Вы находитесь на странице: 1из 5

Autenticación necesaria… Solicitando credenciales…

Username: Dreamweaver
Password: ****************

Bienvenido/a, hermano/a.

Accediendo al archivo…

16 SON LOS BUSCADORES DE LA LUZ

8 LOS MALES DEL MUNDO

4 LAS ENSEÑANZAS

2 LOS QUE GOBIERNAN ESTE MUNDO

1 LA VERDAD

2
De la vida:

La vida, en sí misma, carece por completo de valor.

1. Esta es una verdad muy simple, para la mayoría de la gente imposible de entender y mucho
menos aceptar. Es, además, la mayor de las armas y la mejor de las herramientas para el
progreso de la humanidad que alguien puede poseer. Mientras que explicarla resulta sencillo,
hacer que lo comprendas y sientas sin caer presa de la locura, el nihilismo y la desazón, es otra
cosa.

2. Biológicamente, la vida no es más que el proceso por el cual algunos elementos de la


naturaleza son capaces de adaptarse, crecer, reproducirse, evolucionar y morir. Más allá de eso,
la vida carece de misterio, y valga en ti saber que superar la última barrera de esta y su condición
final, la muerte, termina quitándole el misticismo que la rodea, que al final no surge más que de
la ignorancia y la debilidad de la gente, incapaz de aceptar que no son nada y que nada existe
detrás de sus miserables y desaprovechadas vidas.

3. La vida en sí misma no es más que el resultado de la infinita entropía de nuestro universo, una
conclusión azarosa a una de las infinitas probabilidades que podrían haberse dado y, como tal,
no debería ser más que algo que se construye a sí mismo, sin un sentido predeterminado, salvo
el que uno mismo quiera darle, poniéndole nombre y viviendo conforme a ello.

4. La única realidad de la entropía de la existencia es el azar, la casualidad y el vacío más


absoluto. Dicho de otra forma, un lienzo en blanco sobre el que construir no solo el sentido de
la vida, sino también la propia realidad en sí misma. Sin embargo, no te dejes engañar, entender
que la vida por sí misma no tiene sentido o valor intrínseco no significa que el juego haya
acabado, significa que acaba de empezar; y tú vas a crear las reglas del juego que otros jugarán.

5. Por supuesto, ningún anabaptista, jehammedano o incluso spitaliano dirá lo mismo, e incluso
es más que probable que todos intenten terminar con tu vida si llegan a saber de tu forma de
pensar; pero así son las bestias… No obstante, jamás te dejes engañar por las formas, algo de lo
que los cronistas sabemos y mucho. Todos y cada uno de los colectivos necesitan darle sentido
a la vida, puesto que la vida y su sentido van ligadas y todo humano necesita tener un sentido
que le guíe en sus acciones, pensamientos y emociones, que los justifique y, en última instancia,
que ate al rebaño que les sigue y del cual viven, parasitándolo día a día, motivación final de todos
ellos.

6. Los cronistas, en eso, no somos diferentes; sin embargo, hay algo que sí que nos diferencia:
entender que la vida no es nada y todos los caminos y puertas que nos abre este estado de
comprensión nos ofrece un mayor y más objetivo entendimiento de la realidad. Y cuando
comprendamos esto, comprenderemos que la búsqueda del conocimiento nos debe alejar de lo
que otros llaman humanidad puesto que, libres de las ataduras de las presunciones de la vida,
construirnos a nosotros mismos nos permitirá, en última instancia, alcanzar el siguiente paso en
la evolución humana.

4
Del orden sobre el caos:

Aquellos que ven a través de los sueños son los encargados de tejer la realidad de los que no.

1. Pese a que pudiese entenderse así, la vida no es anarquía. La humanidad necesita orden, pues
solo el orden evita su extinción. Gracias al orden hemos conseguido nuestros mayores avances
como especie y gracias a este alcanzaremos la perfección. Por tanto, la humanidad como sistema
requiere de un orden, y este orden empieza aquí.

2. No es posible entender el sentido de la vida estando vivo, y no es posible entender al ser


humano siendo humano, puesto que de base el entendimiento estará viciado por las
limitaciones que suponen nuestra perspectiva, cerebro y sentidos; en definitiva: nuestra
humanidad. Las emociones son parte de estas limitaciones, igual que lo es la incapacidad para
vislumbrar lo que se tiene delante debido a que estas lo impiden. La claridad de pensamiento
que ofrecen el odio, el miedo e incluso el amor no son más que reflejos fútiles de todo aquello
que es posible conseguir cuando uno logra desprenderse de todas estas emociones.

3. La lógica, la capacidad de abstracción, el pensamiento hipotético-deductivo… por otro lado,


son caminos que conducen, con el debido tiempo, a la despersonalización, a la capacidad
humana de dejar de ser humano en pos de alcanzar el don de la clarividencia y la omnisciencia
que tanto anhela nuestra gente y que son la única ruta posible al verdadero conocimiento. Es
una realidad que la meta de todo cronista es imposible de alcanzar sin desprenderse de la
humanidad del colectivo, o de lo que otros seres menos capaces consideran que es la
“humanidad”, sus emociones, y abrazando únicamente los dones de la razón.

4. Dicho esto, la justicia es el motor del orden y ningún gobernador puede ser justo estando
atado a las cadenas de estas limitaciones biológicas, sin actuar siempre de acuerdo únicamente
a la fría lógica de los hechos; ningún juez, jehammedano, anabaptista, spitaliano o neolibio
puede ser justo en tanto en cuanto sean humanos y, por tanto, el sentido que otorgan a sus
colectivos y existencias es nulo por naturaleza y de pleno derecho.

5. Solo los cronistas, libres de nuestros defectos humanos, somos líderes naturales de nuestra
especie y solo nosotros poseemos la capacidad para gobernar y traer orden a los demás.
Cualquier colectivo, del mismo modo que los paradigmas se encargan de los clanes, ha de
sucumbir a nuestras exigencias y disposiciones. No importa cuánto tiempo lleve ni cuántos
sacrificios se requieran, el tiempo está de nuestra parte, puesto que la impaciencia y la
ignorancia son algo de lo que nos desprenderemos como colectivo. Es así el orden natural de la
humanidad, con la razón por encima de los instintos, y solo los ignorantes decidirán qué precio
ponen a su sangre antes de abrazar esta verdad.

80
Del poder:

Todo aquel que tiene poder, teme perderlo.

1. No te haré una lista detallada de la multitud de emociones que rigen la vida de la mayoría de
almas que pululan nuestro mundo, puesto que todas ellas puedes observarlas tú misma, de la
misma manera que puedes ver cómo dificultan y retrasan los objetivos que son nuestro bien
común. Con una excepción, el miedo a perder el poder.

2. Todo lo que ves a tu alrededor lo ha credo el poder, o más concretamente el miedo a perderlo:
ciudades acorazadas, civilizaciones, guerras, hambrunas, filantropía… Y de ello nuestro colectivo
no está exento. No es nada nuevo que te diga que cuanto mayor poder se posee, por pura
relación causa-efecto, más sensible se es a sucumbir a las emociones que se arremolinan
alrededor de este: odio, miedo, ira, egoísmo, desconfianza…, y con ello de alejarse del orden
natural cronista, despojados de toda emoción.

3. Sin embargo, se necesita poder para guiar a la humanidad y, como cronistas, nuestra mayor
comprensión de la realidad nos otorga un mayor poder y una mayor capacidad para tal cuestión.
Este poder, sin embargo, ha de ser aséptico, ajeno a cualquier emoción, incluido el apego, la
antesala del miedo, la debilidad y la corrupción. Al igual que un impulso eléctrico mueve un
brazo o inicia el apagado de un sistema operativo, el poder debe guiar las acciones de quien teja
los destinos de los demás de la manera más fría y calculada que exista, ajena a cualquier
emoción.

4. Por otro lado, nada indica que el poder no pueda ser compartido, puesto que es una respuesta
lógica que diversificando el poder este se preserva de manera más óptima. De la misma forma,
compartir el poder ayuda a evitar que este corrompa a aquel que lo acumula. De todas maneras,
un poder despojado de toda emoción no genera tensiones internas, puesto que solo está guiado
por la más perfecta lógica y el bien común.

5. El poder, no obstante, debe quedar dentro del colectivo. Cualquiera ajeno a nuestro colectivo
que acumule el más mínimo poder debe ser erradicado o controlado antes de que corrompa con
su ponzoña las raíces de nuestra misión y el objetivo de nuestro colectivo. Ante tal tarea no
dudes jamás. No existen madres ni padres, hombres, mujeres o niños. Ante cualquiera que
sucumba a la tentación de acumularlo, la dominación total por el bien común del sistema es la
única respuesta, pues nadie es más importante que el bien de la humanidad. Ejerce el poder sin
miedo a perderlo y nadie podrá ejercerlo sobre ti.

160
Username: Dreamweaver
Password: ****************

ERROR 403: Permiso denegado

Username: Ethereum
Password: ****************

ERROR 403: Permiso denegado

Username: Spectrum
Password: ****************

Bienvenida… Tejedora.

Del colectivo:

Un solo archivo corrupto basta para infectar todo un sistema.

I. Y en el caso de los humanos, la semilla de la corrupción empieza en las emociones, como bien
sabes ya. Los cronistas son humanos y, por tanto, susceptibles de corromperse. Dicho esto, el
colectivo está corrupto. Son multitud los cronistas que han sucumbido a sus emociones en todos
y cada uno de los rangos. El mal es, por desgracia, endémico y crónico entre nuestros hermanos
y hermanas y, por tanto, generalizado dentro del colectivo.

II. Cuanto más alto en la puntuación, cuanto mayor rango dentro del colectivo, cuanta más fama,
fortuna o contactos tenga el cronista, mayor será el contrapeso que tendrá que hacer contra las
ansias de poder que intentan corromperlo. La fuerza de voluntad, por desgracia, no siempre es
suficiente para contrarrestar el peso de la naturaleza humana de nuestros hermanos y hermanas
y, en muchos casos, no hay vuelta atrás. Mientras sigan siendo humanos es imposible predecir
y controlar, incluso para nosotros los cronistas, cuándo y dónde surgirá un archivo corrupto
infestado por el hedor de sus propias emociones y las ansias de poder. Es por tanto nuestro
deber eliminar esas posibilidades, incluso si para ello hay que eliminar fragmentos o agujas por
igual, nada más empiecen a manifestarse.

III. No existe mayor daño que el que un elemento del propio sistema puede provocar, puesto
que, aunque cualquier organismo vivo tiene defensas contra el exterior, casi siempre está
indefenso para los daños que se producen dentro del mismo. Son estos daños los más peligrosos,
en primer lugar, porque no se ven y, en segundo, porque no existen defensas para ellos.

IV. Pero no olvides que no somos ceros ni ultimadores, nosotros no nos guiamos por las
emociones ni vamos matando gente con nuestras armas. Por el contrario, expande tus redes,
pues te hacen fuerte; cultiva tus aliados, pues fortalecen el nombre de nuestro colectivo; mima
tus recursos, pues te dan poder; y calcula siempre el mejor resultado para el colectivo, pues es
lo único que importa. Pero no lo olvides nunca, las emociones no tienen cabida en nosotros, ni
en ti ni en nadie dentro del colectivo. No temas en sacrificar a todos aquellos elementos del
propio sistema que sucumban al virus de las emociones, pues al final el colectivo siempre estará
por encima de sus integrantes… Y la Corriente es lo único que importa.

Вам также может понравиться