artículo establece que la acción de daños y perjuicios que
desee ejercitar el
empleador debe interponerse dentro de los treinta días naturales de producido el cese
ante el Juzgado
de Trabajo respectivo, debiendo acreditar el empleador ante el depositario el inicio de
la citada acción
judicial; y j que ésta no perjudica el ejercicio de la acción penal que pudiera
corresponder;
Cuarto -Que en consecuencia la norma ha previsto de manera taxativa que se trata de
la acción legal
de daños y perjuicios que se interpone ante el Juzgado de Trabajo respectivo, lo cual
descarta la
posibilidad de que los daños y perjuicios sean cobrados con cargo a la compensación
por tiempo de
servicios retenida, a través de la reparación civil que se mande pagar en un proceso
penal;
Quinto -Que al no existir norma expresa que permita efectuar la compensación a que
se refiere el
considerando anterior, el Juez de Trabajo no puede, en vía de interpretación, crear una
obligación que
afecte a dicho beneficio, pues éste sólo puede ser sujeto de embargo en los casos
expresamente
previstos en la misma;
EL PLENO ACUERDA:
No procede la compensación de deudas entre la compensación por tiempo de servicios
y el monto
mandado pagar en un proceso penal por concepto de reparación civil.
Acuerdo Nº 07-99
Compensación de Deudas Recíprocas entre la Indemnización por Despido
Arbitrario y
la Indemnización por daños y perjuicios mandadas pagar al Trabajador
CONSIDERANDO:
Primero:- Que de conformidad con el artículo 34ª de la Ley de Productividad y
Competitividad
laboral aprobada por Decreto Supremo 003-97- TR la indemnización por despido
arbitrario tiene como
finalidad reparar el daño sufrido por el trabajador como consecuencia de dicho acto;
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Segundo.- Que la Indemnización ordenada pagar al trabajador por los daños y
perjuicios originados a
su empleador durante la vigencia del vínculo laboral o con ocasión de ésta, tiene la
misma naturaleza
que la indemnización a que refiere el considerando anterior;
Tercero.- Que en consecuencia resulta de aplicación supletoria el artículo 1288ª i del
Código Civil
según el cual por la compensación se extinguen las obligaciones recíprocas, líquidas,
exigibles y de
prestaciones fungibles y homogéneas, hasta donde respectivamente alcancen, desde
que hayan sido
opuestas la una a la otra;
EL PLENO ACUERDA:
Procede la compensación de deudas recíprocas entre la indemnización por despido
arbitrario y la
indemnización por daños y perjuicios mandadas pagar al trabajador.
Acuerdo Nº 08-99
Incompetencia de los Juzgados de Trabajo para determinar Monto de las
Retenciones
de Tributos a cargo del Empleador
CONSIDERANDO:
Primero.-Que la competencia por razón de la materia de los Juzgados de trabajo está
determinada por
el artículo 4ª de la Ley Procesal de Trabajo;
Segundo.- Que la referida ley no otorga competencia tributaria alguna a los Jueces de
Trabajo;
Tercero.- Que el artículo 54ª del Código Tributario referido a la exclusividad de las
facultades de los
órganos de administración establece que ninguna otra autoridad, organismo, ni
institución distinta a
los señalados en los artículos 50ª y siguientes del mismo Código, podrá ejercer las
facultades
conferidas a los órganos administradores de tributos, bajo responsabilidad lo que
significa que la
determinación de la obligación; tributaria corresponde, en primer lugar, al deudor
tributario y en el
caso de los trabajadores en relación de dependencia, a los empleadores,
correspondiendo a la
Administración Tributaria, verificar la realización del hecho generador de la obligación
tributaria,
identificar al deudor tributario, señalar la base imponible y la cuantía del tributo, así
como efectuar la
fiscalización correspondiente, tal como lo establecen los artículos 59ª y 61ª del mismo
Código;
Cuarto.- Que la competencia de los jueces se determina por ley y no por interpretación
jurisprudencial;
EL PLENO ACUERDA:
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Los Juzgados de Trabajo no son competentes para determinar las retenciones a cargo
del empleador
del Impuesto a la Renta y de cualquier otro tributo o aportación sobre los reintegros de
remuneraciones
ordenados pagar a favor del trabajador. La responsabilidad de establecer el monto de
la retención
corresponde al empleador.
Trujillo, 14 de agosto de 1999
COMISIÓN DE MAGISTRADOS
Dr. EDMUNDO VILLACORTA RAMIREZ Dra. ISABEL TORRES VEGA
Dr. NESTOR MORALES GONZALEZ Dra. LEONOR AYALA FLORES
EXP. N.° 05878-2007-PA/TC
TACNA
PATRICIA JARAMILLO
VARGAS   
 
 
RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
  
Lima, 10 de octubre de 2008
 
VISTO
 
El recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Patricia
Jaramillo Vargas contra la Resolución de la Sala de Derecho Constitucional y
Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, de fojas 40 del segundo
cuaderno, su fecha 16 de noviembre de 2006 que, confirmando la apelada,
declaró improcedente la demanda de amparo de autos interpuesta; y,
 
ATENDIENDO A
 
1.    Que con fecha 31 de mayo de 2006, la recurrente interpone demanda de
amparo contra  los Vocales integrantes de la Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Tacna. Solicita se declare ineficaz la Resolución N.° 16, de
fecha 23 de enero de 2006, que declaró  fundada la excepción de caducidad
deducida por la Caja Municipal y Crédito de Tacna S.A. en el proceso de
indemnización por despido arbitrario que le sigue la recurrente (Exp. N.º
2005-00049). Asimismo, solicita se deje sin efecto la Resolución N.° 19, de
fecha 24 de marzo de 2006, que declaró improcedente la nulidad deducida
por la demandante contra la aludida Resolución N.°16.
 
Según refiere la demandante se ha violado su derecho a la tutela procesal
efectiva, toda vez que la Sala emplazada ha declarado fundada la excepción
de caducidad y por tanto el archivo del proceso aludido, aplicando
indebidamente el plazo de prescripción para interponer una demanda por
despido arbitrario a que se refiere el artículo 36º del Decreto Supremo 003-
96, el mismo que, conforme a un Pleno Jurisdiccional del año 1999, debe ser
entendido como de 30 días hábiles y no naturales, como ha sido el criterio
del órgano judicial emplazado. La recurrente considera que esta
interpretación viola sus derechos laborales y restringe de manera irrazonable
su derecho a la tutela judicial efectiva.
 
2.    Que mediante Resolución de fecha 24 de julio de 2006, la Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Tacna declaró improcedente la demanda por
considerar que la recurrente cuestiona un proceso que se ha tramitado con
arreglo a ley. La recurrida confirmó la apelada, precisando, además, que la
recurrente pretende cuestionar el criterio asumido por la Sala emplazada.
 
3.    Que mediante el presente proceso, la recurrente solicita que se declare la
nulidad e ineficacia de dos resoluciones judiciales. La primera que, revocando
la sentencia de primera instancia, declaró Fundada la excepción de
caducidad interpuesta por la institución emplazada en el proceso sobre
indemnización por despido arbitrario que había presentado en el juzgado
laboral de Tacna ((Exp. N.º 2005-00049). Mediante la segunda resolución
cuestionada, el órgano judicial emplazado declaró improcedente la solicitud
de nulidad presentada contra la aludida resolución. La recurrente considera
que se viola su derecho a la tutela procesal efectiva, así como su derecho a
la interpretación más favorable al trabajador en caso de duda a que se
refiere el artículo 26.3 de la Constitución, pues que en el presente caso –
arguye- existen criterios judiciales divergentes que generan duda en la
interpretación del plazo de caducidad para la presentación de la demanda de
indemnización por despido arbitrario, por lo que las instancias judiciales
debieron, en todo caso, seguir el criterio que mejor protegía los derechos de
la recurrente, antes de realizar una interpretación literal del artículo 36º del
Decreto Supremo  N.º 003-97-TR.
 
4.    Que conforme se desprende de autos, en el presente caso, la instancia
judicial emplazada, al revocar la decisión de primera instancia y declarar
fundada la excepción de prescripción deducida, se ha basado en una decisión
de la Corte Suprema del año de 1998 (Cas. N.º 0502-98), la misma que,
conforme puede verse, se refiere solo a la interpretación del primer párrafo
del artículo 36º del Decreto Supremo N.º 003-97, sin tomar en cuenta que
con fecha 10 de noviembre de 1999 se publicó en el diario oficial “El
Peruano”la Resolución Administrativa N.º 05-99.SCS/CSJR, expedida por la
Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de la República,
la misma que aprueba con carácter de obligatorio y conforme al artículo 116º
de la Ley Orgánica del Poder Judicial los acuerdos del Pleno Jurisdiccional
Laboral realizado en la ciudad de Trujillo, durante los días 11 al 14 de agosto
de dicho año. En el referido acuerdo de Pleno Jurisdiccional y en lo que aquí
interesa, se dispuso que: “Para efectos de la suspensión del cómputo del
plazo de caducidad a que se refiere el artículo 36º del texto Único Ordenado
(TUO) del Decreto Legislativo 728 -Ley de productividad y Competitividad
Laboral- aprobado por el Decreto Supremo N.º 03-97-TR, se aplican
íntegramente las disposiciones contenidas en el artículo 58º del Decreto
Supremo N.º 01-96- TR, en la medida que desarrolla el concepto de falta de
funcionamiento del Poder Judicial previsto en el artículo 36º del TUO” .
 
Por su parte, el aludido  artículo 58º del Decreto Supremo 001-96- TR
desarrolla la causal de suspensión del plazo de caducidad vinculada a la falta
de funcionamiento del Poder Judicial, determinando que ésta se produce: (a)
en los días en que se suspende el Despacho Judicial conforme al artículo
247º de la Ley Orgánica del Poder Judicial; y, (b) en aquellas otras
situaciones que, por caso fortuito o fuerza mayor, impidan su
funcionamiento. Finalmente el artículo 247º  de la Ley Orgánica del Poder
Judicial señala que no hay Despacho Judicial los días sábados, domingos y
feriados no laborables, y los de duelo nacional y judicial; asimismo por el
inicio del Año Judicial y por el Día del Juez.
 
5.     Que de todo ello puede establecerse prima facie que existen fundamentos
razonables que hacen suponer que en el presente caso, la instancia judicial
emplazada, al revocar la sentencia de primera instancia declarando fundada
la excepción de caducidad deducida por la empleadora, sin pronunciarse
sobre la pretensión planteada por la trabajadora en el referido proceso,
habría incurrido en violación de los derechos que se alegan. En efecto,
conforme se aprecia en el proceso laboral que se cuestiona, la primera
instancia ordenó el pago de una indemnización a favor de la trabajadora, 
luego de establecerse que la misma “(…) fue despedida arbitrariamente,
cuando tenía un año, cuatro meses y quince días desempeñando las
funciones del cargo de naturaleza permanente” , por lo que le correspondía 
el pago de una indemnización por despido arbitrario.
 
6.    Que no obstante, en el presente caso, las dos instancias judiciales, sin
apreciar los derechos fundamentales en cuestión, declararon la
improcedencia liminar de la presente demanda por lo que no ha sido posible
emplazar a todas las partes involucradas y, en especial, a la empleadora de
la recurrente, la Caja Municipal y Crédito de Tacna S.A., la misma que es la
favorecida con la resolución judicial que se cuestiona en este proceso. En tal
sentido, conforme a lo establecido en el artículo 43 del Código Procesal
Constitucional: “Cuando de la demanda apareciera la necesidad de
comprender a terceros que no han sido emplazados, el juez podrá integrar la
relación procesal emplazando a otras personas, si de la demanda o de la
contestación aparece evidente que la decisión a recaer en el proceso los va a
afectar.”
 
7.    Que advirtiéndose de autos que la decisión a adoptarse en el presente caso
podría, eventualmente, afectar el derecho de defensa de la Caja Municipal y
Crédito de Tacna S.A. en su calidad de entidad favorecida con la resolución
cuya ineficacia se reclama, y que la misma no ha sido emplazada por las
instancias inferiores, este Tribunal considera que se ha incurrido en causal de
nulidad insubsanable conforme a lo establecido en el segundo párrafo del
artículo 20° del Código Procesal Constitucional, debiéndose anular todo lo
actuado a efectos de que la instancia judicial correspondiente, atendiendo a
los fundamentos de la presente resolución, admita a trámite la demanda y
corra traslado de la misma a las partes, incluida la Caja Municipal y Crédito
de Tacna S.A.
 
Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
 
RESUELVE
 
1.      Declarar NULO todo lo actuado a efectos de que la demanda sea admitida
a trámite  atendiendo a los considerandos supra.
 
2.      Devolver el expediente a la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Tacna a efectos de que la tramite conforme a Ley.

Publíquese y Notifíquese

 
SS.
 
MESÍA RAMÍREZ
VERGARA GOTELLI
LANDA ARROYO
BEAUMONT CALLIRGOS
CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA
 

EXP. N.º 2070-2003-AA/TC


LIMA
JULIO LUIS
CALDERÓN TUPACYUPANQUI

 
 
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
 
En Lima, a los 18 días del mes de febrero de 2005, reunido el Pleno
Jurisdiccional del Tribunal Constitucional, con la asistencia de los señores
magistrados Alva Orlandini, Presidente; BardelliLartirigoyen, Gonzales
Ojeda, García Toma, Vergara Gotelli y Landa Arroyo, pronuncia la
siguiente sentencia
 
ASUNTO
 
Recurso extraordinario interpuesto por don Julio Calderón
Tupacyupanqui contra la resolución de la Sala de Derecho Constitucional
y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, de fojas 46 del
segundo cuaderno, su fecha 24 de enero de 2003, que declaró
improcedente, in límine, la demanda de amparo de autos.
 
ANTECEDENTES
 
El recurrente, con fecha 20 de mayo de 2002, interpone demanda
de amparo contra los vocales de la Segunda Sala Mixta de la Corte
Superior de Justicia de Junín, a fin de que se declare la nulidad de la
Resolución N.° 25, del 21 de junio de 2001, que declaró fundada la
excepción de caducidad e improcedente su demanda de nulidad de
despido interpuesta contra Telefónica del Perú S.A.A. Alega que los
emplazados han violado su derecho al debido proceso, toda vez que no
tomaron en cuenta el Pleno Jurisdiccional Laboral de 1999, en el que se
acordó que el plazo de caducidad de 30 días a que se refiere el artículo
36° del Decreto Supremo N.° 003-97-TR debía computarse sin tener en
cuenta los feriados, sábados y domingos, porque el despacho judicial se
suspende en esos días.
 
La Primera Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Junín, con
fecha 22 de marzo de 2002, declaró improcedente, in límine, la demanda,
por considerar que la cuestionada resolución emana de un procedimiento
regular.
 
La recurrida confirmó la apelada, por el mismo fundamento.
 
FUNDAMENTOS
 
1. 1.      La presente demanda fue rechazada liminarmente tanto en primera
como en segunda instancia, en aplicación del inciso 2) del artículo 6° de la
Ley N.° 23506, por considerar que la cuestionada resolución ha sido emitida
dentro de un procedimiento regular.
 
La justificación de tal rechazo liminar puede sintetizarse en lo expuesto por
la recurrida:
contra la resolución judicial que se cuestiona en este proceso, “el recurrente
interpuso recurso de casación (...), de donde se tiene que el demandante ha
tenido la oportunidad de denunciar las anomalías que pudieron haberse
incurrido (...)”; “que, siendo así, es del caso declarar la improcedencia de la
demanda (...), toda vez que contra resolución judicial emanada de un
procedimiento regular no proceden las acciones de garantía; máxime aun si
en como se aprecia del propio tenor de la demanda lo que en realidad
pretende el recurrente es cuestionar el criterio jurisdiccional adoptado por
los Magistrados demandados al emitir el pronunciamiento cuya nulidad se
pretende (...)”.
 
2. 2.      En la evaluación de si un amparo contra resoluciones judiciales debe
declararse improcedente in límine, este Tribunal ha sido especialmente
sensible en señalar que muchas veces la determinación de tal rechazo no
resulta fácil de determinar.
 
En ese sentido, hemos señalado que los supuestos en que tal juicio de
improcedencia in limine de la acción pueda derivarse de una simple lectura
de la demanda son tan excepcionales, que esta sólo puede justificarse
cuando sea tan manifiestamente improcedente la pretensión, que no haya
motivo razonable para sobrecargar la actividad de los jueces
constitucionales.
 
Evidentemente, esta última situación no se presenta en el presente caso, no
bien se percibe los agravios formulados en la demanda y los motivos que
llevaron a la recurrida a rechazarla. Mientras que en la primera,
implícitamente, se alega violación del derecho de acceso a la justicia, la
segunda, en cambio, justifica el rechazo in límine sobre la base de que el
justiciable habría ejercido su derecho a la pluralidad de instancias y, si se
quiere, también el derecho de defensa. Asimismo, mientras en la demanda
se cuestiona un indebido cómputo del plazo de caducidad, derivado de
haberse computado días no hábiles, por el contrario, la recurrida afirma
como objeto de la demanda el cuestionamiento de un “criterio judicial”.
 
3. 3.      Es bien cierto que, como también se ha expuesto en la demanda y de
ella se ha hecho eco la recurrida, antes de promoverse el amparo, el
recurrente pretendió cuestionar la resolución que ahora se reclama con la
interposición del recurso de casación. Pero a no ser que dicha interposición
del recurso de casación pueda considerarse como una suerte de vía paralela
-criterio que por cierto este Colegiado no podría compartir-, este Tribunal no
ve en que manera tal interposición de dicho recurso impida que el Juez del
Amparo pueda conocer de la demanda, sobre todo si incluso antes de que
entrara en vigencia el Código Procesal Constitucional, una de las exigencias
jurisprudencialmente impuestas para la admisión de un amparo contra
resoluciones judiciales era que se hiciera ejercicio de los recursos existentes
en la jurisdicción ordinaria antes de que se promoviera una demanda de
esta naturaleza.
 
En ese sentido, el Tribunal considera que si es que acaso alguna relevancia
pueda tener que el recurrente haya interpuesto dicho recurso de casación,
ese es que en el amparo se debió cuestionar también la resolución que lo
resolvió, lo que entiende el Tribunal que no hizo el actor, por la sencilla
razón de que la resolución que resolvió el recurso interpuesto declaró nulo el
concesorio, alegando que no se trataba de una sentencia, sino de un simple
auto.
 
4. 4.      Antes, sin embargo, es preciso todavía que el Tribunal resuelva
preliminarmente si pese al rechazo in límine, puede pronunciarse sobre el
fondo de la cuestión. Y es que no habiéndose admitido la demanda, podría
pensarse que la controversia sería resuelta sin posibilitarse el ejercicio del
derecho de defensa de los emplazados.
 
Sin embargo, no es esa la situación que se observa en el presente caso. En
efecto, conforme se observa de fojas 30 del segundo cuaderno, la
Procuradora Pública encargada de los asuntos judiciales del Poder Judicial,
con fecha 21 de enero de 2003, se apersonó al proceso y, al hacerlo,
expresó los criterios en mérito de los cuales se debería declarar
improcedente la demanda.
 
Por tanto, habiéndose respetado el derecho de defensa y la necesidad de
obrar conforme al principio de economía procesal, además de la obligación
de adecuar la exigencia de las formalidades previstas al logro de los fines de
los procesos constitucionales, este Tribunal Constitucional es competente
para conocer del fondo del recurso de agravio constitucional.

5. 5.      Con la demanda se ha solicitado que se declare la nulidad de la


Resolución N.° 25, del 21 de junio de 2001, expedida por la Segunda Sala
Mixta de la Corte Superior de Justicia de Junín, en el proceso de nulidad de
despido iniciado por el accionante contra Telefónica del Perú S.A.A., que
declaró fundada la excepción de caducidad e improcedente su demanda. En
concreto, se ha considerado que se ha violado el derecho al debido proceso,
alegándose que al efectuarse el cómputo de plazos, la emplazada no habría
tomado en cuenta los acuerdos del Pleno Jurisdiccional laboral de 1999,
establecidos como obligatorios, según se afirma, mediante Resolución
Administrativa N.° 05-99-SCS/CSJR, de fecha 15 de setiembre de 1999.
 
Dos son, cuando menos, los sentidos en los que puede entenderse la
pretensión:
a/. En primer lugar, como que a través del amparo se pueda cuestionar
resoluciones judiciales que no respeten acuerdos de Pleno Jurisdiccional. Si
ese fuera el sentido, la demanda debería desestimarse. Sucede que a través
del amparo se protegen derechos fundamentales y no si las instancias de la
jurisdicción ordinaria respetan, o no, los criterios jurisprudenciales sobre las
leyes que adoptan en sus Plenos Jurisdiccionales.
 
b/. En segundo lugar, como que tras no observarse dichos criterios
jurisprudenciales, la Sala habría lesionado un derecho fundamental de orden
procesal. Una lectura de la demanda permite concluir que esta se ha
planteado en este último sentido.
 
Tras un indebido cómputo del plazo, se habría violado el debido proceso.
Aunque el demandante no lo ha afirmado específicamente, ese derecho no
sería otro que el de acceso a la justicia, más que el de obtener un fallo que
ponga fin a su controversia de orden laboral, pues tras declararse fundada
la excepción de caducidad, se declaró improcedente la demanda.
 
6. 6.      En la STC 2763-2002-AA/TC, este Tribunal señaló que el derecho de
acceso a la justicia tiene base constitucional, puesto que se trata de un
contenido implícito del derecho a la tutela jurisdiccional, este último
reconocido en el inciso 3) del artículo 139° de la Constitución.
 
Como tal, garantiza que un particular tenga la posibilidad, real y efectiva de
acudir al juez, como tercero imparcial e independiente, con el objeto de
encargarle la determinación de sus derechos y obligaciones de orden
laboral.
Evidentemente, como sucede con todo derecho fundamental, también el de
acceso a la justicia es un derecho que puede ser limitado. Sin embargo,
cualesquiera que sean las restricciones o límites que se establezcan, la
validez de éstos depende de que no obstaculicen, impidan o disuadan
irrazonablemente el acceso del particular a un tribunal de justicia.
 
Uno de los medios por virtud de los cuales dicho derecho se restringe en
materia de acceso a la justicia, es el establecimiento de plazos, más o
menos extensos, transcurrido el cual no es posible obtener una decisión
sobre el fondo del tribunal competente.
 
Como es obvio, su fijación es una tarea que, en principio, la Constitución ha
reservado al legislador ordinario, exigiendo de él la necesidad de respetar su
contenido esencial y, además, que la restricción misma satisfaga los
principios de razonabilidad y proporcionalidad.
 
Pero así como el legislador se encuentra vinculado por el derecho, in suo
ordine, también lo están los órganos jurisdiccionales. De ellos el contenido
constitucionalmente protegido del derecho exige que los límites establecidos
legislativamente deban interpretarse de manera restrictiva, bajo los alcances
del principio pro actione, y no de manera extensiva. Se exige así del juez o
magistrado judicial que las condiciones y limitaciones del derecho de
acceder a la justicia sean comprendidas de manera tal que, frente a un caso
de duda, ya sea por la existencia de dos disposiciones o, en una disposición,
por la existencia de dos formas posibles de ser comprendidas, se opte por
aquella disposición o norma que de mejor forma optimice el ejercicio del
derecho fundamental.
 
7. 7.      En el caso de autos, la resolución cuestionada mediante el presente
proceso declaró fundada la excepción de caducidad, tras considerar que de
conformidad con el artículo 36 del Decreto Supremo N.° 003-97-TR, los días
computables para procesos de nulido de despido son “días naturales”, de
modo que al interponerse la demanda a los 46 días naturales después de
producido el despido del recurrente, esta fue interpuesta fuera de aquel
plazo.
Y, efectivamente, dicho precepto establece que el plazo para accionar
judicialmente en los casos de nulidad de despido “caduca a los 30 días
naturales de producido el hecho”. No obstante, el mismo precepto legal
inmediatamente se encarga de recordar, en su cuarto párrafo, que en ese
cómputo no ingresan los días por “falta de funcionamiento del Poder
Judicial”.
 
Como es obvio, el concepto “falta de funcionamiento del Poder Judicial”, a
los efectos de determinar si debía o no declararse fundada la citada
excepción de caducidad, es vital para esclarecer si en el caso se lesionó o no
el derecho de acceso a la justicia.
 
El Decreto Supremo N.° 003-97-TR no indica que debe entenderse por falta
de funcionamiento del Poder Judicial ni tampoco que días deben
exceptuarse de su cómputo. Sin embargo, de una interpretación de su
artículo 36 una cosa sí es clara. Los días a tenerse en consideración en el
cómputo, más allá de la dicción literal de su primera parte, no pueden
comprenderse en el sentido de que se tratan simplemente de días
“naturales”.
 
Por cierto, tal interpretación no sólo resulta de lo previsto en el referido
artículo 36 del Decreto Supremo N.° 003-97-TR. También de una
interpretación del mismo precepto de cara al contenido constitucionalmente
protegido del derecho de acceso a la justicia que, como se ha expuesto en
el fundamento jurídico N.° 6, exige que cuando de una disposición
legislativa pueda derivarse 2 sentidos interpretativos, el operador judicial ha
de optar por una interpretación que optimice el acceso a la justicia del
justiciable.
 
Tal interpretación, por lo demás, es susceptible de corroborarse en el plano
del ordenamiento laboral. Por ejemplo, a partir del artículo 58° del Decreto
Supremo 001-96-TR, que al referirse al mismo concepto de “falta de
funcionamiento del Poder Judicial” que utiliza, a su vez, el artículo 69° del
TUO de la Ley de Fomento del empleo, Decreto Supremo N.° 05-95-TR -que
es sustancialmente análogo al artículo 36° del Decreto Supremo N.° 003-97-
TR-, comprende, además delos “días de suspensión del Despacho
Judicial,conforme al artículo 247° de la Ley Orgánica del Poder
Judicial”, aquellas otras situaciones que por caso fortuito o fuerza mayor,
impidan su funcionamiento.
 
Entre tanto el artículo 247° de la Ley Orgánica del Poder Judicial, establece
que no hay Despacho Judicial los días Sábado, Domingos y feriados
no laborables y los de duelo nacional y judicial. Asimismo, por inicio del
Año Judicial y por el día del Juez.
 
Con todo ello quiere ponerse en evidencia los criterios constitucionales, que
también han sido recepcionados por el ordenamiento jurídico laboral, a
través de los cuales el juez puede (y debe) efectuar el cómputo de dicho
plazo de caducidad; Un plazo que en la medida que su transcurso impide
que el justiciable pueda someter la protección de sus derechos e intereses
legítimos de orden laboral al conocimiento de la justicia laboral, debe
siempre interpretarse y resolverse bajo los alcances del principio pro
actione, en el sentido de permitir la mejor optimización de su ejercicio.
 
8. 8.      En ese orden de ideas, si bien el accionante tenía 30 días “naturales”
para interponer su demanda de nulidad de despido, en el cómputo de dicho
plazo de caducidad no cabía que se comprendiera los días de “falta de
funcionamiento del Poder Judicial”, por otra parte especificados en el
artículo 247° de la Ley Orgánica del Poder Judicial. En concreto, que se
comprendiera 2 días feriados (el 30 de agosto y el 8 de octubre de 1999);
14 días, por ser sábados y domingos ( 28 y 29 de agosto, 4, 5, 11, 12, 18,
19, 25 y 26 de setiembre, 2, 3, 9 y 10 de octubre), que son, en conjunto,
días en los que no hubo despacho judicial.
 
Dieciséis días que, en el caso de autos, son relevantes a los efectos de
verificar si la declaración de caducidad de la demanda violó o no el derecho
de acceso a la justicia del recurrente. Y es que si se observa que desde el
27 de agosto de 1999 (fecha en que se notificó el despido del cual fue
objeto el recurrente), al 12 de octubre de 1999 (fecha en que se presentó la
demanda de nulidad de despido), transcurrieron 46 días naturales, también
es verdad que si se hubiera descontando los 16 días en los que no hubo
despacho judicial, la demanda necesariamente habría sorteado este
impedimento de orden procesal, por encontrarse dentro de los 30 días a los
que se refiere el artículo 36 del Decreto Supremo N.° 003-97-TR.
 
La emplazada no actuó así. Con prescindencia de diversas disposiciones
igualmente aplicables para resolver la excepción de caducidad que en su
momento se planteó, optó simplemente por aplicar aquella que en menor
forma optimizaba el ejercicio del derecho de acceso a la justicia, impidiendo
de ese modo que el recurrente pueda tener una declaración judicial que
resuelva en torno a sus derechos y obligaciones de carácter laboral.
 
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad
que le confiere la Constitución Política del Perú
 
HA RESUELTO
 
1. 1.      Declarar FUNDADA la acción de amparo y, en consecuencia, nula la
Resolución N.° 25, del 21 de junio de 2001, en los seguidos entre el
recurrente y Telefónica del Perú S.A.A.
 
2. 2.      Ordena que se admita la demanda laboral en el Exp. N.° 99-239, sobre
nulidad de despido.
 
Publíquese y notifíquese.
 
SS.
 
ALVA ORLANDINI
BARDELLI LARTIRIGOYEN
GONZALES OJEDA
GARCÍA TOMA
VERGARA GOTELLI
LANDA ARROYO

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