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López, Carlos Martínez Shaw, Teresa María Ortega Entre el silencio y la invisibilidad 10
López, Antonio Ramos Espejo, Valeriano Sánchez
2009 Ramos y José Luis Sanchidrián Torti. Carme Molinero
Colaboran en este número: José Manuel Cuenca Toribio;
Salvaguarda de vidas
y haciendas
Los castillos medievales de Almería: historia y patrimonio
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E
n Almería, las construcciones de- LA INSEGURIDAD Y EL La fitna (es decir, la "disensión interna
fensivas esculpen un paisaje parti- en la comunidad de creyentes") supuso el
cular. Aquí, el fraccionamiento y
TIEMPO DERROTARON LAS desgobierno político y religioso en un pe-
complejidad del relieve multiplicaron las RUINAS HASTA TROCARLAS riodo comprendido entre del 880 y el 925
estructuras militares mientras que hacían EN UN PATRIMONIO MÁS aproximadamente.
innecesarias complicadas soluciones defen- Curiosamente, la mayoría de las forta-
sivas. La inseguridad constante y el tiempo
ARQUEOLÓGICO QUE lezas almerienses que citan los textos al
consiguieron derrotar las ruinas hasta MONUMENTAL relatar este periodo turbulento reúnen
transformarlas en un patrimonio más ar- unas características comunes. De una
queológico que monumental, de gran im- parte, se emplazan fuera de las zonas de
portancia histórica, de desigual envergadu- cultivos irrigados, en las áreas montaño-
ra arquitectónica y singular valor paisajísti- los recursos propiedad del castillo), en la sas próximas. De otra, carecen de un ela-
co cuando no medioambiental. frontera corrió a cargo directamente del sul- borado sistema de defensa, reducido a un
Los castillos forman parte de un conjun- tán o de las alquerías de la retaguardia, si- lienzo de muralla con torres rectangula-
to o sistema defensivo, más o menos com- tuadas, a veces, a decenas de kilómetros. res, no muy numerosas, todo realizado en
plejo y articulado, con el que las poblaciones tapial.
y los estados, que decían defenderlas, pre- DESGOBIERNO Y FORTIFICACIONES. Pa- Estos grandes encintados engloban al-
tendían salvaguardar vidas y haciendas. ra asegurar la defensa de un territorio era rededor de dos hectáreas y media de exten-
Las fortalezas andalusíes, que prolifera- necesario que los soldados recibieran su sión (El Castellón de Vélez Rubio, Tabernas
ron por la provincia hasta llegar a rondar la sueldo de forma puntual y generosa. En un y Marchena, y probablemente Vélez Blan-
centena, presentan gran diversidad formal primer momento se empleó el sistema de co y Fiñana cuyo perímetro exacto desco-
y cronológica, consecuencia de las particu- concesiones territoriales dadas a una fami- nocemos). Dos poblados se alejan de la
laridades históricas. Con todo, la función de lia o grupo, encargado de su defensa en media: el cerro del Espíritu Santo de Vera,
los castillos medievales no puede reducirse nombre del poder central al que debían re- con poco más de una hectárea, y Villavieja
a una historia política de enfrentamiento mitir parte de los ingresos obtenidos en (Berja), que alcanza las siete hectáreas.
militar pues también ejercieron funciones muestra de obediencia. Con el tiempo, muchas familias volvie-
impositivas sobre las comunidades campe- La debilidad general del ejército en al- ron a poblar las antiguas alquerías de la
sinas, máxime cuando había que aplicar Andalus hay que buscarla en la profunda llanura, pero cierta parte de la población
tributos especiales. desconfianza que una gran fuerza inactiva quedó en estas pequeñas ciudades, donde
Estas complejas relaciones se reflejan, provocaba tanto en las poblaciones como también residieron el alcaide y el cadí de
también, en su mantenimiento. Mientras en el gobierno. Una vez rotos los lazos tri- cada zona o comarca. Otras alquerías, sin
que en el interior del reino correspondía a bales, fueron los mercenarios, ajenos a la embargo, no se integraron en estas fortifi-
las comunidades locales (bien directamen- comunidad, los que sostuvieron al emirato caciones pues quedaron fuera de la comu-
te, bien mediante el aprovechamiento de granadino. nidad tribal de aprovechamientos. Algu-
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El Castellón de Vélez Rubio es un gran encintado que ocupa una extensión de 2,3 hectáreas sobre un cerro amesetado.
nas se refugiaron en cuevas artificiales, nistración califal, fundaron el reino de Al- La acción militar de Al-Mu’tamid (el rey
excavadas en los acantilados (un sistema, mería pretendiendo reponer la legitimidad sevillano famoso también por sus veleida-
por cierto, habitual en el Norte de África, omeya. des literarias) fue constante y obtuvo impor-
donde son mucho más escasos los casti- Antes de mediar la centuria, el reino tantes resultados. Dominadas ya algunas
llos). quedó constreñido a lo que, más o menos, fortalezas de la sierra de Filabres, en 1089
En el siglo X, el enfrentamiento entre fue luego la provincia. Así pasó a manos de atacaba Sorbas y hubiera terminado por
omeyas de al-Andalus y fatimíes del actual los Ibn Sumadih y, a su rey más famoso, Al- conquistar toda Almería de no haber inter-
Túnez por el control del Magreb afectó a la Mu’tasim que abrió un largo periodo de lu- venido los almorávides que acabaron por re-
zona. En el verano del 955, la escuadra fati- chas con sus vecinos. ducirlos a todos y acabaron así con las renci-
mí dio un audaz golpe de mano contra Al- Según el monarca granadino Abd Alá, llas internas que asolaron al-Andalus en ese
mería, la sede de la escuadra califal. Las las disputas se centraron en las tierras de siglo aciago.
obras defensivas no acabaron con el amura- Gor, Baza y parte de la alta Alpujarra cen- Los castillos, por tanto, fueron numero-
llamiento de la nueva ciudad. De hecho, se tral, que pasa a poder almeriense. Poco sos pero también pequeños. Adoptaban
emprendió la fortificación general de la cos- después (en el 1060-61), el almeriense ata- planta rectangular cuando era posible, aun-
ta (955-970), inspeccionada personalmente có inútilmente una fortaleza de la antigua que debían adaptarse a la configuración del
por Al-Hakam II. La torre del castillo de Hue- cora de Tudmir, aunque es probable que no terreno. Cada tramo disponían de torres
bro y El Castellón de Alías (Sorbas) formaron pasara de la provincia actual cuya zona macizas, rectangulares, todo levantado de
parte de este nuevo sistema defensivo que norte englobaba. La conquista de Murcia tapial. Al-Udri menciona la existencia de
conocemos mal pues debió de quedar muy por los sevillanos (hacia el 1079) supuso un castillo para cada uno de los distritos
alterado por obras posteriores. una nueva amenaza que sumar a la presión agrícolas (llamados yuz, "parte", "trozo") o
que las huestes cristianas ejercían desde comarcas (iklim, “clima”). Pero la función
LA RIVALIDAD TAIFA (1012-1091). Tras la plazas estratégicas (como Belillos, en Gra- de estas fortalezas era algo más que defensi-
muerte de Abú Amir Muhammad (conocido nada, o Aledo, en Murcia), concretada en va. El mismo Abd Alá, el rey de Granada,
como Almanzor, el Victorioso, 940-1002), se productivas correrías en demanda de pa- vincula en sus Memorias defensa del territo-
abre un largo periodo de inseguridad (1009- rias, llegando hasta las mismas puertas de rio, asentamiento militar en régimen de
1031) del que surgen los reinos taifas. Jayran Almería hacia el 1085 y sometiéndola a ase- concesión territorial y exigencia de impues-
y Zuhayr, dos altos funcionarios de la admi- dio en 1088. tos, a menudo ilegales, con los que hacer
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PARA SEÑALIZAR LA
FRONTERA UN ACUERDO
ESTABLECIÓ DISPONER
CADENAS SOBRE PALOS
PROVISTAS DE SONAJAS QUE
MOVÍA EL VIENTO
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canzar cierto protagonismo en los tardíos LOS FILABRES Y TABERNAS. Los castillos vincia es el de Tabernas, en realidad una al-
conflictos fronterizos taifa aunque induda- de la sierra de Filabres quedaron muy re- cazaba, casi urbana.
blemente obtuvo mayor importancia con la modelados en época almohade, gracias a Con una posición estratégica inmejora-
oposición de Ibn Mardanis de Murcia contra la labor de Abú Isac Ibrahim ibn al-Hayy ble, cierra el acceso a la capital desde la prin-
los almohades (entre el 1160 y el 1171). al-Balafiquí (1158-1219), cadí de la zona. cipal vía de comunicación con el levante. Su
Con el reino nazarí la fortaleza sufrió El castillo de Velefique corresponde, en planta es poligonal, alargada, de casi 3.000
una completa remodelación. La primitiva realidad, a una población amurallada con m2, y ha llegado a la actualidad dividida en
obra de tapial fue intensamente reparada un recinto total de unos 9.700 m2. La mura- dos recintos por un muro con torre artillera
en mampostería y en la ampliación pun- lla es de mampostería con argamasa, de de inicios del siglo XVI. La entrada es directa
tual de su trazado que llegó a ampliarse más de metro y medio de grosor y cuenta y está franqueada por dos torreones, muy
por algunos puntos. Hoy muestra torreo- con, al menos, 17 torres, la mayoría maci- rehechos en una desgraciada restauración
nes rectangulares en los ángulos salien- zas, rectangulares y de pequeñas dimensio- moderna. El interior muestra un patio, re-
tes, de muy diferente tamaño. Son en to- nes (alrededor de 4 metros, y escaso salien- formado en época cristiana, y pequeñas ha-
tal trece cubos en los que se añadieron te, casi contrafuertes). La puerta oriental da bitaciones rectangulares, adosadas a la mu-
otros alargados (como en la muralla de Ve- acceso al recinto superior: es una entrada ralla exterior, de cronología imprecisa.
ra) y los pentagonales en su frente orien- recta y queda protegida por dos torreones de Obra del siglo XI son los, al menos, trece
tal, donde se situó la entrada principal y la tapial cuadrados. torreones de tapial, rectangulares y salien-
llamada "Torre del Agua", una probable Sin duda el edificio más complejo y uno tes, equidistantes unos diez metros y la ma-
coracha de mampostería y sillarejo. de los castillos más interesantes de la pro- yoría huecos en altura, que jalonan la mu-
El sistema de control visual debió de ser ralla. Se observan los vestigios de una posi-
más complejo y probablemente quedó re- ble albarrana (quizá incluso una coracha)
definido con la efímera conquista de 1436. que protege el área habitada inmediata al
A lo largo del valle se fue levantando un SIN DUDA, EL EDIFICIO avanzar ladera abajo del extremo occiden-
conjunto de torres-atalayas, en su mayor tal, acabando en un gran torreón de casi 13
parte muy destruidas. Casi todas son ci-
MÁS COMPLEJO Y UNO metros de frente. Esta importante modifi-
líndricas (Perdiguera, Albox; La Torreta, DE LOS CASTILLOS MÁS cación de la segunda mitad del siglo XII par-
Cantoria, la más grande pues contó con te de una gran torre desfigurada por la inter-
INTERESANTES DE LA
cuatro pisos) pero también las hubo cua- vención de 1984.
dradas (Aljambra, Albox; con un aljibe PROVINCIA DE ALMERÍA El área poblada abarca dos hectáreas. Es-
próximo). ES EL DE TABERNAS tuvo protegida por una muralla de tapial,
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La Alcazaba de Tabernas, reconstruida con poca fortuna en los años 80, es una de las fortificaciones más destacadas de Almería.
con torreones promediados, todo muy mal muestra una planta sensiblemente rectan- ros. Las similitudes con ciertos castillos le-
conservado y gravemente afectado por un gular (2.000 m2). En su extremo Norte se vantinos tardíos (Aspe, Alicante) y grana-
aterrazamiento para repoblación forestal y levantó un gran baluarte o torreón de unos dinos (Los Guajares) podría datar este cas-
un reciente camino de acceso que atraviesa 11 metros de longitud por más de siete de tillo en la primera mitad del siglo XIII.
la muralla de la alcazaba. anchura. De su extremo occidental partía Finaliza nuestro apresurado repaso a
Servían de apoyo visual al castillo las un largo muro de 31 metros de longitud las fortificaciones medievales de la pro-
arruinadas torres de los Ballesteros y Espe- acabado en una pequeña torre albarrana vincia Villavieja, asiento de la antigua
liz, ambas de planta rectangular. Muchas que protegería un área habitada extramu- población romana y medieval de Berja y
de las “atalayas” mencionadas en los Libros uno de los más importantes despoblados
de Apeo y Repartimiento (1572-75) deben ser de la provincia.
rábitas, más o menos ligadas al sistema de- Se localiza sobre un cerro amesetado
fensivo general. Más información que domina toda la vega, a unos 3 km. al
Sudoeste de la población. El amuralla-
TRES CASTILLOS DE LA ALPUJARRA. La ■ Cara B., Lorenzo y miento medieval presenta cierta comple-
llamada Alcazaba de Laujar es una fortaleza Rodríguez López, Juana Mª jidad defensiva y cuenta con un reducto
de planta rectangular y unos 3.600 m2, con Introducción al estudio crono-tipológico de los fortificado. Los muros son de tapial y cu-
torres rectangulares de 8 por 4,5 metros a los castillos almerienses, en A. Malpica bren un recorrido de 1300 m. Tienen un es-
lados y más grandes en los ángulos. Propia Cuello, ed. Castillos y territorio en Al- pesor de más de dos metros por siete de al-
del siglo XI, alcanzó cierta relevancia en el Andalus. tura máxima y no parece que tuvieran
siglo XIV. En 1326, el meriní Utman se apo- Athos-Pergamos, Granada, 1998. adarve (camino superior) ni almenado.
deró de la fortaleza en apoyo de uno de los ■ Viguera Molins, Mª José Torreones macizos para reforzar el encin-
contendientes que se disputaban el trono La organización militar en al-Andalus. tado quedan dispuestos de trecho en tre-
nazarí, con lo cual aumentó el poder de esta Revista de Historia Militar XLV. 2001 cho, sin gran regularidad. A poniente, so-
dinastía magrebí en la zona occidental del ■ VV.AA. bre el camino, los torreones son mayores
reino. Castillos, fortificaciones y defensas hasta prolongarse en una torre albarrana
El Castillejo de Beires se sitúa en un ce- Colecc. Guías de Almería. Territorio, o saliente, que avanza al exterior con un
rro amesetado, inclinado al sur, con am- cultura y arte, 4. Almería. Instituto doble muro. Un gran torreón protege allí
plio dominio visual sobre las tres alquerías Estudios Almerienses. mismo la entrada al nacimiento de la
próximas. El recinto amurallado simple Fuente de la Rana. ■