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ALEXANDER KOBLENZ

.AJEDREZ DE
ENTRENAMIENTO

COLECCION

EDICIONES MARTINEZ ROCA


BARCELONA
AJEDREZ DE ENTRENAMIENTO
Alexander Kob/en::.

Traducción
de MARIANO 0RH MA:-.!ZA">O

l. • edición enero 1970


2.• edición marzo 1972
3.• edición octubre 1972
4.• edición mayo 1973
S.• edición abril 1975

C 1970 por EDICIONES MARTlNEZ ROCA, S. A.

Av. José Antonio, 774 - Barcelona- 13

RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS

Este libro no puede ser reproducido en todo, ni en parte, sin permiso

hlPRESO E:\ ESPA ;\; A - PRI:\TED 1:\ SPAI">

ISBN 84- 270- 0047 - 2

Depósito Legal: B. 12076 · 19i5

GR�FICAS DI.HtA">TE, Za m o ra , 83, Barcelona


1 N D 1 CE

INTRODUCCIÓN . .. ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... . . . . . . Pág. 7
LECCIÓN 1 ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... .. . 9
Prácticas (1-6) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
LECCIÓN 2 ... ... ... ... ... ... ... ... .. . 17
Prácticas (7-1 2) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
LECCIÓN 3 24
Prácticas ( 1 3 - 1 8) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
LECCIÓN 4 . . . . . . . . .. . . . . . . . . . 31
Prácticas (19-24) . . . 38
LECCIÓN 5 39
LECCIÓN 6 46
LECCIÓN 7 52
Prácticas (25-30) . . . 58
LECCIÓN 8 59
Prácticas (3 1-3 6) 67
LECCIÓN 9 ... ... ... ... .. . 68
Prácticas (37-42) 73
LECCIÓN 10 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
LECCIÓN 11 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
Prácticas (43-48) 97
LECCIÓN 12 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98
LECCIÓN 13 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110
Prácticas (49-54) . . . 1 16
LECCIÓN 14 1 17
Prácticas (55-60) . . . 1 27
LECCIÓN 15 128
Prácticas ( 61-66) . . . 132
LECCIÓN 16 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
Prácticas (67-72) . . . . . . . . . 137
COMPAREN USTEDES SUS SOLUCIONES .. . . .. . . . . . . . . . . . . . . . 139

5
INTRODU C CION

¿ Cómo nació este libro ? En el año 1960 estuve en Leipzi� durante el


campeonato del mundo por equipos (la XIV Olimpíada Mundial de Ajedrez)
como entrenador del equipo olímpico soviético y asesor personal del entonces
campeón del mundo Mijail Tal. Algunos jóvenes jugadores de varios países
expresaban su admiración por la escuela soviética y me preguntaban insis­
tentemente por los •secretos • de mi método ajedrecístico.
Estas manifestaciones llegaron a halagarme, pero la palabra « secreto•
me molestaba, porque nada más lejos de nosotros, los entrenadores sovié­
ticos, que cualquier regateo de secretos. Consideramos que nuestro primer
deber consiste en transmitir sin reservas de ninguna clase a nuestros discí­
pulos toda la experiencia adquirida en largos años de práctica.
Así fue madurando poco a poco la idea de recoger las lecciones de ajedrez
que yo daba en Riga y presentarlas al público.
Como el lector comprobará, me he esforzado en subrayar los más im­
portantes principios teóricos que deben fomentar la acción y el entendimien­
to independientes. En las lecciones que siguen, trato de abordar todas las
cuestiones (prescindiendo de problemas concretos de aperturas) que existen
en el camino hacia la cumbre que significa la maestría ajedrecística.
También se ha pensado en la preparación inmediata para el juego serio.
En las Prdcticas, el lector deberá procurar resolver por sí mismo los proble­
mas que se le presentan, a ser posible sometiéndose al control de tiempo.
Estos ejercicios se componen de doce partes que se subordinan a las leccio­
nes y son los que mejor se acomodan a los temas tratados.
Con las prácticas, el estudiante no sólo puede ejercitarse, sino que se
familiarizará con los problemas de la estrategia y de la técnica de la combi­
nación y de los finales.
Hasta qué punto he logrado prestar ayuda en la andadura por el escabroso
camino del ajedrez, deberán juzgarlo mis lectores, que a partir de ahora
serán mis futuros discípulos.

A. KOBLENZ

7
Lección 1
LA FORMULA SECRETA...

Antes de que haya empezado la Pero esto significa para nosotros


partida de ajedrez, los ejércitos es­ aprender a ver y conocer los aconte­
tán pesados y aburridos uno frente cimientos conforme a leyes que se
a otro. La falange de los peones im­ producen en el tablero, saberlos a
pide el despliegue de las piezas. Com­ conciencia y hasta en lo más profun­
pletamente cabizbaja, la dama tiene do del corazón.
que permanecer ociosa tras la espal­ Este estudio vale la pena. ¿No es
da de los peones. Desde luego no es excitante poder mirar al interior de
una ocupación muy adecuada para una caja mágica llena de secretos y
una pieza tan fuerte. Sólo los caba­ poder observar cómo las muertas fi­
llos sonríen quizá descaradamente : gurillas de madera empiezan de pron­
pueden saltar sobre los peones con to a vivir, se empeñan en una dura
la mayor desenvoltura. Pero, por mu­ 1 ucha por derrotar a las fuer:¡;as ene­
cho que salten, la partida se encuen­ migas y llevar al rey de estas a un
tra lejos aún de estar empezada. buen cautiverio final o, como se dice
¡Atención! Ya han hecho los ad­ en el ajedrez, darle mate?
versarios los primeros movimientos, Así pues, arrojemos primeramente
y pronto somos testigos de un cho­ una mirada al interior del laborato­
que de los ejércitos, de una lucha a rio creador del maestro de ajedrez.
muerte de ideas estratégicas y tác­
ticas, de celadas ocultas e ingeniosas. Sobre estrategia y táctica
Pero ¿qué fórmula secreta pone
en curso este choque bélico? ¿Dónde El objetivo final de cualquier par­
se encuentra la varita mágica que tida de ajedrez : dar mate al rey ene­
permite al maestro ajedrecista, igual migo. La estrategia general de nues­
que a un brujo, desarrollar hermo­ tros antepasados era claramente ine­
sas partidas sobre el tablero? Si mi­ quívoca : con abiertas intenciones,
ramos más de cerca, el secreto se sin muchos cumplidos, salir a la caza
revela: él sabe cómo •infundir vida • del rey. Mucho valor y agudeza se
a sus piezas. ponían de manifiesto y a menudo lo­
Sus piezas y peones despliegan una graban la gran jugada. Sobresalien­
sorprendente actividad, se apoyan tes triunfos consiguió el maestro
unas a otras, trabajan armónica­ alemán Adolf Anderssen ( 1 8 1 8-
mente. 1 879) ; sin embargo, en el año 1 8 59
Ese es el principio fundamental de fue derrotado impecablemente en Pa­
todas nuestras acciones bélicas, al rís por el norteamericano Paul Mor­
que se subordinan todas y cada una phy ( 1 8 3 7-1 884).
de las celadas de la estrategia de la También la divisa de Morphy era
táctica. iEl cuero cabelludo del rey • . Pero

9
sabía crear para eso las condiciones 8 , P3A; 9. A5CR. La idea de
• . . .

previas posicionales para sus inten­ esta clavada: paralizar una importan­
cionados ataques combinacionales. te pieza defensiva del adversario.
Investiguemos la regularidad lógi­ 9 , P4C. Para hacer posible 10.
• . . .

ca de su forma de juego y extraiga­ , CD2D. 10. CXPI Las blancas


. . .

mos de ella también algunas formula­ habían realizado un avance en el des­


ciones teóricas importantes. pliegue. En tanto que cuatro piezas
blancas estaban desplegadas y ocu­
Morphy-Duque de Braunschweig paban posiciones favorables, sólo es­
y conde Isouard, París, 1 8 58. l. P4R, taban desplegados un caballo y la
P4R; 2. C3AR, P3 D; 3. P4D, A5C. reina negra, y para eso desfavora­
Esta clavada resulta ser ilusoria. blemente. Pero estas ventajas de des­
4, PXP, AXC. Sólo ahora se dan pligue tienen la peculiaridad de
cuenta las negras de que después de desvanecerse rápidamente en caso de
4. , PXP, la dama blanca podría
. . . que no se actúe con bastante energía
haber escapado del alcance de la en el curso posterior. Así, l)Or ejem­
clavada con 5. D x D + , tras lo cual plo, después de 10. A3D, CD2D qui­
el caballo come tranquilamente el zá las negras habrían superado lo
peón 5R. peor.
La teoría recomienda la pasiva ju- Con el movimiento del texto em­
gada 4 . , C2D o el contraataque
. . . piezan las blancas una combinación
con 4 . , C3AR. . . . de mate exactamente calculada. En
5. DXA, PXP; 6. A4AD, C3AR. tales celadas se produce una comple­
Las negras pasan por alto la ame­ ta transformación de los valores ma­
naza táctica del adversario. Debie­ teriales. Los factores dinámicos tie­
ron haber jugado 6 . .. . , D2D. nen la supremacía.
7. D3CD. Una doble amenaza con­ 10• . . . , PXC; 11. AXP+, CD2D;
tra dos puntos no protegidos : 2C y 12. 0-0-0, TlD; 13 . TXCI. De nuevo
2A. Usualmente sólo se consigue pa­ es destruida una importante pieza
rar una amenaza. Naturalmente se defensiva.
prefiere suprimir la amenaza más pe­ 13 • . . . , T X T; 14. TlD.
ligrosa. Como existe la amenaza 8 .
A X P + , seguida d e 9 . D 6 R mate, Diagrama núm. 1
las negras defienden el punto 2A.
7 . , D2R; 8. C3A.
. . .

A menudo hay jugadas que sólo


se explican desde el punto de vista
del estilo individual del maestro. Las
blancas podían comer tranquilamen­
te el peón de 2C, pero después de
8. D X P, D5C + ; 9. D X D, A X D + ,
las blancas no querían dejarse arras­
trar a una aburrida explotación de
la superioridad de peones. Una so­
lución tan racional no se pensaba en
los tiempos de Morphy; el objetivo
principal consistía en pasar rápida­
mente al ataque contra el rey.
Las blancas prefieren desplegar sus
restantes fuerzas para luego explo­
tar su ventaja en el despliegue. Para
las negras será mucho más difícil
imitar la estrategia enemiga: la da­ Esta posición era la que tenían
ma negra bloquea el camino al alfil .pensada ya las blancas cuando ini­
e impide con ello el enroque corto. ciaron su combinación. Todavía las

10
fuerzas negras contmuan mal colo­ de la posición depende si es aconse­
cadas : el ala del rey está sin desple­ jable en general para el bando activo
gar, la torre en 2D y el caballo en 3A dar vida a la combinación.
están clavados, y, lo que es peor, el También acabamos de ver que son
rey, que no se ha movido de sitio, necesarias favorables condiciones
se bambolea en peligro de muerte. previas posicionales que hagan po­
No es difiícil comprobar que las sible las combinaciones. El primer
piezas blancas tienen mayor eficacia campeón mundial, Wilhelm Steinitz
y, lo que es más importante aún, las ( 1 8 3 6-1 900), formuló este conoci­
blancas tienen en el sector crítico de miento de la manera siguiente : "No
la lucha un predominio material. Un se debe atacar y es imposible atacar
teorema general estratégico que con éxito si la posición no está ma­
constituye el supuesto previo para dura para la acción. Primero hay que
cualquier ataque victorioso. reunir ventajas posicionales y sólo
No es de extrañar que la siguiente entonces pasar enérgicamente al ata­
hermosa combinación de mate lleve que combinatorio. •
a una decisión rápida. En posiciones abiertas (en las que
1 4• . . . , D3R; 15. A X T + , C X T; las fuerzas combatientes de los ad­
16. D8C+ II, C X D; 17. T8D mate. versarios entran con rapidez en con­
Con esto la combinación iniciada en­ tacto unas con otras), la forma de
cuentra su fin. juego de Morphy sigue siendo actual
hoy día. Es el alfa y omega de la
¿Cuál es el rasgo característico de
moderna estrategia general :
la combinación de ajedrez?
1 .0 Promover lo más rápidamen­
Como acabamos de ver, una va­ te posible el despligue de las piezas.
riante forzosa que usualmente va li­ 2.0 Tener bajo control el centro,
gada con sacrificios materiales cuyo disputándole al adversario cualquier
objetivo final significa la consecu­ casilla del centro. (Se trata principal­
ción de ciertas ventajas para la parte mente de las casillas P4R, P4D, P5R,
activa. P5DI).
Antes de que ejecutemos una 3 .0 Abrir columnas y diagonales
.combinación, debemos tener en para con ello aumentar hasta el má­
cuenta los siguientes factores : xim o la capacidad de acción de las
Ante todo debemos saber los ras­ piezas.
gos posicionales que hacen aparecer En nuestros días no es tan fácil
justificado el empuje de nuestra com­ irrumpir contra el adversario como
binación y que se fundan en el moti­ lo conseguía Morphy. Examinemos
vo. En el caso de Morphy : Avance cómo los maestros modernos crean
en la apertura, el rey negro en el me­ los supuestos previos para sus com­
dio, desgraciado despliegue de las binaciones.
fuerzas combatientes negras, todo es­
to son circunstancias favorables para Keres-Book
que la combinación estuviese ya pen­
diente en el aire. l. C3AR, P4D; 2. P4AD, P3R ; 3 .
Después que se ha visto el motivo, C 3 A , C3AR; 4 . P4D, A 2R ; 5. P3CR,
empieza la búsqueda de la idea con­ 0-0; 6. A2C, P3A ; 7. 0-0, CD2D.
creta combinatoria. Ha surgido una posición de la
Morphy vio la combinación de ma­ apertura cerrada en la que las fuer­
te. En tales combinaciones, la valo­ zas combatientes aún no han entra­
ración de la posición al final de la do en contacto (prescindiendo del
combinación es innecesaria ; con el contacto que se ha producido entre
mate, la partida está acabada repen­ los peones P4A y P4D). Tras la co­
tinamente. Pero en otras clases de bertura de la falange de los peones,
combinaciones la valoración de la po­ los adversarios tratan de desplegar
sición es importante. De la valoración sus fuerzas combatientes.

11
Muchos creen que en tales posi­ Diagrama núm. :Z
ciones de apertura el maestro de aje­
drez puede ya calcular diversas va­
riantes. Esto no corresponde a los
hechos. Como a disposición del ad­
versario hay un gran número de res­
puestas, no tiene objeto calcular va­
riantes automáticas. Ya en sus tiem­
pos demostró Richard Réti esto : si
se quisiera en una posición tranqui­
la, en la que no existe ninguna ame­
naza grave, calcular con una antici­
pación de tres jugadas todas las po­
sibilidades de las blancas y de las
negras, se obtendría un número de
variantes de ¡ 7291
En tales posiciones se deja uno
guiar por principios estratégicos ge­
nerales y sólo de vez en cuando se
intenta prever concretas celadas ele­
m·entales o amenazas del adversario. Es instructivo seguir cómo Keres
piensa reaccionar contra este plan.
El jugador experimentado de aje­
Era mejor 9 • , A2C seguido de
. . .
drez las conoce con toda precisión
P3-P4A.
en su mayor parte. De�pués de las
10. ClDI A3T; 1 1 . P4RI, PXPA;
jugadas l. P4D, P4D; 2. P4AD,
12. P5R, C4D; 13. PXP, C.XC; 14.
P3R; 3. C3AD, C3AR; ·4. A5C sería
AxC, T IA ; 15. TIR.
un error desplegarse automáticamen­
te sin caer en la cuenta de la ame­ Ahora está claro que las blancas
naza posicional 5. P x P, P X P; 6. han concentrado todas sus fuerzas
A x. C, P x A, que lleva a un empeo­ contra el centro. La •práctica ha fija­
ramiento en la posición de los peones do una estratagema general: la me­
(el peón doblado en P3A y P2A). Por jor reacción contra un prematuro
esto juegan las negras 4 .... , A2R. ataque .por el ala es un contraataque
Pero en caso de que las negras, en en el centro. En lo sucesivo .podre­
lugar de hacer la jugada 4 • , A2R
. . .
mos convencernos de que nuestra ¡po­
hagan 4.... , CD2D, tampoco las blan­ sición en el centro debe estar asegu­
cas deben proceder automáticamente rada antes de que saquemos a escena
a la ganancia del peón: 5. P x P,. un ataque por el ala.
PXP; 6. C x P?, C x C1; 7. AXD, BOOk le ha permitido al adversa­
A5C + 1 ; 8. D2D. Las blancas tie­ rio demasiado es,pacio de juego en
nen que devolver la dama y después el centro.
de 8 . .. , A x D+ ; 9. R X A , RXA
. La formación estática de los peo­
está claro que las blancas han caído nes en el centro hace surgir el plan
en una celada táctica. estratégico de las blancas: como el
Por tanto, lo repetimos, ningún fa­ caballo 3A (una importante pieza de­
tigoso cálculo de variantes. en la eta­ fensiva) se ve obligado a abandonar
pa inicial, pero tener los ojos y los el ala del rey a causa del peón avan­
oídos muy 8biertos. 8. P3C, P3CD; zado 5R, las blancas atacan por allf.
9. AlC. Para eso han de tener la seguridad
de que. en el momento decisivo ,a­
(Ver diagrama núm. 2) drán tener dispuestas más fuerzas.
Pero, antes de lanzarse al ataque,
9 • , P4TD. Las negras empiezan
. . . las blancas aseguran precavidamen­
a actuar. Piensan iniciar un ataque te su centro, al cual las negras ame­
estratégico contra el ala de la dama. nazaban debilitar con P4AD.

12
15 . ..., P4CD. Las negras pasan al Diagrama núm. 3
contraataque y no tienen reparo en
ir a un sacrificio de calidad. Más in­
teligente habría sido sanear profi.lác­
ticamente el ala del rey con 15 . , . . .

TlR y CIA.
1 6. P5A, P3A. Amenazaba la ma­
niobra C4R-6D. Pero la jugada lleva
al debilitamiento del ala del rey. 17.
P X P, A X P; 18. C4R. Naturalmente
habría sido malo 1 8 . T X P a causa
de C x PI
18. . .. , P5C; 19. A2C, P4R; 20.
C6D, P X P; 21. C X T, C X P.
La lucha ha alcanzado su punto
culminante. Parece como si la estra­
tegia de Bóok fuera a proporcionar­
le el triunfo : desbaratada el ala de
la dama blanca, y el caballo cercado
en l A. Después de la conquista de
Con esto hemos podido aprender
éste, las negras tendrán dos peones
de los dos ejemplos extraídos de la
a cambio de la sacrificada calidad.
práctica qué principios pueden ser­
Pero precisamente en este momento
vir como brújula segura al jugador
crítico Keres pasa al ataque decisivo.
de ajedrez en la fase de la apertura,
22. D5Tl, C5T ; 23 . A4R, P3C; 24.
A X PC! Semejantes sacrificios des­ Hemos podido convencemos de la
tructivos tienen por objeto el des­ estrecha relación que existe entre la
mantelamiento del ala del rey ene­ estrategia {plan general) y la táctica
migo. Constituyen a menudo el pre­ (ejecución concreta del plan conce­
ludio para la estocada decisiva de las bido).
piezas atacantes. La moderna teoría considera la
24 • . . . , P x A; 25. D X P + , R IT. apertura no como un territorio de­
limitado y solitario, sino como una
(Ver diagrama núm. 3) fase de transición para pasar al me­
dio juego, estrechamente ligado con
26. C7Rl saca literalmente el alfil aquella. Por esto ya en la apertura
de la casilla crítica 2R, para, después hay que tener en cuenta los rasgos
de 26 . . . . , A x C ; 27. T X A ! , triunfar
. posicionales del medio juego : la im­
inmediatamente con un sacrificio de portancia de las columnas abiertas,
diversión. Book abandonó. del alfil activo o parejas de alfiles, de
Se ha puesto de manifiesto que la los peones libres, del ataque al rey
dama no podía defender simultánea­ y de otros elementos de la estrategia
mente al alfil en 2R y la casilla crí­ ajedrecística.
tica 5D. La dama estaba sobrecar­ Para darse cuenta de los rasgos ca­
gada. Por lo demás, es importante racterísticos de una posición, valo­
tener en cuenta en. la defensa que rarla correctamente y, a base de esta
una pieza a la cual le encomendamos valoración, bosquejar el plan corres­
una función importante de defensa pondiente, debemos haber estudiado
no·debe ser sobrecargada « inhuma­ atenta y cuidadosamente las leyes es­
namente •. tratégicas y tácticas.

13
EL ENTRENAMIENTO DIARIO
Una introducción a nuestras prácticas

Se sabe que la práctica es el me­ 5. ¿Quién tiene ventaja de es­


jor maestro. Pero se puede procurar, pacio?
en el curso del entrenamiento casero 6. ¿Cómo está la cuestión de los
diario, acostumbrar al cerebro a que tiempos? (Esto tiene especial
piense independientemente, en cier­ importancia en la fase de aper­
to sentido, explicando la práctica tura y en los casos de ataques
misma. violentos.)
Este método de entrenamiento
consiste en que nosotros calculamos Si usted encuentra las respuestas
mentalmente de modo amplio y pre­ a estas preguntas, ya ha conseguido
ciso todas las variantes sin para ello obtener una valoración estática de la
hacer las jugadas sobre el tablero. posición. Esto, a su vez, le permite
Se puede también limitar el tiempo encontrar la norma para sus acciones.
de reflexión poniendo en marcha el En este caso, su cerebro trabaja
reloj de ajedrez (imitación de la prác­ más y empieza concretamente a des­
tica de los torneos). cubrir las posibilidades dinámicas de
En este entrenamiento es impor­ la posición. Usted empieza a calcu­
tante pensar de una manera muy con­ lar mentalmente las variantes y a va­
centrada (también la concentración lorar la posición que se produciría
férrea se robustece con un entrena­ (también de cabeza). Sólo entonces
miento constante).. No dejar deslizar­ decide usted si vale la pena elegir tal
se una floja y aburrida mirada sobre o cual variante.
el tablero y pensar: «Si no encuen­ Quizás esto pueda parecer compli­
tro la jugada inmediatamente, mira­ cado, pero no es tan malo como pa­
ré la solución.» No, figúrese usted rece, porque el curso del pensamien­
que está, digamos, jugando la par­ to se produce con la velocidad del
tida decisiva para el campeonato rayo y a menudo hay rasgos que se
mundial. destacan tanto, que es innecesario
Para desarrollar la capacidad de hacerse ya más preguntas. En la apre­
juzgar con la ra,pidez del rayo una ciación choca, por ejemplo, a menu­
posición (aunque al principio sólo sea do la expuesta posición del rey, e in­
a grandes rasgos), procure usted va­ mediatamente retroceden a un se­
lorar la posición antes de buscar la gundo plano las demás peculiaridades
solución. Para una apreciación seme­ estáticas. O bien, observa usted en la
jante hay que plantearse las siguien­ situación del adversario un peón dé­
tes preguntas y tratar de contestarlas: bil. Como usted verá, se debe ata­
l. ¿Es igual la relación de fuer­ car el punto débil del campamento
zas? En caso de que no lo sea, adversario; .para eso concentra usted
¿qué compensación hay por el su atención en el peón débil, y los
material que falta? restantes rasgos posicionales retro­
ceden algo a un segundo término.
2. ¿Cómo es la posición de los
Ni que decir tiene que usted en
peones? ¿Muestra la posición
el cálculo concreto de variantes de­
puntos débiles?
be encontrar la respuesta a las si­
3. ¿Están las piezas colocadas ac­ guientes preguntas: «¿Qué me ame­
tivamente? naza? ¿De qué amenazas y ataques
4. ¿Es segura la posición de los dispongo yo a mi vez?• En este tra­
reyes? bajo nuestro cerebro debe estar en-

14
trenado para reconocer las posibili­ y del análisis ajedrecísticos. Mi tra­
dades concretas, para representarse bajo durante años como entrenador
mentalmente la posición (a menudo me ha convencido de que la con­
hay varias variantes) y analizarla ac­ sulta con la solución, también des­
to seguido. En nuestras prácticas nos pués de intentos fallidos, deja una
proponemos como misión fomentar profunda impresión y desarrolla la
la capacidad de la táctica y del aná­ capacidad creadora. Así pues, ¡mu­
lisis. Usted anota sus soluciones y
cha suerte y a pasarlo bien 1
luego las compara con las soluciones
que se dan al final del libro.
Usualmente se indica a quien le
No se desespere si la solución pre­ toca jugar. Si hay que descubrir unas
senta dificultades: algunas posicio­
.tablas o una victoria, hagan el favor
nes son complicadas. Muchas las pre­
de descubrirlas ustedes mismos. Du­
sento sin explicaciones didácticas.
Pero lo mismo que algunos palurdos rante la partida no tendrán ustedes
enseñan a nadar al principiante arro­ al lado a ningún duendecillo susu­
jándolo sencillamente al agua, así rrante que les prediga: o De aquí se
quisiera yo enseñar esta clase de «na­ puede sacar sólo unas tablas, aquí
tación. en el terreno de la táctica puede lograrse la victoria.»

15
PRAC T ICAS

1 2
Juegan las blancas
Juegan las negras

3 4
Juegan las blancas Juegan las negras

5 6
Juegan las negras Juegan las blancas
Lecci ó n 2
¡ATENCION! ¡TORRES!

En la lección anterior hemos apren­ Diagrama núm. 4


dido las re glas generales que hay
que seguir para lograr la actividad
armónica de las piezas. Ahora se tra­
ta de darles a ustedes algunas expli­
caciones complementarias de cómo
puede reforzars e la eficacia de cada
una de las piezas.
Empecemos nuestra charla con las
torre s. Como columna abierta se de­
signa una vertical que está libre de
peones ; como semiabierta, cuando
aún queda un peón.
La palestra de las torres es la co­
lumna abierta. La misión general es­
tratégica del atacante es: 1 .0, conse­
guir tener firmemente en la mano el
con trol sobre la columna. Luego : 2.0,
con una o ambas torres penetrar en
la horizontal {fila) séptima (para las Botvinnik-Vidmar
negras la segunda) u octava (para las
negras la primera) del campamento gras han creado un baluarte muy fir­
enemigo. me que no es fácil destruir. Las ne­
En estas filas, las torres atacan no gras ofrecerían incluso tablas...
sólo a la falange de peones enemigos 29. C 1 C!, A2D; 30. C3T.
y conquistan a menudo material, si­ Ahora la cosa está clara: Las blan­
no que también, frecuentemente, cas quieren abrir completamente la
montan peligrosos ataques para mate. columna con P5C, para penetrar con
la torre en la séptima fila.
(Ver diagrama núm. 4) 30• , C2A. En caso de 30 .
. . . . .,
.

P4CD, se crea un punto débil en 5A.


La torre ejerce presión sobre la Al llegar aquí quisiéramos formular
columna semiabierta AD. La intro­ inmediatamente lo que entendemos
ducción consiste en la maniobra ca­ por •punto débih. Se trata de un
racterística del doblamiento de las punto (casilla) que puede ser ocupa­
torres: do por una pieza enemiga sin que la
21. T3A, P3AD. Pero al caballo que estorbe ningún peón. A esa pieza
está en 1 T hay que hacerlo salir a to­ resulta difícil expulsarla. Cuando una
mar el aire. 28. T1-1A, P3A. Las ne- pieza enemiga de este tipo se ha in-

17
2. - .UEDREZ DE ENTREN.• M lENTO
traducido en nuestro campamento, RlC ; 3 7. C5C, y no existe ninguna
resulta especialmente enojosa. defensa contra el aniquilador 3 8 .
Después de 3 0 . . .. , P4CD, proyec­ T7A-7C + .
taba Botvinnik jugar : 3 1 . ClC, C2A ; En la posición después de 37. C5C
32. T3T, seguido de ClC-2D- 3C-5A, me permitiría llamar la atención de
con una terrible presión posicional. ustedes sobre una regla general :
En caso de 30 . . . . , TlAD (para im­ ¿ Por qué es tan devastador el ata­
· p edir P5C), las blancas penetran en que de las blancas? Porque contra el
el campamento enemigo con C4A­ rey negro operan conjuntados dos
C6D (el punto 6D se revela corno torres, un caballo y la eficacia nada
débil) ! despreciable del peoncito que está en
6T.
3 1. P5C! Como verán ustedes más Está claro que las negras no deben
adelante, los peones desempeñan un permitir la penetración de ambas
papel importante en la destrucción torres.
de l os baluartes de peones. Son ex­ Pero la jugada del texto p ermite
celentes para despejarles el camino al adversario una sorprendente com­
a las torres. binación de sacrificio. 3 4. T7C+,
31 • . . . , C X PC; 3 2. A X C, P X A ; RIT; 35, T X A!!, T X T ; 3 6. C X P,
3 3 . T7A. TIT-IAD. Ambas torres se ven obli­
gadas a guardar la columna alfil. Ha­
Diagrama núm. 5 bía la arnenaza 3 7 . T X P + ,RIC ; 3 8 .
T7C + , RIT ; 3 9 . C7A + . E n caso
de 38 . .. . , RIA, entonces 3 9 . C7T +
y T8C + .
3 7. T X PC. Hagan ustedes el fa ..
vor de observar cómo la torre que
ha irrumpido en la fila séptima va
haciendo estragos.
3 7. . . . , P3 T; 3 8 . T X P+, R IC; 3 9 .
T7C+, RIT; 4 0 . T7T+.
Estas repeticiones de jugadas se
hacen para ganar tiempo ante el con­
trol del reloj.
40 • . . . , RIC; 41. T7C+, R lT; 42.
P4C.
Con la intención Je crear peligro­
sos peones libres después de P4T­
P5T.
Con su respuesta, las negras quie­
ren expulsar a toda costa al caballo
¡ Eso es ! La segunda tarea está
y hacer saltar la red del mate. Pero
cumplida : la torre ha penetrado en
de este modo las blancas consiguen
la fila séptima. 33 •, T IAD.
. . .
un fuerte peón libre.
En caso de 33 . .. . , P5C, se sigue 42• . . . , P4R; 43. P5D, T8-4A; 44.
muy bellamente : 34. T7C + , RIT ; T7T+, RIC; 45. T7<. + , RIT; 46.
3 5 . Tl-7A, y ahora no conviene 3 5 . T X P, TlCD; 47. T X T+, R+T •
... , P x C a causa d e 3 6 . T x P + , RIC; Con esto se ha agotado el tema a
3 7 . T7A-7C + , RIA ; 3 8 . T8T, mate. tratar.
Por favor, no olviden ustedes que La « estrategia de las tcrres • ha
dos torres en la séptima fila, una de triunfado. Ha surgido ahora un final
las cuales esté apoyada por un peón de juego de torre contra caballo en
o una pieza de la sexta fila, dan ma­ el cual el peón libre proporciona a
te. Pero en caso de 35 . . . . , AlA (en las blancas un triunfo técnicamente
lugar de P X C), entonces 36. T x P + , muy fácil.

18
48. P7T + , R2CI Después de 48. 1 1 . P X A, 0-0; 12. C4TDI
... ,
RlT, gana la intervención del rey Otra vez excelentemente jugado .
blanco: 49. P6D, T I A ; 50. R3 Dl, Abre la columna alfil y además pre­
R2C ; 5 1 . C 7A, R X P ; 52. R4A. Con para al caballo para saltar a 5A, don­
su movimiento del texto, las negras de ocupará una importante «avan­
preparan al adversario una pequeña zadilla», que limitará la libertad de
trampa : 49. P6D ? , TIA ; 50. R3D, movimientos del bando enemigo.
TBA ; 51. C3A, TBTD ! , etc. 12• , C3C. Al parecer la única
. . .

49. C6D + , R X P; 50. C8R, R3C; posibilidad de completar el des­


51. C X P, T6A + ; 52. R2A, T2A; 53. pliegue.
P4TR, T2A; 54. C5T, R2A; 55. P5C!,
13. CSA, D3 D; 1 4. C5R. Otra avan­
P X P; 56. P X P, T2T; 57. C6A,
zadilla más. 14 • , TIC.
. . .
T7T + ; 58. R3C, T8T; 59. R2C, TIT;
60. P6C. Las negras abandonaron. Sin embargo era mejor intentar,
Después de 60 . . . . , T3T ; 6 1 . P7C. con 14 . . . . , CD2D, cambiar el caballo
T 3 C + ; 62. R2A, T x P gana el te­ en 5A. En general es aconsejable,
mido jaque doble del caballo. cuando ello no significa un gran de­
Aún más peligrosa se hace la po­ bilitamiento de la posición, cambiar
sición del rey si las torres consiguen lo antes posible las piezas enemigas
irrumpir en la octava fila. Este obje­ fuertemente coolcadas o ponerlas en
tivo lo alcanzan las blancas en la fuga.
partida siguiente después de un fino 15. P4TD!, CIT. Una vez más de­
juego posicional. bieron pr-obar CD2D. Pero las negras
han concebido el desgraciado plan
Taimanov-Lissizin de construir una posición de defen­
sa pasiva pero sólida. No es una es­
l. P4D, P4D; 2. P4AD, P3R; 3 . trategia recomendable.
C3AR, P3AD; 4 . D2A, C2D. Mejor 16. P5T! Afianza la posición del
era acabar el despliegue con C 3AR , caballo en 5A. Ahora no se lo puede
A2R y 0-0. echar fácilmente, porque el peón de
5. P3 CR, A3D; 6. A2C, P4AR. 3T se quedaría muy debilitado. 16.
l Resulta ser una idea desgraciada. . . . , A2D; 17. TRIA.
Nuevamente era más correcto des­ Ahora, finalmente, bajo la protec­
pués de 6 . . , CR3A y 7 . . , 0-() im­
. . . . ción de l os puestos avanzados, em­
pulsar el avance P4R y crear posibi­ piezan las blancas a robustecer la pre­
lidad de movimientos para el alfil sión sobre la columna alfil. 17 •, . . .

dama. A4C; 18. P3R, TRIA; 19. T3 TI, T2A ;


7. 0-0, CR3A; 8. P X PI, PA X P. 20. T3A. Máximo fortalecimiento de
Las blancas han alcanzado en la la presión con piezas pesadas. 20 • . . . ,
apertura una ventaja posicional : la D2R.
columna alfil abierta. En lo sucesivo
van a ex,plotar esto muy instructiva­ (Ver diagrama núm. 6)
mente.
9. C3A, P3 TD; 10. A4AI A menudo están enmascaradas las
El alfil negro desde 3D protegía debilidades de la posición enemiga.
muy bien en la columna alfil dama Hay que aprender a descubrirlas y
las casillas de irrupción 2A y P4A. entonces atacar con toda furia. Co­
Por eso procuran las blancas destruir mo en la estrategia de la guerra, así
al defensor de las casillas negras, una en el ajedrez : se debe atacar al ene­
estratagema que se produce muchas migo donde está débil, donde tiene
veces : el aniquilamiento de la pieza un punto flaco vulnerable. Y Taima­
protectora mediante el cambio. nov. por extraño que ello pueda pa­
10 . . . . , A X A. 10 . . . , A2R no con­
. recer, ha descubierto una debilidad
viene a causa del repentino golpe en el aparentemente bien protegido
táctico 1 1. C5CD I punto 2CD. Para comprometerlo, con

19
Diagrama núm. 6 27. TSC!I Con tiempo penetra en
la octava fila la segunda torre : ese
es el principio del fin.
27. . . . , D2R. No juegan 27 . ...,
DxT a causa de 28. C7D + , y des­
pués de 27 .... , D2T la posición es
tan fuerte, que las blancas pueden
ganar de dos maneras : 28. Txe+,
RXT; 29. T8A + , R2R; 30. e6A+,
o 28. Tl-8A, eiT-2A; 29. e6A. ¡ Di­
vertida impotencia de la orgullosa
dama !
28. T X C IT, P3C; 29. Tl-8A. Ha
llegado el momento del trabajo con­
junto de las torres en la octava fila ;
lo demás se comprende fácilmente.
29 . . . . , R2C; 30. T X C, D2AD; 3i .
T8R-8AD, D2C; 3 2. T8T -8C, D2T;
3 3 . TSTR!, D2R; 34. T8C-8CR + ,
R3 T ; 35. TXPC + , R4T; 36. T3C,
la jugada siguiente destruirá al alfil
R5T; 3 7. C3A + , R4T; 38. T8-8CR.
que sirve de cobertura. Las negras abandonan.
21. A lA!, A X A; 22. R X A,
Está olaro que no se debe ceder
TDIAD; 23. D3C!, C lR. sin lucha al adversario el control so­
Aparentemente, la presión sobre la bre la columna abierta. E!l tales ca­
columna alfil ha quedado del todo sos, el defensor procura concentrar
neutralizada. Las negras colocan el sus propias piezas pesadas en la co­
caballo en IR para que después de lumna amenazada. Se esfuerza en
24. e X P e, T X C, la torre en lA no conseguir cambios.
pueda ser comida con jaque. Pero, Con mucha frecuencia las piezas
como veremos, la situación está ma­ menores dificultan lá penetración de
durada para una combinación. las torres. En tales casos, hay que
24. C X PC!, T X C; 25. D X TII, buscar nuevas posibilidades de irrup­
D X D; Ui. T X T, R IA.
ción. Una estrategia de este tipo la
ilustra excelentemente el ejemplo que
va a continuación.
Diagrama núm. 7 Las blancas tienen alguna ventaja
en cuanto al espacio. Además la to­
rre domina la única columna abierta.

(Ver diagrama núm. 8)

Pero si las blancas doblan automáti­


camente las torres, este camino re­
sulta ser como un golpe en el agua:
18. T2R, TlR; 19. TDlR, AlA! ; 20.
Tx.T, exT, y, como se ve fácilmen­
te, las blancas no pueden fortalecer
su posición. La toma esquemática de
una columna abierta no es todo. Hay
que poderse afirmar en ella y obte­
ner casillas para la irrupción.
Por eso en nuestro ejemplo las
blancas procuran primeramente crear

20
Diagrama núm. 8 D4A. Las negras abandonaron. Cor'·
tra T8T y CSR no crece ninguna
Judowitsc:h-Kiaman hierba remediadora.
Finalmente querríamos explicar un
método de juego en el que la torre
se coloca delante de su peón y des­
de allí toma parte en el ataque con­
tra el rey.

Diagrama núm. 9

Najdorf-Kotov

un nuevo objetivo de ataque en el


ala de la dama.
18. P4CDI, P4CD. De otra forma,
sigue muy fuerte PSCI; 19. P4TD,
P3 TD ; 20. P X P. A veces es más
favorable llevar a cabo el dobla­
mieñto .de las torres sin cambiar an­
tes los peones (porque el defensor,
a causa de la escasez de eS¡pacio, a
menudo no puede imitar la · ma­ 14. T:JD!, CD4�; IS. C X C, CXC.
niobra). Relativamente mejor era 1 5 . . .. ,
20• . . . , PT X P¡ 21. TIT, TIR; 22. PXC, pero las negras querían de·
TlTI, DIA; 21. TRIT, D2C. jar libre la diagonal para el alfil de
Parece como si las negras pudie­ dama.
ran mantener el equilibrio en la co­ 16. D4R!, A3A; 17. CSR, C1A;
lumna torre. Pero ... 18. D4T, A4D7 Las negras deberían
24. DlC, OR; 2S. T:JTI con la haber movido el alfil a SR para ase­
intención de, a pesar de todo, ocu­ gurar el ala del rey.
par la columna torre con 26. T12T. y 19. ASC, A2R; 20. T:JT! ¡Ya está
DI TI aquí! La torre refuerza considerable­
2S • . . . , C2A ; 26. TST!, T x T; 27. mente el ataque contra el punto 7T.
T X T, C1T; 28. D:JT, C3-IC. 20 • . . . , T IR. Un e sacrificio de apa­
28 • . . . , TIT no conviene a causa ciguamiento•. Las negras acceden a
de 29. CXPCI, PxC; 30. AxP. 21. AxC, AXA; 22. DXP+, RIA,
Después del movimiento del texto, la únicamente para frenar la vehemen­
torre penetra en la séptima fila. 29. cia del ataque blanco. Habría sido
T7T, DIA; 10. C X PC. Era muy débil 20.... , P3T a causa del sacrifi­
fuerte también 30. T7 A Seguido de cio destructivo en 3TR.
D7T. 21. A IDI Son movilizadas nue­
1 0• . . . , .P.X C; 11. A X P, RlC; U. vas reservas. El objetivo es el punto
AXCIC, C X A; 33. A. X T, DXA; 7AR. El ataque de las blancas debe
14. PSC, AlA; 15. DlR!, DIA ; 14. abrir brecha, tiene una superioridad

21
de fuerzas en el ala del rey. Una po­ 27. A X C A X A; 28. T X PI La torre
,

sición especialmente fuerte ocupa el asesta el golpe de gracia. Las negras


caballo en SR. abandonaron.
21. , D4T; 22. A5T, TR-ID. No
. . . Como hemos visto, la moviliza­
conviene 22. . . , C x.A, porque des­
. ción de las algo torponas torres es
pués de 23 . D X C no pueden defen­ un problema muy importante de me­
derse a la vez las casillas 7T y 7A. dio juego. A pesar de que en nues­
23 . A X P + , RIA; 24. A6T!, C IR. tra lección nos hemos inclinado por
Había la amenaza 25. A X P + 1 mostrar los logros que pueden con­
25. D4Al Surge una nueva ame­ seguirse con las torres, la actividad
naza de mate: 26. A X P + , C X A ; de éstas sólo se concibe en estrecha
27. C6C + I, P X C; 28. TST mate. colaboración c on otras piezas. ¡ La
25 . . . . , A3A ; 26. AXP+I, R2R; ley de la coordinación 1

22
PRACTICAS

7 8
Juegan las negras Juegan las blancas

9 10
Juegan las blancas Juegan las blancas

11 12
Juegan J.as hlancas Juegan las blancas
L e c c ión 3
SOBRE ALFILES «BUENOS» Y (<MALOS»

De la movilidad del alfil depende para el ataque, en casillas blancas


que se le dé la designación de « bue­ (al alfil negro le faltan por el con­
no • o «malo » . Cuanto más diagona­ trario objetivos de ataque).
les abiertas tenga el alfil a su dispo­ Vemos, pues, la estrecha compe­
sición, tanto más eficaz será su tra­ netración entre cadena de peones y
bajo. He aquí un ejemplo drástico pieza menor. No en balde se dice
de la práctica de los torneos. que la formación de peones consti­
tuye la columna vertebral de la po­
Diagrama núm. 10 sición.
En la partida se siguió : l. . . ,
.

AIR; 2. A3D, A2D; 3 . R3 A, P4TR?


No deberían haberse dejado arreba­
tar la acción de liberación P4CR,
aunque la tuvieran como reserva.
Ahora las negras están obligadas a
comportarse con· entera pasividad.
Pero las posiciones pasivas sin posi­
bilidad de contragolpe llevan en sí,
como es bien sabido, el germen de
la derrota.
4. R3R, R2A ; S. R4D, AIR; 6.
R3A, R2R.
La impotencia de las negras llega
a resultar tragicómica. Primeramen­
te las blancas llevan la eficacia de
sus piezas hasta el grado máximo.
7. R3C, RID; 8. R4T, R2A; 9.
Baslavsky-Kondratiev RST, A2A; 10. A4A!
Condenan al alfil negro a una dia­
No es difícil valorar la posición :
gonal cortísima (2A- 1 C I ).
al alfil negro le roban la libertad de
10 , AIC; 11. P4T. Una acción
movimientos sus propios peones. • . . .

Evidentemente está «condenado » a de despliegue del peón, cuya misión


un pasivo ir de arriba abajo. es aumentar la eficacia de las piezas.
Es «bueno » el alfil blanco : los peo­ 11. . .. , A2A ; 1 2. P4C, PT X P; 13.
nes están en casillas negras, y el al­ PT X P, AIC.
fil tiene manos libres para maniobrar. Después de 13 . .. , P X P ; 14.
.

Además, los peones negros están A x.P las negras no podrían impedir
colocados como objetivos favorables el paso del rey a 6C o del alfil a SR.

24
14. P6C + , RID; 15. R4C. A cau­ bailo que está en el centro (más tar­
sa de la amenaza A6T, el rey negro de o más temprano -estas piezas ene­
se ve ligado a la cobertura del peón migas centralizadas llegan a atacar
2C. De ese modo el rey blanco tie­ los nervios), tras de lo cual conser­
ne mano libre en el ala del rey. varían la presión sobre la columna
1 5• . . . , A2A; 16. R3A, R2D; 17. abierta. Por eso las negras han de
R4D, P4C. Una medida violenta para· actuar enérgicamente.
conseguir que el alfil pueda respirar. 12. . . . , T 1R. Para descargar a la
Había la amenaza P4A, R3R y R4A dama de la defensa del peón .
e irrupción del rey. H. A3R. Más activo habría sido
18. PA X P, A3C; 19. R3R, A2A; 1 3 . ASC. 13 . . . . , D4T; 14. P3TR. Di­
20. P6C, A X P; 21. R4A, A4A, 22. rigido contra 14 . . . . , CSC. Como de­
A2R y las blancas ganaron rápida­ bilitamiento inútil del ala de la dama
mente. se muestra la « agresiva• jugada 14.
En la moderna práctica de los tor­ P4CD, DST. En opinión de Tal, lo
neos nos encontramos con sistemas mejor habría sido jugar 14. P4TD.
de apertura cuya divisa principal es: Tras esto, él tenía la intención de
¡ lucha por la gran diagonal (1TD- continuar con 1 4. ... , A x C ; 1S.
8TR o I TR-BTD) (apertura catala­ P X A, P3TD.
na, antigua india y defensa Grün­ 14. . . . , D5T! Una jugada posicio­
feld.) He aquí un ejemplo. nal nada vistosa en absoluto, que co­
rrientemente es difícil encontrar. Las
Teschner-Tal negras refuerzan la presión contra el
peón SR y preparan el próximo mo­
l. P4R, P4AD; 2. C3AR, C3AD; vimiento de peón.
3 . P4D, P X P; 4. C X P, C3A; 5. 15. TR1R, P4CD; 16. A5C.
C3A, P3D; 6. P3 CR, P3CR; 7. A2C. ResuJ.ta runa pérdida de tiempo.
Es más exacto apartar del camino Las blancas podrían haber neutrali­
el siguiente cambio jugando 7. CD2R. zado con cambio la presión del alfil
7. . . . , C X C ; 8. D X C, A2C; 9. ·2C: 1 6. C X C + , A x C ; 17. A4D.
0-0, 0-0; 1 0. D3D, A3R; 11. C5D, Pero las blancas no quieren conten­
TIA; 12. P3AD. tarse con igualar el juego; quieren
forzar a las negras al cambio de ca­
Diagrama núm. 11 ballos, para inmediatamente presio­
nar contra el peón 2R. Por eso sub­
estiman el contraataque por la dia­
gonal T1TD-1TR.
16 . . . . , C x C; 17. P X C, A4A; 18-
D2D, P5C! Nuevamente es envuelto
el baluarte. 19. P4AD. Naturalmente
no 19. P X.P a causa de 19 . . . . , T7A.
19 . . . . , D7A! Después del cambio
de dama, la debilidad del ala de
la dama se acentúa aún más.
20. D X D. La simplificación 20.
T X P, D x _D ; 2 1 . T X T + T X T ; 22.
A X.D, A x P ; 23 . TlR fracasa por
una pequeña ingeniosidad táctica:
23 . ... , T X T + ; 24. A x T, A6AI y
las blancas están perdidas. 20.. . . .,
A X D.

(Ver diagrama núm. 1 2)


Con esto intentan las blancas equi­
librar la presión del alñl en 2C. Es­ Ahora no es difícil comprobar que
peran que las negras comerán el ca- los alfiles negros están colocados

2S
Diagrama núm. 12 peñan un papel importante, qUlza
incluso el de «primer violín » , las ne­
gras no habrían podido obtener el
triunufo sin la armónica ayuda en
colaboración de dos estratagemas :
columnas abiertas y peón libre.
También en la partida siguiente,
de complicadas posiciones, durante
mucho tiempo gira la lucha en tomo
de la eficacia de los alfiles, pero en
estrecha compenetración con los
otros factores posicionales no menos
importantes. La partida proporciona
un ejemplo imponente de cómo los
planes del maestro de ajedrez evolu­
cionan y se hacen elásticos en el ta­
blero.
Kotov-Szabó

con mucha mayor eficacia. El radio l. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3CR;


de actividad del alfil blanco en 2C 3. C3AD, A2C; 4. P4R, P3 D; 5.
está acortado por el propio peón en P3A.
50; también el alfil en se dispara al El peligroso sistema Samisch cuya
vacío, porqque la variante 2 1 . T X P, idea principal consiste en bloquear el
T X T; 22. A X T, A X P ; 23 . TlR, centro de peones y operar sobre las
A4R transcurre a favor de las negras. alas.
21. TDIA, A6D; 23 . T3R. 5 . . . , 0-0; 6. A3R, P4R; 7. P5D,
.

Las blancas se ven obligadas a ad­ C4T; 8. D2D, P4AR.


mitir la acción de simplificación que El característico empuje de flan­
va a producirse seguidamente. Con­ co de peones contra el centro blanco.
tra 22. P3C tenían pensado las ne­ 9. 0-0-0, C2D; 10. A3D, C4A.
gras 22 . . . . , A7C ; 23. TD 1D, A7A; El comienzo de un plan equivoca­
24. T2D, A6A; y a 22. T X P, AXP ; do. Aquí sería mejor que las negras
23. TD 1R, T X T ; 24. A X T seguía hubiesen jugado 10 . . . . , CSA ! (reco­
24 . . . . , A6A y luego A X PA y A X PT. mendación de Bronstein), para des­
22 . . . . , A X PC! ; 23, T X A, A X T; pués de ll. A2A, forzar con ll . , . . .

24. A X A, TXP; 25, A21>, TIC!; 26. C3C! el movimiento P3CD.


A3R, P4TD. Las blancas siguen sin 11. A2A, P5A. Cierra el juego
conseguir activar sus alfiles, en tan­ completamente, y el alfil en 2C pare­
to que las negras se apuntan un ce estar del todo y por siempre «se­
nuevo triunfo. Promueven un peli­ pultado » . Pero las negras se han
groso peón libre en el ala de la dama. formado un plan. Habría sido mejor
27. T2D, P5T; 28. AlA, TSA. ¡La mantener la tensión en el centro con
torre en la primera fila! 29. T2C, 1 1 . . . . , C3A.
TST; 3 0. RlC, P6T; 31. T2A. La 12. A2A, P3TD; 13. CR2R, P4TD.
ocupación de la columna abierta Lo peor que hay en ajedrez, cuando
no tiene trascendencia: es mucho se está obligado a la ejecución de un
más peligroso el peón libre. plan, es quedarse a mitad de camino.
31 . . . , P6C!; 3 2. P X P, P7T; 3 3 .
.
Las negras tenían al principio la in­
A2R, T1CR + ; 3 4. R X T, PST=D + tención de iniciar un contraataque
y después de algunas jugadas las con 13 . . . . , P4CD. Ahora se dan
blancas abandonaron. cuenta de que después de los pro­
A pesar de que en la partida recién yectados movimientos seguirían L
mostrada los móviles alfiles desem- jugadas muy fuertes 14. P4CD! y

26
PSA. Con la jugada del texto tratan Diagrama núm. 1 3
de asegurar por lo menos la posición
del caballo en 4A.
14. R 1e. Una jugada preventiva
que después del enroque largo es
útil a menudo para cubrir temporal­
mente la casilla sin protección 2T y
además con el fin de desalojar la ca­
silla lA para el caballo o la torre.
14 • . . . , A 2D; 15. C 1A, T2A; 16.
eJ D, P3e ; 17. T IAD, AJAR ; 18.
TRIA, A5TR.
Las negras quieren librarse del al­
fil « malo » (era mejor 18 . , PST).
. . .

¿ Provocaron quizá las blancas con


su última maniobra de torres al ad­
versario a que hiciese esta jugada?
Las negras esperaban 19. A l C, y el
alfil en ST tenía un efecto algo mo­
lesto. Pero se siguió inesperada­
mente : fender e l ala amenazada del rey con
19. A X e1 Las blancas explotan in­ medios económicos. Por lo demás el
mediatamente el hecho de que el principio de la economía es muy im­
alfil se ha alejado de la cobertura del portante en la defensa : cuantas me­
peón rey. Con el cambio crean al ad­ nos fuerzas requiera la defensa, tan­
versario una nueva debilidad : un tas más nos quedan disponibles para
peón aislado en 4TD, que rápida­ el ataque.
mente va a ser objeto de ataque. Sin 25 • . . . , T2TR ; 26. T3A, P5C; 27.
embargo, desalojan para las negras PT KP, PT X P; 28. T3 TD, A6C; 29.
la c olumna abierta ; pero cuando se T X T, D X T.
quiere ser enérgico, también hay que Las negras han conseguido cubrir
conceder algo al adversario y correr
indirectamente al P4T ; el peón P2C
un riesgo. En nuestro caso se po­
ne de manifiesto que las blancas blanco está amenazado.
se apoderan incluso de la columna 30. C IAI, DST!.
abierta.
19 • . . . , PC X A. Diagrama núm. 14
(Ver diagrama núm. 1 3 )

20. A4TI ¡ S e han vuelto las tor­


nas! Ahora son las blancas las que
quieren librarse de su alfil malo, y
las negras tienen que acceder al
cambio, después de 20. . . , AlA;
.

21. A6A, T3T; 22. CSC el alfil blan­


co en 6A se haría demasiado fuerte.
ÍO . . , A X A; 21. C X A, D2D; 22.
. .

e3A, P4C. Las negras olfatean el pe­


ligro y se esfuerzan en un contrajue­
go contra el ala del rey. Se amenaza
la maniobra CSC, T3A, T3T.
23 . P3 TR, eJA; 24. ese, P4T. Una
lucha excitante : ¿quién llega prime­
ro? 25. T1T. Las blancas saben de-

27
La dama negra ha penetrado en el Diagrama núm. 1 5
cam,pamento enemigo ; pero por los
siguientes motivos el ataque de las Szchujowicky-Boleslavsky
blancas se hace más peligroso: 1 .0
la posición del rey blanco es menos
expuesta; 2.0 el caballo blanco se
muestra más activo para el ataque
que su « contrincante » , el alfil.
A continuación siguió : 3 1. C X PA,
P X P; 3 2. P X P, T2T; 3 3 . C6R, A8R;
35. D ID!, T2T; 25. T3D. Había la
amenaza T7T y A7D. 35. . . . , T7T;
36. P3T! ¡Un respiradero para el rey!
36. . . . , C2D; 37. D4T, D7C; 38.
T3C!
Las blancas han sabido con ver­
dadero virtuosismo combinar la de­
fensa con el ataque.
38 • , A6A. La última posibilidad:
. . .

¿picarán las blancas? Después de 3 9.


D X C, D X P + ; 40. T x D, T X T + ;
41 . RIT, T2C + ; 42. R2T, T X D
las negras ganan incluso la partida dio juego o en el lejano final de jue­
con ayuda de la famosa tenaza. Pero go producir muchos quebraderos de
hubo un elegante sacrificio . . . cabeza. Especialmente peligrosa es
39. C2Rll y las negras abandona­ la actuación de la pareja de alfiles en
ron. En caso de que las negras coman posiciones abiertas; en tales casos los
al vivaracho caballo, se sigue des­ alfiles paralizan a las fuerzas atacan­
pués de 39 , D X C el hermoso sa­
• . . .
tes enemigas He aquí un ejemplo.
crificio de torre 40. TSC + 1, C X T ;
41. D8R + con rápido mate. Smyslov-Botvinnik

l. P4R, P4AD; 2. C3AR, C3AD;


A veces se consigue, con ayuda de 3 . P4D, P X P; 4. C X P, C3A; S.
un sacrificio de peón, abrir para el C3AD, P3D; 6. ASCR, P3R; 7. A2R,
alfil la diagonal cerrada. A2R; 8. 0-0, 0-0; 9. C4-SC.
La amenaza al punto 6R resulta
(Ver diagrama núm. 1 5) sin objeto. Mejor era preparar con
9. Rl T la jugada P4A.
20. PSR!, T X P. En caso de 20 . . . . , 9 . . . , P3TD; 10. A X C, P X A. Las
.

PD X P, 21. A x.C, PC X A; 22. negras podían jugar también 10 . . . . ,


C X P + . A 20. . . . , PA X P sigue 2 1 . A x.A, porque después de 1 1 . C x P,
A5C, D l C ; 2 2 . C6A + , A x C ; 23. D2A la presión del alfil en 3A bien
A x A, T2T; 24. D6T, C3R; 25. A5DI, vale la pérdida del peón. Las blan­
y el alfil • despertado » pone los pun­ cas debieron contar también con la
tos sobre las íes. amenaza A X C.
21. A X C, PC X A; 22. C X P + !, 11. C4D, RIT; 12. R IT, TIC; 13.
A x C; 23 . T X T, T IC. Había la ame­ P4A, A2D; 14. AJA. Aquí debió ju­
naza D5D + . 24. TS-IR y las blancas garse el movimiento de afianzamien­
ganaron. to 14. P5AI seguido de A5T y C2R,
A muchos maestros no les gusta C4A.
separarse de la pareja de alfiles ya en 14. . . . , T IAD; 15. C X C. Una des­
la fase de la apertura. Desde luego no gracia nunca viene sola. Las blancas,
todo puede preverse: la pareja de al­ completamente convencidas de que
files del adversario puede en el me- no van a sacar nada de la apertura,

28
no pueden concebir un plan deter­ Diagrama núm. 1 6
minado y juegan a la simplificación.
Pero al hacer esto se olvidan de que
usualmente los cambios que forta­
lecen el centro enemigo no son acon­
sejables.
15 . . . . , P X C! ; 16. C2R, P4D; 17.
P5A. Aquí este procedimiento no es
el adecuado para crearles dificulta­
des a las negras. Por el contrario se
abre la diagonal 2T-8CD para el alfil
que se mueve sobre casillas negras.
Pero ya era difícil dar consejos. Co­
mo indica Keres, las negras se queda­
rían con mejor juego, aun también
después de la respuesta relativamen­
te mejor 17. D3D, PD X P; 1 8 . AX P,
P4AR; 19. TDl D, T2A; 20. A3A,
D1A y P4A.
1 7• . . . , D2A; 18. P4A, PD X PA ; Observen ustedes cómo los alfiles pa­
1 9 . D4D, P4A; 20. D X P4A, A3D. ralizan el juego blanco. 3 1. P X P,
Ahora empiezan los alfiles a rbufan. A X P5A; 3 2. AlA. No había ningu­
Pronto va a percibirse su « cálido na otra defensa contra A X C. Ahora
aliento » . las blancas pierden la calidad.
21. P3 CR, A4C; 22. D2A, P X P! 32 • . . . , T X T; 3 3 . D X T, TID; 3 4.
Ahora no sólo se abre la diagonal D2A, A4D; 35. D3A, A5D; 3 6. D3D,
1TR-STD, sino también la columna D6R. Lo más simple. 37. D X D,
rey. A la larga, las blancas no ,pueden A X D; 38. AZC, A X T; 39. A X A,
soportar esta presión conjunta. T7D; 40. C2R, T X P. Las blancas
23 . P X P, TD1R; 24. T2A, T6R ; abandonaron.
2 5 . A2C, D2R. El doblamiento ya co­ Botvinnik ha jugado colosalmente,
nocido por nosotros. 26. C1C, A6D; y su adversario tuvo un r día negro • .
27. D2D, P5A; 28. T3A, TIR. ¡Por Esto l es pasa también a los grandes
triplicado resulta mejor! 29. T1D, maestros.
A4AD!; 3 0. P3C. Pero no se debe creer que la pa­
reja d� alfiles monopolice « automá­
(Ver diagrama núm. 16) ticamente • la victoria. Si la posición
está bloqueada y los alfiles no tienen
3 0. T8Rll ¡Esta penetración en la a su disposición las diagonales abier­
primera fila era lo único que faltaba! tas, triunfan los caballos.

29
PRACTICAS

13 14
Juegan las negras Juegan las blancas

15
Juegan las blancas Juegan las blancas

18
17
Juegan las blancas Juegan las blancas
Lección 4
LOS PEONES SE CONVIERTEN EN
OBJETIVO DEL ATAQUE

Hemos comentado ya • en passanh circunstancia de que el alfil en lA es


que los peones constituyen la colúm­ " malo • . Los peones se encuentran en
na vertebral de la posición. De la casillas blancas.
colocación de los peones depende a Con un ataque combinado contra
menudo que en nuestra situación ambas alas, las negras consiguieron
haya ciertos puntos protegidos o sin la victoria.
protección, dicho con más exactitud, 26. TIC, T3Tl; 27. P4CD.
débiles o fuertes. A 27. P3CD podía seguir la siguien­
te maniobra de bloqueo : 27 . . , T3 D-
..

Diagrama núm. 1 7 3C y T6TI seguido de P4TD-P5T.


En caso de 27. P3TD, entonces 27.
Besrutschko-Koblenz . . . , T3D-3C, T6C y T3T-3C.
27. . . . , T3D-3C; 28. PSC, T6T;
29. Tl2C, T6AD! impide 3 0. T3D.
30. P4TD, P4A!; 3 1 . P X P.
La situación de las blancas es crí­
tica también después de 3 1 . RIC,
P X P; 32. P X P, . T6R ; 33. A3 D,
T3AR I ; 34. P3T, P4TR seguido de
P4C, P5C, P6C. Después del mo­
vimiento del texto, las negras reci­
ben un peón libre al que es difícil
detener.
31. . . . , P X P; 32. P5T. Expulsa a
la torre al sitio mismo adonde ella
pensaba trasladarse. 32 • , T3R.
. . .

A la torre le corresponde estar detrás


del peón libre, desde donde debe
apoyar el movimiento de avance del
mismo.
No es difícil observar que el caba­
llo negro ha ocupado una posición 33. R IC, P5R; 34. P X P, P X P;
fuerte de la que es difícil expulsarlo. 35. TID. Se apresuran a detener al
Por otra parte, la casilla 4D es para intruso, o, como se dice en ajedrez.
las blancas el punto flaco. El caballo a bloquear.
negro en el centro es para las blancas 35• , P6R; 36. TIR, T7Al Cuan­
. . .

una verdadera espina en el ojo : actúa tas menos piezas se opongan al peón
de un modo muy molesto. A la posi­ libre, tanto mejor para el bando
ción blanca la empeora aún más la activo.

31
3 7. T X T, C X T ; 38. T2R. La peones deben avanzar en semejan­
torre es una mala bloqueadora, por­ tes líneas cerradas. Tales peones son
que tiene que ceder a los ataques de capaces de hacer inaccesibles al ad­
las piezas menores. 3 8 • , C5D; 3 9.
. . .
versario cerradas cadenas de casillas.
P3 T. En caso de 39. TlR, entonces
Si nosotros en nuestra posición sólo
P7R. 3 9• , C X T + . Después de al­
. . .

gunas jugadas, abandonaron las blan­ adelantamos al peón caballo una ca­
cas. silla, surgen inmediatamente debili­
Arrojemos aún una mirada a la dades en 3A y 3T. Pueden tener es­
posición inicial. Coloquemos el peón pecialmente graves consecuencias pa­
blanco 4A en 3A, y el cuadro cambia ra la posición del rey.
radicalmente: al caballo le sería He aquí varios tipos de peones
inaccesible la casilla SD, y el alfil es­
taría muy fuerte en 4A. En cualquier débiles.
caso, las blancas tendrían un juego
valioso. Vemos también que hay que
Diagrama núm. 19
ser cuidadoso con los movimientos
de los peones. Estos son incapaces
de ir hacia atrás y por eso debemos
adaptar cuidadosamente cualquier
movimiento de peón a las exigencias
de la posición, evitar innecesarias
debilidades de peones, pesar cuida­
dosamente el pro y el contra antes de
tocar un peón.
No hay que olvidar lo siguiente :
Las debilidades de los peones son ,por
principio constantes ; se convierten
en gratos objetos de ataque para el
adversario. De ello dan testimonio
los siguientes ejemplos:

Diagrama núm. 18

Diagrama núm. 20

Esta es la formación más fuerte


de peones, la llamada falange de
peones. También para el ataque los

32
En el .diagrama siguiente, el peón
3D de las negras está clavado. Nece­
sita la protección de una pieza y por
eso se convierte en objeto de ataque
del adversario. El modo de atar.:ar
una debilidad nos lo muestra el ex­
campeón mundial Smyslov.

Diagrama núm. 24

Smyslov-Denker

Diagrama núm. 22

Como las negras han de esforzarse,


con P4D en liberarse del peón reza­
gado, las blancas tienen ante todo
que fijar al peón, clavarlo en su sitio.
La segunda parte del plan consiste
en atacar al peón con diversas piezas
y acentuar la presión contra el
mismo.
Diagrama núm. 23 24. C3A!, D2R; 25. A5Dl Después
del cambio de alfil, el punto 5D se
debilitaría, haciendo difícil así P4D.
25 • . . . , R2T; 26. A X A, D X .A;
27. T3D. La presión se acentúa. 27•
. . ., T2A; 28. TDID, T2A.
Las negras se esfuerzan por llevar
el contrajuego a la columna alfil rey.
29. C4R. No sólo defiende el pun­
to 2A, sino que ataca también al
peón 6D. Su contrincante, el alfil,
tiene que desempeñar pasajeramente
un papel pasivo.
29• , AlA; 30. T5D, D5C. Monta
. . .

una pequeña celada. 31. TI-3D.


Habría sido prematuro 3 1 . C x P a
causa de A x C ; 32. T x A. D X T + l

33
3 . - .UEDREZ DE ENTRENA M I ESTO
31 , A2R. A 31.
• . . . , D3 R sigue
. . . Pero como hilo de Ariadna, sirvió
el avance P5A. 3 2, C X P, A X C ; 33 . para las negras de un modo excelente
T X A, T IAR; 3 4. D X PRl Todo está el conocimiento de la característica
exactamente calculado : 3 4 , T X P; • . . . posicional (peón retrasado en 2R).
3 5. T7D + I, T7-2A; 3 6. T X T + ,
T X T ; 37. T8D!, T2C; 38. D8R, Lissizin-Botvinnik
P4CR; 39. D8T + , R3C; 40. T6D + ,
R2A; 41. D X P, y con s u superioridad l. C J AR, P4AD; 2. P4AD, C3AR;
de dos peones las blancas alcanzan 3 . P3 CR, P4D; 4. P X P, C X P; 5.
la victoria. A2C, C3AD; 6; 0-0.
Un « pecado de omisión » en la tem­
Diagrama núm. 25 prana fase de la apertura, que ten­
drá amplias consecuencias. Las blan­
cas debieron jugar 6. P4D.
6. . . . , P4R; 7. P3D, A 2R ; 8. CD2D,
0-0 ; 9. C4A, P3A ; 10. A3R, A3R; 1 1.
P4TD.
Refuerza la posición del caballo en
4A ; pero el movimiento tiene tam­
bién sus lados de sombra ; la casilla
4CD queda considerablemente debi­
litada.
11 • . . . , D2D; 12. D2D, P3 CD; 13.
TRIAD, TDIA; 14 DID, R IT ; 15.
A2D, TR ID; 16. D3C, C2A; 17. A3A,
TICD; 18. D2A, C5D; 19. C3-2D,
T IC-lA; 20. C IA, C4D!

Diagrama núm. 26

Aquí el peón 2R está en cierto mo­


do rezagado, pero la situación no es
tan desfavorable : en el peor de los
casos se puede intentar con P3 sa­
cudirse una posible presión. Pero en
el medio juego, cuando aún hay mu­
chas piezas sobre el tablero, después
de P3R, el peón 3D se vería despo­
jado de su mejor protección y él mis­
mo podría pasar a ser objeto de
ataque.
Miren ustedes cómo las negras, en
el siguiente ejemplo, han sabido mar­
car al peón 2R como objetivo de ata­
que. Quisiera aún llamar la atención
sobre lo siguiente : la intención de
las negras era el ataque contra el
peón 2R, pero esta estratagema no
se aísla (como ya hemos visto en el Como se ve fácilmente, las blancas
tratamiento de torres y alfiles) de to­ no pueden forjar ningún plan con­
da la maquinaria estratégica de las creto : la sólida posición de las fuer­
negras, sino que se enlaza armónica­ zas combatientes negras en el centro
mente con las acciones de las demás ahoga en germen cualquier contra­
piezas . juego.

. 34
En el espíritu de las negras nace 3 0. A2C, A4D I ; 3 1. C3A, T2A.
el siguiente plan : toma con el ca­ La manera como lleva el juego Bot­
ballo en 5D una fuerte posición y vinnik se caracteriza por su lógica y
obliga al adversario, como mal me­ su intencionalidad. Las blancas si­
nor, a comer el caballo. Esto le per­ guen sin poder hacer saltar el ani­
mite ejercer una presión en la co­ llo de hierro del centro, y las negras
lumna rey contra el peón que se ha refuerzan tranquilamente la coloca­
quedado atrás. ción de sus piezas. La idea de la úl­
21. DlD. Las blancas no quieren tima jugada es muy simple (pero
comer voluntariamente. ¡ cuán a menudo la olvidamos en
21. . . . , A5C! nuestra práctica 1 ): poner en juego
Amenazar al caballo con P3R antes al desocupado alfil negro.
de ocupar la casilla P4D tendría la 3 2. R2T, A3D; 3 3 . A3T, DlD; 3 4.
desventaja, como ya hemos dicho, de TDlC, T2A·2R; 35. ClC, A2ADI; 3 6.
privar al peón 3D de su protección C3T, A2CI
y por tanto debilitarlo. Pero ahora el Hay la amenaza 36 •, D4D. Las
. . .

cambio en 4D es obligado. negras obligan al cambio de alfiles,


22. A X C4D, PR X A; 23. D2D, con lo que la posición del rey blanco
AlA. queda debilitada. La posición se va
El comienzo de un nuevo plan. Las poniendo poco a poco madura para
negras quieren ahora montar sus pie­ iniciar el ataque por el ala del rey.
zas pesadas en la columna rey y ha­ Una vieja regla : La presión en el
cer fuego contra el peón 2R. 24. TlR, centro hace posible, más tarde o más.
TlR; 25. P4TR, A6T; 26. A3A, T2R. temprano, trasladar el centro de gra­
El doblamiento que ya c onocemos. vedad de la lucha al alá (a veces se·
27. C2T, T lA-lR; 28. RlT, A3RI encuentra el objetivo del ataque en
Las blancas amenazaban con P4CR el ala de la dama).
retirar al alfil del juego. Pero esto no 3 7. A2C, A X A ; 38. R X A, C4D;
es lo más importante : las negras 39. C2A, D3D! ¡ Eso es 1 Surgen posi­
quieren trasladar el alfil a 4D para, bilidades tácticas : hay la amenaza
después del cambio del alfil blanco, C6R + l
poder atacar con éxito al peón 3R. 40. C3TD, C6R + ; 41. R 1 T, C5CI;:
29. P3C, C5C! La consecuencia de 42. D4A. La posición se ha derrum­
la jugada P4TD. El caballo está aq.uí bado como un castillo de naipes. En
completamente firme y sin sufrir mo­ caso de 42. TlAR, entonces 42 . . . . ,
lestia alguna. D4D + 1 ; pero después de 42. R2C
gana C x PA. ¿No fue acertado po­
Diagrama núm. 27 ner a tiempo en juego al alfil blanco?
42• . . . , D X D; 43 . P X D, C X P + ;
44. R2C, C X P. Las blancas abando­
naron.

(Ver diagrama núm. 28)

Al llegar aquí, Lasker jugó inespe­


radamente : 12. P5AI Desde un pun­
to de vista puramente estático, es un
movimiento que constituye un grave
error estratégico. De golpe y porrazo,
el ·peón 4R queda rezagado coiiltPle­
tamente sin esperanzas y las blancas
ceden al mismo tiempo al adversario
el punto 5R.
Pero cuando estudiamos más pro­
fundamente la posición nos damos

35
Diagrama núm. 28 lucha d e los maestros modernos, es­
pecialmente de los soviéticos. Se
Lasker�apablanca crean en la propia posición puntos y
peones débiles, para desviar al adver­
sario ; se le ceden columnas abier­
tas para trasladar el centro gravita­
torio de la lucha al ala opuesta y de
hecho trastocar planes ricos en pers­
pectivas.
Para conservar el contraataque, Tal
cedió en Portoroz en 1959 a Fischer
el control de ambas torres en la sép­
tima fila. Naturalmente eso estaba li­
gado a un peligro cierto, pero esta
estrategia de evacuación exige una
dosis de riesgo saludable.
Hoy día se encuentra cada vez con
menos frecuencia un comportamien­
to :pasivo en la defensa. En el mo­
mento crítico ceder al destino la de­
bilidad y trasladar de pronto la lucha
cuenta de que las blancas han cedido a otro sector es un arma que se em­
esta debilidad posicional al adversa­ plea a menudo.
rio no sin conseguir a su vez contra­ Contra el jugador que sueña sólo
triunfos dinámicos. con una indecisión se juega en plan
Las blancas adquieren las siguien­ desafiante y caminando con una son­
tes posibilidades: risa al borde de un abismo en el que
inteligentemente se ocultan sus con­
l. Aumenta la actividad del alfil
trachances. El adversario no resiste
que se mueve en casillas ne­
esto mucho tiempo : la « descarada »
gras.
2.
conducta lo provoca a aflojar su po­
La capacidad de maniobra del
sición opresiva y acepta la lucha. Ge­
caballo y del alfil negros que­
neralmente, en lo psicológico el ad­
da considerablemente dismi­
versario no tiene los nervios bien
nuida.
3. Las blancas pueden intentar templados para jugar al borde del
además encasillar su caballo en abismo, y se despeña.
6R. Naturalmente un proceder así se
funda en una estrategia de compen­
Vemos que Lasker, al mismo tiempo sación medida hasta el extremo más
que cede ciertas ventajas posiciona­ sutil.
les a su adversario y debilita la posi­ Hoy en día, sistemas completos de
ción en el centro, por su parte espera aperturas están dirigidos por este
- conservar ventajas más importantes. punto de vista: se le cede al ad­
No debe considerarse a esta estra­ versario todo un terreno de lucha
tegia de compensación (en la litera­ en el centro y en el ala del rey para
tura ajedrecística soviética se habla
únicamente recibir como compensa­
en tales casos de resultado concreto
ción una mayoría de peones en el
de la valoración de la posición) como
una negación general de las leyes ló­ ala de la dama y el alfil activo en 2C
gicas: se les ceden al adversario a (véanse partidas Romani-Tal y Ge­
sabiendas ciertas ventajas para reci­ ller-Smyslov).
bir otras como compensación. Está claro que semejante método
Este método de Lasker ocupa un de lucha ha de gobernarse por deter­
puesto importante en el arsenal de minados supuestos previos:

36
l. Un conoclDll ento enorme de piezan paulatinamente a preparar una
t odas las regularidades « nor­ operación de ala.
males » . 23 . . . . , P3 T; 24. T3D, P4TD; 25.
2. Una profunda capacidad d e va­ P4TR, P X P; 26. P X P, T2T-2R; 27.
loración de los matices posicio­ R3A, TICR; 28. R4A, P3C; 29.
nales (sopesar y valorar el pro T3C, P4C + . Mejor era desde lue­
y el contra). go 28 . . . . , P x P. Ahora consiguen las
3. E l sentimiento en l a « punta de blancas ocupar la columna torre rey.
los dedos » (intuición). 30. R3A, C3C; 3 1 . P X P, PT X P;
32. T3T!
4. Fantasía, amor por el riesgo, A veces está uno ante un dilema :
una saludable dosis de opti­ ¿ qu é es preferible?
mismo. ¿Aceptar la ganancia de un peón
5. Cálculo exacto y rápido de las y dejar que el adversario pase al
varia.ates. contrajuego, o dominar la « codicia•
6. Técnica sobresaliente. y ante todo ahogar el contrajuego del
adversario en la fase inicial?
Sólo desde el punto de vista de Mucho depende de la posición que
la estrategia de compensación son se tenga y de la fuerza relativa del
comprensibles muchas ideas de los contrajuego que amenaza ; ·pero
maestros modernos (de los • anti­ usualmente se elige el segundo cami­
guos » , naturalmente también las de no. Es lo que hizo también Lasker.
Lasker). En esta dirección se realiza Después de 32. T X P podía venir TI T
el desarrollo progresivo del arte clel seguido de C5A. La precaución es
ajedrez. ¿ Qué sucedió luego en la también una importante estratagema
partida Lasker-Capablanca? de la moderna escuela ajedrecística.
12. . . . , P3CD. Las negras quieren 32• , T2D; 3 3 . R3Cl La prepara­
. . .

atacar al peón 4R. Pero este plan es ción para la combinación siguiente.
demasiado lento, y además el punto 33 . . . . , RIR; 34. TDITR, A2C; 35.
3R queda t0.talmente sin protección. P5R!l ¡ Desaloja al punto 4R 1
Mejor era por tanto 12 . . . . , A2D y 35 . . . . , PD X P; 3 6. C4R, C4D; 3 7.
TDID. C6-5A. ¡ Un caballo completamente
13. A4A, A2C? Ahora nace una resoplan te 1 37 . . . . , AlA.
nueva debilidad en 3 D, a pesar de A un movimiento de torre segui­
que las negras se liberan del peón rían 3 8 . C X A y C6D.
doble. 14. A X A, P X A; 15. C4D, Después de 38. C X T, A X C ; 39.
TDID; 16. C6R. T7T, TIA; 40. T ITDI (cerco com­
Aún más desagradable que un ca­ pleto!) 40, . . . , RID; 41. T8T + , A lA ;
ballo apostado en el centro es un in­ 42. C5A, abandonaron las negras.
truso así en 6R. ¡ Una verdadera es­ Como hemos visto, la « espantosa•
pada de Damocles ! jugada 12. P5A no tuvo en modo al­
16 . . . . , T2D; 17. TDID, CIA; 18. guno malas consecuencias. Simple­
T2A, P4CD; 19. T2A2D, T2D2R; 20. mente las negras no fueron capaces
P4CD. Dificulta el movimiento de li­ de pasar al contraataque. Pero, como
beración P4A, a pesar de que el pun­ ustedes mismos podrán convencerse,
to 4A queda debilitado. Pero aquí es semejante m étodo de lucha lleva a
mucho más importante obligar al alfil una matanza de doble filo donde las
2C a permanecer pasivo. piezas activas se encuentran durante
20 . . . . , R2A; 2 1 . P3 TD, AIT; 22. mucho tiempo en «excepcional posi­
R2A, T2T; 23 . P4C. Las blancas em- ción » belicosa.

37
P R ACTICAS

19 20
Juegan las blancas Juegan las blancas

21 22
Juegan las blancas Juegan las negras

24
Juegan las blancas Juegan las blancas
L e c c ión 5
MAS SOBRE DEBILIDADES DE PEONES

Diagrama núm. 29 ¡Una clavada muy desagradable !


Ahora está el caballo clavado en su
puesto : no puede escapar del ataque
por la fuga, porque entonces deja
detrás de él sin protección una pieza
aún más importante que se encuen­
tra en la línea del ataque.
Por otra parte, las blancas, en la
jugada 8.", no podían tampoco mo­
ver el caballo a 4A : 8. C4A, A5CR ;
9. DlR, C6A + ! ; 10. P X C, A X P.
El alfil adquiere· en 6A una posición
muy fuerte. Las negras obtienen un
ataque irresistible.
9. P3D, C2D. Amenaza reforzar la
presión con C4R. 10. A X C, D X A ;
11. A 3 R , C X C + ; 1 2 . P X C, A4T.

Diagrama núm. 30

Los peones P2A y P3A están do­


blados, el peón de 2T está aislado.
Especialmente peligrosa s on estas
formaciones descosidas de peones
cuando en su ámbito se encuentra
también el rey : la posición del rey
se caracteriza por su indefensión y
hace posible al adversario inespera­
dos ataques de mate.

Ljublinsky-Liliental

l. P4R, P4R; 2. C3AR, C3AD; 3 .


C3A, C3A; 4 . ASC, C5D; 5. A4T,
A4A; 6. 0-0, 0-0; 7. C X P. Este es
un movimiento gravemente erróneo,
mal visto también por la teoría de
a perturas. Mejor 7. P3D. La primera parte del plan estraté­
7. . . . , P3D ; 8. C3A, A5CR. gico se ha cumplido : con ayuda de

39
la clavada se ha logrado desguarne­ 7. A X C + 1 El alfil en fianchetto
cer la posición del rey. La tarea que en 2C en semejantes posiciones des­
se le presenta ahora a las negras es empeña una importante función de­
atacar inmediatamente el ala debili­ fensiva en el ala del rey ; además
tada. ejerce una fuerte presión en la dia­
13. R2C, P4AI; 14. P5R. Las blan­ gonal. Pero en este caso las blancas
cas no deben aquí en ninguna cir­ cambian el alfil con corazón ligero
cunstancia permitir la abertura de la porque debilitan así el ala de la reina
columna alfil, porque eso llevaría in­ y pueden pasar inmediatamente al
mediatamente a la pérdida de la ca­ ataque.
silla 3A. 7• . . . , P X A ; 8. D4T, D2D ; 9. C3A,
P3 A; 10. A3R, P4R; 1 1. C4R.
14• . . . , P5A; 15. A X A, P x A; 16.
Las blancas atacan con todas sus
D2R, TD1R; 17. TD1R, T3R; 18.
fuerzas las debilidades de los peones.
P3TR, A3CI El alfil ha cumplido su
11. . . . , C3R; 12. TIAD, T ICD.
misión en la diagonal 4T-SD ; ahora
También la debilidad estática del
se pasa a una nueva diagonal para
peón doblado tiene una c ompensa­
atacar la casilla 3 TR. La finalidad se
ción dinámica : la columna caballo
comprende fácilmente.
queda abierta.
19. R2T, A4A; 20. TIC, A X PT; 13. D2A, A 2R. Las negras se aban­
Con este sacrificio destructivo, el rey donan a su suerte, la presión centra
queda completamente desguarnecido, el punto 2C, y al hacer esto pasan
le arrebatan la última cubierta de por alto una amenaza táctica. Debían
peones. 21. T4C. Naturalmente no se haber tomado en consideración 1 3 .
hace 21. R X A a causa del jaque con . . . , C5D ; 1 4. A x C, PA x A ; 1 5 .
dos piezas 2 1 . . . . , T3T + . D X P, A2C I , con cierto contrajuego.
21 . . . , A X T; 22. P X \, P6A, y las
. 14. C X P4A, A x C; 15. A X A,
negras ganaron fácilme 1te. C X A ; 16. D X C, T X P; 17. C X PI
Los peones doblado:, en el ala de D3R. No conviene 17 . . . . , P X C ; 18.
la dama no tienen las mismas trági­ D x P + , con ataque doble al rey y
cas consecuencias, pero sirven al a la torre.
bando activo como predilecto objeto 18. D X P + , D X D; 19. C X D, y las
de ataque. - blancas consiguieron la victoria.
Un peón doblado surge pronto en
Taimanov-Suetin la siguiente a pertura :
l. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3 .
C3AD, A 5 C ; 4 . P3TD, A X C + ; 5.
Diagrama núm. 31
P x A.

(Ver diagrama núm. 32)

El peón 4D está bien protegido y


no es de temer especialmente el con­
traavance P4A. Por eso las blancas
procurarán con P4R-PSR avanzar
enérgicamente en el centro e iniciar
así un ataque al rey. Para ello puede
ser también muy peligroso la « hege­
monía• del alfil que se mueve sobre
casillas negras.
Las negras tienen que atacar enér­
gicamente esta amenaza estratégica
a causa del peón doblado P4A.
La lucha estratégica puede trans­
currir de la siguiente manera :

40
Diagrama núm. 32 defensa con P3AD significa el debili­
tamiento del peón dama. A menudo
un debilitamiento tiene como con­
secuencia una reacción en cadena.
Con verdadero virtuosismo apro­
vechó el gran maestro Bronstein la
fuerza de una posición tal de peones
en la siguiente partida, un ejemplo
sin sacrificios efectistas, pero rico
en enseñanzas desde el principio al
fin.
Najdorf-Bronstein

l. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3 CR;


3 . C3AD, A2C; 4. P4R, P3 D; S.
P3CR, 0·0; 6. A2C, P4R; 7. CR2R.
La partida se jugó en el año 1950
(en Budapest). Por aquel entonces
aún no eran del dominio público to­
das las finuras de la defensa india
5 • . . . , 0-0; 6. P3R, P4A; 7. A3D,
de rey. En el fianchetto es más con­
C3A; 8. C2R, P3CD; 9 . P4R, CIR;
veniente preparar antes con C3A el
10. 0-0, A3 T, seguido de C4T (véase
enroque. En 2R el caballo está poco
partida Szabó-Taimanov).
activo.
7 . . . . , P X P; 8. C X P, C3A; 9.
Diagrama núm. 33
C X C. No se muestra como debilita­
miento, sino como fortalecimiento
del centro.
9 . . , P X C ; 10. 0-0, C2DI Hay que
. .

evitar el movimiento de despliegue


P5A. 11. D2A, D3AI
El gran arte del maestro consiste
en adivinar a tiempo los planes es­
tmtégicos del adversario y destro­
zárselos. Las blancas querían sacudir­
se la presión del alfil con P3C y A2C.
Después del movimiento del texto
eso ya no va a ser posible fácilmente.
12. C2R, TIR; 13. T IC, D2R; 14.
A2D, C4A; 15. TIC-IR, P4TD; 16.
P3C, A5C; 17. C4A. Las blancas
quieren cambiar el activo caballo ne­
gro, pero mientras tanto las negras
han sabido crear un nuevo objeto de
Este trío de peones tiene un as­ ataque.
pecto simpático, porque el peón do­ 17. . . . , T IR-IC; 18. A3R, D4R;
blado cubre también la importante 19. P3TR, A2D; 20. T I D, P5Tl ¡Oca­
casilla del centro 4D. Naturalmente, siona al adversario un peón retra­
aquí mucho depende también de la sado!
posición de las demás piezas. Pero 21. C3D, P X P; 22. P X P, C X C;
el propietario de este trío debe pre­ 23 . T X C, P4AD!
ocuparse de mantener intacta el ma­
(Ver diagrama núm. 34)
yor tiempo posible la posición de los
peones. Un movimiento hacia 5AD Detiene al peón caballo y refuerza
debilita ya el punto 40 ; la posterior el control sobre la casilla 50. El re-

41
Diagrama núm. 34 3 3 . P4A. Las blancas no quieren
seguir esperando más tiempo a que
las negras aumenten y desarrollen su
ventaja posicional.
33• , D5D; 3 4. D X D, P X D; 35.
. . .

T ID, TIC; 3 6. T X P, T X P.

Diagrama núm. 35

lativo debilitami ento de la casilla


central 5D no tiene ninguna impor­
tancia práctica, porque las blancas
no disponen de ningún caballo que
pueda ocuparla.
24. A4A, DIR; 25. A2D, A3AD;
26. A3AD, A X A; 27. D X A.
Las blancas respiran aliviadas : la A pesar de todos los desesperados
lucha por la gran diagonal se ha de­ intentos de simplificación, las blan­
cidido a su favor, pero . . . 27 . . . . , cas no han conseguido equilibrar la
D4R! posición. Los peones P4AD y P4R
28. D2D. Tienen que ceder, porque son d ébiles, además el alfil blanco
después del cambio de damas las es pasivo.
negras fácilmente podrían atacar el El posterior transcurso técnico,
peón 3 CD. Obsérvese cómo en tales también lleno de fuerza y de lógica,
luchas por la posición existe en el lo presentamos sin comentarios, ya
fondo la idea de la colocación para que no corresponde a nuestro tema.
el mate. Se trata de microscópicas 37. AlA, P4T ; 3 8 . P4T, T 5 C ; 39.
ventajas posicionales que van engro­ R2C, RlA ; 40. R2A, R2R ; 4 1 . R3R,
sando paso a paso. Pero como A. T8C ; 42. R2R, T8A ; 43. P5R, P X P ;
Nimzowitsch dijo en sus tiempos al 44. P x P, A2D ; 45. A2C, T7A + ;
auténtico maestro lo caracteriza el 46. RlA, P4AD ; 47. T4A, A3R ; 48.
don de saberse contentar con el lo­ ASD.
gro de mínimas ventajas posicionales. Como las partidas de torre son di­
28 . . . . , T IR!; 29. R2T, D2C!; 30. fíciles de ganar, las blancas van al
TIR, TST! La disminución de las cambio de los alfiles. 48 . . . . , A X A;
fuerzas combatientes hace posible ex­ 49. P x A, T7D ; 50. P6D + , R3R ;
plotar con más comodidad las debi­ 5 1 . T4A, T4D ; 52. T4R, P3A I ; 5 3 .
lidades del adversario. De este modo P X P + , R X P ; 54. P4C, T X P ; 5 5 .
se debilita también la fuerza poten­ P X P, P X P; 5 6 . T4AD, T4D ; 57.
cial del posible contraataque. R2R, R3 R ; 58. R3R, R3D ; 59. T4T,
3 1. T3D3R, T X T; 3 2. T X T, D4R! R3A ; 60. T I T, T 5 D ; 6 1 . TlT, R4D ;
La posición centralizada de una 62. R2R, P5A ; 6 3 . R3R, R4A ; 64.
dama tiene efectos imponentes ; su T2T, P6A ; 6 5. T2T, T X P ; 66. T8T,
radio de actividad es muy grande. T6T + ; 67 . R2R, R5A ; 68. R l D,

42
T8T + ; 69. R2A, T7T + ; 70. R1A, hay que pasar al contraataque. La re­
P5T ; 7 1 . T8A + , R6D ; 72. T8D + , pulsa de Fine contra 1 5 . . . . , P3A es
R5R ; 7 3 . T8R + , R6A ; 74. T8A + , comprensible (quizás ha subestimado
R6C ; 75. T8AD, T7AR ; 76. T x P + , el movimiento 20.0 del adversario),
R7C ; 77. RID, P6T ; 78. T8A, P7T ; desde luego no quería cerrar la dia­
79. T8C + , R8A ; 80. T8TR, R8C ; gonal al alfil.
81. R1R, T7C. Las blancas abando­ 16. PR X P, PC X P; 17. TIAIR. La
naron. Una encarnizada lucha de po­ insólita centralización de ambas to­
sición. rres se muestra pronto como v;c · , , ; , �
decisiva.
Boleslavsky-Fine
17
• . . ., P X P. Para finalmente po­
ner en juego el caballo.
Diagrama núm. 36 18. D2AR, C3D; 19. A X P, DID;
20. A4D! Con 20. D3A, las blancas
podían ganar un .peón, pero las negras
reciben contrajuego. Con su movi­
miento del texto, las blancas ofrecen
cambio, con lo cual la pieza más
fuerte de las negras desaparece del
tablero. (Compárese partida Lasker­
Capablanca.)
20 . . . , A X A; 21. D X A, D3A. Con
este cambio de damas consiguen las
negras evitar lo peor, pero las de­
bilidades estáticas, sin la menor vis­
lumbre de esperanza de contrajuego,
quedan en pie. De este modo, como
es usual, el destino de la partida
qudó decidido.
Se siguió aún : 22. A3 C + , RlT ;
2 3 . D X D + , T X D ; 24. T7R, TlAD ;
Aquí las negras no tuvieron nin­
25. TDIR, A3 C ; 26. Tl-6R I , T X T;
guna suerte ; las blancas pudieron
avanzar sin titubeos en el trabajo de 27. A x T, TlR ; 28. T X T + , A X T ;
despliegue. 29. C4T.
1 1 . P5Al En posiciones semejantes El final de juego está perdido. Es­
es una jugada muy fuerte, porque pecialnlente en esta fase se ponen
hace saltar la formación de peones. de manifiesto las debilidades de los
•11 . . ., CIA. Habría sido débil 1 1 .
peones.
. . . , P x P a causa d e 1 2 A3R. 29 . . . . , R2C ; 30. C5A, P4TD ; 3 1.
12. A3R, 0-0; 13. D2D, D2R; 14. R2A, A2A; 32. A X A, R X A; 3 3 .
TDID, A IR. Borra a la torre del jue­ P 3CD, P4T; 34. P3C, R2R; 3 5. R3R,
go. Habría sido mejor primeramente C4C; 36. C7C, P4A; 37. C x.PT, R3 D ;
14 . . . . , T1D. 3 8. C4A + , R4D ; 3 9 . R 3 D , C3D; 40.
1 5 . P4A!, P4A. Esta réplica se C x.C, P x C ; 4 1 . P3TD. Las negras
muestra como un debilitamiento del abandonaron (si 41 . . . . , R3A ; 42.
ala del rey. Era preferible la jugada P4CD I , P x P ; 43 . P x P, R4C ; 44.
pasiva 1 5 . . . , P3A. A veces, se
. R4D y ganan).
quiera o no, hay que recurrir pasaje­
ramente para un saneamiento de la
posición, también a jugadas pasivas. Un trío de peones en el ámbito del
Naturalmente, cuando llegue el mo­ ala del rey puede llevar a penosas
mento, más tarde o más temprano, sorpresas tácticas.

43
Treysman-Hanauer 21. . . . , A X C? Se comprueba que
el ala de rey blanco no padece. 22.
Diagrama núm. 37 P X A, Pl TD ? ; 23 . TSC, P'lT; 24.
T2C, TDIA; 25. T IAD, TIA-ID; 26.
R1T!, RIT; 27. T IA-ICR, T ICR. No
se puede sacudir la presión sobre
la columna caballo rey.
28. A2C! La colaboración del alfil
llega muy oportunamente para la to­
rre. 28 , D3D. Había ya la amenaza
• •••

29. T X. P. 29. A7TI , C5CD; 30. D5A,


P3 CR; 3 1. A X TI N o es de extrañar
que la gran ventaja posicional cuaje
en una combinación para mate.
31 • . . . , P X D; 3 2. T7C!, C5C; 3 3 .
T7 X C + (las blancas desperdician un
mate en dos jugadas.) 33 . . . . , P3A ;
3 4. T7C, T2D; 35. T X T. Las negras
abandonaron.

18. D5T!, RIT. No conviene 1 8 . Boleslavsky-Ufimzev


. . . , P x C a causa de 19. P x P (19 .
. . . , D4T ; 20. D 5 C + ) . 19. D X PA ! Diagrama núm. 39
Pero no 19. C X P + a causa de R2CI
19 . . . . , P X C; 20. D6A + , R1C; 21.
T3T! Las negras abandonaron.
De nuevo depende todo de la cons­
telación general de piezas hasta qué
punto las posibilidades dinámicas
compensan el debilitamiento de los
peones. Pero el método de lucha de
las blancas en la siguiente partida es
característico.

Landau-Flohr

Diagrama núm. 38

Semejantes posiciones surgen en


la defensa francesa y en la de Caro­
Kann. La columna abierta y el con­
trol sobre las casillas centrales per­
miten a las negras montar un contra­
ataque.
14 . . . , P4AD!; 15. PT X P, D X P;
16. A3R, A2Cl Apunta hacia la ca­
silla 7C I ; 17. P X P, C x.P ; 18. AlD,
T5C; 19. 020. ¡No se da cuenta!
19 . . . . , C5Rl! ; 20. D5T, T lT-1C! ; 21.
C 1R, T X P + ! ; 22. C X T, C7Dll

44
¡ Unos verdaderos juegos artificia­ 20 • . . . , C4D; 21. D X D, C X D; 22.
les 1 Las blancas siguen sin poder co­ P X P.
mer la dama.
Las negras perseguían el objetivo
23 . D5D. Desesperación. A X D; 24.
de cambiar de damas para disminuir
P X A, D X P ; 25. A X C, D X T ; 26.
A3A, A X P + l Las blancas abando­
la furia del ataque y para crearle ade­
naron. más al adversario un peón doblado .
Una vez más triunfó el juego con­ Pero ahora se pone de manifiesto
juntado de todas las piezas, y la ar­ que a cambio del peón doblado las
madura de peones sirvió como guía blancas tienen una compensación
no subestimable para el plan de ata­ más que suficiente : l os dos alfiles
que de las negras. operan activamente, también la co­
En el tumulto del combate come­ lumna alfil abierta y eventualmente
temos a menudo el error psicológico la columna dama ejercen una pre­
de crear debilidades estáticas para
sión. Importante además de esto es
el adversario y por eso subestima­
mos las posibilidades dinámicas que que precisamente uno de los peo­
tiene. Es lo que ocurrió en la partida nes doblados controla la casilla 5D.
Landau-Flohr, y el mismo cuadro en­ En la partida se siguió 22. . . . ,
contramos en el siguiente ejemplo. P3 CD. Después de 22 . . . . , A3R ; 23 .
A x.A, P X A ; 24. T X T + , R X T ; 25.
Botvinnik-Euwe TIA+ 1 , R 1 C ; 26. T l D penetra en
la séptima fila.
Diagrama núm. 40
23 . TlD, C3C; 24. T6D, A3 T ; 2>.
T2A, A4C; 26. P5RI Precisamente
es uno de los peones doblados el
que asesta el decisivo golpe mortal.
26• . . . , C2R; 27. P4Rl, P4AD; 28.
P6RI
Las blancas podrían ganar un peón
con 28. T X P, pero después de 28 •

. , A3A la torre quedaría borrada


. .

del juego.
28 •, P3A ; 29. T X P!, A3A. Aho­
. . .

ra esta eliminación no tiene ningún


efecto. 3 0. T X AI, C X T; 3 1. P7R + ,
T2A; 32. ASD. Las negras abando­
naron.
Sí, no es oro todo lo que reluce . . .

45
Lección 6
EL PEON CAMALEON

Variables son las cualidades del Diagrama núm. 41


peón aislado. En el medio juego sir­
ve como sobresaliente punto de apo­
yo para el caballo y vale como favo­
rable supuesto previo en los ata­
ques con éxito al rey.
En el final de juego, por el con­
trario, un peón promete poco ; de­
lante de él se c oloca sin preocupa­
ciones una pieza adversaria y frena
cualquier deseo emprendedor. Aun­
que hoy día en la alta técnica un
peón aislado en el final del juego no
está forzosamente a perderse, sin em­
bargo llevan una «vida• sin contra­
juego que produce poca alegría a los
maestros del ajedrez. En una pala­
bra, con el peón aislado las simpli­
ficaciones salen al paso para empren­
der un ataque al rey. El caballo ha ocupado en 5R su
Cómo se desarrolla una lucha así puesto avanzado. Las blancas trata­
lo demuestra la siguiente partida. rán de atacar el ala del rey, para,
en caso de no conseguir el mate, por
Gipslis-Sawon lo menos crear nuevas debilidades en
el campamento adversario.
l. P4R, P3AD; 2. P4D, P4D; 3 .
15 • . . . , D3 D; 16. D3R, C3-4D; 17.
P X P, P X P; 4. P4AD, C3AR; 5.
D3 T!, P4A.
C3AD, P3R; 6. C3A, A2R; 7. P X P,
C X P. Suprime implacablemente la ame­
De este modo ha surgido sobre el naza contra la casilla 2T, pero crea
tablero un peón aislado. una debilidad en 6R. Naturalmente
8. A3D, C3AD; 9. 0-0, 0-0; 10. en seguida se vuelve la atención de
T IR, C3A; 11. A5CR, P3CD; 12. las blancas hacia este error. Era me­
jor 17 . , P 3 C, pero las negras no
D2R, AZC.
. . .

Ambos bandos están dedicados por querían debilitar las casillas negras.
el momento a desplegar sus fuerzas Sí, a veces en el ajedrez hay que ele­
combatientes. gir entre dos males el menor.
13. TDID, C5CD; 14. A IC, TIA; 18. A2D, C3AR; 19. P3 TD, C5-4D;
15. C5Rl 20. C5C, DIC; :Z.l. A2Tl En l C el

46
alfil no podía ya hacer nada. 21. . . . , Flohr-Capablanca
P3 TD; 22. C3AD, TDIR; 23 . C3AI
El caballo ha cumplido su obligación. Diagrama núm. 43
23 • . . . , A I D ; 24. C5CR, DIA.
¡ La situación está madura para ir
simplificando 1

Diagrama núm. 42

Se siguió : 23 • . . . , R2R; 24. R2D,.


R3D; 25. R3A. Cuando disminuye el
peligro de mate, no debe vacilarse
en centralizar al rey.
25. . . ., P3CD. Las negras intentan
construir un baluarte en el que los
25. T X P!, T X T ; Uí. C X C, P3 T ; peones protejan las casillas de irrup­
27. C X C + , R IT. En caso d e 27 . . . . , ción negras, en tanto que el alfil asu­
T x C, entonces 28. C x T, T x C ; 29. ma el control de las casillas blancas.
D X PA, con ligera ganancia. 26. P4A, A2D; 27. C3A, P3A!; 28.
R4D, P4TD; 29. C2D, AlA; 30. C IC,
28. D X PAI, T8R + ; 29. T X T,
A3R; 3 1. C3A, R3A; 3 2. P3TD, P3 T ;
D X D; 3 0. C7A + 1 Las negras aban­
3 3 . P3CR, P4T!; 3 4. P4CD, P X P; 35.
donaron. P X P, R3D; 3 6. P4CD, P3C; 3 7. C4T,.
La forma como se desenvuelve el R2A; 3 8. C3A, R 3 D ; 39. P5AI Un sa­
ataque con el peón aislado, pudimos crificio rico en posibilidades para des­
observarla también en el ejempl o arrollar el juego.
Najdorf-Kotov. 3 9 . . . . , P X P. Si las negras hubie­
sen jugado 39 . . . , A x P, entonces
.

(Ver diagrama núm. 43) 40. C x P, A6D ; 41. C x PA, A x P ;


42. C5D I
Esta posición surgió después de 40. C2R, A2D; 41. C4A, AIR! Un
ininterrumpidos cambios en masa error posicional habría sido 4 1 . . . ,.

tras la jugada 2 3 ." de las blancas. La A X P ; 42. C x.PT, y el peón libre


posición blanca es preferible. Mien­ alejado se habría hecho muy peli­
tras el caballo puede maniobrar elás­ groso.
ticamente, el alfil en cambio está li­ Hagan ustedes el favor de obser­
gado a la defensa pasiva de su peón. var cuán ininterrumpidamente las
Naturalmente el camino que queda blancas obligan al adversario a re­
aún hasta ganar es largo y fastidioso solver una y otra vez nuevos pro­
y puede decirse tranquilamente que blemas.
sólo gracias al fenomenal arte defen­ 42. C X PD, A X P; 43 � C X PC! De
sivo de Capablanca no pudo Flohr otro modo el peón caballo aún po­
e:x;plotar su ventaja pos�cional. dría hacerse peligroso.

47
43 • . . . , A3A; 44. C4A + , R3R; 45. 17. P4CDI, P X P; 18. C X P, C X C ;
C2C, A4C; 46. C ID, A7R; 47. C2A, 19. T7 Al Ahora se pone de manifies­
ASA! Dificulta al caballo el camino to que en el movimiento 1 5 .0 era más
hacia 3 D . aconsejable jugar 15 . . . . , TIA.
4 8 . C3D. Las blancas emprenden el 19 • . . . , D I D. A las negras no les
intento de explotar la última posibi­ gustaba 19 . . . . , DlA a causa de 20.
lidad y probar su suerte en el final P X C, D x P ; 2 1 . A x P, D4C ; 22.
de peones. A3A I
48 • . . . , A X C; 49. R X A, R4RI Ha­ 20. P X C, P4CR. La inactividad
bría sido débil emprendj!r la oposi­ ofrecería menos perspectivas aún. 21.
ción conforme a patrón : 49 • . . . , D3D, T2R; 22. T X T, D X T.
R4D ; 50. R2D I R5R ; 5 1 . R2R I , 23 . A3R, PSD. Demasiado pasivo
R4D ; 52. R3A, R4R ; 5 3 . P3T, R4D ; sería nuevamente 23 . . . . , A x A; 24.
54. R4A, R3R ; 5 5 . P4T. D X A, Tl D ; 25. T l D seguido de
SO. R2R, RSR; SI. P3T, R4DI ; 52. D4D.
R3A, R4R. Los adversarios se pusie­ 24. A X P, TID; 25. P3 R, A X A ; 26.
ron de acuerdo en dar la partida por P X A, D X P; 27. PSD, D3D; 28.
tablas. A4R!, A2A.
En la lucha contra los c isolani » , el Se muestra como un error decisivo.
ñanchetto del alfil de rey se muestra Ciertas posibilidades de tablas ofre­
a menudo como algo mucho más cía: 28 . . . . , A x P; 29. TlD, A X A ;
que efectista. 30. D X D , T X D ; 3 1 . T X T, R2C.
29. A X P+ , R2C; 30. A4R, D4A;
Petrosian-Tal 3 1. T IC, T2D; 3 2. D3AR, A3C; 3 3 .
l. P4AD, C3AR; 2. P3CR, P3R ; 3 . A x A, R X A ; 3 4. D3D + , R2C; 3 5 .
A2C, P4A; 4 . C3 AR, P4D; S. 0-0, T5C, D2R; 3 � DSA, T3D. El final de
C3A; 6. P X P, C X P; 7. P4D, A2R; juego lo llevó el campeón mundial
8. C3A, 0-0; 9. C X C, P X C; 10. de una manera muy exacta.
P X P, A X P; 11. P3 TD, P4ID; 12. 3 7. R2C, D2D; 38. D X D + , T X D;
A5CI Obliga a un importante debili­ 39. R3A, T2R ; 40. T6C, P4A ; 41.
tamiento. 12• . . . , P3A; 13. T IA, A2T. P6D, T2D; 42. P4T, R3A; 43 .
No se juega 13 • . . . , A x P + ; 14. P X P + , R X P; 44. R3R, R3A; 45.
T X A, P X A a causa de 1 5. C x P I , R4A, R3R; 46. P3A, R3A; 47. T5C,
y la posición negra se derrumba. R3R; 48. T X PA, B. X P; 49. P4C,
14. A4A, A3R; 15. C IR, T IR ; 16. R3A; 50. TSA, P4C. Las negras aban­
C3D, D2R. donaron al mismo tiempo.

Diagrama núm. 44 Los peones «<igadou

Euwe-Teschner

l. P4D, P4D; 2. P4AD, P3R; 3 .


C3 AD, C3AR; 4. A5C, A2R ; S .
P3R, P3TR; 6 . A4T, 0-0; 7 . T IA,
P3CD; 8. P X P, C X P; 9. C x C, P x C,
10. A x A, D X A; 1 1 . A2R, A2C ; 12.
A3A, P4AD; 13. C2R, TlD; 14. P X P,
P X P.

(Ver diagrama núm. 45)

Sobre el tablero están ante noso­


tros los peones ligados. Las blancas
tratarán de ejercer presión contra los
peones y atacarlos.

48
Diagrama núm. 45 15. P X P, P X P ; 16. 0-0. Es des­
favorable el cambio 16. T X P, T X T ;
1 7. D X T, D X P ; 1 6. , D3C; 17.
. . .

C2D, C2D; 18. P4R, DSC con iguales


posibilidades.
Instructivos errores cometieron las
blancas en la partida siguiente. Por
eso es interesante seguir el modo tan
consecuente como las negras « casti­
garon » a su adversario.

Sokulsky-Botvinnik

l. P4AD, C3AR; 2. C3AD, P4D;


3. P4D, P3 CR ; 4. C3A, A2C; S. P3R,
0-0; 6. A 2R, P3R; 7. 0-0, P3C; 8.
P X P.
Este movimiento abre al adversa­
rio la columna rey. La apertura de
La moderna práctica de los maes­ la columna alfil no se nuestra para
tros muestra que las negras pueden las blancas especialmente eficaz.
conservar el juego igualado. Tendría que conservar la tensión en
15. 0-0, C2D; 16. C4A, C4R! Las el centro con 8. D3C.
negras tienen que jugar activamente. 8 . . . . , P X P; 9. P3CD, A2C; 10.
Después de I6 . , C3A podía darse
. . . AZC, CD2D ; 11. D2A.
1 7. D3C, seguido de D3TI y de Sobre este movimiento escribe Mi­
TR ID .. jail Botvinnik :
17. TIR. No I 7. A X P a causa de «Pronto se pone de manifiesto que
17 . . . , P4CI; 18. D3C, TDIC; 1 9 .
. las blancas juegan sin plan y que sólo
A X A, P x C ; 2 0 . P x P, C6DI piensan en desplegar sus piezas au­
l • , PSDI Esta enérgica disolu­
. . . tomáticamente.
ción de la posición « ligada• es muy • Esto podía hacerse quizás hace
característica. Encontrar el momen­ cincuenta años. Hoy en día, en que
to favorable depende de las cualida­ cada maestro ya después de los seis
des de la posición. Cuantas más pie­ a ocho primeros movimientos pre­
zas estén sobre el tablero, tanto más para un plan para el inminente medio
favorable es el momento para la se­ juego, un proceder tan unilateral
paración. puede llevar a una posición dema­
18. A X A, D X A; 19. P X P, T X P; siado pasiva.
20. D2A, C6A + l ; 21. P X C, T X C; » Las blancas pudieron hacer l l .
22. T4R, T4A? Las negras pasaron C5R con juego rico e n posibilidades.
por alto que después de 22 . . , T X P; . . Después de algunos movimientos, las
2 3 . TIA- I R habría sido muy fuerte negras impiden esta posibilidad. »
23 . . . . , D 3AI 11 . , P3TD; 12. TDIA, TIA; 13.
. . .

23. TIA-IR, T lAR; 24. D 3 A, D4D; TRID, D2R; 14. DIC, TRID; 15.
25. TSR, T X T; 26. T X T, D X PT ; AlA, P4A.
27. T X P, D8C + ; 28. R2C, D3C + ;
29. RlT, TID. Tablas. (Ver diagrama n úm. 46)
En lugar de 1 1 . A2R se juega tam­
bién 1 1. C3A. Puede seguir 11. . . , . 1 6. P X P. « Un grave error posicio­
A3R; 12. D4T, P4AD; 13. D3T, TIA; nal », escribe sobre esto M. Botvinnik.
14. A2R, DZCI La contrapresión so­ c Las blancas no podrán explotar las
bre la columna caballo dama es el debilidades de los peones 5A y 5D,
triunfo principal de las negras. porque hay sobre el tablero muchas

49
4. - A J EDREZ DE ENTREN � M IENTO
Diagrama núm. 46 Keres-Taimanov

Diagrama núm. 47

piezas. Pierden puntos de apoyo en


el centro, y el alfil 2C "de51pierta"
a una nueva vida. » 28. D X P + , Rl A ; 29. C x A , D X T + ;
16 • . . . , P X P; 1 7. C2R, A3T!; 18, 30. R2T , D X P; 3 1. C X A, D4R + ;
A3T, C5e; 19. D3D (existía la ame­ 3 2. P3e, T2A; 3 3 . D8T + , R2A;
naza 19 . . . . , A X P). 19 • . . . , e2-4R; 3 4. P5T, T X C; 35. D7T + , R3R;
20. e X e, D X e; 21. C3C, D3A; 22. 3 6. D X T, D X PT ; 37. RZC. Las ne­
e 1 T, P5D! ; 23. D2R, C4R; 24. P X P, gras abandonaron.
P X P. En la lucha contra semejantes peo­
De los « ligados » ha quedado un nes se debe procurar primeramente
peón libre que está poderosamente forzar el avance de uno de los peo­
ayudado por piezas. nes, porque entonces el principal de
Se siguió: los peones ligados pierde su activi­
25, T X T, A X TI; 26. TlR, P6D!; dad dinámica.
.
27 . DlD, A 5e; 28. DlT, P7D; 29.
T x e, P8D = D; 30. T8R + , T X T; 3 1. eapablanca-Aiekhine
D X D, A7R; 3 2. C3C, AZC; 3 3 . D6A,
A4e; 3 4. DlA, D X D; 35. A X D, (l. P4D, P4D ; 2. P4AD, P3R; 3 .
T8R; 36. A3R, T8T; 3 7. P4TD, A6D; C3AD, C3AR ; 4. A5C, CD2D ; 5 .
38. P4A, T8e; 39. R2A, A X A; 40. P3R, A2R ; 6. C3A, 0-0; 7. TIA,
e X A, T X P. Las blancas abandona­ P3TD ; 8. P3TD, P3CD? ; 9. P x P,
ron. P X P ; 10. A3D, A2C ; l l . 0-0, P4A ;
En caso de que detrás de los peo­ 12. P X P, P X P ; 1 3 . D2R, TIR; 14.
nes ligados esté apostado un alfil, hay A2A, D3C; 15. TRID, TDID; 16.
que contar con las consiguientes po­ C4TD, D4C; 17. D X D, P X D; 18.
sibilidades dinámkas de ataque. C3A, AJA; 19. A3D, P5A; 20. ASA,
P5C; 2 1 . P X P, A X.P ; 22. C4D, A2C ;
(Ver diagrama núm. 47) 23. A X C2D, T X A; 24. A X C, P X A;
25. C4-2R, A3D ; 26. T2A, A4R; 27.
16. P5DI!, P X P; 17. P X P, Cle; T2A2D).
18. T4D, D3D; 19. T IA-ID, AlA;
20. C4RI, C X C; 21. T.X e, T X T ; 22. (Ver diagrama núm. 48 )
D x T, D3T; 23. C5C, A3D ; 24.
P4TR, C2D; 25. D5A, C3A; 26. Para esta posición jugaron las blan­
A x e, P X A; 27. C X PAI, D8A ; cas. Pero Alekhine supo conservar

50
Diagrama núm. 48 Bondarevsky-Smyslov

Diagrama núm. 49

el equilibrio mediante un contraata­


que contra la casilla 2C.
27• . . . , T2A!; 28. TIT, R2C; 29. Las negras procuran al mismo
P3 CR, T4A; 3 0. T7T, TICD; 3 1 . tiem po iniciar un ataque. 34. D2C,
C4D, R 3 C ; 3 2. P4A, A2A ; 3 3 . R2A, C6R; 35. T IA�IR, D4D; 3 6. C3AR,
T4T!; 3 4. T X T, A X T; 35. P4CR, T IAR-IR.
P4T; 3 6. P X P + , R X P; 3 7. R3A, Smyslov no se contenta con la con­
TIC; 3 8. T2C, T X T ; 39. R X T, RSC ; quista de la calidad, porque después
40. P3 T + , R5T; 41. C5A + , R4T; de �6 . , C5A; 3 7. D3A, P7C; 3 8 .
. . .

42. R3C, ASC. D X A, P X T = D ; 3 9 . T X D las blan­


Había ya la amenaza C6D. 43. cas podrían respirar. No siempre se
C4D, R3C; 44. R4C, P5A +, y en la· debe: de modo apresurado cambiar
jugada 59.a se llegó a un acuerdo para autom áticamente la ventaja posicio­
declarar la partida tablas. nal en ganancia material en caso de
En el ejemplo siguiente las negras que el adversario pueda librarse a e la
supieron inmovilizar los peones. Pero « pesadilla » con un « ojo morado » .
a cambio de esto recibió el adversa­ 3 7. TDIA, T 3 A ; 38. C3A, D4A;
rio dos peones libres en el centro. 39. CID, T3-3 R ; 40. C X C. Suprime
No obstante, las negras consiguieron el muy peligroso caballo, pero ya in­
bloquear completamente. tervienen en la lucha las piezas .pe­
sadas negras.
(Ver diagrama núm. 49) 40 • . . . , T X C ; 41. T X T, T X T ; 42.
R2A, D5R; 43 . TIR. Para con el cam­
27• , P4CD!; 28. P5A. No con­
. . . bio disminuir la fuerte presión.
viene 28. P X P, P x P ; 29. C X P a 43 • , T X T; 44. C X T, A8D! Se
. . .

causa de la doble amenaza D4D. amenaza D7R + 1 45. P6A, D X P6A;


28• , DID; 29. T IT, P5C. Las
. . . 46. C3D, D5A ; 47. R3R, A7A; 48.
negras explotan enérgicamente sus C IR, A4A; 49. R2D, D5C + ; 50.
peones libres. 30. C2R, A5R; 3 1. RID, A5C + ; 51. RIA, D5A + (aún
D3T, A7A ! ; 3 2. TIAR, P6C; 33. más . . . «fuerte» 5 1 . . . . , D X C mate!).
D3AD, C4D. Las blancas abandonaron.

51
Lección 7
EL PEON LIBRE Y EL BLOQUEO

Sabido es que en el final de juego Diagrama núm. 50


el peón libre pasa a ser el actor prin­
cipal. Después del cambio de las pie­
zas, está abierto el camino para co­
ronar, y el problema principal con­
siste en ver qué peón llega antes a
la fila s.a ó 1.& respectivamente.
También en el medio juego el peón
libre desempeña una misión impor­
tante. Resulta especialmente moles­
to en el centro ; es como si escin­
diera las fuerzas del adversario en
dos mitades.
Un peón peligroso, muy avanzado,
no sólo amenaza con convertirse en
dama, sino que desorganiza las filas
defensivas del enemigo, sirve como
excelente objeto de diversión y hace
posible de ese modo el ataque por el
flanco. Los ejemplos siguientes ilus­
Es característico el hecho de que
tran bastante lo dicho.
cuando creamos un peón libre en el
Saigin-Tal centro, el adversario recibe una su­
perioridad de peones en una de las
l. P4D, C3AR; 2. P4AD, P4AD; alas. Pero la eficacia del peón central,
3. C3AR, P3 R; 4. P3CR, P X P ; 5. en caso de que esté bien protegido,
C X P, P4D; 6. A2C, P4R; 7. C3AR, es importante.
P5D! ; 8. 0-0, C3 A; 9. P3R, A2R; 10. 19. D2D, C5C. Las negras pueden
P X P, P X P; 11. CD2D, A3R; 12. ya pasar al ataque por el ala. 20.
T lR, 0-0; 13. P3C. TS lR, P6D! ; 21. TlAR.
El comienzo de un ataque directo A 2 1 . e 5 R podría seguir 2 1 . . . . ,
contra el peón libre. Se muestra poco e X e; 22. T X e, A5Dl, y el peón
eficaz, porque las negras se bastan dama es muy peligroso. Además las
para defender .«su orgullo » . A 1 3 . negras amenazan debilitar el ala de
e 3 e podría seguir P6DI. la dama con P5T.
13 . . . . , D2D; 14. A2C, TDlD; 15. 21 • . . . , D3DI; 22. D3A, P3 A ; 23 .
P3 TD, P4TD ; 16. C5R, C X C; 17. TD lD. A 2 3 . ese seguiría 23 . . . . ,
T X C, P3CD; 18. C3A. Quizás era e x PAI
algo más fuerte 18. D3A. 18. . . . , 23 • . . . , TlA-lR; 24. T2D, A4A; 25.
A4AD. C5e, C6R!! ¡Un trueno en un cielo

52
despejado! La posición está madura 19. . . . , D X P; 20. P4TD, TR1R;
para simplificar. Hagan ustedes el 21. D5e, D2A; 22. A3T, P3TR; 23.
favor de observar cómo Tal, después D3e, T X T; 24. T X T, TIR; 25.
de una fastidiosa centralización, ha T X T + , D X T, Las negras le dispu­
creado las condiciones previas para tan la columna rey al adversario,
la combinación. pero de eso ese alegra . el peón li­
26. P X C, A X P + ; 27. R1T, A X T; bre dama. Cuantos menos obstácu­
28. D X A, T7R ; 29. D3A, T X A + ! los encuentre en su camino, mejor.
Las blancas abandonaron. Podría Las negras preocurán conservar el
continuar 30. R x T, P7D ; 3 1 . TlD, contraataque en el ala de la dama,
A5C; 32. C3A, D6DI pero esto no se muestra especialmen­
te eficaz.
Sigamos ahora atentamente el pro­
cedimiento posicional de la creación 26. R2A, e4T; 27. D4A, e6C; 28.
del peón libre y su importancia de­ A X P, A X A; 29. D X A, D X P; 30.
cisiva en todo el transcurso de la D8A + .
lucha. El objetivo d e los jaques siguientes
Smyslov-Petrosian
consiste en no cambiar la estructura
fundamental de la posición y tener
l. P4D, e3AR; 2. P4AD, P3R; 3 .
oportunidad de, después de la de­
e3AD, ASC; 4 . P3R, 0-0; S. A3 D, molición, analizar todo con calma.
P4D; 6. e3A, P4A; 7. 0-0, e3A; 8. 30 • . . . , R2T; 3 1. D5A + , R1e; 32.
P3 TD, A X e; 9. P X A, P3CD; 10. D6R + , R2T; 33. D4R + , R 1C; 3 4.
PA X P, PR X P; ll. A2C, PSA; 12. D8T + . En tales jaques el bando acti­
A2A, A5e; 13. D1R, C5R; 14. C2D, vo debe tener cuidado de que no
e X e ; 15. D X e, A4T ; 16. P3A, A3e; se repita la posición tres veces.
17. P4R, D2D; 18. TD1R, P4A. 34 • . . . , R2T ; 35. D4R + , R1e; 3 6.
D5D + , R2T; 3 7. A1R, C8A; 38.
Diagrama núm. 51 D5A + , R1e; 39. D8A + , R2T; 40.
D5A + , R lC ; 41. P5D. ¡Por fin! 41 •
. . . , D7T + .

El gran maestro D . Bronstein es­


cribió refiriéndose a esta partida :
• Los milagros en el ajedrez se dife­
rencian de otros milagros. Surgen
gracias a la fantasía creadora del
maestro y a las múltiples posibili­
dades ocultas que se esconden en
cada posición. En esta posición ab­
solutamente perdida consigue Petro­
sian conjugar mágicamente un per·
fecto estudio. »
42. R3C, D7D; 43 . P6D, D8R + ;
44. R4e, C6D; 45. D5D + .
E n caso d e que las blancas nuevan
inmediatamente 45. P7D, las negras
consiguen tablas con : 45 . . , P4T + I ;
. .

El punto culminante. 19. P X PD. 46. R x P, D X A ; 47. DSD + , R2T ;


Smyslov se crea inmediatamente el 48. PBD = D, C5A + .
peón libre. También con 19. P5R 45. . . . , R2T ; 46. P7D, D4R!. ¡La
las blancas tendrían un peón libre última trampal 47. D X e + .
cubierto, pero después de CID y C3R ¡El milagro s e h a logrado! Su
quedaría completamente bloqueado. plan estratégico, la metamorfosis del
Además las blancas querían también peón dama, podrían haberlo llevado
crear trabajo para su torre. las blancas con 47. D6D I I Después

53
de 47 . . . . , C7A + ; 48. R4T, P4C + ; · crear lo más rápidamente posible un
49. R5T protege la dama la casilla peón libre en el centro con el propó­
2T como «con rayos X » . sito de que sea más peligroso que su
Esta posibilidad l a mostró a l cabo contrincante en la columna caballo
de algunos meses un aficionado dama.
sueco. Pero no se debe olvidar que 22. . . . , D2C; 23. C X A, D X C.
el maestro de ajedrez tiene que en­ También aquí el mismo cuadro :
contrar la respuesta inmediatamente las blancas procuran cambiar hasta
en el tablero en un tiempo limitado. el máximo para apartar del camino a
1 7. . . . , P X D; 48. P8D = D. Los posibles bloqueadores.
jugadores se pusieron de acuerdo
24. P5T, C l A ; 25. P5D, P X P; 26.
para declarar la partida tablas. Des­
PX P, P3T; 27. A7R!, C3D; 28. TSR!,
pués de 48 . . . . , D7R ; 49. R3T, P7D ;
(amenazando 29. D4C) , 28 • . . . , C5A ;
50. D7D I , P8D= D ; 5 1 . D 5A + ofre­
29. A X C, T X A ; 30. A X C!, R x A;
cen las blancas jaque perpetuo.
3 1. P6D, T3A.
Si creamos un peón libre aislado,
por peligroso que también él pueda Para desviar a la torre de la colum­
ser, debemos contar con que el ad­ na rey.
versario dirigirá contra el « enemigo 3 2. T5D, P3A; 3 3 . T3D, T IA.
ancestral» el fuego de toda su arti­ Las negras quieren liberar a la da­
llería. En tales casos debe tenerse la ma de su misión de bloqueo. Una
posibilidad de dirigir el ataque en pieza tan fuerte es lo menos apropia­
dirección a un ala, aunque sea a cos­ do para una tarea tan pasiva.
ta del peón libre. Cómo puede trans­ 3 4. D4C, P4CD; 35. TSD, TID;
currir en tales casos lo muestra el 3 6. P3C, R2A; 3 7. R2T, D3R. Ya
siguiente ejemplo. algo más activa. 38. D4D, T2D; 39.
D3 DI, PSC. Naturalmente las negras
Alekhine-Keres querrían cambiar su peón caballo por
el peón dama.
Diagrama núm. 52
40. T4D!, T 1D. Habría sido prema­
turo 40. . . . , P6C a causa de la si­
guiente variante: 4 1 . D6C + , RlA;
42. T4R, D2A; 43. D7T!, D X P + ;
44. R2C, D4D ; 45. D8T + , DlC; 46.
T8R + .
41. D6C + . Hasta aquí Alekhine
ha jugado excelentemente. Apurado
de tiempo, hace ahora automática­
mente el movimiento 4 1 .° C omo en
su tiempo demostró el maestro so­
viético M. Judovitsch, las blancas
podrían haber obtenido un ataque
muy peligroso de la manera siguien­
te: 4 1 . T x PI, T X P; 42. D6C + , etcé­
tera. En caso de 4 1 . . . . , D X P, en­
tonces 42. D4A + , D4D ; 43 . T7C + ,
RlA; 44. D7AI , D x P + ; 45. R2C,
D4D + ; 46. P3A, D2T + ; 47. R3T,
18. P4TI Amenaza con debilitar D3R + ; 48. P4C. En caso de que las
sensiblemente por medio de P5T y negras jueguen 42 . . . . , RlA en lugar
P6T el ala del rey. de 42. . . ., D4D, podría seguir 4 3 .
18 • . . . , T2D; 19. T7T, AlA; 20. T7C, T2D ; 44. D8A + , R2R; 4 5 .
T X T, A X T; 21. CSR, C1R; 22. T3C!, P4A; 4 6 . D8CR, R 3 A ; 47.
P4AD. Las blancas han decidido D7T con peligroso ataque. Para se-

54
mejantes finales de juego la valora­ Crea al adversario una debiJ :'i'..' e:
ción correcta de la posición depende en 6A, pero prácticamente no pu <>é• ,
de la seguridad del rey. explotarla.
41• , RIA; 42. D7T, R2A. Ta­
. . .
3 1. . . . , P3C; 3 2. T IC-lA, D2R;
blas. Jugar a ganar no da ningún 33. D4C, C3DI El caballo ha ocupado
resultado : 43. T X P, D x P ; 44. T7C, su posición de bloqueo, y ya se ini­
T2D, etcétera. cia la amenaza de pérdida de mate·
rial.
3 4. D6R, C X PR; 35. D X PC,
El bloqueo P4AI; 3 6. T ICD. Las negras explo·
tan inmediatamente para el ataque
Ya hemos podido convencernos de la fuerte posición del caballo. 36 • . . .,

la gran importancia que hay que PSAI; 3 7. D6R, P X A; 3 8. T X T,


atribuir al bloqueo. El mejor blo­ D X T ; 39. D X PR, C3A; 40. T8C,
queador es el caballo. En dirección ese + ' y las negras ganaron rápida­
frontal lo cul,•en los peones enemi­ mente.
gos y desde su escondite despliega
todas sus fuerzas. Pitschak-Foltys

Denker-Smyslov Diagrama núm. 54

Diagrama núm. 53

También en este ejemplo se ma­


nifiesta el cabello como destacado
bloqueador.
28 , CIAI No le importa tanto
• . . .
3 4. . . . , D2A; 35. PSR, P X P; 3 6.
cubrir el peón en 3C como trasladar P X P, D3RI
el caballo a 3D.
¿No contradice este movimiento la
Ya hemos recalcado que es una tesis que hemos expuesto anterior·
lástima dedicar la fuerza aniquilado­ mente? Pero es que siempre hay que
ra de las piezas pesadas a fines de contar con las posibilidades efecti­
bloqueo. Además corren el peligro vas. El peón rey debe ser bloqueado.
de ser barridas simplemente de la Eso le permite a las negras desplegar
posición de bloqueo por piezas me­ sus peones libres en el ala de dama.
nores. (Ejemplo Basrutschko - Ko­ Hagan ustedes el favor de comparar
blenz.) el ejemplo Bondarevsky-Smyslov (el
29. PST, TIA; 30. T2A, T2A; 3 1. bloqueo eficaz de los peones libres
P6T. enemigos produce en el otro sector

55
una móvil superioridad de peones). Euwe-Averbach
Además las piezas bloqueadoras es­
tán dispuestas a abandonar la postu­ Diagrama núm. 55
ra de acecho en el momento dado y
a intervenir decisivamente.
37. T2D. Jugado sin plan. Las blan­
cas deberían haber dificultado P4TD
con 3 7. A3Al
37 • . . . , TIA; 38. Tl·2R, P4TD; 39.
T2AR, PSC; 40. T X T + , T X T; 41.
T2AR, T X T + ; 42, D X T, PSA.
En tanto que la falange de los
peones negros avanza en cerrada for­
mación, los peones blancos tienen
que estarse quietos. La « desgracia»
de las blancas consiste en esto: el alfil
que se mueve por casillas negras no
puede abordar a las fuerzas enemigas
que intencionadamente se han colo­
cado en casillas blancas.
43 . P X P, P X P; 44. A4D, P6A;
45. D3A, P7 Al; 46. DST.+ , ClA;
lugar, esperan las blancas poder con­
seguir llevar a cabo un ataque [por el
47. A2C, P3 T ; 48. PST. Debilita­
ala del rey.
miento innecesario. Era mejor 48.
R2T. Como las blancas se dejaron llevar
a esta posición no podían calcularlo
48. . . , DSAI La dama interviene
.
todo con exactitud rigurosa. En ta­
decisivamente. El bloqueo no es un les posiciones se procura fundamen­
fin en sí. tar el perfil general de la inminente
49. P7D? Desesperación, pero la lucha estratégica.
posición de las blancas estaba per­ Con sus movimientos siguientes,
dida. las blancas pasan al ataque.
49 . . . . , D7R + ; 50. R3T, D X P + ; 22. CST, P4A; 23 . DSC, T2A ; 24.
51. R2C, D7R + ; 52, R3T, DSA + ; P X PA , A X P; 25. A X A, C x A ; 26.
53. R2T, D7A + ; 54. R3 T, D4A + ; TDlR.
SS. R2C, D X PD; 56. D2T + , R2T; Una jugada « natural » : poner en
5 7. D4A, P6C; 58. D X PC, D7D + ; juego lo más rápidamente posible la
59. R lT, PS A = D + . Las blancas torre de dama. Pero mejor era pri­
abandonaron. mero haber fijado con 26. T5R ! a
las negras a la defensa de P4D.
En caso de que la pieza de bloqueo 26
• , DIDI Para retirar a la da­
. . .

adopte una posición muy pasiva, eso ma de su posición activa. ¡Un impor­
lleva ya en sí el germen de la derrota. tante principio de defensa!
27. D X D. A 27. D2D habría segui­
(Ver diagrama núm. 55)
do muy desagradablemente 27 . . . . ,
Los peones negros están bastante D5T.
avanzados, pero en primer lugar las 27
• , T X D; 28. TSR. La simpli­
. . .

blancas esperan poder bloquearlos · ficación sólo puede ir en favor de


fácilmente y también es difícil ima­ las negras. Pero también después del
ginar en un tiempo previsible cómo movimiento recomendado por Euwe :
las negras podrán conseguir hacer 28. T6R conservaban las negras me­
saltar la red del bloqueo. En segundo jor posición.

56
28 • . . . , T X T; 29. T X T, T2R ; 30. sivamente tiene que seguir estando
T X T, Cl X T; 3 1. R2A, RlC; 3 2. el alfil en 2C!
P4C. 3 4. P4A, CIA; 35. P5A, Cl-3 D ;
Según indicaciones de Bronstein, 3 6. C4A.
las blancas debieron jugar del modo
siguiente : 32. C4A, R2A ; 3 3 . P3C, Las blancas habían confiado en
que las negras forzosamente conse­ esta posición. Pero las negras tienen
C3D ; 3 4. C2C, C4C ; 3 5 . C3R. Y no preparada una pequeña combinación.
habría sido tan fácil debilitar la po­ 36 . . . . , C X PT!!; 3 7. A X C, C4C;
sición blanca. Con todo, era de prever 3 8 . A lA, C X PA; 3 9 . C2R, C8C! Las
guirían ganar. blancas abandonaron : ¡he aquí a los
3 2. C 3 D ; 3 3 . R3R, C4C. ¡Qué pa- peones convertidos en hienas !

57
PRAC T I C A S

25 26
Juegan las blancas Juegan las negras

27 28
Juegan las negras Juegan las negras

29 30
Juegan las blancas Juegan las blancas
Lecci6n 8
LA BARRERA DE UNA CADENA
DE PEONES

En las conferencias precedentes l. P4R, P4R; 2. C3AR, C3AD; 3 .


han podido ustedes convencerse de A4A, A4A; 4. P3A, C3A; S. P4D,
cuán íntimamente ligado está el jue­ P x P; 6. P X P, A3e?; 7. PSD, eZR;
go de la apertura con el medio juego 8. PSR, ese ; 9. P6D, P X P; 10. P X P,
y cómo la columna vertebral de peo­ e 3 AD; 1 1 . ASeR, C3A; 12. 0-0.
nes formada en la temprana fase de
la apertura produce sus efectos de Diagrama núm. 56
movilización y centralización de las
fuerzas combatientes en el medio
juego posterior.
Un capítulo muy importante es el
problema de la barrera de una fa­
lange de peones enemigos. Estricta­
mente considerado, cualquier plan
estratégico se funda en lo siguiente :
rebasar la línea de demarcación que
divide el tablero en partes iguales y
obtener así ventaja de espacio. Las
tareas sucesivas c onsisten en atacar a
continuación con las piezas las piezas
coartadas en su libertad de movi­
mientos al borde de la barrera, pre­
sionando y abriendo brecha en ésta.
Los pioneros de esta estrategia
agresiva son los peones. Reciben el
encargo de iniciar el combate en el A causa de la amenaza C3A y eSD
centro, avanzar paso a paso y ganarle la posición de las negras está estra­
al adversario cada vez más terreno, tégicamente perdida. Además, no se
combatiendo. ve cómo. las negras van a poder ter­
Por esto oportunamente hay que minar el despliegue de su ala de
contrarrestar la deslizante aproxima­ dama.
ción de los peones con medidas ade­ Un grosero error fue 6 . . . , A3C?
.

cuadas, frenar el avance y hacerlo Con 6 . . , A5C + (tras 7. C3A, el


. .

c entro queda aniquilado con 7 . ,


cesar.
. . .

C X PR) ; 7. A2D, A X A ; 8. CD X A,
Veamos primero lo que ocurre P4D 1 , la falange de los peones queda
cuando descuidamos esto. triturada en el centro. Después de 9.
He aquí una variante d e la parti­ P x P, C xP4D, las negras mantienen
da italiana : el equilibrio.

59
Botvinnik-Lowenfisch p oco pueden comer por segunda vez
con los peones, ya que la posición de
l. P4D, P4D; 2. P4AD, P X P ; 3 . su rey quedaría expuesta.
C3AR, C3AR; 4 . D4T + , P3A ; 5 . 15. P5R, C4C; 16. P6D, C X C ; 17.
D X P, A4A. Las negras tratan de su­ P X C, A 1 D. Las blancas tienen una
jetar con presión de piezas el avance considerable ventaja en espacio y
del peón rey blanco. procurarán producir nuevas debili­
6. CJA, CD 2D ; 7. PJ CR, C5R; 8. dades en la situación enemiga.
A2C, C3D. Como comenta Botvin­ 18. D4D, P4AD; 19. D4CR, T ICR;
nik, las negras debieron simplificar 20. D4R.
la posición de la siguiente manera : En la defensa es especialmente im­
8 . . , C x C ; 9. P x C, C3 C ; 10. D3C,
. .
portante prevenir cualquier debilita­
ASR ; l l . C5R, A4D I ; 1 2 . A X A, miento de los peones, a no ser que
D x A ; 1 3 . P 3A, y la ventaja posicio­ ello obligue a jugadas demasiado dé­
nal de las blancas no es de una gran biles.
importancia práctica. 20 • . . . , TIT; 21. A3R, C2D; 22.
C2D, P4A; 23 . D4TD, R2A; 24.
9. D4T, C3C; 10. D 1 D, D 1A; l l.
P4AR, P3TD; 25. R 1C, P4CD; 26.
0-0, A6T.
D2A, D3A; 27. P4A, T 1AR.
Se muestra como una pérdida de La posición de las negras es difí­
tiempo. Mejor era 1 1 . . . . , P3C, y des­ cil ; a pesar de ello no es fácil para
pués de 12 . . . . , A2C el alfil ejerce una las blancas abrir el juego.
cierta contrapresión. Botvinnik opina que después de 27 .

12. P4R, A X A ; 13. R x A, PJR. . . . , P5C ; 28. P4TD, P4TD, no habría


sido fácil desmontar la posición
Diagrama núm. 57 negra.
28. C3C. Lo correcto era 28.
P4TD ! . y a 28. . .. , P 5 C responder
29. P5T ! , con lo que el alfil en ID
habría quedado « enterrado en vida • .
28 • . . . , P5C; 29. PJ TD, P X P.
Las neg"ras, cansadas de la difícil
defensa, cometen el error decisivo.
Debieron jugar 29 . . . , P4TD 1 Des­
.

pués de 30. P X P, PT X P ; 3 1 T X T,
.

D x T ; 32. D2A, A3 C ; 3 3 . TlT, D3A


no se ve cómo las blancas podrían
fortalecer la posición.
30. T X P, P4TD; 3 1. D2CR!,
D X D + ; 3 2. R X D, P5T ; 3 3 . C X P,
C X C; 3 4. A X A, TIA; 3 5 . A2A,
T X PA ; 3 6. T 1A-ITD. Ahora cae el
peón. 36 . . . . , T7A; 3 7. T l-2T, T X T ;
38. T X T, R3 C ; 39. T X P, T2A; 40.
T8T, T2D; 41. R3A, R2A; 42. R2R.
Parece como si las negras hubie­
Las negras abandonaron.
ran conseguido frenar a la falange
blanca de peones. Pero las blancas En los « viejos» sistemas clásicos
e:x;plotan la desfavorable posición del de defensa se frenaba a los peones
adversarios oponiéndoles asimismo
rey enemigo y hacen brecha en el
peones. Por ejemplo : l. P4D, P4D ;
dique.
2. P4AD, P3AD o l. P4D, P4D ; 2.
14. P5DI, A2R. Las ne gras no tie­ P4AD, P3R e l. P4R, P4R ; 2. C3AR,
nen nada mejor. En caso de 1 4 . . . . , C3AD ; 3. A5C, P3TD ; 4. A4T, C3A ·

PA X P ; 1 5 . P X P, A2R ; 16. A4A I , 5. 0-0, A2R ; 6. TlR, P4CD ; 7. A3C,


0-0 ; 17. P x P, etc. Las negras taro- P3D ; 8. P3A, 0-0 ; 9. P3TR. Todos

60
l os sistemas de aquí derivados, como Diagrama núm. 58
9 . . . . , C l C y P3D o 9 . . . . , C3-2D y
A3A, o 9 . . . . , C4T ; 10. A3 C, P4A ;
1 1 . P4D, D2A, cumplen ante todo el
fin de frenar el avance de los peones
en el centro. Las negras no tienen
entonces que temer el avance P5D,
porque con ello se afloja la tensión
en el centro y dispone de mano libre
para operaciones de ala.
Hoy día, en la lucha contra ca­
denas móviles de peones, se utilizan
los siguientes métodos :
Se deja caminar en un ancho fren­
te a los peones enemigos con la in­
tención secreta de frenar la continua­
ción de su marcha mediante presión
de piezas y para convertirlos en ob­
jeto de ataque.
Había sido prematuro 1 6 . . . . ,
Divitzky-Schaposchnikov C X PD, a causa de 1 7. C4A! 17.
C3 A, A6D; 18. TBT, D3C; 19. D3C.
l. P4D , C3AR; 2. P4AD, P4AD; 3 . Para sacudirse la presión, las blan­
P5D, P3R ; 4 . CJ AD, P X P; 5 . P X P, cas están dispuestas a sacrificar un
P3 D; 6. C3A, P3CR; 7. P 4R, A2C; peón. Después de 19. . . . , D X D; 20.
8. A2R, 0-0; 9. 0-0, TIR; 10. C2D, C X D, ASA; 21. C5T, A X P ; 22.
P3 TD; 11. P4TD. C x A, C x.C; 23. T x C, T x T ; 24.
Un movimiento característico de C6A, T3C ; 25. C X T + , C X C ; 26.
frenado : las blancas no quieren per­ A2R podrían las blancas con sus dos
mitir la formación de la falange de alfiles presentar una resistencia en­
peones P3TD-P4CD-P4AD y P6D. carnizada. Pero las negras tienen el
Con todo, tiene que contentarse con propósito de mejorar la posición de
el debilitamiento del punto 4CD. sus piezas.
Esta maniobra nos la encontramos 19 • . . , C3 -2D; 20. D X D, C X D;
también en el gambito de dama acep­ 21. T3T, A5D + ; 22. R lT, P5A; 23 .
tado : l. P4D, P4D ; 2. P4AD, P x.P ; T I D. Había ya la amenaza A X C y
3 . C3AR, C3AR ; 4. P3R, P3R ; 5 . C x P.
A x P, P4A ; 6. 0-0, P3TD ; 7. P4TD, 23 • . . . , A X C; 24. T X A, C X PI
para dificultar P4CD y A2C. ¡A pesar de todo! 25. CXP, C X T ;
H . . . , P3C ; 12. P4A, T2TI; 13.
.
26. T X A, C X P; 2 7 . A3R, T2A.
A3A, T2T-2R; 14. TIR. La estrategia de las negras ha lo­
grado el triunfo.
(Ver diagrama núm. 58) 28. P3CD, C3 T; 29. A6C, T3A;
3 0. A IC, C3-4A; 3 1. T3R, C X P; 32.
Ahora está el cuadro claro : las CSR.
blancas se esfuerzan por hacer P4R ; A la derrota lleva también 3 2.
las negras procuran impedírselo por C X P, C7A + ; 3 3 . A x C, TBA + ; 34.
todos los medios. Pero el propósito A1C, T X T.
de las negras no es un comportamien­
32 • . . . , P X C; 3 3 . T X C, T8A; 3 4.
to pasivo. Por eso inician un contra­ T X P, T X T; 3.5. P X T, C5D; 36.
ataque por el ala de la dama. P3 T, C X A; 37. P X C, T8R; 3 8. P4A,
14. . . . , P4CDI; 1 5. P X P, P X P; 16. T8AR; 3 9. R2C, T X P; 40. A2T,
C X P, A3 TD. T5TD; 41. R3A, T6T + ; 42. R4C,

61
R2C; 43 . P4T, P4T + ; 44. RSe, TD X A, e4A ; 24. D3A, e X A; 2S.
T6AR; 4S. A4A, T8A. Las blancas p x e, T X PR y las negras ganaron
abandonaron. rápidamente.
También en el ejemplo siguiente También en la defensa de Alekhi­
las negras permitieron al adversario ne vemos el mismo cuadro : en la
apoderarse del centro. Su objetivo temprana fase de la partida permiti­
era : mos al adversario rebasar la línea de
demarcación y construir un ancho
l. Agrandar el campo de eficacia centro de peones.
del alfil 2C.
Pero eso se lo permitimos con in­
2. Debilitar la posición de l os tención. Porque este centro lo con­
peones en el centro y vertimos en objeto de ataque.
l. P4R, C3AR; 2. PSR, e4D; 3.
3. Destruir l a elasticidad del cen­
P4D, P3D!; 4. P4AD, C3C; S. P4A,
tro e inmovilizarlo.
P X P; 6. PA X P, C3A; 7. A3R. A4A ;
8. C3AD, P3 R ; 9. e3A, D2D; 10.
Kan·Averbach
A2R, 0·0·0.
l. P4D, e3AR; l. P4AD, P3CR; 3 .
Diagrama núm. 60
C3AD, P4D; 4. e 3 A , A2C; S. D3e,
P X P; 6. D X P, 0·0 ; 7. P4R, e3 T;
8, A2R, P4A; 9. PSD, P3R ; 10. 0·0,
P X P; 11. P X P, D3C; 12. P3TD,
A4A; 13. D4TR, e2A!; 14. A4AD,
e:Z.IR!; IS. eSR, e3D!

Diagrama núm. 59

Ahora aparece clara la idea estra­


tégica de las negras : contrapresión
contra el peón SD. Pero la práctica
ha mostrado que en el transcurso
posterior del medio juego las blancas
conservan sin embargo la suprema­
cía : 11. 0·0, P3A ; 1 2. PSD, e X PR;
13. c x e, P x e ; 14. D3 e. No hay
Las negras han llevado a cabo su
el menor indicio de contraataque
plan.
contra el peón dama. 14 • , RIC;
. . .

16. A2T, T IA-IR; 17. e4A, Las 1S. PSA, e X P; 16. P6A!, con ataque
blancas querrían cambiar la pieza decisivo (una variante del teórico so­
de bloqueo, pero el segundo caballo viético Argunov).
ocupa su puesto. En la práctica moderna de los
17• . . . , e x e ; 18. D X C, CSR; 19. maestros tropieza uno cada vez más
A3R, TDIA; 20. A IC, C3D!; 21. raramente c on la defensa Alekhine.
D2R, ASD!; 22. R IT, A4 X A; 23 . Los modernos se permiten actuar

62
contra los principios clásicos, pero el mejor plan. Pero como se ha di­
solamente cuando tienen a la vista cho, la lucha está bajo el signo del
una compensación posicional. En la principio de compensación.
defensa de Alekhine la compensación 14. P5A!, C4T. Las negras no pue­
se muestra en la práctica (por lo den aceptar el sacrificio de peón.
menos en la variante mencionada) Después de 14 . . . . , PR X.P podía se­
insuficientemente satisfactoria. guir: 1 5 . A5CR! , T l R ; 16. P5D, C4R ;
En la partida siguiente las negras 17. P6D, D2D ; 1 8 . A5D, A2C ; 19.
permitieron al adversario construir PR X P.
un centro de peones y se abstuvieron 15. A3D, PR X P; 16. PR X P. ¡Eso
de frenarlo. Le permitieron incluso es! ¡La diagonal está abierta! 16 • ,
. . .

rebasar la línea de demarcación. Pero A 2C ; 17. D2D, TIR. También la


todo esto lo jugaban con intención columna rey queda guarnecida.
« provocativa • . Las negras obtuvieron 18. C3C, D3A; 19. T2AR, TDID.
un contratriunfo posicional : el do­ Pero, ¿ dónde están los contra­
minio de la diagonal 1 TD-8TR y triunfos de las blancas?
control sobre la columna rey ; no es 20. A6TR, A l T; 21. D4Al Aquí
de extrañar que la partida transcu­ los tenemos : presión sobre la colum­
rriese muy duramente. na alfil, posición oprimida del rey
negro. Quizá las negras han subesti­
Geller-Smy::;lov mado el hecho de que la torre 2A no
sólo ataca, sino que al mismo tiem­
l. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3CR; 3 . po cubre también la casilla crítica
C3AD, P4D ; 4 . P X P, C X P ; S. P4R, 2C.
C X C; 6. P X C, A2C; 7. A4AD, 21• , T2D. Aparentemente una
. . .

P4AD; 8. C2R, 0-0 ; 9. 0·0, C3A; 10. reacción lógica: hay que proteger el
A3R, D2A; 1 1 . T IA, TlD; 12. P4Al, punto 2A. Pero con su jugada si­
P3R ; 13. R l T, P3Cl'? guiente muestran las blancas que la
posición está madura para un cam­
bio violento de los valores.
Diagrama núm. 61
22. C4Rl, PSA'? Mejor es abstener­
se de tales tensiones cuando no se
tiene un plan firmemente bosqueja­
do. Geller esperaba 22 . . . . , D2A y
pensaba jugar 23 T1RI, A X C; 24.
.

T X A, T X T ; 25. D X T, con buenas


perspectivas.
23 . A2A, TD2R; 24. T lAD-lA!,
T X C; 25. P X P!

(Ver diagrama núm. 62)

El plan estratégico de las blancas


se muestra más peligroso, porque la
insegura posición del rey negro hace
posibles medidas tácticas.
Como ya se ha dicho en otro lu­
gar : a veces un plan estratégico só­
lido tropieza en una inesperada fi­
Las negras podían frenar el pos­ neza táctica.
terior avance de la falange de peones •25 , P3 A. No se puede jugar 25.
. . .

con 13 • , C4T ; 14. A3D, P4A A


. . . . . . . , T X.D a causa de 26. P X PT mate.
pesar de que las blancas después de Naturalmente las negras al bosquejar
1 5. PR X P, PC X P; 16. C3C quizás su plan estratégico no podían pre­
están mejor, relativamente este era verlo todo. Pero, ¿no se aferró a lo

63
Diagrama núm. 62 Nimzowitsch-Salwe

1. P4R, P3 R ; 2. P4D, P4D; 3 . P5R.


Un medio radical para inmovilizar
la formación de las negras. Estas
quieren a nte todo socavar la base
del puesto avanzado SR, esto es, el
peón 4D, para luego atacar al peón
SR mismo.
3 . . . . , P4AD; 4. P3AD, C3AD; 5.
C3A, D3 C ; 6. A3D, A2D.
El peón 4D está « envenenado » :
6 . . . . , P X P ; 7. P X P, C X PD ? ; 8 .
C x C, D x C ; 9. ASC + , etcétera.
7. P X PI Una nueva idea fabulosa.
Las blancas no quieren aferrarse con­
vulsivamente a la afirmación del cen­
tro de peones. Quieren inmovilizar
totalmente el centro enemigo con
ayuda de la presión de una pieza
inesperado, al arma de dos filos, al fuerte.
romanticismo aventurero en el aje­ 7• , A X P; 8. 0-0, P3A. Parece
. . .

drez? Pero, ¿no sería insípido nues­ como si las negras superasen todas
tro hermoso juego si se previera y las dificultades con la liquidación del
se d eterminara todo como 2 X 2 = puesto avanzado.
4? 9. P4CD, A2R; 10. A4AR!, P X P;
Además: tras 2S . . . . , D x P ganan 1 1 . C X P, C X C; 12. A X C, C� A;
las blancas con 26. D x P + . 13. C2D, 0-0; 14. C3A, AJ D ; 15.
D2R, TD1A; 16. A4D, D2A; 17.
26. DSC!, D2D; 27. R 1C.
C5R, A1R; 18. TD1R. Las blancas
Después de este precavido movi­ han bloqueado el centro con piezas.
miento de rey, a las negras no les Fracasa cualquier intento de hacer
queda ya nada que esperar. saltar la barrera. Sin embargo, las
Se siguió aún : 27 . . . . , A2C; 28. negras han ocupado las columnas
T X P, TSC; 29. P X P + , R 1T ; 30. abiertas (AR y AD), pero a conse­
A X A + , D x A; 3 1. D X T. Las ne­ cuencia de la posición centralizada
gras abandonaron. de las piezas blancas la influencia
de esto no tiene utilidad práctica.
Nuestra exposición no quedaría 18. . . . , A X C , El caballo era de­
completa si no mencionásemos los masiado peligroso. 19. A X A, D3A;
méritos de Aaron Nimzowitsch, es­ 20. A4D, A2D ; 21. D2Al
pecialmente respecto a la contención La centralización no es un fin en
de la falange de peones. sí. Es hora ya de trasladar el centro
Los predecesores de Nimzowitsch de gravedad al ataque por el ala.
se atenían a la regla de que sólo el 21 •, T2AR; 22. T3R! ¡ Nuevas
. . .

centro de peones podía frenar la reservas! 22. . . , P3CD; 23. T3C,


.

agresividad de la falange enemiga de R 1 T.


peones.
(Ver diagrama núm. 63)
Nimzowitsch fue el primer gran
maestro que afirmó que también con 24. A X PT !, P4R!? Finalmente
presión de piezas era posible mante­ queda roto el bloqueo, pero el ala
ner a raya el centro adversario. Su del rey de las negras está ya debili­
tesis la defendió con éxito Nimzo­ tada. No habría sido bueno 24.
witsch en la siguiente partida. C X A a causa de 2S. D6C.

64
Diagrama núm. 63 10. P X A, A2e ; l l . TIR. Quiere
llevar a cabo P4R. ll . . . . , CD2D; 12.
A3D, ASR.
Una jugada débil que sin embargo,
no resulta fácil contrarrestar. Des­
pués de 12 . . . , C5R; 1 3 . A2C, D2A
.

no les habría resultado fácil a las


blancas poner en movimiento su fa­
lange de peones en el centro.

Diagrama núm. 64

25. A6C, T2R; 26. TIR, D3D ; 27.


A3R, PSD; 28. ASC, T X P; 29. T .X T,
P X T; 30. D X P, R lC ; 3 1 . P3TD,
RlA; 3 2. A4T, A l R ; 3 3 . ASA, DSD;
34. D X D, P X D; 35. T X T, R X T; 3 6.
A3D, R3D; 3 7. A X e, P X A; 38.
R lA, A3A; 39. P4TR. Las negras
abandonaron.
Las ideas de Nimzowitsch han
prendido firmemente en la práctica
actual de los maestros. La defensa 13. A lA! El cambio de alfiles no
que lleva su nombre es hoy en día habría hecho más que facilitar el
una de las predilectas. trabajo de las negras.
En la partida siguiente las negras 13 • . . . , D2A; 14. C2D, A3e; 1 5.
intentan durante mucho tiempo afir­ A2e, CSR; 16. P3AI, c x e ; 17.
mar el equilibrio en el centro me­ D X e, P4R; 18. P4R, TRlD. Está
diante presión de piezas, pero des­ frenado el posterior avance del peón
pués de algunos descuidos pierden. rey, pero las blancas reciben en el
centro un fuerte peón libre.
Taimanov-Spassky
19. D2AR, P3A ; 20. P4TD!
l. P4D, e3AR; 2. P4AD, P3R ; 3 . Le crea al adversario una nueva
C3AD, ASC; 4 . P3R, P4A; S. A3D, debilidad en el ala de la dama y abre
P4D; 6. C3A, 0-0; 7. 0-0, PD X P; 8. la columna torre dama.
A X P, P3CD. 20. . . . , A2A; 21. PSDI
Cede a las piezas la exclusiva tarea
Las blancas bloquean el centro, .pa­
de encargarse de la contención del
ra poder «trabajar. en ambas alas
centro enemigo.
9. P3TD, A X C. Es cambiado el
sin que las molesten.
caballo porque desempeña un gran 21. . . . , ClA; 22. P4AD, C3e; 23 .
pepel en la lucha por el centro. La T3T, AlR; 24. PST, TlTlC; 25.
tarea de la pareja de alfiles por el P X P, P X P; 26. T IRIT.
momento no es muy relevante, en La columna abierta está ocupada.
todo caso importa más la contención Las blancas procuran también, en el
del centro. Sin embargo, habría sido ala del rey, dispersar a las piezas
más acertado 9. . . . , P X P. enemigas.

65
5 . - AJEDREZ DE ENTRENAM IE,_TO
26, . . . , A2D; 87. P4TI, D3D; 28. Se siguió aún : 39. P X P, PSA; 40.
P3C, TlAR; 29. PST, ClT; 30. T7T, T4C, TlD lAD; 41. P6C, P6A; 42.
C2A; 3 1. AlA, P3 T; 3 2. T l3T, CSC; D3C, P7A; 43. T4A, T X P; 44.
33. A2CR, C2A. T X T + , A X T; 45. D X P, T IC; 46.
Las negras trotan sin plan aquí y A X C! Quita de en medio a un posi­
allá : el primer síntoma de que están
ble bloqueador. 46• . . . , PT X A; 47.
completamente mareadas.
D6AI, DID; 48. P6D, A3R; 49. T7R,
3 4. A3R, TR ID; 35. T3C. Se ha
A2A; SO. D7A, TIA; S l. T X Al,
descubierto un nuevo objeto de ata­
T X D; 52. P X T, DIT; 53. T7D. Las
que 35 . . . . , AlA; 3 6. D2T, A2D; 3 7.
negras abandonaron.
R2T, CSC; 38. D2C, P4C. Este sa­
crificio desesperado no alivia la po­ ¡Una partida de posición particu­
sición de las negras. larmente aleccionadora!

66
PRACTICAS

31 32
Juegan las blancas Juegan las negras

33 34
Juegan las blancas Juegan las blancas

35 36
Juegan las blancas Juegan las negras
L e cc i ó n 9
LA CLAVADA

Ya nos hemos referido de paso al Diagrama núm. 65


principio de la clavada. Queda aún
mostrar de modo más exacto la gran
importancia de la clavada en la par­
tida práctica.
Un ejemplo clásico de la clavada
en dirección diagonal y vertical lo
ofrece la partida siguiente.

Alekhine-Nimzowitsch

l. P4R, P3R ; 2. P4D, P4D; 3 .


C3AD, A5C; 4 . P5R, P4AD; 5. A2D,
C2R; 6. C5C, A X A + ; 7. D X A, 0-0;
8. P3AD, P3CD; 9. P4AR, A3 T; 10.
C3A, D2D; l l. P4TD, CD3A; 12.
P4CD!, P X PC; 13. P X P, A2C; 14.
C6D, P4A; 15. P5T, ClA; 16. C X A,
D X C; 17. P6T, DlAB.; 18. A 5C,
C l2R; 19. 0-0, P3 TR ; 20. T lAR-lA, En el ejemplo siguiente las blancas
T 1AR-1A; 21. T2A, D 1R. atrajeron a las negras a una peligrosa
clavada.
Hay que intentar sacudirse una
clavada lo más rápidamente posible.
(Ver diagrama núm. 66)
Pero en este caso la jugada 2 1 . . . . ,
C I D no habría aliviado la posición 13. P4CD!, D3C + ; 14. R 1 T,
de las negr�s : 22. TI TIA, T x T ;
C X PC; 15. C X P, T X C; 16. A X T,
2 3 . T X T, TIA ; 24. T X T, C X T ; 25.
D X A; 17. T ICD!
D3A, C2R; 26. D7A con gran venta­
De esta clavada no pueden librar­
ja de posición.
se fácilmente las negras. En el caso
22. TIT IAD, TITIC; 23. D3R, de 1 7 . . . . , D4T el caballo quedaría
T2A; 24. T3AI, D2D ; 25. Tl2A, clavado con 1 8 . A2D, a I7 . . . . , D4A
RlA; 26. D lA, TlClA; 27. A4T! El sigue I 8 . D4T, y I7 . . . . , D5A no
golpe decisivo lo asestará el peón conviene a causa de I 8 . TIA.
caballo. 27. . . . , RlR; 28. P4TI Las 1 7. . . . , A3 T; 18. D6D!, P3A; 19.
negras abandonan. T IA-lA, D6D; 20. T X C, P4C; 21.
Las negras no tienen ninguna ju­ T4D, D4C; 22. P4TD!, D2C; 23 .
gada razonable : se encuentran en T7A, D8C + ; 24. TlD. Las negras
zugzwang. abandonaron.

68
Alekhine-Chajes 9. . . . , D2R. Con la idea de jugar
CID-C3R-C5A-C3C.
Diagrama núm. 66 10. TIR, C I D; 11. C2DI Las blan­
cas tienen la intención de llevar el
caballo a 5D y aumentar la presión
contra 6A. De muy buena gana alen­
tarían al adversario a hecer el mo­
vimiento P4CR.
11 • . . . , C3R; 12. A4T, CSA; 13.
C IA, P3 T? Caen en la trampa. De­
bieron haberse librado de la clavada
con 13 . . . . , CJC ; 14. A5C, P3T.
14. P4D, P4CR.
Las negras se han librado de la
atadura sin contemplaciones, y por
cierto a costa del debilitamiento del
ala del rey. Ahora las blancas se es­
forzarán en explotar esta circuns­
tancia. La clavada ha cumplido su
misión de restringir al adversario.
También bajo el signo de la cla­ IS. A3C, C2T ; 16. P4A, P3AD; 17.
vada se perdió la lucha estratégica P3AD, P4C; 18. PA X P, PT X P; 19.
en la siguiente partida. A3C, A3R ; 20. D2D; D2T; 21.
TITIC, R I T ; 22. P3A, TICR.
Schlcchter-Tarrasch
A las negras les resulta difícil con­
l. P4R, P4R; 2. C3AR, C3AD; 3 . certar un plan acertado ; por el mo­
ASC, P3 T D ; 4 . A4T, C 3 A ; S. C3A, mento se limitan a esperar.
ASC; 6. o-0, 0-0; 7. P3 D, P3 D; 8. 23 . RIT, D2A; 24. A2A, TIT-IAD;
ASCR, A X C; 9. P X A. 25. C3R, T I T; 26. T IC I D, TRID; 27.
A X A, P X A; 28. C4C, R2C; 29. A3R,
Diagrama núm. 67 C3 A; 3 0. C X C, R X C; 3 1. P3C, C3C;
3 2. P4ARI Queda rota el ala del rey.
32 • . . . , PR X PA ; 3 3 . P X P, P X P; 34.
A X P, C X A ; 35. D X C + , R2C; 3 6.
T IC + , R2T. Ahora las blancas, con
un golpe táctico, podían inclinar de­
cisivamente la partida a su favor : 37.
T3D 1 , con amenaza imparable 3 8 .
D x P + 1 , R >< D ; 39. T 3 T mate. Pero
jugaron 3 7 . D6A y ganaron en el mo­
vimiento 49.
A veces incluso grandes maestros
sobreestiman en tales posiciones la
eficacia de la clavada y opinan que
el adversario no se « arriesgará• a
hacer el movimiento de eXJpulsión
P4CR.

(Ver diagrama núm. 68)


La clavada del caballo en 6A pro­
mete a las blancas una cierta inicia­ Las negras jugaron sin embargo :
tiva. Por eso las negras procurarán 9• , P4CRI El caballo permaneció
. . .

ante todo librarse de esa atadura. a sabiendas en su sitio para proteger

69
Keres-Botwinnik Matanovic-Taimanov

Diagrama núm. 68 Diagrama núm. 69

el centro. Naturalmente el movimien­ 14. . . . , P3 T ; 15. A4T? Movimien­


to del texto debilita la posición del to jugado bajo la impresión psicoló­
rey ; pero la lucha en el ala opuesta gica de no levantar en ningún caso
se enciende con una violencia tal, la clavada. Aún no era demasiado
que las blancas simplemente no con­ tarde para jugar 1 5 . A3K.
siguen explotar esta debilidad. 15• , P4CR!; 16. P5D. Sólo aho­
. . .
10. A3C, P X PI ; 1 1. D X P, C3A; ra se da cuenta de lo desagradable
12. D4TD, A4A; 13. P3K, TIAD; 14. de la posición : no puede hacer 16.
A3D, D2D; 15. K 1C. Amenazaba un A3C a causa de A X.A ; 17. P x A,
jaque devastador. Las blancas se me­ CXP!
ten en un encierro.
16 . . . . , C4TD ; 17. D4T, A2DI; 18.
15 . . . . , A X A + ; 16. T X A, D4A;
D2A. Se pone de manifiesto que 18.
17. P4K. La única posibilidad de pre­
D X C lleva inmediatamente a la de­
venir graves pérdidas materiales.
rrota a causa de P3C. Las negras ex­
17. . . . , C X P; 18. KIT, 0-0. Tras
plotan ahora hábilmente la situación
18 . . . . , C4A habría sido fastidioso el
movimiento de espera 19. T3K + . 19. para agrupar sus fuerzas de un modo
favorable.
TID, P4C!; 20. D X P, C5D; 21. D3D,
C7A + ; 22. K1C, C5C! Las blancas 18 . . . . , P X A; 19. P4CD, D2K; 20.
abandonaron. P X C, D4K; 21. R 1A, TD1K; 22.
C 1CK, D7T; 23 . ASA, Kl TI Quieren
(Ver diagrama núm. 69) explotar la columna de caballo. El
peón doblado en la columna de torre
Las blancas podían jugar 14. C4R les presta buenos servicios.
y después de 14 . . , C x C ; 1 5 . A x C,
. . 24. A X A, T ICK! ; 25. A4C.
igualando así el juego. Pero conti­ Un hermoso mate seguiría a 25.
nuó conforme a patrón : 14. A5CR. A x T, con estas jugadas : 25 . . . . ,
Una jugada « normab ¿ qué se pue­
D x P + ; 26. K2K, T x A + ; 27. R3D,
de objetar contra ella? Despliega el
ala de la dama y clava al caballo ne­ D3C + ; 28. R2D A5A, mate.
gro. Pero las blancas han pasado por 25 . . . . , C X A; 26. T1K. También
alto una determinada característica 26. P X C, T X P ; 27. P3A pierde a
de la posición. causa de 27 . . . . A4A , .

70
26• . . . , C3A; 27. T X T, D X P+ ; Lowenfisch-Fahmi
28. R2R, T X T + ; 29. R3D, D3C + ;
3 0. R2D, A5A + ; 3 1. RlD, D X C, Diagrama núm. 71
mate.

Un enérgico contraataque puede


llevar al absurdo la eficacia de una
clavada. Para explicar esto he aquí
un ejemplo elemental : l. P4R, P4R ;
2. C3AR, P3D ; 3 . A4A, A5C ; 4.
C3A, P3TR7 ; 5. C x.P I , A x D ; 6 .
A x P + , R2R ; 7. C 5 D , mate. E l lla­
mado «mate de los guardiamarinas » .
N o s e debe olvidar que e n l a cla­
vada la eficacia de la pieza o del
peón se ve considerablemente redu­
cida e incluso cesa parcialmente. Pa­
ra atraer al adversario a semejante
-
atadura, los llamados sacrificios de
atracción son frecuentemente un me­
dio eficaz.
2. A X P + , R2A; 3 . P4CRI, RIR.
Había la simple amenaza 4. P5C.
Bronstein-Sergueiev 4. A5A, R2D; 5. T X Al
Es interesante que sólo este chiste
Diagrama núm. 70 táctico (naturalmente sin gracia nin­
guna para las negras) afiance la ven­
taja. Un reforzamiento metódico de
la presión con 5. T2R, D3D ; 6.
TIAIR, A X A o 5. A X A, C X A ; 6.
T2R, D3 D ; 7. TIA- I R, TlR, no ha­
bría le grado nada.
5 . . . . , C X T ; 6. TIR, D4A; 7. T X C
y las blaacas ganaron fácilmente.

Kotov-Keres

Diagrama núm. 72

l. T8D + II, R X T; · 2. D X D.

(Ver diagrama núm. 71)

Nada resulta de l . A x P.+ , C x A ;


2. D X D, C x D ; 3. T X A, C3AD.
Por eso las blancas juegan primera­
mente l. A5A 1 , para después de l •

. . . , CID eJq>lotar eficazmente la po­


sición indefensa de la dama.

71
14. A1CI Con la es¡pantosa amena­ D7T +, R1A. La fuga del rey no hace
za 15. D2A. Las negras tratan de ce· más que dilatar la lucha.
rrar inmediatamente la diagonal y
20. P4AI, C X P; 21. P5A. ¡ Aper­
ju egan :
14• . . . , P4CR; 15. DlA, C3C; 16. tura de columna 1 21. . . ., P X P; 22.
C4AII La famosa clavada en cruz. 0-0, AlA; 23. A X P, A X A; 24. T X A,
16. . . . , P X A. En caso de 16 . . . . , D1R, R1R; 25. T X P, R2D; 26. D5A + ,
entonces 17. C5T, D3A ; 18. P X P, R3A; 27. D6A + , R2D; 28 . P6R + ,
P X P ; 19. A3C seguido del prosaico R3A; 29. T X T, D X C; 30. T X P + I,
P4TR. R4C; 3 1. D7R, P4TD; 32. D7D+ ,
17. C X C, TlR; 18. C8Tl!, T2R; 19. R3T; 3 3 . TIC. Las negras abandonan.

72
PRACTICAS

37 38
Juegan las negras
Juegan las blancas

39 40
Juegan las blancas
Juegan las blancas

41 42
Juegan las blancas Juegan las blancas
L e cc i ó n 10
¿QUE ES RELATIVAMENTE LO MAS
VALIOSO?

Cualquier jugador práctico sabe l. En caso de que se haya pro­


que una dama equivale a dos torres. cedido al cambio de la mayoría
Una pieza menor y uno o dos peones de las piezas y sea posible
compensan la p érdida de la torre, iniciar un ataque contra el
tres .peones la de una pieza menor, rey.
alfil y caballo son equivalentes. 2. Cuando están acompañadas
Pero esta tabla de valores no de­ por un peón libre muy avan­
bemos concebirla como una fórmula zado. He aquí dos ejemplos.
inexorable. Sólo puede proporcionar­
Panov-Bontsch-Osmolovsky
nos aproximados puntos de referen­
cia en los cambios. Las piezas ·se en­
Diagrama núm. 73
cuentran siempre en movimiento,
actúan aquí fuertemente, débilmente
allí, atacan de pronto y se retiran de
improviso en la defensiva. Por eso
oscila el valor relativo de las piezas.
Sobre la base de una gran experien­
cia práctica se ha conseguido formu­
lar algunas leyes que primordialmen­
te son de naturaleza estratégica. En
los trances ·puramente combinatorios
tropezamos con un profundo y total
trastrueque de los valores materiales.

El contravalor de la dama

Antes de que pongamos algunos


ejemplos, queremos dejar bien sen­
tado :
El valor relativo de las piezas de­ Las blancas jugaron 27. P X P y
pende de la característica determina­ las negras contestaron 27 . . . . , A X P
da de la posición, de hasta qué punto (era mejor 2 . . . . , P X.P). Después de
28. A X A, T X A; 29. D X TI, P X D ;
esta o aquella pieza o un grupo de
3 0. T X T + , R2 T la posición de las
unidades de combate están aposta­
negras era desesperada porque las
dos activamente. torres conquistaban la séptima fila
Dos torres son más fuerte que la y no querían meter a la solitaria da­
dama en los siguientes casos : ma en un contraataqque.

74
CJA seguido de P5R o P 5A. Ahora Flohr-Thomas
obtienen las negras algo de contra­
juego. Diagrama núm. 94
28. . .. , P4CR, El caballo toma la
casilla 5A, pero con ello permite la
apertura y ocupación de la columna
torre rey.
29. P4TI, P3 T; 3 0. P X P, PT X P;
3 1 . T IT, C3D; 3 2. T6TRI, T2R; 3 3 .
C3A, TDIR.

Diagrama núm. 93

En este caso las blancas simplifica­


ron forzadamente la posición de mo­
do combinatorio: 20, C5AII, P X C;
A X C, P X A; 22. T X AI, T X T; 23.
D3C + , R2T; 24. D X T.
El medio juego se ha transforma­
do en un juego final ganado. •Her­
mosos » aparecen los triples peones
en la columna alfil. Además las blan­
cas dominan para colmo las colum-
33. P5RI Las blancas saben conti­ . nas abiertas.
nuamente plantear nuevos proble­ 24• . . . , TICR; 25. P3C, R3C; 26.
mas al adversario. 34 . . . . , P X P; 35. T7R, D6A; 27. T X PT, TIR; 28.
C5D + , P X C; 3 6. T5A+., RlC; 3 7. T7R.
T X C, P X P; 38. T5 X PI, T6R + ; 39. Una maniobra característica de
R4AI, T IA+ ; 40. R X P, T6CR; 41. cambio. Todo cambio disminuye
P6A. El peligroso peón libre y el rey cualquier posibilidad de contraata­
activo aseguran la victoria a las que, y las blancas pueden pasar a
blancas. una «tranquila» eJGI)lotación de la
41 . . . . , T X P + I; 42. R5R, T5AR ; ventaja material.
43. T8DI, T X . T ; 44. T X T + , R2A; 28 • , T X T; 29. D X T.
. . .

45. T8CR, R2D; 46. T7C + , RIR; 47. En el juego final de damas el
T X P7CI bando más débil quiere pescar en
aguas turbias, procurando amenazar
Un caso paradójico. Si no estuvie­
con el jaque perpetuo. Pero las blan­
se el peón negro en 4C, la partida
cas están en guardia.
acabaría en tablas.
29 • . . . , D8D + ; 3 0. R2C, D7A; 3 1.
47• . . . , T7A; 48. R6R, T7R + ; 49. D3R, D X PT; 32. D X PC, D IT-1-;
R5A, P5C; 50. R6CI ¡Un soberbio 3 3 . R IC, DST + ; 34. R2C, DIT + ;
escondite para el rey! 50• . . . , T7AR; 35. R IA, P5A; 3 6. D4D, P X P; 37.
51. P7A+, R IA; 52. T8C + , R2R ; PTXP, P4A; 3 8. D5D! ¡La dama
53. T 8 R+. Las negras abandonaron . centralizada!

85
3 8. . .. , D6T; 39. P5A, P5A; 40. Prun-Vistanezkis
P X P, P3A ; 4I. R2C, D8A; 42.
D4R + . Las negras abandonaron. Diagrama núm. 96
El cambio puede tener como obje­
tivo debilitar casillas estratégicamen­
te importantes.

Mescbgailis-Kemenberg

Diagrama núm. 95

portante jugada de espera que ade­


más perjudica también al ala del rey
blanco.
4. P X A, A X C; 5. A X A, P X A; 6.
D x P, T IA-IR. Empieza la ocupación
de las casillas blancas. 7. A 2A, T3Rl;
8. T3D, TIC-IR. ¡ Centralización l 9.
Como de costumbre, el alfil negro T IR, C5R!; 10. T2R, T3C. Centra­
en fiancbetto protege la casilla P3A. lizar no es un fin en sí ; se inicia el
El plan blanco consta de dos partes : ataque por el ala.
cambiar el alfil 2C y luego ocupar la 11. R2T, D2D; 12. AIR, T3A; 13.
diagonal debilitada. D2C, D5C; I4. P4C, C4C; I5. P4R,
I4. T IC!, TIR; I5. P4CD, DID; D4T + ; 16. RIC, C6T + .
I6. A2C!, TIC; I7. D2D, P3C; 18. Las blancas abandonaron.
A X A, R X A; I9. D3A + P3AR; 20. Cuando hablamos del acertado em­
T2C, D2R; 2I. P4A, DIA; 22. T2C-
pleo de los alfiles y de las torres, pu­
2R, TD ID; 23. P4C!, C5T. Ahora si­ dimos convencernos de cuan impor­
gue una pequeña combinación. 24. tante arma estratégica es toda acción
C X PA! T X T. No 24 . . . . , D X C a favorable de cambio.
causa de 25. D X D. Para terminar, quisiéramos poner
25. C x A + , RIC; 26. C X D, en guardia contra algunas posibili­
T x A + ; 27. RIT, T X C; 28. T7R. dades desfavorables de cambio.
Las negras abandonaron.
En el ejemplo siguiente las negras (Ver diagrama núm. 97)
debilitan después de un cambio for­
zado todo un territorio de casillas. 7. C X C, P X C; 8. D3D, A2R ; 9.
0-0, 0-0; IO. P4A, C2U; 11. P5A?
(Ver diagrama núm. 96) Favorece el contraavance P4D.
11 • . . . , A2C; I2. D3 T, P4D ; 13.
l. . . . , P4Rl; 2. P5A. AJA, D3C + ; I4. R IT, P5D!; I5.
En caso de que las blancas cam­ CID, A3T; I6. TIR, D4T ; I7. P3A,
bien en 5R, queda débil el peón P 3 R. P X P; I8. C X P, C4A. La casilla 6D
2. . . . , P5R; 3 . A 2R, A X PC! Una im- está completamente debilitada. 19.

86
Stalda-KJawin Nimzowitsch-Taubenhaus

Diagrama núm. 97 Diagrama núm. 99

l . . . , C X A? Destruye al alfil, que


.
A3R, C6D; 20. P4CR?, A4A; 21.
puede prestar servicios valiosos en el
D2C, C X T; 22. T X C, A X A; 23 .
ala del rey, pero la jugada tiene sus
T x A, TlT-lC; 24. TIR, DSC; 25. lados oscuros, porque :
D3C, D X PC, y las negras ganaron.
1.0 refuerza el centro blanco;
2.0 abre a las blancas la colum­
Diagrama núm. 98 na alfil, y
3.0 hace posible el avance del
peón a 4R.
2. P X C, P4CD? Debilita la casilla
4A. Era mejor 2 . . . . P4TD y TOlA.
,

3. TSAI, T IA-lA; 4. TID-lAD,


P3 C; S. P3 TD, C l R ; 6. P4CD, C3D;
7. D2AR, P4A; 8. D4A, ClR; 9. A2R,
C3D; 10. A3A. Las blancas refuerzan
continuamente la posición de sus
piezas.
10. . . ., T X T. Ahora las blancas
obtienen un peón libre. 11. PD X T,
ClR; 12. T1D, C3A; 13. P6A, AlA;
14. P7A, T2T; 15. T8D + , R2C; 16.
T X A, T X P; 17. C X P. Las negras
abandonaron.

(Ver diagrama núm. 100)


6• . . . , A X A. Un cambio desfavo­
rable : abre al adversario después de 12. . . . , PSA, 13. P X P? Un grave
7. P X A la columna alfil y refuerza error posicional. Las negras reciben
la casilla 40. La debilidad estática una casilla fuerte en 4.R. Se destruye
del peón doblado en la columna rey la trabazón de la cadena de los peo­
no tiene ninguna importancia prác­ nes . blancos: en la situación blanca
tica. nacen «islotes de peones» aislados

87
Alatorzev-LOwenfisch Diagrama núm. 101

Diagrama núm. 100

La ventaja de posición de las ne­


gras es abrumadora. Aislado y débil
está el peón en 2T, el alfil en 2C de­
(en 2T). Mejor era 1 3. P4CR, a pesar
sempeña un papel pasivo (es «malo» ),
de que las negras, después de 13 . . . . ,
las casillas negras son muy débiles
P4TR, podían tomar la iniciativa.
en el campamento blanco, esto es,
13 . . . . , P X P; 14. C3A, C3CR; 15. carecen de protección. 28. R3 D,
TI A, D2R ; 16. T lR, C2-4R; 17. P3 T!; 29. P3 T. Ahora nace una de­
C3A X C, C X C; 18. P3 A, P3CD! bilidad crónica en 3CR. 29 • , T4C ! ;
. . .

Una jugada nada « vistosa » ; cum­ 30. T 2 T , T 6C ; 3 1. P4TR, T lCR; 3 2.


ple la impo rtante función de dificul­ R2R, P4CR!; 3 3 . P X P, P X P; 3 4.
tar el movimiento P5A. R2A, P5C! ; 35. T5T+, R5D; 3 6.
19. C X C, D X C; 20. D2D, A2D; T l D+, R6A; 37. T7T, .PXP¡ 38.
A lA, R7 A ; 39. T3D, A6T!; 40.
21. D3A, T lA-lRI En lT debe que­
T X P3A, T X T+; 41. R X T, A x A;
dar una torre para poder responder
42. T X P, TlARI; 43. T6A, R6D;
a 22. P4CD con P4TD. 44. T X PD, A7R+; 45. R2A, P6A;
22. D X D, T X D; 23 . P3 TD, P4TD ; 46. T6T, T lCR; 47. T2T, R X PR;
24. P3C, R2A; 25. R2A, R3A; 26. 48. T4T+, R6D; 49. T2T, T3C. Las
R2R, T4T; 27. T lTR, R4R! blancas abandonaron.

88
Lección 11
EL ATAQUE AL REY

Creo que no se exagera al decir Los reyes se encuentran en alas


que en el momento en que tomamos opuestas
la decisión de pasar al ataque directo
al rey se apodera de nosotros la vi­ Los rasgos característicos de se­
brante alegría del combate y una ma­ mejantes posiciones son:
ravillosa excitación creadora.
l. Con objeto de abrir columnas
Hemos podido convencernos de y diagonales, se puede avanzar
que el ataque necesita ciertas condi­ mucho los peones en las pro­
ciones previas posicionales. He aquí ximidades del rey enemigo sin
las más importantes : desguarnecer al rey propio.
l. La mejor colocación de las pie­ 2. Las fuerzas combatientes de­
zas (el juego conjuntado, ar­ ben estar preparadas para,
mónico y activo), la superio­ después del debilitamiento de
ridad del material de las pie­ la posición del rey adversario,
zas en el lugar de la lucha. penetrar en las brechas.

2. Un control sobre el centro, que 3. Como el adversario no está


cdormido » y querrá también
usualmente lleva a una venta­
por su parte atacar al rey en el
ja en el espacio (o estabilidad
ala opuesta, se debe procurar
en el centro cerrado y blo­
ser el primero en tomar la
queado de peones). iniciativa y junto a esto para­
3. La . p osición del rey enemigo lizar con medios económicos
debe estar debilitada o noso­ el ataque enemigo.
tros debemos estar convenci­ 4. Buenas condiciones .previas
dos de que conseguiremos para el ataque las ofrece la po­
causar las debilidades. ción insegura y debilitada del
Estudiemos la serie según los mé­ rey.
todos más importantes de lucha que
se utilizan eR el ataque al rey en caso Imaginémonos lo siguiente : los
de: peones negros se encuentran en 2A,
2C, 2T. Basta que avance el peón 2C
l. Los reyes han enrocado en a 3C para que tengamos ya una
alas opuestas. propicia referencia de ataque para
intervenir con P4T y P5T y abrir así
2. Ambos reyes se encuentran
la columna torre. En caso de que el
en la misma ala.
peón torre haya ido de 2T a 3T, tra­
3. El rey se halla en el centro. temos con P4C-P5C de abrir la co-
lumna caballo o procuremos desguar­ 15 • , C2D! Las negras trasladan
. . .

necer completamente la posición del inmediatamente nuevas reservas al


rey atacado con un sacrificio des­ al ala de la dama. 16. P5A, C4A; 17.
tructivo en 3T. D3AR, PSTII
Observemos por tanto que la for­ Excelente y valerosamente jugado.
mación de peones alrededor del rey Por lo demás son cualidades indis­
adversario es una guía no subestima­ pensables de carácter en el juego
ble para nuestras acciones de comba­ agresivo: valor, sangre fría y con­
te en semejantes posiciones. fianza en sí mismo.
Las negras sacrifican una pieza, ya
He aquí ahora algunas ilustracio­
que la lucha se desarrolla ante todo
nes sobre lo dicho.
bajo la divisa « ¡Tiempo, tiempo l »
Si son ellas las primeras que consi­
Gereben-Geller
guen arremeter contra el rey, ya tie­
nen la azada en la mano.
Diagrama núm. 102
18. P4T. Pero esta jugada sólo
tiene un carácter • declarativo» , por­
que, como ya se ha dicho, el ala del
rey negro no está debilitada. Pero
además debe subrayarse lo siguiente:
las piezas blancas permanecen muy
pasivas y aunque consiguieran des­
guarnecer al rey enemigo no podrían
atacarlo inmediatamente de un modo
eficaz.
18 • , P X P; 19. PT X P, T7T! La
. . .

torre ha penetrado ya en el campa­


mento enemigo. 20. P X A, P X P; 21.
D3R, D4T! Ahora amenaza ya 22 .
.. , T XA; 23 . R x T, D6T + y TlT.
22. P4A, T X A !
Es destruida la mejor pieza defen­
siva del rey blanco.
13 • , P5C! Primeramente se fija
. . . 23. R X T, D6T+; 24. R lC, TlT.
al peón blanco en 3C, se lo clava en El ataque negro se ha desencade­
su sitio. 14. C 2R, P4TD. nado.
El plan estratégico de ataque de Las favorables condiciones previas
las negras consta de dos partes. están a la mano :
l. Después de P5T y P X PC debe l. El rey blanco se encuentra
quedar abierta la columna desguarnecido.
torre. 2. Las negras tienen superioridad
2. Luego, con sus fuerzas pene­ de material en el sector deci­
trará en el ca.r:npamento ene­ sivo.
migo (en la •arteria» abierta)
25. C iA. Se acumulan nuevas re­
y finalmente
servas defensivas. 25 , D8T + ; 26.
• . . .
3. Acumular nuevas reservas pa­ R2A, T7T+l
ra el ataque al rey.
Las negras son implacables. Con
15. P4AR. También las blancas los movimientos del texto le arre­
planean un ataque de envergadura ; batan al rey la última ahoja de pa­
pero no les resultará fácil abrir co­ rra » .
lumnas : la falange negra de peones 27. CXT, DXC+; 28 . R .. ...,.,
2A, 2C, 2T está intacta. C X P+ .

90
Con especial vistosidad resalta Diagrama núm. 103
aquí en el primer plano la impor­
tancia de la iniciativa. Las negras
fuerzan continuamente al contrin­
cante a prestar asentimiento a su
áspera voluntad. No siempre la ini­
ciativa se presenta de modo tan
obligatorio, pero es el más ima>or­
tante fenómeno que acompaña a todo
ataque con éxito.
29. D X e, D X D.
El peligro de mate es suprimido a
costa una gran pérdida de material.
El resto es una cuestión de técnica
sin complicaciones.
3 0. T2D, D6A + ; 3 1. T2A, D6R+;
32. R2C, D6T + ; 3 3 . R le, P6C ; 34.
T2C, D5C; 35. P5e, A l DI
El alfil busca un nuevo círculo de
Al movimiento según patrón 16.
actividad.
P X P habrían seguido con mucha
3 6. TlAD, A3e; 3 7. A3T, R2A;
fuerza 16 . , A3A.
3 8 . P5T, A5D; 39. P6C + , P X P ; 40.
. . .

16 . , P X C ; 17. D3A. La dama


p X P + , R2R. Las blancas abando­
. . .

debe reservarse para apoyar el ata­


naron.
que planeado.
Pero no se debe ¡pensar que todas 17 • . . . , A4D; 18. A4D, T l A ; .19.
las partidas por el estilo son tan fá­ D3eR, P4TRI Un momento muy ms­
ciles y que transcurren «como sobre tructivo. El atacante debe procurar
ruedas». A menudo el atacante tiene abrir las esclusas del ataque, el de­
que contar con un peligroso contraa­ fensor, por el contrario, tiene que
taque. cerrarlas. A costa de un peón, las
negras consiguen impedir la devasta­
Woskanjan-Simowit�h
dora abertura de la columna caballo.
Esto le permite recobrar el aliento
l. P4R, P4AD ; 2. e3 AR, P3D ; 3 .
y conseguir contrajuego.
P4D, P X P; 4. e X P , e3AR; S . e3AD, 20. A X PT, D4T; 21. P3 T, DST;
P3TD; 6. ASeR, P3R ; 7. D2D, P3 T;
22. T2T, T5A ; 23. A6AI, TlA·lAD.
8. A 3 R , A2R; 9. A2R, 0-0; 10. P4A,
e 3 A ; 11. 0-0-0, A2D. Diagrama núm. 104

(Ver diagrama núm. 103)

Las directrices de los ataques de


ambos bandos quedan determinadas
por la estructura estática de la po­
sición.
Las blancas tratarán de abrir la
columna CR con P4CR PSe. Las ne­
gras por su parte pondrán todo el
peso en explotar la columna alfil
dama.
12, P4CRI, e X e; 13. D X e, A3A ;
14. P4TR, P4DI L a reacción más
eficaz contra cualquier ataque por
el ala es el contragolpe en el centro.
15. PSe, e X P; 16. (:X C.

91
El punto culminante de la encona­ Lipnizky-Sacharev
da lucha.
24. PJC. Casi forzado. No se juega Diagrama núm. 105
24. A x A a causa de 24 .... , T X P + ;
25. R1C, T X T; 26. D x T, D6C; 27.
T X A, P X T, y los peones negros li·
bres son muy peligrosos. A 24. T1-2D
podría seguir 24. . .. , P6R!
24 . ... , A X P + . Hasta aquí las
negras han actuado de un modo muy
sobresaliente, se han defendido de
manera activa y enérgica y han sabi­
do evitar la puñalada P6C. Pero este
movimiento palmario lleva a la de­
rrota. Debieron jugar 24 . . .. , D .X .P + .
Después de 25. A2C, T6A!; 26. D X T,
T x D ; 27. A X . D , A X A+ las negras
tienen a cambio de la calidad un
peón y dos fuertes alfiles. Ahora la
posición negra se desmorona rápi­
damente.
25. R 1C, D5C. Esta retirada da a
las blancas la posibilidad de simpli­ El asalto de los peones blancos
ficar inmediatamente. está en todo su apogeo. Pero la co­
26. P6C! Abre decisivamente la co­ lumna abierta es un contratriunfo
lumna caballo. La lucha estratégica nada despreciable de las negras.
empezada en el movimiento 1 2.0 ha 16. P6C!, D4T. Amenaza D6T! A
hallado su final. 16 . . . . , PA X . P podrían seguir 17.
26 . . . . , P X P. Todavía el alfil está PT X P, PT x P ; 18. P X P, PA X P ;
intacto : 26 . . . ., P X A; 27. P X P + , 19. C X P, P X C: 20. D X P + , T2A;
R1A; 28. D8C + , R2R; 29. D8R + I 21. TST + I
27. D X P, T5·2A; 28. T2C, A X P. En caso d e que las negras después
Parece peligroso, pero una vez de 16 . . . ., PA X P ; 17. PT X P cierren
más las negras llegan con retraso de la columna torre con P3T, las blan­
un tiempo. A 28 . . .. , D1A habría se­ cas tienen la posibilidad de asaltar
guido simplemente 29. T1D1C. esta barricada : 18. P X P, PA X P ; 19 .
29. D X P + !, T X D ; 30. T X T+ , C X P, P X C; 20. D X P + , RIT ; 21.
R1A; 3 1. T7A + , R 1 R ; 3 2. T7T+. A4D! , A3A (2L . .., C3A; 22. D5CR!,
Las negras abandonaron. El gran C1C; 23. T X P + I) ; 22. T X P+I,
maestro S. Tartakower escribió en P x T ; 23. TlT, R2C; 24. T X P!
sus tiempos: « El juego del ajedrez 17. P X PT + , R 1 T .
es a menudo la tragedia de un tiem­ A veces es conveniente esconder
po. • Sí, en ataques semejantes fre­ al rey detrás del peón del adversario.
cuentemente cuelga todo de un hilo Pero aquí esta maniobra no brinda
de seda. Aquel cuyo ataque avanza ninguna salvación: La casilla 2C en
más rápido, gana. la columna abierta se convierte en
Para terminar, quisiéramos añadir objeto accesible para el ataque.
aún : sucede que un plan estratégi­
18. T lD1C, D5C; 19. P3C, P X P;
co, lógico y motivado tropieza en un
20. A4D, P4R; 21. P X P, P4AD.
imprevisto lance táctico. Entonces
no hay nada que hacer : en las posi­ A esta posibilidad táctica se ha­
ciones duras y dinámicas todo es po­ bían abandonado las negras.
sible . . . 22. A4AI Con la espantosa ame­
Seguimos una interesante lucha n;;tza D2C. Las negras habían espe­
estratégica en el ejemplo siguiente. rado solamente 22. A3R, a lo que

92
podría seguir: 22 . . .., C x P; 23. A6T, 19. . . . , C4D. Contra 1 9 .
P X A ; 24. D x P, C5C; 25. A X C, C X A+ tenía pensado Keres 20.
D X C 1 con contrajuego. P X C, P X P; 21. TDIA (¡había la
22. . . . , TID; 23 . T X PI ¡Ahora amenaza de cambio de damas! ), T4A ;
es el triunfo de la táctica! 23 . . . ., 22. TIT1C, R2C; 23. T X D ! , TX.T.+ ;
P X A. En caso de 23 . . . . , R X T, 24. R2A, P X T; 2 5. D5R.
entonces 24. T I C + , R X P; 25. D2C. 20. P X P + , T X P ; 21. A4A!
24. TIT-IC, AlA; 25. D6T. Las El armónico juego conjuntado tie­
negras abandonaron. ne un aire muy estético. ¡Nuestra
fórmula mágica en acción! (Confrón­
En el ejemplo siguiente la lucha tese la Lección Primera. )
gira en torno de la abertura de dia­ 21 • , P3A. El caballo no debe
. . .
gonales. comer a la dama a causa de T8D
mate. Tampoco la dama debe comer
Keres-Petrov al alfil a causa de 22. D8R + , TIA;
23. D X P mate.
Diagrama núm. 106 22. T X C, D X A; 23 . D8R + y las
blancas ganaron.
Naturalmente no se debe suponer
que en los asaltos de peones se trata
sólo de, en un caso, abrir las colum­
nas para las torres, en otro, abrir las
diagonales para los alfiles. No, ni mu­
chísimo menos. Sólo en el juego ar­
mónico conjuntado de todas las pie­
zas atacantes debe verse la particu­
laridad del asalto de los peones. Por
lo demás, nuestro tema es uno de los
más difíciles en el ajedrez; exige más
que nunca un profundo talento crea­
dor. He aquí una ilustración alec­
cionadora de la práctica del excam­
peón mundial.

Tal-Tolusch
15. P4TRI Con la amenaza P5T.
Para suprimir ésta, las negras debi­ l. P4AD, C3AR; 2. C3AD, PJCR;
litan su cadena de peones. 3. P4R, PJD; 4. P4D, Ale ; 5. PJA,
P4R; 6. C2R, CD2D; 7. A5C, PJA;
15• , P4TR. Después de la par­
. . .
8. D2D, 0-0; 9. P5D.
tida se demostró que las negras de­
bieron admitir el avance con toda Hay a¡perturas en las que el adver­
sangre fría :15 . .. . , C x C ; 16. P x C, sario anuncia prematuramente de
A2C ; l 7. P5T, D5C; 1 8 . D3R, A4A, modo declarado sus tendencias agre­
sivas. A ellas pertenece el famoso
a pesar de que las blancas conservan
la iniciativa después de T2T y TDl T. sistema samisch. La estrategia de las
Pero era difícil prever que las blan­ blancas se manifiesta ya en el 5.0 mo­
vimiento. lm,pide, después de A3R
cas con tres sacrificios de peones
iban a obtener un ataque decisivo. y D2D, el contragolpe C5C y, lo que
es más importante, prepara el asalto
16. P4C!, A X C; 17.P X A, D X PC ; P4CR, P4TR.
18. D3R, C X PC. Al movimiento de 9
• , P5A"? Ese es ILI1 grave error
. . .
bloqueo 18 . ..., A3R podían seguir estratégico. Como se confirma repe­
19. TD I C y D6T. tidas veces, la mejor reacción contra
19. P6RI Abre al alfil la diagonal. un ataque por el ala consiste en un
Ahora amenazaba ya 19 . ... , AJR. contragolpe en el centro. Si el centro

93
está cerrado, se puede sin estorbos Este objetivo es el que persiguen
dedicarse al ataque del ala. Con el las siguientes maniobras de las blan­
movimiento del texto Tolusch echa cas.
agua en el molino de su adversario.
Debió jugar 9. ., C3C, y las blancas
. . Diagrama núm. 1 Q7
tendrían que contar siempre con
P X P y contrajuego de las negras.
10. P4CR. ¡La primera señal para
el ataque! 10 . . . . , P3TD ; 11. C3C,
TIR; 12. P4TR, D4T. Esta jugada
«activa» se muestra como mero fue­
go de artificio y lleva sólo a una pér­
dida de tiempo.
13. A6T. La conocida maniobra
contra la elaboración del fianchetto.
A p e sar de que c on el centro cerrado
el alfil en 2C es •malo», sirve como
excelente fuerza de defensa. Por eso
ofrecen las blancas el cambio de al­
files «con toda amistad» .
13
. . ., CIA; 14. P5T, D2A; 15.
.

A3D, P4C. También las negras ata­


can a la cadena de peones adversa­
rios. 16. 0-0-0. 23. P4A! Amenaza P5A y obliga
Las blancas rechazan el sacrificio a comer el peón alfil, lo que de n-:.:e­
ofrecido de peón , porque después de vo hace posible que el cabalk _, el
alfil tomen parte en el ataque. Es
16. PA X P, PT x P; 17. C X P , D3C
importante que las negras no logren
sería de temer una contrapresión
bloquear la casilla SR c on C4R.
sobre la columna abierta.
23 . , PR X P; 24. D X P, DID. No
. . .

16 . ... , PXPA; 17. AIC! No 17. conviene 24. . . . , C4R a causa de 25.
A X P que podría llevar a una re­ D6A.
animación de las fuerzas enemigas
25. P X P; CXP.
después de 17 , A2D, A4C.
. . . .

Después de esta jugada la posición


17. . . , Al T. Las negras han de­
·
.
del rey negro queda cuarteada. Pero
cidido conservar el alfil, pero eso
permite a las blancas reforzar su también después de otros movimien­
tos la situación de las negras es crí­
presión sobre el ala del rey.
tica, como ha demostrado el maestro
18. TDIC, TIC; 19. C5AI, C3-2D; Panov:
20. A5CI Amenaza ya C6T +. Sería 25 . , PA X P ; 26. AS C, D3 C ; 2 7.
. . .
erróneo 20. . , P 3 A a causa de 21.
. .
C4T, D4T ; 28. T IA, C4R (28. .. .,
P X P , PT X P; 22. D2T. 20. . . . , A2C; D X C ; 29. D7A + , RlT; 3 0. A6T);
21. C X A, RXC; 22. A6T.+, RIC. 29.A7RI, A x P ; 3 0 A X P. O 25....,
.

Las blancas han alcanzado mucho PT x P; 26. ASC, P3A; 27. D2T,
·
con su maniobra insignificante : la PXA; 28. D8T + , R2A; 29. TIA + ,
posición del rey está debilitada, el C3A; 3 0. P SRI y A x P + I
alfil en 6T es un vecino muy desa­ 26. D2T, C2-4R; 27. A4A. Más
gradable del rey negro. Ya están dis­ acertado era 27. A3R y seguir como
puestas las torres blancas para el ata­ en la partida.
que. Y sin embargo, es largo el ca­ 27. ..., C IA. También las negras,
mino hasta un ataque con éxito; hay visiblemente cansadas por la difícil
que traer nuevas reservas de comba­ lucha, escogen lo que no es lo mejor.
tientes para hacer prisionero al rey Debieron jugar 27 . . . , C X A .
.

negro. 28 . D6T, C4-3C; 29. ASC, P3A.

94
Diagrama núm. 108 Slonjim-Riumin

Diagrama núm. 109

30. P5R! ¡ Un prodigioso movi­


miento de fuerza 1 Todas las piezas
blancas disparan estrepitosamente 13 • . . . , A6T ; 14. C4T, A X P+;
contra la cabeza del rey negro. 15. C X A, D6T; 16. D5R, TIR; 17.
30 • , T X P. No se hizo 30
. . . . ,
. . . D4D, P4A; 18. D3A, D X P; 19. A1R.
P X A a causa de 31. A X C, P X A; 38. Hermosamente contrarrestado: 19.
DST+ , R2A; 3 3. T7T + I . . . , T7RI! ; 20. A X T, C5R. Las blan­
3 1. A X C, T2C; 32. C4RI, PA X A ; cas abandonaron ; la red del mate es
TIA, T X C. Contra C6A + no había indestructible.
ninguna salvación.
34. A X T, T2C; 35. T6A, A X P; Pillsbury-Lasker
3 6. T l T- lA, C2D; 3 7. T X P, D2R; 3 8.
T X P, RlT; 39. A X P!, C lC ; 40. Diagrama núm. 110
ASA + , R lC ; 41. A6R + , A. X A; 42.
T X A. Las negras abandonaron.
En la partida Boleslavsky-Ufim­
zev hemos explicado que en las po­
siciones en que el atacante tiene ya
a su disposición columnas abiertas
(por ejemplo a consecuencia de cam ­

bios favorables en la fase de la aper­


tura), el ataque de las piezas menores
desempeña el papel principal.
He aquí algunos ejemplos que
muestran los peligros del enroque
largo.

(Ver diagrama núm. 109)

En el enroque largo el talón de


Aquiles es la casilla 2T. P or lo ge­
neral se juega precavidamente RlC; Las blancas subestimaron la posi­
pero no siem,pre se encuentra tiempo ción activa de la dama negra y el
para eso. Ese es el caso que se produ­ tener a su disposición el enemigo la
ce aquí. columna abierta.

95
16. P4A. Las blancas juegan al Diagrama núm. 111
«ataque•. 16 . . . . , TlT-lA; 17. P5A,
T X C; 18. P X A.
Mejores perspectivas de defensa
ofrecía 18. P X T , Dx.P; 19. D3A.
Pero para el atacante es a menudo
psicológicamente difícil pasar del
ataque a la defensa.
18. . . ., T6TDII; 19. P X P + ,
T X PA ; 20. P X T, D3C + ; 21. A5C.
En caso de 2 1 . R l T , A x P + ; 22.
T X A , D X T +; 23. RlC, D5R+ y
T 7A .
21 • . . . , D X C + ; 22. R IT, T2A; 23.
T2D, T5A; 24. TIT- ID, T6A ; 25.
D5A. En caso de 25. D2R, entonces
25 . . . . , TSA+l
25 • . . . , D5A; 26. K2C, T X PII; 27.
D6R + , RIT; 28. R X T, D6A + ; 29.
R4T, P4CD + ; 30. R X P, D5A + ;
3 1. R5T, A lD+. ; 32. D6CD, A X D
mate. Mientras las blancas están ocupa­
En la columna abierta alfil en la das con sus «movimientos de rapi­
defensa siciliana la casilla 2A atrae ña » , han descuidado su ataque por
sobre sí como un imán la atención el ala del rey, pero, lo que es peor,
del adversario. el adversario sigue teniendo a su dis­
posición la columna. No es de ex­
Sacharov-Wasjukov
trañar que de ello resulte para las
negras una hermosa posibilidad de
l. P4R, P4AD; 2. C3 AR, C3AD;
ataque.
3 . P4D, P X P; 4. C X P, P3CR; 5.
C3AD, A2C; 6. A3R, C3A; 7. A4AD, 16. . . . , C X PRI; 17. P X C, A X P;
P3D; 8. P3A, D3C; 9. A5CD, D2A; 18. TIT- IR, T X P + ; 19. DxT.
10. P4CR, A2D; ll. D2D, 0-0; 12.
A2R, T IA-lA; 13. 0-0-0, P4CD; 14.
No 19. CXT a causa de 1 9 . . , . .

C3 X P. Abre voluntariamente al ad­ D X.P mate. 19 • , A X D; 20. R X A,


. . .

versario la columna. Las blancas de­ T IC!; :U. P3C. En caso de 2 1 . C3C,
bieron continuar con P5C. entonces P4TDI 21 . . . . , T lA + ; 22.
14. ... , D2C; 15. C X C, A X C ; 16. R lC, T6A; 23. A3A, D5C; 24. C2A,
C4D. T X C I Las blancas abandonaron.

96
PRACTICAS

43
Juegan las blancas Juegan las blancas

45 46
Juegan las blancas Juegan las blancas

47 48
Juegzn las blancas Juegan las blancas
Lección 12
LOS REYES HAN HECHO EL ENROQUE
CORTO

También aquí rige el principio fun­ a) Destrucción de los peones del


damental de todo ataque: ala del rey
l. Posición asegurada en el cen­
tro. Para desbaratar el ala del rey ad­
versario no basta con la buena vo­
2. Superioridad de material en el
luntad. Hay que haberse asegurado
lugar del combate en las ac­
ciertas ventajas posicionales para po­
ciones decisivas de la lucha.
der pasar a un tipo cualquiera de ac­
3. Continua iniciativa. ción enérgica. Sigamos atentamente
¿ Qué métodos determinados de lu­ cómo se van acumulando semejantes
cha son los más aplicables en tales ventajas.
ataques?
Goglidse-Flohr
a) Destrucción de los .peones del
ala del rey; l. P4D, eJ AR; 2. P4AD, PJCR;
b) debilitamiento de la falange de 3. eJAR, A2e; 4. PJeR, 0-0; 5. A2e,
los peones con la consiguiente P3D; 6. 0-0, eD2D ; 7. D2A. Mejor
irrupción de piezas ; habría sido 7. CJA. 7 . . . . , P4R; 8.
e) abertura de columnas y diago­ P X P.
nales ; El comienzo de un plan desgracia­
d) ataque con alfil de distinto co- do : ataque al ala de la dama. Mejor
lor al del adversario ; era el elástico 8. TID.
e) ataques de las piezas pesadas ; 8 • . . . , P x P; 9. T I D, D2R ; 10. eJ A,
f) ataques de los peones de asalto. PJ A ; 11. e4TD? Quiere impedir C4A
Naturalmente todo esto constituye y planea P5A. Pero semejantes ope­
sólo las líneas fundamentales de los raciones de ala sólo pueden llevarse
tipos de ataque. Exponer todas las a cabo cuando se tiene asegurada la
clases sistemáticamente y con finos posición en el centro.
matices en el marco de una conferen­ 11 • . . . , T I R ; 12. P3TR, C4T; 13.
cia, por desgracia es imposible. Tam­ P5A. Lleva a un debilitamiento de la
poco es nuestro propósito. Basta con formación de peones del ala del rey.
los métodos más importantes. En
cuanto a las subdivisiones y varian­ 13• . . . , P5R; 14. e4D, P6R! ; 15.
tes y a los inesperados giros tácticos, A X P, e X PC; 16. TDIA, eJ A ; 17.
uno mismo puede encontrarlos por su CJAD. ¡La arrepentida retirada 1 17.
cuenta con aplicado estudio y mucha . . . , C3-4R ; 18. e X C, e XC ; 19. A4A.
práctica. Algo más enérgico era 19. C3A.

98
Diagrama núm. 112 La salida de la dama a 3C era in­
necesaria. En tales casos se debe te­
ner el valor de confesar la falta y d e
tratar de hacer bueno el descuido.
Mejor era 11 . . . . , D2A seguido de
P3 CD, A2C.
12. C5R, C3C; 13. A X C. El co­
mienzo de un original ataque. 13 •

. . , PT X A; 14. P4TR, D2A; 15. P5T.


.

P X P; 16. C X PT, C2T.

Diagrama núm. 113

19• , C X P7A! La casilla 2A (o


. . .

respectivamente 7A) es a menudo el


objetivo del atacante. 20. R X C,
D5T + ; 21. R3A, A X P. El ala del
rey es desmantelada. 22. A X A,
DxA + ; 23 . R2A, D5T + ; 24. R3A,
A4R ! Liquida la pieza de la defensa.
25. P3R.
En caso de 25. A x A, entonces 25 .

... , T x A
. con la amenaza de centra­
lizar la segunda torre : 26 . . . . , TDIR!
17. C X PCI, R X C ; 18. D5T, A lA .
Sería malo también 25. D4R a cau­ En caso de 1 8 . . . . , RlC, entonces
sa de 2 5 . ..., D4T + ; 26. R2A, 19. TlR seguido de T4R. En caso
A X C+ y TX P+. de 19 . . . . , TlD; 20. A6T, AlA; 2 1 .
25. . .. , AxA ; 26. P X A, D6T + ; T3R I
27. R2A, T6R ! ; 28. TICR, TDIR; 29. 19. T1R. A las blancas les asegu­
T2C, D5T + . Las blancas abando­ ran la victoria no sólo la debilitada
naron. ala del rey adversario, sino: 1 . 0, la
En esta parti'da se puso claramente activa posición del caballo centrali­
de manifiesto la íntima relación en­ zado y la posición amenazadora de la
tre el centro y la acción sobre el ala. dama; 2. 0, la posibilidad de traer más
(Colll¡paren ustedes también la par­ y más nuevas reservas para reforzar
tida Keres-BOok.) el ataque contra el rey.
19. . . . , R1C; 20. T3R, T2R; 21 .
En la partida siguiente las blancas T3C + , A2C; 22. T X A + . Hagan us­
cavaron «la tumba. al adversario en tedes el favor de observar cómo de
la casilla 2C. nuevo es destruido el defensor. 22 .
. . . • R X T; 23. A6T + , R1T; 24. TIDl

Dubinin-Petrov Amenaza 2 5 . D4C, ya que 25 . . . . ,


D x .C es imposible a causa de 26.
l. P4R, P3R; 2. P4D, P4D; 3. T8D + . 24. . . , C3A; 25. A7C + , COD
.

C3AD, P X P; 4. C X P, C2D; 5. dos piezas! Por tercera vez se pro­


C3AR, CR3A ; 6. C3C, P4A; 7. P X P, duce un sacrificio en 7C 1 1 Ahora
A X P; 8. A3D, D3C; 9. 0-0, 0-0; 10. queda el rey completamente desman­
D2R, TIR; 11. P3A, CIA. telado.

99
25 • . . . , R X A; 26. D5C + , R1T; 27. Una estratagema que se da muy a
D X C + , R 1C ; 28. T3D. La interven­ menudo es el sacrificio destructivo
ción de esta reserva resulta decisiva. en 6T.
Las negras abandonaron.
Koblenz-Wood
Veressov-Dsensiolovsky
Diagrama núm. 115
Diagrama núm. 114

También aquí el mismo cuadro :


las blancas tienen superioridad de
Una rápida mirada a la posición material en el ala del rey. El hito de
basta .para comprobar que el rey ne­ ataque 6T le salta a uno directamen­
gro se encuentra sin protección : el te a los ojos. La situación está ma­
caballo negro está lejos, el grueso de dura para una simplificación aniqui­
las piezas en las filas 8 ... y 7 ... actúa ladora :
con cierta impotencia. 24. A X PT!, P X A ; 25. D X PT,
La dama blanca está colocada ac­ A3AR. En caso de 25 . ... , C3A; 26.
tivamente, los alfiles y la torre dis­ C5C ! , A l D ; 27. A7T + , C x A; 28.
puestos al asalto. En semejantes si­ D x .C + , RlA; 29. C6C + ! , P x C ;
tuaciones la ley suprema es : actuar 30. C x P mate.
rápida y enérgicamente, antes de que 26. A7T + , R1T; 27. CxP + !,
el adversario consiga reunir nuevas A X C ; 28. A6C + , R1C; 29. D7T + .
reservas defensivas. Así obraron pre­ Las negras abandonaron.
cisamente las blancas.
16. A X P + !, R X A; 17. C5R.
¡Nuevamente el caballo centraliza­ b) Debilitamiento de la falange
do ! Amenaza 1 8 . D 5T + , R l C ; 19. de los peones con la consi­
D x P + , R1T; 20. T3R seguido de guiente irrupción de piezas.
T3T.
17• , C5A. « Demasiado tarde (en­
. . . (Ver diagram3. núm. 1 16)
tiéndase atrás) -Vienes a salvar al
amigo (entiéndase rey)», podría de­ Las blancas tienen las siguientes
cirse parafraseando a Schiller ... ventajas posicionales que forman las
18. D5T + , R 1C ; 19 . D x P + , R2T; condiciones previas favorables para
20. C X A, D X C ; 21. T X PI, D1D. un ataque al rey :
También después de 21. ... , R1T ; 22.
A6T ! , T l CR ; 23. A X P + ! pierden l. El control sobre el centro.
las negras rápidamente. 2. Los alfiles están colocados ac­
22. T6T mate. tivamente.

100
Lasker-Capablanca Bronstein-Najdorf

Diagrama núm. 116 Diagrama núm. 117

3. La dama y las torres están lis­ 16. C5A. Inmediatamente el caba­


tas para la batalla. llo oc�a el hueco « ofrecido » .
Pero antes de lanzarse al ataque 16. . . . , A lA; 1 7 . D5T, A X C; 18.
decisivo, Lasker primeramente debi­ P X A, TICR; 19. T3A, T2C; 20. A6T,
lita y cuartea el ala del rey negro. TIC; 21. T3TI Las negras abandona­
17. D2AI, P3CR. Tras 17 . ..., P3TR ron. Había la amenaza ASA.
habrían jugado las blancas 1 8 . D2R
seguido de D4R. 18. A5RI, A2C; 19.
P4TRI, DID; 20. P.5T, D4C ; 21. e) Abertura de columnas y dia­
A X A, RxA; 22. T5R, D2R ; 23. gonales
TDIR, T ICR; 24. DIAl Dirigido
Taimanov-Berg
contra 24. . . . , RlA, a lo que segui­
ría 25. D6T + .
Diagrama núm. 118
24 • . . . , TDID; 25. Tl-3R, A lA; 26.
T3T, RIA; 27. D6T + , T2C; 28.
P X P, PT X P; 29. A X PI, D3A. No
conviene 29. . . . , P x A a causa de 30.
D8T + . 3 0. T5CI, R2R; 31. T3A,
D X T; 32. P X D. Las blancas alcan­
zaron la victoria.

(Ver diagrama núm. 1 1 7)

1 3 . P6A! ¡ Introduce la cuña en el


corazón mismo de la débil posición
del rey negro 1
13 • , R I T. Tras 13 . . . . , C X P ha­
. . .

bría sido muy desagradable 14. A5C


seguido de C3C, C5T.
14. P5D, C4T; 15. C3C, P X P.
En la situación de las negras ha
nacido una zona de debilidad : 4T, Las blancas jugaron 19. P3A, P X P;
4A, 3T. 20. A3DI Las negras esperaban 20.

101
A x P a lo que pensaban contestar Rubinstein-Spielmann
con 20 . . . . , C4D 1 para simplificar la
posición. El movimiento del texto se Diagrama núm. 119
muestra espeCialmente fuerte : el do­
minio de la diagonal 1 C-7TR es muy
peligroso.
20 • , P X P; 21. T2A. Habría si­
. . .

do prematuro 2 1 . TXC, DXT ; 22.


D x P +, RlA, y el rey escapa ileso.
21 • , P3T. Había ya la amenaza
. . .

P 5D. 22. TXP. Ahora las blancas tie­


nen también la columna caballo a su
disposición. El ataque de las blancas
va a ser pronto imparable.
22. . . . , R1T; 23. TIAR, C2T. Tam­
poco ayudaba 23 . , A x C ; 24.
. . .

P x A, C2T a causa de 25. T6A 1


24. DST, C3A; 25. T X C, D X T;
26. P5DII Nuevamente muy fuerte:
¡también interviene el alfil que se
mueve por casillas negras 1
26. , A X P. A 26 . . . . , AX.C po­
. . . 34 . . . . , T8D + ; 35. R2T, T X T.
día seguir 27. AXA, A5C ; 28. AX D, Las blancas ganan también después
A x D ; 29. T x P, con la inesquivable de 35 . . . . , R2C 1 de la siguiente e ins­
amenaza T7T y T8T. tructiva manera : 36. T x.T, T XT ;
En la partida se siguió aún : 27. 37. T4D, D8A; 3 8 . TXT, DXT ; 39.
C7D, D X A; 28. P X D, A X T; 29. D5C, D2D; 40. D6A+, Rl C ; 4 1 .
D5A y las negras abandonaron. A3RI, R2T ; 4 2 . P4TI y no hay nin­
guna salvación contra .A6T 1
3 6. ABA! Las negras abandonaron.
d) Ataque con alfil de distinto En el ejemplo siguiente el alfil de
color al del adversario las blancas no desempeñó un papel
tan lamentablemente pasivo como el
De una manera peculiar transcu­ alfil de las negras en el ejemplo an­
rren los ataques cuando en el tablero terior, pero el baluarte de peones
han quedado alfiles de distintos co­ P3A y P2C frena fuertemente su ac­
lores. La ausencia «del oponente• tividad. Por el contrario, la posición
permite al alfil ejercer una presión del rey blanco es expuesta porque el
muy fuerte. peón alfil ha avanzado a 4A y la
presión del alfil de las negras resulta
(Ver diagrama núm. 119) difícil sacudírsela.
26. A X C. El caballo es destruido, (Ver diagrama núm. 1 20)
ya que eventualmente podría prote­
ger las casillas negras. 31 • , T5R; 3 2. TIRI Trata de
. . .

26. . , T X A; 27. A4D, D4T; 28.


. .
simplificar la posición con el cambio.
P3T, D3T. Una resistencia más teaaz De otra manera se sigue 3 2. . . . ,
prometía 28 . . . . , P4AD. TDlR, D5C, T7R.
29. T4A, P4TR; 30. D3T, T2C ; 3 1. 3 2. . . , TXT; 33. D X T, T X P; 3 4.
.

P4R, TID; 32. D3A, T2C-2D. Las ne­ RlT. ¡ Una jugada inútil con premu­
gras no quieren permitir A6D. ra de tiempo 1 3 4. . . . , TlT. Las ne­
33. D3R, R2T; 3 4. A5A. La pecu­ gras, cogidas también en apuro de
liaridad de que las blancas sólo se tiempo, no hacen el movimiento jus­
muevan sobre casillas negras. to. Debieron jugar 34. . . . , T6A!

102
Kotov-Botvinnik Romanovsky-Alatorzev

Diagrama núm . 120 Diagrama núm. 121

3 5. T2R, R2T; 36. P3 T, TIR!; 37. R3T, D X P + ! ; 9. R X D, T7T+; 10.


D2A. Caen en la trampa. Pero, como R5C, TICR; Ll. T X P!, T6T; 12.
recalca Botvinnik, las negras también P4C. Las negras abandonaron. Había
debían ganar después de 3 7. D2D! , la amenaza 1 3 . TSR, tras T X D + ;
TID; 3 8 . D3R, D4A; 39. RIC, P4CD. 1 3 . R X T decide la amenaza de mate
37 • . . . , D X P + ; 38. D X D, T X T. en SR.
Las blancas abandonaron.
Capablanca-Alekhine
e) Ataques de las piezas pesadas
Diagrama núm. 122
Cuando sobre el tablero sólo han
quedado las damas y las torres, cir­
cula la equivocada opinión de que la
lucha ha asumido el carácter de final
de juego. Pero eso es un error. La
acertada valoración de la posición
depende de la seguridad relativa del
rey. Cuando se consigue tomar la
iniciativa e iniciar un ataque al rey
se obtienen verdaderas posibilidades
de victoria.

(Ver diagrama núm. 121)

l. A4D! Mediante este cambio de


piezas esperaban las blancas poder
obtener en la lucha el ataque de las
piezas pesadas.
l
• , D5R +; 2. R2T, A X A. Era
. . . 30• , T3R! Las negras están dis­
. . .

más sólido 2 . . . . , P3A. 3. D X P+, puestas a separarse del peón ganado


RlT; 4. T X A, D X T; 5. D5T+ , RlC; para centralizar sus fuerzas y pasar
6. D6C+, R l T ; 7. T7A, T .X P+ ; 8. entonces al ataque contra el rey.

103
3 1. T8TD, T4Rl; 32. T X P, P4AD; Diagrama núm. 123
33. T7D, D3 R; 3 4, D3 D + , P3C; 35.
T8D, P5D; 36. P4T, T8R+; 3 7. R2C,
D3A + ; 3 8. P3A, T6R; 39. D 1D,
D3R. La posición del rey está debi­
litada, lo que barrunta la derrota. 40.
P4C, T7R+; 41. R3T, D6R; 42.
D 1TR, DSA; 43. PSTR, T7AR. Las
blancas abandonaron.

f) Ataques de los peones de


asalto

En caso de que los reyes hayan


hecho el enroque corto, el asalto de
los peones es desde luego una espada
de dos filos, porque el avance de los
peones debilita en cierto grado la
posición del rey.
27. A XC, P X A ; 28. C X P, A x C ;
El mejor medio contra semejantes 29. D x P, A3C. Las blancas abando­
ataques es, como ya sabemos, el con­ naron.
traavance en el centro. En un centro hecho un cerrojo, es­
pecialmente en las aperturas cerra­
Vajda-Kotov
das, se encuentran más a menudo
estos asaltos de peones. La misión
l. P4R, P4AD; 2. C3AR, P3D; 3 .
del atacante consiste en entrar en
P4D, P X P; 4. CxP, C3AR; S.
contacto con la muralla de peones
C3AD, P3 TD; 6. A2R, D2A; 7. 0-0,
adversarios, en abrir columnas y en
P3R; 8. P4A, C3A; 9. RlT, A2R; 10.
ocuparlas.
AlA, A2D; 11. C3C, 0-0; 12. A3R,
Uno de estos planes estratégicos
TlA-lD; 13. D 1R, P4CD; 14. P4C.
llevaron a cabo las negras en la par­
Las blancas debieron afirmar la tida siguiente.
posición del caballo en el centro con
14. P3TD. Su operación de ala es Taimonov-Najdorf
enérgicamente contrarrestada.
14• . . . , PSC; 15. C2R, P4R!; 16. l. P4D, C3AR ; 2. P4AD, P3 CR;
PSA. 3. C3 AD, A2C; 4. P4R, P3 D; 5. C3A,
0-0; 6. A2R, P4R ; 7. 0-0, C3A ; 8.
(Véf diágrama núm. 121) PSD, CZR; 9. CIR, C2D; 10. AJR,
P4AR; 11. P3A, PSA; 12. A2A,
16. . . . , P4D!; 17. PSC. Quizás P4CR; 13. ClD, C3AR; 14. PSA.
habría sido mejor 17. PxP a Las blancas se esfuerzan en llevar
pesar de que después de 1 7 . . , P5R;
. . un contraataque al ala opuesta.
1 8 . PX.C, PXA; 19. PXA, PXC; 14. . . . , C3C; 15. TIA, T2A; 16.
20. D x P, TXP la posición blanca T2A, AlA; 17. P X P, P X P; 18. D2D,
muestra debilidades. PSC; 19. T IA-lA.
17. . . . , C X P; 18. A X C, P X A; 19.
P6A, AlAR; 20. P X P, A X P; 21. (Ver diagrama núm. 1 24)
D4T, C2R; 22. C3C, C3C; 23. DST,
DIAl; 24. D2R, ASC!; 25. D2A, Cuando nuestros peones entran en
A6A+; 26. RlC, CSA! �;ontacto con los peones enemigos,
Se hace visible la expuesta posi­ nos ocupa continuamente el pensa­
ción de las blancas. miento de cuándo y dónde cambiar.

1 04
Diagrama núm. 124 C IR, C5A; 40. T3C, A7A; 41. T4C,
D6T; 42. C2D, P4T; 43 . T5C y las
blancas abandonaron.
Está claro que en semejantes asal­
tos de peones resulta sobremanera
difícil despachar « recetas milagro­
sas •.
Alexander Alekhine escribió en
sus tiempos que el ataque en el aje­
drez, hablando literalmente, no puede
enseñarse. La práctica del moderno
método ajedrecístico ha mostrado
que un aplicado estudio de ejemplos
instructivos y años de práctica pue­
den aumentar considerablemente la
maestría en el juego del ataque. Pero
lo que es difícil añadir metódicamen­
te al ataque es la sensibilidad en la
yema de los dedos, la fina intuición
para darse cuenta anticipadamente de
Mucho depende de la peculiaridad de las venideras acciones de la lucha.
la posición, pero lo más importante Especialmente útil es poner en ac­
es : debemos analizar exactamente ción esta facultad en decisiones so­
hasta qué punto, después de la aber­
bre cuándo y dónde realizar un asal­
tura de columnas, podremos hacer to con peones que siempre entraña
que nuestras piezas estén preparadas cierto riesgo.
para la lucha. .
19 . . . . , P6CI Después de este sa­
El rey �n el centro
crificio aumenta enormemente el
embate negro. Uno de los principios de impor­
20, P X P, P X P; 21. A X P, C4T; tancia vital en la fase de la apertura
22. A2T, A2R ; 23 . C IC, A2D ; 24. dice que hay que organizar lo más
DIR, A4CR! rápidamente posible la seguridad del
El alfil « malo » ha salido de su rey. En esto la mejor ayuda es el
«costra de peones• y se ha transfor­ enroque. En caso de que el rey se
mado en una fuerte figura de ataque. haya quedado empantanado en el
25. C2D, A6R + ; 26. R IT, D4C ;
centro de su fila, esto no sólo impide
2 7 . AlA, TIT-IA; 2 8 . TID, P4CI
el juego conjuntando de las torres,
sino que puede ser precisamente mor­
En el remolino del ataque, las ne­
tal para el rey.
gras no se olvidan de frenar también
El método fundamental para el
el juego del adversario. El último mo­
atacante salta a la vista : mantener al
vimiento iba dirigido contra C4A.
rey en ese centro, destruir la mura­
29. P4T, P3 TD; 30. P X P, P X P; lla protectora de los peones y luego,
3 1 . T7A. con las demás piezas, ir directamente
Las blancas no quieren permane­ contra el rey. Como el precio ,por el
cer pasivas, pero la torre tenía que • cuero cabelludo • del rey nunca es
continuar en la segunda fila para demasiado alto, son posibles grandes
proteger la casilla 2CR. sacrificios de piezas.
31 . . . . , T2C; 32. C3 C, C5T; 3 3 . He aquí una ilustración.
T2A, A6T!
(Ver diagrama núm. 125)
El ataque de las negras avanza rá­
pidamente. 3 4. D2R, C X PC; 35. 23 . A X P, P X A; 24. T X A + I,
A X C, A X A + ; 3 6. D X A, D5T; 37. R X T; 25. T IR + , RID; 26. D4T + ,
D X T + , R X D; 38. T2C.+., RIT; 39. P3A; 27. D6TI, D4T.

105
Tal-Klaman Crezulescu-Soos

Diagrama núm. 125 Diagrama núm. 126

Una trampa, pero en la cual no 12 • , C3A!; 13 . C 2A. Las blan­


. . .

caen las blancas. cas no debían aceptar el sacrificio


28. C3C! Pero no 28. D X T+?, de la pieza :
R2A ; 29. D X P a causa de 29. . . . , 1 3 . P X C, T X AI ; 14. R x T,
P6CI C5C + I ; 15. P x C, DX. C + ; 16. R2R,
28 • . . . , D4D; 29. D X T+, R2A; A X P+; 17. R1R, T l R + ; 1 8 . C.LR,
3 0. D X PA, TlR; 31. T 1AD, A5T; 3 2. D5R ; 19. D 1 D, A X . P y las negras
D4D, D2C; 33. T1D, T3R ; 3 4. ganan.
D4A +. Las negras abandonaron.
En la partida se siguió: 1 3 . . . . ,
No siempre la falange de los peo­ C4R; 14. A5CD, A2D; 15. TR 1R,
nes es destruida de una manera tan C3 -5C + ; 16. P X C, C X P+; 17. R 1C,
«brutal» con sacrificios de piezas. A D5T; 18. P3 TR, T X A; 19. C X T.
menudo son primeramente los peo­ Era mejor 19. P X C, 19 • . . . , T1R; 20.
nes los que ponen manos a la obra
A X A, T X C; 21. T X T, D7A + ; 22.
de agujerear la muralla defensiva de
R 1 T, C X T ; 23. T lCR, A4R.
los peones para preparar los ataques
posteriores directos de las piezas Las negras ganaron. Había la ame­
contra el rey. naza aniquiladora D6C.
También aquí el cuadro usual : un
(Ver diagrama núm. 1 26) reino por un tiempo, rápido, rápido
llevar todas las reservas al ataque an­
El rey se encuentra aún en el cen­ tes de que el rey haya enrocado. A
tro de su fila. En caso de que las ne­ menudo la misión más importante
gras consigan abrir la ·columna rey,
del atacante consiste ante todo en
para las blancas la posición no pro­
dificultar el enroque del rey.
tegida del alfil en 3R puede ser fatí­
dica. En la partida se siguió: 8. . . . , Un usual medio táctico es la intro­
P X P; 9. C X P, P4D!; 10. PA X P, ducción de una pieza en 2A (o res­
P X P; 1 1. P X P, TlR; 12. R2A. pectivamente 7 A) . En tales casos el
Las negras han llevado a cabo su rey se ve obligado a permanecer en
plan estratégico, pero no se ve cómo el centro de su fila. Entonces trata­
gradualme!lte podrán seguir el juego remos de convertirlo en objetivo de
táctico. nuestro ataque con todos los medios.

106
Petrosian-Kortschnoi Spielmann-Duras

Diagrama n úm. 127 Diagrama núm. 128

T2A, D5C; 27. TlD-1AD, C6T; 2-8.


15. A X P + !, R X A; 16. D3C + , T X A + , P X T; 29. T X P.+ , RlD; 3 0.
R1R; 17. C5D, A3D; 18. C6R, P4CD; A5AD, D5A; 3 1 . D2D + , C4D; 3 2.
19. C5-7 A + , R2R; 20. C4D! Esto es T 6D + , R1R; 3 3 . AS X C. He aquí que
aun mucho más fuerte que « tragar otra vez está ante la puerta . . . 33 . . . . ,
inmediatamente la calidad. 20. . . . , T1D; 3 4. C5A!, D2A ; 35. C x P + ,
R1A; 21. C X T. Las negras abando­ R1A; 3 6. T X T + con dos piezas,
naron, porque después de 2 1 . . . . , R X C; 3 7. D5C mate. Una proeza
D X T; 22. D6R son inevitables seve­ maravillosa.
ras pérdidas. En el ejemplo siguiente las negras
A veces impedimos el enroque to­ no vacilan en hacer cualesquiera sa­
mando el control de una diagonal o crificios de piezas con tal de abrir
· la columna a la torre y de ese modo
de la vertical que el rey tiene que
cruzar. impedirle el despliegue al adversario.
Para tales fines pueden hacerse Mieses-Spielmann
sacrificios a largo plazo.
Diagrama núm. 129
(Ver diagrama núm. 1 28)

12. P4TD!, A3A. En caso de 12 .


. . . , 0-0? , entonces 1 3 . A3T. 13. A3T,
D4CR; 14. P3A, C4D; 15. C3CI,
D6R + ; 16. T2AI, C X P; 17. D1AR,
RID.
A causa de la amenaza C5AI este
movimiento es obligado. La tarea si­
guiente de las blancas consiste en
explotar la posición insegura del rey
negro.
18. A2C, C4D; 19. TID, C2D ; 20.
A4R, D3C; 21. A4D, D4T; 22. P4AD,
C4-3C; 23. D3DI Había ya la amena­
za A x C y A x A. 23 • . . . , R1A; 24.
T2C!, C4R; 25. DlRI, C4 X P4A; 26.

107
I7 . . . . , P4D ! ; 18. PR X P, A X P; I9. Diagrama núm. 1 30
P X A, D X P ; 20. D3C, TIA-IR + ;
2 1 . A2R, TIC-ID; 22. C3A. Había
amenaza además de 22 . , D7D +
. . .

la de 22 . . . , T X A + 1 ; 2 3 . R X T,
.

DSA + ! y TIR + .
22. . . . , D?D + ; 23 . R IA, C4D! ; 24.
TIR, C X P; 25. D2A, T5D; 26. P3CR,
C6T; 27. D5A, D X P; 28. D X C,
Era más resistente 28. C I D , a pe­
sar de que las negras, después de
28 . , D7D! conservarían la inicia­
. . .

tiva.
28 . . . . , Dx C; 29. D5A, TS-SRI En
esta clavada las blancas tienen su per­
dición. 30. D2A, D7D ; 3 1. T IC,
T5-3 RI; 3 2. T2C, T3AR; 3 3 . A3A,
T X T + . Las blancas abandonaron.
La permanencia del rey en el cen­
1 7. T IA-IR, A5R; 18. T X A, P X T ;
tro se produce por lo general des­
1 9 . D6A + . La s negras abandonaron.
pués de uno de los siguientes errores
posicionales:
L. Steiner-Koblenz
l. Resultado de la rapiña de un
peón. l. P4R, C3AR; 2. P5R, C4D ; 3 .
2. El ir de un lado a otro con una P4D, P3 D ; 4 . C3AR, A5C ; 5. P3 TR,
sola pieza. A X C; 6. D X A, P X P; 7. P X P, P3R;
8. P3 T, P3AD; 9. D3CR, C2D; IO.
3. Agrupamientos desfavorables
C2D, C2RI; 1 1 . C3A, C3CR; 12.
de las piezas.
A2D, C4A; 13. A3R, C5R; I4. D2T<
Las consecuencias de estos descui­ Cuatro movimientos con la dama.
dos : Pérdida de tiempo y con ello Como « compensación » una posición
retraso en el despliegue. pasiva en 2T.
He aquí tres ilustraciones de lo 1 4• . . . , D4T + ; 15. P3A, 0-0-0; I6.
dicho. T IA.

Keres-Winter Diagrama núm. 1 31

1, P4R, P4AD; 2. C3 AR, C3AR;


3 . P5R, C4D; 4. C3A, P3R ; 5. C X C,
P X C; 6. P4D, P3D; 7. A5CR,
D4T + 1; 8. P3A, PA X P; 9. A3D,
P X PA ; IO. 0-0, P X PC ? ; 1 1. T IC,
P X P; 12. C x P, A3D. Las negras
se dan cuenta de que ya es hora de
pensar también en el despliegue del
ala del rey. Pero ya es demasiado
tarde.

(Ver diagrama núm. 1 3 0)

13, C X PI El sacrificio ctradicio­


nab. 13 • . . . , R X C; 14. D5T+ , P3C;

15. A X P.+� P X A; 16. D X T, A4A;

108
No es difícil observar que las blan­ C3AD, P3D; 6. A2R, P3 R; 7. 0-0,
cas no se han comportado con espe­ P3 TD; 8. A3R, D 2A ; 9. P4A, C4TD.
cial economía en lo que se refiere a El comienzo de una maniobra que
Jos movimientos de despliegue. A roba tiempo. Debió jugarse 9 . . . . ,
pesar de eso, ahora amenazan es­ A2R.
capar con 1 7. A2R y 0-0. Por tanto, 10. 1'5AI, C5A; 1 1 . A X C, D X A;
hay que mantener a toda costa al rey 12. l' X P, P X P.
en el centro de su fila.
16 . . . . , A4AI; 1 7 . P4C. Después de
1 7 . A x A, D x A ; 1 8 . T2A, P4TD! Diagrama núm. 132
seguido de T4D y TIT-1D las negras
quedan con superioridad.
17 • . . . , D X PT; 18. P X A, C X P6AI
Hay la amenaza 19 . . . . , D X T + ! 19.
A2R, D7C; 20. CIC, C7T! i Esa es
la cuestión! 21. TlD, T X T + ; 22.
A X T, TID! Las blancas no pueden
hacer 23. C3A a causa de T x A + 1
23 . P4A, D8T. Con este movimien­
to acaba la combinación iniciada con
A4A. Técnicamente no era difícil de
calcular, porque las respuestas de las
blancas eran forzadas y no eran dig­
nas de tomarse en cuenta las varian­
tes.
24. A2D, C6A; 25. A X C, D X A.-é.;
26. R2A, T X A; 27. C3A, D X PA + ;
28. R 3 C, T X T; 29. D X T, D6R y las
blancas abandonaron pronto. 13. T X C!. P X C; 14. D5T + , RID;
El tercer ejemplo muestra al ex­
15. D7A, A2D (15. . . . , A2R ; 1 6 .
campeón muundial Lasker a los 67
años actuando en su último gran éxi­ C5AI , TIR; 1 7. CXPI, A x C ; 1 8 .
to en el torneo de Moscú de 1935. A6C+ o 1 6 . . . . , D2A; 1 7 A6C); 16.
D X PA, R2A; 17. D X T, A3T; 18.
Lasker-Pirc C X P+ I; D X C; 19. D X T, A x A + ;
20. R 1 T. Las negras abandonaron.
l. P4R, P4AD; 2. C3AR, C3AD; ¡ Claramente compulsivo y convin­
3 . P4D, P X I' ; 4. C X P, C3A ; .5. cente !

1 09
Lecc ión 13
EL ATAQUE CONTRA EL ALA
DE LA DAMA

Al contrario que en el ataque con­ a) Ataque contra debilidades de


tra el ala del rey, el ataque contra el peones
ala de la dama transcurre más repo­
sadamente y sin grandes lances de
sacrificio. Por otra parte también Szabó-Taimanov
aquí es de la mayor importancia la
ley de la coo"rdinación de las fuerzas l. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R ; 3 .
en el ataque. C3 AD, A5C; 4 . P3TD, A X C + ; 5 .
P X A , 0-0; 6. P3 A, C 1R ; 7 . P4R ,
Las condiciones previas favorables P3 C D ; 8. C3 T, C3AD; 9. PSR, A3T ;
para un ataque con éxito en el ala 10. D4T, C4T. Las negras concentran
de la dama son : el ataque contra el ala de la dama.
a) Debilidades de peones (com­
párese también la partida Tai­ Diagrama núm. 133
manov-Suetin).
b) La superioridad numérica de
peones en el ala de la dama.
Ello permite formar peones
libres que por su parte frenan
considerablemente la activi­
dad del adversario.
e) El control sobre columnas y
diagonales abiertas . .
d) Puntos fuertes. Desde ellos las
.piezas pueden irrumpir en el
campamento enemigo.
Debe recalcarse que el ataque en
el ala de la dama no transcurre, en
el aspecto del espacio, en límites an­
gostos. Está en íntima relación con
el centro y puede también (aunque ll. A3R, P3ARI; 1 2. A3 D, P X P;
.caras veces) pasar al ataque contra 1 3 . ASC. No se juega 1 3 . P X P a
el ala del rey. causa de 1 3 . . . . , A X.P; 14. A X A,
Consideremos la serie indicada se­ D5T + .
gún las clases más importantes de 13 • . . . , D1A; 14. P X P, P3T; 15.
ataque contra el ala de la dama. A3R, P4D; 16. D2A, C X P. El ataque

110
ha producido frutos. Pero las negras exA ; 14. PSC, D3D; IS. D3C, C2R;
tienen que estar en guardia en el ala 16. T IAR-IA, R IT? Un inútil mo­
del rey. vimiento de espera. 17. T2A, P3TR.
17. Axe. El caballo estaba dema­ Para defenderse contra C5C y P4R.
siado amenazador en 5A. 17. . . . , 18. TIT-lAD, P3AD; 19. e4TD,
A X A ; 18. D6C, T4AI; 19. A X PT, TITD-le; 20. P3e.
T X P + ; 20. R2A, T7R + ; 21. R3e, Sobre esta jugada escribe Petro­
D2D. sian : «No tiene ninguna prisa. El
El ataque ha pasado del ala de la movimiento protege contra posibles
dama al centro y luego al ala del rey. peligros de mate en la primera fila. •
Al final decide el avance del peón li­ 20 • . . . , R2T; 21. CSA, TIA-ID.
bre en el centro. Forzosamente cuesta un peón. Pe­
22. ese, C3A; 23 . TRIR, TlR; ro también después de 2 1 . . . . , P3 C ;
24. T X T, A X T; 2S. P4TR, P4R; 26. 2 2 . C3D, P X P ; 23. D x PC, TIA-lA;
R2A, ASA; 27. T lD, P4A ; 28. PST, 24. T X T, T X T ; 2 5 . T X T, C X T ;
PSD; 29. TIR, P6D!; 30. RlC, A6e ; 26. C4A, C2R ; 27. D8R, la posición
3 1. e4R, ex e ; 3 2. Txe, T3R ; 3 3 . de las negras es crítica.
D4C, P7D; 3 4. A X P, D X A. Las 22. P X P, P X P; 23 . D4T. Es ata­
blancas abandonaron. cado el peón 6A y 7T. 23 . . . . , D3A;
24. R2C, TITD; 2S. e7C, TIR; 26.
En la siguiente partida el plan es­ CST, P4C. Sólo ahora pasan las ne­
tratégico de las blancas es muy reve­ negras al contraataque. Pero llegan
lador : al doblar las torres en la demasiado tarde.
columna alfil, obliga al adversario a
crearse una debilidad de peones en Diagrama núm. 134
6A. A continuación el objetivo es
rodeado y destruido,

Petrosian-Krogius

l. P4D, e3AR; 2. e3AR, P3eR ;


3. P4AD, A2e ; 4. e3A, P4D; S. ASe,
eSR; 6. P X P, exA ; 7. C .X C, P3R;
8. e3A, P X P; 9. P3R, 0-0; 10. A3D,
e3A.
El comienzo de un desgraciado
plan pasivo. Las posibilidades de las
negras estaba en P3AD, P4AR,
C2D, C3A, C5R seguido por el agre­
sivo P4CR (como muestra la prác­
tica moderna de los torneos, las ne­
gras obtienen contrajuego).
La reacción pasiva contra planes
del adversario es ya la mitad del ca­ 27. P3 TR, D4A; 28. exPA, DSR;
mino hacia la derrota. 29. TSA, P4A; 30. D2A, e X e; 3 1.
11. 0-0, e2R; 12. P4CD. Txe, PSA.
Empieza el llamado ataque de la El contraataque no es peligroso,
minoría. A pesar de que debamos porque las piezas blancas están bien
atacar allí donde seamos más fuertes, situadas.
en este caso la columna abierta alfi.l 3 2. PR X P, P X P; 3 3 . P4C, A X P.
y el avance del peón caballo permite, El alfil ha pasado a ser activo,
con fuerzas más débiles de peones, pero ya tani.poco eso sirve de ayuda.
iniciar un ataque estratégico. 34. D2D, A2C; 3S. TIR, DST; 3 6.
IZ
• , A4A. Petrosian opina que
. . . D X PD, T X T; 3 7. e x T, TIAR; 38.
era mejor 12 . . . . , A5C. 13. A X A, e3A.

111
« Triunfan las centralizadas piezas versario y tener e n cuesta l a debili­
blancas. La dama negra no dispone dad del peón 3D en su propia po­
de ningún movimiento razonable » , sición.
escribe sobre esta posición el triun­ 8. A2C, 0-0; 9. 0-0, P3 TD; 10.
fador. Se siguió aún : P4TD, CD2D; 11. C2D, TIR; 12.
3 8, . . . , RlT; 39. T7A, P3T; 40. C4A, C3C. Impide al adversario for­
D7C, TICR; 41. C4T. Las negras talecer tranquilamente la presión con
abandonaron. Jugaron toda la parti­ 1 3 . A4A.
da demasiado pasivamente. 1 3 . C3R, CSC!; 14. D3C, TIC; IS.
He aquí ahora un buen ejemplo de P3 T, C X C; 16. A X C, C2D ; 17. C4R,
cómo se debe reaccionar contra se­ D2R; 18. A4A, C4R; 19. D6C. Las
mejantes ataques de minoría. blancas quieren a toda costa evitar el
movimiento P4CD, pero esto se
Taimanov-Neschmetdinov muestra como una pérdida de tiempo.
1 9 • . . . , C5A; 20. D3C, P4CD; 21.
l. P4D, P4D; 2. P4AD, P3AD; 3 . P X P, P X P.
C3AR, P3R ; 4 . P X P, PR X P ; S . C3A,
C3A; 6. ASC, A2R; 7. D2A, C D2D; Diagrama núm. 135
8. P3R, 0-0; 9. A3D, TIR; 10. 0-0,
C IA ; 1 1 . TDIC, P4TD!; 12. P3 TD,
C5Rl; H. A X A, D X A ; 14. P4CD,
P X P; IS. P X P, C3C; 16. PSC. « Ló­
gico • , pero desfavorable. Las blancas
debieron jugar 16. TIA-IR. 16 • ,. . .

A5C!; 17. C2D, C X C2D; 18. D X C,


C5Tl Amenaza 19 . . . . , A6A. En caso
de 19. A2R, entonces 19 . . . . , A6T l ;
20. P x A, D4C + ; 2 1 . A4C, C6A + .
Taimanov jugó desesperado 19.
P3A y perdió sin com,pensación un
peón.
Así semejantes ataques de minoría
provocan un vigoroso contraavance
en el ala del rey.

b) La superioridad numérica de
peones. 22. P4C. En cualquier posición hay
que contar con inesperadas amenazas
Romani-Tal y celadas tácticas. Así habría sido un
error 22. C X PA a causa de 22 . . . . ,
l. P4D, C,3 AR; 2. P4AD, P3R; 3 . P4C l
C3 AD, P4A; 4. P5D, P X P; S. P X P, 22• . . . , A X P7C; 23. C X PD.
P3 D; 6. C3 A, P3CR; 7. P3CR, A2C. El punto culminante. Ambos ad­
Muchos problemas modernos de versarios han desarrollado sus planes
apertura están bajo el signo del prin­ estratégicos. Ahora sólo queda pro­
cipio de la compensación. Ya después mover con medios tácticos el sucesi­
del quinto movimiento se perfilan los vo avance de los peones. Habría sido
contornos de la inminente lucha es­ débil 23 . T I C, A5D ; 24. P3R, A2C,
tratégica. Las negras tienen la supe­ etcétera.
rioridad numérica de peones en el 23 . . . . , A X T; 24. C X C, En caso
ala de la dama. Mucho se puede es­ de 24. C X T, entonces 24 . . . . , A4R.
perar del apoyo del alftl en 2C. 24. . . . , TlT; 25. C6C. Las blancas
Las negras deben además arrebatar evitan la celada 25. D x.P, D X P ; 26.
la superioridad en el centro al ad- AJA, A3T l l

112
25 • . . . , T4T; 26. P6D, D2T; 27. Diagrama núm. 136
A6A. Debieron jugar 27. C X A y
A5D.
27 • . . . , A3R; 28. D2A, TI C ; 29.
C5D, A X C ; 3 0. A X A, T5T!; 3 1.
P3 R , A2C ; 32. A6A. El centro debió
ser fortalecido con 32. TlD. Ahora
logran las negras destruir el p eligr o ­
so peón 6D y avanzar sus peones sin
molestia alguna.
32 • . . . , D3 C; 3 3 . A5D, T X AI ; 3 4.
P X T, D X P; 3 5 . D4R, TlD; 36. A3C,
P5C. ¡ Mutis ! 3 7 . A 4T, D5D; 38.
D7R, A3A; 39. D7C, D X P5A ; 40.
A 3C, P5A; 41. A2A, A4R. Dos peo­
nes libres ligados constituyen una
fuerza gigantesca. 42. D2C, P6C; 43.
AIC, P6A. Las blancas abandonaron.
También en la partida siguiente las
blancas a soñaban » desde el prin cipi o
sólo con la creación de un peón libre. caso de 34 . . . . , P X P, entonces 3 5 .
La partida constituye una de las
P X P, R3D ; 3 6 . C5C + y P7A. Esta
proezas más sobresalientes de Vassili i variante es nuevamente un ejemplo
Smyslov. de cuan a menudo toda la estrategia
cuelga de un hilo táctico.
Smyslov-Szabó 3 4. C4R + , R3R; 35. P6A!,
P X P + ; 3 6. R X P, P X P; 3 7. C5A + ,
l. P4AD, C3AR; 2. C3AR, P3CR; R3D; 3 8. C X A, P X P; 3 9 . P4TR,
3 . P4D, A2C; 4. P3 CR, 0-0; 5. A2C, C3A ; 40. A X C, R X A; 41. R4C,
P4D; 6. P X P, C X P; 7. 0·0, P4AD ; P5C; 42. P X P, R4C; 43. C4D + .
8. P4R, CJAR; 9. P5R, C4D; 10. Las negras abandonaron.
P X P, C5C; 11. C3A, Cl-3A; 1 2. Y para terminar, un ejemplo de
D2R, D6D; 13. TID, D X D; 14. u na paradoja que se da muy a me­
C X D, C X PR ; 15. C x C, A x C; 16. nudo: a pesar de que por una parte
A6T, TIR; 17. T2D, C3A; 18. C4A, los hitos de la posición estática nos
A4A; 19. TIR, A2C; 20. A X A, sirven como guía d e nuestros planes
R X A; 21. P3TD, P4CR; 22. C5D, estratégicos, debemos tener en cuen­
TIR-ID; 23 . TIR-ID, A5C; 24. P3A,
ta todas las particularidades recono­
A3R; 25. P4CD, P3TR; 26. R2A,
cibles, pues a menudo se evidencia
T2D.
que : « El diablo no es tan es pant oso
(Ver diagrama núm. 1 3 6) como lo pintan. »

27. C 3 AI Cuanto menos piezas, (Ver diagrama núm. 1 3 7)


menos obs táculo s para el futuro peón
libre. La primera impresión es que las
27 • . . . , T X T; 28. T X T, TID. No blancas tienen las mejores posibilida­
quiere cederle al adversario la colum­ des por disponer de superioridad de
na abierta. peones en el ala de la dama. Pero
29. T X T, C X T; 30. P4A , P X P; después de 23 • . . . , D6AI; 24. DIA.
l l. P X P, A6C; 32. R3R, R3A; 33. D X D; 25. T X D, TID!, esta ventaja
P5 C!, P4R. ha desaparecido por completo: 1 .0•
Está claro que 3 3 . . . . , R3R no Las negras controlan la columna
puede ser a causa de 34. P6AI, R3D ; abierta dama. 2.0• El rey negro puede
3 5 . P6C, C x P; 3 6 . A x.c. Pero en incorporarse activamente a la lucha,

113
Yates-Aiekhine Geller-Simagin

Diagrama núm. 137 Diagrama núm. 1 38

en tanto que al rey blanco le cierran La presión diagonal contra el ala


el camino sus propios peones. de la dama es la principal idea estra­
En la partida se siguió : 26. P3C, tégica de la apertura catalana y del
R2A; 27. P5A, R3A; 28. A4A, AlA; sistema de la antigua defensa india.
29. P4TD, P4CR; 30. P5C, P5A; 3 1. Hagan ustedes el favor de comparar
R IA, T7D! ; 32. R IR, T7C; 3 3 . P X P, los ejemplos Tescbner-Tal y Romani­
P X P ; 3 4. A 2R, R4R; 35. P6A, P X P; Tal.
3 6. T X P.
Tras 3 6 . P xP las negras empren­ d) Puntos fuertes
derían un ataque con 36 . . . . , P6A;
3 7. AlD, P6RI Capablanca-Aiekhine
3 6 . . . . , A3R; 3 7. AID, T8C; 38.
T 5 A + , R5D; 39. T2A, P6R; 40. Diagrama núm. 1 39
P X P, P X P; 41. T6A, A5C; 42.
T6D + , R4A; 43 . P3 T, A4T. Las
blancas abandonaron.

e) El control sobre columnas y


diagonales abiertas

(Ver diagrama núm. 1 3 8)

16. A6TD!, A X A; 17. D X A,


T X T; 18. T X T, D I T ; 19. A6D,
T ID; 20. P5R, A2C; 21. T7A. La
conocida irrupción en el campamen­
to enemigo.
21 • . . . , D5R; 22. C 2D, D8R + ; 23 .
C IA, CIA. En caso de 23 . . . . , C I C,
entonces 24. D8AI 24. D X P, A3T;
25. T X P, DSC; 26. D7R, TIA; 27. 15. P4CDI? Expulsa al bien coloca­
T X P. do caballo, pero debilita la casilla

1 14
4AD, que se hace «fuerte » para el A X A, D X A; 25. (;3A, A3A; 26.
adversario. Sin embargo son también P4TD, A7C!; 27. T IA.
débiles las casillas 5A y 5T, pero las Tras 27. TID tenía pensado Alekhi­
blancas no explotan la oportunidad ne jugar 27 . . . ., P x P I ; 28. D x P,
de enquistarse en ellas. e 3 e ; 29. T X D, e X D; 3 0. TID,
15• , C4-2D! ; 1 6. A3C. Debieron
. . . C6A ; 3 1 . T I R ; T5A; 3 2 . A6D, C5R;
mover 1 6. eJe!, para, después de 33. A7R, P3A. En caso de 27. TIC,
16 . . . . , e3C, jugar 17. e5T. aprovechan las negras muy enérgi­
16• , C3C; 17. D3C, C3A-4D.
. . .
camente la insatisfactoria cobertura
Para después de 18 . . . ., C x C; 19. de la primera columna : 27 . , C6T I ;
. . .

T X e, A4D ; 20. D2C, T X T; 21. 28. D x A , e xT ; 29. D x e, D6e! ;


D X T tomar posesión con D I T y 3 0. DIA, P X P; 1 1 . P3T, P6T y
T1AD de las diagonales de importan­ ganan.
27 , TID. Ahora es más impor­
cia vital. • . . .

tante la columna dama. 28. P X P,


18. AJA, T5A!; 19. C4R, DIA; 20. P X P; 29. P3T, P4R; 3 0. TIC. Una
T X T. Era mejor 20. D i e seguido de resistencia más tenaz proporcionaba
e2D. 3 0. P4R, 30 . . . . , P5R; 3 l. C4D, A X C;
20 • . . . , C X T; 21. T IA, DIT; 22. 32. T ID, C X PI Las blancas abando­
C3A, TIA; 23 . CX C, A X C; 24. naron.

115
P RACTICAS

49 50
Jue ga n las blancas Juegan las blancas

51 52
Juegan las blancas Juegan las blancas

53 54
Juegan las blancas Juegan las blancas
Lección 14
EL «ARTE D E LA DEFENSA»

Ya en la apertura nos vemos obli­ todo jugador de ajedrez debe domi­


gados a menudo a resolver muchos nar el arte de la defensa y estar dis­
problemas de la defensa. Ante todo puesto en caso de necesidad a pre­
son de excelente naturaleza preven­ sentar una resistencia tenaz, pacien­
tiva : el fortalecimiento del centro, te y llena de sangre fría.
el asegurar la posición del rey, el . Naturalmente la defensa exige una
bloqueo de las cadenas de peones ad­ adecuada actitud psicológica, ner­
versarios, el dique en columnas y vios de acero para resistir « el debe »
diagonales abiertas. Pero a menudo de la posición. N o siempre podemos
surgen en tales posiciones amenazas hacer en el ajedrez lo que nos gusta ;
y lances tácticos completamente ines­ a veces debemos hacer lo que es ade­
perados. En una palabra, ya en la fa­ cuado a la posición.
se inicial nos vemos más o menos Como quiera que sea, sin el arte de
obligados a resolver problemas de la defensa es inconcebible conseguir
defensa. Pero con el paso al medio la maestría.
juego aumenta la importancia del ar­ Lo mismo que en el ataque, resul­
te de la defensa. No siempre conse­ ta muy difícil inculcar metódicamen­
guimos tomar la iniciativa, a veces te el arte de la defensa. En este as­
naufraga nuestro plan agresivo de pecto la mejor escuela es la práctica
ataque y, queramos o no, tenemos creadora. Pero todo jugador de aje­
que ,ponernos a la defensiva. drez debe estar familiarizado con los
Sí, incluso en el juego atacante de­ principios más importantes de la de­
bemos examinar atentamente las po­ fensa.
sibilidades de defensa del adversa­ Para rechazar con éxito un ataque
rio, no subestimarlas, tratar de ven­ enemigo, se debe :
cerlas o debilitarlas. Como ven uste­ l. Darse cuenta a tiempo de
des, el problema del ataque y de la cuando llega el momento en
defensa están íntimamente vincula­ que perdemos la iniciativa, ba­
dos. rruntar el peligro que se
Naturalmente el corazón nos late acerca ,
más aprisa cuando pasamos al ataque. 2 . Elaborar e n seguida e l corres­
A nadie le causa una alegría especial pondiente plan de defensa y
verse obligado a adoptar una actitud pasar a la reagrupación de las
defensiva y tener que seguir el dic­ fuerzas.
tado del adversario aunque sea pa­ 3 . Procurar comprender las posi­
sajeramente. Pero el ajedrez es una bilidades tácticas de que dis­
lucha dinámica y no siempre puede pone el adversario.
preverse todo, no siempre se está 4. Dificultar hasta el máximo al
sobre un lecho de rosas. Por eso adversario la realización de sus

117
planes y crear las condiciones Para detener a la falange de los
previas para pasar al contra­ .peones es necesario el movimiento
ataque. P4AR ; pero entonces el peón rey
5 . Economizar las fuerzas defen­ queda sin protección. Con este ob­
sivas con objeto de que sobre jeto el caballo puede cubrir pasaje­
el suficiente material de lucha ramente desde 2A al « endeble • .
para iniciar el contraataque. Estas fueron seguramente las consi­
Seguidamente veremos cómo se deraciones que dieron la idea a las
manifiestan en la práctica estos ló­ negras de mover el caballo a 3T.
Como veremos, las negras habían
gicos principios fundamentales.
adivinado desde lejos el plan estraté­
Sokolsky-Makogonov
gico de las blancas, lo que constituye
la condición previa de toda defensa
Diagrama núm. 140
con éxito. Desgraciadamente la ma­
yoría de las veces se da uno cuenta
de las amenazas mucho más tarde.
Entonces no se debe perder la cabeza,
sino consolarse diciendo : « Más vale
tarde que nunca. »
En la partida se siguió jugando :
10. D2R, C2A; l l . P4A, C2D; 12.
P4CR, C3C; 1 3 . P5R, P4ARI Detiene
el alud. 14. P X P a.p., A X P; 15.
A2D, D2R ; 16. R IT, TDIR; 17. P5C?
La defensa hecha con sangre fría
consigue a menudo un inesperado
éxito psicológico. El atacante pierde
la paciencia, lo encoleriza que le pon·
gan obstáculos.
Además el atacante continúa el
ataque automáticamente, aunque ya
es hora de .que sanee la posición o de
que incluso piense en su .propia de­
Las negras juegan en esta posi­ fensa.
ción : 9 . . . . , C3TII A este movimiento Es lo que ocurre también en nues­
le concedemos dos signos de admira­ tro ejemplo. Las blancas creen que
ción. Testimonia un inteligente sen­ están mejor y que por eso están
tido de la posición por parte de las « obligadas • a jugar a ganar. De ese
negras, que han venteado desde lejos modo no se dan cuenta de que le
la amenaza posicional del adversario. han cedido a las negras una fuerte
Este tipo de amenazas permanece casilla en 4A.
en la sombra. Una « burda » amenaza Era mejor 17. TDlR seguido de
táctica es fácil de ver; pero la amena­ C I D y A3AD.
za posicional es extraordinariamente 17 • . . . , A5D ; 18. CID, P3C; 19.
difícil de apreciar. P3A, A 2C ; 20. C3 R, C4CI El caballo
Las blancas tienen los dos alfiles ; se esfuerza en llegar a 4AR. Todos
pero por el momento no desempeñan los movmientos de las negras son
ningún papel especial, ya que la po­ exactos y económicos :
sición está cerrada. Desde luego las 21. C4C, C3D; 22. TD IR, C4A;
negras ven claramente que las blan­ 23 . D2A, C5TDI
cas harán todo lo posible por abrir Ahora pasan las negras al contra­
la posición y que con este fin inicia­ ataque decisivo.
rán un asalto en anchura a los peo­ 24. A lA, C4A; 25. TID·, P5DI; 26.
nes del ala del rey para de ese modo P4A, P4RI De las debilidades hay
alcanzar además ventaja de espacio. que librarse lo antes posible. Para

118
poder apuntar al punto 6R, las negras Teichmann-Tschigorin
tienen además que abrir la columna
rey. Diagrama núm. 142
27. P X P, A X P; 28. e x A, D x e ;
29. A4A, D2R.

Diagrama núm. 141

cas. Las negras tienen superioridad


en el ala de la dama.
20. A IC, P6T. Abre la columna
para el contraataque. 21. P X P, e4D;
La posición merece un diagrama. 22. D3e, P5e ; 23 . P X P, T X P; 24.
La estrategia defensiva de las negras D3 D, P4Al; 25. P X P. D4T ! ; 26. A2A.
ha triunfado. A causa de las debili­ Las blancas comprenden que en vis­
dades 3R y 3D la posición blanca es ta de la amenaza T A2C el peón cae­
insostenible desde el punto de vista rá también.
estratégico. Se siguió aún : 26• , D X P; 27. P3A. Con objeto
. . .

3 0. TIA-IR, e X PI; 3 1. T X e, de traer la torre a la defensa. 27 ,• . . .

D x T + ; 32. D X D, T X D + ; 3 3 . T5A; 28. T l2C, T2D.


R2T, T7R; 3 4. T3 CD, C5T. Las blan­
Un caso raro : que la torre ocupada
cas abandonaron. con la defensa tome parte incluso en
Todos los principios fundamenta­ el contraataque.
les mencionados al comienzo se han
29. P6AI, T X P; 30. D4D.
puesto en práctica en la partida.
En el ejemplo siguiente queremos ¡ Amenaza mate! Pero, como he­
mostrar de modo más detallado el mos visto, por ejemplo, en la partida
principio de la economía. Woskanjan-Simowitsch, la táctica
aparece en la superficie: 3 0. . . . ,
(Ver diagrama núm. l42) D6T + ; 3 1 . R2D, T X A.+; 32. R X T,
C X P + ; 3 3 . R ie, T X D; 3 4. T X P + ,
14. T ID-Ie. Inicia un ataque con­ RIA; 35. T8C + , R2R. Las blancas
tra el ala del rey. abandonaron.
14• , P4TD; 15. P4A, P4AI Re­
. . . A menudo nos encontramos · ante
fuerza la posición del caballo en 4D. un dilema: ¿Debemos comportarnos
El debilitamiento del peón 3R no pasivamente o, sin tener en cuenta
tiene importancia aquí. 16. T 3 C , P5T; la pérdida de material, pasar a un du­
17. DID, e3-5e!; 18. A X e, e x A ; ro contraataque?
19. T I T-IC, T2A. Tampoco aquí deben esperar uste­
Con parcos medios, las negras han des ninguna receta milagrosa. Mos­
logrado detener el ataque de las blan- tramos un caso en que el activo con-

119
trajuego mantiene la balanza y otro 22. PT X A, T8R + ; 23. R2T, A5R!;
en el cual una tenaz defensa pasiva 24. A3R! Si las blancas toman el
conserva el equilibrio. alfil: 24. A X A?, D4T.+ ; 25. R2C,
DST mate.
Kobleoz-Tal 24• . . . , D4T + ; 25. A 3 T, T X A ! ;
26. T X P+ ! Este contrasacrificio
Diagrama núm. 14 3 salva la situación. 26. . . . , r. X T. En
caso de 26 . . . , RlT, entonces 27.
.

D4Dl; T X P + ; 28. RlC, y el jaque


de retirada es muy peligroso.
27. D4D + , RlC; 28. D X T. A4A ;
29, P4CR, A X P; 30. TIC, T X P+ l
1 El tercer sacrificio de torre en una
partida! 3 1. Rl TI Esta prosaica jugJ.­
da es la única salida. 3 1• , D X P+ ;
. . .

3 2. A2C, D7D ; 3 3 . D X D, T X D; 34.


AJT, P4T; 35. A X A, P X A ; 3 6.
T X P + , R2A; 3 7. T2C, y los contrin­
cantes se pusieron de acuerdo para
declarar la partida tablas.
Presentarle al adversario las ma­
yores dificultades posibles es un prin­
cipio muy importante de la defensa.
A menuddo ocurre que el jugador
que se encuentra con ventaja está de
El plan estratégico de las blancas ánimo demasiado optimista y em­
es claro. Después del eventual PJ C pieza a actuar algo superficialmente.
(el alfil tendrán que desplegarlo las
negras más tarde o más temprano) Lasker-Steinitz
tienen pensado jugar 1 7. AJR y
TlAD con fuerte presión sobre la
columna alfil. 1 Pero las negras no Diagrama núm. 144
quieren comportarse pasivamente 1
16 •, A4Al También merece con­
. . .

sideración 16. . . . , A5C; 17. PJA,


A4A.
17. T X P, A7A! Para dificultar el
despliegue del alfil lA. 18. D2D,
TDlR!; 19. T X PA, A6D.
Las negras no entran en la trampa:
19 . . , A5D; 20. D XA, TSR + ; 2 1 .
. .

A l A , A6D ; 2 2 . A6TI, y las blancas


ganan.
20. D4C. Había la amenaza 20 .
. . . , A5D. 20, . . . , P4TD! ; 21. D4TD.
Ahora empiezan lances tácticos muy
duros.
21. . . . , A X P3Cl Contra 21. . . . ,
T x P ; 22. R x.T, DJA + no se debe
jugar 23. AJA a causa de 23 . ,
. . .

A5D + y ASA + ! Pero después de No es difícil apreciar que la po­


23. RlC, A5D + ; 24. AJ R consiguen cición blanca es crítica. Primeramen­
las blancas conservar la superioridad te intenta Lasker obtener algo de
material. contraataque en el ala del rey.

120
25. P4T, P X P; 26. C X PT, C6D; Georgadse-Koblenz
27. TIAR. En caso de 27. T2R, en­
tonces 27 . . . . , C6 X P! Diagrama núm. 145
27 • . . . , C5 X PC; 28. D3A, A3C;
29. R2T, T ICR; 30. A6T, D2R; 3 1.
C5T, AIR; 3 2. D3 T, C5T; 3 3 . A3A,
C5-4A; 3 4. T2R, C2D! Un buen mo­
vimiento profiláctico que asegura el
ala del rey y permite a las negras
avanzar enérgicamente contra el ala
opuesta.
35. P3C l Para, por el camino más
corto, llevar al caballo al ala de la
dama.
35 • . . . , P4T; 3 6. C2C, P5C; 3 7.
C3R, TIAD; 3 8 . C I D, P x P; 39.
C X P , A 5 D ; 40. A2D, C2-4A; 41.
D4T, A X C4T; 42. A X A, TIC; 43 .
CID, C5T; 44. A X PI
Relativamente es lo mejor. Las
blancas procuran con todas sus fuer­
zas hacerle «amarga» la vida al ad­ Estos movimientos tranquilos y
versario. nada vistosos pueden ser de la mayor
El intencionado sacrificio de ca­ importancia en la defensa. Después
lidad destruye al peligroso peón li­ de 2 1 . D4C, 22. P4T las negras aún
bre. podrían tener oportunidad de ganar
44 • . . . , T I T ; 45. A2D, P6A; 46.
tiempo con P4TR antes de que las
A X P!, C X A; 47. C X C, A X C ; 48.
blancas asalten el baluarte de peones.
T3A, C8A; 49. T2AD, C X P.; 50. 21. CID. El atacante quiere con­
T3 X A, C X T; 51. T X C, TI C-IAD. servat las piezas para reforzar el
ataque. La intención de las blancas
A pesar de la tenaz resistencia de
era jugar P4AR y C2A C4C. ,
Lasker, las negras siguen empeñadas
21 . . . . , T IA-ID; 22. D 4C, P4D!
en ganar. 52, T3C, T7T + ; 53. R3T,
T7T-7AD. Era mejor 53 . . . . , T8T.
El contraavance en el centro, el ar­
54. T6Cl, T7-6A; 55. A6C, TID;
ma eficaz contra la mayoría de los
56. T7C, D X T; 57. D X PA + , D2C;
ataques por el ala.
58. D X T + , DIC; 59. D6A + . 23. P5R, P5D! Las negras quieren
a toda costa ante todo cambiar una
El « jaque perpetuo • : ¡ el salvavi­ torre.
das a menudo encuentra el defensor!
24. A X A, D X A ; 25. T X P, T X T;
La estrategia de centro y la simpli­ 26. D X T, TID; 27. D4AR, C6A!
ficación constituyen el motivo princi­
Suprime también al agresivo ca­
pal del defensor en la partida si­
ballo que después de C3R se esfor­
guiente.
zaba en llegar a 4C.
(Ver diagrama núm. 145) 28. C X C. Obligado. 28 , D X C;
• . . .

29. A3R, T4D; 30. TIC, D X PA.


16 • , C4A. Las negras tienen que
. . . Las negras no comen el peón 4R,
actuar activamente, porque las blan­ ya que eso podría abrir la diagonal
cas amenazan con obtener un peli­ para el alfil blanco.
groso ataque mediante P4A, T3A, 3 1. T IAD, T8D + ; 3 2. T X T,
T3T, D5T. D X T + . El triunfo de las estrate­
17. A lA, P4TD; 18. P4C, P X P; gia de simplificación de las negras.
19. P X P, C5T; 20. T3D!, P3CI Las blancas se han quedado con el

121
alfil •malo •. Los peones en casillas 14• . . . , A1C!; 1 5 . P X PC, C2 X P;
negras se convierten en objetivos 16. P X P + , D X P; 17. CSC, D3A;
predilectos del ataque. 18. T IA, CSCI; 19. D3 A, D X C + ;
3 3 . R2C, D6C; 34. A2D, D6D. 35. 20. R1D, D2C; 21. D2R, TIA. A la
P4T, R 1A. agresiva torre hay que forzarla al
cambio, aunque sea a costa de un
Cuando al rey lo amenaza un ata­
que, él mismo procura a veces sim­ peón.
22. T X T + , R X T; 23 . C X P + ,
plemente salir huyendo de la zona
A x C ; 24. D x A, C7A + ; 25. R 1R,
en peligro.
C X A + . Las blancas abandonaron.
3 6. A3R, R1R. 3 7. R2T, D5A. 38.
Una valiosa indicación para la de­
D3 A, R1A. Nuevamente al escondi­
fensa la proporciona el siguiente
te. 39. R3C, D X PC . 40. PST, P X P; ejemplo.
41. D X PT, D5R! Con una dama cen­
tralizada no hay nada que temer. Bondarevsky-Smyslov
42. A4A, D6D + ; 43. A3R, PSC.
Las blancas abandonaron : el peón Diagrama núm. 147
libre cubre la carrera.
Por fuerte que pueda ser el ataque,
para el defensor lo único que impor­
ta no es sólo destruir las amenazas
directas, sino también encontrar el
talón de Aquiles del atacante y di­
rigir contra ese punto las propias
medidas.

Spielmann-Keres

Diagrama núm. 146

19
• , T2TI Esta defensa horizon­
. . .

tal de la fila 7.a es un método que se


encuentra muy a menudo. El movi­
miento del texto impide la peligro­
sa amenaza P X P.
20. 0-0. Nada se enseguía con el
asalto de peones : 20. P4CR, D3RI ;
2 1 . P 5A, D3A I y es difícil reforzar el
ataque.
20• , D1DI! Una jugada esplén­
. . .

dida. La idea es echar el cerrojo a la


posición después de 21. P5A, P3A;
El ataque blanco parece ser muy 22. C4C, P4C 1 Como ya se ha dicho,
peligroso. Tras 14 . . . . , PC X P tenían es un método importante en semejan­
pensado las blancas jugar 1 5 . AX PA, tes posiciones.
P x A ; 1 6 . C x PD, D l D ; 17. P6RI 21. P X P, PA X P ; 22. P5A, D"lAI;
Pero las negras concentran su aten­ 23 . P X P.
ción en los peones del centro enemi­ Las blancas no tienen ninguna po­
go. sibilidad de reforzar el ataque y ad-

122
miten el cambio de damas. Para el blancas habrían obtenido una presión
defensor, naturalmente, semejante peligrosa sobre la columna alfil con
cambio es favorable. TlAR.
23 , . . . , D X D ; 24. T X T + , R X T; 27. D X T, DX T; 28. T IR, DX PA;
25. P X D. Como ha demostrado 29. D6D, TIAD; 30. D X P + , D X D;
Averbach, las negras podían jugar 3 1 . T X D, R2A; 3 2. T6D, P4TD; 3 3 .
aquí 25 . . . . , T2CR ! La partida habría R2A, C 2 R ; 34. A4D, C 4A; 35.
podido continuar : 26. Rl T, A X C ; T7D + , R3R; 3 6. T7T, C X A ; 3 7.
27. P X A, T X P; 28. A4C + , R2A ; P x C, T7A + ; 3 8. R3A, T X PT.
29. TlD, C3A. O 28. TIA + , R2R; Alekhine tuvo que aventurarse a
29. T4A, R3R ; 3 0. A X P, A x A ; 3 1 . este final de torres. Como veremos,
T X A, C3A; 32. AJA, T4C. En am­ el camino hasta la victoria no es tan
bos casos con juego igualado. En la fácil técnicamente. 39. T X PC,
partida se jugó más débilmente 25. T6T + ; 40. R4R, P4T ; 41. T6C + ,
.. . , A X C, pero también después de R2A; 42. T6TR .
este movimiento pudieron las negras Las blancas pusieron este movi­
alcanzar las tablas. miento en bandeja. Era más acerta­
La simplificación y el paso a final do 42. T5C seguido de P4T y P3C.
de juego (especialmente de « alfiles 42. . . . , T7T; 43 . R3A, T6T + ; 44.
desiguales • y de torres) es una es­ R2A, T6D; 45. T X P, P5T!
tratagema que se da muy a menudo, Le pone al adversario una trampa
porque en estos finales de juego con psicológica: Reshevsky se torna co­
frecuencia resulta técnicamente difí­ dicioso y quiere de pronto conservar
cil mantener la ventaja. De este mo­ los tres peones. Si se hubiera con­
do consigue el defensor crear las ma­ tentado con dos, habrían ganado fá­
yores dificultades a pesar de que el cilmente : 46. T5T, T X P; 47. R3C,
final de juego, objetivamente visto, R3R; 48. P4T, y los peones corren a
pueda perderse también. coronar.
46. P5D? Han picado. 46 , P6T;
• . . .

Reshevsky-Aiekhine 47. T7T + , R3A; 48. T7T, R4RI; 49.


T5T. Tras 49. P4T consiguen las ne­
Diagrama núm. 148 gras, con 49 . . , R4A, colocarse en-
. .
·

tre los peones.


49 • . . . , T7D + ; SO. R3A, T6D + ;
51. R2R, T6CD; 52. R2A, T7C + ;
53. R3C, T6C + ; 54. R4T, T7C; 5 5 .
R3 T,. P7T; 56. P6D+ , R X P; 57.
P4C, R3A!; 58. R3C, R3C; 59. T8T,
R4C; 60. P3 T.
A 60. P4T habrían seguido jaques
frontales.
60. . . . , R5C; 61. R4A, T7A D; 62.
T8C + , R6T; 63. T8T + , R6C.
Tablas.
Cuando se tiene la seguridad de
que se podrá rechazar el ataque del
adversario, se procura que éste ini­
cie dicho ataque.

(Ver diagrama núm. 149)


24. T4A, P X P; 25. A X P, C3A; 17• , P5AR. Las blancas vieron
. . .

26. T X P, T7DI inmediatamente que el movimiento


En caso de que las negras hubie­ posicional 1 8 . A6T habría embotado
sen protegido al peón con P4R, las la punta del ataque ne gro ; p ero des -

123
Koblenz-Alexandrov de esta partida es que las negras em­
plearon como o: cebo • ¡a su propio
Diagrama núm. 149 rey!

Geller-Euwe

Diagrama núm. 150

pués de cuarenta y cinco minutos


de reflexión las blancas se dejaron
meter en la « danza de fuego » que
le ofrecían.
18. A5C, P x PR; 19. A X C, 16 • . . . , P4CD!; 17. T4T, D3C; 18.
P X P + ; 20. R1A, T X C; 21. D X T, P5R, C X PR; 19. P X P, C X A; 20.
AH + ; 22. T4A, D X PI; 23. A6R + . D x C, D X PR; 21. D X P + , R2A;
22. A6T, T l TRI
Las blancas habían confiado en
este jaque intermedio. 23 . . . . , R1 T ; El movimiento 1 6.0 era el comien­
24. A X T. Les pareció a las blancas
zo del plan estratégico de defensa
que el juego estaba ya terminado, de las negras; la última ju.gada, un
pero se siguió inesperadamente: 24. lance táctico para atraer a la dama
. . . , C7D + ; 25. R X P, C X D ; 26.
más a retaguardia y desviarla de la
P X P, A X T; 27. P X AI, C5T!; 28.
casilla 2AD.
A3T, D5A + ; 29. R 1C, D X P. 23 . D X T, T7AI; 24. TlAD ,
T X P + ; 25. R 1A, D6C; 26. R 1R,
Ambos adversarios se encontraban D6AR. Las blancas abandonaron.
ya apurados de tiempo. Debió jugar­
se 29 . . . , P x P. 30. P6AI, D7A; 3 1.
.
(Ver diagrama núm. 1 5 1)
T X P? Ahora son las blancas las que
se equivocan. Debieron jugar 3 1 . La torre ha penetrado ya en la sép­
TlAD, D x.A ; 32. T lR I , y la doble tima fila, la dama negra domina la
amenaza P7A y TSR mate es devas­ diagonal, pero con especial fuerza
tadora. está colocado el caballo en 5A.
•31 , P3TR; 32. T7D, D X A; 3 3 .
. . .
Las blancas ejercen contrapresión
P7A, D8A.+ ; 3 4. R2T, R2T!, y las en la columna caballo rey, pero el
negras alcanzan la victoria. alfil está apartado en 6T y es difícil
Una idea peculiar de defensa guió ver cómo la dama podrá montar una
a las negras en el ejemplo siguiente. colaboración con las demás fuerzas.
Atrajeron a las piezas enemigas a (En el final de juego de dama y rey
un segundo térÍnino y aprovecharon contra rey, la dama no puede dar
la ausencia de las piezas para iniciar mate sin la ayuda del rey.) Adem;:.�
un contraataque. Lo más excitante la posición de su rey es insegura.

1 24
Keres-Skalda ponemos los puntos sobre las íes,
podemos consistentemente y a sa­
Diagrama núm. 151 biendas llevar a cabo la defensa.

Botvinnik-Euwe

Diagrama núm. 152

Resulta instructivo observar cómo


Keres mejora paso a paso la posición
de sus piezas y obtiene contrajuego.
l. D4RI La amenaza l. , D X PC
. . .

es rechazada indirectamente, porque


entonces seguirían 2. D7R + , D2C; La posición parece estar perdida.
3 . P6A. Si se mueve la torre blanca, el peón
l . . . . , T7D; 2. TlADI Aquí está libre avanza, siendo apoyado por
la torre con mucha más eficacia. 2. la torre lA (en los finales de torres
. . . , P4T. Para crear más espacio para éstas van detrás de los peones libres),
el rey. si se mueve el rey, sigue l. . . . , R4R.
3. AlA. El pasivo alfil podrá asu­ Pero Botvinnik se salvó de manera
mir buenas funciones de defensa. fenomenal.
• 3 . . . , TSD! ; 4. D8R, PSC! Siempre l. R3R, R4R ; 2. T2AII, P6A; 3 .
es importante vislumbrar las debili­ R3D, TlD + . Las negras no pueden
dades en el campamento enemigo. jugar ya a zugzwang, ya que las blan­
Aquí el punto «vulnerable • es 5T. cas pueden comer el peón : 4. T X PI,
S. RlCI Habría sido erróneo el T X.T + ; 5. R X T, R X P ; 6. R4A,
• activo • 5. T7A + , R3T; 6. DBCR a R5A ; 7, R4D, R5C ; 8. R5R, R X P ;
causa de 6 . . . . , D x P + ; 7. RlC, 9. R6A, R5C; 10. R x P, P5T; 1 1 .
C7R + I ; 8. A x.C, D6C + I ; 9. RlA, R6A, P6T ; 1 2 . P6C, P 7T ; 1 3 . P7C,
T5A + . P8T = D ; 1 4. PSC= D + .
• S . . . , R3T. Con la intención de 3 . R3R!, TSD; S , T X P, T X P+ ;
comer al peón dama. 6. T7Al, T8D; 6. R3A, T X P; 7. T6AI El quid de. la
7. T4AI No sólo se defiende contra
defensa-contraataque contra el pun­
D 5D + , sino que ataca también al
to 6C. 7• , TSA + ; g; R3R, TSR + ;
. . .
peligroso caballo.
9. R3A, R4A; 10. T6A + , R X P; 1 1 .
7• .' . . , C 6T + ; 8. R2C, D X PC + ;
T X P + I Tablas.
9. A2R, T8CR + ; 10. R2T, T8 TR + ;
11. R2C, T8CR + . Tablas . . Cerramos nuestro tema con algu­
A menudo la idea de la defensa nos ejemplos en los que aislados lan­
está profundamente oculta. Sólo ces tácticos resuelvan problemas de
cu¡¡.ndo descubrimos el quid, cuando defensa.

125
Makogonov·Tschechower Sagoriansky· Tolusch

Diagrama núm. 1 53 Diagrama núm. 1 54

Las negras están perdidas. Pero, Las blancas jugaron l. D4A. To­
¿ qué resultaría si, antes de abando­ lusch quiso ganar «inmediatamente »
nar, le preparasen una trampa al y movió l. . . . , R6T. El movimiento
adversario? Y las negras jugaron: es en cierto sentido una trama:>a en la
l . . . . , DSC + ; 2. R2A? Apuradas que las blancas estaban obligadas a
tiempo, las blancas no se dieron caer, pero al hacer eso las negras no
cuenta de que 2. RlA les aseguraba se habían dado cuenta de la posibi­
la victoria. lidad de tablas por rey ahogado.
2• . . ., T IAR; 3. T8D, DST + I Las 2. D X PI, P7C + ; 3 . R2A, T3AR;
blancas abandonaron. 4. RlCII
Con material reducido se salva a Está claro que después de 4 . . . . ,
menudo la partida con tablas por T X.D o 4. . . . , C6A + ; 5. D X.C + ,
rey ahogado. T X.D el rey está ahogado.

126
PRACTICAS

55 56
Juegan las blancas Jue¡:an las blancas

57 58
Juegan las blancas Juegan las blancas

59 60
Juegan las blancas Juegan las blancas
Lección 15
EL JUEGO EN POSICIONES IGUALADAS

Cuando ambos bandos han jugado Ambos contrincantes han termina­


correctamente la apertura o ninguno do el despligue de sus fuerzas. Los
de e llos ha alcanzado ventaja posi­ juegos están igualados. En el centro
cional eobre el adversario, las pers­ las blancas dominan la casilla SR,
pectivas en el medio juego han de pero esto tiene tan poca importancia
considerarse equilibradas. práctica como el control del punto
Si uno de los jugadores tiene al­ 4R por parte de las negras. Tampoco
guna ventaja, no es difícil hallar la la casilla débil P SCD es decisiva.
guía para nuestras acciones adecua­ En semejantes posiciones no se
das y establecer el plan. Pero, ¿cómo buscan planes de largo alcance ; .;no
hay que actuar cuando en el tablero se contenta con maniobras t;¿: :J c· t!i­
faltan debilidades claras y la posición las para mejorar la posición de las
presenta un relativo equilibrio? propias piezas. Pero al hacer esto
Tratamos de mostrar con los si­ hay que tener cuidado de que el ad­
guientes ejemplos cómo puede trans­ versario no consiga de pronto desple­
currir la lucha. gar una actividad peligrosa.
IS. A IR. El alfil le estorba el oaso
-
a la torre. 15 . . . . , T IA-ID. La t orre
Reshevsky-Smyslov permanece pasiva en lA.
I6. ASC. Las blancas querrían me­
jorar la posición de sus piezas y a
Diagrama núm. 155 este fin trasladar el caballo desde 3 C
a SR. E n principio, u n comportamien­
to correcto, pero antes deberían ha­
ber jugado 16. TlT-lA.
I 6• . . . , A4DI; 17. C3C-2D, D2CI
Un nuevo éxito. Las negras han cla­
vado al caballo 3A, y la dama y el
alfil bloquean el centro enemigo.
I8. C4A, C3C; 19. C4-SR?
Las negras querrían cambiar el ca­
ballo que se esfuerza en llegar a SR.
Pero el movimiento de las blancas es
(por el momento) un pequeño error.
Deberían haber consentido en el
cambio de caballos, porque ahora el
caballo en 3C apunta a ST.
I9 • , CSR; 20. P X P, C X P4A ;
. . .

2I. C4D!

128
Quieren sacudirse la presión sobre Smyslov-Djurasevíc
la casilla 2C, porque 2 1 . . . . , A X P
no es de temer a causa de 22. P3A, l. P4AD, C3AR; 2. P3 CR, P3 A ; 3 .
A6T; 23. A6A. C3 AR, P4D ; 4 . P3 C, A4A ; 5 . A2CR,
21 . . . . , TDlADl; 22. P3A, C6C!; P3 R; 6. 0-0, CD2D; 7. A2C, A2R ; 8.
23 . c x c, A x C. P3D, 0-0 ; 9. CD2D', P4TD; 10. P3TD,
P3 T; 1 1. D2A, D3 C .
Las negras han conseguido ya cier­
to éxito. Mientras el caballo en 5C
Diagrama núm. 156
dispara al vacío, las negras consiguen
clavar a la torre 1 TD en la defensa
del peón y evitar con ello la jugada
TDlA que llevaría a un equilibrio.
24. T3D, A7 A; 25. T2D, P6C!
De pronto las negras están mejor:
crean con este movimiento un hito de
ataque sobre 7C. Es instructivo se­
guir cómo Smyslov aumenta rápida­
mente su ventaja.
26. A2A, A5C; 27. T4D, C4D; 28.
C3D, P4R! ¡Una combinación ines­
perada! 29. C X P, A6Al; 30. C4A.
Sacrifica la calidad, porque después
de 30. P XA, C x P; 3 1 . D2D, C x A;
32. P x C, P7C las blancas tienen que
ceder la torre por el peón libre.
30. . . . , A X T; 3 1. P X A, D2A.
Técnicamente la lucha aún no es 12. AJA! La posición está igualada.
fácil, porque los alfiles blancos son Las blancas procuran mejorar la po­
muy fuertes. sición de sus piezas, a pesar de qu e
por el momento el fortalecimiento
32. A3C, D2T; 3 3 . D5R, C5C; 34. parece ser bastante abstracto; los
C6D, TIA; 35. D3R, TlT-ID; 36. contornos de la inminente lucha son
D3A, D2R; 37. TIR, D4C; 38. D3R, difíciles de prever. Pero con una ten­
D3C; 39. C4R. dencia así se crean al menos las con­
Lleva a la pérdida del peón 4D. diciones previas favorables para la
Era mejor 39. C7C ; pero, como lucha posicional que es de esperar.
Smyslov ha demostrado, también en 12• , T IA-ID; 1 3 . D2C. Presión
. . .

este caso ganarían las negras : 3 9 . . . . , sobre la diagonal.


13 . . . . , C4A; 14. A4D, P X P.
TIA; 40. C x P, A6D ; 41. TlD,
Con la intención de abrir la dia­
A x A ; 42. P X A, D3C; 43 . C x P,
gonal a su alfil.
D X P, etcétera.
15. PD X P, D2A; 16. P4CD, P X P;
39 . . . . , A X C ; 40. D X A, C7A ; 41. 17. P X P, C4A-2D.
D X D, PT x D; 42. TIAD, C X P y Algo mejor era 1 7 . . . . , C5R .
. alcanzaron la victoria en la jugada
18. T X T, T X T ; 19. P5Al, DIC;
7 1 .•.
20. C4A, A5R; 21. A3T!
También en la partida siguiente las Para después de 22. C2D, A4A ;
blancas se esfuerzan al principio por 23. A2C l , dominar el centro. En po­
conseguir no objetivos ambiciosos, siciones semejantes se procura colo­
sino por lograr tan sólo mejorar pa­ car continuamente al adversario ante
so a paso la posición de sus piezas nuevos problemas. N o se le deja re­
y provocar debilidades microscópi­ sollar ; cuando los resuelve, se procu­
cas en la situación enemiga. ra presentarle uno nuevo.

129
2 1 . . . . , A4A ? ! ; 22. A x A, P X A ; e s peligroso a causa d el alfil e n 2C
23. TID, D IAR; 24. C3R! Obliga a que amenaza al peón 2CD. En caso
las negras a debilitar la diagonal de que las blancas pr e par en el mo­
l TD - 8 TR. 24. . . . . P3 CR; 25. C5R, vimiento del caballo con T I C, sigue
TID; 26. C5-4A, T I T ; 27. AJA, T l T- l A. Por eso las blancas no pue­
DIA; 28. D3C!, CIR; 29 . A2C, T 3 T ; den explotar la fuerza relativa del
30. D3 D. punto 5D. La posición de las demás
Finalmente se ha conseguido la piezas está también equilibrada. Pe­
ventaja de p osición. Las blancas re­ ro B otvinnik emprende la tentativa
ciben en s u poder la columna dama. de plantear un problema al adver­
30 • . . . , C2-3 A ; 3 1. C6D, D3 R. sario.
En caso de 3 1 . . . . , D2A, entonces 15 • . . . , P4R; 16. P3 C D . Ahora em­
32. C X C y D7D! pieza el asalto. Botvinnik comenta so­
3 2. C X PC, T7T ; 33. D3A, A l A ; bre esta posición que si las blancas
3 4 . C 8 D, D I A ; 3 5 . C4A, T2T ; 3 6. no hubiesen sobreestimado sus posi­
C 6C, D2A; 3 7. D4A. Un ·pequeño bilidades, hab ría n conservado un
« error de belleza ; era más fuerte 3 7 . j uego igualado con 16. P X P y D2A.
T7D ! 16 • . . . , P4D!! El comienzo de una
3 7 • . . . , A2C; 3 8. P4A, R2T; 3 9 . c ombinación muy c o m pli cada .
A5R. 17. PR x P, P5R ! ; 18. P X A, P X A ;
Las negras abandonaron. 19. P5A, D4T; 20. TIR-ID.

En los ej emplos anteriores conse­ Las blancas nuevamente no están


guía el triunfador, después de largo s a la altura de las circunstancias. Sus
rodeos, conservar l a s11premacía. Pe­ posibilidades aún habrían seguido
ro hay posiciones equilibradas en las estando equilibradas después de 20.
que uno de los bandos pasa de pron­ D3D, y en caso de 20 . . . . , C5C, en­
to al ataque. Naturalmente en tales tonces 21. C4R, P4A; 22. C5C.
casos el bando activo debe calcular 20• , C5C!; 21. A4D. Más v en ­
. . .

con mucha exactitud. tajoso habría sido 2 1 . C4R.


Pero los errores de las blancas tie­
Rauser-Botvinnik nen un motivo psicológico : un giro
tan brusco del curso de la lucha pue­
Diagrama núm. 157 de hacer saltar de la silla al más ex­
perimentado jinete.
21. . . . , P7A + ; 22. R IA. Contra
22. Rl T Botvinnik tenía pensado j u ­

gar 22. . . , T X P! ; 23. C x T,


.

P8A = D + .
22• . . . , D3 T + I ; 23. D2R, A X A;
24. T.X A, DlAR! ; 25. TlA·lD, D5T.
El camino recorrido desde 2A a 5T
es muy eficaz. 26. D3D, TIR; 27.
T4R, P4AI ¡Todos los movimientos
de las negras parecen mazazos 1
28. T6R, C X P + ; 29. R2R, D X P.
Las blancas abandonaron, porque
después de 30. TIAR, C X T ; 3 1 .
R X.C, T x T; 32. P X T, D4R n o tie­
nen compensación ninguna por la
pérdida de la calidad.
Hay posiciones igualadas en las
Las negras han sup erad o las difi­ que las mutuas debilidades equili­
cultades de la apertura. La p o s i ción bran la balanza. Pero una fase tal de
está equilibrada : el m ovimi ento C5D equilibrio puede resultar engañosa.

130
Smyslov-Panov Se siguió 3 2. P4AI Con este pro­
digioso sacrificio de peón consiguen
Diagrama núm. 158 las blancas activar sus piezas.
3 2• . . . , P X P; 33. P X P, A X PA ;
3 4. T 3 A , D 4 C ; 35. A 3 C , T2CD; 3 6.
T lD-IAD, A2A; 37. D2A, DIR.
También después de 37 . . . . , A x A ;
3 8 . T X A, D2D ; 3 9. T X.T, D XT ;
40. T l C, D2D ; 41. D4A la posición
blanca es mucho más libre.
3 8. A X A, D X A; 39. T7A. El sa­
crificio de peón produce sus prime­
ros frutos : la torre ha penetrado en
la séptima fila.
39 • . . . , T X T; 40. D X T, TIAR;
41. T6A!, D3R ; 42. T X PT, P4C; 43.
T7T, T2A; 44. D7DI, D3A.
Ahora se hace muy peligroso el
peón libre alejado en la columna
torre.
Es .débil el ¡peón 6D ; lo mismo 45. P4TD, P4T; 46. P5T, P5C; 47.
puede decirse del peón blanco en PT X P, P X P; 48. D X PC, P4D; 49.
3AD. La posición de las restantes A4TI, D3A ; 50. T X A, D4A + ; 51.
piezas parece ser también equivalen­ R2T, T X T; 52. A6A + , R2T; 53 .
te. Aquí se pone de manifiesto una D5T + , R IC ; 54. D8T + , R2A ; 55.
vez más que no pasa lo mismo cuan­ D7C + , RIR; 56. D X T + , D X D;
do dos hacen lo mismo. 57. A X D. Las negras abandonaron.

131
P R AC T I C A S

61 62
Juegan las blancas Juegan las negras

63 64
¿ Deben jugar las blancas Juegan las negras
l. R6C?

65 66
Juegan las blancas ] uegan las blancas
Lección 16
TRIUNFO DE LA LOGICA
MATEMATICA

Sobre el final de juego se han Naturalmente estas concepciones


escrito ya muchos libros. A causa cierran el camino a la maestría.
del reducido material, es posible in­ El objeto de las siguientes elQl)Osi­
vestigar analíticamente con preci­ ciones consiste en ilustrar los mé­
sión muchas posiciones de final de todos más importantes de lucha en
juego. Todo jugador de ajedrez que el final de juego, suministrando así
quiera llegar a la maestría debe .pres­ la prueba de que también aquí el
tar gran atención a esta fase de la principio del juego activo armó­
partida. nicamente conjuntado de las piezas
c El arte de manejar el final de tiene la parte del primer violín.
juego es la piedra de toque para la
perfección técnica de cualquier juga­ Lowenfisch-Rabinowitsch
dor de ajedrez • , escribió en sus tiem­
pos el gran maestro A. Kotov. l. P4R, P4AD; 2. C3AR, P3D; 3.
N o es ningún fenómeno casual : P4D, C3AR; 4. C3A, P X P; S. C X P,
todos los campeones mundiales de P3CR; 6. P4A, AlC; 7. PSRI, CSC ;
la historia del ajedrez, todos los 8. ASC + , R IA ; 9. P3 TR, C3T; 10.
A3R, C3A; 1 1 . P X PI, C X C; 12.
grandes maestros sobresalientes fue­
ron y son artistas relevantes en el A X C, D x P; 13. A X A + , R X A;
14. D X D, P X D; 15. 0-0-0.
final de juego.
Al hablar de la partida Kotov-Elis­ Diagrama núm. 159
kases recalcamos ya que desde la fa­
se del comienzo hay que contar con
la posibilidad del paso forzado al
final de juego
En los jugadores jóvenes de aje­
drez domina la inclinación a no pre­
ocuparse del final de juego. A unos
les parece que el juego en su etapa
final es una cosa vacía e insí¡pida ;
otros temen que al adversario le re­
sulte mucho más fácil hacer jugadas
correctas cuanto menos piezas que­
den sobre el tablero. Pero el motivo
principal en todos los casos es el dé­
bil conocimiento teórico de la teoría
del final de juego y por tanto la inse­
guridad en esta fase de la ¡partida.

133
Y!t en su n.a jugada las blancas El peón empieza la carrera final.
veían esta posición. Dando un ro­ Su proximidad a la casilla de corona­
deo al medio juego, la lucha ha miento proporciona inesperadas po­
desembocado en un final de juego. sibilidades combinatorias.
El peón negro 3 D está aislado y 35 •, P3T. Sería desfavorable la
. . .

débil, y como el ataque debe dirigir­ siguiente variante: 35 . . . . , A X C ; 3 6 .


se contra las debilidades, las blancas T X A, T X. P ; 3 7 . P7A, T5AD ; 3 8 .
empiezan a sitiar al peón 3 D. T7D.
14• . . . , TlD; 16. T2D, A3R; 17.
En esta posición puede uno con­
TlT-lD, C4A; 18. P4CR, C6R; 19.
vencerse de lo mucho que importa
TlR, P3TD.
en el final de juego la actividad del
Tampoco después de 19 . . . . , C5A ; rey. En tanto que el rey blanco puede
20. A x C, A x A ; 2 1 . TlR-lD podría moverse libremente, su contrincante
librarse el peón. ha de limitarse a desempeñar un pa­
20. T X C, P X A ; 21. C X P, T X P;
pel estático, porque a 38 . . . . , RIA? ,
22. T X P, T X T; 23. C X T.
sigue inmediatamente 39. T 8 D + y
Ha empezado la llamada fase téc­ P8A = D.
nica: la explotación de la superiori­
dad material. Pero ya se sabe lo que 3 6. P X P + , R X P; 3 7. P7A, T6C;
38. P4T, T6A; 39. C5AI La torre que­
dijo Emanuel Lasker : «Lo más difícil
es ganar una partida ganada. » da separada del peón. La siguiente
Esta afirmación tiene su funda­ tarea de las blancas es acabar con el
mento psicológico. En una posición alfil.
victoriosa se pone uno algo engreído, 39. . . . , T5A; 40. T5R. Amenaza
se cree que la obra ya está hecha, 4 1 . T X Al 40 • . , A5C; 41. T4R,
. .-

se afloja la concentración y se empie­ T7A + ; 42. R3R, A4A; 43 . T4A,


za a jugar superficialmente. No así AlA; 44. T X P, T5A; 45. T4A.
el adversario: colocado en desventaja Las negras abandonaron.
material, lucha desesperadamente
Esta partida proporciona las si­
por su vida, nos dificulta todo lo po­
guientes revelaciones:
sible la victoria y, en su apuro, se
muestra insólitamente inventivo. l . Hay que contar siempre c o n la
También en nuestro ejemplo pro­ transición brusca de la apertu­
curan las negras atacar el ala del rey ra al juego final (es un valioso
blanco, pero aquí eso no les sirve medio de lucha en el arsenal
de nada: los peones libres blancos en de todos los grand es maestros).
el ala de la dama se muestran dema­ 2. Lo mismo que en la a pertura
siado peligrosos. y en el medio juego hay que
23 • . . . , T8T + ; 24. R2D, T8AR; esforzarse por obtener la ma­
25. C X PC, T X P; 26. C5A, A4D ; 27. yor eficacia posible de las pie­
C3D, T8A; 28. P3C, R3 T; 29. P4A, zas.
A7C; 30. R2R, T8CD; 3 1. P5C + . 3. En el juego final, el rey debe
También con material reducido convertirse en una pieza activa
surgen de pronto posibilidades tác­ y agresiva. Lo más favorable
ticas. es situarlo en el centro.
3 1. . . , R2C. Tienen que adoptar
. 4. Los peones desempeñan un
una actitud pasiva, porque 3 1 . . . . , gran papel. Son especialmente
R X P no deben hacerlo a causa de peligrosos los peones libres,
32. T3C + . porque, con material reducido,
32. R2A. El alfil está demasiado el camino para coronar está li­
peligroso en 7C, por eso lo expulsa el bre de obstáculos.
rey. 5. En el final de juego la debili­
32 • . . . , A2C; 3 3 . P4C, AlA; 3 4. dad de los peones puede ser
P5A, A4A; 35. P6AI de una importancia decisiva.

134
En la partida siguiente las negras 22. . . . , P4TR; 23 . TID, TIR-ID.
eligen una dura variante. Pero las Un cambio desfavorable que faci­
blancas han descubierto en la posi­ lita al rey blanco la participación en
ción enemiga puntos débiles, que ad­ la lucha. Pero por otra parte las
quieren especial relieve en el final de blancas amenazaban con reforzar el
juego. Por eso preparan las blancas ataque mediante T4D, T4TD.
a su enemigo una « ducha fría » : en 24. T X T + , T X T; 25. C6T, AlA;
lugar de atacar « hermosamente » , las 26. C4C, A2C; 27. T4AI, TIA; 28.
negras se ven penosamente atormen­ R2D, P3A; 29. P4TD, P4R; 30. PSTI,
tadas en el final de juego. P3 T.

Suetin-Wasjukov Diagrama núm. 1 60

l. P4R, P4AD; 2. C3AR, P3 D ; 3 .


P4D, P X P; 4 . C X P, C3AR; S .
C3AD, P3CR; 6 . A3R, A2C; 7 . P3A,
0-0; 8. D2D, C3A; 9. 0-0-0, P4D; 10.
P X P, C X P; 11. C4 X C, P x C; 12.
A4DI
Las negras esperaban 1 2 . C X C,
P x C ; 1 3 . D X P, D2A con juego de
doble filo.
12. . . ., A X A. El movimiento de
las blancas tuvo efectos psicológicos.
Como el adversario juega tan « insípi­
damente » , las negras se engríen y no
ven la jugada 12 . . . . , P4R, que pro­
metía un juego más rico en con­
tenido.
13. D X A, D3C; 14. C4T!, D4T;
15. P3CD, TIC; 16. DSAI, D X D;
17. C X D. Hac-e algunos movimientos parecía
No hay que imaginarse que des­ como si el ataque blanco hubiese
pués del cambio de damas la lucha llegado a un estancamiento. En tales
adopte inmediatamente las caracte­ casos se deben crear nuevos objeti­
rísticas del final de juego. También vos de ataque. Ahora la maniobra
después del cambio de damas son de las blancas se dirige contra el
posibles ataques cuyo carácter es peón en 3T.
propio del medio juego. Pero en nues­ Por lo demás, sería peor permitir
tro ejemplo tenemos después de la 3 1 . P6T.
desaparición de las damas y de una 3 1 . C3D!, R2R; 3 2. T4CD, T2A ;
pareja de torres un final de juego del 3 3 . CSA, AlA; 3 4. T8C. Las blancas
más puro estilo. se han situado espléndidamente.
17• , TIR. Hace sitio al rey, pe­
. . . 34 • . . . , R3D; 35. P4CD, R4D; 3 6.
ro su centralización tiene poco éxito, R3D, P4C. Desesperación, pero tam­
porque el CSA ocupa una posición poco había escapatoria ninguna con­
demasiado fuerte (delante del peón tra la amenaza TBT.
aislado y por tanto difícil de ex­ 3 7. P4A +, R3D; 3 8. T8T, PSC; 39.
pulsar). C X P, A4A + ; 40. R3R, T2CD; 41.
18. T2D, RIA; 19. A3D, CSC; 20. T8AR, A3 R; 42. T X P.
P3 TD, C X A + ; 21. T X C, A4A; 22. Las negras abandonaron.
T3A. Para terminar pondremos un ejem­
Nuevamente la vieja estratagema plo de un trabajo finamente cince­
que aconseja dirigir ataques contra lado de final de juego por el que en
puntos débiles. tiempos fue campeón mundial.

135
Tschechower·Lasker 1 9 . TlD + , R2R; 20. T2D, TlD es
imposible el movimiento 21. T2A7
l. P4AD, C3AR; 2. C3AD, P3R; 19. . . ., R X T; 20. P3CD, R2A.
3. C3A, P4D; 4. P4D, P X P; S. P4R,
En el final de juego a menudo todo
ASC; 6. ASC.
depende de pequeños matices de ¡po-
A partir de aquí las blancas em­
sición. Las negras ganan porque con­
piezan a jugar a a simplificacioneS J.
siguen que su rey penetre en el ala
O influía en eso la autoridad del gran
de la dama. Pero si estuviera el peón
maestro o las blancas no se atrevían blanco en 4TD, las blancas tendrían
a decidirse a sacrificar un peón con
buenas posibilidades de alcanzar las
6. P5R, C4D ; 7. A 2 D , A x C; 8. P X A,
tablas: podrían con C1A, C3D for­
P4CD, a pesar de que eso habría sido mar una «zona defensiva . indestruc­
lo adecuado conforme al plan posi­
tible.
cional.
6• , P4A; 7. A X C. Era mejor
. . .
Ahora a 2 1 . ClA podría seguir
7. P5R, pero las blancas juegan a la 21. . . . , A7C; pero a 2 1 . P4TD sigue
• tala• . 7 , D X A; 8. A X P, P X P;
• . . .
2 1 . . . . , R3A ; 22. C1A, R4A; 23.
C3D + , R5D con ganancia.
9. D X P, C3A; 10. D X D, P X D; 11.
TIAD, A2D; 12. 0·0, TIAD; 13. 21. R IA, P4C!; 22. R IR, A7C ;
P3TD, A3D; 14. C2R, C4R!; IS. 23 . P4TD, P X P; 24. P X P, R3A!
C X C, A X C; 16. ASC. El gobierno del final de juego exi­
El punto culminante de la tenden­ ge una precisión matemática. Como
cia simplificadora de las blancas. Lasker comentó, podría a 24. . . . ,
16. . . . , T X T; 17. A X A+ , R X A; R3C seguir: 25. R2D, R4T; 26. R2A,
18. T X T. Las blancas han converti­ A4R; 27. R3CI, A x P ; 28. P3C con
do la partida en un desierto, pero tenaz resistencia.
también en el desierto palpita la 25. R2D, R4A; 26. C3A.
vida.
Contra 2 6 . R2A sería muy fuerte
18 . . . . , T IAD!; 19. T X T. 2 6 . . . . , A5D I ; 27. P3A, R5A! Con
28. C x.A, R x C ; 29. R3C, P4TDI, el
Diagrama núm. 1 61 juego final de peones está ganado fá­
cilmente.
La última parte de la partida se
comprende fácilmente: 26. . . . , RSC;
27. CSC, P4TD; 28. C6D, R X P; 29.
R2A, A4R; 30. C X P, A X P; 3 1. C8D,
P4R; 3 2. C6A, A8C; 33. P3 A, A4A ;
34. C8C, R4C; 35. P4C, A2R; 36.
PSC, P x P; 3 7. C7D, A3 D; 38. C6A,
RSA. Las blancas abandonaron (39.
C x.P, A2RI). También esta partida
muestra cuan inagotables posibilida­
des están a disposición del artista de
los finales de juego.
Cuanto más profunda sea la .pe­
netración que hayamos conseguido
en el final de juego, tantos más her­
mosos horizontes nos harán señas en
Las blancas no pueden evitar el este reino inagotable de la exacta
cambio de torres, porque después de lógica matemática.

136
PRACTICAS

67 68
Juegan las blancas Juegan las blancas

69 70
Juegan las blancas Juegan las blancas

71 . 72
Juegan las negras Juegan las blanc;"'
C01�PAREN USTEDES SUS SOLUCIONES

Dia�rama 1-6, página 16

1 R XPT; 4. R6A, P5A; 5 . P5C. En ca­


so de 3 . . , R X PC, entonces 4. R6C,
. .

Erróneo l . . . . , R3R a causa de 2. R x P; 5. R5A.


R4R!, RJA; 3. R5D, &2R (en caso
de 3 . . , R4A, entonces 4. P4R + ,
. .
4
R3A ; 5. R6D, R2A; 6. P5R, RlR;
7. R6R!, R lA ; 8 . R7D y ganan). Brinckmann - Rubinstein. l. . . . ,
4. R5R, R2A; 5. R6D, RlR; !í. R5R; 2. R2R, P4C; 3. R1A (3. R2D,
R6R, RlA; 7. P4R, RlR; 8. P5R. R5A; 4 R2R, R6C ; 5. RlA, R7T ;
Ganan el tiempo decisivo. Las negras 6. R2A, P 5 C ; 7. RIA, P6C, 3 , • . . .

tienen que echarse a un lado, ceder. P5D!; 4. P X P, R X l'; 5. R2R, P5CD!;


En este caso hablamos de la pérdida 6. R 2D (impide la brecha 6 . . . . ,
de la oposición. P6A 1 ), 6. . . . , P6C (inmovilización) ;
7. P3A + , R5R (maniobra de rodeo) ;
8 . . . . , RlA; 9. R7D y las blancas 8. R2R, R5A; 9. R2A, R5C; 10. RIA,
ganan. En caso de l. , R3A? ; 2.
•. . .
R6C; 11. R h::, P5C; 12. R lA, R7T;
R4A. Con l • , R2R! , las negras
. . .
13. R2A, RitT (13 . . . . , P6C + ?; 14.
hacen tablas. Ahora ganan las negras R3A y las negras pierden!); 14. R3C,
la oposición con su movimiento des­ R8C; 15. R X P, R X P y las negras
pu és de 2. R4R, R3RI o 2. R4A, ganan.
R3A!
S
2
Keres-Eliskases. l • . . . , T3CD + ; 2.
l. P5RI!, P X P; 2. RlA! La o�osi­ RIA, T3TRI; 3. RlD, R6DI; 4. RIR,
ción a distancia. 2• . . . , R 4D (2 . . . . , U6R; 5. RlA, R6A; 6. RlC,
R5A; 3 . R2A ! ; 2 . . . . , R5D; 3 . R2DI); T3CR + I; 7. R2T, T3TR + ; 8. RIC,
3 . RID (3 . R2D?, R5D; 4. R2R, R5R; T3CR + ; 9. RIA, T3 TR. Tablas. Po­
5 . R2D, R6 A y las negras ganan), 3. sición excepcional: generalmente ga­
. . . , R4A (si 3 . . . . , R5R o R5D, 5A nan los peones libres muy avanzados
entonces 4. R2R, R2D o 2A) ; 4. contra la torre.
RlA! Tablas.
6
3
l. R6CI, T8C + ; 2. R7T, R2A; 3 .
A Gorgijev. l. P4C + I, R X P; 2. T8C, T8TD; 4. R7C, T8C + ; 5. R8T,
R6C, P4A; 3. P4TI Tablas. En caso T8R; 6. P7TI, T2R; 7. T7C y ganan.
de l • . . . , R4C ; 2. R7C (pero no 2. Un grosero error sería l. P7T? , y las
P4T + , R x.PT ; 3. R6C, RXP; 4. blancas habrían tenido el escondite
R6A, R5A), 2• . . . , P4A; 3. P4T + , que les proporciona la victoria.

139
Diagramas 7-12, página 23

7 lín de despliegue! No es de extrañar


que el castigo siga inmediatamente:
Kotov-Bondarevsky. l . . . . , P5A + ; l . D7D+ 1!, A X D; 2. C6D + con dos
2. e x P4A, D7A + I ; 3 . R3D,
piezas, RlD; 3. e7A + , RlA; 4.
D X A + I ; 4. R X D, A4A + ; 5. R3D,
e X e mate ¡Un rey en el centro, en
T8R + , A X T; 5. T8D mate. No es
pleno tablero! No se recomienda la difícil, pero deben verlo los hace­
imitación. dores de mates.

8 11
Spielmann-Honlinger. l. e7R + 1 E. d . Lasker-Thomas. l . D X P + !,
Deja libre el camino a la pieza que R X D; 2. e X A+ con dos piezas.
ha de dar mate. l • , D x e; 2.
. . .
Protéjanse ustedes contra el jaqu e
D X PT + I Desguamecimiento de « Su con dos piezas. 2 . . . . , R3 T (2 . , . . .

Majestad » . 2. . . . , R X D; 3. T5T + , RlT; 3. C6C mate); 3. e5-4e + ,


R le; 4. T8T mate.
R4C; 4. P4T + , R5A; 5. P3 C + , R6A;
6. A2R + , R7e ; 7. T2T + , R8C ; 8.
9 R2D mate.
Alekhine-Mindeno. Para cerrar la
red del mate hay que bloquear la 12
salida a 2A de las .negras. Pero,
¿cómo? En caso de simplemente l . Torre-Adams. l. D4CRI A causa
P6C, D x P C ; 2 . D4A + , entonces de la amenaza de mate en 8R, la da­
P4D. Las blancas ganaron con l. · ma es tabú. l. . . . , D4e; 2. D4AD!,
e5RI, P X e; 2. P6CI, D X PC ; 3. D2D; 3. D7AI, D4C; 4. P4TD,
D4A + , D2A; 4. T8T mate. D X PT; 5. T4RI De nuevo un sacri­
ficio de diversión. 5. . . . , D4e; 6.
10 D X PCU Las negras abandonan. Esto
Pollock-Consultantes. ¡No se debe pasa cuando no se tiene ningún res­
dar al adversario semejante trampo- piradero.

Diagramas 13-18, página 30

l3 14
Glücksberg-Najdorf. La guía de Kotov-Judowitsch. l. T5AI! Ex­
nuestro tratamiento de la lucha está plotan inmediatamente la posición
bien clara: explotar inmediatamente insegura del rey. l . . , P X T (l .
. . , . . .

D3D; 2. T X P + I, A X T; 3 . C5A + ) ;
la posición insegura del rey. l , • . . .
2. e x P + , R3A; 3. T6D+ !, R x e ; 4.
A8e; 2. e X A, D7T + ; 3. R3A, P4RI! D3A + , T5A; 5. D5T + , R5R; 6.
Hay que traer nuevas fuerzas comba­ AlA + , R6R; 7. T3D+ . Las negras
abandonaron.
tientes. 4. PD X P, e2 X P+ ; 5. P X e,
C X P + ; 6. R4A, e3e + ; 7. R3A,
15
P5A! ; 8. PR X P, A5e + I ; 9. R X A,
Steinitz-Bardeleben. l. e5e + 1,
e4R + U; 10. P X e, P4TR mate. Sí,
RlR; 2. T x e + I, R lAI (2 . . . . , D x T;
para esto hace falta tener una buena 3. T X T + . En caso de 2 . . . . , R X T,
porción de fantasía. entonces 3. Tl R + , R3D; 4. D4C + ,

1 40
R2A ; 5. C6R + , RIC; 6. D4A + ); 3 . Pero se siguió un fuego de artificio :
T7A + , RlC; 4. T7C + I, R l T (4 . . . . , l. A X PII, T X C; 2. T8T + I, A X T;
RlA; 5. C X P + ); S. T X P+ , RlC;
3. D x P + . Las negras abandonaron.
6. T7C + I, RlT; 7. D4T + , R X T ; 8.
D7T + , RlA; 9. D8T + , R2R; 10. Las negras podían jugar l . . . . , A6D.
D7C + , RlR; 11. D8C + , R2R; 12. Después de eso un movimiento
D7A + , RlD; 13. D8A + , DlR; 14. « tranquilo » : 2. D3AII, T X C; 3.
C7A + , R2D; 15. D6D mate.
T X A + , R X T (3 . . . . , RlA; 4.
Quizá citado a menudo, pero esta
brillante pieza del primer campeón T X P + , R I C ; 5. TBT + 1 1 ) ; 4.
del mundo no debe faltar en ninguna P X T + . En caso de 2 . . . . , P X A, en­
parte. tonces 3. T X A + , R X T ; 4. P5D + ,
etcétera.
16
Kortschmar-Pollak. l. C4CI ¡Abre 18
con tiempo el camino a la dama!
l . . . . , P X C; 2. D X Cl, D2D; 3. D5DI!, Capablanca-Steiner. l. T X PI Sa­
RlA; 4. T X PI, D X D; S. T8C + I, crificio de desguarnecimiento. l . . . . ,
R X T ; 6. T8R + , TIA; 7. T X T mate.
R X T; 2. TlAR + , C4A ; 3. C X C,
Una de las más fastuosas combina­
ciones de la historia del ajedrez. P X C; 4. T X P + , R2R; 5. D7A + ,
R3D; 6 . T6A + , R4A; 7 . D X PC,
17 D3C; 8. T X P+ 1, D X T; 9. D4C mate.
Apscheneek-Hartmann. Parece co­ No es difícil, pero ha exigido dos sa­
mo si fuera difícil reforzar el ataque. crificios de torre.

Diagramas 11-24, página 3 8

19 C3AR se pone de manifiesto que ello


dificulta P5T. También en un acerta­
Averbach-Panno. 1 4 . A4CI Des­ do plan estratégico es necesaria una
pués del cambio de los alfiles las casi­ exacta ejecución táctica. Después del
llas blancas se quedan débiles en el movimiento del texto todo está en el
campamento enemigo. 14 . . . . , DlD; orden debido.
15. A X A, D X A; 16. C3A, AlA; 17.
10. . . . , C2D; 11. PST, C3AR; 12.
R2R. Para preparar el juego conjunto
P X P, C X P; 13. 0·0-0, P4AD; 14.
de las torres. 17 . . . . , T2C; 18. T4T, C5C, P3 TD; 15. C X PT, C X C; 16.
C2D; 19. P X P, P X P; 20. DlT, A2R ; T X CI, R X T; 17. D5T + , R1C; 18.
2 1 . T8T + , R2A; 22. D6T, ClA; 23 . TlT, TIR; 19. D X C, D3A; 20.
TIT, TlCD; 24. A X PI, D2A (24 . . . . , A X P + I, D X A ; 21. T8T + I, R X T;
P x A; 25. D4T); 2S. D2T, C2D; 26. 22. D X D.
D3TI Explotan con • Placen las debí-· Las negras abandonaron.
lidades de las casillas blancas. 26• . . . ,
ClA; 27. T X C + I, R X T; 28. D6R, 21
TIC; 29. C4TI, AlD; 3 0. C X P.+ ,
R2C; 3 1. C X P. Las negras abando­ Mileika-Klowan. 18. T4RI, P X C;
naron. 19. P5A. En alud de los peones. 19.
. . ., D4C; 20. P6RI, P X P; 21. P6Ar,
20 D4A + ; 22. RlT, PC X P; 23. T4C + ,
RIT; 24. T X P, P4R; 25. T 7Al, A X T;
Steinitz-Mongredien. 10. P4TRI 26. T X P+ 1 Las negras abandonaron.
Haciendo 1 0. 0-0-0, C2D; 1 1 . P4TR, En caso de 2 6 . . . . , R1C; 27. A4A + I

141
22 T2A; 28. AlA, P4C; 29. D4R, A4D;
3 0. DSR + , D X D; 3 1. T X D + , R2C ;
Denker-Botvinnik. 19. . . . , P6D! 3 2. A X P!, y las blancas ganaron en
Activa al alfil con fuerza decisi­
el movimiento 58.0 (A X A; 33.
va. 20. DIA. También después de
T3AD).
20. A3R, A4A; 21. O lA, P7D I ; 22.
D X P, C4R ganan las negras. En caso
de 20. C4R, entonces D2A. 24
20 . . . . , A4A + ; 21. RIT, D3D!; 22.
D4A (22. A4A, T x P + 1 ), 22. . . . , Dubinin-Suetin. 22. C5A! ¡el ca­
T X P+ 1 ¡La columna torre abierta! racterístico sacrificio p osicional! 22.
23. R X T, T IT + ; 24. D4T, T X D + ; . . . , A lAR. Con 22 . . . . , P X C ; 2 3 .
25. A X T, D5A. Las blancas abando­ PC X P la columna caballo abierta es
naron. muy peligrosa. 23. A X C + , A X A ;
24. P5C!, TIAR; 25. P4TR, P X C.
23 Un caballo así ataca los nervios. 26.
PC X P, A X P; 27. P X P, DIA; 28.
Gligoric-Furman. 20. P5DII Asegu­
C5C!; A X C; 29. T X A, C2A; 3 0.
ra el punto 4D. 20 . . . . , A X PD; 21.
P5TI, A4A. Era importante desviar T5T, TICR; 3 1. T X P + , R X T; 3 2.
al alfil negro de 2A. 22. A6T, P3A; D5T + , C3T ; 33. T6C, DIA; 34.
23. D7AI, A2A; 24. A X T, T X A; 25. T X C + , D X T ; 35. P6A + , P4R; 36.
T3TI, DIA; 26. D4A, A3R; 27. T IRI, A X PI Las negras abandonaron.

Diagramas 25-30, página 58

25 go también se puede jugar inmedia­


tamente l. . . . , T8T; 2. R6D, T8RI
Los finales de juego de torres son (pero no T8D + ? ; 3 . R6R).
muy difíciles, porque la torre es muy
fuerte como defensor. Incluso en po­ 27
sición victoriosa hay que jugar con
mucha precisión. He aquí una treta Aquí se salvan las negras porque
técnica: el llamado puente. la torre en el costado largo está muy
l. TID+ , R2R; 2. T4DII, T8T; 3 . alejada del peón libre. También aquí
R7A, TSA + ; 4 . R 6C , TSC + ; 5 . el mismo método de defensa: dar
R6A, TSA + ; 6 . R5CI, T8C + ; 7 . jaque hasta la saciedad. l ..., T IT + I ;
.

2. R7D, T2T + ; 3. R6D, T3T + ; 4.


T4CD. Este tendido de puente ase­
R5D, T4T + ; 5. R4A, T5T + ; 6.
gura la victoria.
R5C, T5R. Tablas. Pero si en la po­
sición inicial se encontrara el rey ne­
26 gro en lC, nada de esto habría bas­
tado a causa del jaque en 8A con el
« Todavía no se ha muerto nadie de consiguiente P8R = D.
un jaque » , « Cuando el chapucero ve
un jaque, lo da » . ¿ Quién no conoce 28
estos o parecidos comentarios iróni­
cos en los torneos relámpagos? Pero Aquí el alejamiento del peón es
menor y no salva el método de dar
en el final de juego de torres el dar ja­
jaque. l . . . , T IC + ; 2. R7D, T2C + ;
.
que es recurso importante del de­ 3 . RSD, T IC + ; 4. R7A, TIT; 5.
fensor para obtener tablas. l. . . . , TITDI
T3CR; 2. P6R, TSCI; 3. R6D, T8D + , Muy hermoso: gana el importante
y a causa del jaque « estúpido » las tiempo. 5 . . . . , TIR; 6. R7D. Las ne­
blancas no pueden ganar. Sin embar- gras abandonaron.

142
29 7 • . . . , R3D; 8. T2TD!, T2A; 9. T6T + ,
R2D: 10. T6C. Las negras abando­
Lasker-Rubinstein. La torre detrás
naron.
del peón libre avanzado no sólo apo­
ya el avance, sino que tiene también,
en comparación con la torre enemiga, 30
más posibilidades para maniobrar. l. Capablanca - Eliskases. 1. P5A!
P5A, P X P; 2. P X P, T3A; 3. T4AI
Crea el peón libre fuertemente cu­
(amenaza 4. P4C + ), 3 • . . . , P5C (3.
bierto. l , P X P; 2. R4A, T3R; 3
. . . , P5D; 4. TIA, R4D ; 5 . P4C, R4R;
• . . . •

6. TIA); 4. P3 C, T2A (4 • , R3A;


. . .
R X P, T3C; 4. P6R!, T5C, 5. R5R,
5 . R4D, R 3 D ; 6. TIA, ¡zugzwang de T5R + ; 6. R6D. ¡Se ha montado la
la torre!); 5. P6A, R3D; 6. R4D, colaboración del rey con el peón! 6.
R3R; 7. T2AI Jugada de espera y . . . , T X PD; 7. T3R. Las negras aban­
preparación para el viraje definitivo. donaron.

Diagramas 3 1-3 6, página 67

31 34
Stahlberg-Najdorf. Cualquier pie­ Petrosian-Simagin. l. DST + , R2C;
za no protegida puede ser de pronto 2. A >< P+ !, D X A; 3 . DST + I, R X D;
víctima del ataque doble. l. A7 Al, 4. C X T + . La temida horquilla del
R X A; 2, T X T, D X T; 3. D7C + y caballo.
ganan.

32 35
Belawenetz-Makogonov. ¡El sacri­ Stahlberg-samisch. l. D6C + , RIT
ficio de diversión! l. . . . , A6A!; 2. no da ningún resultado, pero des­
D2A, A5TI; 3. D X A3A, D X T + ; 4. pués de l. D5T + I, D:3TB; 2. D6C + I,
T2C, D X A4A. El alfil cae víctima D >< D gana la horquilla de peón 3 .
de la doble amenaza. Las negras ga­ P >< D + y P X T.
naron rápidamente.

33 36
Las blancas abandonaron en la par­
Dunkelblum-Euwe. El doble ata­
que está aquí astutamente disimula­ tida Marco-Popiel. Después de l • . . . ,
do. l . . . . , C X PAI; 2. A >< C, A >< A + ; ASC! la doble amenaza era inesqui­
3 . R X A , D2T + ! , y ganaron. vable.

Diagramas 37-42, pá1ina 73

37 den ganar. Es interesante que el peón


doblado traiga la salvación.
Keres-LOwenfisch. Es imp ortante
2. P4C, TlCD7 Aún no era dema­
separar al rey enemigo del peón libre.
siado tarde para jugar 2 . . . , TI D ; 3 .
l. T4R!, TlT. También las negras
.

R 3 R , T8D.
debieron hacer lo mi sm o : l. , . . .

T7CD; 2. P4 C, T7D I ; 3. R3R, Tl D I ; 3. R3R, TlD; 4. P5C, TlCD; .5.


4. R2R, T3D ; 5. P5C, T3C; 6. T4C, T4C, R4R; 6. P6C, R4D; 7. P7C,
R4R; 7. R3R, R4D ; 8. TIC, R4A; R 4A; 8. TIC, TlR + ; 9. R3D, TlD+ ;
9. R4R, T3R+ . Las blancas no pue· 10. R 3A, TlCD + ; U. T2C I, R4D; 12.

143
T4C! Jugado a zugzwang. 12• . . . , mate. l. . . ., A8C; 2. T2CR!, A6R ;
R4A; 13. R3C, R4D; 14. T5C + , 3. T2R, A4A; 4. T8R + , A l A ; 5.
R5R; 15. R4Tl, R6A; 16. T4C, T X P; T8D. Las blancas ganan.
17. T X T, R X P; 18. R3C. ¡En el
momento oportuno! 18 . . . . , R6A; 19. 40
R3A, P5C; 20. R2D, P6C; 21. R lR,
R7C; 22. T7CR. Las negras aban· Elemental, pero hay que saberlo :
donaron. l. D7A + , R7C; 2. D6R, R7A; 3 .
D5A + , R7C ; 4 . D4R + , R7A; 5 .
38 D4A + , R7C ; 6 . D3R, R8A; 7.
D3A + , R8R; 8. R6A. Las negras ex­
Gipslis-Tal. Las negras tienen ven­ plotan la pausa de respiro para acer­
taja de posición: el rey separado, la car al rey. 8 • , R7D; 9. D5D + ,
. . .

torre en la séptima fila, el :peón libre R7A, 10. D4R + , R8D; 11. D3 D + ,
en la columna torre. Pero la victoria R8R; 12. R5C. El peón e n l a columna
la consiguen únicamente gracias a de alfil (R6TD, D3CR, R8CR, P7AR)
una ingeniosidad táctica. l , P6TI;
• . . . es tablas. Tras l. D3 C + no se está
2. R lC, P5R; 3 . P6T! La creación del obligado a jugar l. . . . , R8A, sino l.
peón libre es la única posibilidad. .. . . R8T, y después de 2. D x P sería
Más débil sería 3. P X P + , R5CI To­ tablas por rey ahogado.
das las piezas negras tienen un altí­
simo grado de eficacia. 4. P6T, P6A; 41
5. P X P, P7A + ; 6. RlA, P7T; 7.
T3 C + , R5TI Una posición excepcional, de las
3• , P6R; 4. P X P (más tenacidad
. . . que, por lo demás, se producen mu­
tendría 4. TIA, T X P ; 5. P X P, T X P ; cho en e! ajedrez. Las blancas ganan
6. P6A, T2R), 4 • , T8C + ; 5. R2T,
. . .
con: l. R6C!, R7C; 2. R5T + , R8A;
P7R; 6. T3R, P X T; 7. P8C = D, 3 . DlT + , R7C; 4. D2C + , R8C (4. ,. . .

T8T + ! ¡He ahí la cuestión! El peón R6C ; 5. D7C y Dl T); 5. R4T!,


debe coronar dando jaque. 8. R X T,
P8T = D + ; 6. R3C! Con mate ines­
P8R = D + ; 9. R2T, D7A + ; 10.
R X P, D x P + ; 11. R2T, P7R; 12.
quivable.
D8A +. Dar jaque con la dama aquí
no sirve de nada. 12. . . . , R5R; 13. 42
D8R + , R6D; 14. D5C + , R6R. Las Van Vliet. Las blancas ganan de
blancas abandonaron. modo espléndido. l. D4C!, D4D; 2.
D4T + , R3C; 3. D3C + Il, D X D; 4.
39 P8C = D + y D X D. En caso de i . . . . ,
Kling y Horwitz. l. T2A. Las ne­ D8T, entonces 2. D3 T + , R3C; 3 .
gras no pueden rechazar la doble D2C + , R2Al; 4 . D2TR + !I, D X D;
amenaza de la captura del alfil y del 5. P8C = D + y D X D.

Diagramas 43-48, página 97

43 44
Niedermann-Zuk. l. ASA! ¡Atrac­
ci.ón hacia sí! l . . . . , T X A; 2. TST + 1 Behting-Romaschkevic. l. A5T!
( ¡ diversión ! ), R X T; 3. D X TlA + , ¡Diversión! l. . . . , D X A; 2. T3 X C!
TIC; 4 . D6A + 1 ! ¡El quid!, T2C; 5 . ¡Ambos peones están atrapados en
D4T + , R I C ; 6. D8R + y ganan. En
una clavada! 2 , D3C; 3. T8R + ,
caso de l . . . . , D8C + ; 2. R2T, D X P ;
• . . .

3. A X T, D X A; 4. D6D + , D2A; 5. R2A; 4. D X P + l Brillante y destruc­


T8T + l tivo. Las negras abandonaron.

144
45 R2R; S . D4T + , P3 A; 6 . TDIADI, y
ganan.
Urseanu-Anastaziad. l. ASDII ¡La
cobertura en el momento crítico de 47
la separación! l. . .,
. T X A; 2.
T X PAl Era importante conquistar Eliskases-Holzl. l. TSDI ¡Una ju ­
con tiempo la casilla 7A. gada gigantesca! Las negras abando­
naron.

46 48
Flohr-Horowitz. Después de l. Las blancas (Makogonov) jugaron :
A X PI queda de manifiesto que el l. T X CI, P X T; 2. P7A + . El cono­
peón 6A estaba sobrecargado: no po­ cido sacrificio para abrir camino al
día cumplir las dos funciones defen­ ataque por la diagonal. (Compáren­
sivas: protección de las casillas S R se también las partidas Lasker-Capa­
y se. blanca y Tal-Tolusch.) 2 •, T X P.
. . .

1• , P x A, 2. ese, RZC (o 2 . . . ,
. . . . 3. D X P, RlA; 4. D7C + I, R2R; S.
TIA - IR ; 3. D x P + , RIA; 4. A4C + 1 ¡Era lo que faltaba! Las ne­
C x A + ) ; 3. D X P + , R3A; 4. C 4R + ,. gras abandonaron.

Diagramas 49-S4, página 116

49 juego realizado con toda precisión. l.


e4e, R4R (l. . . . , R2A; 2. CSD+ , R3D;
1, C2D + I. R8R ( 1 . . . . , R7R ; 2.
3. C 6 C , C4R ; 4. C4A + I); 2 . C3D + ,
C4RI) ; 2. C3 A + , R7R; 3 . C2TI La
R4D (2 . . . . , RSR; 3. CSA + o 2 . . . . ,
maniobra salvadora. Tablas. Habría
sido erróneo l. C3R + , R7R; 2. CSA, R4A; 3 . CSA, C4R; 4. R3C); 3.
R6A; 3. C4D + , RSCI ; 4. C2A, RSAI e4A + , R3A; 4. e6C, R4D (4. . . . ,
R4A; 5. CSA, C4R; 6. RST, C3A; 7.
C6R + y CSDI); S. e8A, C4R; 6 .
50
R6e, e3A; 7 . C7D, R3D; 8 . CSRr.
El caballo con sus •cortos • saltos ele; 9. R7T, R2A; 10. e4A, e3A+
tiene que luchar duramente contra el (10. . .. , C7D; 11. C6C, CIC; 12.
alejado peón. Las blancas ganan. CSD + ); 11. R8T, Cle; 12. C6C.
l. P4T, C4e; 2. R6D (no 2. PST, e3T; 13. eSD + y e4C o R7T. ¡Muy
C6A; 3. P6T, CSD; 4. R3D, e4C + ; instructivo 1
S . R6A, C7T + y en la 6.• fila el ca­
ballo detiene al peón del borde), 2.
. . . , C6A (2 . . . . , C2A + ; 3. R7A o 2 . 52
. . . , CSR + ; 3. R6AI, y el rey no « per­
Pillsbury-Gunsberg. El peón libre
mite » simplemente al caballo acer­
en SA no es tan peligroso, ya que
carse al peón) ; 3. RSDI, C8R; 4. PST,
lo bloquea el caball o negro. Las blan­
C6D (4. . . . , C7A ; S. RSAI); S. R4A,
cas se crean un nuevo objetivo de
C4R + ; 6. RSC, C2D; 7. P6T, C3A;
8. P7T, C4D; 9. R6AI, ese + ; 10.
ataque que desborda al adversario.
R7e y ganan. l. PSAI, P4C (l. . , PC X P ; 2. P X P,
. .

P x P; 3 . C4A); 2. C 4e, P4TD; 3 .


P6AI, R3D; 4. P X PRII, e x P; S.
51
e X e, R X e ; 6. P4RI, y las blancas
Las blancas ganan después de un ganaron.

145
53
l. PST, AlA; 2. RSD, A3T. Pero Las blancas ganan porque consi­
después de 3. P6T, A3R es tablas. guen forzar al adversario a avanzar
3. PSC + Il, A X P; 4. R4R, AST; S. el peón caballo. Nada se obtiene con
R3A. El rey ha cerrado al alfi1 la l. R X PC ni con R X PT. Es imposi­
diagonal. Naturalmente, una excep­ ble sacar al rey del rincón. Pero l.
ción. En caso de 3. R4R7 (en lugar R6A, R3T (l. . . . , RlT; 2. R6C); l.
de 3. PSC + I), AlA; 4. RSD, A6T, A3R, R4T; 3. ASA, R3T; 4. A6CI,
tablas por repetición de jugada. PSC; S. P X P, P6T; 6. PSC mate.

Diagramas SS-60, página 127

55 58
Sutschakob-Jachnin. l. T X PDI, A. Herbstman. Con el bloqueo se
D X T; l. T8A + , RlA; 3. C6R + , consigue a veces cortarle al adversa­
R3C; 4. D3R + , R4C; S . P4A + , rio caminos de importancia vital. l.
R. X PC; 6 . DlD+ , T6A; 7 . DlC + , P6CI, P X P. Ahora está cerrada la
RST; 8 . T8TD mate. diagonal 5TR-8R. La tarea siguiente
es impedir PSC. l. A4Cil, A8D + ;
56 3 . RlR, A.SC; 4. AlD + , R7A; S.
A4AII (habría la amenaza P S A), S.
Capablanca-Marshall. l. T3Ril Cu­ . . . , P X A y el peón dama corona.
bre con tiempo la casilla 3A y gana
tiempo para atizar el ataque contra 59
el rey. l• , D X PA (l. . . , A x T;
. . . .

2. P X P, P X P ; 3. D x P + , RIA; 4. A. Troitzky. l. P6AI, P X P; l.


C6D, TID-2D; S. A7C + ); l. T3R-3D, R7C, AlD; R8A, AlR; 4. R7D, AlA;
S. A3R +, R7A; 6. R8R, AlC. Ahora
D7R; 3 . C6D, T X C; 4. A X T, A8R;
se muestran las consecuencias del
.S. D8R + , RlC; 6. P6T + (R X P ; 7.
bloqueo realizado en la primera ju­
D x T y todo está cubierto).
gada. El alfil será capturado. 7. R X P,
AlT; 8. R8C.
57
Stoltz-N. N. l. CSDI, P X C; l. 60
CSR + , P X C; 3. D X A + , R3R; 4. Spielmann-Trassel. l. D X PA + 1,
D4C + , RlA.; S. DSA+ , .RIR; 6. DlA ( 1 . . . . , P X D ; 2. T8T X T + ,
D6R, D4A; 7. P4D, P X P; 8. T lR. R2D ; 3. TIC-7C mate); l. T X PI
Las negras abandonaron. ¡ Cortocircuito 1

Diagramas 6.L-66, págillll< 131

61 alfil fuera del punto 2 T . 4. A7R,


R4C (había la amenaza ASD-7 A) ; .S.
Centurini. Una de las tareas prin­
A8D, R3A; 6. A4TII ¡Ganan el tiem­
cipales en el final de juego es llevar
po decisivo! 6. . . ., A5A; 7. AlA,
al peón a coronar. Pero precisamente
poco antes del objetivo final es cosa A4R; 8. A7T, A3D; 9. A8C, A5A;
que a menudo no se presenta tan fá­ 10. AlT, AlT; 11. AlCI Este segun­
cil: l. A4T, R4C; l. AlA, R3T; 3. do sacrificio de diversión es decisivo.
A5AI A6C. Era importante atraer al Una de las más geniales miniaturas.

146
62 3 . R X P, A7CI); 2. . . . , A4D!; 3.
P3T, P4CD; 4. C IA, P4T; 5. C2D,
Análisis de Averbach. l • , R5AI
. . .
P5TI; 6. C4R + (no había ninguna
Las debilitadas casillas negras « invi­ salvación contra PSC), 6• . . . , A X C;
tan • directamente a esta irrupción. 7. P X A, P5Cl; 8. R2D, P X P; 9.
2. R4D (2. RSD, R6C ; 3. R6R, P4A; R IA, P4C. Las blancas abandonaron.
4. R6A, R7A ; S. A4A, R X P ; 6.
R X P, R x PT ; 7. P4A, R6C y ganan),
65
2. . . ., P4AI ¡ Zugzwang 1 3. R5D,
R6R; 4. R6R, R7A; 5. A4A, R X P; Análisis de Botvinnik. Las blancas
6. R6A, R X PT; 7. R X P, R6C y están mejor : la posición está bloquea­
ganan. da, se presenta un adecuado campo
de trabajo para el caballo capaz de
63 saltar todos los obstáculos. l. R3A.
Reserva la casilla 4D para el caballo.
Renter-Keres. l. R6C?, A X P; 2. l. . .., A2C (l. . . . , A6D ; 2. C4D,
A X P, P.SCI; 3. P6A, R4RI ¡Centrali­ PC x P ; 3. P X P, P x.P; 4. C3C); 2.
zación ! 4. P7A, A4A. Las blancas P6A l , AlA! (para proteger la casilla
abandonaron, porque el rey avanza 3R); 3. C4D, R2R; 4. R3CI No 4.
hasta 7CD. Lo correcto, como indica CSC a causa de RID; S. C7T, A3T;
Keres, era : l. RSC, R4R ; 2. P4C 1 , 6. PSC, AlA; 7. R4D, R2R ; 8.
A X P ; 3 . R X P, A8R ; 4 . A2R y las C x.A + , RID y las blancas no pue-
negras no pueden ganar. den ganar. . ;
4. . . . , R ID; 5. R4T, R2R; 6. R5C
64 con la siguiente maniobra de victo­
ria: C2A, C3T, C4A, C x PC.
Réti-Rubinstein. Ha surgido una
posición abierta: hay diagonales a 66
disposición del alfil. El caballo de
cortas patas queda además retrasado, A. Troitzky. l. R3AI, R8T; 2. R2A,
especialmente cuando las negras con­ R7T; 3. C3Al, R8T; 4. C4R, R7T;
siguen crear un peón libre alejado. 5. C2D, R8T; 6. CIA, P7T; 7. C3C
l . . , A3A; 2. R2R (2. P3A7 , P X P + ;
. . mate. Lógico y compulsivo.

Diagramas 67-72, página 137

67 69
H. Dahl hizo la combinación l. Los motivos de promoción de peo­
P6R; A X P; 2. A4D, P3A; 3 . D4Cil nes surgen también incluso con el
La clavada en cruz. Las negras aban­ tablero lleno. Alekhine jugó: l. PSA!,
donaron, PC X P; 2. P6C, TIA; 3. D3A,
TIAR-IR; 4. A X A, P X A; 5. D X PI,
68 D X D; 6. T X D, T X T; 7. T X P:+ ,
T X T; 8. P X T, TIR; 9. P X C = D,
Meschgailis-Stoner. Las blancas se T X D; 10. A6RI De una exhibición
liberan de la clavada de un modo in­ a ciegas del que fue en tiempos cam­
genioso: l. CSDI, D X A; 2. DST, peón mundial.
P3C; 3. C X PC, D2AD; 4. A X P,
A X A; S. D X A, D X C; 6. P5A!, D4T; 70
7. P4CDI Las negras abandonaron.
(1. . . . , P x C ; 2. D x P + , RIT; 3 . Teichmann jugó: l. T X PI!, C X T;
C x P.) l. D5C, C2A; 3. D8D + U ¡Fantástico!

147
l. . . . , C X D; 4. P6Tl seguido de 72
P7T + .
H. Mattison. l. R2D, CBA; 2.
T5C + , R7T; 3. T5T + , R6C; 4.
71 T5ARI, A3D; 5. T3A +., R7C,; 6.
T2Al, A5C + ; 7. R3R, A4A +; 8.
Walter-Nagy. l. . . . , T X PTR + 11; R2D, A X T. Tablas por rey ahogado.
En caso de 5. -. . . , R5T, entonces 6.
2. R X T, D3R + l; 3. D X D� Tablas T3Rl, A5A; 7. R lR, A X T . Tablas
por rey ahogado. por rey ahogado. ¡Brillante!

148
COLECCION ESCAQUES

Finales de peones. - l . M a i ze l i s .
2 Fi nales de alfil y de caballo. - Y. Ave rbac h .
3 Teoría de finales de torre. - Li:iwe nfi s h y Smys l ov .
4 T e o r í a de aperturas, tomo 1: Abiertas. - V . N . Panov.
5 Teor í a de aperturas, tomo 11: Cerradas. - V . N. Panov.
6 Defensa india de rey. - P . C h e rta.
7 Táctica moderna en ajedrez, tomo l . - L. Pac h m a n .
8 Táctica moderna en ajedrez, tomo 1 1 . - L . Pach m a n .
9 Estrategia moderna en ajedrez. - Ludek Pach m a n .
1O L a trampa en la apertura. - B . W e i nste i n .
11 Aperturas abiertas. - L . Pac h m a n .
12 Aperturas semiabiertas. - L . Pac h m a n .
13 Gambito de dama. - L u d e k Pac h m a n .
14 Aperturas cerradas. - Ludek Pach m a n .
15 El arte d e l sacrificio en ajedrez. - R . S p i e l m a n n .
16 Cómo debe jugarse la apertura. - A . Sueti n .
17 Teoría d e los finales de partida. - Y . Ave r b a c h .
18 El arte de la defensa. - l l i a K a n .
19 Táctica del m e d i o juego. - l . Bonda rewsky.
20 La estructura de peones centrales. - B . Persits .
21 L a perfección en el ajedrez. - Fred R e i nfe l d .
22 E l gambito d e rey. - P a u l Keres.
23 Lecturas de ajedrez. - Yuri Ave rbac h .
24 2 0 0 celadas d e apertura. - E m i l G e l encze i .
25 Defensa sici l i ana. Variante Najdorf. - P . C h e rta.
26 Ajedrez de entrenamiento. - A . Kobl e n z .
27 J a q u e mate . - Kurt R i c hte r .
28 Combi naciones en el medio juego . - P . A . R o m anows ky .
29 La defensa Pire. - G . F r i d s hte i n .
30 E l sentido común e n ajedrez. - E . Lasker.
31 Ajedrez elemental . - V . N. Panov.
32 La defensa catalana. - N e u stadt.
33 El ataque y la defensa. - Hans M ü l l e r .
34 Defensa sicil iana. Variante Paulsen . - P . C h e rta .
35 La psicología en ajedrez. - Kro g i u s .
36 El arte d e l análisis. - P a u l Kere s .
37 Bobby Fischer. - P a b l o M o r á n .
38 Partidas decisivas. - L . Pach m a n .
39 2 0 0 partidas abiertas. - D . Bronste i n .
40 E l match del siglo: Fischer-Spassky. - L . Pachman.
41 A B C d e l a s aperturas. - V . N . Panov.
42 La batalla de las ideas en ajedrez. - A . Saidy.
43 Ataques al rey. - B . F . Baranov.
44 Capablanca. - V . N. Panov.
45 Los niños prodigios del ajedrez. - P . M o rá n .
46 Tablas. - L. V e rjovs ky .
47 Leyes fundamentales d e l ajedrez. - l . Kan .
48 Ajedrez y matemáticas . - Fabe l , Bonsdo rff y R i i h i maa.
49 El laboratorio del ajedrecista. - A. Sueti n .
50 Cómo piensan l o s grandes maestros. - P : S c h m i dt.
51 Defensa Siciliana. Variante del Dragón. - E . Gufe l d y E . Lazarev.
52 Psicología del jugador de ajedrez. - Reuben F i n e .
53 Los campeonatos d e l mundo. De Steinitz a Alekhine. - P . M o rán .
54 Los campeonatos del mundo. De Botvinnik a Fischer. G l i goric y
Wad e .
55 Viaje a l reino d e l ajedrez. - Averbach y Bei l i n .
56 Anatoli Karpov. - Ang e l M a rt í n .
57 Alekhine. - Kotov .
58 300 M i n iaturas. - R o izman .

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