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Los monográficos de

TEMAS
3er trimestre 2019 · N.o 97 · 6,90 € · investigacionyciencia.es

AGUJE R O S
NE GR O S

MECÁNICA CUÁNTICA FÍSICA TEÓRICA GALAXIAS ONDAS GRAVITACIONALES

La paradoja El principio Agujeros negros Ecos en el


de la información holográfico supermasivos horizonte
ESPECIAL
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Presentación

La piedra de Rosetta de la gravedad

E
n 1915, mientras servía en el El problema teórico que plantean los que hoy sabemos que ocupan el centro de
frente ruso de la Primera Guerra agujeros negros surge al preguntarse por numerosas galaxias (págs. 58 y 66). En las
Mundial, el astrónomo alemán el destino de lo que cae en ellos. Esta últimas dos décadas, el estudio de estos
Karl Schwarzschild derivó la cuestión reveló su verdadera importan- colosos y de sus homólogos estelares ha
primera solución exacta de la relativi- cia en los años setenta, cuando Stephen vivido espectaculares avances gracias al
dad general, la teoría geométrica de la Hawking descubrió que, al tomar en con- desarrollo de nuevas técnicas (pág. 72) y,
gravitación que ese mismo año había sideración ciertos efectos cuánticos, los desde 2015, a la detección de ondas gra-
formulado Albert Einstein. El propósito agujeros negros debían emitir radiación. vitacionales (págs. 80 y 88).
de Schwarzschild era bastante mundano: Sin embargo, el análisis del físico británi- ¿Convergerán algún día estas dos gran-
espoleado por el problema que plantea- co sugería que las partículas expulsadas des líneas de investigación? Por sorpren-
ba el movimiento anómalo del perihelio por un agujero negro no guardaban nin- dente que pueda parecer, la astronomía de
de Mercurio, el cual Einstein solo había guna relación con lo que antes hubiese ondas gravitacionales ha abierto la puerta
conseguido resolver de manera aproxi- caído en él. De ser el caso, ello haría saltar a sondear por medios experimentales las
mada, el astrónomo intentaba describir por los aires uno de los pilares de la me- propiedades de los horizontes de sucesos.
cómo sería la trayectoria de un planeta cánica cuántica (pág. 14). En los últimos Con suerte, los resultados que a corto o
en el campo gravitatorio creado por una decenios, el estudio de esta paradoja ha medio plazo deparen estos trabajos po-
estrella. «Las siguientes líneas permiten permitido explorar cuestiones tan profun- drían revolucionar el conocimiento de la
que el resultado del Sr. Einstein reluzca das como la manera en que la naturaleza interacción fundamental más enigmática
con acrecentada claridad», escribió en la procesa la información (págs. 22 y 32), de la naturaleza (pág. 88).
introducción de su artículo, publicado en los límites de las leyes físicas (pág. 42) y Al igual que el átomo de hidrógeno
febrero de 1916 (pág. 4). las propiedades cuánticas del espacio y el fue la piedra de Rosetta que permitió des-
Schwarzschild no vivió lo suficiente tiempo (pág. 48). cifrar los secretos de la teoría cuántica,
para verlo (murió tres meses después, víc- Por su parte, y aunque muy distin- hace décadas que los físicos ven en los
tima de una dolorosa enfermedad contraí- tos de la solución eterna e idealizada de agujeros negros la piedra de Rosetta de
da en Rusia), pero aquel trabajo acabaría Schwarzschild, hace ya tiempo que los la gravedad. Aunque el camino que queda
planteando un colosal rompecabezas que, astrónomos cuentan con indicios claros para interpretarla por completo aún se
cien años después, los físicos siguen in- de la existencia de agujeros negros en el antoja largo, los resultados cosechados
tentando resolver. Su solución describía universo. Algunos son cadáveres estela- hasta ahora conforman una de las piezas
el caso más sencillo posible de lo que hoy res, con masas del orden de diez veces más valiosas de las que disponen los cien-
denominamos un agujero negro: un astro la del Sol. Otros, los más enigmáticos en tíficos para continuar armando el puzle
cuyo campo gravitatorio es tan intenso cuanto a su origen, son los astros hasta último de la realidad.
que, pasado cierto punto conocido como miles de millones de veces más masivos —La redacción
horizonte de sucesos, un objeto tendría
que moverse más rápido que la luz para
poder escapar de él.
Desde entonces, el estudio de este in-
sólito fenómeno de la naturaleza ha dado
lugar a dos fecundas líneas de investiga-
ción largamente independientes, una en
física matemática, basada en complejos
cálculos y experimentos mentales (págs.
12-55), y otra en astrofísica (págs. 56-95).
La primera ha proporcionado los que,
para muchos expertos, son algunos de los
indicios más sólidos del funcionamiento
de la gravedad a escala cuántica. La se-
gunda constituye un floreciente campo
observacional que ha ayudado a entender
el devenir de las estrellas y la estructura
y evolución de las galaxias. El presente
monográfico de la colección TEMAS le
invita a explorar ambos enfoques a través
de una cuidada selección de los mejores
MARK ROSS

artículos sobre agujeros negros publica-


dos en Investigación y Ciencia.

Agujeros negros 1
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Los monográficos de
TEMAS 3.er trimestre 2019 · N.o 97

Agujeros negros
1 Presentación
La piedra de Rosetta de la gravedad
La redacción

4 Historia
El padre renuente de los agujeros negros
Jeremy Bernstein

AGUJEROS NEGROS MATEMÁTICOS AGUJEROS NEGROS ASTROFÍSICOS

14 Los agujeros negros y la paradoja 58 Agujeros negros de masa


EN PORTADA
de la información intermedia
Descubiertos como solucio-
Leonard Susskind Jenny E. Greene nes de las ecuaciones de Eins-
tein en 1915, hace décadas
22 La información en el universo 66 Los primeros agujeros negros que los físicos teóricos ven
holográfico supermasivos en los agujeros negros una
Jacob D. Bekenstein Priyamvada Natarajan de las claves fundamentales
para descifrar el compor-
32 Computación en agujeros negros 72 Devorar un sol tamiento de la gravedad. En
Seth Lloyd e Y. Jack Ng S. Bradley Cenko y Neil Gehrels los últimos años, y de manera
independiente, su estudio se
42 Minería de agujeros negros 80 Agujeros negros primordiales ha convertido en una de las
MIKEL RODRÍGUEZ HIDALGO

áreas más fascinantes y pro-


Adam Brown y materia oscura
metedoras de la astronomía
Juan García-Bellido y Sébastien Clesse observacional. ¿Convergerán
48 Geometría y entrelazamiento
algún día ambas líneas de
cuántico 88 Ecos desde el horizonte investigación? Ilustración:
Juan Martín Maldacena Pablo Bueno y Pablo A. Cano Getty Images/Keanu2/iStock.

Agujeros negros 3
4 TEMAS 97
HIS TORIA

EL PADRE
RENUENTE
DE LOS
AGUJEROS
NEGROS
Las ecuaciones de la gravedad
de Albert Einstein constituyen
el fundamento de la teoría
moderna de los agujeros negros.
En ellas se basó él, sin embargo,
para intentar demostrar
que tales objetos no podían existir
Jeremy Bernstein

A FAVOR Y EN CONTRA:
En 1939, Robert Oppenheimer (derecha)
abogó por la existencia de agujeros negros
al mismo tiempo que Albert Einstein
intentaba refutarla. Sus caminos se cruzaron
en el Instituto de Estudios Avanzados de
Princeton a finales de los años cuarenta,
época a la que corresponde esta fotografía,
pero se desconoce si alguna vez llegaron
a hablar sobre agujeros negros.

Agujeros negros 5
L a ciencia deja en ocasiones una herencia que desborda no solo
la imaginación, sino también las intenciones de sus creadores.
Un ejemplo notable lo constituyen los primeros pasos de la teo-
ría de los agujeros negros, y muy particularmente el papel que
en ella desempeñó Albert Einstein. En 1939, el físico alemán pu-
blicó en la revista Annals of Mathematics un artículo de título
intimidatorio: «Sobre un sistema estacionario con simetría es-
férica formado por muchas masas gravitatorias». En él se proponía demostrar la imposi-
bilidad de los agujeros negros, objetos celestes de tal densidad que su gravedad provoca
que ni siquiera la luz pueda escapar de ellos.

Lo irónico del caso es que, en su argu-


mentación, Einstein usó su propia teoría
astronómicos terminarían por contraerse
hasta convertirse en agujeros negros, lo
expresión matemática que describía las
variaciones de intensidad de las distintas
de la relatividad general, publicada en que daría lugar a un universo que no se longitudes de onda presentes en ese tipo
1916, la cual empleamos hoy en día para parecería en nada a este en el que vivimos. de radiación, llamada «de cuerpo negro».
concluir que los agujeros negros no solo La forma de dicho espectro resultaba no
son posibles, sino que constituyen el fin ESTADÍSTICA CUÁNTICA depender del material de las paredes ni
inevitable de numerosos astros. De hecho, La creación de la estadística cuántica le de otros detalles, sino tan solo de la tem-
pocos meses después de la aparición del fue inspirada a Einstein por una carta peratura de la radiación.
artículo de Einstein, el físico Robert Op- que recibió en junio de 1924 de Satyen- Un poco por casualidad, Bose había
penheimer y su alumno Hartland Snyder dra Nath Bose, un joven físico indio por calculado las propiedades estadísticas de
publicaron —sin mencionar el trabajo del entonces desconocido. La misiva venía la radiación de cuerpo negro. En otras pa-
alemán— un artículo titulado «Sobre la acompañada de un artículo que Bose ha- labras: había obtenido la ley de Planck a
contracción gravitatoria continua». En él bía enviado a una revista científica britá- partir de una descripción matemática de
usaban la teoría de la relatividad general nica pero que había sido rechazado. Tras la física cuántica subyacente. Este resul-
para, por primera vez en el ámbito de la leer el manuscrito, el propio Einstein lo tado llamó la atención de Einstein, quien,
física moderna, explicar el proceso de for- tradujo al alemán e hizo lo necesario para acorde con su talante, profundizó en la
mación de un agujero negro. que se publicara en Zeitschrift für Physik. cuestión. El alemán empleó el mismo
Pero tal vez resulte más irónico aún ¿Qué indujo a Einstein a ponderar la método para estudiar la mecánica esta-
que la investigación actual sobre agujeros importancia de aquel trabajo? Durante dística de un gas de moléculas con masa
negros —y, en general, el estudio de las veinte años, el alemán había estado deba- que obedecían el mismo tipo de leyes que
estrellas en fase de colapso, o contrac- tiéndose para entender la naturaleza de Bose había asociado a los fotones.
ción gravitatoria— se base en un aspecto la radiación electromagnética, en especial Al derivar una ley análoga a la de
completamente distinto del legado de la de aquella atrapada en un recipiente Planck para este caso, Einstein observó
Einstein: su trabajo en mecánica cuán- caliente y que ha alcanzado la misma tem- algo extraordinario: si se enfriaba un gas
tica estadística. Sin las predicciones de peratura que sus paredes. A principios del de partículas que obedecen la estadística
la estadística cuántica, todos los objetos siglo xx, Max Planck había descubierto la que hoy denominamos «de Bose-Eins-

EN SÍNTESIS
PÁGINAS ANTERIORES: CORBIS

En 1916, el físico alemán Karl Schwarzschild demos­ Más de dos décadas después, en 1939, Einstein La conclusión de Einstein resultó ser errónea. Ese
tró que, para un cuerpo esférico, existía un radio en usó su teoría de la relatividad general para intentar mismo año, a partir de estudios previos sobre enanas
el que el campo gravitatorio predicho por la teoría demostrar que tales «singularidades de Schwarz­ blancas y estrellas de neutrones, Robert Oppenhei­
de Einstein se tornaba singular: el tiempo parecía schild» —hoy conocidas como agujeros negros— no mer y Hartland Snyder lograron explicar el proceso
anularse y el espacio se hacía infinito. podían llegar a formarse. de formación de un agujero negro.

6 TEMAS 97

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