Вы находитесь на странице: 1из 26

“UNIVERSIDAD PERUANA LOS ANDES”

“FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS


POLÍTICAS”

“LA ACCIÓN”
DERECHO PENAL PARTE
GENERAL

CATEDRA:
Derecho Penal- Parte General
CATEDRÁTICO:
Christian Salvador Gutierrez Zambrano
ALUMNA:
 Bendezú Ponce Nayeli
 Salgado Huamán flor

HUANCAYO-PERÚ
Dedicatoria:

A nuestros padres por


habernos forjado como la
personas que somos en la
actualidad; muchos de mis logros
se los debo a ustedes, entre los
que se incluye este.
INDICE

Introducción
CAPÍTULO I
A. Concepto de acción en la evolución dogmática ROXIN- VILLAVICENCIO
A.1. El concepto pre clásico de la acción
A.2. El concepto causal de acción del sistema clásico
A.3. El concepto final de acción
A.4. El concepto social de acción
A.5. Concepto negativo de la acción
A.6 Concepto funcional de la acción
A.7. la absorción de la acción por el tipo
B. Concepto personal de acción ROXIN
B.1. La acción como manifestación de la personalidad
B.2. El concepto personal de acción como elemento básico
B.3.El concepto personal de acción como elemento de enlace o unión
B.4.El concepto personal de acción como elemento límite
C. Concepto jurídico penal de acción PERCI CAVERO
C.1. Los hegelianos
C.2 El concepto jurídico penal de acción
CAPITULO II
A. La regulación de la acción en nuestro código penal PERSI CAVERO
A.1. Acción como omisión
A.2. Los casos de falta de acción
A.3 Estado de inconciencia
B. La acción como límite al poder penal VILLAVICENCIO
C. Formas básicas de imputación VILLAVICENCIO
D. Capacidad de conducta VILLAVICENCIO
E. Acción en las personas jurídicas. VILLAVICENCIO
CAPITULO III
A. Ausencia de acción VILLAVICENCIO- BRAMOT ARIAS-
A.1 Fuerza física irresistible
A.2 Movimiento reflejos

Conclusiones.
Referencia bibliográfica

INTRODUCCIÓN

Esta monografía de recopilación de información tiene como título, “LA ACCION” en el

derecho penal en la parte general, y tienen como finalidad ampliar los conocimientos de

cada uno de nosotros en el ámbito señalado, desarrollando las ideas de la acción en el

derecho penal.

Tenemos que mencionar que este tema viene a ser un tema de gran relevancia para el

desarrollo de nuestra carrera profesional por contener las perspectivas de diferentes

autores en la acción del derecho penal, como base fundamental de la teoría del delito

“sin acción no hay delito”.

Por ello para una mejor comprensión vi por conveniente dividir esta monografía en tres

capítulos; la primera parte todo lo concerniente a la evolución dogmática dela

concepción de la acción y también el concepto personal de acción, estos puntos están

respaldados por los juristas; CLAUS ROXIN Y FELIPE VILLAVICENCIO.

La segunda parte embozaremos los conocimientos sobre, la regulación de la acción en

nuestro ordenamiento jurídico, la acción como límite del poder penal, las formas básicas

de imputación de acción y capacidad de esta conducta, relacionado también a la

problemática si las personas jurídicas tienen acción.

La tercera parte se trata de la ausencia de acción, en este punto trataremos sobre en qué

casos no se considera una acción, penalmente reprochable, como: acción por fuerza

física irresistible, movimientos reflejos y estado de inconsciencia.

Por último, se dará a conocer las ideas concretas y específicas que nos ayudaran a

entender mejor este tema.


CAPITULO I

A. CONCEPTO DE ACCION EN LA EVOLUCION


DOGMATICA:
A.1. El concepto pre clásico de la acción:

El moderno concepto de acción es el producto de una evolución muy paulatina

en la ciencia del Derecho penal del siglo XIX. Como "padre del concepto jurídico penal

de acción" ' se suele considerar a Hegel: "El derecho de la voluntad... es reconocer en su

hecho únicamente como acción suya, y tener sólo en la culpabilidad, aquello que sabe

de sus presupuestos en su finalidad, lo que de ello había en su dolo. El hecho sólo puede

ser imputado como culpabilidad de la voluntad". En este pasaje, así pues, sin distinguir

aún entre las diversas categorías sistemáticas, se equipará la acción a la imputación del

hecho completo e incluso sólo se considera acción, la acción dolosa.

Posteriormente, entre los discípulos penalistas de Hegel (Abegg, Köstlin,

Berner, Hälschner) se incluye prácticamente siempre la imprudencia en el concepto de

acción, Es célebre la afirmación de Berner " dejando constancia de que hay que partir de

la base de que el delito es acción. Todo lo que por lo demás se afirma del delito son sólo

predicados que se añade a la acción en cuanto sujeto. Por ello, el concepto de acción ha

de ser la firme osamenta que determine la estructuración de la teoría del delito"1.

Ya con anterioridad este autor había abogado por la "diremptio (es decir,

división) del delito en acción y punibilidad". Por dichas formulaciones modernas se

considera mayoritariamente a Berner como fundador de la nueva teoría de la acción,

pero la verdad es que él mismo tampoco profundizó mucho más en esos apuntes

iniciales. Algo semejante sucede con el no hegeliano Luden, en cuya obra

"Strafrechtliche Abhandlungen" (1840) se puede encontrar una división del delito que

1
Derecho penal, parte general tomo I, FUNDAMENTOS LA ESTRUCTURA DE LA TEORIA DEL DELITO/ Claus Roxin/
pg. 235-236
se aproxima ya sorprendentemente a los proyectos sistemáticos del siglo XX, cuando

distingue: 1. un fenómeno delictivo, provocado por una acción humana; 2.

antijuridicidad de esa acción; 3. cualidad dolosa o culposa de esa acción2.

A.2. El concepto causal de acción del sistema clásico:

Se le atribuye Franz Von Liszt, a fines del siglo XIX, haber fundamentado el

concepto causal de acción, bajo la influencia del positivismo científico. Para von Liszt

“el acto de comisión consiste en causar un resultado”, “la manifestación de voluntad

aparece aquí como, como un movimiento corporal, este movimiento corporal y el

resultado tienen que estar en relación de causa y efecto. Sus estudios también se dirigen

a definir la omisión mencionando que; “ la manifestación de voluntad consiste aquí en

no efectuar un movimiento corporal que debiera haberse realizado3.

Otro autor que también brindo información fue Beling, que entendía que la

conducta era un suceso causal conceptuaba a la voluntad como capacidad de

intervención muscular, este concepto sentó las bases a la estructura del delito conocida

como sistema Liszt-Beling, así para estos dos autores la conducta humana es voluntaria

y la acción es pretípica. Por ende, con esta concepción se toma solo en cuenta al

resultado y a la forma en que se produjo. Este concepto fue muy amplio incluso el

comportamiento de los animales podía estar comprendida, pues el acto voluntario

requerido es un simple suceso psico-físico, de tal manera que para la limitación de la

acción a valoración jurídico penal de comportamientos humanos requería criterios

adicionales.

Para Mezger; “la acción como hacer activo exige, además del querer, un hacer

corporal del agente”, el querer y el movimiento corporal, precisan hallarse en la acción

2
Derecho penal, parte general tomo I, FUNDAMENTOS LA ESTRUCTURA DE LA TEORIA DEL DELITO/ Claus Roxin/
pg. 235-236
3
Derecho penal/parte general/ Felipe Villavicencio Terreros/ pg. 278-279
en relación de causalidad, por ende, a la acción le pertenece todo lo que ha sido causado

por el querer y por el movimiento corporal determinado por el querer”

A.3. El concepto final de acción:

En este concepto se toma a la acción humana como el ejercicio de la actividad

final. La acción es, por tanto, un acontecer final, y no solamente causal. La finalidad de

la acción se basa en que el hombre gracias a su saber puede prever, dentro de ciertos

límites las consecuencias de su conducta.

Para Welzel; “la espina dorsal de la acción final es la voluntad, consiente del fin

rectora del acontecer causal”, no se puede hablar de acción si no existe voluntad así, la

acción final se realiza en dos fases; la primera fase llamada la esfera del pensamiento,

esto se realiza en la mente y consta de 3 faces: la proposición, la selección de medios

necesarios para su realización y la consideración de los efectos concomitantes. La

segunda fase llamada la esfera del mundo real, donde de acuerdo son las tres fases del

proceso interno el autor lleva a cabo su acción. A partir de esta última fase el derecho

penal interviene4.

Existe muchas conductas las cuales no se adecuan al concepto final de acción,

puesto que muchas conductas se realizan por un alto grado de excitación o impulsiva,

los cuales tienen el efecto de reducir la conciencia de la situación ya que se

desnaturaliza el proceso de formación de la voluntad.

La finalidad no debe ser confundida con la voluntariedad a que se referían los

casualistas. La voluntariedad significa que un movimiento corporal y sus consecuencias

pueden ser reconocido a algún acto voluntario. Para el finalismo no es suficiente la mera

voluntariedad, sino que es necesario determinar su contenido y esto es posible solo en

relación a un determinado resultado querido.

A.4. El concepto social de acción:


4
Derecho penal/parte general/ Felipe Villavicencio Terreros/ pg. 281
El concepto social de acción se remonta en sus comienzos a la época anterior a

la teoría final de la acción, pero sólo en los últimos 20 años ha adquirido su actual

significación, de tal modo que históricamente en cuanto a sus efectos debe ordenarse

tras el finalismo. Ya Eb. Schmidt en su reelaboración del tratado de Liszt había definido

la acción como "conducta voluntaria hacia el mundo externo social" y, diferenciándose

claramente de Liszt, había escrito: “La acción no nos interesa como fenómeno

fisiológico desde puntos de vista de las ciencias naturales, sino como fenómeno social

en la dirección de sus efectos hacia la realidad social”.

De modo totalmente similar. Engisch define el actuar como "la producción

voluntaria de consecuencias calculables socialmente relevantes", en cuya definición

dicho concepto debía abarcar, junto con las acciones dolosas finales, precisamente

también las acciones imprudentes. Por su parte, Maihofer dice: “Acción es una conducta

dirigida a la lesión de bienes sociales”, y posteriormente sigue desarrollando esa

caracterización hasta formularla en el sentido de que acción es "toda conducta

objetivamente dominable en dirección a un resultado social objetivamente previsible".

Y la versión más sencilla se encuentra en Jescheck, para el que acción es "toda conducta

socialmente relevante''5.

A.5. Concepto negativo de la acción:

En la búsqueda de un concepto que ubique un denominador común entre la

acción y la omisión, ha originado el denominado modelo conceptual negativo de acción.

Una inicial definición de este concepto se atribuye a Kahrs “al autor se le imputa

un resultado si no lo evitado, aunque podía evitarlo y el derecho se lo exigía”.

5
Derecho penal, parte general tomo I, FUNDAMENTOS LA ESTRUCTURA DE LA TEORIA DEL DELITO/ Claus Roxin/
pg. 244
Herzberg define a la acción como “un no evitar lo evitable” así el autor de una

comisión u omisión podía haber evitado el resultado típico, ya sea por desistimiento de

hacerlo o con su intervención.

Behrendt, caracteriza a la acción desde una perspectiva psicoanalítica, como una

“una contracondución omitida”, define a la acción y a la omisión como el “ no evitar lo

evitable de la situación típica” o “ no emprendimiento de una acción evitadora del

peligro”6

A.6. Concepto funcional de la acción:

Para Jakobs, el concepto de acción es “la acusación del resultado

individualmente evitable”, entendida esta como causación imputable que incluye a la

antijuricidad y a la culpabilidad. En el derecho penal peruano, García Cavero afirma su

inclinación por la propuesta de interpretación formulada por Jakobs, quien entiende que

el concepto jurídico penal de acción solo se pude configurarse si se tiene en cuenta el

significado global del delito.

El concepto de acción de este autor engloba tanto el actuar doloso como el

imprudente, también la omisión presupone la evitabilidad, aunque de manera inversa a

la que presenta la acción, “en la comisión se presenta una concurrencia de impulsos

consientes o inconscientes que conducen a la formación de un motivo para el

movimiento corporal y este causa un resultado; en la omisión se produce un suceso que

no habrá producido si el autor se hubiera motivado a impedirlo y hubiera realizado

movimiento corporales necesarias”7.

6
Derecho penal/parte general/ Felipe Villavicencio Terreros/ pg. 286-287
7
Derecho penal/parte general/ Felipe Villavicencio Terreros/ pg. 287-288
A.7. la absorción de la acción por el tipo:

Las graves objeciones que se pueden formular contra todos los conceptos de

acción desarrollados hasta hoy han dado lugar a que de modo creciente se saque la

resignada conclusión de que hay que abandonar la idea de un concepto de acción

pretípico y con validez general, y que, en su lugar, como ya tenía en mente Rad Bruch,

hay que erigir la tipicidad en concepto fundamental del sistema del Derecho penal.

Según esta opinión, en el marco del tipo también se puede satisfacer la necesidad de

excluir de antemano ciertos fenómenos como objeto de valoración jurídico penal. Y

como de todos modos, del concepto de acción no se pueden deducir consecuencias

prácticas, es muy frecuente considerar como poco fructífero seguir realizando esfuerzos

dogmáticos en torno al mismo; pues realmente, injusto y culpabilidad son con mucho

las categorías dogmáticas más importantes.

Sin embargo, no se puede dejar sencillamente de lado la cuestión de la acción.

En efecto, incluso aunque se comience la estructura sistemática por el tipo, no se puede

por menos que hablar de acción típica o de conducta típica; pero en tal caso se plantea

de inmediato la cuestión de qué es esa "acción" o la "conducta", a la que se atribuye la

calificación de "típica". Además, tiene que haber un sustrato común al que se puedan

vincular las valoraciones jurídico penales8.

8
Derecho penal, parte general tomo I, FUNDAMENTOS LA ESTRUCTURA DE LA TEORIA DEL DELITO/ Claus Roxin/
pg. 251
B. CONCEPTO PERSONAL DE ACCIÓN:
B.1. La acción como manifestación de la personalidad:

Un concepto de acción ajustado a su función se produce si se entiende la acción

como "manifestación de la personalidad", lo que significa lo siguiente:

En primer lugar, es acción todo lo que se puede atribuir a un ser humano como

centro anímico espiritual de acción, y eso falta en caso de efectos que parten únicamente

de la esfera corporal del hombre, o "del ámbito material, vital y animal del ser", sin

estar sometidos al control del "yo", de la instancia conductora anímico espiritual del ser

humano. Si un sujeto es empujado con fuerza irresistible contra la luna de una ventana,

o si durante el sueño, o en un delirio o en un ataque convulsivo, el mismo golpea en

torno suyo, o si reacciona de modo puramente reflejo, todas éstas son manifestaciones

que no son dominadas o dominables por la voluntad y la conciencia y por tanto no

pueden ser calificadas como manifestaciones de la personalidad, ni imputadas a la capa

anímico espiritual de la "persona".

Por otra parte, es evidente que los pensamientos y los impulsos de la voluntad

pertenecen a la esfera espiritual anímica de la persona, pero en tanto permanecen

encerrados en lo interno y no se ponen en relación con los sucesos del mundo exterior,

no son manifestaciones de la personalidad y por tanto no son acciones.

B.2. El concepto personal de acción como elemento básico:

En primer lugar, el concepto de acción como manifestación de la personalidad es

idóneo como elemento básico, al abarcar todas las formas de manifestación de la

conducta delictiva y, aparte de ello, todo lo que en el campo pre jurídico tiene sentido

calificar como "acciones". Las acciones dolosas e imprudentes son manifestaciones de

personalidad tanto como las omisiones. E incluso la omisión por imprudencia

inconsciente es una manifestación de la personalidad que se le puede imputar al sujeto


como infracción de la norma y contraria a la prohibición, como "obra" suya; si no se

pudiera, no sería posible tampoco fundamentar la antijuridicidad o incluso la

punibilidad de aquélla. Así p. ej., aunque el autor de una omisión por ignorancia

inculpable de la norma se halle en error de prohibición invencible, su omisión es una

manifestación si bien no reprochable jurídico penalmente de personalidad.

El concepto de acción aquí sostenido también es comprensivo en el sentido de

que abarca, no un elemento parcial cualquiera del suceso, sino este mismo suceso en su

totalidad. En el enjuiciamiento del suceso como manifestación de personalidad penetran

finalidades subjetivas y consecuencias objetivas, así como valoraciones personales,

sociales, jurídicas y de otro tipo, y sólo el conjunto de todas ellas agota su contenido

significativo. Pero, así como los peldaños valorativos del injusto y la culpabilidad se

basan respectivamente en el suceso completo, pero éste sólo se tiene en cuenta en la

medida en que sea necesario para el correspondiente aspecto valorativo, así también

desde el punto de la acción sólo se necesita examinar lo que es necesario para

comprobar que en todo caso concurre una manifestación de la personalidad9.

Por lo tanto, está mal planteada la cuestión de si determinadas circunstancias

(como causalidad, finalidad, resultado, relevancia social, etc.) "pertenecen" a la acción.

Todo ello, en su caso, pertenece a la misma, como también forma además el sustrato del

juicio de injusto o de culpabilidad; pero sólo es importante para el examen de la acción

en la medida que de ello dependa la existencia de una manifestación de la personalidad.

Así, en un caso concreto puede que para comprobar que hay una acción sea necesario

incluir también aspectos sociales y jurídicos, pero por regla general no hace ninguna

falta. Tampoco es preciso incluir el resultado en el examen de la acción; pues, aunque

algunas manifestaciones de la personalidad llevan consigo muchos resultados

9
Derecho penal, parte general tomo I, FUNDAMENTOS LA ESTRUCTURA DE LA TEORIA DEL DELITO/ Claus Roxin/
pg. 255
extrajurídicos y jurídicos, que en ese caso caracterizan a su vez más de cerca a la

manifestación de la personalidad, no obstante, su existencia es independiente del

resultado y además los resultados extrajurídicos son indiferentes para el Derecho penal,

mientras que los jurídicos sólo cobran importancia en la imputación al tipo10.

B.3.El concepto personal de acción como elemento de enlace o unión:

El concepto de "manifestación de la personalidad" también es idóneo como

elemento sistemático de enlace o unión. Certeramente expuso Engisch que la imagen

del mundo propia del Derecho debe ser depurada de dos clases de falsificaciones: “la

normativista y la naturalista", y que por contra la imagen del mundo propia del jurista

está marcada por el mundo "socio natural" de la "experiencia cotidiana". Con ello

concuerda el concepto de la "manifestación de la personalidad", que enlaza con la forma

prejurídica de entender la acción, sin distanciarse de la concepción ordinaria de la vida

de un modo naturalista como el "movimiento muscular" o normativista como la "no

evitación evitable", y que simultáneamente abarca gráficamente el fragmento de la

realidad relevante para una primera y previa valoración jurídica.

Dicho concepto designa el "sustantivo" al que se pueden vincular sin fuerza, y

sin que fueran prejuzgadas por ello, todas las demás valoraciones jurídico penales.

Describir un delito como manifestación de la personalidad típica, antijurídica y culpable

se ajusta exactamente a la situación real. Sin embargo, también es cierto que el concepto

de "manifestación de la personalidad" no es completamente neutral en todos los casos

frente al elemento valorativo que supone el tipo, pues en el ámbito de la omisión dicho

concepto tampoco puede prescindir sin excepciones de la valoración jurídica. En efecto,

una omisión sólo llega a ser una manifestación de la personalidad a través de una

expectativa de acción: pues teóricamente se podrían hacer diariamente las cosas más

10
Derecho penal, parte general tomo I, FUNDAMENTOS LA ESTRUCTURA DE LA TEORIA DEL DELITO/ Claus
Roxin/ pg. 256
peculiares, p.ej. trepar por los postes de las farolas, abofetear a inofensivos peatones,

etc., pero no haberlo hecho no es una manifestación de la personalidad ni por tanto una

acción mientras nadie espere algo semejante. Por regla general las expectativas, que son

las que hacen que una "nada" meramente existente como posibilidad conceptual se

convierta en una manifestación de la personalidad, están socialmente fundadas y por

tanto son separables de la esfera de la valoración jurídica. Así, si alguien a propósito no

saluda a un viejo conocido, ello es una manifestación de la personalidad y por tanto,

desde el punto de vista jurídico, una acción en forma de omisión, ya que conforme a los

usos sociales habría sido esperable un saludo; en cambio, la cuestión de si esa

manifestación de personalidad es una injuria queda reservada para el examen del tipo y

es independiente de su cualidad de acción.

B.4.El concepto personal de acción como elemento límite:

Por último, el concepto de "manifestación de la personalidad" describe también

el criterio decisivo para la delimitación entre acción y falta de acción.

a) En primer lugar, por supuesto que no son acciones los efectos que proceden

de animales; la imposición de penas a los animales pertenece a épocas lejanas de

la historia del Derecho.

b) Tampoco son acciones conforme al Derecho penal alemán los actos de

personas jurídicas, pues, dado que les falta una sustancia psíquico espiritual, no

pueden manifestarse a sí mismas. Sólo "órganos" humanos pueden actuar con

eficacia para ellas, pero entonces hay que penar a aquéllos y no a la persona

jurídica.

c) Aparte de esto, no son acciones los meros pensamientos, actitudes internas,

disposiciones de ánimo y todos los afectos que permanezcan en la esfera interna.


d) También falta una manifestación de la personalidad y por tanto una acción allí

donde el cuerpo humano "funciona sólo como masa mecánica”, sin que el

espíritu y la psique hayan participado de algún modo o hayan tenido oportunidad

de intervenir en el suceso. e) En una discutida zona límite se penetra en el caso

de los movimientos reflejos, automatismos, hechos producidos bajo impulsos

afectivos de alta intensidad o en embriaguez "sin sentido".

C. CONCEPTO JURÍDICO PENAL DE ACCIÓN:

C.1. Los hegelianos:

El modelo conceptual de una acción propiamente jurídico penal se remonta al

llamado concepto preclásico de acción desarrollado por los penalistas hegelianos. Se

considera como fundador de este concepto de acción a Berner, quien indicó que el delito

era acción y que debía dividirse en acción y punibilidad. La acción se entendía como

culpabilidad de la voluntad, es decir, como manifestación de la voluntad moral o acto de

voluntad dirigido contra el ordenamiento moral o jurídico. En este concepto de acción,

no se destaca un hecho externo al que se le van agregando predicados valorativos, sino

una toma de posición del autor frente a la norma. En este orden de ideas, la acción se

presenta como una unidad conceptual no sólo de la manifestación de voluntad con la

culpabilidad, sino sobre todo con el ordenamiento jurídico, de manera que una

definición de la acción sin tener en cuenta este último aspecto no resulta, en principio,

posible. En palabras del propio Berner: “El concepto de acción agota la esencia

completa de la imputación”.

C.2 El concepto jurídico penal de acción:

Nuestra comprensión de la acción jurídico penal parte de la idea de que la acción

no constituye algo ya determinado empírica u ontológicamente, sino que se trata de una


construcción conceptual realizada desde el Derecho penal. Esto quiere decir que tal

comprensión depende fundamentalmente de la función atribuida al Derecho penal. Si se

concibe el Derecho penal como un sistema de directivas de conducta, entonces resulta

lógico englobar en el concepto de acción no sólo las conductas delictivas, sin o también

aquéllas que respetan tales normas. El concepto de acción no estará dado por los

aspectos que definen el delito, sino por la susceptibilidad de tener un sentido de carácter

jurídico -penal. Por el contrario, si la función del Derecho penal se encuentra en la

reestabilización de una defraudación de la norma, entonces la acción jurídico penal

estará definida como la comunicación social de un ciudadano defraudadora de una

expectativa normativa de conducta esencial. Como puede verse, no es la susceptibilidad

de tener relevancia penal lo que define la acción, sin o el hecho de tener un carácter

penal. Acción será, por tanto, aquello que comunica socialmente la defraudación de la

norma.

En nuestra opinión, el concepto jurídico penal de acción debe ordenarse en

atención a la función de reestabilización del Derecho penal. El punto central para definir

la acción jurídico penal se encontrará, por tanto, en precisar los criterios específicos de

determinación de la defraudación de expectativas penalmente relevante. La doctrina

actualmente dominante reduce este criterio jurídico penal a la descripción típica, en

tanto incluye la acción dentro de la categoría de la tipicidad. Por nuestra parte,

consideramos que la si la tipicidad representa una referencia limitada que no recoge

todas las particularidades de la acción penalmente relevante. En este sentido, nos

inclinamos por la propuesta de interpretación formulada por Jakobs, quien entiende que

el concepto jurídico-penal de acción solamente puede con figurarse si se tiene en cuenta

el significado global del delito. Si bien podría objetársele a esta comprensión de la

acción reducir su utilidad dogmática a una especie de exposición general del delito11.
11
Derecho penal parte general/ Percy García Cavero/ pg.355-358
CAPITULO II

A. LA REGULACIÓN DE LA ACCIÓN EN NUESTRO CÓDIGO


PENAL:

Más allá del sentido y alcance que se le pueda dar a la acción en la construcción

de la dogmática del delito, el Código Penal utiliza este concepto en algunas

disposiciones de la Parte General, de manera que resulta pertinente establecer cómo

debe ser interpretado.

A.1. Acción como omisión:

En el artículo 11 de nuestro código penal establece que son delitos y faltas las

acciones u omisiones dolosas o culposas penadas por la ley. De esta normatividad se

puede inferir que las reglas generales de la imputación en nuestro código penal parten

de la diferencia naturalista entre acción u omisión, de acuerdo a esto algunos autores

mencionan que la acción u omisión sería el primer elemento del delito sobre el cual se

determinaría los otros. También otros autores afirman que el articulo 11 parte de la

relación típica como elemento común de la acción u omisión, ya que la acción

englobaría las diferentes formas de manifestación del delito “acción u omisión, dolosa o

culposa” sino que establece que la relevancia penal de la acción y la omisión se alcanza

por el hecho de estar penadas por la ley12.

En consecuencia, el término “acción” en el marco del artículo 11 del CP debe

interpretarse como sinónimo de comisión en oposición a la omisión, pero no como

categoría analítica del delito. Por otro lado, el artículo 13 del CP tampoco debe
12
Derecho penal parte general/ Percy García Cavero/ pg.374-375
entenderse como una cláusula de extensión de la punición, sino como el reconocimiento

de que los tipos penales abarcan las omisiones, por lo que procede a definir las

condiciones generales para su relevancia penal.

A.2. Los casos de falta de acción:

Nuestro código penal se refiere implícitamente a la acción en los supuestos que

tradicionalmente se han calificado como causas de falta de acción; en primer lugar se

menciona los casos en que no hay un acto exterior reconducible causalmente a un ser

humano, se trata de los hechos provocados por animales, los casos fortuitos que abarcan

hechos absolutamente impredecibles como terremotos o tsunami, y los meros

pensamientos, en segundo lugar también se puede mencionar de visphysica absoluta

conocida como fuerza irresistible, En tercer lugar, se hace referencia a profundos

estados de inconsciencia, tales como la situación de absoluta narcosis, hipnosis o

embriaguez, así como los ataques convulsivos y En último lugar se hace mención a los

llamados movimientos reflejos, que son reacciones incontroladas del cuerpo ante

determinados estímulos internos o externos, estos puntos de ausencia de acción serán

tratados con minuciosidad en el CAPITULO III de esta monografía.

B. LA ACCIÓN COMO LIMITE AL PODER PENAL.


El concepto de acción cumple la función delimitadora frente al poder penal.

Esta delimitación rige en la relación a la determinación de conductas prohibidas, como

también a la misma estructuración de la imputación.

En primer sentido la acción tiene una función política donde “solo el derecho

penal basado en el acto cometido puede ser controlado y limitado democráticamente” 13

La acción penal cumple una función de base sustancial donde se pueden asentar las

categorías del delito, la acción también cumple la función de enlace o función

13
Muñoz Conde, 2004, pg. 7
sistemática, donde la conducta actúa como instrumento de unión de los elementos de la

estructura del delito, por ultimo tiene la función de delimitación supone que el examen

de la acción establece un mínimo de condiciones para determinar la relevancia de un

comportamiento para el derecho penal.

C. FORMAS BASICA DE IMPUTACION.


De acuerdo con el concepto de conducta, los legisladores identificaron cuatro

formas básicas de imputación: delitos de comisión doloso e imprudentes y delitos de

omisión dolosos e imprudentes. Así lo señala el artículo II del código penal. En los

delitos de comisión se puede ejemplificar la acción de matar, en el delito de omisión,

omisión de ayuda a un herido, en el delito doloso, matar dolosamente y en el delito

imprudente ejemplo quien conduce su vehículo a excesiva velocidad y origina la muerte

de un peatón.

D. CAPACIDAD DE CONDUCTA.
En el estado actual del derecho penal peruano, solo la persona humana es capaz

de actuar. Por ende, no cualquier actividad organizada que vincula al individuo a su

medio, es susceptible de ser calificada como conducta si es que no se deriva de la

practica social y racional del ser humano.

Carecen de esta capacidad los animales y las cosas, por eso es correcto decir que

los animales y las cosas con instrumentos utilizados por el hombre, donde el verdadero

actuante es el hombre.
E. ACCION EN LAS PERSONAS JURIDICAS.
La persona jurídica no tiene capacidad de conducta14. En nuestro ordenamiento

jurídico penal, tiene vigencia el principio de “ societas delinquere non potest” 15.

Solo pueden ser imputadas las actuaciones de los administradores o representantes de

las personas jurídicas en delitos comunes.

Jurisprudencia:

“ la persona jurídica no posee capacidad de conducta de acuerdo al principio

societes delinquere non potest, recayendo en todo caso digo atributo solo a las

personas naturales; no pudiéndose instaurar proceso penal contra el

encausado, debiendo identificarse en todo caso a la persona que actuó como

órgano de representación, o como socio representante autorizado por ella”16

Atribuir o no la responsabilidad a las personas jurídicas corresponde al ámbito

político criminal y de manera más amplia a la política general del estado peruano,

considera que el dogma de la responsabilidad penal individual constituye un obstáculo

insuperable para admitir dicha responsabilidad. En todo caso la solución que se adopten

deberán respetar los criterios de proporcionalidad y subsidiariedad del derecho penal y

siendo este la última ratio del control social este reconocimiento de responsabilidad

penal deberá estar acompañado de la renovación y perfeccionamiento de las medidas

económicas y jurídicas propias del campo civil y administrativo. (HURTADO

POZO,2005)

14
Hurtado pozo, 2005, pg. 703.
15
Quienes afirman una la irresponsabilidad de las personas jurídicas suelen recurrir a dos teorías:
falta de acción y falta de culpabilidad.
16
Ejecutoria Suprema del 24 de octubre de 1997. Expediente 3963-96 Ancash.
CAPITULO III

A. AUSENCIA DE ACCIÓN

La función delimitadora o negativa que se da en la teoría de la acción supone

que no existe acción relevante para el derecho penal cuando falta la voluntad.

Jurisprudencia:

“Debe tenerse en cuenta que no existe acción penalmente relevante cuando

falta la voluntad, de modo que un resultado queda fuera del ámbito de

protección del derecho penal cuando ha sido causado fortuitamente”17

Algunos casos de ausencia de acción son: fuerza física irresistible, movimiento reflejo y

estado de inconciencia.

“los actos reflejos y los realizados por fuerza mayor o con estado de

inconsciencia no implica ausencia de acción, como se suele afirmarse sino ausencia de

imputación objetiva de una acción a su autor y por tanto ausencia de tipicidad”

(GOMEZ BENITES, 1987)

A.1 Fuerza física irresistible:

El código penal lo regula en el inciso 6 del artículo 20 donde excluye de

responsabilidad al que “obra por una fuerza física irresistible”. La fuerza física es aquel

estimulo externo, extraño al agente el cual le genera un movimiento involuntario.

Con respecto a la fuerza física de coacción, la acción no se halla excluida debido a que

no anula totalmente la voluntad. En este tipo de fuerza se actúa bajo la amenaza.

En relación a la intensidad de la fuerza se exige que esta sea irresistible, es decir,

que no haya ningún tipo de posibilidad para que el individuo pueda manifestar su

17
Ejecutoria Suprema del 18 de setiembre de 1998, sala penal expediente, 3019-98, Puno.
voluntad. Por ello la fuerza debe ser absoluta donde se le impide al sujeto dirigir sus

movimientos y por lo cual se convierte en un instrumento.

Ejemplo: conducta humana, el policía maniatado para impedir que cumpla con

su deber, fuerza de la naturaleza: corriente de agua, viento, etc. El sujeto que, al ser

empujado por otro, cae y causa lesiones a un tercero.

Pero es penalmente responsable el sujeto que se coloque voluntariamente al

alcance de los efectos de una fuerza física irresistible proveniente de la naturaleza o de

la fuerza de un tercero “action liberae in causa”

A.2 Movimiento reflejos:

Los movimientos reflejos no están controlados por la voluntad del individuo “los

estímulos del mundo exterior son percibidos por los sensores que lo transmiten sin la

intervención de la voluntad directamente a los centros motores”

Las llamadas acciones pasionales y de corto circuito tienen calidad de acción, si bien en

estas se produce la intervención del elemento voluntad, ello ocurre a una velocidad tal,

que para el sujeto no existe la posibilidad de poner en movimiento una reacción que

impida incurrir en aquella acción.

Otra figura que también debe de distinguirse de los movimientos reflejos son las

reacciones producidas en forma semiautomática. En ellas hay inicialmente un proceso

de voluntad que con el tiempo se ha ubicado en el subconsciente mediante una larga

práctica, “se trata de una acción petrificada que no necesita ser dirigida por la

conciencia actual del actuar, pero que sigue siendo dominable”. Estas reacciones tienen

importancia en el tránsito vehicular.

A.3 Estado de inconciencia:


La inconciencia excluye la acción. En este supuesto, se presenta una total

ausencia de las funciones mentales superiores del hombre, los supuestos que se
consideran son; sueño hipnotismo, epilepsia, ebriedad, sueño profundo producidos por

narcóticos, etc.

En el derecho penal peruano se admite la ausencia de acción, pero se discute la

responsabilidad del hipnotizador como autor mediato o autor directo.

En el caso de la ebriedad alcohólica, esta debe ser absoluta y resulta diferente a

la agravante alteración de la conciencia que debe discutirse como caso de

inimputabilidad. Aquí es responsable el sujeto que se colocó intencionalmente para

causar un resultado lesivo. Ejemplo: el que intencionalmente se embriaga hasta

dormirse para incumplir un deber.

En relación a ciertos casos de inimputabilidad, se plantea la idea que el análisis

de la ausencia de conducta debería incorporar supuestos intensos de anomalía psíquica,

articulo 20, numeral 1 del código penal.

Si queda demostrado que no hay conciencia ni voluntad en la conducta del

sujeto, nada impide que se debe declarar la ausencia de conducta, pero si se trata solo de

una perturbación de la actividad consiente volitiva, entonces se tratara de un problema

propio de la capacidad de la culpabilidad o imputabilidad. (TAVARES,2003).

“Esta diferencia es relevante porque la comprensión de la conducta como

actividad consiente y volitiva puede sugerir la tesis hegeliana de que la imputabilidad

constituye un supuesto a la propia acción. Esto como se sabe no es correcto y deviene

justamente de la mala comprensión de lo que constituye el hecho volitivo. Aunque no se

puede negar que la acción humana este subordinado a una vida moral, y pues a los

valores sociales concretos, eso no va implicar a la consideración de que para el concepto

de la acción sea necesario el dato relativo a la capacidad de evaluación del propio

sujeto” (TAVARES,2003).
CONCLUSIONES

 Concepto pre clásico de la acción, el hecho sólo puede ser imputado como

culpabilidad de la voluntad en conclusión podemos decir que la acción a la

imputación del hecho completo e incluso sólo consideraría acción a la acción

dolosa.

 Causal de acción del sistema clásico la acción viene a ser un proceso causal que

nace de la voluntad humana y también modifica el mundo exterior eso nos

quiere decir que el movimiento corporal o la ausencia del movimiento corporal

dependiente de la voluntad del sujeto, es la cusa del resultado externo.

 Finalidad de la acción la finalidad es una metáfora que se refiere abreviándolas,

a las condiciones del comportamiento evitable, y nada más.

 La acción como manifestación de la personalidad se concluye que la acción es

todo lo que se puede atribuir a un ser humano como centro anímico–espiritual de

acción, es decir que la conducta esté sometida al control del "yo".

 Acción como elemento básico, Finalmente, expresamos las acciones dolosas e

imprudentes son manifestaciones de personalidad tanto como las omisiones

 concepto jurídico penal de acción se puede concluir que el concepto de acción

no sólo trata de las conductas delictivas, sino también de aquéllas que respetan

tales normas.

 En el capitulo dos nos encontramos con la regulación de la acción en nuestro

código penal
 La acción como omisión trata de la relevancia penal de la acción y la omisión se

alcanza por el hecho de estar penadas por la ley.

 Cuando falta la ausencia podemos concluir que existen estas causas y se debe

analizar si la acción inmediatamente anterior es inevitable, si lo es entonces hay

acción y en caso de no serlo, se va a descartar la existencia de una acción.

 También tenemos la acción como limite al poder penal que cumplen con la

función delimitadora frente al poder penal y las formas básicas de imputación

que se refieren a 4 formas las cuales son: delitos de comisión doloso e

imprudentes y delitos de omisión dolosos e imprudente, también tenemos a la

capacidad de conducta y concluye que solamente la persona humana es capaz de

actuar y finalmente la acción en las personas jurídicas no tienen capacidad de

conducta

 En el capítulo tres se abarca la ausencia de acción, en los cuales el acto realizado

no es inevitable y tenemos actos reflejos que no están controlados por la

voluntad del individuo y pueden ser la respuesta a estimulaciones, fuerza física

irresistible, se origina en la naturaleza o derivarse de una acción y finalmente el

estado de inconciencia que va a concluir que se presenta en una ausencia total de

las funciones mentales ya sean normales, fisiológicos y patológicos por ejemplo

durante el sueño normal o ausencia de conciencia por enfermedad.


REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA

 Derecho penal, parte general, Felipe Villavicencio Terreros, Editora y


Librería Grijley E.I.R.L.

 Derecho penal, parte general, Percy García Cavero, JURISTA EDITORES


E.I.R.L.

 DERECHO PENAL PARTE GENERAL TOMO I FUNDAMENTOS. LA


ESTRUCTURA DE LA TEORÍA DEL DELITO, Claus Roxin, 1997, de la
traducción y notas, Diego-Manuel Luzon Peña, Miguel Díaz y García
Conlledo y Javier de Vicente Remesal.

 MANUAL DE DERECHO PENAL – PARTE GENERAL, Luis Bramont


Arias, Segunda Edicion 2002.

Вам также может понравиться