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delidad femenina y tolerancia

tal en el campo: el papel de la


alidad en la construcción de
ntidades

Rosio Córdova Plaza1

La laxitud de la moral sexual del pueblo mexicano seguramente es


herencia de Nueva España. Haríamos mal en condenarla: si el ma-
chismo es una tiranía que ensombrece las relaciones entre el hom-
bre y la mujer, la libertad erótica las ilumina.
(Octavio Paz, 1982:107)

un lugar común considerar que la mujer ocupa un sitio secun-


. en la sociedad: se ve inmersa en relaciones de subordina-
I , su trabajo es desvalorado, su sexualidad inhibida por las
cesídades del esquema patriarcal, su cuerpo es para otros y ca-
e de poder de decisión. En ocasiones, ni siquiera aparece en
registros históricos, oculta tras una supuesta inclusión genéri-
de la humanidad que resulta profundamente androcéntrica.
Esta negación en el discurso del papel desempeñado por las
leres ha ocasionado que diversas corrientes de pensamiento in-
ten revalorar su participación como sujetos de conocimiento y
o activas contribuyentes de la dinámica social. Así, durante las
s tres décadas hemos asistido a una gran explosión de estu-
sobre la llamada u cuestión femenina" .
Después de arduos debates por tratar de crear un cuerpo teór¡ ntradicciones entre el discurso normativo y las prácticas son
co que permitiera hacer visible la contribución femenina a la Prá : ídentes. El instrumento indispensable para lograr penetrar la in-
tica socíal," actualmente prevalece el rechazo a cualquier intente idad femenina y los procesos de construcción de las identida-
de englobar a las mujeres en una categoría única. Como cons~ s fue el uso de la técnica de la historia de vida.
cuencia, se cuestionan las imágenes atemporales y esencialista
sobre lo femenino, poniéndose mayor atención a los múltiPles;
diferenciados procesos de construcción de los individuos en ám.
bitos particulares. 3 historia oral en la "vísíbílízacíón" de las mujeres
A este respecto, aunque encontramos gran cantidad de investi.
gaciones realizadas en tomo a mujeres campesinas en México, los
estudios se han centrado en indagar acerca de sus funciones eco-
nómicas," dejando de lado otros elementos que es necesario incorpo.
rar para lograr un acercamiento más completo a las condiciones de tuarse dentro de la perspectiva de la historia oral implica, ade-
existencia de las mujeres rurales. , de la aplicación de una metodología y de diversas técnicas
La sexualidad de las mujeres campesinas ha sido poco estudia. nsecuentes, adoptar una postura teórico-filosófica específica
da en la literatura antropológica mexicana. Las escasas menciones e otorga a la subjetividad y a la memoria individual un estatus
que existen o bien se refieren casi exclusivamente al tema de sa- :pistemológico tan válido como el que pueden tener los docu-
lud reproductíva, o bien se trata colateralmente en análisis más am- entos para el registro de la historia. Es decir, considera que los
plios sobre sistemas de parentesco. Sin embargo, el conocimiento nómenos sociales no pueden ser analizados como datos, al mar-
que se tiene sobre la esfera de las representaciones, las normas y los en de las intenciones y creencias de los actores sociales, ya que
valores es prácticamente nulo.> l sujeto "no solamente puede elegir sino que, además, su com-
El tema de la sexualidad reviste particular importancia cuando rtamiento puede venir determinado por una concepción verda-
se aborda el género femenino, pues una parte significativa de los ra de la realidad o por una falsa, pero en cualquier caso 'cuando
estudios se ha centrado en la consideración de que la calidad fe- s hombres consideran ciertas situaciones como reales, son re-
menina subordinada pueda tener su origen en los significados ela- s en sus consecuenctasv'.s
borados en tomo al cuerpo de las mujeres y su especialización Este rescate del elemento subjetivo revela su utilidad cuando se
procreatíva.s Michelle Rosaldo afirma que "las nociones culturales tenden conocer sucesos del pasado que aparecen como linea-
sobre la mujer gravitan a menudo en tomo a sus características na- , monolíticos y consensuados en la "historia oficial", pero que
turales o biológicas: fertilidad, maternidad, sexo y flujo menstrual. quíríeron su actual configuración a partir de luchas y resisten-
y las mujeres como esposas, madres, brujas, comadronas, monjas , triunfos y derrotas,'? protagonizados también por aquellos
o prostitutas, se definen casi exclusivamente en términos de sus pos que suelen ser ignorados desde el registro hegemónico,
funciones sexuales". 7 mo son las minorías, los sectores populares, los perdedores y,
El presente trabajo forma parte de una investigación en curso manera especial, las mujeres."
sobre sexualidad femenina que está siendo realizada en una comu- ¿Por qué las mujeres? Los grandes acontecimientos de la Hísto-
nidad del estado de Veracruz" y pretende, si no aportar conclusio- =con mayúscula- no dejan constancia de las pequeñas luchas
nes, al menos destacar ciertos aspectos que, al parecer, han sido la reproducción social, de la problemática de la vida cotidiana,
poco estudiados en el análisis de la multiplicidad de recursos d~ ito considerado eminentemente femenino, en donde se trans-
los que echa mano la mujer campesina para sobrevivir bajo condI- ten de manera constante las estructuras culturales asociadas a
ciones adversas, que tienen a la escasez como una constante. Gra- cierto tipo de condiciones sociales de existencia. Así, la histo-
cias a la utilización de fuentes orales ha sido posible situar de: oral permite descubrir la impronta indeleble que, como si fue-
manera coherente el papel protagónico que juega el uso de la seJ(\la- una doble naturaleza, deja en los individuos el proceso de
lidad para las mujeres de la comunidad de estudio y su correspoo- íalízacíón.P
diente inserción en un amplio sistema de valores, donde las

154 155
El uso de la historia de vida en la investigación antropoló . El ciclo de producción se inicia con la cosecha del café, de oc-
presenta, entonces, como la alternativa para conocer los pr gíca Se re a marzo, en este periodo también se efectúan labores de lím-
de co~~cción. c~ti~ de los individuos, elaborados a Partir ~~es()s y abonado de las fincas; la realización del produ~~o ocurre
especificidad histórica y cultural. Los relatos vitales ponen d llfla. diciembre a febrero del siguiente ciclo. La preparaclon de los
tiesto los espacios donde convergen la acción individual y co~ ~ ~ales comienza en diciembre y termina con el corte, en junio,
evidencian~o el c?mplejo entramado simbólico de una culturaec~,,~, s en que el ingenio de Mahuixtlán entrega las liquidaciones.
cular, Al nusmo tiempo, en la constante interacción que re p. rt; rante el periodo de alrededor de tres meses, entre el final de ~n
la elaboración de las historias, los sujetos realizan un eJ'ercic9uh,ere lo productivo y el inicio del siguiente, la oferta de empleo prac-
, . d 10 e
meneunco e su experiencia, donde "la conexión contenjjj r· mente desaparece en la zona y la sobrevívencia se toma dificil.
VI so o a canza su adecuada representación en la relació en 1a
'da '1 1 a
situación obliga a hombres y mujeres a migrar de manera no re-
significado de los procesos vitales con la comprensión y el sen ~el ncial a los centros urbanos, principalmente hacia la capital del
de la vida en su conjunto" .13 nttdo do y la cabecera municipal en busca de trabajo temporal que
Es desde esta perspectiva que el presente trabajo pretende requiera calificación, como el servicio doméstico, la albañilería
c~tar l~ expe~~ncia de mujeres concretas en su lucha por la so~~~: la jardinería.
vivencia familiar y la manera en que logran utilizar a su f
di . . 1 aVor
co~ I~lone~,matena es adversas a partir de la transgresión y de la
rcsígnificacíón de las normas y los valores grupales.
s mujeres de Tuzamapan 18

El contexto 14
unque la situación descrita no reviste diferencias significativas
on cualquier otra encontrada en el campo mexicano, nuestras
reciacioncs pueden variar cuando observamos las particularída-
Habitualmente se piensa que la familia campesina en México se s de la conducta exhibida por las mujeres de esta comunidad.
e~cuentra inevitablemente .sujeta a los valores del esquema pa. En su gran mayoría, las mujeres entrevistadas'? tienen un bajo
tríarcal, .en el cual la sexualidad femenina reprimida y controlada el de escolaridad que en promedio podemos ubicar en el ter-
se constituye como una condición sine qua non. No obstante, en. er año de primaria. Por su propia condición femenina, su oportu-
centramos que esto puede no estar generalizado ante la evidencia 'dad para conseguir un nivel de escolaridad más alto fue menor
de campo encontrada. que la de sus hermanos varones. Las razones manifestadas de este
La comunídad ejidal de Tuzamapan se encuentra situada en el ando no temprano de la escuela se refieren generalmente a que
municipio de Coatepec, en la zona centro del estado de Veracruz los padres consideraron que no necesitaban una educación for-
teniendo como principal actividad económica el cultivo de la cafia mal, en vista de que se dedicarían a la esfera reproductiv~. Algu-
de a~car y.el café para el mercado. Según el último censo, la po- incluso contribuyeron con el producto de su trabajo para
blacíón ~clen?e a 5,81~ habitantes.I> dedicados en su mayoría a poyar la asistencia de sus hermanos a la escuela:
las labores agncolas: existen 457 cjídataríos 95 de los cuales son
.
mUJ~res 16
que h'an ~btfrudo sus derechos por
' viudez o, en menor De escuela poco sé. Fui hasta segundo año de primaria. Me-
med~da, por hereJ?cla. 7 El resto de la población está conformada dio día iba a la escuela y medio día iba al campo a trabajar.
por Jornaleros agrícolas, al~nos obreros empleados en el ingenio Muchos deseos tenía de seguir estudiando, pero mi papá ya
azuca~ero de la ve~ma localidad de Mahuixtlán y un reducido por- no podía seguirme dando el estudio porque éramos muchos
centaje que se dedica al sector servicios. de familia y era poco lo que se ganaba.

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Mi papá me sacó de la escuela y dijo que ya no podía y qu íste una marcada preferencia por parte de las madres hacia los
pos a las mujeres no les hacía falta. Fíjate, era ignorante po~ uos varones, a quienes imponen disciplinas menos severas que a
que [decía que] nos íbamos a casar y que pa' qué queríatnos niñas en función de la idea, extendida hasta los adultos, de que
los estudios [...] que nos pone a trabajar (PP). loS hombres son más rebeldes e irresponsables:
Mi agüe lita era sola y yo viví con ella, así que trabajábatnos Mi mamá fue muy estricta con nosotras las mujeres porque
mucho haciendo cosas para vender: ramales, garnachas y to. fuimos las mayores. Es que como los hombres son los meno-
do para que mi hermano estudiara en Xalapa, porque antes res, ellos nada más ayudaban en el campo, porque por eso
no había secundarias aquí como ahoy. habíamos mujeres en la casa: pa' carria' l'agua y la leña, ha-
cer tortillas, lavar, planchar, remendar y limpiar la casa [...]
La socialización primaria, que inicia el proceso de canalización y barrer, porque como antes no había piso, siempre tierra, re-
díscíplínarización genérica, impone a las niñas de esta comunidad gar y barrer.
responsabilidades desde muy temprana edad. A los seis o siete
años realizan faenas domésticas, cuidan a los hermanos menores y Es frecuente también que desde los diez o doce años, además de
salen a vender las productos que sus madres preparan en el hogar, ayudar en el hogar, las niñas empiecen a ser entrenadas en las la-
como parte del entrenamiento para la adquisición de su papel. Es- bores de campo, auxiliando al padre para evitar la contratación de
te aprendizaje se considera indispensable para la vida futura de to. peones. Un poco mayores se van integrando a las cuadrillas de jor-
da mujer e involucra el prestigio de la madre como educadora: naleras, que laboran en las fincas de café y cañales de la zona. Los
patrones prefieren emplear mujeres porque "trabajan mejor y no
Antes de empezar a salir a trabajar al campo, cuando tenía se emborrachan". Aunque estas cualidades del trabajo femenino
siete años, me tocaba lavar, planchar, hacer de comer, echar son apreciadas, los patrones se aprovechan de su mano de obra más
mis tortillas, cuidar de mis hermanos más chiquitos y esperar barata, ya que su salario es aproximadamente 25 por ciento más re-
que mis papás regresaran de trabajar. ducido que el de los varones:
Tenía como cinco años cuando ya ayudaba a mi mamá a ba- Empecé a trabajar en el campo desde que tenía once años. El
rrer, a lavar trastes, a regar patios, a echar tortilla. Cuando te- que me enseñó jue mi papá, porque mi papá desde que esta-
nía ocho años me mandaron a una casa en [la ciudad de] ba uno chiquito, como de unos seis, siete años, ya nos llevaba
Veracruz a cuidar un bebé, de piImama. al campo. Aquí se acostumbra de que casi más la mayoría [de
los patrones] buscaban mujeres porque les pagan menos que
Desde los siete años nos quedamos solitas mi abuelita y yo. al hombre y, si es posible, trabajan más que el hombre. A no-
Ella tenía un pedacito de tierra y solitas lo chapeábamos, sotros nos pagaban cinco pesos, cuando a los hombres les
sembrábamos maíz. Además, ella hacía una lata de tamalitos pagaban nueve pesos (PP).
y me mandaba a vender a veinticinco centavos.
Tenía como diez años cuando me llevaron la primeritita vez
Mi mamá fue muy estricta, porque como ella decía "Miren, el a trabajar al campo, malamente me aguantaba yo la cubeta de
día en que ustedes se casen el marido no tendrá por qué de- abono y con eso me fui enseñando. Me pagaban medio suel-
cirIes 'no saben hacer esto', porque lo saben hacer. Que do porque 'taba yo chiquilla, no me aguantaba la lata de abo-
sean güevonas y que no lo quieran hacer ya es muy aparte de no y me daban una cubeta más chiquita.
ustedes, pero por la cabeza les van a volar las cachetadas que
les den." Un aspecto primordial para entender el funcionamiento de las re-
laciones genéricas en la comunidad se encuentra en la división se-
xual del trabajo. Hombres y mujeres coinciden en señalar que las
labores de azadón, poda, deshijado, limpieza y abonado son de ex-

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clusiva competencia masculina, siendo el corte de café la única ta-
rea considerada apropiada para la constitución tísica femenina. No uniones libres. Encontrar un marido que resuelva sus necesidades
obstante, son muy pocas las mujeres que no han realizado tareas económicas les permitiría cumplir en su totalidad el papel genéri-
agrícolas en algún momento de su vida o que se encuentran en la co que su cultura les proporciona, que consiste en dedicarse ex-
actualidad realizándolas con igual eficiencia que los varones. Saber clusivamente a la esfera reproductiva:
ejecutar trabajos masculinos con habilidad es un elemento de
prestigio y respeto para una mujer: La mujer está obligada a hacer de comer, a hacer su quehacer, a
lavar y planchar, menos a trabajar otra cosa. Porque el marido
Cuando murió mi mamá, nos dedicamos de lleno al campo: tiene obligación de trabajar para daríe lo que necesita a la mujer
al azadón, a podar las matas, a regar abono, todo lo que sea y los hijos.
de campo [...] jalábamos con mi apá, él nos enseñó. Primero
limpiábamos el cañal de mi apá, pues no pagábamos mozos, El deber de una mujer es educar y atender a los hijos, cuidar-
y después nos íbamos a lo ajeno (PP). los en todo lo de una madre. Al esposo procurado porque es
el que trae el sustento a la casa, porque uno la mujer espera
Es normal aquí que una mujer trabaje al campo como hom- que el marido le traiga su dinero para poder comprar.
bre. Desde que llegué a edá de unos siete, ocho años, me lle-
vaba mi papá con el azadón. Si el hombre puede trabajar en Como complemento, el papel genérico de los varones gira alrede-
l'azadón, la mujer también; si la mujer puede andar regando dor de la producción. Obtener los suficientes ingresos para cubrir
abono, el hombre también. Lo único que una mujer no pue- las necesidades del grupo doméstico constituye la parte medular
de es cortar caña, y aun sí podría cortada, no puede cargada, del modelo de comportamiento masculino:
porque es muy pesada y como hay que subida a los carros ...
Es obligación del hombre llevar el dinero que gana a su espo-
Durante la época del corte de café, la población entera, sin impor- sa para que ella lo distribuiga, para hacer rendir el dinero del
tar su sexo o su edad, se vuelca hacia las fincas de la región. Este esposo y no falte nada en la casa, pero sí es necesario que el es-
es un momento de reactivación económica importante que re- poso sea cumplido con su obligación.
quiere del concurso de todos los miembros de la familia, aunque
esto signifique faltar a la escuela o abandonar un trabajo en la ciudad: La obligación de un hombre pus siempre trabajar para que
no nos falte nada, por decir, el comestible, el vestir, el cal-
Mis tres hermanas y yo desde muy chicas empezamos a tra- zar, pues él su obligación es esa, responder a los problemas
bajar. Lavábamos ajeno, nos íbamos a trabajar al campo, lim- que se ocasionan.
piábamos los cañales. También nos íbamos al corte de café
con mi abuelita. Salíamos á las tres de la mañana y llegába- ntro de este modelo de conducta, el trabajo fuera del hogar no
mos aquí de noche [...] y luego el lunes ya estábamos pen- s considerado apropiado para las mujeres, porque se traduciría
sando que hay que ir otra vez (PP). n un descuido de los deberes femeninos hacia los hijos y el ho-
r. Sin embargo, dadas las condiciones de pobreza imperantes,
Para muchas mujeres, la manera ideal de evitar el trabajo exte- i la totalidad de las mujeres de la comunidad ha realizado algún
nuante al que se ven sometidas durante parte de su infancia y jU- ¡PO de actividad remunerada al exterior de la unidad doméstica,
ventud es el matrimonio. La edad para establecer unioneS n algún momento de su vida o permanentemente. El hecho de
conyugales es muy temprana, pues desde los quince o dieciséis una mujer reciba ingresos propios es percibido como una "ayu-
años, y aún más jóvenes, las mujeres se ínvolucran casi siempre en • al varón, el "verdadero" responsable de sufragar los gastos farní-
S.2O Sin embargo, no es raro que la mujer aporte más dinero al

gar, sobre todo durante los meses en que el trabajo agrícola se

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suspende, llegando a veces a constituirse como el único miembro suelen mantener relaciones semipermanentes con más de un
de la familia económicamente activo. Esta última situación conlle_ hombre, aunque esto no está bien visto. La generalidad, sin em-
va una fuerte condena social para el hombre que no es capaz de bargo, es tener un amante cada vez, el cual es sustituido cuando
satisfacer las necesidades de su grupo: ya no cumple satisfactoriamente sus funciones:

En el campo, orita a esta época, las mujeres entran a trabajar Aquí ya es costumbre buscarse un hombre que te ayude a le-
a las siete y salen a las tres y el marido las deja ir, pues, en vantar a tus hijos aunque tengas marido [...] en realidá, aquí ca-
verdá, aquí ya así es el costumbre, queaunque sean casadas si la mayoría de mujeres lo hace, porque pus como el dinero
nomás al ver que casi no les alcanza lo que gana el hombre: del marido no alcanza.
dicen: si me dan trabajo pa'I campo, me voy (PP).
Eso depende del hombre que uno busque. La mujer sabe que le
El ámbito doméstico es de exclusiva competencia femenina. Las va dar dinero, va a lo seguro y en esta situación hay muchas mu-
mujeres organizan la vida familiar y asumen su buen funciona- jeres que por diez o quince mil pesos acectan irse con el hom-
miento como responsabilidad propia: la atención, el cuidado y la bre, porque ya con quince mil pesos comen un día sus hijos.
protección de los hijos, el marido y el hogar son parte intrínseca
de su papel de género. Sin embargo, también lo es la búsqueda de Mira, yo no veo bien eso de que aquella mujer tenga uno y
ingresos complementarios que no involucren un descuido de sus tenga otro y otro. Porque, fíjate, si tiene su marido que no le
obligaciones para con el grupo, así que tratan de obtenerlos me- cumple y se busca un querido pa' que le cumpla en lo que no
diante la preparación de alimentos o bordando servilletas para la le cumple su marido, entonces ¿pa' qué quiere otro? Esas ya
venta, o realizando servicios domésticos, como lavar, planchar o son sínvergüenzadas ¿o no?
moler "ajeno", además del trabajo en el campo:
Es importante destacar que no existe una sanción social negativa
Cuando me junté con el papá de mi segunda hija, vivíamos de esta práctica y los testimonios indican que es "el costumbre"
en un jacalíto de madera, pero él era bien muerto de ham- por lo menos desde principios de siglo. Dado que la tolerancia so-
bre, era un güevón que nomás estaba atenido a lo que le da- cial va en función de ciertas condiciones de carencia, la conducta
ba su papá [...] Me daba dieciséis pesos a la semana, ¿qué descrita se considera común entre las mujeres "fracasadas" -<:ate-
, hacía yo con dieciséis pesos?, pues molía ajeno, me iba al goria que engloba a las madres solteras, a las viudas o abandona-
campo, hacía lo que podía, planchaba, lavaba, iba a trapíar, a la- das que tienen hijos a su cargo. Se observa, empero, que su
var los trastes a casa ajena y me daban la comida (Pp). ejercicio se tolera también en mujeres casadas, cuyo marido no
responda como buen proveedor, 10 que ocasiona que la condena
Asimismo, existe otra práctica en la comunidad que posibilita a las recaiga en el hombre. La gente afirma conocer ampliamente las re-
mujeres obtener más ingresos, cuya mecánica es la síguíente: una mu- laciones extraconyugales de sus vecinos:
jer solicita un préstamo de algún hombre, generalmente casado y
maduro. Esta "ayuda" puede solicitarse un par de veces antes de 10 fácil para mí es que como ya no podía tener un hogar por-
que el varón exija su devolución. También puede ser que el hom- que era casada, pues buscaba un hombre casado que así no-
bre ofrezca ayudar económicamente a la mujer; pero, sin que ten- más venía y me ayudaba y ya. Pero yo tenía que ver la
ga relevancia la manera en que este mecanismo se implemente, manera por mis hijos.
desde el momento en que la mujer solicite o acepte el ofrecimien-
to de "ayuda" de un hombre, está sobreentendido que se encuen- Vamos a jalar difuntos que ya están bajo tierra. Mis abuelas
tra dispuesta a sostener relaciones sexuales con él de manera tuvieron hijos de diferentes maridos. Mi abuela por parte de
eventual o permanente. La frecuencia dependerá del carácter de papá tuvo hijos que se apellidan Martinez, otros Oropeza y
la "ayuda", ya sea para resolver un apuro inmediato o si existe mi papá que es Parra [...] o sea, eso tiene años que se ve
acuerdo para que ésta sea constante. Existen algunas mujeres que . (PP).

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Como yo, siempre ha habido un montón de mujeres. Siem_ Hay muchos hombres que tienen un dicho 'lo que nació en
pre, siempre, desde que me acuerdo, siempre han existido mi terreno es mío aunque no lo haiga yo plantao', es como
mujeres que hacen guaje s al marido, nomás que las gentes tú vienes y siembras una semilla aquí en mi terreno, aquí na-
de antes eran más espantadas (PP). ció y esa mata es mía aunque tú la haígas sembrao. Así tam-
bién los hombres.
Yo viví esa experiencia de tener mi marido y tener este Otro
señor, y muchas veces semanalmente recibía más dinero del se- Para comprender en toda su dimensión la aceptación social de es-
ñor este que de mi marido. ta práctica, reviste particular importancia la noción de "necesi-
dad", ligada a la clase de relación matrimonial que se establece.
En el caso de que la mujer "fracasada" resulte embarazada, se consi- "La 'necesidad' es entendida como cualquier tipo de carencia ma-
dera responsabilidad del varón reconocer al hijo y registrado como terial que impide la satisfacción de los requerimientos del grupo
propio, aunque tenga esposa e hijos en la comunidad, de ahí que en- doméstico o del indíviduo":»
contremos un buen número de mujeres cabezas de familiaque abier-
tamente tienen hijos de distintos padres, que llevan distintos Eso de buscar hombres lo hacíamos yo y mi hermana por ne-
apellidos. Si es una mujer casada la que queda encinta, lo común cesidá de sacar nuestros hijos adelante. Íbamos a ver al queri-
es que el marido acepte al hijo como si fuera suyo, sin que haga do de mi hermana y enton's nos daba tres pesos, cuatro
público ningún recelo respecto a su paternidad, en la inteligencia pesos y un morralote de maíz (PP).
de que "la fruta que nació en mi terreno es mía", aunque todo el
mundo dice saber quién es el padre biológico de cada miembro Nunca critico a una mujer que, aunque sea casada, lo haga
de la comunidad, ya que suponen que, como una suerte de san- por sus hijos, por los hijos es uno capaz de muchas cosas. Y
ción natural o divina, todo hijo producto de relaciones ilícitas ten- si aquella mujer no tiene ni con qué calentar un poquillo de
drá un parecido innegable con su genitor: agua siquiera, ya será muy tonta o será güevona que no se se-
pa ni arreglar pa' decir: "Voy con alguien y le saco diez mil
Los queridos que tuve sí me respondían todos y todos me re- pesos y con eso le doy de comer a mis hijos tres días".
conocieron a mis hijos. Todos eran hombres casados. Se los
buscaba uno casados porque ellos sí tienen forma de ayudar tro aspecto que reviste la mayor importancia para analizar las ra-
a uno. Además, un muchacho no va andar con una señora :ones de la tolerancia social hacia la infidelidad femenina, radica
(PP).
n la aceptación de la comunidad de que el placer sexual es tam-
,ién una "necesidad". En este entendido, una de las principales
Yo le vaya aclarar una cosa: mi marido no era hijo de su pa-
bligaciones del marido es proporcionar satisfacción sexual a su
pá. Era hijo de su papá porque él le dio el apelativo, porque
posa de acuerdo con su particular temperamento. Esto significa
él lo hizo grande, él lo registró como hijo, pero mas no era
e se reconoce la existencia de mujeres cuya "alta naturaleza" en
su papá porque no lo engendró él sino otro señor. Y él mis-
tería de deseo no pueda ser satisfecha con un solo hombre, ra-
mo me lo vino a contar porque una vez mi esposo se vio
•n por la cual su búsqueda de relaciones extraconyugales es jus-
muy enfermo, lo llevamos al hospital y el primero que se pre-
icada en función de su estabilidad emocional:
sentó a preguntar cómo se encontraba era su papá, pero su
papá aquel, no su papá este. Ahí jue ande a mí me dijo: "¿Sa-
bes qué?, este es m'hí]o porque yo lo engendré, mas que s~ Hay mujeres que sus maridos no les cumplen como hom-
mamá nunca quiso que yo lo registrara y lo registró su man- bres, que como hombres no les responden, y ellas, como es-
do d'ella, pero él es m'hijo", tán fuertes todavía, les gusta tener relaciones con sus
maridos, y si ellos ya no sirven, pos ella tiene que buscar las
caricias en otro hombre porque todavía tiene ansia de amor.
Yo no las critico, ¿qué van hacer? Pos ni modo que se metan
un olote (PP).
Algunas mujeres lo hacen porque el marido es irresponsable nínas: en caso de que alguna de estas dos condiciones falle la mu-
y la mujer tiene que ver cómo le rasca. Y algunas, aunque to- jer se encuentra en su pleno derecho de cubrir esa "necesidad" in-
do lo tengan, pero ya es la necedá o ya es el costumbre, el satisfecha recurriendo al concurso del hombre que ella elija para
gusto de hombre. solicitarle "ayuda":

Hay veces que el marido no es suficiente para que una mUjer ~ mujer debe ser fiel hasta cierto límite, porque uno, la mu-
quede contenta. Pero si no la satisface el marido anda mal jer come, bebe, viste y calza, se enferma. El marido tiene la
ella, eso le hace que ande de mal carácter y lo mejor es bus- obligación d~ ver por uno, pero si el hecho de que porque
carse otro que [...] pus a escondidas o como sea, pero por ande en equis enredos desampara a la mujer, que no le lleve
ahí lo había de hacer nomás por estar tranquila. de comer, que no le lleve de vestir o no le dé lo suficiente
yo creo que la mujer tiene derecho a buscar apoyo por otro
En la necesidad de encontrar plena satisfacción sexual podemos lado. Hay un dicho que es muy vulgar, que el hombre es li-
descubrir algunas de las razones por las que las mujeres prefieren br~ I!0 faltando en la casa de comer, vestir y calzar. De ahí
hombres casados, ya maduros y con experiencia, para establecer pa llá, el hombre es libre.
relaciones extramaritales:
A la percepción utilitaria del matrimonio, se suma una minusvaloriza-
Había ocasiones que me gustaba más [mi querido] como ción de la imagen masculina, que es fomentada por las madres desde
hombre que mi marido, porque esa persona se cuida para la s~ializaci~n prima~a. Al atrib~irse a los hombres falta de respon-
que cuando va a lo que va, comprenda que sí le cumpla a s.abilidadhacía la familiay un caracter disoluto, se les considera más
uno. Y un hombre joven no. Un hombre joven dice: [utal, si libres de relacionarse socialy sexualmente con quien deseen:
lo hago orita y lo hago mañana y lo hago pasado [...] Y en-
ton's no es igual, ya no la comprende a uno. Esas son las dife- E.Ihombre es ho~bre, es libre de hablarle a cualquier persona
riencias entre un hombre joven y uno recio. SI !e a~omoda. SI encuentra coyuntura con alguna mujer, pos
al~, ahí es donde. Porque muchas mujeres van al campo a tra-
Esta preferencia se relaciona también con la menor inversión de bajar, per? muchas no van porque quieran trabajar, ellas van a
trabajo que representa para la mujer, pues las obligaciones hacia buscar allá su querer.
un amante son menores que hacia un esposo:
Con mi ~arido sufrí en la forma de que era muy borracho,
Es una relación como de marido y mujer, namás que sin muy pelionero. Cuando se peliaba tenía que irse de pelada y
compromiso, porque uno ni les lava, ni les plancha, no, de me quedaba con mis hijos sola. Cuando podía me mandaba
eso no. Y que se vinieran a quedar conmigo toda la noche, un centavo, cuando no, no. Se pasaba un año, dos años y él
tampoco lo consentí a mis queridos (PP). no mandaba un puta quinto. Mientras, yo trabajaba en Ias fin-
cas de nosotros o en lo mismo del cañal. Toda mi vida la he
No tenía yo compromisos de Iavarle, molerle, y todo eso. Él pasado trabajando en el campo, en l'azadón para mantener a
venía a lo que venía y ya. mis hijos.

Ahora bien, dado que la unión conyugal se concibe como una re- Los hombres son valientes, borrachos. Dicen que son el más
lación contractual donde el varón es el encargado de satisfacer los fuerte, pero son cobardes y más débiles, porque la mujer
requerimientos económicos del hogar y brindar satisfacción se- siempre soporta los dolores más fuertes, porque siempre sa-
xual a su esposa, recibiendo a cambio "atención" y fidelidad feme- be salir adelante, más todavía sola que con el hombre.

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La mujer tiene que ver la forma, aunque sea de mala o de lo Una mujer puede ser puta, pero siempre buena madre. Criti-
que sea, sube a sus hijos. Ahí es onde viene el problema de qUe co a una mujer que entrega a sus hijos o que deja a sus hijos
la mujer por no pensar, y los hombres andan como perritos y ella se va sola o con un hombre. Esa es mala madre, porque
tras uno. Entonces dicen "Oyes tú, yo te ayudo, te doy tan- una, con todas sus pendejadas, con todos sus defectos, debe
to". Y si es uno medio tontito cae [...] así me pasaba a mí. estar con sus hijos [...] ¿pa' qué se los busca uno? (PP)

Existe, en contrapartida, un mecanismo que permite a los varones Ya que se considera que la finalidad de la mujer madre es el cuida-
salvaguardar su dignidad masculina en aquellos casos en que la in- do y protección de los hijos, es entonces coherente con el sistema
fidelidad de su esposa es del dominio público: la "curación" o "re_ de valores que los comportamientos socialmente condenables sean
medio". Las mujeres, mediante la curación, pueden inducir a que disculpados si se realizan por la prole. De ahí que el aborto sea un ac-
sus maridos ignoren sus devaneos extraconyugales al administra-, to duramente criticado, aunque se realice en secreto. La gente asegu-
les bebedizos, casi siempre preparados con flujos menstruales o ra que el castigo siempre se hace evidente para la comunidad, pues
desechos corporales: las madres que abortan se convierten en "lloronas", y no hay quien
no afirme haberlas visto u oído recIamando a su hijo nonato. De igual
Muchas veces el marido sabe que lo engañan y no dice nada, manera, los intentos de aborto se manifiestan en malformaciones o
porque dicen que la mujer le da cosas para que ellos no hagan defectos físicos en los hijos:
caso [...] el remedio. Los remedios sí funcionan [...] Muchas
acostumbran rasparse las uñas, la mestruación yeso se lo echan La creencia es que las mujeres que abortan se convierten en llo-
en la bebida o la comida. ronas, porque según dicen, uno se acuesta a dormir y en la no-
che su espíritu se para a vagar y, claro, como pierden los hijos,
Muchos no hacen caso [de las infidelidades de su esposa], andan gritando onde saben que está el hijo que botaron. En las
porque así la mujer les da bueno de comer y saben que si en- aguas principalmente (pP).
tregaron dinero, bien, y si no entregaron, como quiera ya co-
mieron. Eso también es un costumbre de parte de los Hay mujeres que no quieren guerrear con las criaturas y los
hombres: "Que mi mujer me arrime lo suficiente de comer y tiran así de un mes, dos meses, y quieren andar de cabrestas
lo demás ..." así con los hombres pa' que no les salga nada, pos se los ti-
ran. Esas mujeres que se tiran los niños, desde en vida se
En general, la única circunstancia que puede acarrear descrédito y vuelven lloronas. El cuerpo se queda durmiendo y la mujer no
condena social a una mujer es el abandono de la prole. Aun si la se da cuenta. Por ejemplo, yo si tiro un hijo a la mala, que no lo
mujer ejerce la prostitución en la comunidad o en los poblados ve- quiero tener, ya ahí como quiera mi espíritu anda penando. Me
cinos, su conducta se encuentra plenamente justificada si existen ven por ahí así en las calles o en los caminos chillando.
hijos a quienes mantener y, por lo tanto, tiene "necesidad":
Cuando mi esposo me dejó, me quedé de un mes de embara-
Hay también mujeres que trabajan de cantineras para darles zada y mis amigas me empezaron a aconsejar que hiciera al-
de comer a sus hijos. No las critico porque tienen sus espo- go, me hicieron mucho remedio y nunca se me cayó esa
sos. Pero si tienen seis, siete hijos y el marido es un cachetón niña, me dieron baños y unos teses bien amargos. Por eso mi
y ella con todo y sus sínvergüenzadas, con todo lo putas qu~ hija salió medio bizcornetilla y dicen que por eso salen así.
andan en las cantinas y que ganan su dinero así, pero sus hi-
jos los tienen en la escuela, los visten, los calzan, les dan de a papel protagónico que desempeñan las mujeres en la sobreví-
comer. Cierto que venden sus caricias, pero de qué modo "encia de la comunidad, también se evidencia en su respuesta a
van a sacar el dinero pa' mantener tanto mocoso. Y los putaS las tentativas del varón de hacer uso de la violencia, como prerro-
maridos, güevones, irresponsables, cachetones (PP). tiva masculina de la ideología patriarcal:

168 169
mersos en un s.iste~ ~ené~co particular.P Estos modelos corpo-
A mi no me gustaba que [mi esposo] me mandara, no me rales se hayan ínstítucíonalízados y legitimados dentro de univer-
gustaba obedecer, mucho menos que me pegara, porque st ~os.s~bólicosU que dotan de significado e integran la biografía
me gritaba, yo también gritaba y si me pegaba, yo tambié~ individual con el orden institucional, brindándole un sentido de
pegaba. pertenencia a la colectividad.
Con la atribución de género se inicia un proceso de identifica-
Mi esposo ha sido un hombre bien pesado. Tanto y tanto ción genérica que opera en el orden simbólico. El psicoanálisis ha
hast~ que lo sacan a uno de quicio y llegó el día en que me demostrado que niños y niñas perciben desde la socialización tem-
pego. Estaba yo embarazada de la tercera niña y me da una prana los a~ri~ut.osasignados culturalmente a los sexos y son obje-
patada, que agarro un fierro y le pegué tan feo que le quebré to de las díscíplínas que los llevan a constituirse como mujeres y
tres costillas. Grita ya no me pega. como hombres, aun antes de percatarse de la diferencia bíológí-
ca.25 Sin embargo, entre atributos y significados se establece un
Un día él me quiso pegar y ahi sí que no [...] Vino y no me en- nexo ~~e no aparece como arbitrario para el sujeto, sino que esta
contró porque estaba trabajando pa' ganarme la comida de mis conexion resulta necesaria y consustancial. 26 De esta manera las
hijos. Enton's que se quita el cinturón y que yo jalo el cuchillo relaciones que el niño establece con los cuerpos simbólicamente
de la mesa. Por Dios que se lo iba yo a enterrar, pero le valió sexuados estructuran su aprehensión de un medio que se encuen-
que no me pegó. Enton's agarro un costal, le echo todas sus co- tra~ a su vez, simbólicamente sexuado." La identidad de género
sas y en la calle se lo tiré. No quería ya nada con él (pP). sena, entonces, parte constitutiva de la llamada identidad profun-
da y funcionaría como elemento ordenador del mundo."
Los anteriores testimonios hablan, entonces, de que el ser mujer Los fragmentos de historias de vida aquí presentados nos ha-
en Tuzamapan reviste características particulares que deben ser b~an de una fo~a de disci~linarización de los géneros que reviste
analizadas dentro de su contexto específico. cierta coherencia con el sistema de valores de una cosmovisión
particular. A través de los elementos comunes en la vida de las
mujeres entrevistadas se ha tratado de rescatar la construcción so-
cial de sujetos femeninos concretos.
Ser mujer en Tuzamapan22 ¿Qué significa ser mujer en Tuzamapan? Encontramos en la co-
munidad una contradicción entre el discurso normativo, a partir
de! c~al las mujeres introyectan concepciones idealizadas, y las
practicas observadas y permitidas en ambos géneros. Los medios
Desde una perspectiva puramente biológica, ningún ser humano, ~asivos de comunicación y las instituciones, como la Iglesia cató-
hembra o macho, nace siendo mujer o siendo hombre. El desarro- lica y la escuela, manejan un discurso que promueve la subordina-
llo psicosexual del individuo no opera en función de parámetros ción femenina al varón, que evidentemente no se corresponde
fisiológicos que pudieran definirlo a priori a partir de su aparien- con la experiencia. Sin embargo, esta paradoja no deja de resultar
cia genital. Sin embargo, desde el momento mismo del nacimien- aparente, puesto que la manera en que se socializa a niñas y niños
to, el individuo establece relaciones con su entorno a través de un guarda directa relación con las cualidades que se asignan socialmente a
cuerpo sexuado, que es categorizado teniendo como marco de hombres y mujeres, aunque no concuerden con los tipos ideales.
referencia las variantes anatómicas elaboradas culturalmente, a La valoración negativa que se hace del género masculino se en-
partir de las cuales se otorgan significados diferenciados a lo feme- cuentra en el centro de las expectativas grupales del comporta-
nino y lo masculino. miento de los varones, mientras que a las niñas se les imponen
El sujeto es guiado, canalizado, es decir, construido para adap- disciplinas que las preparan tanto en los espacios femeninos como
tarse y sujetarse a una serie de expectativas sociales, en las que loS masculinos, para hacer frente a las circunstancias adversas que
procesos enculturativos responderán a los tipos ideales de con- puedan sufrir. Las madres exigen la adquisición de habilidades en
ducta -entendidos como modelos corporales convencionales- in- la esfera reproductiva, que será ámbito obligado para sus hijas en las

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170
circunstancias más favorables. A su vez, los padres les enseñan Aunque existen indicios que hacen supon~r que la SituaCiÓ~
las técnicas agrícolas, yel trabajo asalariadoles proporciona la desn-, atizada en el presente trabajo no es exclu~lva de esta .com~nt-
za necesaria para hacer del campo su oficio, dada la probabilidad d la coherencia encontrada en la artículación: toleran~la SOCial,
que existe de que, en efecto, se vean obligadas a asumir por ente_ ;esentaciones genéricas y valores ~e orden m?ral, SI parecen
ro la sobrevivencia del grupo doméstico. Las mujeres, entonces, ~ ar un sistema único en la regíon. Esto obliga a plantear la
están concientes de que su dependencia hacia el varón es relativa ce~::d de un estudio más amplio que permita establecer la mag-
y se encuentra ubicada en el discurso normativo más que en el (Udde este fenómeno. . nf
ámbito cotidiano. Así se explica el que las adolescentes hijas de fa- Proponer modelos únicos que sirvan p~ra exp~car la co ~~-
·' n de la feminidad a lo largo de la hístoría a partir de la oposición
milia condenen la conducta de las mujeres que tienen amantes,
porque su experiencia aún no ha confrontado la adecuación de minación/subordinación, lleva, por un lado, a obscurec.er la estx:-
ese discurso con su propia realidad. · lcídad de condiciones en las que se desarroll~n ~ mujeres pa~:tt-
la por otro a la negación de su partícípacíon en espacIos
El peso específico que se otorga a la mujer como pilar de la fa- res Y" del doméstico. El sacara la luz aquellos e~ . de poderes
· erentes .
milia y el hogar, se transfiere al ámbito de la sexualidad como un
espacio de poderes femeninos. Es por ello que el varón tiene que menínos que puedan hablamos de relaciones genencas menos JC-
resignarse a sufrir la infidelidad femenina, demostrando ignoran- . das 'te abordar los fenómenos sociales con otras luces
uiza ,perou d las' arezca
cia y apelando al recurso de la "curación" como un mecanismo que favorezcan nuevas interpretado~s, .don e mujeres ap -
proporcionado por la cultura particular para mantener la estabili- s como verdaderos sujetos de la histona.
dad en la estructura y las relaciones sociales.
La esfera maternal juega aquí un papel decisorio en la conforma-
ción de las identidades y roles de género, apareciendo no como un
elemento de opresión y sometimiento, sino como un derecho que
permite a las mujeres hacer libre uso de sus capacidades. Considerar
a la maternidad como uno de los más altos valores comunitarios per-
mite a las mujeres conciliar la contradicción entre el nivel normativo,
que les exige un tipo de comportamiento idealizado, que no pueden J Candidata a doctora en Ciencias Anuopológicas por la Universidad Autónoma
practicar por sus mismas condiciones de existencia, y el nivel de la Metropolitana (UAM·J) '.
experiencia cotidiana, que transgrede constantemente el tipo ideal, 2 Para un resumen de estos debates véase Riquer Femandez, 1992.52-59.
pero que es resígnííícado gracias a la noción de necesidad. 3 En esta línea se encaminan los trabajos de De l.auretis (1993 y 1993a) y Scott
Así, las estrategias femeninas desarrolladas de manera individual y
(1990). . . en
colectiva para resistir y sobreponerse a condiciones hostiles, pasan a 4 a nta ue las líneas de investigación sobre la mujer campesina.,
formar parte del bagaje cultural y llegan incluso a institucionallzarse. Méxi~:I~! p~rizad~ el análisis en dos sentidos: la pr~blemática de I~t~~~~o~
Echando mano de la conformación cultural específica que se ha ido femenina a la producción agricola familiar y las relaclones que esta ec
construyendo y que les permite el ejercicio de una sexualidad am- mercado de trabajo como asalariada (1988:v). .'
plia, diversa y, sobre todo, socialmente aceptada y controlada por 5 Los únicos trabajos de corte antropológico que conozco sobre mujer cam~:~-
na y sexualidad en MéXiCO. que traten temas distintos a los de salud reproduc ,
ellas mismas, las mujeres de esta comunidad logran incorporar a su
son Castañeda, 1993 y Bamos y Pons, 1995.
coto de poder un espacio al que tradicionalmente, como mujeres, no od a .una corriente se' ha centra-
6 Desde el ya clásico ensayo de Ortner (1 979) ,t . t rale-
hemos tenido acceso: nuestro propio cuerpo. do en explicar el estatus inferior de las mujeres a partir de la dtcotorrüa na u
za/cultura.
7 Rosaldo, 1979:166.

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8 Este trabajo parte de una investigación realizada conjuntamente con la Illa
tra en antropología Patricia Ponce, de junio de 1991 a octubre 1992, en el curso ~S- . . bóli o son "cuerpos de tradición teórica que íntegran zo-
24 Los uruversos ~Im e s ba el orden ínsutucíonal en una totalidad sim-
la cual se levantaron 39 entrevístas a profundidad y se obtuvieron 12 historias de v. e de significados diferentes ya. rca.n humana se desarrolla dentro [de ellos]"
El estudio que estoy realizando para la obtención del grado de Doctora en Antro~' . [ d nde] toda la expenencia u:
logía consiste en el análisis de las representaciones simbólicas de la sexualidad d . __'hcarger y... Luckman,
o . 4 -.125) De ahí .'que podamos
1979.12 . decir que los diferentes
mujeres rurales y su repercusión en un sistema genérico particular en la cOlllun~ ,~ as enérícos constituirían universos sírnbólícos.
dad de Tuzarnapan, Veracruz. siStem g "1 niño la diferencia de los géneros precede a la
25 Frida Saal apunta qu.e para e I diferencia está desde siempre, en el orden
9 Pérez Argote, 1989:11-12.
diferencia de los sexos [slen~o q~~ : desde donde distribuye emblemas y atribu-
10 "Creemos que nuestro presente se apoya sobre intenciones profundas, nece_ del significante, en el or~en simból c_ ~ , n como diferencia sexual en el carní-
sidades estables; pedimos a los historiadores que nos convenzan de ello. Pero el tOSde género]. Esto~ atributos se res~g 1~raJ'eto humano a ser hombre o mujer, o
de las ídenuñcaciones que evaran ll a
verdadero sentido histórico reconoce que vivimos, sin referencias ni coordenadas
00 1 uíer combinación de ambos" (1991:19). .
imaginarias, en minadas de sucesos perdídosr (Foucault, 1992:21).
II Córdova et al., 1994:8.
cua q .. ''-. Benveniste ha aflrmado que "[pjara el su/e-
26 Con respecto al signo hngUlStlco'l'd d decuacíón completa: el signo cubre y

12 "[La] lógica [de la práctica] tiende a producir su propia confirmación [...] qUe
to parlante, hay entre la lengua y ~dre~••(~9;9'52) Idea que resulta útil para explt-
refuerza la creencia en el sistema de clasificación en vigor, presentándolo como si rige la realidad; mejor, es ebs~ reaalpaarente dic'tad~ de la naturaleza.
' I género opera ajo un
estuviera fundado en la realidad -lo cual es así de hecho, puesto que cOmribuye a car como e , .. . la madre [...] sólo puede encontrarse en
producir esta realidad, ya que las relaciones sociales incorporadas se presentan 27 "La relación ong~nana con el. p~d~ Y la estructuración del yo y del mundo
con todas las apariencias de la naturaleza" (Bourdieu, 1991:121). la base de la adquisicion ~e los. pnncrpios Id~lemenlO capital de su identidad social
13 Dilthey, 1986:230. [...] El niño construye su identidad S~:IUl[, ] de las funciones sociales que incurn-
. . po que su representaclon ... 1 .. 1)
al
benmismo uern
a los hombres ."
y a las mujeres (Bo ur díieu, 1991'133 . , énfasis en e ongma
d 1 .
14 Algunos datos ctnográflcos y observaciones aquí presentados se encuentran
también en Córdova, 1992 y 1994, Yen Córdova et al., 1994. • . ntendidas en el marco e o mascu-
151NEGI, 1990.
28 "La producciÓ~ de nuevas generacl~~e~d:ntificaCiÓn y de formación de las
lino/femenino empieza con el proc eso , las de género" (Salles, 1992: 176)
16 Censo del Cornísariado Ejidal de Tuzamapan, 1992. identidades profundas, entre las cua les están

17 De las 95 ejidatarias, 60 han obtenido su Certificado por víudez, 28 por he-


rencia de sus padres, 4 heredaron de otros familiares, una recibió el derecho de
una persona no emparemada y a dos de eUas les fue cedido por acuerdo de asam-
blea, donde alegaron temor a perder las tierras por irresponsabilidad y alcoholismo
del titular del derecho -en un caso el marido y en otro el hermano (Fuente: entre-
vistas a ejidatarias).
18 Este apartado incluye algunos de los testimonios obtenidos en el curso de la in-
vestigación. Aquellos fragmentos seguidos de las iniciales (PP) fueron recabados por
Patrícía Ponce, a quien agradezco el habérmelos proporcionado para este trabajo.
19 La muestra estuvo formada por mujeres madres de familia, entre los 30 y los
70 año.

20 Michelle Rosaldo señala que el hecho de que las mujeres se definan en térmi-
nos de sus funciones sexuales y los varones en términos de su posición social pue-
de provocar que las actividades femeninas en otras esferas se perciban como
minusvaloradas o inexistentes, e incluso anómalas (op. cit.:169).
21 Córdova, 1992:142.
22 Veáse nota 14.

23 "A gender systern is a symbolic o meaning systcma that consíst of rwo com-
plementary yet murualíy exclusive categoríes In to which all human beings are pla-
cedo Among the features that distingUish the gender system from other category
systerns is the fact that the genitals are the sole críteríor for assigning individual ro
a category at birth" (Cucchiari, 1992'32).

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