Capítulo 3: Las posiciones de la victoria y la derrota
El autor en este capítulo nos muestra lo importante que es combatir los
planes del enemigo y ante todo no permitir una alianza entre adversarios, sino de planear las ofensivas, porque dice que la victoria debe lograrse con el mínimo sacrificio posibles de hombres y materiales, obteniendo una excelencia suprema rompiendo la resistencia del enemigo sin luchar, es sojuzgar al enemigo sin luchar, frustrando sus planes, que todo lo que ha preparado el enemigo sea minado, con la mejor estrategia de guerra, que es generar impacto en un estado y no arruinarlo sino aumentar su poder y su imponencia. Nunca se debe atacar con cólera y con prisas, para ello se necesita una buena planificación y coordinación.
La estrategia es vencer sin luchar, sin asediar ciudades y no invertir
demasiado tiempo en ello. Para conseguir el éxito se requiere atender a cinco aspectos fundamentales: el ataque, la estrategia, las alianzas, el ejército y las ciudades. Ganará el que sepa cuando luchar y cuando no hacerlo, el que sepa cómo manejar tanto fuerzas superiores como inferiores,
Capítulo 4: La medida en la disposición de los medios
Para el autor es esencial tener la habilidad de ser invencible y conocer
los defectos del enemigo, para poder derrotarlo en su momento más débil, en este sentido hay que preparar a los comandantes para que establezcan una buena base de defensa y que no comentan errores. También, hay que saber detectar las oportunidades para derrotar al enemigo. El asegurarnos contra la derrota está en nuestras manos, pero la oportunidad de derrotar al enemigo la proporciona el propio enemigo.
Un luchador inteligente es el que no solo gana, sino que destaca por
ganar con facilidad, gracias a no cometer errores, no cometer errores es lo que establece la certeza de victoria, ya que significa conquistar a un enemigo que ya está derrotado. Es vital que un ejército se sitúe en posición de poder para ganar con seguridad, como está resumido en esta frase: “Un ejército victorioso gana primero y lucha después.” Es decir, contar con todas las condiciones necesarias que nos aseguren la victoria. En la guerra el estratega victorioso solo persigue la batalla después de alcanzar la victoria, mientras que el que está destinado a perder primero lucha y luego busca la victoria.
Conclusión
El libro enseña aspectos muy relevantes en relación a las estrategias
que se deben emplear en una batalla, iniciando con la selección del campo de batalla, se puede enfocar en un mercado o entorno, se debe conocer a fondo de tal manera que se puedan ver las zonas que tienen debilidades y fortalezas, para concentrar las fuerzas allí y analizar si vale la pena un ataque o que beneficios obtendrá de dicho ataque, analizando la estrategia que se va a utilizar y manteniendo un plan de contingencia. Conocer los puntos fuertes y débiles del enemigo es muy importante pero mucho más es conocerse a uno mismo. Es más importante conocer las fortalezas y debilidades de las empresas donde las personas se desenvuelven que conocer al enemigo. El aprendizaje consiste en que hay que anticiparse al competidor y/o enfrentarse con respuestas rápidas y certeras.