Вы находитесь на странице: 1из 4

AMBIENTALIDAD

LA IDEA DE HABITAR
Silvia Arango
Es para mí un privilegio presentar La idea de habitar. La
ciudad de México y sus casas 1750 –1900 del arquitecto
mexicano Enrique Ayala, porque es un libro excepcional.1
En él se encuentra una reconstrucción histórica de las
transformaciones de la vivienda y su manera de vivirla,
que, aunque aparentemente se restringe a un período
alejado en el tiempo, en realidad sondea el origen de la
moderna noción de habitar aún vigente. Aunque esta
reconstrucción es interesante para toda persona estudiosa
de la historia de la arquitectura y de la historia cultural, el
libro posee otra dimensión atractiva para los investigadores
que se dedican a estos temas, pues posee aportes originales
en aspectos metodológicos e historiográficos que
enriquecen la visión de los procesos de modernización en
México y en otras ciudades latinoamericanas.

Desde hace más o menos un siglo, la mayoría de las


familias en la ciudad de México –y en otras ciudades del
mundo– viven en casas o departamentos compuestos por Casa del Marqués del Apartado, fachada. Arq. Manuel Tolsá, 1795 – 1805.
una sala y comedor, cocina y una o varias recámaras con Fuente: INAH, Fototeca CNMH, Fondo reservado
uno o más cuartos de baño. Su distribución, altamente
predecible, separa el área social y el área íntima y ambos engaña tampoco respecto a las distancias entre las
sectores tienen más o menos cuartos, o área, dependiendo voluntades estatales y otras formas de autoridad: el poder
del nivel de ingresos. ¿De dónde procede esta tipología moral y social de la iglesia, el influjo de los anhelos de las
tan extendida? ¿Desde cuándo la noción de casa formas de vida francesa o inglesa y la inercia de las
habitación se identifica con esa serie de espacios y esa costumbres, que son factores igualmente moldeadores de los
distribución? ¿Qué valores, qué costumbres, qué visión de cambios en la manera de vivir la casa.
la vida implica esa noción de habitar?
El libro describe un proceso de la idea de habitar que, en
Para contestar estas preguntas, en un ejercicio de buceo términos generales, se puede sintetizar como una dirección
histórico, Enrique Ayala cuenta con la orientación de una irreversible que va del predominio de lo público al
hipótesis que prueba exhaustivamente: ese modelo de predominio de lo privado o, tal vez, buscando sinónimos,
vivienda, que está inserto dentro de un proceso general de de la vida compartida a la vida personal. De una idea de
modernización de Occidente, en ciudad de México se agiliza “casa” que comprende en un mismo espacio el lugar del
y concreta como resultado de transformaciones impulsadas trabajo, de la compra y venta de productos y el descanso
por dos importantes movimientos políticos: las reformas nocturno, a una idea de “casa” exclusivamente dedicada a
borbónicas de mediados del siglo XVIII y las reformas la vida familiar. De una casa que se prolongaba
liberales de mediados del siglo XIX. En el libro, naturalmente sobre el espacio de la calle, a una casa
consecuentemente, se examinan con mirada detenida las confinada a su espacio interior. De una casa colectiva en
leyes, decretos y normas que se dictaron bajo ambas la que convivían de manera cotidiana personas de distintos
reformas, pero, conocedor de la debilidad del Estado en el niveles sociales (parientes, artesanos, aprendices, criados y
contexto latinoamericano, examina también las servidumbre), a una casa exclusiva para cada familia
consecuencias y los alcances efectivos de estas dos nucleada, en la que se efectúa una doble segregación: se
intenciones normativas, en la ciudad y en las casas. No se agrupa en la ciudad en barrios distinguibles por su rango
económico y social, y separa funcionalmente los espacios
interiores, alejando la servidumbre y asegurando la vida
1
Enrique Ayala, La idea de habitar – La ciudad de México y sus casas 1750 – 1900,
Universidad Autónoma Metropolitana, México, 2009. íntima de cada miembro de la familia. De una casa que no

58
tenía servicios sanitarios ni lugares para el lavado del
cuerpo, porque esas eran actividades públicas, a una casa
donde el baño reúne esos servicios que se consideran de
carácter íntimo. De una casa que se congrega alrededor de
un patio, a una casa que mira hacia un jardín.

Como dos caras de la misma moneda, este proceso se


efectúa simultáneamente en la ciudad y en la casa. En la
medida en que las fiestas se expulsan de las calles, aparecen
los clubes, casinos y hoteles y los salones de las casas. En
la medida en que se distancia el lugar de trabajo y el de
vivienda, aparecen las cantinas, las fondas y los cafés. En
la medida en que la ciudad se segrega socialmente, Casa del arquitecto Lorenzo de la Hidalga, jardín, ca. 1845. Fuente: INAH, Fototeca
aparecen los paseos, los teatros, los circos y los mercados. CNMH, CCCXLII-34

En la medida en que avanzan los trabajos de alcantarillado,


aparecen los retretes en las casas. En la medida en que se vida tradicionales que no se insertan dentro de la misma línea
regulariza la traza, se normalizan los predios donde se evolutiva, crean entrechoques, contradicciones y mundos
construyen las casas y desaparecen las coherencias urbanas escindidos que son comunes a otras ciudades de América
del cinturón circundante de poblados indígenas. En la Latina. Finalmente, hay ciertos rasgos que son particulares a
medida en que la ciudad crece y se puebla de nuevos la ciudad de México, entre los que se pueden mencionar la
habitantes (hacendados ricos, desocupados, extranjeros, enorme presencia urbana de comunidades indígenas –con su
tahúres) que se suman a los tradicionales (indígenas, lógica cultural–, la importancia que adquiere la obtención de
artesanos, vecinos pobres y ricos), aparecen modalidades agua potable, particularmente escasa, que lleva a una
diversas de casas habitación: junto a las viejas casas del inusitada proliferación de pozos artesianos, la utilización de
viejo orden remodeladas y acondicionadas, aparecen casas distintos tipos de piedra como material de construcción de las
de departamentos, casas de vecindad, casas de campo. fachadas, que le da un toque de nobleza a la apariencia
Como bien se aclara reiteradamente, no se trata de un urbana, y el paisaje peculiar del Valle de México, que
proceso lineal. La resistencia a las nuevas formas de vida determina el sistema regional de poblaciones interconectadas,
es una constante, hasta el punto que todavía, en la inmensa cada una con características diferentes. Ciertamente, Enrique
ciudad de México actual, sobreviven varias antiguas Ayala está examinando el panorama privilegiado de la
parroquias y la lógica de vecindarios pueblerinos. Llama la capital de la Nueva España, de la gran ciudad de la colonia
atención otra constante durante este período de siglo y en América. Sólo desde la ciudad de México puede
medio: el de un altísimo porcentaje de casas alquiladas, lo sintetizarse de manera plena un proceso general de
que indica que muchos miembros de la sociedad aspiran a modernización de las formas de habitación que reúna
vivir económicamente de la renta, sin tener que dedicarse a perspectivas internacionales, continentales y locales.
otras tareas productivas y tener mucho tiempo libre.
Las reformas borbónicas que inciden de manera directa
En el libro se entrelazan tres distancias: Occidente, América sobre la ciudad no se filtrarán en efectos tangibles sobre la
Latina y la ciudad de México. Puede decirse, en efecto, que arquitectura y la vida doméstica sino hasta finales del siglo
ciertos rasgos de los cambios descritos, como los procesos de XVIII. De la misma manera, los efectos de las reformas
racionalización, de secularización y de higienización, son liberales sólo se harán claramente visibles hasta finales del
comunes a todo el orbe que se conoce como occidente: en las XIX en la transformación de las casas. Por ello, la mayoría
ciudades europeas y norteamericanas se vivieron cambios de los ejemplos específicos de casas que se examinan se
similares en lo atinente a la subdivisión funcional de los concentran en las últimas décadas de los siglos XVIII y
interiores de las casas, a la pérdida del poder de la iglesia en XIX. El aporte más significativo del libro se encuentra en
la regulación de la vida de las comunidades y en la estos ejemplos. A diferencia de las historias globales que
introducción de artefactos sanitarios. Sin embargo, ciertos describen procesos de modernización, aquí encontramos
rasgos de este proceso, como los impactos políticos, las anclajes específicos que ilustran de manera contundente
características de las élites y la composición social, son cómo se van realizando de manera palpable y paulatina los
predominantemente latinoamericanos: las reformas cambios dentro de una evolución general; la lectura de los
borbónicas que lindan con la utopía, las leyes de planos interpreta de manera verosímil la línea en zigzag,
desamortización de bienes eclesiásticos, que dejan con avances y retrocesos, con rupturas y continuidades,
súbitamente amplias zonas urbanas para la reutilización, la como se desenvuelve todo proceso histórico. Y a diferencia
imitación de las élites de las modas europeas y su influjo de las historias arquitectónicas comunes, aquí se encuentra
sobre otros sectores sociales, y la persistencia de formas de una arquitectura con carne, que no se contenta con la fría y

59
La paulatina sustitución de los patios por jardines muy
elaborados, inicialmente por las élites más ricas y cultas,
invita a reflexionar sobre la importancia de la
contemplación. Los jardines son para ser vistos desde las
salas, y sobre todo desde los comedores, es decir, desde los
espacios que no sólo indican socialización, sino
permanencia lúcida. El acto de observar el jardín señala
habitantes meditabundos que, como los “amigos de mirar”
de La República de Platón, son especulativos,
contemplativos y teorizadores. La reflexión sobre la
naturaleza indica un ánimo de comprensión estético-
científica de seres definitivamente urbanizados. El tránsito
de actores a espectadores es también el tránsito del
predominio del sentido oído hacia el sentido de la visión, y
Casa de Ignacio de la Torre y Mier, Paseo de la Reforma 1, fachada principal. Ing. de la visión minuciosa, gesto que está subrayado a su vez
Ignacio de la Barra, ca. 1900.Fuente: Crónica oficial de las fiestas del Primer Centenario
de la Independencia de México, 1911
por los interiores profusamente decorados con pequeños
objetos valiosos que caracteriza las mansiones de finales
abstracta sucesión tipológica, sino que reconstruye todo su del siglo XIX. El mismo gesto contemplativo y teorizador
sentido; el análisis de los materiales empleados y sus se expresa en la extendida costumbre de jugar billar y del
connotaciones, la descripción de la utilización de los destacado lugar que ocupaba en las casas.
espacios, con sus muebles y decoración, y las crónicas
literarias que reconstruyen peripecias personales, vivifican Tanto la comodidad como la contemplación de jardines son
la arquitectura de los distintos niveles sociales. Textos y signos de crecimiento urbano. Además de los procesos
gráficos se entremezclan para permitir la comprensión de generales y particulares que se han mencionado, debe
un proceso general a partir de ejemplos contingentes. añadirse que el simple crecimiento de la ciudad, cuando
sobrepasa ciertos umbrales, es causal de transformaciones
La ventaja de examinar panoramas amplios de más de un en la idea de habitar. En el primer capítulo se da mucha
siglo es que permite ver cómo, entre la cotidianidad de la importancia al hecho de que la creación de grandes factorías
vida doméstica que transcurre, monótona, arrastrando las a finales del XVIII, produjo una presencia de gran cantidad
inercias de las costumbres, se cuelan los asombros de las de extraños en los barrios donde se asentaban y una
nuevas ideas sobre la idea de habitar. Algunas de estas itinerancia de trabajadores por toda la ciudad. El impacto de
ideas quedan gravitando sobre la reflexión que deja el libro estas factorías muestra el inicio de un proceso hacia el
una vez terminada su lectura. anonimato urbano que no hará sino aumentar en las décadas
siguientes. Si antes la ciudad, dividida en barrios o
La noción de “comodidad”, por ejemplo, que se menciona parroquias donde todos se conocían, sostenía una auto-
como uno de los signos de modernización, a raíz de la regulación de los comportamientos y producía tranquilidad,
facilidad del aseo (pisos de madera, cielos rasos de yeso) y de una ciudad poblada de forasteros se podía esperar
de la introducción de muebles que consienten el cuerpo cualquier cosa y producía desconfianza. Para los sectores
(tapetes mullidos, sofás con almohadones, colchones de pudientes, el miedo aumentaba por la presencia creciente de
resorte), posee iridaciones que invitan a pensar. Cuando, la pobreza nómada –los léperos, los vagos, los pelados– y
citando Las memorias de mis tiempos de Guillermo Prieto, por ello no es exagerado subrayar que, además de los
se describe “la gente más acomodada” en la segunda mitad procesos de privatización, el sentimiento de inseguridad
del XIX (p. 126) se listan comerciantes, ricos, militares, haya sido un factor muy importante para explicar el
empleados y tahúres, pero no se incluyen actores, fortalecimiento de la vida recoleta y la introversión familiar.
bailarines, industriales e hijos díscolos de ricos. Esta
descripción hace pensar que los “acomodados” no eran En lo referente a los aspectos metodológicos e
necesariamente los más acaudalados ni la élite, sino las historiográficos, es necesario señalar, en primer lugar, que
personas de salud física y moral que estaban instalados de este libro aparece en el momento adecuado, pues una
manera adecuada en la sociedad. Esta acepción de síntesis tan precisa y convincente de la evolución de la
comodidad es similar a la tradicional en arquitectura donde idea de habitar en la ciudad de México difícilmente
“comoditas” se asimila a lo apropiado, lo oportuno, lo hubiera podido hacerse antes. Hace más de diez años, en
adecuado y lo conveniente. La comodidad, entonces, no se 1996, Enrique Ayala, como resultado de sus
refiere únicamente a la complacencia corporal, que sería investigaciones sobre la vivienda, publicó el libro La casa
más bien la noción inglesa de comfort, sino que recubriría de la ciudad de México. Evolución y transformaciones, en
otras dimensiones más amplias de la idea de habitar. donde hace un recorrido por la casa mexicana durante toda

60
su historia y recubre el amplio espectro temporal de cinco cronológica de planos a la
siglos. En ese momento, el libro cumplió su cometido de manera de ilustración del
incorporar el tema de la vivienda como un ingrediente texto. Pero, en este caso,
indispensable de los estudios históricos de la arquitectura. fotos y planos son
Fiel al mismo tema, en los años siguientes, continuó mucho más que
estudiando la vivienda y sus formas de habitar en distintos ilustraciones y se
momentos de la historia, que se vertieron en varios incorporan como
artículos y en dos libros de divulgación producidos por el documentos efectivos.
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes: Casas Las fotografías de las
barrocas (2005) y Casas del siglo XX (2006). Como fruto fachadas exteriores
de una continuada indagación, hoy en día Enrique Ayala es sirven para
el más autorizado especialista en historia de la arquitectura comprender el
de la vivienda de México. Pero como también es un alineamiento del
inquieto investigador amante de la verdad, estas plano continuo de las
publicaciones antecedentes le señalaron posibilidades de calles urbanas o el
continuación y profundización sobre aspectos y períodos contexto bucólico de las periferias, la
que debían corregirse y complementarse, y se le evidenció solidez de los materiales y las pretensiones estilísticas de
el sentido de los procesos generales. En una dinámica moradores y arquitectos. Las fotografías interiores –
interacción con nuevos libros, investigaciones y personas, lamentablemente sólo presentadas para mansiones de fines
fue decantando una mirada más afinada, totalizadora y del XIX– son tremendamente elocuentes por sí mismas, pero
comprensiva de la vivienda que se presenta aquí, ya están potenciadas por la explicación que las complementan.
madura y focalizada en un período sobre el que existían Los planos, que son materiales gráficos más difíciles de
vacíos y que pocos historiadores abordan desde esta óptica. entender por los no especialistas, son objeto de una
interpretación cuidadosa: con lupa, el autor los examina y
Para el presente libro, Ayala usufructúa estudios de extrae de ellos toda la información que contienen. En las
aspectos puntuales, detallados y bien apuntalados, que se plantas intrincadas numera la cantidad de casas que están
han realizado en años recientes y varias recopilaciones de dibujadas y sus jerarquías, recorre las estancias y deduce su
documentos de archivos, que demuestran los sólidos uso cuando no está indicado; explica la ubicación y el sentido
avances historiográficos de México. Este arsenal se suma de las “asistencias”, descubre los “comunes” en los rincones
a las fuentes de primera mano que se consultaron en de los corredores o de las azotehuelas, o señala los accesos
distintos archivos y bibliotecas y la complementación independientes o interconectados. En los cortes indica cómo
indispensable de crónicas, novelas y artículos de prensa. el pequeño desnivel de un patio indica la presencia de un piso
Todo ello es meritorio, pero lo que es excepcional es la interior de madera que se ventila por debajo e implica el
documentación gráfica, que es la punta de un iceberg, pues alejamiento funcional, señala la jerarquía de los espacios a
estamos seguros que el caudal de información reunida partir de su altura o explica la racionalización higienista de los
durante la investigación, sobrepasa enormemente los desagües como expresión de cosmopolitismo.
planos y fotos que aquí se muestran. Los documentos
gráficos manan de dos fuentes: por un lado, su colección La lectura de planos y su incorporación como documentos
personal, reunida con cariñosa y obsesiva dedicación para el análisis histórico es el aporte principal que un
durante muchos años y que está representada en planos, arquitecto puede hacer para enriquecer el trabajo colectivo
fotos, grabados, postales, cuadros y dibujos; y, por otro de escudriñar, con herramientas novedosas, el pasado. En
lado, la dispendiosa recopilación de planos extraídos, ese sentido, el libro La idea de habitar. La ciudad de
fundamentalmente, del Archivo General de la Nación para México y sus casas 1750 – 1900 no sólo representa una
la época colonial, y de Archivos de Notarías del Distrito juiciosa descripción de un proceso general de
Federal para el siglo XIX. La selección final de planos de modernización de la vivienda en la ciudad de México, sino
casas de distintos rangos sociales a lo largo todo el período que representa un aporte importante para la historiografía
de estudio, es la columna vertebral que estructura el latinoamericana.
trabajo. Es posible que un lector desprevenido no se
percate de la importancia de haber reunido este material, Silvia Arango. Arquitecta y urbanista colombiana, egresada de la Universidad
de los Andes, especializada en Diseño Urbano por el Oxford Polytechnic y
en su mayoría inédito, que llena un enorme vacío en la doctorada en Urbanismo en la Universidad París XII. Profesora de la Escuela
historia de la arquitectura mexicana y no tiene paralelo en de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de Colombia, en
ningún otro país de América Latina. Bogotá. Entre sus libros publicados, cabe mencionar Historia de la Arquitectura
en Colombia, Historia de un itinerario y Gorka Dorronsoro: una obra en
proceso. En 1992 la Sociedad Colombiana de Arquitectos otorgó por primera
Un autor menos exigente consigo mismo hubiera podido vez el Premio Nacional de Arquitectura a su investigación: Historia de la
contentarse con presentar las fotografías y la sucesión Arquitectura en Colombia.

61

Вам также может понравиться