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Por todas partes(1993)

Flor del sol (1989) Material: Acrílico.


Medidas: 120 x 80 cm.

Sin titulo(1985)

La niña,su padre y el perro que ya murió (1993)


Pintor ecuatoriano nacido en Bucay. Empezó a interesarse fuertemente por la
escultura y el arte popular desde temprana edad. Sus fuentes de inspiración son
las formas de la geografía ecuatoriana, así como, el colorido de las artesanías
indígenas. Estudió en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Central de
Ecuador, y en 1974, cuando todavía era un estudiante, realizó su primera
exposición, esta muestra sería el exitoso inicio de una serie de exposiciones a
nivel nacional e internacional. Desde entonces, expuso en las mejores galerías y
museos del país, a la vez que recibió varios reconocimientos por su labor en el
extranjero. Se le considera además, uno de los pioneros de la escultura
monumental en el Ecuador. La pintura de Endara sintetiza tres estilos que se
desarrollan en su narración pictórica y fantástica. Lo naif es su punto de
partida. El artista comienza a interpretar aquel mundo lejano, indudablemente
andino a través de una mirada despojada de sentido crítico. Pinta una fábula con
apariencia de historia. Y lo hace desprevenidamente. En la ambiguedad de los
elementos compositivos, encontramos una segunda influencia que se le une a la
naif bajo la suposición de que Endara trata de hacer una representación
pictórica de una realidad bajo ciertos supuestos de ingenuidad, y en el
surrealismo del belga René Magritte. Existen elementos en las obras de Magritte
que son constantes en el trabajo del artista ecuatoriano: la rosa, los huevos
pétreos, y sobre todo el tratamiento de la luz. Aquello que aparece como
insólitamente real, al tildarlo de surrealista se transforma en una verdad
pictórica; existe una seducción de los elementos, complicidad que pone en tela
de juicio la apariencia de los valores tradicionales a través de un sutil cambio
visual: el tratamiento de la luz.

‘La Magia de Endara Crow’, se denomina la muestra que desde este miércoles 4 de
diciembre, a las 19:00, se abrirá al público en el patio norte del Centro Cultural
Metropolitano, ubicado en la esquina de las calles García Moreno y Espejo. La entrada es
libre.

La exposición permanecerá abierta hasta el 20 de enero del 2014, en el horario de lunes a


sábado, de 09:30 a 17:30; y, domingos, de 10:00 a 13:30.

Gonzalo Endara Crow, reconocido artista ecuatoriano, plasmó un mundo desde el realismo
mágico en cada una de sus obras. “Su estilo propio e intransferible y la maestría en el
manejo del color, es lo que se muestra en esta exhibición”, señala Marco Antonio
Rodríguez, escritor ecuatoriano.

Así, el público tendrá la oportunidad de admirar las hermosas obras de Endara Crow, que
no han sido expuestas en 20 años.

Fátima Endara, curadora de la muestra e hija del ilustre maestro, seleccionó las pinturas
más representativas de la trayectoria de su padre, para presentarlas a la ciudadanía en esta
ocasión y qué mejor hacerlo que en estas festividades de homenaje a los 479 años de
fundación española de de Quito.

Gonzalo Endara Crow y su realismo mágico


Gonzalo Endara Crow nació en Bucay (Ecuador) el 17 de mayo de 1936 y falleció en Quito
el 14 de abril de 1996.

Desde niño, este pintor y escultor ecuatoriano se mostró muy interesado en el arte. De
joven estudió pintura en la Universidad Central del Ecuador y adoptó un estilo diferente
que lo acompañó durante toda su vida.

La geografía ecuatoriana y los brillantes colores utilizados por los artesanos indígenas en su
labor, fueron dos influencias principales que penetraron en su trabajo durante toda su
carrera artística.

Endara Crow es considerado uno de los pintores latinoamericanos más importantes de la


segunda mitad del siglo XX. Su obra es universal y ofrece una perspectiva estética de la
cultura andina y de su gente.

Su obra más reconocida es "El Tren Volador”, en el que expresa el asombro que le causó,
cuando niño, el ferrocarril ecuatoriano en donde su padre trabajó. Este elemento se
convirtió en inspiración de su obra y en la que el maestro lo funde en un discurso surrealista
cuando lo levanta en vuelo sobre el paisaje multicolor de los Andes ecuatorianos.

Otro motivo común en sus pinturas son la lluvia, las campanas, esferas, manzanas, caballos,
casas y otros componentes que integran su obra ‘Sin título’, de fecha 29 de julio de 1988.

Endara fue también escultor y dos de sus obras son ya objetos emblemáticos del cantón
Rumiñahui: "El Choclo" y "El Colibrí". Ambos representan la belleza natural y la
importancia de la agricultura en la cotidianidad de la serranía ecuatoriana.

Varios historiadores y críticos del arte se han referido a su trabajo como ‘realismo mágico’,
un término que se utiliza a menudo cuando se habla de la literatura del siglo XX de
América Latina.

Al igual que en los textos del realismo mágico, sus cuadros destacan la categoría del mito
que lo abarca todo, incluso lo real. La magia y otros fenómenos de carácter extraordinario
-excluidos por la visión occidental europeísta de lo que es cultura- encuentran su lugar en la
pintura de Endara Crow.

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