Selección Partidas de Ragozine - M. Botvinnik - Prof.

José Luis Matamoros

Partida N°4 gras entorpecen el ataque con e5, y gracias
al nulo ataque de los alfiles blancos sobre el
Quinta partida del match flanco de rey se posesionan del centro.
Leningrado, 1929-30 12.¥xb5 £a5
Era totalmente posible también
Blancas: A. Illyn-Zhenevsky 12...¦b8 13.c4 a6 14.¥xd7+ ¥xd7 15.¥c3
Negras: V. Ragozin ¥b5.
DEFENSA FRANCESA 13.O-O-O ...

1.e4 e6
2.d4 d5
3.¤c3 ¥b4
4.¥d3 c5
5.a3 ¥xc3+
6.bxc3 c4
7.¥e2 dxe4
8.¥xc4 £c7
9.£e2 ¤d7
10.¥b2 ¤gf6
11.f3 ...
Todo esto ya estaba en la tercera par-
tida del match. Los dos jugadores emplean
voluntariamente esta variante, ya que cada Parece demasiado arriesgado, pero
cual está convencido de la fuerza de su for- en realidad es una fortísima continuación,
mación y desea demostrar su bondad. Pero como lo demuestran las siguientes varian-
he aquí. tes:
11. ... b5 I. 13.¥xd7+ ¥xd7 14.£d2 (defendién-
Apenas si esta inesperada jugada pue- dose de la amenaza ¦b8).
de sorprender, al contrario, el cual está pre- II. 13.¥c4 ¦b8 14.¥b3 ¥a6 15.£d2
parado para esta u otra sorpresa. El motivo O-O, con el lejanísimo 13.¥c4 ¦b8 14.¥b3
del sacrificio es el mismo que en la tercera ¥a6 15.£d2 O-O o ¤b6.
partida del match, la cual, no obstante, pro- III. 13.fxe4, sencillamente mal a causa
sigue de otra manera: 11...O-O 12.¥b3 b5! de 13. ... ¦b8 14.¥xd7+ ¥xd7 15.¦b1 ¦xb2,
13.fxe4 ¥b7 14.e5, etcétera, lo cual, unido y 16. ... £xc3+, con la ganancia de la pieza.
a la columna abierta f, daría a las blancas al- 13... ¦b8
gunas posibilidades en el flanco de rey. Aho- 14.c4 ...
ra, las blancas están despojadas de la posibi- Así otra vez lo mejor. En el caso de
lidad de semejante continuación en vista de 14.¥c4 O-O! 15.fxe4 ¤b6 16.¥b3 ¥a6
12.¥b3 ¥b7!, ¡en eso está la gracia! Las ne- 17.c4 ¦fc8, las negras emprenden en segui-

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da el ataque.
14... O-O!
Las negras ya tienen preparado el plan
de ataque y medios para llevarlo a cabo; el
ponerlo en práctica se frena por no estar en-
rocado el rey, y por eso rápidamente se en-
roca a pesar de la pérdida del segundo peón.
15.fxe4 ¥a6
Tal vez esta jugada es capaz de parecer
natural y, todavía más que eso, sugerente
(tal nos parece incluso ahora), ya después de
estar hecha. Sin embargo, es la jugada más
difícil de toda la partida.
16.e5 ...
En caso de 16.£e1, las negras después
16. ... £b6 17.a4 ¥xb5 18.axb5 a6, tapan-
do la línea, recibían suficiente defensa, y en
caso de 16.¥xa6 £xa6 17.e5 (no 17.c5, en
vista de 17. ... £b7!), las negras ganaban con
el siguiente procedimiento no carente de
picardía: 17...¤b6! 18.exf6 ¤xc4 19.£g4
g6 20.£g5 ¦xb2! (no se puede hacer len-
tamente); 21.£h6 ¦b1+!, con mate en dos
jugadas.
16... ¥xb5
17.cxb5 ...
La continuación 17.exf6 ¥a6 18.fxg7
¦fc8, etc., iba asimismo en favor de las ne-
gras.
17... ¤d5
18.c4 ¦fc8
19.¦d2 ...
Con el retroceso del rey de la colum-
na c las blancas no se libran del ataque;
por ejemplo: 19.¢b1 ¤5b6 (o 19...¤c3+
20.¥xc3 £xc3 21.£d3! £xc4 22.£xc4
¦xc4 23.¤f3 ¦xb5+ 24.¢a1! ¦c3 25.¦d2
¦xa3+); 20.£e1 ¤xc4 21.£xa5 ¤xa5
22.a4 ¤b6, con un fuerte ataque. Con la
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jugada de las blancas en la partida parece-
ría que oblicuamente defienden al peón, ya
que el 19...¦xb5!, o 19...£xb5, corresponde
20.¦c2 con el ataque sobre dos figuras, pero
así y todo...
19... ¦xb5!
20.¦c2 ...
20. ... ¦xb2!
Golpe mortal, despojando a las blancas
de toda posibilidad de resistencia. La pre-
sencia de la combinación forzada en la ac-
tual posición está plenamente fundada, toda
vez que las blancas hasta ahora no habían
terminado su desenvolvimiento.
21.¦xb2 ...
La toma por el rey es catastrófica, como
lo demuestra el siguiente análisis: 21.¢xb2
¦b8+ 22.¢c1 (no se puede 22.¢a2 a cau-
sa de 22. ... ¤c3+ 23.¦xc3 £xc3 y a con-
tinuación ¦b3); 22...£xa3+ 23.¢d2 £a5+
24.¢c1 £a1+ 25.¢d2 £xd4+ 26.£d3
£xd3+ 27.¢xd3 ¤b4+, y seguidamente
¤xc2 y ¤xe5.
21... £xa3
Estaba igual de bien (¡y tal vez mejor!);
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21...¦xc4+ 22.£xc4 £e1+ 23.¢c2 ¤e3+
24.¢b3 ¤xc4 25.¢xc4 £f1+ 26.¢b3 ¤b6
27.¢a2 g6, y más adelante ¤c4, con un fi-
nal cercano.
22.£c2 ...
Es una equivocación que acerca
el desenlace en unas cuantas jugadas
seguramente por cansancio de la tensión
de la lucha. La variante más importante que
las negras tienen en cuenta después de su
21 jugadas es22.¤f3 £a1+ 23.¦b1 £xb1+
24.¢xb1 ¤c3+ 25.¢c2 ¤xe2 26.g3!
¤xd4+! 27.¤xd4 ¦xc4+ 28.¢d3 ¤xe5+,
etc.
22... £e3+
23.£d2 ¦xc4+
24.¦c2 £a3+
0-1
Las blancas se han rendido en vista
de 25.¢d1 ¤e3+ 26.£xe3 £xe3 27.¦xc4
£d3+.

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