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Los orígenes culturales de la cognición humana. CAPITULO 2. TOMASELLO.

El hecho dominante del mundo orgánico es la evolución a través de la selección natural. El


elemento clave de este proceso es la herencia biológica, con ella el organismo hereda
el Bauplan básico en sus antepasados, respecto del funcionamiento perceptual, conductual y
cognitivo. Pero en los mamíferos, en la ontogenia ese Bouplan se produce mientras que el
organismo en desarrollo interactúa con su entorno.
En algunos animales, el organismo en desarrollo adquiere información su entorno social, esto
es transmisión cultural o herencia cultural. El reconocimiento de la importancia que la
transmisión cultural tiene para los animales llego a la formulación de la teoría de la doble
herencia: el fenotipo de los individuos maduros de muchas especies dependen de la herencia,
tanto biológica como cultural, que estos han recibido de sus antepasados.
Los seres humanos son la especie prototípica para la teoría de la doble herencia, dado que su
desarrollo normal depende críticamente de la herencia biológica y de la cultural. En el ámbito
cognitivo la herencia biológica de los humanos es muy semejante a la de otros primates. Hay
una diferencia importante, y es que los seres humanos se identifican más que los otros primates
con los miembros de su especie.
Esta diferencia cognitiva produce efectos en la cadena, porque da lugar a algunas formas
nuevas y singularmente eficaces de herencia cultural. Comprender que las otras personas son,
como uno, agentes intencionales, posibilita:

a) procesos de socio génesis mediante los cuales muchos individuos crean en colaboración
artefactos y prácticas culturales con historias acumuladas
b) procesos de aprendizaje cultural e internalización mediante los cuales los individuos en
desarrollo aprenden a usar y luego internalizan aspectos de los productos colaborativos
creados por otros miembros de la especie.

Herencia biológica:
Los seres humanos son primates. Tienen los mismos órganos sensoriales básicos, la misma
estructura corporal básica y la misma estructura cerebral básica que los demás primates. Surgen
dos preguntas: a) ¿en que difiere la condición de los primates de la de los demás mamíferos?, y
b) ¿en que difiere la cognición humana de la de los demás primates?

Cognición de los mamíferos y los primates:


Todos los mamíferos viven en el mismo mundo sensorio motor de objetos permanentes en un
espacio representacional. Además, muchas especies de mamíferos y, básicamente, todos los
primates también representan cognitivamente las relaciones de categoría y cantidad de los
objetos. Hay pruebas de que los mamíferos logran comprender y representar cognitivamente
espacios y objetos de un modo que posibilita las inferencias creativas y la resolución de
problemas por insight.
Sin embargo, esta semejanza cognitiva general reconoce una excepción, concierne a la
comprensión que los primates pueden tener de las diversas clases de relaciones. En el ámbito
social, los primates (pero no los otros mamíferos) algo comprenden acerca de las relaciones
sociales entre terceros: son selectivos de compañeros de coalición, eligen aliados, etc. La
hipótesis seria que, aunque todos los mamíferos reconocen a los individuos y traban relaciones
entre ellos solo los primates comprenden las relaciones sociales en las que no participan
directamente.
En el ámbito físico, los primates son hábiles en lo que atañe a las clases de relaciones y, otra
hipótesis seria que los primates desarrollaron la capacidad de comprender las clases de
relaciones sociales entre terceros. La comprensión de las clases de relaciones en general es la
principal habilidad que distingue la cognición de los primates de la de otros mamíferos. Esta
hipótesis es importante en el presente contexto, porque la comparación de las clases de
relaciones es un precursor evolutivo potencial, algo así como una etapa intermedia de la
capacidad cognitiva exclusivamente humana de comprender las relaciones intencionales que los
seres animados tienen con el mundo externo y las relaciones causales que los objetos
inanimados y los acontecimientos tienen entre sí.

La cognición humana de la intencionalidad y la causalidad:


Los primates no humanos comprenden todo tipo de acontecimientos físicos y sociales
complejos. Pero no ven el mundo en función de las clases de fuerzas intermedias y a menudo
ocultas, de las causas subyacentes y los estados mentales e intencionales, que son tan
importantes en el pensamiento humano. Para decirlo en pocas palabras: los primates no
humanos son ellos mismos seres intencionales y causales, pero no comprenden el mundo en
términos de intencionalidad y causalidad.
En el ámbito social, las pruebas relativas a la comprensión de los primates no humanos sobre
la intencionalidad y la mentalidad de otros seres animados son producto tanto de estudios
experimentales como estudios realizados en su entorno natural. Algunas conductas sociales que
los primates no humanos no realizan en su hábitat natural:
• No señalan objetos externos a otros.
• No sostienen objetos en alto para mostrarlos a otros.
• No tratan de llevar a otros a un lugar para que vean lo que hay allí.
• No extienden el brazo para ofrecer activamente objetos a otros individuos.
• No enseñan deliberadamente nuevas conductas a otros individuos.

No hacen estas cosas porque no comprenden que los otros miembros de su especie tienen
estados intencionales y mentales que podrían ser afectados. La hipótesis más plausible es que
los primates no humanos comprenden que los miembros de su especie son seres animados
capaces de moverse por sí mismos, pero no conciben a los demás como agentes intencionales
que persiguen metas, ni como agentes mentales que piensan sobre el mundo. Los seres
humanos ven algo distinto: ven a un miembro de su especie cuyo propósito es obtener comida,
y pueden tratar de influir tanto en este estado intencional y mental como en otros, y no solo en
la conducta.
La conclusión es que los primates no humanos tienen muchas habilidades cognitivas relativas a
los objetos y acontecimientos físicos, pero no perciben o no comprenden las causas
subyacentes que determinan las relaciones dinámicas entre esos objetos y acontecimientos. De
este modo, no muestran la flexibilidad de la conducta y la comprensión de los principios
causales generales. Los primates comprenden relaciones antecedente-consecuentes pero no las
fuerzas causales que la gobiernan.
Lo que distingue a la cognición intencional y causal de otros tipos de cognición es que esta
forma de pensar requiere que un individuo comprenda las relaciones de antecedente-
consecuente entre acontecimientos externos, cosa que los primates si pueden hacer. Pero, la
comprensión de la intencionalidad y la causalidad requiere que el individuo comprenda las
fuerzas determinantes que explican el por qué, esta comprensión parece ser solo de los seres
humanos. Entonces, el punto clave es la fuerza subyacente causal o intencional.
En lo que respecta a la evolución, la hipótesis es que, aunque los seres humanos se basaron en
la adaptación cognitiva de los primates para comprender clases de relaciones externas,
agregaron una modificación, relacionada con fuerzas determinantes como las causas y las
intenciones. Mi hipótesis consiste es que, tal como la comprensión de las clases de relaciones
por los primates evoluciono, en primer término, en el ámbito social para comprender las
relaciones sociales entre terceros, la comprensión de la causalidad por los humanos evoluciono
también, en primer término, en el ámbito social para comprender que los otros son agentes
intencionales.
Entonces, la capacidad exclusivamente humana de comprender los sucesos externos en
función de fuerzas causales o intencionales surgió, en primer término, para permitir que los
individuos predijeran y explicaran la conducta de los miembros de su especie, y luego fue
utilizada para entender el comportamiento de los objetos inertes.
Las ventajas del pensamiento intencional y causal son principalmente dos.
1) permite a los humanos resolver problemas de modo especialmente creativo, flexible y
previsor. La comprensión causal e intencional de los humanos tiene consecuencias inmediatas
para la acción eficaz, ya que posibilita el descubrimiento de nuevas maneras de manipular o
suprimir las fuerzas determinantes;
2) La comprensión intencional y causal deriva de su importante función transformadora de los
procesos de aprendizaje social. La comprensión de que la conducta de otras personas es
intencional y/o mental hace posibles, de manera directa, ciertas formas muy eficaces de
aprendizaje cultural y socio génesis, y estas formas de aprendizaje social son directamente
responsables de las formas especiales de herencia cultural características de los seres humanos

El uso de herramientas por los chimpancés


Las diferencias de conducta en los grupos de especies primates pueden atribuirse a las
configuraciones ambientales. Pero los análisis experimentales confirman que detrás de la
utilización de una herramienta hay algo más que una configuración ambiental. Se llego a la
conclusión de que los primates logran un aprendizaje de las propiedades dinámicas de los
objetos que descubren mediante la observación de otros individuos
Esto es, aprendizaje por emulación: proceso de aprendizaje muy inteligente y creativo, que en
determinadas circunstancias constituye una estrategia más adaptativa que el aprendizaje
imitativo. El aprendizaje imitativo no es una estrategia de aprendizaje superior o más inteligente
que el aprendizaje por emulación; es simplemente una estrategia más social, lo cual, en
determinadas circunstancias y en relación con ciertas conductas presenta algunas ventajas.

El señalamiento gestual de los chimpancés:


Otro caso muy conocido es el de la comunicación gestual de los chimpancés. Algunas
conductas, específicas de ciertas poblaciones, podrían denominarse culturales.
En la ritualización ontogenética, dos organismos crean una señal comunicativa modelando
recíprocamente su conducta en reiteradas ocasiones de interacción social. Todas las pruebas
disponibles sugieren que la adquisición de los gestos comunicativos por los chimpancés se
debe a la ritualización ontogenética y no al aprendizaje imitativo.
La conclusión es que los jóvenes chimpancés adquieren sus gestos, ritualizándolos
individualmente entre ellos. La explicación de este proceso de aprendizaje es análoga a la
explicación del aprendizaje por emulación en el caso del uso de herramientas. A diferencia del
aprendizaje imitativo, la ritualización ontogenética y el aprendizaje por emulación no requieren
que los individuos comprendan que en la conducta de los otros es posible distinguir entre
medios y propósitos.
La ritualización ontogenética es, como el aprendizaje por emulación, un proceso de
aprendizaje social muy inteligente y creativo, sumamente importante en todas las especies
sociales, incluida la humana. Pero no es un proceso de aprendizaje en el que los individuos
tratan de reproducir las estrategias conductuales de otros.

La enseñanza entre chimpancés:


El uso de herramientas y el señalamiento gestual constituyen dos fuentes de pruebas sobre el
aprendizaje social de los primates no humanos. En el caso de usos de herramientas los
chimpancés adquieren la habilidad correspondiente gracias a un proceso de aprendizaje por
emulación. En las señales gestuales, adquieren sus gestos comunicativos, a través de un proceso
de ritualización ontogenética.
El el aprendizaje por emulación y la ritualización ontogenética requieren, cada cual, habilidades
de cognición y aprendizajes sociales, pero no requieren aptitud para el aprendizaje imitativo.
Ambos son las clases de aprendizaje social que uno esperaría hallar en organismos muy
inteligentes y capaces de aprender con rapidez
El otro proceso importante en la transmisión cultural es la enseñanza. La enseñanza tiene lugar
desde arriba hacia abajo, cuando individuos cultos o hábiles procuran transmitir conocimientos
o habilidades a otros.

Los monos culturizados:


Los estudios demuestran que los monos criados por seres humanos en un ambiente cultural
similar al de estos, pueden desarrollar algunas habilidades similares a las humanas. Una
hipótesis plausible es que, en los ambientes culturales similares a los humanos, estos monos
reciben una especie de socialización de la atención. Es decir, en sus hábitats naturales los monos
no tienen a nadie que les indique. En un ambiente cultural similar al de los humanos, en cambio,
interactúan constantemente con estos, que les muestran o señalan cosas, les alimentan la
imitación y les enseñan habilidades especiales, todo lo cual implica un triángulo referencial
entre el humano, el mono y una tercera entidad. Pero es importante reconocer que los monos
que son criados en un ambiente cultural humano no por eso se convierten en seres humanos.
La conclusión es que la capacidad de aprendizaje desarrollada por los chimpancés en la
naturaleza es suficiente para crear y mantener las actividades culturales típicas de la especie,
pero no para crear y mantener actividades culturales similares a las humanas, que incluyan el
efecto trinquete y la evolución cultural acumulativa.

La evolución cultural humana:


En conclusión, si bien los chimpancés crean y mantienen lo que, en una definición amplia,
podría llamarse tradiciones culturales, probablemente los procesos de cognición social y
aprendizaje social en que se basan esas tradiciones sean diferentes de aquellos en que se basan
las tradiciones culturales de los seres humanos. En algunos casos, esta diferencia de procesos no
da lugar a diferencias concretas en los resultados, en cuanto a organización social, trasmisión de
información o cognición, pero en otros casos aparece una diferencia decisiva, que se manifiesta
en los procesos de evolución cultural, es decir en los procesos a través de los cuales una
tradición cultural acumula modificaciones con el paso del tiempo

La evolución cultural acumulativa y el efecto trinquete


Algunas tradiciones culturales acumulan las modificaciones introducidas por diferentes
individuos a lo largo del tiempo, así se vuelven más complejas y abarcan una gama más amplia
de funciones adaptativas; esto es evolucion cultural acumulativa o efecto trinquete.
Es de presumir que también algunas convenciones y rituales culturales se volvieron con el
tiempo más complejos, al ser modificados para satisfacer nuevas necesidades comunicativas y
sociales. Este proceso puede ser característico de algunas culturas humanas más que de otras, o
de algunos tipos de actividades más que de otros, pero, al parecer, todas las culturas humanas
tienen al menos algunos artefactos producidos por el efecto trinquete. Tomasello y ha sostenido
que la evolución cultural acumulativa depende del aprendizaje imitativo y de la enseñanza activa
impuesta por los adultos.
La evolución cultural acumulativa depende de dos procesos, la innovación y la imitación que
deben actuar dialecticamente a lo largo del tiempo. El hecho es que el aprendizaje imitativo
(con o sin enseñanza activa) posibilita el tipo de transmisión fiel necesario para mantener la
nueva variante en el grupo, a fin de proveer una plataforma para otras innovaciones; estas
innovaciones.
Las tradiciones culturales humanas, pueden ser fácilmente distinguidas de las tradiciones
culturales de los chimpancés porque acumulan modificaciones, es decir, porque tienen una
historia cultural. Esto, porque los procesos de aprendizaje cultural en que se basan son
especialmente eficaces. Y estos procesos de aprendizaje cultural son eficaces porque se basan
en una adaptación cognitiva exclusivamente humana: la que permite a las personas comprender
que sus semejantes son seres intencionales, lo cual crea formas de aprendizaje social que actúan
como un trinquete, al preservar en el grupo social las estrategias recientemente modificadas,
hasta que otra innovación las reemplace.
Lo que se afirma es que hay una diferencia cuantitativa en la capacidad de aprendizaje social,
que conduce a una diferencia cualitativa en la trayectoria histórica de las tradiciones culturales
resultantes. En cualquier caso, el efecto es que los seres humanos tienen la capacidad del
aprendizaje cognitivo-social y cultural necesario para crear, como especie, productos cognitivos
exclusivos basados en la evolución cultural acumulativa.
• Sociogénesis del lenguaje y la matemática:
El proceso de evolución cultural acumulativa puede ser visto una sociogénesis. Hay dos formas
de sociogénesis:

1) La implicada en el efecto trinquete. Un individuo relaciona un artefacto o una práctica


cultural que ha heredado de otros con una situación nueva para la cual el artefacto no
parece plenamente apropiado. Evalúa el propósito para el que fue construido, lo
relaciona con la situación actual e introduce una modificación en el artefacto.
2) La la colaboración simultanea de dos o más individuos que trabajan juntos para resolver
un problema. En estos casos, la simultaneidad no es absoluta; normalmente, los
individuos protagonizan algún tipo de interacción dialógica, en la que uno sugiere una
innovación y otro le responde, y así sucesivamente, lo cual conduce a un producto que
ninguno de ellos podría haber inventado por sí solo. La colaboración es real, y tiene
algunas cualidades especiales

El proceso de sociogénesis puede apreciarse claramente en dos ámbitos cognitivos muy


importantes: el lenguaje y la matemática.
Con respecto al lenguaje, cada lengua tiene su propio repertorio de símbolos lenguisticos que
permiten a los usuarios compartir simbólicamente sus experiencias. Esto se basa en estructuras
universales de la cognición humana, la comunicación humana y la mecánica del aparato vocal-
auditivo. Las singularidades proceden de las diferencias que hay en la clase de cuestiones de las
cuales consideran que es importante hablar y a la manera de hablar acerca de lo que se
considera útil.
El punto es que los símbolos y construcciones de la lengua no son inventados simultáneamente
y que no permanecen estáticos, sino que evolucionan, cambian y acumulan modificaciones a
través de procesos de sociogenesis.
El terreno donde las necesidades intelectuales entran en contacto con los recursos culturales es
el de la ontogenia humana. La sociogénesis y la historia cultural puede considerarse como una
serie de ontogenias. El modelo general es que los seres humanos tienen habilidades cognitivas
resultantes de la herencia biológica que opera en el tiempo filogenético; esas habilidades para
aprovechar los recursos culturales que evolucionaron en el tiempo histórico, y lo hacen durante
el tiempo ontogenético.

La ontogenia humana
Siguiendo a Vigotsky sostengo que la consecución de gran parte de los logros cognitivos
humanos más interesantes y significativos requiere tiempo y procesos históricos. Afirmo,
además, que la adquisición de muchas de las aptitudes cognitivas humanas más interesantes y
significativas requieren tiempo y procesos ontogenéticos considerables.

Innatismo filosófico y desarrollo:


El modo de pensar de Darwin es el que deberíamos adoptar si queremos comprender la
filogenia y la ontogenia en los seres humanos. En la filogenia, la naturaleza selecciona
trayectorias ontogenéticas que conducen a determinados resultados en el fenotipo sexualmente
maduro. La naturaleza selecciona trayectorias ontogenéticas que conducen a determinados
resultados fenotípicos. Estas trayectorias pueden depender en mayor o menor medida del
aprovechamiento de materiales e información exógenos para su desarrollo. Nuestra meta en el
estudio del desarrollo, ya sea biológico o psicológico es comprender la trayectoria completa de
un fenómeno y el modo en que funciona; los procesos que participan en el desarrollo.

Las líneas individual y cultural del desarrollo:


Prefiero tomar otra dicotomía, la dicotomía vigotskiana entre las líneas individual y cultural del
desarrollo. Se trata, de una distinción entre la herencia biológica y la herencia cultural, concierne
a la ontogenia.
La línea individual del desarrollo cognitivo se refiere a las cosas que el organismo conoce y
aprende por sí mismo, sin la influencia directa de otras personas o de sus artefactos, mientras
que la línea cultural de desarrollo cognitivo se refiere a las cosas que el organismo conoce y
aprende cuando actúa tratando de ver el mundo a través de la perspectiva de otras personas.
El problema reside, en que estas dos líneas del desarrollo se entrelazan inextricablemente en
una etapa muy temprana del desarrollo humano, y casi todos los actos cognitivos de los niños
incorporan, a partir de cierta edad, elementos de ambas.

El modelo de la doble herencia:


Los seres humanos individuales poseen una capacidad biológica heredada para llevar una vida
cultural. Esta capacidad, es la capacidad de comprender que los otros miembros de la especie
son agentes intencionales y mentales como uno, aflora hacia los nueve meses de edad. Al
realizar una comparación entre los humanos y sus parientes, los primates, he tratado de
demostrar que esa capacidad tan característica y exclusiva de la especie es fácil de identificar.
Las condiciones adaptativas en que evoluciono esta capacidad social-cognitiva exclusiva de la
especie no se conocen en la actualidad, pero la hipótesis seria que evoluciono solo con el homo
sapiens y es, en realidad, la principal característica cognitiva que distingue a los humanos
modernos de los premodernos.
Esta pequeña diferencia tuvo consecuencias cognitivas. Además de permitir que los humanos
interactúen de modo más flexible y eficaz con varias clases de entidades posibilita la forma
exclusivamente humana de herencia cultural. La herencia cultural humana como proceso
descansa sobre dos pilares: la sociogénesis, por medio de la cual se crean la mayoría de los
artefactos y de las prácticas culturales, y el aprendizaje cultural, donde esas creaciones son
internalizadas por los jóvenes en desarrollo. Juntos, la sociogénesis y el aprendizaje cultural
permiten a los seres humanos producir artefactos materiales y simbólicos, cada uno de los
cuales se basa en los anteriores; así se acumulan sus modificaciones a través del tiempo
histórico (el efecto trinquete), de modo tal que el desarrollo cognitivo de los niños tiene lugar
en el contexto de algo similar a la historia cultural completa de su grupo social.
Es decir, procesos socioculturales pueden crear de los nada nuevos productos culturales y
habilidades cognitivas. Los procesos de sociogénesis y aprendizaje cultural derivan de
habilidades cognitivas básicas relativas al espacio, los objetos, las categorías, etc. Se trata solo
de que los procesos humanos imprimen nuevas y direcciones a estas habilidades cognitivas
básicas, y lo hacen con gran rapidez desde el punto de vista de la evolución. La alternativa
respecto de esta alternativa teórica es tratar de explicar cada aspecto de la cognición humana,
exclusivo de la especie, invocando una por una, bases genéticas para cada habilidad cognitiva
específica.

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