1. Cuáles son las características esenciales de los delitos transnacionales
Los delitos transnacionales se caracterizan por:
Ser cometido en más de un Estado
Ser cometido dentro de un solo Estado pero una parte sustancial de su preparación, planificación, dirección o control se realiza en otro Estado Ser cometido dentro de un solo Estado pero entraña la participación de un grupo delictivo organizado que realiza actividades delictivas en más de un Estado Ser cometido en un solo Estado pero tiene efectos sustanciales en otro Estado.
De igual manera, se caracterizan los delitos trasnacionales por:
Ser sistema económico clandestino, en el que se conjugan tanto la estrategia delincuencial de una estructura compleja, ordenada y disciplinada con una finalidad de naturaleza económica: la de obtener las mayores ganancias. Ser grupos de delincuentes bien estructurados, que asumen el crimen como negocio o empresa, y que se desenvuelve con frecuencia en un ámbito internacional. Actuar con disposición de mayores medios personales y materiales, en torno a este tema, hace énfasis en que este tipo de delincuencia es muy sofisticada y recuerda que un importante sector del capitalismo financiero apoya la integración en el mercado legal de buena parte de los recursos que provienen de la actividad ilícita de ese tipo de organizaciones. Mantener una cultura de la supresión de la prueba, la criminalidad organizada utiliza todos los medios de los que dispone para hacer desaparecer las pruebas. Empleo de la violencia, para su protección este tipo de criminalidad es inflexible a la hora de cometer cualquier clase de crimen. Ser una Influencia negativa sobre el sistema, las reglas de funcionamiento de un Estado se ven influenciadas por la corrupción que se genera por las fuertes cantidades de dinero que poseen estas organizaciones. Extensión a muchos ámbitos de la actividad económica, la acción de ese tipo de delincuencia se extiende a muchos ámbitos de la actividad económica lo que incide en el aumento de los delitos. Internacionalización y transnacionalización, su actividad se extiende a varios Estados.
2. El tráfico de estupefacientes en todo caso se considera un delito
trasnacional?
En efecto, a lo largo del mismo se ha mostrado un frontal rechazo a los
conceptos fundamentales para este análisis: el narcotráfico, la criminalidad transnacional y la criminalidad organizada, negando la utilidad y validez de los mismos para la ciencia del Derecho penal actual, muy a pesar de los impulsos internacionales y nacionales.
Así, pues, en verdad puede decirse que el narcotráfico es una forma de
criminalidad organizada transnacional en la mayoría de los casos, aunque no necesariamente podrá caracterizarse como tal en todos los supuestos. Ciertamente, como se vio, el narcotráfico no es más que el comercio de las drogas ilícitas, generalmente dicho comercio no se limitará a los confines de un Estado, sino que irá más allá de sus fronteras, por ejemplo, la droga se producirá en un país determinado, se refinará en otro y se venderá en un tercer país, y esta cadena puede seguir así con respecto a todo el ciclo de la droga, pues se requiere, como se dijo, de una serie de procesos para que se concrete la venta de las sustancias prohibidas, tratándose de la comercialización de un producto o mercancía, sólo que ilícita por cuanto así se ha proclamado en el ordenamiento jurídico. Es cierto que el narcotráfico puede desarrollarse sólo a lo interno de un Estado, pero lo normal es que se vean involucrados dos o más Estados, puesto que incluso se habla de Estado de tránsito de la droga o Estados que sirven como puente para su distribución, por lo que en verdad se está ante un crimen transnacional.
De la misma manera, puede sostenerse que el narcotráfico pertenece a la
denominada criminalidad organizada toda vez que, al requerir ese conjunto de procesos mencionados que posibilitan el comercio de las drogas, debe haber un conjunto de personas organizadas con dicha finalidad, dividiéndose las tareas, verificándose jerarquías y profesionalización de los sujetos involucrados. Puede afirmarse así que en el narcotráfico se verifica la existencia de grupos organizados que se encargan de tal actividad delictiva, ya que sólo de esa manera la misma puede ser llevada adelante por el conjunto de labores que la misma implica, evidenciándose por lo general la presencia de personas con distintos rangos, desde la mula que lleva en su propio cuerpo la droga hasta el capo que dirige todas las actividades que no es más que un verdadero autor mediato.
Adicionalmente, debe anotarse que cuando el narcotráfico adquiere el
carácter transnacional, como será en la mayor parte de los casos según se indicó, ello exigirá sin lugar a dudas la participación de una organización criminal, toda vez que es difícil imaginar a un sujeto comerciando con drogas de un Estado a otro, es decir, encargándose de todas y cada una de las tareas que requiere el tráfico de las sustancias prohibidas, más aún si el mismo trasciende los confines de un Estado determinado. En este sentido, entonces, sí parece posible sostener que la criminalidad transnacional será necesariamente, a su vez, criminalidad organizada.
Cabe subrayar que el entendimiento del narcotráfico como crimen
organizado transnacional se ve reflejado en la literatura científica (Albrecht, 2001), por entenderse que se trata de un fenómeno delictivo cuya propia naturaleza requiere, por cuanto lo que se pretende es la obtención de los mayores beneficios económicos así como las mejores opciones de impunidad, que vaya más allá de las fronteras de un Estado así como que sea realizado por una organización criminal, que sea capaz de realizar todo lo que implica este delito así como concertar las operaciones para poder “colocar” el producto final, que es la droga que llegará a manos del consumidor, mediante su comercio; así como también para poder efectuar las reinversiones necesarias para continuar el “negocio”.
De igual modo, esta concepción del narcotráfico como crimen organizado
transnacional puede observarse reflejado asimismo en la aparición de instrumentos internacionales en los que se destaca la necesidad de la cooperación entre los Estados para afrontar la problemática así como también para hacerse cargo de las organizaciones criminales que afectan la seguridad de los Estados y el bienestar de la colectividad, y que suelen relacionarse con el tráfico de las drogas ilícitas (en tal sentido, baste señalar la Convención de Viena de 1988 así como la Convención de Palermo de 2000).
Así, pues, debe concluirse que, aunque las categorías de criminalidad
organizada y de criminalidad transnacional deben ser vistas desde un punto de vista crítico y con la mayor precaución, ello no obsta para sostener que tales conceptos pueden dar alguna idea de cómo funciona el narcotráfico, especialmente en la actualidad el que un tal negocio delictivo ha adquirido grandes proporciones y genera cuantiosas ganancias, de las que participan no sólo la organizaciones criminales, sino también muchos agentes que se encuentran dentro de la legalidad formal, entre ellos, instituciones financieras así como personajes políticos y funcionarios gubernamentales y judiciales.
En conclusión, puede afirmarse que el narcotráfico o tráfico de
estupefacientes es un crimen organizado transnacional, si bien advirtiendo los peligros que implica un uso arbitrario de las categorías de criminalidad organizada y criminalidad transnacional, debiendo velar siempre por que se cumpla con las pautas propias de un Derecho penal democrático en el que se respete a las personas y su dignidad, no pudiendo aceptarse que por el “monstruo” de las drogas se quiera acabar con una tradición garantista que, conforme a un necesario principio de progresividad, ya no tiene regreso y es por lo tanto irrenunciable.
3. Los delitos cometidos utilizando internet, son en todo caso delitos
trasnacionales?
El Sistema de Protección Mundial a esta nueva figura jurídica en la
Comunidad Mundial de Naciones, quienes han insertado los principios de las Naciones Unidas en su política de protección y utilización a las nuevas tecnologías y servicios informáticos.
El desarrollo de las tecnologías informáticas ofrece un aspecto negativo: Ha
abierto la puerta a conductas antisociales y delictivas. Los sistemas de computadoras ofrecen oportunidades nuevas y sumamente complicadas para infringir la ley y han creado la posibilidad de cometer delitos de tipo tradicional en formas no tradicionales.
Bajo esta perspectiva, los organismos internacionales que integran el
engranaje de la Comunidad Mundial, realizan mancomunados esfuerzos en aras de viabilizar una serie de proyectos que en coordinación con la voluntad de los Estados Nacionales pueden materializarse en un periodo corto cargado de optimismo.
La estructura doctrinal de nuestra clase comprende aspectos metodológicos
concernientes a la evolución de los delitos informáticos y su regulación jurídica ya no solo en un grupo de países, sino en el entorno legislativo que rodea la Comunidad Mundial, siento esta última, en el amplio orden de ideas que mueven la palabra, la más afectada por este flagelo.
Los principales delitos reconocidos por las Naciones Unidas, su
comportamiento y trasgresión de las normas internacionales del Derecho, clasificación, ideas reguladoras, el acceso a Internet de los menores en el peligroso marco de pornografía infantil que trasciende los marcos de fenómeno social, el uso adecuado de las principales normativas para acceder al correo electrónico, entre otros aspectos de interés son sin duda algunas de las propuestas que con detallada sencillez profesional, se persiguen.
El Manual de las Naciones Unidas para la Prevención y Control de Delitos
Informáticos señala que cuando el problema se eleva a la escena internacional, se magnifican los problemas y las insuficiencias, por cuanto, los delitos informáticos constituyen una forma de crimen trasnacional y su combate requiere de una eficaz cooperación concertada. Asimismo la ONU resume de la siguiente manera a los problemas que rodean a la cooperación internacional en el área de los delitos informáticos.
a. Falta de acuerdos globales acerca de qué tipo de conductas deben
constituir delitos informáticos. b. Ausencia de acuerdos globales en la definición de dichas conductas delictivas. c. Falta de especialización en las policías, fiscales y otros funcionarios judiciales en el campo de los delitos informáticos. d. Falta de armonización entre las diferentes leyes procesales nacionales acerca de la investigación de los delitos informáticos. e. Carácter trasnacional de muchos delitos cometidos mediante el uso de las computadoras. f. Ausencia de tratados de extradición, de acuerdos de ayuda mutua y de mecanismos sincronizados que permitan la puesta en vigor de la cooperación internacional.
4. El tráfico de migrantes y la trata de personas en todo caso se califican como
delitos trasnacionales?
La trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes constituyen
manifestaciones graves de la delincuencia organizada y otros tipos de delincuencia. La participación en su comisión de grupos delictivos organizados y la necesidad de elaborar respuestas adecuadas y eficaces a escala nacional e internacional han dado paso a la aprobación y entrada en vigor del Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, y el Protocolo contra el tráfico ilícito de migrantes por tierra, mar y aire, que complementan ambos la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional. Los dos Protocolos, junto con la Convención matriz, ponen de manifiesto que es necesario adoptar, y aplicar eficazmente, una amplia gama de disposiciones para abordar el problema en toda su dimensión y desde la perspectiva adecuada. Esto último, a su vez, pone de manifiesto la importancia de los programas de capacitación y formación, que constituyen un requisito para mejorar la coherencia, solidez y eficiencia de las políticas y estrategias de justicia penal para reprimir estos delitos.
La trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes son actividades
delictivas que se distinguen entre sí y en las que intervienen agentes tanto lícitos como ilícitos. Por consiguiente, una de las mejores formas de captar la complejidad de la trata de personas o del tráfico ilícito de migrantes es enfocar estos delitos como el resultado de una red de transacciones. Para que se produzca una operación es necesario que los nódulos fundamentales de las redes cumplan su función. A pesar de sus elementos comunes, estas actividades delictivas muestran unas diferencias que son fundamentales para elaborar una respuesta nacional, regional e internacional adecuada. En el caso de la trata de personas, tienen que confluir dos circunstancias que no intervienen en el tráfico ilícito de migrantes: en primer lugar, tiene que realizarse con medios ilícitos, como la coacción, el engaño, la fuerza o alguna forma de abuso de autoridad o situación de vulnerabilidad que haga insustancial el consentimiento de la víctima; y, en segundo lugar, el delito tiene que cometerse para obtener un beneficio de la explotación de la víctima. Los beneficios que se obtienen de esa explotación son el motor económico de la trata de personas. En el tráfico ilícito de migrantes, la mayor fuente de ingresos son las cantidades que pagan los migrantes clandestinos y normalmente las relaciones entre el delincuente y el migrante se interrumpen una vez que éste ha llegado a su destino. Debe tenerse en cuenta que el Protocolo contra el tráfico ilícito de migrantes además de obligar a la tipificación penal de esta actividad obliga a tipificar penalmente la facilitación de estancias ilegales y la producción, suministro o posesión de documentos de viaje o de identidad falsos con el propósito de hacer posible el tráfico ilícito de migrantes (art. 6).
Ambos delitos pueden implicar la necesidad de funciones auxiliares
que también encuentran su lugar dentro de la red. Por ejemplo, algunas operaciones de trata o de tráfico ilícito requieren la falsificación de documentos, el blanqueo de dinero, prácticas corruptas, etc. En ocasiones también intervienen en estas operaciones servicios de acompañantes, cobradores de deudas y agentes de seguridad. Cuando el enfoque que se utiliza se basa en la idea de red, es importante entender que cada una de las funciones puede ser desempeñada por uno o más agentes. En la trata de personas, por ejemplo, la misma persona puede actuar simultáneamente como reclutador, transportista o protector, o desempeñar cualquier otra función, limitándose así el número de delincuentes que componen el grupo. Los grupos pequeños, de dos o tres personas, también pueden especializarse en una función. Pero hay grupos organizados de delincuentes más tradicionales que intervienen activamente tanto en la trata de personas como en el tráfico ilícito de migrantes. Pueden especializarse en una, algunas o la totalidad de estas funciones en la red de trata o tráfico ilícito. Por último, el enfoque basado en la idea de red ayuda a captar la relación importante entre los casos de trata o tráfico ilícito de “altos fondos” y los de “bajos fondos”. En algunos casos se han descubierto empresas que actuaban como explotadores en una red de trata de personas, y funcionarios públicos que ofrecían protección contra las actividades policiales. Para clasificar los casos de trata de personas y tráfico ilícito de migrantes y obtener una imagen exacta de los distintos grupos dedicados a estas dos actividades hay que tener en cuenta todos estos agentes potenciales.
5. El que se haya expedido una convención internacional contra la corrupción
hace de este flagelo un crimen trasnacional?
La Corrupción Transnacional surge de la Convención de Naciones Unidas
contra la Delincuencia Organizada Transnacional, de la cual Colombia es parte. Según este instrumento, un delito es de carácter transnacional si se comete en más de un Estado o, si su fase preparatoria o de coordinación ocurre en un Estado diferente en el que se consuma el delito o, si a pesar de que se comete en un solo Estado es realizado por un grupo delictivo organizado con operaciones en varios Estados, o porque a pesar de ocurrir en un Estado tiene efectos sustanciales en otro. Ese delito puede ser cualquiera de los que encajan en la noción de corrupción (cohecho, concusión, tráfico de influencias, peculado, corrupción privada, etc.) y le aplica dicha Convención si está sancionado al menos con 4 años de prisión.
A la Corrupción Transnacional, al cual le aplica plenamente la Convención
de Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional así como la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Corrupción, pues la planeación de la estrategia de corrupción habría ocurrido en otro Estado e, inclusive, podría estar involucrado un grupo delictivo organizado con operaciones en varios Estados.