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¿Cómo se construye un pozo?

7 pasos que cambian el mundo


abril 20, 2019

No os voy a descubrir nada nuevo cuando os digo que el agua es esencial para la
vida. La necesidad de acceder al agua persigue al ser humano desde el mismo
momento de nuestra aparición, y el ingenio ha ido descifrando diferentes maneras de
conseguirla, ya sea con balsas, presas, recogiéndola de lagos o ríos, derritiendo
hielo, captaciones de lluvia, etc. Pero no siempre el agua la tenemos a la vista, y en
ocasiones resulta bastante más costoso llegar hasta ella, en el subsuelo.
El agua del subsuelo la alcanzamos, simplemente, haciendo un agujero en el terreno
lo suficientemente profundo como para llegar al nivel freático, es decir, el nivel en el
terreno en cual el agua permanece estable y no desciende hacia capas inferiores.

En España, la primera evidencia de construcción de pozos data de la Edad de Bronce


(2200 a.C.) en las Motillas de Daimiel, en Castilla La Mancha, os recomendamos
mucho visitarlas  El concepto es sencillo, pero, ¿dónde está la complejidad?, lo
entenderéis a continuación.
PASO 1: LOCALIZAR EL AGUA
Como decíamos, debemos encontrar una localización en la que el agua discurra bajo
el terreno. Un lugar en el que las capas del suelo que vamos a excavar tengan unas
características determinadas de porosidad, impermeabilidad, resistencia y
composición geológica.

Para identificar todos estos factores existen varias alternativas, desde avanzadas
“ecografías” por medio de electrodos que se le hacen al suelo para descubrir su
geometría, hasta los tradicionales zahoríes, que con la ayuda de una vara,
experiencia, y bastante “ayuda divina”, consiguen encontrar los puntos donde más
posibilidades tendremos de encontrar agua con nuestra perforación.
PASO 2: EXCAVACIÓN
Una vez que hemos elegido un lugar para probar suerte en nuestra búsqueda de
agua, comenzaríamos la perforación. Dependiendo de las características del terreno
y de la profundidad a la que, estimamos, encontraremos agua, seleccionaremos la
técnica de perforación que mejor se ajuste a nuestra excavación y recursos. Entre
estas técnicas tendríamos:

 Excavación manual: una persona cava a mano. En terrenos blandos


como arcillas o arenas, hasta profundidades máximas de 8 metros. Es
realmente peligroso por la escasez de aire según de va profundizando y por
la posible inestabilidad del terreno, para lo cual, se bombea aire a modo de
abanico hacia el interior del aguajero y se protegen las paredes de la
perforación para evitar derrumbes.
 Excavación por medios mecánicos: una máquina perforadora realiza un
agujero en el terreno mediante golpes y rotación, sacando el material a
medida que profundiza con hélices y agua.
 Excavación manual con tecnología EMAS: consiste en simular la acción de
una maquinaria, pero accionando las herramientas mediante la fuerza de
personas con barrenas.
PASO 3: ENCAMISADO
Una vez que hemos conseguido alcanzar el nivel de agua, debemos proteger las
paredes de la perforación para evitar que el interior del pozo colapse y se derrumbe.
Para ello utilizaremos PVC, cilindros de mortero armado, ladrillos, madera, etc.
según el diámetro y la profundidad del pozo que hemos realizado.

PASO 4: FILTROS
Será importante añadir entre el encamisado y las paredes de terreno natural del pozo,
material de filtro, como gravas, para evitar que materiales finos (arenas y
sedimentos) puedan entrar en nuestra perforación, enturbiando el agua y
contaminándola. Debemos protegerlo, sobre todo, de los coliformes, es decir, de los
restos de materiales fecales orgánicos. Para ello, los mejor será asegurarse de que
a 20 metros a la redonda, medidos desde el pozo, no existen letrinas o posibles
fuentes de contaminación, así como controlar que la escorrentía generada en lluvias
no va a parar al pozo.
PASO 5: BOMBA
En los casos en los que la profundidad del pozo sea elevada, tendremos que recurrir
por necesidad a la instalación de una bomba, manual o automática. También en el
caso de pozos menos profundos es conveniente instalar bombas; ¿por qué?,
sencillamente porque, si protegemos el agujero del pozo en la superficie, evitamos
que entren en el pozo elementos externos, tales como cubos de particulares que van
a recoger agua, bichos, cosas que los niños tiran, etc. La calidad del agua se
conservará en mejor estado y, además, ganaremos en seguridad por eliminar el
riesgo de caídas a su interior.

La bomba a introducir podrá variar de tipología según las características del pozo y
la capacidad en recursos de los beneficiarios. Así, tenemos:

 Bombas mecánicas de accionamiento manual: existen diferentes marcas


muy extendidas a nivel mundial como Indian Mark, Vergnet, Afridev, EMAS.
 Bombas eléctricas: multitud de modelos que dependen de las
profundidades y de los caudales que nuestro caso particular precise. Podrán
estar alimentadas por baterías y paneles solares, por red eléctrica
comunitaria, energía eólica, grupos electrógenos, etc.
 
PASO 6: SUPERESTRUCTURA
Alrededor de la bomba se debe cuidar el tener unas condiciones higiénicas
dignas y decentes. Para ello, ayuda construir una plataforma, comúnmente hecha de
hormigón, con la que conseguiremos que no se creen barrizales alrededor del punto
de agua, conduciendo con un pequeño canal el agua que se sale de los cubos hasta
una pequeña arqueta drenante que desaguará este caudal al terreno unos metros más
allá de la plataforma. Con el trasiego de gente que acude a la bomba y con los
pequeños vertidos que se suelen escapar de los bidones o cubos, se podría hacer
realmente incómodo y sucio llegar hasta la bomba. Con una superestructura
ayudaremos a mejorar este aspecto.
Es importante, también por higiene, proteger la bomba con una valla o cerca
alrededor, de modo que los animales de ganado no puedan acercarse a la bomba a
beber directamente de ella.

PASO 7: MANTENIMIENTO
Y, por último, el paso seguramente más importante de todos. El
mantenimiento. Casi la totalidad de los proyectos de pozos terminan fallando por
falta de mantenimiento. Por ello, será esencial hacer una buena labor de
conservación de todo el pozo, y muy especialmente de la bomba, limpiando las
piezas periódicamente, sustituyendo aquellas que se desgasten con mayor
frecuencia, controlando que la calidad del agua es adecuada, engrasando los
componentes que lo precisen, etc. Haciendo este último paso correctamente, y con
un buen cuidado de todos los usuarios que utilizan el pozo, se logrará que su agua
pueda ser disfrutada por un mayor número de generaciones.
Foto: Pozo en un pueblo remoto de Camboya, construido por AUARA y SAUCE
ONG.

 C

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