¡Oh Jesús, único consuelo en las horas eternas del Padre eterno, en este momento no te quiero pedir más,
más, sino que
dolor, único consuelo sostén en el vacío inmenso
que la muerte causa entre los seres queridos! Tú,
Señor, a quién los cielos, la tierra y los hombres
vieron llorar en días tristísimos; Tú, Señor, que has
llorado a impulsos del más tierno de los cariños
sobre el sepulcro de una madre; Tú, ¡oh Jesús! que
te compadeciste del luto de un hogar deshecho y de
corazones que en él gemían sin consuelo; Tú, Padre
amantísimo, compadécete también de nuestras
lágrimas. Míralas, Señor, cómo sangre del alma
dolorida, por la pérdida de aquel que fue deudo
queridísima, madre abnegada y amorosa, cristiana
fervorosa. ¡Míralas, Señor, como tributo sentido que
te ofrecemos por su alma, para que la purifiques en
tu sangre preciosísima y la lleves cuanto antes al
cielo, si aún no te goza en él! ¡Mírala, Señor, para
que nos des fortaleza, paciencia, conformidad con tu
divino querer en esta tremenda prueba que tortura el
alma! ¡Mírala, oh dulce, oh pidadosísimo Jesús! y
por ellas concédenos que los que aquí en la tierra
hemos vivido atados con los fortísimos lazos de
cariño, y ahora lloramos la ausencia momentánea
del ser querido, nos reunamos de nuevo junto a Ti
en el Cielo, para vivir eternamente unidos en tu
Corazón. Amén.
me regales la paz necesaria para poder superar este dolor tan
grande, es muy difícil tener que perder a un ser querido, sé que,
es algo por lo que todo el mundo tiene que pasar, pero uno
nunca está preparado para este tipo de situaciones, por eso
padre, te pido que me des paz, no solamente a mí, sino a todas
las personas que apreciaban mucho a nuestra, señor bendito te
pido que seas tú abriendo la puerta de los cielos, para que le des
la bienvenida, y para que ella pueda estar a tu lado, por toda la
eternidad, viviendo contigo en el paraíso, para que al momento
que me toque partir, poder verlo nuevamente y disfrutar de
nuestra compañía para siempre, no sé si todo lo que te pido es un
poco imposible, porque la verdad, es que no se, si tuvo el
momento de poder arrepentirse de sus pecados, y de lo único
que me arrepiento es de no haber realizado la oración, con ella,
para yo poder estar totalmente en paz, pero hay algo que si se
padre, y es que en el momento que se me presentaba, siempre le
hablaba de ti, y como buena persona, él siempre me escuchaba,
por ese motivo, espero que sus últimas palabras, o sus últimos
pensamientos, hayan sido solamente para ti señor, se
perfectamente que está en una vida mejor, pero hay que admitir,
que aquí en la tierra, hará mucha falta, porque era una persona
muy querida por todos nosotros, gracias una vez más por
escucharme padre eterno, en el nombre poderoso de Jesucristo
Amen.
Padre mío celestial, escucha Dios mi oración Dios mío, te has llevado la persona que más
al conmemorarse hoy un es desde la muerte
de “Hilda Pilares Lira”. amaba en este mundo; pero tú lo has querido
Reunidos estamos hoy amigos y familiares,
para elevar una plegaria al santísimo, así, cúmplase en todo tu santísima voluntad. El
concédale la paz eterna.
Dios todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, gran consuelo que me queda es la esperanza de
cuida el alma de vuestro siervo o sierva
purifíquela, líbrela del pecado y que tú la hayas recibido en el seno de tu
concédele la vida eterna.
Padre mío, escucha la voz de nuestras suplicas, misericordia, y que te dignarás algún día
para que le permitas el descanso a tu lado,
a tu hijo “nombre del difunto”. unirme con ella. Si la entera satisfacción de sus
Desde que te fuiste, dejaste un gran vacío entre sus hijos y nietos,
mucha falta nos haces, seguro estamos todos pecados la detienen aún en las penas sin que
que algún día nos reuniremos y nos volveremos a ver.
haya ido todavía a reunirse contigo, yo te
El tiempo no se detiene,
las agujas del reloj se mueven, ofrezco por ella todas mis oraciones y buenas
que rápido, todo es movimiento;
Todos son ciclos, y tú, “Querida madre” obras, principalmente mi resignación ante esta
cumpliste tu ciclo.
Tuviste una vida llena de alegría, pérdida; haz, Señor, que esta resignación sea
muchos de tus planes se te dieron,
cumpliste muchos sueños,
entera y digna de ti. Amén.
invalorable madre,
dejaste un gran ejemplo entre nosotros,
por siempre y para siempre te recordaremos,
como eras de alegre, rebosante de energía
y dispuesta a ayudar.
Recordémoslo con amor para su alma,
roguémosle al Señor que la siga teniendo
su santa gloria.
Amén.
No llores si me amas,  si conocieras el don de Dios
y lo que es el Cielo. Si pudieras oír el cántico de los
ángeles y verme en medio de ellos. Si pudieras ver
desarrollarse ante tus ojos los horizontes, los campos
inmensos y los nuevos senderos que atravieso. Si
por un instante pudieras contemplar como yo, la
Belleza ante la cual las bellezas palidecen. ¡Cómo!
… Tú me has visto y me has amado en el país de las
sombras y no te resignas a verme y a amarme en el
país de las inmutables realidades? Créeme, cuando
la muerte venga a romper tus ligaduras como ha roto
las que a mí me encadenaban; cuando llegue el día
que Dios ha fijado y conoce y tu alma venga a este
Cielo en el que te ha precedido la mía. Sentirás que
te sigo amando como te amé. y encontrarás mi
corazón con todas sus ternuras purificadas. Volverás
a verme en transfiguración, en éxtasis feliz, ya no
esperando la muerte, sino avanzando contigo,
llevándote de la mano por los nuevos senderos de la
luz y de la vida. Seca tus lágrimas y no llores si me
“Oh Dios! confórtanos! A ti confiamos el
cuidado de las almas de nuestros seres queridos
que han abandonado esta tierra. Que acepten tu
juicio: El bien y el mal que hayan obrado. Que
conozcan tu perdón y misericordia. Que
descansen tranquilos Y mientras los recordamos
te agradecemos: Por el ejemplo de sus vidas.
Por la dulzura de su compañía. Por su venerada
memoria y por la inspiración que dejaron tras
suyo en nosotros. Reanima nuestros corazones
afligidos. Ayúdanos a elevarnos sobre nuestro
dolor. Ayúdanos a sobrellevar nuestra pena con
fe en tu eterna sabiduría. Sobrellevando nuestro
sufrimiento vamos por la vida comprendiendo a
todos los afligidos del mundo. Sostennos
aunque no comprendamos y sostennos frente a
la injusticia humana con tu divina justicia.
Afirmamos a pesar de nuestra aflicción y a
pesar de nuestra angustia que la vida es buena y
que su labor ha de ser realizada. Que tu eterna
sabiduría obre en nosotros para bien de todos.”
Amén.