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Este documento presenta dos historias cortas. La primera historia trata sobre Alicia en el País de las Maravillas y su conversación con el Gato de Cheshire sobre cómo encontrar la salida. La segunda historia es sobre una mujer que sueña con entrar a una tienda donde Dios le vende semillas en lugar de frutos ya crecidos, representando la necesidad de plantar semillas de cambio en uno mismo y en el mundo.
Este documento presenta dos historias cortas. La primera historia trata sobre Alicia en el País de las Maravillas y su conversación con el Gato de Cheshire sobre cómo encontrar la salida. La segunda historia es sobre una mujer que sueña con entrar a una tienda donde Dios le vende semillas en lugar de frutos ya crecidos, representando la necesidad de plantar semillas de cambio en uno mismo y en el mundo.
Este documento presenta dos historias cortas. La primera historia trata sobre Alicia en el País de las Maravillas y su conversación con el Gato de Cheshire sobre cómo encontrar la salida. La segunda historia es sobre una mujer que sueña con entrar a una tienda donde Dios le vende semillas en lugar de frutos ya crecidos, representando la necesidad de plantar semillas de cambio en uno mismo y en el mundo.
INSTITUCIÓN EDUCATIVA PARTICULAR “NIÑO DE LA PAZ” INSTITUCIÓN EDUCATIVA PARTICULAR“NIÑO DE LA PAZ”
ALICIA EN EL PAÍS DE LAS EL VENDEDOR DE SEMILLAS
MARAVILLAS Una mujer soñó que entraba en una tienda recién ¿QUIERES DECIRME, POR FAVOR, QUÉ inaugurada en la plaza del mercado y, para su CAMINO DEBO TOMAR PARA SALIR DE sorpresa, descubrió que Dios se encontraba en el mostrador. AQUÍ? - PREGUNTÓ ALICIA. “¿Qué vendes aquí?”, le preguntó. “Todo lo que tu corazón desee”, respondió Dios. ESO DEPENDE MUCHO DE ADÓNDE QUIERES IR - RESPONDIÓ EL GATO- Sin atreverse casi a creer lo que estaba oyendo, la mujer se decidió a pedir lo mejor que un ser POCO ME PREOCUPA ADÓNDE IR.... DIJO humano podía desear: ALICIA. “Deseo paz de espíritu. Amor, felicidad, sabiduría ENTONCES POCO IMPORTA EL CAMINO y ausencia de todo temor”, dijo. Y luego, tras un instante de vacilación, añadió: QUE TOMES “No solo para mí, sino para todo el mundo” – REPLICÓ EL GATO. Dios se sonrió y dijo: “Creo que no me ha comprendido, querida. Aquí no vendemos frutos. Únicamente vendemos semillas. (Anthony de Mello El vendedor de semillas, pág. 15)