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Introducción
La estrategia de casos tiene ya una larga historia en la enseñanza. Se podría afirmar que los casos
siempre se han utilizado en forma de ejemplo o problema práctico. La casuística, típica de la filosofía
escolástica medieval, utilizaba casos para resolver problemas morales o religiosos.
En 1870 Christopher Columbus Langdell, docente de la Universidad de Harvard, empezó a enseñar
leyes haciendo que los estudiantes leyeran casos en lugar de leer libros de texto. Hacia 1914, el caso se
formaliza como método de enseñanza en el Programa de Derecho, bajo el término "case system". El
método pretendía que los estudiantes buscaran la solución a una historia concreta y la defendieran.
El estudio de casos como estrategia ha sido utilizada también en otros campos disciplinarios como la
medicina, donde se ha venido utilizando desde la década de 1970 en diversas universidades. Como
ejemplo podemos mencionar la Escuela de Medicina de Harvard donde en 1991 se reemplazaron las
clases magistrales por la cuales se venía enseñando tradicionalmente, por la enseñanza basada en el
estudio de casos.
La estrategia formativa basada en casos demanda del estudiante el análisis de un hecho o problema,
con la finalidad de conocerlo, interpretarlo, generar hipótesis y reflexionar acerca de éste, utilizando
para ello elementos de contenido asociado a conceptos, datos, hechos y teorías. Esta estrategia no
busca que los estudiantes resuelvan los casos, sino que les entrena para pensar y generar posibles
soluciones.
El planteamiento de un caso es siempre una oportunidad de aprendizaje significativo y trascendente,
en la medida en que quienes participan en su análisis logran involucrarse y comprometerse tanto en la
discusión del caso como en el proceso grupal para su reflexión. El estudio de casos es, por lo tanto, una
estrategia grupal que fomenta la participación del estudiante, desarrollando su espíritu crítico.
Con esta técnica se desarrollan habilidades tales como el análisis, la síntesis y la evaluación de la
información. Se desarrollan también el pensamiento crítico, el trabajo en equipo y la toma de
decisiones, la innovación y la creatividad.
Las principales características que todo estudio de casos debe cumplir son:
• Los casos deben plantear una situación real.
• La descripción del caso debe provenir del contacto con la vida real y de experiencias concretas y
personales de alguien.
• Debe estimular la curiosidad e invitar al análisis y al debate.
• Debe ser claro y comprensible, permitir una lectura fácil y facilitar la rápida comprensión de la
situación descrita
• No debe sugerir soluciones sino proporcionar datos concretos para reflexionar, analizar y
discutir en grupo las posibles salidas.
• Debe generar un flujo de preguntas, interrogantes e interpretaciones en el estudiante.
• Debe fomentar la participación y apelar al pensamiento crítico de los estudiantes.
• Los aspectos principales y secundarios de la información deben estar entremezclados.
• El tiempo para la discusión y para la toma de decisiones debe ser limitado.
• Debe aceptar múltiples soluciones posibles.
• Debe entrenar a los estudiantes en la generación de soluciones.
• El estudio de casos debe perseguir metas educativas que se refieran a aprendizajes esperados,
criterios de evaluación y contenidos relevantes.
El docente tiene un rol en la elaboración del caso (si es que no usa un caso de estudio clásico ya
elaborado), y luego en la implementación de esta estrategia.
ROL DEL DOCENTE EN LA ELABORACIÓN DEL CASO
Las actividades que deben llevarse a cabo en esta fase son:
• Formulación de los objetivos o metas
En el momento de formular objetivos educativos para el estudio de casos, el docente debe tener en
cuenta los tres tipos de aprendizajes relacionados con los tres tipos de saberes que ya conocemos y
que potencian una formación integral del estudiante (cognitivo, de habilidades y de actitudes).
• Elaboración del caso
Una vez formuladas las metas, el docente elabora el caso. Para ello debe acudir a todas las fuentes
documentales necesarias: artículos, relatos que describan sucesos o problemas de la vida real,
experiencias propias, de profesionales experimentados o de sus propios estudiantes, etc...
De manera sencilla se puede decir que, al igual que para escribir un cuento o para diseñar una
novela, para elaborar un caso se exige un mínimo de imaginación y fantasía. Tal vez lo más fácil y
práctico sea partir de un hecho ocurrido en la vida real, disimulando, por supuesto, los detalles de
identificación.
Antes de comenzar a redactar, conviene elaborar un guion detallado de los siguientes aspectos:
a. ¿Quién será el protagonista? ¿Qué características físicas y psicológicas debe poseer? ¿Cuáles
son los aspectos claros y oscuros de su carácter? ¿Existe un antagonista?
b. ¿Cuál es el entorno familiar, educativo, social, económico que girará en torno al
protagonista? ¿Qué hechos o personas han influido, a largo y a corto plazo, en la configuración
de la situación actual? ¿Quién apoya al protagonista y quién está de parte del antagonista (si es
que existe)?
c. ¿Cuál es la situación concreta que se sitúa en el centro del caso? ¿Conviene manifestarlo
claramente o disimularlo en la redacción de este? ¿Interesa dar muchos detalles que conduzcan
hacia la solución o, es preferible dejar desdibujados los contornos para obligar al grupo a
barajar diversas hipótesis?
d. ¿Nos interesa tener previstas varias soluciones válidas o que sólo una sea la correcta?
e. ¿Conviene plantear al final una lista de preguntas concretas que faciliten el análisis y la
discusión, o bien, se propone como una simple narración abierta?
f. ¿Interesa que en el fondo del caso exista latente una moraleja concreta o solo que los
estudiantes reflexionen y planteen diversas alternativas?
En cualquier situación, en la preparación de un caso ya elaborado, el docente debe estudiarlo
detenidamente antes de aplicarlo. El docente debe poseer conocimientos superiores a los de
los estudiantes sobre la materia que trata el caso.
El docente debe leer el caso cuidadosamente varias veces, haciendo todas las anotaciones que
le parezcan importantes, hasta que se sienta completamente compenetrado con el problema.
Debe asegurarse de conocer las respuestas a cualquier posible pregunta sobre las
informaciones expuestas en el caso. La discusión de un caso puede tomar normalmente como
mínimo, entre una hora y una hora y media.
Cuando se elabora un caso, hay que poner especial cuidado en evitar:
• Decir más de lo que es preciso y suficiente.
• Omitir datos importantes, bajo el pretexto de enriquecer la discusión.
• Interpretar subjetivamente los datos que se exponen.
• Redactar recargando el tono en lo literario y estilístico.
• Dejar datos en la penumbra para que los invente quien analiza posteriormente la historia
(un caso no es un test proyectivo).
• Tomar partido subjetivamente en la redacción a favor de unos y en contra de otros.
El docente en la clase -al igual que un "iceberg"- deberá mostrar una parte mínima de sus
conocimientos, dejando el resto preparado para casos de necesidad.
En la discusión del caso, el docente puede tener, generalmente, un papel en cierto modo pasivo en
cuanto a transmisor de conocimientos. No obstante, posee también un papel muy activo e
importante como moderador y motivador de la discusión. Debe ser no directivo en el fondo, es
decir en el contenido de las ideas, juicios y opiniones, pero directivo en la forma, en cuanto a
regulación y arbitraje de la discusión. Por ello, no debe en absoluto intervenir personalmente
dando la propia opinión, dado que no es posible ser juez y parte en el mismo proceso.
Fase inicial: En esta fase se debe presentar el caso a los estudiantes mediante algún medio escrito,
visual o audiovisual, como son noticias, audios, testimonios, etc.. Antes de comenzar con el estudio de
casos, el docente debe explicar las metas que desea conseguir y la técnica a utilizar.
A continuación, debe presentar la redacción del caso y comentar las normas a seguir en su desarrollo
(medios, ayudas, documentación a consultar, distribución del tiempo, etc.). Puede comentar algunos
aspectos del caso que considere importante destacar o que puedan ser objeto de confusión, así como
diversos puntos que centren y faciliten el análisis. La fase concluye cuando los estudiantes han
comprendido el caso y los objetivos de la tarea.
Fase explosiva: Esta fase consiste en la expresión de opiniones, impresiones, juicios, posibles
alternativas, etc., por parte de los estudiantes, desde la percepción subjetiva que se tiene del hecho. La
fase concluye cuando todos los estudiantes han tenido la posibilidad de expresar libremente sus
opiniones, lo que permite transitar desde la tensión inicial de la conversación hacia el relajo que
provoca el agotamiento de los argumentos, el cual desemboca en el descubrimiento de la
incompatibilidad de puntos de vista.
Al igual que la estrategia basada en problemas, el aprendizaje basado en casos es sugerido para todo
tipo de aprendizajes, independiente de su complejidad, permitiendo al estudiante desarrollar el meta
aprendizaje integradamente. Cada una de las etapas de la estrategia de casos, y dependiendo de los
conocimientos, habilidades, actitudes y meta aprendizaje que se requieran desarrollar puede ser
trabajada mediante la selección de diversas técnicas de trabajo.