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/ C -O M K

DOMENIGO B A R B KKxr E L U£CUO TOBIOICO 497



Profesor Ortlinnrio de Derecha CivU en la Unlveraídad
Calólica del "Sncro Cuore" do Milnn
d) El repreientantB. — Ulteriormente distinta de la del man-
datario es la figi|ra del "representante". E l representante declara,
no sólo por cueúta ajena, sino también en nOTnbre ajeno. Y es
esto lo qus lo diferencia del mandatario (que declara en nombre
propio).

SISTEMA D E L Sobre esta figura debemos extendemos más largamente.

M5. LA ••REPRESENjTACION" zas.

D E R E C H O PRIVADO I. CONCEPT4. — "Declarar en nombre ajeno" quiere decir llevar


a conocimiento de los terceros que el que negocia {el represen-
tante ) no es aqm l que con el negocio adquiere los derechos o con-
irae las obligaciones que pueden seguirse del negocio; es parte

i en el negocio, pero no en la relación. Parte en la relación ser¿


el representado. E l representante concluye el negocio, pero perma-
INTRODUCCION nece ajeno a la relación.
PARTE PRELIMINAR - PARTE GENERAL a) "Concluye el negocio": por tanto, es él el "sujeto de la
manifestación negociad; no es un simple nunciuj, que comunica
TnADUCCiÓN OE una declaración ajena: el representante realiza una declaración
JO SANTIAGO SENTIS MELENDO propia, aunque en nombre de otro. L a "capacidad de obrar" ha-
brá de valorarse, por tanto, en él. pero sólo en cuanto capacidad
de entender y de querer lo que hace (no capacidad "de disponer"!
véase retro, n. 77), siempre que sea legalmente capaz la persona

reabsorbléadols cu k da Is lepreseotsción, dividida esta última en directa


(de maadato con .procuración} e indirecta (de mandato sin procuración);
MESsmzo, Dottrina genérale del contratto, pág. 126; PucaLUiTi, Fidueia a
rappresentanxa indiretía, en Difitto cíuíZa, "Saggf, Milano, 1951, pág. 201;
CÁRIOTA-FEIUIASA, ¡Negozlo giutidico, págs. 6 5 4 y tigtes. Contra esta tesis,
además de las observaciones que otros han hecho (BETII, Heg. giur,. pigs.
S53 y 556; MmEnvnn, ob. cit., pág. 13), hay que consldoror, por lo pronto,
que, a diferencia de la representación en que la comunicación directa entre
tercero y representado sobre la base de la relación negociada por el repre-
sentante, es reei-pTÁca, y podríamos decir de ida y vuelta, en el mandato e)
unilateral, es decir, solamente la ida del representante hacia el tercero, pero
no la vuelta, o sea, la ida directa del tercero hacia el repretentado; el terce-
ro tl&na que detenisrse en el laaiidatarlo.
2sa Véase, en general, NKPPI, La rappresentanxa nel áir. prioato mo~
derruí, Padovn, 1931; SACCESE, La rappresentanxa, Napol^ 1933j MALVAONA,
Natura giurídica della rappresentanxa, en Rio. dir. cíw., 1936, pág. 257;
EDiaONES JURIDICAS EUROPA-AírlERICA. FUCI.IATXI, II negoxlo di gestione sottastante alia rappresentanxa,, en ÁnnaÚ
BUENOS AIRES Istit. scienxe glur. unioers. di Messina, 1929. ,
40B L A R E L A C I O N JURIDICA EL BECHO H I P I C O 400

del representado ( a r t 1389); respecto del representante habrán Sin embargo, también aquí los efectos negocíales del representante
de valorarse los vicios de l a voluntad, a no ser que se refieran con el tercero corren siempre —directamente— de conformidad con
a los elementos del negocio previamente determinados por el reí el principio de l a representación, esto es, entre el tercero y repre-
presentado C.art. 1390); los estados subjetivos de la buena o la sentado es solamente en virtud de la segunda relación interna
mala fe, de ciencia y' de ignorancia, de error y de dolo ^\o por lo que del representado pasan al representante.
sean relevantes, deben apreciarse en la persona del representante,
III. " C O N T R A T O C O N S I G O M i s i i o " ^ i B , — Qtra tíiodificación, ésta
siempre que tampoco aquí so trate de elementos previamente de-
tío tanto del esquema cuanto de l a marcha normal de la relación
terminados por el representado (art. 1391). Ciertamente, esto no
representativa, puede verificarse, finalmente, en el senüdo de que
excluye la relevancia de vicios que puedan encoptrarse en la vo-
el "representante" declare por si y en noíribra propUj, y a l mismo
luntad del representado mismo, si se trata de elementos predeter-
tiempo en núm¿rs y por cuenta del representado, compendiando eo
minados del n e g o c i o " ' , a concierna directamente a la determina-
sí la posición de las partes contratantes. Esta es l a figura del
ción a negociar, así sea por medio de representante (como en el
llamado "contrato consigo mismo" (Ticio otorga a Cayo e l . m a n -
caso de que el representado sea inducido por dolo a un deter-
dato para vender, y Cayo compra para sí lo que vende para Ticio).
minado negocio, o haya inducido en dolo al tercero, antes de
estipular con él por representación). Esta figura interesa bajo dos aspectos. Uno, estructural: ¿es
posible estnicturalmente l a formación de un contrato por obra de
b) "Permanece extraño al negocio": y, por tanto, todos los una sola persona? Qtro, disciplinario: ¿se admite, y hasta dónde^
efectos del negocio concluido por el representante recaen direc- que u n sujeto estipule para si como representante ¿e otro?
tamente en el patrimonio del representado; es el representado quien
a) Desde el primer punto de vista, no hay dificultad serla en
adquiere inmediatamente derechos o créditos y responde de las
responder afirmativamente, y a que en l a única "persona" ( e l re-
obligaciones asumidas por medio de su representante.
presentante) se compendian dos "partes". D e él emanan, por tanto,

II. " p B o a m \ T O B i N R E M P H O P H I A M " . Pero el representante, dos declaraciones negocíales: una de Cayo en nombre propio, otra
aunque extraño a l negocio en relación al tercero^ puede estar inte^ del mismo en nombre de Ticio. Como Cayo declara por Ticio y
resado en él en relación al representado: interesado, no tanto en firma por él, su declaración vale para Ticio.
¿oncluirlo por la retribución que pueJa obtener de ello, cuanto Cayo no es más que el "sujeto único de las dos manifesta-
en el sentido de que los efectos negociales tendrán luego que re- ciones", pero no "parte única en e l negocio".
fluir sobre el patrimonio propio del "representante", en virmd de b) Desde el segundo punto de vista, surgen graves preocupa-
otra relación interna entre é l y el "representado". 'Tenemos enton- ciones acerca de la oportunidad de dejar que una misma persona
ees el_procurator in rem propriam; figura cuyo [esquema normal decida en su propio interés del interés de otra, y a que es natural
de la representación se modifica en el sentido de que el represen- el peligro de que, por favorecer el propio, sacrifique el ajeno. E s
tante actúa siempre en nombre ajeno, pero tamb én en su propio principio fundamental, no sólo de buen sentido, que el represen-
interés, y se caracteriza por la normal irrevocabüidad del acto de tante tiene que cuidar el interés de su representado'"^. D e este
mandato que funda la representación {infra, n. 238, y art. 1723)"*.
Confonne B E T T T , Ncg. gfur., pág. 5Q2.
• 3" TjiABUccKi, n dolo, Padova, 1937, p4g. 446. SD8 Véase, en general, PACCHIONI, DM contraüi, piÍR. 125; y, aunque
Confonne MsssiNjeo, Dottrina ganerale del contralto, pág. 120. con gran cfrcunipeccíón, BAtni, II eontratto concluía mi upara d'una lola
A no ser que concuira una causa Justa, Casación, 21 de marzo de pertona, Fadova, 1939.
1941, Rep. Foro It., 1941, p4g. 973, n. 73; y en genpral, M . SIOUFI. La pro- 2DD véaie P u c L i A T T i , ll cofífHUo d'Intarcssi ira prínrijfalo e rappresen-
cura x'rraaocabile, en Rlu. ¿Ir. ció., 1933, p¿g. 312. ' tanta, Mufina, 1928; ID., Rtv. dtr. comm., 1036, I , piíg. ].
BOO UL J U C A d O K jraiISICA --jií* UeCKp JXJRIDICO 501

principio Sfl sJRue, en vía general, la anulabilidad a instancia del que éste hubiese fijado para la venta un precio inferior o para la
representado de todo contrato concluido por el representante en compra un jjrecio superior al resultante en los modos antedichos,
conflicto de intereses con su representado, cuando •el conflicto sea el comisionista que adquiera para sí o suministre por si, tiene
conocido o recognoscible por el tercero (art. 1394), y así también que abonar, no el menor o mayor precio establecido por el comi-
del "contrato consigo mismo" (art. 1395), EUÍ como de toda ad- tente, sino el corriente en el día en que realiza la operación
quisición, incluso en subasta pública, directamente o por persona (art 1735, ap. 29).
interpuesta, por parte del que ejerce la patria potestad (arL 323),
del tutor y del protutor (art. 378), de los adminisbradores de los Z3S. OMCEH I^E LA AEFRESZNTACION.

bienes del Estado, municipios y provincias u otras entidades pú- L a relación de representación puede provenir, o de la voluntad
blicas, y por parte de los oficiales púbHcos (art. 1471, ns. 1 y 2; del representado, o directamente de la ley, o con intervención de
y aquí la adquisición es radicalmente nula; úlL ap.), y final- ambos, o de investidura del juez. E n el primer caso, se la llama
mente, por parte de cuantos por ley o por disposición de la auto- voluntaria, en el segundo le^ál, en el tercero podemos hablar d^
ridad están investidos de la administración de bienes, y de los representación necesaria, y en el cuarto de representación judicial.
mandatarios, en cuanto a los bienes, respectivamente, del menor Hay, además, un caso de representación espontáneamente asunta
o que administran o que tienen encargo de vender. por el representante^ pero eficaz solamente si la gestión del interés
Sólo se exceptúa, y en esto asume positiva concreción el "con- del representado se la inicia útilmente: es la representación do
trato consigo mismo", en cuanto el representado (o el mandante) "gestión de negocio" (arts. 2028 y 2031).
baya autorizado específicamente al representante (o al mandata-
I. L A "nEPRESZNTACióif VOLUNTABIA". — Se funda en el "po-
rio) a apropiarse del contenido del n e g o c i o o este contenido
der""^. Esta, en sí misma, es un "negocio xmilateral", con el cual
sea tan determinado, que haya de excluirse la posibilidad de un
el representado confiere al representante, la autorización para
efectivo conflicto de intereses (arts. 1295 y 1471, n. 4): como
obrar en su nombre, y por efecto del cual se apropia las conse-
en el caso de que se hubiese dado mandato de vender a un precio
cuencias de la acción de él. E l "negocio de poder", comprende,
determinado y en condiciones fijadas por el representado, ya que
por tanto, la autorización a "obrar en nombre" del representado
es claro entonces que el interés de él no puede sufrir por el
(el mandato, en cambio, no comporta de suyo más que el encargo
hecho de que el procurador, en vez de vender a un tercero, com-
a ''obrar por cuenta" del mandante), pero.implica también la vo-
pre para sí a aquel precio y en aquellas condiciones. Este último
luntad de "comtinfcacf¿n" de ello a quienes deberán o podrán en-
criterio Informa también la disposición del art 1735, en virtud
trar en contajcto con el representante.
de la cual en la comisión de compra y venta de títulos, divisas o
De aquí, dos consecuencias; a) el "poder" debe revestir ad-
mercancías que tengan un precio corriente que resulte en los
- substantiam la misma forma prescrita para el negocio cuyo cum-
modos indicados por el art 1515, el comisionista mismo puede
plimiento se encomienda al procurador (art. 1392); b) los terce-
suministrar o adquirir por sí, al precio asi resultante, las cosas que
ros pueden exigir que el representante que se presenta como tal,
hubiera debido corbjJrar o vender (aun reservando su crédito a
justifique sus poderes y, si la representación resulta de acto escri-
la comisión cómo comisionista), con sólo que el comitente no
to, hacer que se les' entregue copia del mandato firmado por él
haya dispuesto' en otra forma. Fero aquí, a fin de eliminar toda
(art. 1393).
posible especulación del comisioijista en daño del comitente, aun-

391 Víaia, en geneial, NATTINI, L a dattHna generáis ' delUt procura.


•500 Cajaclón, 13 d« febrero de 1942, Fon tí., 1942, I, p4g, JSlV Milano, 1910.
SOS
502 E L H E C H O JURIDieO
LA. A E L A C I O H JUIUDICA

se l o considera representante general, y e l p r e - p o n e n t e q u e opone. ,


El "poder" supone, pero no comprende el "mandato" (el en-
cargo de obrar)j ni se identifica en él, como, por otra parte, el a l tercero los l í m i t e s d e l m a n d a t o , d e b e s i u n i n i s t r a r l a p r u e b a d e
mandato no implica de suyo el poder, aunque éste pueda con- que e l tercero los c o n o c í a * " * .
tenerse en el acto mismo que confiere el mandato; y como negocio H. LA. BEPiiEsENTA.aÓN "LEGAL": "BEPEESENTAOÓN" Y, "ÓHCANO".
unilateral, no necesita-aceptación (la aceptación se refíere al en- — L a r e p r e s e a t a d d n l e g a l tiene c o m o presupuesto l a irKopocldad
cargo y entra en el "cpntrato de mandato", no eq el "poder"; el legal d e obrar p o r parte d e l representado ( m i n o r í a d e e d a d , i n t e r -
"mandato" sin "poder" no comporta representación; art. 1705)"^. • . d i c d ó n ) . ' A q u i , p o r l o d e m á s , h a y q u e hacer potar que dicha
Por lo demás, también el poder necesita recepción (negocio re. representación, es decir, m á s p r o p i a m e n t e , e l "poder representa-
ceptido). , tivo", n o es u n hecho a u t ó n o m o , u n a s i t u a c i ó n aut&noma, • p o d r í a -
El poder y, por tanto, l a representación, pued'e ser general mos decir aislada, sino q u e es u n elemento d e u n a s l t u a d ó n más
o especial, según que al representante se le encomiende que trate c o m p l e j a , constituida p o r l a l e y m e d i a n t e l a c r e a d ó n d e u n "oficio"
de todos los negocios en general del representado o solamente ( p r i v a d o ^ ' " del cual forman parte, n o sólo — n i s i e m p r e ^ ' — e l
el de algunos especifícamenta indicados^ Indiüiduál o colectivo^^*, p o d e r representativo, sino todos l o s d e m á s , p o d e r e s ( a l g u n o s Se"
según que se le confiera singularmente a una persona o a varias ellos subordinados, incluso, a determinadas autorlzadones: arts,
personas; y en este último caso puede ser todavía: conjunto, 320 y sigtes., y 374 y sigtes.), necesarios e n l a economía funcional
cuando las varias personas deban actuar a la vez conjuntamente; del oficio, determinada p o r las finalidades — y p u e d e n ser v a r i a s —
solidario (o separado), cuando cada una pueda obrar por si sola p a r a las cuales h a sido creado. D e r e p r e s e n t a d ó n l e g a l " n o se
en orden al negocio entero; p'occionado, cuando cada una esté p u e d e hablar, e n cainbio, s e g ú n y a l o hemos visto, a propósito
puesta al frente de una parte del negocio en su totalidad. de l a s "personas j u r í d i c a s " (retro, n . 121): l a asamblea d e los
Cuando el negocio que el procurador debe llevar a cabo no socios, o d e l o s asodados, como t a m b i é n l o s a d m i n i s t r a d o r e s , n o
comporta' una carga de forma para el correspondiente "poder" a c t ú a e n r e p r e s e n t a d ó n d e l ente j u r í d i c o , sino q u e encarna, s e g ú n
según el art. 1392, o no hay establecida de otro modo una forma hemos visto, a l ente m i s m o q u e a c t ú a
determinada (por ejemplo, art. 2206), dicho goder puede ser tam- _ \ A este p r o p ó s i t o se h a h a b l a d o d e representación orgtfnlca»".
bien tácito, es decir, resultante de un comportamiento tácito con- 'cdcr
cluyente^"*. Una especie particularmente dísclplinaila es la de la l¿.t 300 CaiBción, 20 de eneto de 1944; 18 de Julio de 1945, R<p. Foro
pre-posición [puesta al frente] —o representación— institoría (art. 1945, p4g. 849, OÍ. 2 y 3.
2203: "factor" es aquel a quien el titular pone al Ésente del ejer- mentariú, Padova, 1931, p i g . 847; B r m , Neg. gíuf., p4g. 671,
cido de una empresa comerdal, o de una sede, o de una rama de Porgue no ilempre ea el oficia entra también l a repretentúalán: no,
ella). Esta, por su importanda, requiere por lo men )5 la escritura por ejemplo, en al ofido de ejecutar teitameotarlo íalbacea], donde ioduio
predsemente la figura del oficia ha lido introducida para explicar la litua-
privada con firma auténtica, y además, la pubÜca :i6n mediante d ó n sin acudir a la repreientadán. (véaie M E U I N Z O , loo. oít.). Por lo demis,
inscripción en el registro de las empresas (art. 2206)"". AI factor que ¿lia pueda haberla (contra las dudas de M X S H K X O , loe. d i . , y Dottrína
generala del contmHo, pág. 135), tne parece igualmente Innegable (conforma
CABiOTA-FEnRAHA, N0g. gtur., pág. 654) y , pot lo demij, e i textiml en ni
303 Cwaeiúo, 10 de igoito de I M l . R«p. Foro U.. 1042, pág. 902,
n. 15. art. 320 a propóiíto del ofldo de patria potestad.'
311 C A P U T O , La procura collettiüa, Roma, 1934. 36D contra, en lo que reipecta a los admínlstmdom, I]»Trin, Nrfi.
3<)< CajaciÓD, 21 da mayo de 1943, Bep. Foro It.. 1845, pág. 999, g'ur,, pig, 573, y noiotroi mlimoi en el articulo anterior.
n. 20. 3T0 v¿aj(, Fni_ Várgano ammlnittratioo r\eü« lacUtti anonUtiv, Ronui.
301 Véate, t í a embargo, D s M A U T I K I , Apparenxa di procura intütoria 1936, p i g i . 32 y tlgtef.; B r r n , Neg. gtur., pág. 572; M c w x o , DtHlrina ¡nn-
0 terxí di huona fede, CD Clur. cattax. ció., 1944, pig. 438. ' del contratto, pági, 131 y sigtes.
504 L A RELACION fUItlDlCA EL. HECHO JURIDICO SOS-

Pero u n tal cgncspto^ tal como se lo entiende comúnmente, nc se CU sentido propio, y a que, repito y termino, orgQnfcfda¿ y repre-
rige interiormente, _ni tiene cohesión lógica, órgano y represen- sentatividad ^on entre sí incompatibles.
tación son conceptos irreductibles, puesto que l a representacíóa Consecuencias de esta concepción son, entre otras, las siguien-
implica duplicación de sujetos, y el órgano implica identidad. Esto tes: a) el acto üícito y dañoso del administrador es u n acto de
basta para demostrar que de representación orgánica no se puede la sociedad, no de su representante; d e l cual responde, por tanto,
hablar en ningún sentido, n i aun siquiera en el de ¿rgono •provisto la sociedad a tenor del art. 2043, no d e l art, 20^^*^ y del cual
de representación^^, que seria en sustancia u n "órgano re-presen^ el administrador no responde personalmente frente al damnifica-
íoíiüo", y a que si el sustantivo "representación", en l a primera ex- do, sino quel responderá, en todo caso, frente a l a sociedad en
presión, réí^aza e l adjetivo "orgámlca", y también en la segunda virtud de la relación orgánica interna; el administrador, siendo
el sustantivo "órgano" rechaza e l adjetivo "representativo"*'^". Por como es ó r g ^ o , y -no representante, no puede hacer de testigo
lo demás, no hay -necesidad de Introducir e l concepto de "órgano por el ente ^ue actúa por su medio (lo cual, en cambio, se con-
representativo" para explicar y comprender que hay árganos de- siente a l reptresentante^.
signados para l a acción externa y distinguirlos de los designados
ni. RKPHESKNTAaÓN NECESAHiA. — L a representación "necesa-
para l a acción interna. E n e l concepto de "órgano" ello es cues-
tión de estructura. E l cotejo sirve a l a perfección: en el orga- ria" está entre l a representación voluntaria y l a representación
nismo humano, d e l cual proviene evidentemente l a analogía de legal, y tiene rasgos de la una y de l a otra; pero se distingue: a) de
la concepción orgánica, h a y órganos internos, que sirven para l a la "voluntaría" —libre en el ser u en el contenjdo— gp que es fib^g
oída míemfl (corazón, nervios, pulmones, glándulas, etc.), y ór- en el contenido, no en cambio en el ser; fcj de l a ^egal"' en que,
ganos externos, que sirven para l a vida de relación (ojos, orejas, por e l contrario, tanto en el ser como en el contenido está prede-
manos, lengua, etc.), los segundos de los cuales no son y a de terminada. ~ • '
los primeros en función representativa: son todos ellos órganos, E n esta especie se puede encuadrar l a representación procesal:
que se diferencian en razón de l a estructura y l a función corres- sólo ante e l conciliador, y en otros casos excepcionales (arts. 8 ^
pondiente, pero estructura y función, cualesquiera que ellas sean, 88, 436, 462, Cód. proc. civ.), l a parte puede estar en juicio per-
son siempre orgánicas, nunca y en modo alguno representativas sonalmente, de manera que nombrándose u n representante dará
lugar a u n fenómeno de representación "voluntaria". Pero las más
^fi Como propone MBSSIWI», Dotírina genérale del contratto, pág. 131
de las veces (art. 81) debe estar e n juicio con el ministerio de u n
(quien, por lo demás, admito qu8 loj órganos no son repreiantantes, pág. procurador iyscrito en registro especial y provisto de "poder": esta
132, pero luego cae ea contradicdóa, al decir que los adminiitradores son represeutacióp es precisamente "necesaria" (aimque el contenido no
"órganoí provistot de representación": ibíd.).
se remita en gran parte más que a l a discreción del representado).
2T3 Tunbl¿a eu el derecho público, como l e ha comprobado, y a hay
quien líente U necesidad do hablar directamente de "reprtientactón interor-
gánía^ ( F o D E H A R O , La p8^sonaHt¿ interorganlca, Fadova, 1 9 5 7 ) por l a contia-
rV. REPREaENTAaÓN " J Ü D I C I A L " . Esta proviene de una pro-

posfclón de Intereses entra dütintaj admlnistracionei —y respectivos árganos— videncia del'juez a causa de un. estado de imposibilidad material
del Estado, del cu&I dichos administraciones no son m i s que "¿rganos" a l u calificada: como en e l caso de l a "ausencia" {retro, n . 106), en que
vez. Pero si el fenómeno de eita contraposldán es Indiscutible, lo que hay.
(art. 48), sí no hay u n "representante legal" del ausente o u n
que rechazar siempre es l u explicación en términos dogmáticos bajo el con-
cepto de "representadóu org&nlca", y a que basta el concepto de "órgano" "procurador" (representante voluntario], el tribunal nombra u n cu-
singular do los distintos "órganos" m&s complejos —AdmlnistradonesT- para rador "que Ig represente" o provea en orden a los actos que no
explicar, con l a contra^slclón, relativa, de Intereses que puede haber entre
elüis, l a posibilidad de perseguir su tutela a través de l a legltimaclóa de sus
órganos repectlvos. Conforme MESSIOTO, he. cit. '
606 IJL nEUCJON JtnUDlCA
EL BECHO JimiDICO

pudiera llevar a cabo el procurador; y así también en los distintos que interesan a las relaciones entre representante y representado
casos en que la ley ffreyé el nombramiento de curadores especiales (arts. 1710 y sigtes.); la relación de representación, en cambio, se
•con función representativa (ejemplo: arts. 320, ú l t ap.; 321, ú l t ap.; •explica esencialmente porque el representante, tratando con los ter-
:Q39 —curator ad ventremr-, 356, 380, etc.). También aqui la re- -ceros, exhibe el nombre del representado dentro de los limites de
presentación SB pone, sin embarco, como elemento del contenido las facultades recibidas. \
•de un "oficio". ] \ Estos datos, "exhibición del nombro del representado", y "den-
V. RmiESENTAaÓN GESTORIA. P O M "GESTIÓN D E NZCOaOS" —
tro d e los límites de las facultades recibidas", son ambos necesarios
Proviene ésta del hecho de que i m a persona, sin estar a ello oblí- •para e l ejercido de l a representación.
gada, asume espontáneamente la gestión de un pego'cJD ajeno en a) Sin el primero, quien negocia actúa e n nombre propio, y
nofTi¿rfl del interesado (art. 2031). Pero este hecho D Í J basta para •el tercero n o puede menos d e reconocer que actúa también por
producir los efectos de la represeptación, y hasta podria, en cam- cuenta propia; de manera que la representación no funciona y las
bio, engendrar una responsabíKdad' en quien se entrometiese a T e l a c i o n e s se constituyen entre terceros y representantes, salvo la
ello, frente al mismo interesado, sí la intromisión hubiera de resul- responsabilidad de éste frente al representado (E1 cual, sin em-
tar inoportuna "o válidamente prohibida (arg. ex art. 2031, aps. jf bargo, sustituyéndose al mandatario, puede ejercitar directamente
y 2'), Pero si el negocio es utiliter gestum, en el sentido de que frente al tercero los créditos provenientes de la ejecución del man-
ía gestión sea útilmente iniciada, el interesado debe cumplir las dato a tenor del art. 1705, ap. 2 ' , al paso que ninguna razón puede
obligaciones asumidas en nombre de él por el gestor: en lo cual •alegar el tercero frente al representado, aun cuando d e hecho estu-
se revela un efecto propio de la r e p r e s e n t a c i ó n ' " . viese en conocimiento del "mandato" (art. 1705, aps. 1^ y 2 ' ) .
Bepresentación no atribuida por el interesado, ni por la ley, Naturalmente, el conferímiento del poder ( e n l a representa-
ni por el juez, sino espontáneamente asumida por el representante •ción voluntaría) no excluye nunca que e l otorgante se ingiera per-
V. sin embargo, justificada y casi convalidada por la ley, justamenTe sonalmente en la gestión de su negocio; es decir, e l otorgante, con
en consideración a la conveniencia del hecho y a la utilidad de Ui -el conferimiento del poder, no se despoja del poder de intervenir
gestión. directamente, obrando e n nombre propio: n i siquiera e n el caso
'de mandato irrevocable y otorgado en interés también del repre-
337, EJKHCICIO DB L A REPRESENTACION. sentado (procurator in rem propriam)"*, e n , el cual se tiene l a
E l ejercicio da la "representación" no debe confundirse con el irrelevancía de l a revocación del mandato y de l a proctnración
elerclclo del "mandato" (o encargo). Este tiene rjiglas propias, (art. 1723, ap. 2?); pero de aquí no se puede sacar que sea tam-
bién irrelevante frente al tercero la intervención directa del otor-
V é a l o C R A Z I A N I , La rappretantanxa tanxa procarai NnpoH, 1927; gante, que continúa siendo dominus del negocio. E l Interés del
P u c u A T T i , JI neeptío di gettiom, en Annali Vnia. Mesiina.] 1928, pfig. M ;
representante encontrará tutela en tal caso en el resarcimiento del
P A C C H i o m , Drilo geriione degll affari altrui, P í d o v i , 1935; I B A H A I S I , O b b l í -
gatíani, II, pfgs. 343 y slgtei. daño, pero el negocio será válido y plenamente eficaz.
3T0 Y no M ¿sta, n ó t e i e , una « p e d a o hlpótejli de 1& representación E l representante no puede hacerse representar a s u vez, nom-
indirecta, ovya concepto hemos vljto y repudindo en el n. 235. No es, por
otra parte, tampoco mera inierpoticián gestoría, como de mandato sin repre- •brando un subrepresentante (delegatus delegare non potest), a no
sentación (aii, ea cambio,. B s m , Neg. giur., pie. 548), porque el "Ecstor",
cuando existan los requisitos de IB gestión vilida, compromete ditecUmento
al Interesado, segiin lo demuestra el art 2031, que pono a cargo del intere- 3T0 E n contra, s e g ú n parece, B E I T I , Neg. gitir.. pág. S T B , pero no ei
sado el deber de "cumplir las obligaciones que el gestor ha o ^ m í d o en nom- é l i t r o si entiende referirse a Ja Irrelevancla de la revocación del podar, o a la
bra da íl". •de la Intervención directa del dominus, que ion cosas dJltintai,
iWP)l!pi||i|i«!J,.i,J-pi,|fl

•308 ILA BELACIOK JUBIDICA EL HECHO jüBnnco S09


. •< .

ser que haya sido a eilo autorizado -'^'^ o no sea ello necesario por traconlractual), también el mismo representado, cuando concurran
la naturaleza del encargo (art. 1717): contraviniendo a esta nor- los extremos del art 2049^",
ma responde de lo operado por el subrepresentante; mientras qug' A fin de precaverse contra k eventualidad de la irrelevancia
si había sido autorizado, responde solamente si está en culpa en la del negocio, y preconstituirse a la vez un título de buena fe en
etección. Responde siempre, de todos modos, de las instrucciones disculpa de la confianza que haya puesto en la calidad y los pode-
impartidas a su sustituto. res del representante, el tercero puede exigir de él la Justificación
b) Sin el segundo dato, se cae en el ejercicio de "representa^ de los poderes que afirma, y sí la representación resulta de un
ción sin poder". Esto hecho es tal, que conduce a la irreleoancia escrito, exigir copia del mandato firmada por él (art 1393); tanto
—como 'negocio"— del negocio cumplido (arg. también ex art. más cuanto que, según se reconoce —yo creo que exactamente—,
1398; pero salvo la posibilidad de ratificación; véase art. 1399 e- la carga de pmbar la existencia de los poderes en la persona del
infra, número siguiente), no pudiéndose por una parte reconocer representante cuando el representado no lo reconozca, incumbe
vinculada a la persona del representado, ya que falta su autoriza- al tercero mismo ^"^r a no ser que se trate de mandato general.
ción, ni pudiéndose por la otra reconocer vinculado al represen tante^ For lo demás, si la falta o la insuficiencia de poderes proviene
que, llevando frecuentemente el nombre del otro, ha mostrado cla- de revocación o modificación del mandato y eDas no fueron lléva-
ramente no negociar para si. •das a conodmienlo de los terceros con medios idóneos, no les
Est;a irrelevancia del hecho, como "negocio" —la cual comporta es oponible por parte del representado, salvo que pruebe que
que no se sigue de él el previsto "efecto negocial" (salvo siempre en el momento de la conclusión del negocio conocían la revocación
la "ratificación")—, no quita, sin embargo, que el hecho revista o la modificación aportada; no es, en cambio, oponible, a quien
otra relevancia en calidad de "acto ilícito" (retro, n. 204 e infra^ la .haya ignorado sin culpa, la extinción por otras causas del
n. 1017). Sí no se puedo dar curso a efectos negocíales, por las poder de representación (art. 1396).
razones antedichas, es •ecesarío, no obstante, que el falso repre- c) E l representante tiene que encontrarse en la condición
sentante no quede indemne de las' consecuencias dañosas de su de poder disponer de los intereses que encomienda a la gestión
actuación frente a los terceros, y esto. detemiiua, en primer lugar representativa; y así, por efemplo. si quiere vender, tiene que
U • c ' c ^ a ' u n a responsabilidad (extracontractual) del representante frente a. tener la propiedad o la autorización para disponer del bien enaje-
4 o l 1 X i aquel con quien ha negociado, respecto de los daños que ha sufrido nable. D© ello se sigue que en el caso de, varios representantes
c ut. f J c t ^ t i v c — i n t e r é s contractual negativo— por haber confiado sin culpa suya, que actúen separadamente, o de intervención directa del dominus
en la validez del negocio (arL 1398)'"; en segundo lugar, aun- concurrentem^te -con el representante, sí ha Itabido contrate
que esto no esté previsto expresamente, puede determinar también entre la acción'del uno y la del otro (vendiendo, por ejemplo, la
una responsabilidad frente al representado (art. 2043) por ostentar- misma cosa a dos personas distintas), el negocio posterior caerá
a menudo, sin autorización, su nombre. Pero frente al tercero en un momento en el cual había desaparecido, por agotado en su
puede ser llamado a responder por los daños (responsabilidad ex- ejercicio, el poder de disponer del representado, y, salvo los efec-

-TT L a ley no dice expresamente y, por tanto, la aulorizadiin se puede Casación, 3 de febrero de 1944; Id. (Brescia), 28 de febrero de
argllir también de circunitimclas concluyentes. 1948, Rep. Foro it.. 1945. p¿g. 1000, ns. 34 y 36. L a Casación (última-
Naturalmente, me parece que, poia que se verifique esta lilpótesfSr. mente, sentencia del 6 de marzo de 19S8, n. 2716, en Riv. dír. camm., 1959,
de confianza sin culpa, ei necesario que el tercero haya hecho lo mejor que- pig. 335, con nota de finrAm) considera la aparieada de mandato culpo*
sámente creada por el domínua como liecho equivalente al mandato efectivo.
§udo para obtener del rcpresentanto la ]ustiflcaclijn de sus poderes según el.
erecha que le otorga el art 1393. 28» Casación, 25 de mayo He 1942, B«p. Foro tí.. 1942, .p4g. 901, n. 10.
510 £L Bxcao ;uBm]Co 511i

tos de la transcripción^'^, la eficacia negocial pertenece al nego- unUateralmente, antes de la ratificadón; el contrato no se puede
cio anterior, rescindir más que por consentimiento mutuo (véase también "el
art. 1372]; consentimiento mutuo, en este caso, entre tercero y
238. LA. "RATinCA.aOír.
representante. E l nuevo código es ahora daro en este sentido
For su parte, el representado a quien el negocio interese igual- (art 1392, ap. 3'); y si la ratificación interviene antes de i^a res-
mente, aunque" el representante haya actuado "sin poderes" o "en cisión quitado de en medio el representante, entra en lugair de ¿1-
exceso de poder", tiene im medio para apropiárselo, y es la "ra- ex tune la persona d d representado, y el contrato no puede ya ser
tificación" resdndldo.
Esta "ratificación" (que no hay que confundir cbn la "con- (¡Pero esto implica acaso la eficacia del contrato conduido por
validacián" o "confirmación" del negocio anulable: art. 1444, qu« el representante sin poderes, contra lo que hemos dicho anterior-
también se Índica a veces, aunque impropiamente,' con el nombre mente, recabando conürniadón del mismo a i t 1398, el cual^ al con-
de ratiñcadÓn: la llamada "ratificación impropia") es im "negocio templar la responsabilidad del representante frente al tercero por
unilaterar con el cual precisamente el representado se apropia haber éste confiado sin su culpa en la validez del contrato, implica,
los efectos del negocio conduido por el representante sin poder por el contrario, su ineficacia? Contradlcdón no la hay, y el apa-
o que SB extralimita dé los poderes redbidos. rente retruécano se soludona admitiendo que tal contrato es eficaj^
Se puede dedr que la "ratificadón" suple a la falta o a la bajo condición suspensiva de su ratificación'".
insufidenda "de mandato"; por eso exige ella también la forma Ahora bien, a fin de no dejar indebidamente suspendida esta,
prescrita para el negocio o ratificar (art. 1399, ap. 1', art. 1392 condidón, el tercero puede invitar al interesado a pronundarse-
en cuanto al mandato) y opera con eficacia retroactiva, pero salvo acerca de la 'ratificadón, asignándole un plazo venado el cual sin.
los derechos adquiridos de los terceros (art. 1399, ap. 2^]. respuesta, la ratificadón se entiende negada (art, d t » ap. 4^).
No puede ser p a r d a l " ' a no ser que d tercero mismo tenga Lo cual, sin embargo, no prejuzga la posibilidad, ya teconodda.
interés también, por su lado, en la realización sólo de una parte antiguamente, de que el silendo, es dedr, la no desautorizadón
de los efectos. de lo actuado por d representante, comunicado al representado y
Pero condidón de eficada de la ratificadón es que intervenga conoddo por él, adquiera el significado de ratificadón tádta o*
antes de que el tercero y el representante _ hayan rescindido de implidta'". Mientras no se niegue la ratificación, la facultad de
común acuerdo el contrato (art. clt, ap. 3'). Lo cual, sin em- ratificar se trasmite a los herederos (art. 1399, últ, ap.).
bargo, no quiere decir —-como erróneamente se creyó también al-
guna vez en el pasado^"— que el tercero pueda pegar el cum- 330. FIN DE LA REPHESENTAaON.

plimiento al ratificante afirmando haber retirado su ¿onsentimiento, E l fin de la representadón puede ocurrir diversamente, según>
la diversa naturaleza de ella.
Y no sólo la reipomabilidad frente al tegundo í^ontratante como
opin& B s m , ftctio, también squl, mia incompleto qus Impreciso [Neg. glur., '
pig. 579); puei no bay duda de que los efectoi de la tranicripclón te 3BD O configurando el negocio como fubjetivomenta compleja y de for-
dejan sentir también en este caso, tnaclón tuceilva (Brrn, ob. clt., pég, 564). Pero como el propio B c m lo
3*1 Véanse, en general, PACCBJONI, FEHBASA, MESSINEO, BAHASBI, B i m , reconoce, esta configuración ei menos coirespondlenta a la eficacia ratroae-
obi. cits, iloa de la ratificación,
3i> Apelación de Palemia, 5 de noviembre de Foro ít., 1945, 3 " Casación, S de agosto de IB40, Foro H., 1641, I, pág. 24. Ftxo-
p&g. 998, a. 9 ter, esto, naturalmente, cuando para la jattflcadón no se exifa la misma íoTmt
311 En contra, sin embaigo, también en vigencia del ¡antiguo código, que pura el negado a ratificar (Caiadán, 12 da febrero de 1043, Rep. Forv
PACOUOKI, ConíroKi, pig. 299. ., '. H.. 1946, pig. lOflG, n. 112).

J12
TL H E C H O JU1UDICO glQ
.512
a) E n cuanto a l a representación les.al y judicial, l a cuestión aparecer las condiciones de hecho a que estaba subordinado. C o n
•del f i n puede presentarse de dos modos: a) fin de l a situación, de esa cesación ^1 representante no está y a autorizado a exhibir el
representación por la persona misma del representado, al cesar l a nombre del representado (y está obligado también a restituir el do-
condición de incapacidad o el estado de imposibilidad (obtención cumento del cual resulta el poder), y si contraviene, comete ilícito
de l a mayoría de edad —art. 2—, revocación de l a interdicción y habrá de responder de los daños. Pero no es relevante frente a
—arts. 429, 431—, retomo d e l ausente —art. 56— etc.); p) fin del los terceros con quienes el representante hubiese negociado, si no
poder representativo en la persona del representante, lo cual pue- se l a lleva a conocimiento de ellos "con medios idáneos" o no se
de ocurrir por efecto de l a cesación, decadencia, remoción o exo- prueba que ellos l a conocían ( a r t 1396). Medios idóneos pueden
neración del oficio a l cual v a anexa l a representación (arta. 330, ser las formas de publicidad de l a revocación o modificación del
334/383, 384), o renuncia a él, cuando se l a admita. poder que hajyan sido adoptadas para el poder mismo. Por lo
b) E n cuanto a l a repres evitación voluntaria, el f i n puede demás, no siempre es necesario, aun cuando el poder se lo haya
ocurrir mediante revocación del poder o del mandato por parte del ronferido mediante acto escrito, que se l a haga también pública.
representado, y, recíprocamente, por renuncia del representante. En tal caso podría ocurrir que l a revocación por acto escrito no
H a y que hacer notar aquí, por lo demás, que en el'caso de que se constituyera medio idóneo para llevar dicha revocación a conoci-
trate de poder colectivo {retro, n. 236), l a revocación no tiene miento de los terceros; será carga del revocante adoptar otros
efecto si no concurren una causa justa y la declaración concorde medios, de cuya idoneidad habrá que juzgar en cada caso,
de todos aquellos que l a han otorgado (arg. ex art. 1726, que ata- c) E n cuanto a l a representación necesaria, dada su natura-
ñe ciertamente a l mandato, pero del cual parece indudable l a a p l i - leza, no podrá desaparecer nunca l a situación de representación;
cabilidad también a l a representación). Las demás causas qué sólo podrá cambiar la persona del representante, y ello por las mis-
de ordinario se indican (muerte, interdicción, inhabilitación del mas causas que hemos visto a propósito de l a representación vo-
uno o del otro, cumplimiento del negocio o Imposibilidad sobre- luntaria.
venida de cumplirlo, cesación de l a relación de l a cual toma origen
d) L a representación sin -poder (representación del" gestor)
—disolución de l a sociedad, etc.—), se refieren directamente a l
puede terminar por muerte o incapacidad sobrevenida del gestor
"poder" antes que a l a representación, e importan, a lo más, l a
mismo, por desautorización del interesado, o de lo contrario, por
extinción del "poder" por desaparición del "encargo" mismo de
fin de la gestión o asunción de ella por parte del interesado.
actuar. N o de otra forma, hay que referir al "mandato", más que
:al "poder", l a cuestión de l a irrevocahilidad (llamada "poder irre- 240. L A HEPRE^ENTACION "INNOMINADA" (O D E TKRSONA A NOMBRAR").
vocable": retro, n. 235), de l a cual hablaremos en l a parte espe-
cial dedicada a los contratos ( a r t 1723). I. £ n el íámbito de l a representación entra también, bajo un
aspecto particular, la "conclusión del contrato por persona a nom-
Las modificaciones y l a revocación del poder deben ser lleva- ÍJrflr"^"'' (arts. 1401-1403), que podemos considerar como repre-
das a conocimiento, de los terceros con medios idóneos ( a r t 1398). sentación de persona innominada y por nombrar. Que estemos
Por lo d e m ^ , hay que hacer notar que l a cesación del poder de también aquí en el campo de la "representación", surge del hecho
representación, es decir, de l a autorixacién del representante, es de que tm sujeto lleva a cabo l a declaración significando que no
distinta de l a relevancia que el hecho tiene frente a los terceras. entiende asumir personalmente sus efectos, sólo que se reserva nnm-
E l poder represrentativo cesa con l a revocación del mandato en
cualquier modo que se lo haga (incluso oralmente, aunque el m a n -
2" Véajc, en general, CASCA, I contratti per persona da rfíeñtafw«.
•dato estuviese en forma escrita, necesaria o voluntaria), o al des- Milano, 1035.
- 614 UL IÍEXACION JURIDICA. • S ( H E C a i O JURIDlfcO' '515

brar la persona en favor de' l a cual ha declarado (art 1401).' D e l a qué-debe entenderse subordinado^ que es l a de conocer ño más
ordinario fenómeno de la representación falta solamente la desig- allá del plazd legal,, o en otra forma convenido, a la persona con
nación'actual dal representado; se declara que lo .hay,--peio no la cuál se establece la relación. Si dentro de ese plazo no se esta-
quién es, reservándose el indicarlo posteriormeote"'. Pero-esta blece l a relación válidamente con la persona del que se nombrará,
singularidad afecta a l a relación de manera particular, se establece, sin más, con la persona del declarante: sólo un, nuevo
a) Entre tercero y representante: éste tiene ¡la carga de .ha- acuerdo podrá modificar l a ' situación. • • '
cer^ dentro del plazo establecido convenciopalmente,.ó de lo con- c) Entre tercero y nombrado: siempre que la declaración de
trario dentro del plazo ds'tres días, l a declaración de nombramiento nombramiento sea tempestiva y eficaz, las relaciones proceden se-.
del interesado (art 1402, ap. 1^); carga, no, oblj^aciÓD, ya quej gún las reglas de la representación; el nombrado .adquiere frente
si no cumple con ella en el plazo debido o si "la ^declaración que al tercero, los derechos y a s i m i e l a s obligaciones provenientes del
hace no es válida^ queda él vinculado personalmente a jas conse- contrato con efecto desde el momento de la estipulación de ¿1
• cuencias del negocjo (art. 14CS}.
(art. 1404,).
h) Entre declarante y ,el que debe ser nombrado: las rela- II. . Pero también las condiciones de "formas" presentan algo
ciones corren-a base de las reglas comunes de la representación de particular: ya l a "declaración de nombramiento" o de "poder".
y del mandato. L a declaración de nombramiento del interesado o l a "aceptación de la persona" nombrada, deben revestir la misma
por parte del declarante no es válida si no hay un válido "poder", forma empleada para el contrato, aunque no esté- prescrita por la
anferfor d la conclusión del negocio con el tercero, o si, faltando ley (art 1403, ap. 1?). Y si para el contrato se prescribe para
esa poder^ tal declaración no va acompañada de la declaración determinados efectos tma forma de publicidad (ejemplo, transcrip-
^ de aceytación de la persona nombrada. Así, el art 1402, ap, 2'; y ción), debe hacerse púbHca para esos mismos efectos también IA
no es de creer que, aunque esta "aceptación" tenga en sustaijcia "declaración de nombramiento", con indicación del "poder" o de
función y efecto de "ratificación", pueda resultar Igualmente eficaz la "aceptación" del nombrado (art c i t , ap. 2 ' ) .
si DO Bcompafia la "declaración de nombramiento", sino que sobre-
viene posteriormente. E n esto la relación se aparta de la repre- III. H a y quien en esta representación hace entrar también el
sentación ordinaria': en l a representación ordinaria, hallándose el caso del art. 1762 (mediador que no nombra la persona de u n
tercero en conocimiento del interesado y a desde el momento de la contratante'"). Pero la inclusión, a nuestro modo de ver, no es
conclusión del negocio, y habiendo aceptado negociar por medio admisible " ° , ya que es diferente la disciplina dictada por el art. 1762
del representante, no tiene razón para retirarse, a no< ser que, antes de la de los arts. 1401 y sigtes.: éstos, no sólo prevén, según
de la "ratíficadón", haya convenido con. el representante la res- hemos dicho, una carga de "nombrar" dentro de brevísimo plazo
cisión del contrato (art. 1399, ap. 3?); pero aquí, .puesto que el a la persona del interesado y la implicación en el vínculo del
tercero negocia ignorando la persona con quien vendrán a estable- mismo representante si no efectúa el nombramiento, sino que
cerse las relaciones, considerarlo comprometido por una "ratifica- contemplan principalmente una actuación en nombre de otro, aun-
ción" posterior signiflcaria forzar el consentimiento más allá de los que todavía por nombrar; en cambio, el art. 1762 no pone plazos
términos para los cuales ha sido dado y de la misma condición
'Véaie BETTI, Negozio gíur., pág. 3 7 0 ; SAWTOJio-PASBABEm, Jstltu-
zttnií, pdg. 212. Ahora también CAKKAKO, La mediasiona, Fadova, 1B52,
268 Esto no lo tieoe en cuenta M E SSIN E O cuando niega que también
p¿g. 168.
aqui eJlamoí en el campo de la representación. dldMdt, q u j la declaración
Conforme M A A C O I U . , La medtazione, Milano, 1950 (en curso de i m -
se bace on nombre propio (Doítritw generala del contrirttff, fpág. 151).
pr Billón),
516 LJí REUtCtON ;iniIDICA a. H E C H O luntDico 517

para el nombramiento d e l "contratante", y sobre todo prevé que califica al "acto jurídico", por l a otra es necesaria y común también
el mediador no tanto actúa en nombra de él, cuanto que comu- al "negocio". ¡
nica (acercándose en esto a la figura de un nur\ciuzY^^ el con-
242. RELEVANCU CONCRETA D E L A "VOLUNTARIEDAD D E L NECOCTO".
sentimiento d e l interesado como directo contratante (en efecto,
de "contratante" habla el art. 1782), sacando de ello la conse- L a afirmación d e l "negocio jurídico" importa por sí misma l a
cuencia de que en defecto del nombramiento el mediador es afinnadón en abstracto de l a "voluntariedad" de l a manifestación.
respomable de la ejecución del contrato. Que es distinto de decir Pero ello no impide que, p o r razones de política legislativa (que
que queda implicado en el víjicvloya que en esta hipótesis no es éste el [momento de considerar), atribuya l a ley relevancia
no podrá liberarse más que cumpliendo él mismo como obligndo extema de "qegocio jurídico" también a "manifestaciones" que,
definitivo, mientras que de l a responsabilidad ex art. 1762 el en el caso cohcreto, resultan carentes de "voluntariedad" efectica,
mediador podrá cubrirse induciendo, en cualquier tiempo (siem- necesariamentí supuesta en abstracto
pre que sea tempestivamente en relación a los pretensiones de la Tenemos ,que decir lo mismo, o sea, que distinguir «ntre l a
otra parte), al contratante no nombrado a salir fuera y cumplir. relevancia estructural de l a voluntariedad d e l "negocio" en abs-
Diversa B S también l a figura d e l contrato por cuenta de quien tracto, y su relevancia concreta^ en los casos singulares y parti-
corresponda (ejemplo, arts. 1513 y 1891), que no debe ser en- culares, si queremos superar el equivoco y l a dificultad ante los
cuadrada dentro d e l ámbito de la representación, sino en la del cuales se ve puesto el teórico por el sistema de la ley que, pri-
contrato a favor de tercero^'. meramente, y de varios modos, propone la "voluntariedad" como
elemento esencial del "negocio" mismo (baste pensar en l a dis-
B) La "voluntariedad" de la manifestación ciplina de los "vicios del consentimíenlo" —arts. 1427 y' sigtes.—
en la definición misma d e l contrato: nrt. 1321), y luego, des-
Ul. REMISION A L A RELEVANCIA ESTRUCTURAL DE LA "VOLUNTARIEDAD"
EN E L NEGOCIO. cuidando o no esta premisa, da eficacia a manifestaciones nego-
cíales que, en e l caso concreto, resultan involuntarias, como, pora
Si la "monifestación negocial" es el elemento en virtud del no poner más que un ejemplo, l a de u n sujeto naturalmente incapaz
cual la acción d e l sujeto adquiere valor de "hecho", la "volunta- de actuar que (art. 428) produce sus efectos — y son efectos
riedad" de l a manifestación es el elemento en virtud del cual ese . "negocíales"— si, tratándose de contratos, no resulta l a mala fe
"hecho" asume la calificación específica de "acto". del otro contratante, aunque, por definición, deje de ser "volun-
N o hay "acto" sin "voluntariedad". Y hemos visto y a , a l taria" la manifestación de quien no es capaz de querer en el m o -
hoblar precisamente del "acto jurídico", los dos aspectos en que mento en qup la c u m p l e " ' .
la voluntariedad puede presentarse. Sin "voluntariedad", o inde-
pendientemente de ella, el actuar del hombre es u n puro "hecho" no* Sobre el Intereinnte problemo, vénsn P u c L t A T n , La vo}ontA eU-
(actus Jiominis), no un "acto" (actus humanus). mento ettenziale dtl negozto ¿iaridico, en Rtv. dir. comm., 104.0, 11, p í g .
234; CTOnciANf<(i, La c. d. incapacita naturale, en ñlv. dir. do., 1939, p ¿ g .
L a "voluntariedad", pues, que, por una parte, caracteriza y 412; BAnncno, La riltuan^ della volantá nal negozio, en Studi per B. Scorza,
Romn, 1040, p í g . 27; B c m , Negozio giur., p6g, 42; B A B A S S Í , ObbUgastont,
^"i Como en efecto parece conflgurnrse según A Z E O L I N A , La medlaz¡0' 11, p i g . 338. !
m. Torlno, 1943. p ó g . 101. Este es uno de los casos en que el Intérprete tiene que hacer los
L n i observaciones, a la vcrdnd njjuclni, de CAnaAno' floc. cit.), con- cucnCis con el empirismo del legislador. Inducido por exigencias prácticas a.
tra « C Q tesis, no purecen insuperables. Bpiutarse de una rígidn y formal colierencln con cus mlimns premisas: las
Véase M C S S I K E O , Dottrina genérale del contralto, p¿g. 145; CASIOTA- cufilcs, por tanto, no son, por ID demás, abjuradas in tolo, lino qua queda
F n u u A A , N*¿. glur., p&g. 670. mdi bien paralizAda excepdooalmeate su relevancia, legúo la teili expretoda

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