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INN OV ACI Ó N Y RE FORMA

EN E

D E RE CH O AD M IN I ST RAT IV O

JAV I E R BA RN E S
(Edi to r )

E BE RH ARD S CHMID T-A s SMAN N

L UC IAN O P AREJ O

RAIN E R PIT SC H AS

JA VI E R BARN ES

GLOBAL LAW PRESS


EDITORIAL DERECHO GLOBAL

S EVI L L A ti 2 0 0 6
xi ón, La cuestión no se resuelve entonces en procesar la nu eva realidad nor-
mativa o en veri ficar eventualme nt e algú n ajuste puntual en la ordenación
sistem ática que de aquélla hac e la ciencia del D erecho Administr ativo. Se
trata, por el contra rio, de una ren ovación desde dentro, de una nu eva acti -
CAPÍTU LO PRI M ERO
tud . Las ciencias socia les y políticas recl aman del D er ech o Administrativo
n uevas fu nciones y cometidos y, en consecu encia, una nu eva metodología o
for ma de trabajar, tanto en lo que hace a la aplicación del D erecho, como C U ES T IO N ES FUN DAMENTA L ES SO BRE
res pecto de la creación del sistema. LA R EF ORM A D E LA TEO RÍA GEN ERAL DEL
L a pr esente obra colectiva tiene su origen en los seminarios cele brados D ER E CHO ADMI NIS T RAT IV O .
en M adrid y Mazag ón (H ue lva) con profesores europeos en torno a algunas N E C ES ID AD DE LA IN N O VACI Ó N Y PR ES U P UEST O S
cuesti ones introductorias que dicen relación con la reforma del D ere cho M ET ODOL Ó GI C O S
Administrativo. La selecció n de los temas y su orde nación interna en el libro
obedecen a la pr etensión de ofrecer un trabajo coh erente y un itario.
E l primer capítulo representa una pene tra nte y apretada síntesis del Eberhard Schmidt-Aíimann
esta do de la cuestión (necesidad de la reforma; camb ios de perspectiva;
coordenadas de futu ro), El segun do apunta algunas de las líneas que enmar-
can el mé todo del D ere cho Adminis trativ o ante los nuevos desafíos que su
in nova ción entraña y da la med ida del camino que ha de recorrerse . E l ter-
cer capítu lo reali za un aná lisis interno de la evolución de nu estro D erecho
Adm ini strativo, sus singularidades y déficits, en perspec tiva europea y a la
luz de la litera tu ra jurídica sobre la refo rma . El cuarto se ocupa del «D ere-
cho Administrativo de la In form ació n» -de las bases para su construcci ón-,
en el bien ent endido de qu e no se trata de un sector más de la P arte Espe -
cial, sino de una columna que vertebra tra nsversalme n te el cue rpo, qu e fer-
men ta e im pregn a la P arte G eneral desde el momento en que el conoci-
miento, la información y, en particular, la comunicación constituyen
recur sos esenc iales de la Administración . Es, pues, un tem a de obligado
estu dio en una obra de introducción. Por último, una vez sentadas esas pre-
m isas generales, el capítulo quinto se de tiene ya en el examen de un a insti-
tución específica, aunque de amplio espectro, como es el pr ocedimien to ,
para ilustrar así el sentido y alcanc e de las reflexi ones generales de las pági-
nas precede ntes . Con la pr esen te pub licación se inic ia una serie de estudios
mon ogr áficos sobre esta temátic a.

J AVI ER B A RN E S
Catedrático de Derecho Administrativo
Sevilla, diciembre de 2006

- 14 -
ÍN D IC E

P RIlvI E RA PAR T E : L A N E C ESIDA D D E REFO RMAR EL


D ER ECH O ADM I N IST RAT IV O
1. E L D ERECHO, ENT RE LA ESTABILIDAD Y LA FLEXIBILIDAD: LAS APOR-
DE LA J URISPRUDENCIA, LA LEGISLACIÓN Y LA DOCTR IN A EN
RELACIÓN CON LA TRANSFORMACIÓN DEL D ERECHO 21

1. El papel de la jurisprudencia . . . . . . . . . . . . . . 22
2. La crecient e importancia del legislador en relación con la Part e
General del Dere cho Administrativo 23
3. La función de la doctrina 24
4. El Ejecutivo como impulsor del desarrollo del Derecho
Administr ativo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
5. La intera cción de los cuatro factor es. La división del trabajo y el
repart o de funciones " 27
II . L A I NS UFICIEN CIA DE LA CONCEPCI ÓN T RADIC IO NAL DEL
DERECHO A DMINIS T RAT IVO 28

1. La concepción tradicional del Derecho Administrativo 28

2. El análisis distorsionad o del Derecho Administrativo como


consecuencia de los «estándares de normal idad» de la dogm ática
tradicional . 30

TIl. SO BRE LOS CON CEPTOS DE D ERECHO A DMINISTRA"TIVO y


DE AD lvIlN ISTRA CI ÓN PÚBLICA 32

SE G UNDA PAR TE: T RES PLAN T EAMIE NT OS IM PO RTANTES


PARA LA REF O RMA DEL DER ECHO ADMINIS'rRAT IVO 37

1. EL POS T ULADO DE LA CI EN CIA DE LA DIRECCI ÓN 37


1. El concepto de dirección: element os y límites 40
2. Estru ctura regu ladora y goberna nza 43

-17-
Ir. L A CO N ST IT UC IO NALl ZACIÓ N DEL D ERECHO AD lvlINI ST RATIVO . 46 C UARTA PARTE: LA CONSTITUCIONALIZACIÓN y SU F UN CIÓN
IN N O VAD ORA At'JTE LA EVOLUC I ÓN DEL DE RECH O
1. «El D er echo Adminis trativ o como Derecho Co nstitucional
A D M I N I ST R AT I V O EUR O P EO . . . . . . . . . . . . . . . . 103
conc retizado» . . . . . . . . . . . . . . 46
52 l. LA A DMIN IST RACIÓ N EUROPEA COMO UNA UNIÓN O CO NJU NT O
2. Di rectrices de la cláusula de! Estado de Derecho
INT ERRE LACIONAD O DE INFOR1,I ACIÓN, ACT UACIÓN y CO NT RO L 104
3. Directr ices del princip io dem ocrático 57
1. Las Administraciones nacionales constituyen la base 105
4. L a constitucional en favor de una «esratalidad abiert a» 66
2. Las instancias administrativas de la Uni ón Europea 106
5. La trascendencia de det erminar los fines del Estado: el princip io
. 67 3. La cooperación y la creació n de redes . . . . . . 108
de Estado social
6. La constiru cional izaci ón: e! D erecho Co nstitucional como «trans- 4. Pro blemas particulares que suscita la acción conjunta o la
form ado r» de los nuevos retos del Derecho Admini strativo . . . 72 asociación de Administraciones de! espacio comuni tario . . . . l ID

In . E L RECU RSO A LA P ART E E SP ECIAL DEL D ERECH O A DMI N IS- n. LA S CONTRIBUCIONES DEL D ERECH O CONSTITUCIONAL E UROPEO

TR ATIVO: LO S « ÁM BITOS DE REFERENC IA» 74 A LA ORDENAC IÓN DEL MODELO . . . . . . . . . . . . . . 11 1

l . La cor recta selección de los «ám bitos de referencia» 74 1. El Tratado de la Co munidad Euro pea y los principios generales de
la aplicación o ejecución 111
2. El planteamiento metod ológico : la con exión con la práctica 76
2. La Administración euro pea en e! Proyecto de Constitución Europea 11 3
IV. O BSERVACION ES FI NALES . . . . 77
3. El sign ificado de la Carta de Derechos Fundame ntales 11 4
4. El derecho a una buena Administra ción . . . . . . 116
TE RC ERA PAR T E: E L CA]vlBIO DE PER SPECTIVA D EL D ER E CH O ll I. O BSERVAC IO N ES CRÍ TICAS SOBRE LA EVOLUCIÓ N FUT URA 118
ADM INISTRATIVO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79

1. « DE LA PER SPECT IVA DEL CO NTR O L J UD ICIAL A LA PERSPE CTI VA


DE LA ACT UACI ÓN ADMINIST RAT IVA» . . . . . . . . . . . . 81 QUIN T A PA R T E : C UEST IONES M E TO D OLÓG ICAS DE L
N UEVO D ER E CHO A D M INISTRATIVO
1. De la centra lidad del control judicial a una teo ría int egral de l control 82
2. La perspectiva de la acción adm inistr ativa com o complemento de la 1. Los PL ANOS DE LA DISCUSIÓ N MET O DO LÓG ICA . . 123
perspecti va del control 86 n. L o s DIST INT OS MÉT O DOS DE O DES ARRO LLO

n. « D E LA DOGM ÁTI CA DE LA EJECUCIÓ N A LA A DMINISTRA CI ÓN DEL D ERECHO ADMINIST RAT IVO . . . . . . . . . . . . 124
DIRIG ID A POR LA L EY» . . . . . . . . . . . . . . .. . . 89 1. Los métod os básicos: la simple aplicación de la Ley y el Derecho 125
l . Plant eamie nto clásico: la legalidad de la acción administr ativa 2. Los métodos para las situaciones y escenarios complejos de tom a
entendida como aplicació n de la ley . . . . . . . . . . . 89 de decisiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
2. Planteamiento obligado : la construcción de un modelo com plejo III . L A RELACI Ó N DE L D ERECHO A DMIN IST RATIVO CO N LAS
para estru ctur ar y explicar la aplicación de la Ley por part e CIEN CIAS AFINES 129
de la Administración . . . . . . . . . . . . . . . . 90
m. « D E UN D ERECHO A DMIN IST RAT IVO DE LA P REST ACIÓ N A U N
DERECH O A DMINIS'fRATI VO DE LA GARANT ÍA DE LA PREST ACI ÓN » 96

- 18 - - 19 -
PRLHERA PAR T E
LA NECE SIDAD DE REFORMAR EL DERECH O
ADMINISTRATIVO*

1. EL DER ECHO , ENTRE LA ESTABILIDAD Y LA FLEXIB ILI -


DAD : LAS APORTACI ONES DE LA J UR ISPR UDENC IA, LA
LEGIS LACIÓN Y LA D O CTRIN A EN RELACIÓN CON LA
TRANS FO R.iVIACIÓN DEL DERECHO ADi\UNISTRATIVO

L Derecho ha de dar un a respuesta estable a las expectativas


E sociales que se generan en relación con las conductas y las accio-
nes de los distintos sujetos; en otras palabras, ha de cumplir una fun-
ción orientadora. En ese senti do, los principios de seguridad jurídica
y de confianza legítima contribuyen a esa estabilidad y, en cuanto ele-
mentos de la cláusula del Estado de D erecho , resultan irr enunci ables.
Por lo demás, la misma estruc tura del Derecho presenta un a marca-
da dimensión en favor de esa estabilidad.

Al mismo tiempo, sin embargo, las sociedades modernas se


encuentra n sometidas a un proc eso de constante movimiento y trans-
formación y han de enfr entarse a nuevos retos. Si el Derecho se con-
centra en exceso en la función estabilizadora que le es inherente ,
correría el peligro de obstaculizar las reformas necesarias que la
sociedad demand a o de verse superado por la presión de los cambios.
Por ello, la flexibilidad y la apertura a la innovación han de ser carac-
terísticas que acom pañen igualmente al sistema jurídico, junto a la
seguridad jurídica y la confianza legítima.

En este equilibrio entre la estabilidad y el cambio, la cuestión fun-


damental consiste en determina r las fuerzas motrices que materializan
las adaptaciones o transformacion es necesarias dentro del concreto

* Traducci ón realizada por Javier Barnes y Silvia Díez Sastre, Profesor a Ayudante
de la Universidad Autónom a de Madrid.

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ámbito del Derecho Administrativo. Estas fuerzas o factores se resuel- aspectos de la acción administrativa. Poco puede aportar la jurispru-
ven en cuatr o agent es principal es, que interactúan entre sí: la jurispru- dencia cuando no se interponen recursos o se trata de un sector ente-
dencia, el legislador, la doctrina científica y el poder ejecutivo. ramente nuevo. Esta intrínseca limitación no afecta del mismo modo
al Tribunal Constitucional, habida cuenta de que sus competencias y
su control se proyecta sobre la esfera del legislador. En suma, pues, no
l . EL PAPE L D E LA J URISPR U D EN CIA puede decirse que, en la actualidad, la jurisprudencia constituya la
fuerza más sobresaliente para el impulso, inn ovación y transformación
La primera fuerza que contribuye a la transform ación del Dere- del De recho Administrativo, por más que así lo fuera en el pasado.
cho Administrativo es la jurisprudencia. Si se observa atentamente el
avance que el Derecho Administrativo ha experimentado en Alemania
desde la aprob ación de la Ley Fundamental de Bonn (Grun dg esetz) 2. L A C RECIENTE IMPORT A CIA D EL LE G ISLAD O R EN RE LAC IÓN
en 1949, parece fácil acreditar las relevantes aportacio nes que la juris- C O N LA P ART E G EN ERAL D EL D E REC H O A DMI N IST RATI VO
prudencia ha realizado en favor de la evolución del D erecho Adminis-
trativo tradicional. Baste pensar, por ejemplo, en la regulación de las El legislador nacional y comunitario impulsa la transformación
relaciones especiales de sujeción ; en la adaptación de la teoría de la del De recho Administrativo; se puede decir que cumple una relevan-
reserva de a los nuevos modo s de inte rvención del Estado; o en la te función en el pro ceso de inn ovación. La influen cia del poder legis-
creación de la teoría del control de la pondera ción con ocasión de los lativo se deja senti r con particular intensidad en el ámbito de la Parte
proced imientos de elaboración de planes, lo que ha permitido disci- Especial del Derecho Administrativo . En los últimos cincuenta años,
plinar, nó tese bien, la actividad administra tiva de planificación de han sido muchas las leyes que han modificado profundamente el
acuerdo con las exigencias del Estado de Derecho. El Tribunal Cons- panorama de tantos sectores especiales como el urbanismo, el med io
titucio nal Federal (BVerfG), por su parte, ha desem peñado una fun- ambiente, las prestaciones sociales o el mundo de las telecomunica-
ción esencial dentro de este positivo desarrollo del Derecho. Muestra ciones (este último caso, además, constituye un supuesto de sector
de ello es el impul so que, a tr avés de sus pronunciamientos, ha recibi- regu lado). Una mirada poco atenta podría llevar a la conclusión de
do la legislación de protección de datos, por ejemplo. que esas leyes dejan incólume la Parte General, que no producen un
grave impacto sobre ésta. Pe ro esa falsa apreciación olvidaría las recí-
Ello no obstante, la idea según la cual los Tribunales serían los procas e intensas in terrelaciones que se generan de continuo entre la
principales responsables o protagonistas del progreso del D erecho, no Parte Ge neral y la Parte Especial del Derecho Administrati vo; que
es del todo exacta. La suya es una respuesta típicamente j urídica. Los entre ambas partes se produce un constante intercambio. De hecho,
juristas acuden a la jurisprudencia con especial asiduidad por que ésta las reformas legales sobre los sectores más relevantes del Derecho
se mueve en un ámbito jurídico bien orde nado y conocido. Aunque Administrativo Especial han irradiado sus efectos sobre las teorías y
ello genere confian za y seguridad, no ha de olvidarse, sin embargo , que categorías generales. H abrá ocasión de volver sobre este punto cuan-
los tribunales sólo pueden contemplar una parte de la realidad y desde do se aborde el tema de los «sectores de referencia» .
una concreta óptica, la de la legalidad o no de la cuestión planteada en
el recurso; dejan, por tanto, fuera de su consideración otros muchos Por otr o lado, merece subrayarse un dato nuevo. Y es que desde

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cho, incorporando también otros conocimientos provenientes de las
ha ce algú n tiempo el legislador viene manifestando un inter és direc-
ciencias auxiliares, con la ayuda de un método apropiado.
to por cuestiones atine ntes al D erech o Admi n istr ativo Genera l. El
fenómeno se obse rva con fuerza no sólo en Alemania, sino también
La de esta tarea requiere una cierta distancia respecto
en otros países y siste mas, como Francia. U n terreno representativo
de ese m ovim iento es el de l Derecho Administrativo de la Informa- de los sucesos cotidian os, de la que care cen el pod er judicial y el legis-
ci ón": las normas rela tivas al acceso a los do cumentos y a la pr otec-
lativo. N aturalmente, esa distancia no significa aislamiento, puesto que
ción de datos personales exceden en mucho de lo que podría haber de lo contrario la doctrina terminaría po r elabo rar sus teorías al margen
creado la jurisprudenci a po r sí so la. O tro ejemplo ilustrativo se loca- de la rea lidad y de la práctica de la Administración. La experiencia que
liza en lo que podríam os denominar como el « D erecho Admi nistra- alcanzan los inve stigadores gracias a sus activid ades como expertos, jue-
tivo de la co labo ración público-privado » o de la «cooperación»?", ces u, ocasionalmente, como abogados, es buena y necesaria. Ahora
cuyo objeto es disci plinar las re lacio nes entre la Administración y el bien , esa distancia y perspectiva puede verse amenaza da cuando la acti-
mundo económico. En té rminos gene rales, puede decirse qu e existe vidad pr ofesional , bien sea en e! ámbito de la economía, o bien en el de
una coincidenc ia tem ática en tre la acció n de l legislador y el debat e la abogada, desplaza la activid ad académica del investigador a un segun-
cientí fico sobre la reforma del D erecho Adminis trativo. do plano. Es cierto, sin em bargo, qu e la distancia es, en última instan-
cia, ante todo una cuestión de actitu d personal y de estilo de traba jo.
Quien esté preparado para reflejar en la investiga ción sus experiencias
3. LA FU N C IÓ N DE LA DO CTRINA prácticas, haciendo siem pre abstracción del punto de vista de los inte-
reses particulares en presencia, cuenta con la distancia req uerida.
Ademá s de los factores an tes mencionados, ha de hacerse refer en-
cia a un ter cer actor cuyas aportaciones resul tan de sum a importancia Si la doctrina no llevar a a cab o esta tar ea y se limitara al comen-
para el avance del D erecho Admin istrativo: la doctri na científica. N o se tario de las deci siones judiciales y de las normas legale s, no cum pliría
qui ere con ello aludir, obvio es decirlo , a las propuestas de reforma legis- con el encargo que la ciencia de manda. No quiere ello decir que haya
lativa que en ocasiones postulan los auto res de la do ctrina (así, por ejem - de postular con stantemente «cambios de paradigm as». Aunque en
plo, en Alemania un nutrido grupo de pro fesores de Derecho Público algu nas ciencias sociales se obs erva en ocasiones una vertiginosa suc e-
ha elaborad o los bo rra dores del Código de Medio Ambiente y de! C ódi- sión de paradigmas, no es esa la forma de comportarse de la ciencia
go de la Información). Se quiere aludir, por el contr ario, a la aportación jur ídica, puesto qu e su objeto de cono cimie n to, el Derecho , posee
más genuina y relevante de la doctrina científica: la in vestigación inde- una vertiente de estabilidad muy superior, como ya notábamos. Tam-
pendi ente. La investigación jurí dica significa y supo ne observar analíti- poco se trata de hacer po lítica legislativa. L o qu e a la ciencia de!
camente e! presente y reflexiona r sobre los neces arios avances del D ere - De recho Administrativo le interesa es una labor en p aralelo o jun to a
la dogmática, y no sólo en su seno. Ello exige un sólido conocimien-
to de la Parte Gene ral y de la Parte Especial del Derecho Adminis -
trativo, hasta los más pequeñ os deta lles. La inves tiga ció n no puede
* Véase el capítu lo.cuarto del present e libr o.
dete nerse en el estado actual de la dogmática, sin o qu e ha de ir m ás
*' Expr esiones éstas con las que se alude, como es bien sabido , a un fenómeno que excede
en mucho el ámbito de la mera contratación. allá y obs ervarla «desde fuer a», con mayor perspectiva, para compro-

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bar la solidez de su articulación, con el fin de identificar dónde exis- con el objeto de hacer viable la transfer encia de la gestión de los
ten fricciones y dónde deben realizarse cambios. recurs os a unidades descentralizadas; o las reforma qu e versan sobre
la formulación de acuerdos par a la realización de diversas pr estacio-
nes; etc.
4. E L EJEC UTI VO COMO IM PU LSO R D EL DESA RROLLO DEL
D EREC H O A D,'vlI N IST RAT IVO La acción administr ativa se despliega igualmente m ás allá del
Estado. L as relaciones administr ativas internacional es se mul tiplican,
En no pocas ocasiones se pasa por alto que el Ejecutivo constitu- se aglutinan en torno a los distintos sectores y tejen densa red.
ye un im portante facto r de renovación del D erecho administrativo. Por ello es necesario tener en cuenta los rasgos del sistema, a este
Con ello no quiere aludi rse a la práctica administrativa más o menos propósito . P or ejemplo, las autoridades de inspección y control del
consolidada que luego puede enco ntra r un reconocimiento en el sector bancario y de los seguros colaboran con sus ho mólogas de
D erecho posi tivo, sino más bien a la evolución que experim enta el otros importantes países industr ializados y establecen de común
Derecho co mo consecuencia de los cambios que delibe radamente las acuerdo sus propio s estándares de control y los pro cedimientos para
no rmas preconizan. Téngase en cuenta que tanto el Gobierno como la adopción de acuerdos, que el legislador nacion al sólo pued e «rati-
la Administr ación elabor an borradores de anteproyectos de leyes para ficar» a posteriori. Sobre estas relaciones informales en el plano
su ulterior tramitación parlamentaria y dictan reglamentos sobre las interna cional, con notables consecuencias intern as, todavía no se ha
mate rias más variadas, como la protección de inmisiones y las teleco- dicho la última palabra desde la óptica de la cláusula del Estado de
municaciones . En la órbita de cada una de las leyes par lamentarias de Derecho . Es obvio que no tod o impulso ha de valorarse com o algo
cabecera en tant os sectores surge un cúm ulo de reglamentos que positivo. Sea como fuere , la ciencia del Derecho Administrativo ha de
regulan trascendentes cuestiones materiales y procedimentales a la observar tales pr ocesos y fenóm enos y convertirlos en objeto de una
vez que introducen destacadas novedades. Con todo, y en contra de reflexión más general.
lo que sucede en Francia, do nde las Ordonnances tienen por objeto
cuestiones de la Parte General del Derecho Administrativo, como la
cooperación entre el Estado y la sociedad (contratos de colaboración), 5. LA IN TERAC CI ÓN D E LOS CU AT RO FACT O RES. LA DIVI SIÓN
en Alemania en mu y pocas ocasiones esos reglamentos regulan cues- DEL T RABAJO Y EL REPART O DE FU NCIONES
tiones directamente relacionadas con la Part e General.
Se puede hablar de una división del traba jo entre las distin tas
1 o faltan otras instancias administrativas qu e participan igua l- fuerzas o factores de transformación del De recho Administra tivo, en
ment e en el desa rro llo y avance del D erecho Administrativo. La la medida en que los actores men ciona dos inte raccionan en tre sí
introducción del nue vo modelo de dirección en Alemania, po r mediante un repa rt o de funciones: el poder judicia l se encarga de la
ejem plo, constitu ye un com promiso de los Entes Locales con la idea perm anente adaptación del Derecho con ocasión del control que
de la refor ma y la innovación. Ell o ha pr opiciado en este caso un ejerce; el legislativo, por su parte, se hace responsable de su constan-
abier to di álog o entre los políticos y los expertos, como se evidencia te evolución y desarrollo, en pro de la consecución los fines u
en las re formas que ha experimentado el D erecho Presupuesta rio tivos que pretenda alcanzar; y a la doctrina le incum be reflexionar o

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establece r un marco por encima de esos cambio s, tanto desde una modelo, que trae su origen del Estado liberal de D erecho , pued e ilus-
pers pectiva general como secto rial. N ingun a de estas aportaciones trarse simplificadamente a través de algunas afirmacio nes clásicas:
puede ente nderse aisladamente. Se complementan e int eractúan
entre sí. Es cierto que no puede hablarse de «reforma» en un sentido - D esde el punto de vista jurídico, la Administración se concibe a sí misma
unívoco y que muchos de los avances y tr ansformaciones promovidos a par tir del principio de la división de pode res. Es aquella actividad del Estado
por el legislador no siempre pueden calificarse de verdadera reforma. que no tiene naturaleza legislativa, ni judi cial. La Administr ación se define , por
tanto, de forma «residual» o «negativa» . Apare ce com o un bloque cerr ado, orde-
Sin embargo, el debate sobre la reforma del Derecho Administrativo
nado jerárquicamente y arti culado a nivel interno de acuerdo con el dogm a de la
se ha ent endido en Alemania desde el principio como una em presa
«un idad de la Administrac ión», esto es, entendida como un cong lomerado unita-
científica, que tiene por objeto mejorar las condiciones de eficacia de n o.
esta rama del Derecho.
- La ley dirige a la Administración media nte programas materiales dotados
del mayor grad o de detalle posible. El contenido de la ley, en efecto, pretende
resolverse en la prede term inación de la conducta de la Administración para cada
supuesto. La Administración ejecuta la ley a través de actos formalizados, con la
11. LA I N S U F IC IE N C IA D E LA C O N C E P C IÓ N TRADI CIONAL ayuda de determinadas técnicas de subsunción . En ese contexto, el procedimiento
DEL DEREC H O ADMINISTRAT IVO administr ativo goza de un papel secundario : lo relevante no es tanto la observan-
cia de las reglas formales, como la legalidad material de la resolución adop tada".

Para reflexionar sobre la reforma y mod ernización del Derecho


- Los Tribunales controlan la conformidad a D ere cho de las resolucion es
Adm inistra tivo es preciso examinar con caráct er previo el propi o con- administrativas, contrastando el entero programa establecido en la ley. Como se
cepto que se tenga de la disciplina. El Derecho Administrativo de los pane de la premisa, según la cual sólo cabe hallar una úni ca «solución justa », los
tr atados y manuales se diferencia considerablemente del Derecho tribunales tien en siempre la última palabra y podrán sustitui r la decisión adminis-
Administrativo de los cliarios oficiales y del de las resoluciones admi- trativa por la judicial.
nistrativas y judiciales. El D erecho Administr ativo es de suyo una
construcción que se apoya en determi nados presupuestos y presun- En suma, esa tríada de ideas y presunciones -la unicidad de la
ciones básicos. Todos nosotros estamos inmersos en una tradici ón de Administr ación; la formalización de sus acciones; y la aplicación del
la que no siempre somos conscientes. Dere cho ente ndida como mera ejecución- conforman un modelo
muy compacto y cerrado en sí mismo: una idea se deduce de la ante-
rior y así sucesivamente. En su simplicidad reside la fascinación que
l. L A CO NC EPCIÓN TRA DI CIONAL D EL D ERECH O ADM INISTRA- ejerce.
T IVO

Para obtener la imprescind ible perspectiva y «distancia» cientí-


ficas a las que se ha hecho mención, han de teners e presentes los ele-
mentos más destacables del m odelo adminis trativo tradicional. Este * Sobre el tema, véase el capítulo quint o del presente libro.

- 28- - 29 -
2. EL ANALlS I S D IS T ORSIO N A D O DEL D E RE CHO ADM INI S-
«ar riba» hacia «abajo», de «dentro» hacia «fuera», etc.; y todo ello,
T RATIV O C O M O C ON SE C U EN C IA DE LO S « E ST AN D AR E S D E N O R-
además, con el recurso -así se pensaba- a métodos «meramente jurí -
M ALID AD » D E L A D O G lvl ÁTI C A T RAD IC IO N AL
dicos».

U n examen más atento de la realidad evidencia que las cosas son Así pues, ' este modelo se explica y define a sí mismo como el
de otra manera. La legislación y la práctica administrativa no se «canon de normalidad». Se trata de una «representación» o «concep-
corresponden co n ese pr et endido modelo tradicional. Aquellos ción dogmática de la normalidad». Lo que no encaje en ella se consi-
supuestos «viejos» y «buenos tiemp os» de un «D erecho Adminis- dera una patología o desviación del sistema y ha de enfr entarse a una
trativo bien ordenado», que toda vía hoy se evocan en alguna oca- especial carga argumentativa.
sión, no han existido nunca ' . Basta con acudir a las Leyes adminis-
tr ativas del siglo XIX o al D erecho Adminis trativo econ ómico del Desde esa perspectiva, se enti end e que siga resultando difícil
períod o de entreguerras o de la segunda posguerra para comprobar- admitir como «normales» y como partes ordinarias del sistema del
lo . ¿En qué medida, podr íamos pr eguntarnos, esas leyes cumplían De recho Administrativo otros supuestos o dimensiones que inexora-
con las exigencias de certeza y de concreción que hoy pre sumimos de blemente acompañan a las instituciones clásicas: por ejempl o, el
to da ley? Naturalmente, la Admini st ración ya actuaba en esa época esquema tradicional de la Administración del Estado (organización
de manera info rmal, es decir, no se sujetaba siem pre a estándares, piramidal y cerrada, etc.) requiere ser ampliado para incluir el fenó-
procedimie ntos o relacion es estrictamente form alizadas*. D esde meno de la autoadministraci ón; el principio de jerarquía convive con
luego, también se apostaba entonces po r la colabor ación con los el principio de colegialidad; las resoluci ones o decision es unilateral es
inter esados y los grupos de int er eses. Sin embargo, la concepción (el acto administr ativo) con la actividad administrativa de colabora-
tra dicional del D erecho Administrativo fue ocultando progresiva- ción y consenso; la programación legal de carácter «finalista» con la
mente estos fenómenos. De esta man era, el modelo se consideraba programación «condicional»*.
cerrado porque estaba conscientement e inco mpleto. Ese plantea-
Un ejemplo típico en este sentido reside en la misma expresión «acción
miento reduccionista explica la fascinación que inspiraba la con cep-
administrativa no formalizada»** o «actuación administrativa carente de formas».
ción tr adicio nal, puesto que esa simplificación permite tr azar clasifi-
La simple elección de las palabras ya da a entender que se ha detectado un ele-
cacione s sencillas y un ívocas, regulacion es claras, qu e se explican con mento anormal en el sistema, que debe ser «reforrnalizado». Co n ello se altera y
ideas fácilme nte comprensibles, expresadas en imágenes com o las de desplaza «a priori», de un modo casi impercepti ble, la perspectiva del análisis del
Derecho Administrativo, puesto que la Administración también ha actuado siem-
pre por cauces informales. Es más, la imagen de una Administr ación que actúa
1. En tal sent ido, CHRISTOPiI iv!C>LLERS , «Methoden», en: H OFFMA.."'N-RrEM/SCHMlDT-
ASS,\l.ANNlVo SSKL!HLE (Coords.), Grundlagen des Verwsltungstechts - GLVwR- vol. 1,
2006, § 3, núm. marg o5.
• Esto es, programación material de la ley mediante la predetermin ación de presupuestos
* Para ent ender esa afirmació n, es pre ciso recordar la teoría de la formas, pro pia de! D ere-
de hecho y consecuencias jur ídicas: si concur re tal presupuesto, ento nces resulta aplicable
cho Administrativo alemán, y la doct rina de la acción informal. Sobre e! terna se hacen
la consecuencia jurídica prevista.
refer encias en el capítu lo quinto del presente volumen, relativo al procedimie nt o adminis-
trati vo, en particular en el epígra fe tercero. •• Sobre el cont enido de esta figura, el capítulo quinto.

- 30 -
exclusivament e a través de acciones fonnalizadas constituye una visión alejada de ci ón o in terv enci ón . Esta (limitada) «libertad de elección» parece
la histor ia y de la realidad, acaso con la ún ica excepción del acto admin istra tivo. necesaria para que la Administración pueda intervenir adecuadamen-
te en los distintos ámbitos de cooperación entre el Estado y la socie-
Esta descripción, un tant o simplificada, pretende ilustrar gráfica- dad. Ello significa, en consecuencia, que mucha s cuestiones y conflic-
mente las premisas sobre las que se asienta la concepción tradici onal tos relevantes para el Derecho Administrativo se regulan y resuelven
del Derecho Administrativo. En todo caso, cada uno ha de compro- también a través de las normas privadas de contratación y de organi-
bar en qué medida tiene asumido o interiorizado el canon de zación bajo la influencia y los impulsos del sistema de colabor ación
lidad que esa concepción tra nsmite y cómo influye en sus público-privada, de la public-privete -pertnersbip. La ciencia del
Así, por ejemplo, a la hora de analizar la discrecionalidad Derecho Administrativo ha de integrar, pues, este fenómen o; el terri-
tiva o las formas de legitimación democrática de carácter no JerarqUl- torio de la dogm ática se extiende a estas zonas.
ca o lineal", suele realizarse un juicio espontáneo afín a los postul ados
del modelo tradicional, sin que haya una reflexión pr evia en torno a ¿Cómo se puede definir la «Administración pública»? Co mo es
los enunciados básicos del mismo. sabido, la definición negativa o residual de la Administración no
resulta satisfactoria. Parte del princi pio de la división de poderes y,
por tanto , exige la previa delimitación de lo que sea el poder legisla-
tivo y el poder judicial. En la actualidad, la delimitación que más inte-
resa no es la que conciern e a la front era de los tr es poderes clásicos
m . SO BRE LOS CO N CEPTOS DE DEREC H O ADMINISTRATIVO del Estado, sino la que separa la auto organización social de la organi-
Y DE ADNlI N ISTRACIÓ N PÚBLICA zación estatal, es decir, la que atiende, no a las funciones del Estado ,
sino a la relación entre el Estado y la sociedad. Ha de mante nerse en
El D erecho Administr ativo se interesa por todas las relaciones todo caso la distinci ón entre el Estado y la sociedad por que gracias a
jurídicas en las que al menos una de las partes sea. la ella se acentúa, desde el punto de vista del Derecho, la disociación
pública. Es, pues, el Derecho que tiene por objeto a la Adrninis - entre las ideas de competencia y de libertad: la acción estatal está
tración, pero tambi én es el D erecho que la Administr ación establece' . siempre urgida a la legitimaci ón; la acción individu al y de la sociedad,
El D erecho Administra tivo no es sólo D erecho público , sino tam- por el contrario, se produc en y nacen de sí mismas.
bién, y en gran medida, Derecho privado. La Administr ación puede
servirse del D erecho privado para su organización y formas de actua- Allí donde surjan o aparezcan instancias, individuos o grupos que
directa o indirectamente resulten incard inables o reconducibles a la
organización administrativa, estaremos entonces ante relaciones jurí-
* El autor se refiere al modelo de legitimidad democrática de la Administración derivada dicas de natu raleza administrativa. En este sentido , las estru cturas
en forma lineal y jerárquica del Parlament o. Sobre el tema, puede verse el influyentes; las posiciones sociales de dominio; o el poder de disposi-
do de su libro La Teo ria General del Derecho Administretivo como SIstema, Marcial
ción presupu estaria resultan indiciarios de que la relación jurídica
Pons-I NAl', Madrid, 2003, pp. 99 Y ss.
2. Muy convincente en este sentido resulta la aportación de: M b LLERS, en: GLVwR vol. 1,
posee carácter administrativo. Desde el punto de vista de la coopera-
§ 3, núm . margo 3.
ción entre el Estado y la sociedad, la Admin istración se asemeja a la

- 32 - - 3.'3 -
imagen del núcl eo duro y de las capas exteriores, es decir, se presen- racionalidad. La dirección del poder ejecutivo a tr avés del Parlamen -
ta como un ente complejo estructurado en torn o a un núcleo sobre el to y el contr ol que ejerc e el poder jurisdiccional sobre los actos de
ql)e se supe rpone n varias capas. Es en estos estratos exteriores donde aquél, aunque constituyan elementos esencial es, no agotan, sin
se producen las tr ansfor maciones y los avances más radicales en lo embargo, las funci one s y los objetivos del Derecho Administrativo.
que concie rne a la clasificación de las relaciones jurídicas o en gene - Se trata en realidad de comprender y construir la idea de la autono-
ral respecto de la sistematización, mientra s que las cuesti ones de base mía de la Adm inistrac ión con toda la potencialidad que ello encie rra,
más fundamentales relativas a la Administración y al Estado (la potes- de explorar la autoprogramación y el autocontrol. La producción
tad para dictar actos adm inistra tivos o la necesidad de legitimación normativa de la Administración y la elaboración de planes y progra-
democrática, por ejemplo), irrad ian desde el centr o hacia esos estra- mas tienen , en efecto, un a import ancia extraordinar ia en nuestro
tos exteriores. L a Adm inistración nacional, por tanto, no es en modo tiempo . Y, sin embargo, tales fenómenos pasarían desapercibidos y no
algu no una Administración «monolítica» , sino una Administración se entenderían en toda su dime nsión, si toda la temá tica de la direc-
permeable, que se abre «hacia arriba» -hacia el nivel europeo y el ción de la Administración se concentrara o agotara en la ley parla -
plano in ternacional- ; que se encuen tra flanqueada «a los lados» po r mentaria, como ha sucedido habitu almente en el marco del modelo
la sociedad. Estas son perspectivas que se infieren con naturalidad de tradicional del Derecho Administrativo'. E l Derecho Administra tivo
la observación del D erech o vigen te y de la teoría de la gobernanza. se caracteriza por un a suerte de coexistencia de distintas form as de
E n conclusión, y esto es lo que ahora quiere subrayarse, puede decir - sintetizar modelos diversos : desde la subsunc ión inmediata y casi
se que no hay nin gún ámb ito del D er ech o Administr ativo que pued a mecánica, hasta el desarrollo creativo de pr evision es legales que tan
definirse de un a vez por todas; ningún secto r puede entenderse en sólo establecen los objetivos y fines genéri cos que hayan de satisfacer -
términos est áticos. E n ese sentido, el D erecho Administr ativo es el se. El D erecho Administrativo se compone en muy alta proporc ión
espacio de los actos jurídicos necesitados de legitimación . En sus de reglas de pr ocedimiento y de organización; y es con ello también
capas exte rnas , en sus relacion es con la esfera social , también habrá de el Derecho de la producción normativa de la Admi nis traci ón",
transpone rse ese objetivo a nivel dog má tico .

L a defini ci ón negativa o residual de la Adm inistración remite a


la posición que ocupa la Administración en el contexto de la división
de pode res. Este principio, como es sabido, se halla indi solublemen-
te uni do a la cláusula del Estado de D er echo y al principio dem ocr á-
tico y, más en conc reto, gua rda una íntima relaci ón con la tutela de
los derechos fundame ntales y la garantía de la legitimidad democrá-
tica de de terminad as estructuras constitucionales. Pues bien , en ese
contexto, la teor ía residual de la Administración resulta útil en la justa
medida en que sirva para poner de relieve la separación del segundo
3. En contra de la misma , acertadament e: A Rlvll N VON B O GDAc"lD Y, Gu bt,m ative Rechtsci-
poder respecto de los otr os dos poderes. El Eje cutivo es un poder que zung, 2000; vid. también: M b LLER5 , en : GLVwR vo!. 1 (no ta 1), § 3, núm. ma rgo4 y ss.
actúa con cie rta autonomía de acuerdo con sus propios criterios de 4. lvl<\ LLERS, en: GLVwR vo!. 1 (nota 1), § 3, núm . mar go5.

- 34 - - 35 -
S EG U N DA PA RT E
T RE S PLANTEAMIENTOS IM PORTANTES PARA LA
REFO RMA D E L DERECHO ADMINISTR ATIVO

E L postulado reduccionista del que parte el mod elo tradicional y la


distorsión de la realidad que ello provoca hacen necesario un profun-
do análisis de la dogmá tica del Derecho Administrativos. Baste un exa-
men de la legislación para comprobar, por ejemplo, que el modelo
exp licativo de la direcció n a través de la ley no resulta suficiente. Por
eso, si la doctrina del Derecho Administrativo se quedara anclada en
las premisas de ese mode lo, se situaría, no a la cabeza de la innovación
de la ciencia, sino en el furgón de cola, por detrás de las demás fuer-
zas motrices que promueven el desarrollo del Derecho administrativo.

Resulta imprescindible, por tanto, establece r las nuevas coorde-


nadas en las que situar los estud ios sobre la reforma del De recho
Administrati vo. La respuesta a esa necesidad de iluminar y orient ar la
investigación vendrá de la mano de tres conceptos-clave, a saber: «la
perspectiva de la ciencia de la dirección» (1), «la constirucionaliza-
ci ón» (H) y «los ámbitos de referencia» (IlI).

1. EL POSTU LADO D E LA CIEN CIA D E LA DI REC CI ÓN

El Derecho, por definición, se orienta a la eficacia. Por ello, la


ciencia jurídica ha de preocuparse por la realización de ese objetivo en

S. De forma resumida, expone esta idea fu"l DREAS V OSSKUH IJ é, Neue Venvalnmgsrech ts-
wissenscbett, en: GLVwR vol. I (nota 1), § l.

- 37
en la construcción dogmática de cada La organización administrativa no concebirse como una
Al Administrativo le intere- unidad encerrada en sí misma, no abierta hacia el <:Al,<:1 J,Ul,
hacen que una culada en su interior, sino como un conjunto de muy diferentes fórmulas
implica "",p,.,¡-",. cada una esas instituciones zativas (autoridades, agencias, empresas p úblicas,
en un contexto más sus relaciones recíprocas e
- Para determinar la conformidad o no a Derecho de la acción administra-
interacciones, y asegurar el cumphmtento de su función ordenadora.
tiva no basta con la tradicional perspectiva del control sino que
necesario aun antes situar el control en la de la acción administrati-
otras palabras, la del Derecho Administrativo ha de
'-"'-ll'-:ld va."
direccion, como una CIenCIa que
procesos sociales". Ello exige una cier- La actividad administrativa dotada de autoridad convive con la actividad
pensamiento jurídico-adminis- al Derecho privado; la decisión unilateral coexiste con el acti-
trativo tradicional concepcion dogmática y metodoló- vidad formal, con la actuaciones de la Administración de carácterinformal.
sistema dogmático del
su construccion. No se trata de abandonar los presu- De cuanto antecede cabe concluir que la construcción sisternáti-
postulados en que se ha basado el Derecho Adminis- ca del Derecho Administrativo actual ha de tener en cuenta ambas
tr ativo tradicional, completar el sistema clásico por medio de dimensiones a un tiempo, esto es, «10 tradicional y lo nuevo». Sin
otros modelos convivir. En ese sentido, las embargo, no se trata de una simple yuxtaposición de lo y de
instituciones como han sido entendidas tradi- lo moderno, puesto que en el seno de todo la renovación o la
cionalmente, perderán en cierto su protagonismo, de completad de una de lss parcelas afecta inevitablemente a la posición
la que han disfrutado, para transfor- rf'l:ltílJo:l que ocupaban hasta ese momento les

tundamentales que, junto con los nuevos trata, pues, es de reconstruir la nueva posición
constituir un conjunto normati- distintas partes del sistema entre sí. ello
vo mucho eventualmente deban dejarse cosas el
metodológico, la labor jurídica de ir acompañada
sometimiento democrática del no acerca la eficacia.
entendiéndose como una mera relación lineal o de causalidad desde
sino como un proceso mucho más en el que se pro-
también efectos inversos a nivel horizontal.

y de la pre-
indica en la obra del mismo autor L7
lJt" ccru» Administretivo como sistema, cit., pp . 27 Y ss. (igualmente,
* Véase la voz «control» del Índice analítico de la obra La General del Derecho
analítico). Administrativo como sistema, cit.
1. E L CO N CE PT O D E DIRECC IÓN: ELEMENTO S y LÍMIT E S expresaba por medio de mandatos y prohibicion es, de autorizacione s,
reglamentos y planes vin culantes, como ha explicado satisfacto ria-
En el seno de las ciencias sociales se ha producido un intenso ment e la dogmática tradicional. Pues bien, desde los postulados de la
deba te sobre el concepto de dirección. Se trata de un marco teórico ciencia de la.dir ecci ón no cabe hace r obje ción alguna a la política de
que permite ana lizar los factores determinantes de los proces os socia- carácter regula torio, antes al contrario, pues ha de convenirse en que
les e indagar cuáles son sus dinámicas y sus condiciones ambientales; se trata de un instrumento irrenunciable, máxime si se tien e en cuen-
y, en consecuencia, tambi én ofrece la base para identificar cómo ta que el Estado democrático de D er echo puede dem andar la impo-
influye el D erecho en la sociedad, cómo desplie ga su eficacia. Esta sición de decision es un ilaterales aun en con tra de la volun tad de sus
teo ría se estru ctu ra en torno a cuatro elementos básicos y su recípro- destinatarios. E llo significa que el D erecho Administrativo habrá de
ca interr elación: los sujetos de esa direcci ón , el objeto de la dirección , seguir siendo el D erecho que regula las decisiones de carácter uni la-
los medios y los instrumentos al servicio de la dirección. D e ese teral, do tadas de ejecutividad, esto es, de los acto s de autoridad.
modo, se mue stra en toda su riqueza la complejidad del sistema soci- Habrá de ser también, aun que no sólo, un D erecho que hace uso de
al y se pone de manifi esto cóm o interactúan y entr ecruzan las distin- los instrumentos regula tori os, de decisiones que se imp onen coacti-
tas relac iones de ese pr oceso directivo". vamente. Este es, en efecto, tan sólo uno de los instrumentos, una de
las caras de la mone da.
D e acuerdo con la teoría de la dirección, el D erecho no consti -
tuye el úni co m edio de dirección de los procesos sociales , puesto que El debate en torno a la teoría de la direcci ón ha puesto de mani -
también lo son el mercado, el person al y la or ganización. E l D erecho, fiesto que, además de los instrumentos regulatorios, han de contem-
entendido de esta forma , ocupa una posición privilegiada dentro del plarse igualme nte otr a clase de medios o instrumentos, como los rela-
Estado de D erecho, aunque no exclusiva. Sus efectos han de poners e tivos al fomento o los que se refieren al uso de la información para
en relaci ón con los demás medios; se han de halla r sus respectivos alcanzar determinados objetivos (no es sólo un Estad o que orde na ,
equivalent es funci onales y contrastar los efectos que pr oducen cada sino un Estado que influencia y fomenta , que informa, etc.), Estos
un o de esos medi os, a fin de mejorar eventualmente su eficacia. pro cesos no han sido estructurados o elaborados jurídicamen te de
forma completa y sistemática. El D erecho Adm inistr ativo se ha ocu-
Lo mismo cabe dec ir de los instrumen tos de dirección que pone pado profus amente, por ejemp lo, del otorgamiento de las subvencio-
a disposición el D er echo. D esde esa pe rspectiva, por ejemplo, se nes, aisladamente conside radas. Sin embargo, ahor a se tr ata de esta-
puede observar que los instrumentos regulador es han gozado hasta el blecer un marco de ordenación general en el que ten gan cabida todos
pr esen te de un pr ot agon ismo muy especial y, por consecuencia o los instrumentos de dirección. Y par a ello no basta con derivar de las
conexión, con ello todo el sistema tra dicional de aplicación o ejecu - premisas tradicionales algunas consecuenci as o extr aer de los presu-
ción de la ley que ha ido asociado a la práctica regulatoria y que se puestos de siem pre alguna solución ; no se tr ata, por ejemplo, de «for-
malizar» la actividad adm inistrativa no sujeta a norma s de pr ocedi-
miento, sino de algo distinto, de construi r otros pun tos de partida. E l
Sobre este tema, EB ERHARD SCJIMJlJ r ..As sMANN. Das /VIgemeinE Verw aitungsr ccht als
6. Derecho Administrativo ha de ocuparse, en efecto, de los distin tos
Ordnungsidee, 2' ed ., 2004, 1 Kap., T I.. 35. modelos de fomento y de los múlti ples mecanismos incen tivado res,

-4 0 -
consciente del amplio instrumental existente, al objeto de poner a dis- 2 . E STR U CTURA REG ULADO RA Y G O BERN ANZA
posición del Derecho las reglas adecuadas, de tal modo qu e se garan -
tice la mejor pr otección de los interesados y la capacidad de acción El concepto de estructura regulato ria sirve para poner en su
del Ejecutivo, del mismo mod o que la dogmática clásica hizo respec- debido contexto y relaci ón la noción de gobern anza. En el panora-
to de los instru me nt os regulatorios' . ma europeo e internacional de nuestro tiem po se habla mucho de
gobernan za". Con este concepto se pr etende llamar la aten ción sobre
Es fundamental no perder de vista que la per spectiva de la dire c- el hecho de que el Estado no es el único actor en la arena política y
ción tiene también sus límites, puesto que puede reducir todo a un de que , con frecuencia , no es ni siquiera el actor dominante o prin-
planteamiento purament e mecá nico. Y ello por que tiende a contem- cipal, puesto que también lo son otras instancias sober anas que ac-
plar la realidad de for ma muy selectiva y a la luz de una simple rela- túan en un sistema multinivel (eur opeo); así como las empresas, aso-
ción de causa y efecto . Poco se habría ganad o, desde luego , si a las ciaciones , grupos de intereses y otr os representantes de la sociedad
concepciones tradicionales del D erecho Administr ativo (en ocasio- civil.
nes, un tanto simplistas, de una Administración que se or gani za jerár-
quicamen te y no tien e otr a función que la de ejecutar deductivamen - D e manera que , para poder hablar de medidas eficaces, han de
te la ley), se le sup erpusiera un modelo igualmente sim plificado desde tenerse en cuenta las actividades de todos estos acto res.
el pun to de vista de las ciencias sociales.
Aunque el concepto de gobernanza, desde el punto de vista de la
Así pues, la dirección a tr avés del D erecho no puede'agotarse en ciencia jurídica, no haya adquirido aún un perfil claro y definido, no
los medios propio s de la auto ridad o de la coacción forzosa para la por ello puede pasar desapercibido en mod o alguno en el deb ate
ejecución imperativa de las leyes. U na modern a visión de la dir ección sobre la reforma del Derecho Administrativo y la ciencia de direc-
obliga a incluir to das las mod alidades del D erecho: desde los pro gra- ción. Co nstituye una «fórmula descripti va», que sirve para pon er el
mas legales de carácter material , llama dos a una aplicación directa y acento en la mutiplicidad de cont extos o mecanismos de dire cción
sencilla, hasta los instrumentos financieros ; de orga nización , y de que conviven entre las instancias naciona les y supranacionales, de un
pr ocedimie nto. Surgen así una suerte de estructuras reguladoras lado, y entr e los actores públicos y privados, de otro. Con esta expre-
(expresión ésta con la que pr etendemos evitar cualquier con sidera- sión se sintetizan desde luego otros relevantes fenó menos que ya se
ción mec anicista de la teoría de la dirección), que, a su vez, pue den venían contemplando en el referi do debate. Tal es el caso, por ejem-
subdividirse en estru ctu ras organ izativas, procedimentales, de pro- plo, de la «distr ibución» o «repart o de responsabilidades» (<<Verant-
gramación legal y de persona l". wortu ngsteilung») entre la Administración y los ciudadanos, esto es,
de tareas o funciones entre la esfera social y la pública. De acuerdo
con Gunnar Fo lke Schuppert , cabe formular seis cuestiones de carác-

SCHMIDT..AsSMANN, Ürdtn mgsidce, cap. 1, nú m . margo37. 9. Sobre este tema: G m.'NAR FOLKE SCHUPPERT (Coord .), Governancc..Fot sch ung Ver..
8. SCILVlJDT..As SMANN, Ordnu ngsidec. cap . 1, núm. margo39. gcwisscrung iiber Stand und En twicki ungslinien, 200; , pp . 371 Y ss.

-4 2 - - 43 -
ter científico en torno a la gobe rna nza, a las que ha de darse debida referido proceso, tal y como ha puesto de relieve H ans-H einrich
respuesta10: Trute en un interesant e estudi o" . En efecto , el campo de observación
que ofrece la perspectiva de las estructuras reguladoras proporciona
- «¿Cómo se modifican y desplazan las fronte ras en el sistema multi nivel? una visión más completa para la ciencia del Derecho Administr ativo
¿Q ué consecuencias cabe derivar de esos movimientos de cara a la gober- y su sistemauza ción. Un ejemplo elocuente en ese sentido se localiza
nanza y a su específica articulación a través de los distint os niveles de direc- en la teoría de las fuente s del Derecho. Según nos consta, este tema
ción y gobiern o? ha merecido siempre en los manuales o tratados de Derecho Admi-
nistrativo un tratamiento especial. Y, sin embargo, no se explica más
- ¿Q ué efectos y consecuencias se desprenden de la tr ansnacionalizaci ón y
que un segmento o pequeño fragmento de las normas que conforman
de la pérdida que ello entraña para esa especie de 'piel protectora' que es la
sobera nía nacional?
la realidad de la Administración, porque de ordina rio la teoría domi-
nante se queda en una visión excesivamente «jerárquica» y «cent rada
- ¿Cómo se mueven o modifican las líneas de frontera entre los distinto s en el Estado». D eja fuera otros elementos y perspecti vas. No sirve
sectores? ¿Se puede decir que las estru cturas en que se vertebra la gober- entonces para sistematizar y ordenar el conjunto de estratos o niveles
nanza son de carácter transversal y común o deben concebi rse exclusiva- jurídicos propios de un sistema multinivel; y, menos aún, para incor-
mente como estructuras sectoriales para cada ámbito? porar la distinción entre Derecho «duro» y «blando». Se entiende
por ello que el citado autor postu le la formulación de un «meta-orde-
- ¿Cómo se desplazan las fronteras en el campo político y cuáles son las con - namiento» que sirva de marco y contexto para explicar e integrar el
secuencias que de ahí se derivan para las estructuras de la gobemanza?
juego recíproco de los distintos regímen es, sistemas y principios
regulato rios.
- ¿Cómo se modifican los límites establecidos sobre las orga nizaciones y
cuáles son las consecuencias que se desprenden de la liberalización de esas
organizaciones? En suma, pues, puede concluirse que la ciencia de la dirección,
entendida como la disciplina que se ocupa de las estru ctura s regula-
- ¿Cómo se cambian los límites entre los sujetos intervinientes y las distin- doras, resulta de suma importancia en el debate actual sobre la refor-
tas constelaciones de sujetos, y cuáles son las consecuencias que de ahí se ma del Derecho Administrativo por dos razones:
siguen, por ejemplo, para las redes de la gobernan za?».
- Primero , porque contr ibuye a estar en contacto con los conocimientos
El concepto de «estruc tura reguladora» posee la virtualidad de que aportan las ciencias sociales y, en consecuencia, a tener en cuenta los proble-
integrar de un modo más sistemático y profundo, dentro de las cate- mas que se producen en los momentos de cambio;
gorías del Derecho Administrati vo, la noción descriptiva de «gober-
nan za», elaborada en el seno de la ciencia políti ca para explicar el - Segundo, porque sirve para identificar dónde se encuentra n las clavesy las

10. GUN NAR F OLKE SCHl'PPERT, Verwutumgsotgsnisution und Verwsltungsorgenise- 1 l. H ANS- H EINRlCH T RU"I'EJ \ ' VOLFGANG DEN KHAu s/D OlUS K ÜHLERS, «C overnance in
tionsrecht a15 Stcucrungsisk toren. en: G LVwR vo l. 1, § 16, n úm. marg o2 1. der Verwaltun gsrecht swissenschaft», en : Die Verwal rung, n ú m. 37 (2004), pp. 451 Y SS,

- 44 - - 45 -
líneas de evolució n futu ra de la ciencia del Derecho Administr ativo, lo cual resul- la tutela judici al efecti va, a que se refie re el artículo 19. 4 ee. Ese fun-
ta sumamente útil para garantiz ar la eficacia de éste, su «función prestacional» y damen to constitucion al ha permitido inferir relevantes elementos
la «responsabilidad de establecer la infra estructura del ordenamiento jurídico» para el proceso contencioso-administrativo, el procedimien to admi-
(Schupperr), nistr ativo o la., misma teoría de las formas jurídicas, característica ésta
última del D erecho Administrativo alemán. Piénsese, por ejemplo, en
la relevancia otorgada a la tutela judicial, preventiva y cautelar; la
escala o gr aduaci ón de la discrecionalidad administrativa (<<discrecio-
nalidad en el plano de las con secuencia jurídica»; conceptos jurídicos
Ir. LA C O N ST IT U C IO N ALI Z AC I Ó N D E L DE REC HO ADJ\'1IN IS -
indetermin ados con o sin «margen de apreciaci ón»); o la proyección
T RAT IV O
de los efectos de la tu tela judicial sobre el procedimiento administra-
tivo (obligaciones documen tales y de motivación; derechos de acceso
Q ue el D er ech o Administrativo se encuentra estrechamente
y vista del expediente; etc.).
vinculado al D er ech o C onstitu cional co nstituy e un a afirmación bien
conocida desde el siglo XL\:. D espués de la segunda posguerra, la
Con tod o, tambi én se han pr oducido simplistas aproximaciones
doc trina adrni nistrativista se orie ntaría con mayor intens idad hacia la
al tem a de las bases constitu cion ales. La función de los jueces y tribu-
n ueva Constitu ción de libertade s que repr esen ta la L ey Funda-
nales se ha sob redimensionado. Hoy tenemos más clar o tres cosas:
men tal de 1949. lvl uy expres iva en este sentido resulta la con ocida
máxima de que «el D erecho Adminis trativo es D erecho Constitucio- - La concretización o desarrollo constitucional representa un método com-
nal concretizado». Es ta fórmula, atri buida a F ritz Werner, P residen- plejo que no puede confundirse con una suerte de deducci ón mecánica de cono-
te del T ribun al Sup remo Administrativo (<<Bundesverwaltungsge- cimientos desde la Constituci ón, Rüdiger Breuer se ha referido a este proceso
rich t») entre 1958 y 1969, constituyó el paradigma del Derecho certeramente": «Sin perjuicio de la supremacía de la Constituci ón, ha de not arse
Adm inistrativo durant e las primeras décadas de la República Fe deral que los actos legislativos de concreción se mueven entre las garantía s que podría-
de Alema n ia. mos llamar estru cturales (como el principio del Estado de Derecho), de un lado
y, de otr o, las resoluciones judiciales que resuelven concre tos conflictos reales.

l. « E L D ERECH O A Dtvl lN IST RAT IVO CO MO D ER ECH O C O N ST I-


T UC IO N AL CONC RET IZADO »
acción de especificar o de reducir a lo más esencial. Significa, ante todo, " desarrollo» (o
aplicación). La expresión, pues, evoca la idea de que el Derecho Administrativo represen-
L a «concr etizaci ón» o «con cr eci ón>" de la Constitución afecta, ta el desarrollo o aplicación de la Constitución. Ahora bien, «desarrollo » aquí, como suce-
en primer lugar, a la cl áusul a del Estado de Derecho y a la garantía de de con «concreción" (D erecho Constitucional concretizado), puede llevar al error, tanto
en español como en alemán, de que el sistema de Derecho Administrativo no sería sino
una derivación necesaria de la Co nstitución, la única respuesta posible para hacer efecti-
vos los mandatos que aquélla establece. Tal ente ndimiento es el que pretende cuestionar
el autor.
* El término «concreción», de latino, resulta ser, como tantas otras expresiones lati- 12. R ÜDlGER B REUER, «Kcnkreri sierungen des Rechtsstaats- und des Dernokratiegebo-
nas de las que se sirve el alemán , un «falso amigo». No se alude, como en español, a la les», en: Festgabe SO[ab re Bun desvcrweltungsgerich t, 2003, p. 223 (p. 227) .

- 47 -
ya sino también la misma literatura jurí- TERCERA PAR
La doctrina estado excesivamen- EL CAMBIO DE PERSPECTIVA DEL DERECHO
te se ha concentrado en la ADMINISTRATIVO
menos su mirada al exterior. Sin
más modernos han
subravado con razón que el encierra todo un teso-
ro muchas razones para pensar que estudios que se ocupen la modernización del Derecho Admi-
avecinan transformaciones trascendentes en el «contexto europeo» nistrativo habrán de llevar a cabo un profundo análisis de cada uno de
dimension comparada va a adquirir una importancia inusita- elementos y categorías que integran la Parte General, a fin de
ejemplo el tratamiento temas desde un punto de determinar en qué medida éstos responden a las necesidades actuales
comparado que, por lo que a Alemania, lleva a cabo cada sirven para hacer efectivas las nuevas funciones que a la Administra-
vez con mayor la de Profesores Alemanes de ción le han sido encomendadas. Ese análisis no ha de desembocar,
obvio es decirlo, en un rechazo general del modelo tradicional. Pién-
sese, por ejemplo, que el acto administrativo -una institución central
En conjunto. decirse que los postulados científicos en los del modelo clásico- tiene hoy como ayer una relevancia extraordina-
que se mueve el la reforma combinan deducción e también en el seno de la nueva sistematización del Derecho
proceso entre deducción e inducción Administrativo. Otra cosa es que deba contrastarse si requiere ciertas
enormemente exigente para el investigador. De entrada, pre- adaptaciones o innovaciones. El resultado de ese examen queda
supone el en forma sistemática en cada uno de imprejuzgado, está abierto.
sectores, así como la reflexión abstracta y la disposi-
para unos de otross-" La necesidad de la reforma se deja sentir tanto en aspectos pun-
tuales y menores, cuanto en las cuestiones de principio y con
multiplicador. Sea como fuere, lo cierto es que la innovación y la
reforma no afecta tan sólo a las categorías o institutos aisladamente
considerados, sino más aún a su recíproca interacción. Si pretende-
mos que el Derecho Administrativo sea una disciplina dotada de
coherencia y sistemáticidad, esa nueva ordenación y relación entre las
distintas categorías con sus respectivas modificaciones se convierte en
la clave del sistema.

Por ejemplo: ¿qué papel le cabe cumplir al administrativo si


40,
la Administración secunda y ejecuta provistas de un alto de detalle y
contexto de desarrollo europeo en SCHMIDT-Ass-
con una clara previsión de la respuesta material que en cada caso deba darse? Es
margo
decir, ¿cuál es la relación entre una programación legal de carácter material el
núm. margo 44.
procedimiento? O funciones han de asumir los y tribunales con-

7
tencioso-admin istrativos, si se con viene en fortalecer el control financiero den tr o caras del probl ema. En la nu eva ciencia del Derecho Administr ativo, es evidente
del conjun to de mecanismos de control y fiscalización? que el control judicial, la dogmática de la ejecución y la Administrac ión presta-
dora ha de ocupar un papel destacado. Pero no constitu yen ya el «canon de la
Lo normal, com o puede suponerse, es que los ajustes de cada una normalidad», estq,es, no sintetizan el estado de la cuestión , ni elq)reSan, en con-
de esas piezas no ten gan consecuencias por sí mismos sobre los dog- secuencia, la «situación dogmática normal ».
mas y principios de base. O tra cosa sucede, sin embargo, con las nue -
vas relaciones que se establecen entre las distintas instituciones modi-
ficadas. Se genera una nueva conste lación. Y aquí los cambios son más
profundos. En ese sentido, se puede hablar de un «cambio de pers-
pectiva», en el marco de la sistematización del D erecho Administra- I. « D E LA PE RSPECTIVA DEL C O N T RO L J UDICIAL A LA PERS-
tivo. Esos nuevos ángu los de observación generan efectos inmediatos P E CTIVA D E LA ACT UA CIÓN AD M INI STRAT IVA»
y directos sobre determinados puntos neurálgicos de la disciplina,
como son, por ejemplo, la interpre tación sistemática de las leves Sabido es que el Derecho Administrativo clásico tiene su eje en
admini strativas o la problemática de la selección de una opción entr e el control de la Administración, sobre todo en el control que realizan
varias posibles por parte de la Adminis tració n. los jueces y tribunales. Co n todo , como ya notábamos, el legislador y
la Administr ación de nuestro tiem po pueden hacer notables aport a-
Seguidamente, y a efectos ilustra tivos, conviene abund ar en tr es ciones en lo que hace a la innovación y mejora del Derecho Adminis-
de esos cambios de perspectiva, expresados en térm inos muy telegrá- trativo también en esta sede. Y, en ese sentido, conviene observar que
ficos: aun cuando la tutela judicial sea un elemento indisponible de una
indudable relevancia, no representa , sin embargo, la única forma de
- «De la perspectiva del control judicial a la perspectiva de la actua ción control de la Administración pública, ni la idea de control es la única
administrativa» (1), que importa. Al Derecho Administrativo le inte resan asimismo otras
dimensiones y perspectivas. Lo mismo puede decirse del D erecho
- «De la dogm ática de la ejecución a la Administra ción dirigida po r la Ley»
Administrativo euro peo, cuya estru ctura y consistencia no se agota en
(H),
la jurisprudencia, ni pivota exclusivamente sobre la idea del control
«Del Derecho Administr ativo prestacional al Derecho Administrativo de
judicial. No se podría comprender el D erecho Administrativo de la
garantía » (I H) . sola mano de la jurisprudencia comunitaria. Antes bien, ha de acudir-
se a los diarios oficiales y a los documentos de la Co misión para cono-
Con esa for m ulación , como es claro , no se quiere expresar connotación cer qué es lo que sucede dentro del D erecho Administra tivo en el
negativa alguna, en el sen tido de que los postulados tradi cionales habrían de ser plano europeo.
falsos o habrían sido superados ya por la realidad. Senc illamente quiere ponerse
de relieve que algunos de esos rasgos característicos del Dere cho Administrativo
se han convertido en el eje del modelo tr adicional y han adquirido una función
explicativa en exceso monocausal, que deja fuera de nuestra consid eración otr as

- 80- - 8J -
conjun to de intereses en juego. Algunos aspectos podrán estar sufi-
l . D E LA CE N T RALIDA D DEL CO N T RO L JUD ICIAL A UNA TE O RÍA
cient emente detallados; otros, en cambio, no. El conjunto no es obje-
INTEG RAL DEL CO NT ROL
to de control. De este modo , lo que pued e ser adecuado en términos
de para la tutel a individual, puede resultar insuficiente
La perspectiva tradicio nal del Derecho Administrati vo no resul-
o perjudicial desde la perspectiva del conjunto de los contro les, esto
ta convincente, en la medida en que se polariza excesivamente en
es, desde la óptica de la función de control en sí misma considerada.
torno a la justiciabilidad de la acción admini strativa y deja fuera de su
consideración todo un conjunto de mecanismos de control de indu-
El margen de autonomía y de apreciación que posee la Adminis-
dable trascendencia. Esa centralidad de la justicia administrativa
tración pública ha de ir acompañado, congru entement e, de un siste-
resulta igualmente problemática porque traslada a la dogm ática del
ma coherente y completo de mecanism os de contr ol. «Responsabili-
Derecho Admini strativo la estrec ha perspectiva del proceso judicial.
dades de la Administración» y «contr ol» constituyen las dos caras de
Nótese que el proceso prototípico tiene por objeto la tutel a indivi-
. una misma moneda, son «elementos fundamentales del orden consti-
dual: el justiciable pretende la protección de sus derechos e intereses
tucional democr ático>" . El control, como la división de poderes,
frent e a una concreta medida de la Administr aci ón" . El contexto en
tiene por objeto la limitación del poder y la garantía de su racionali-
el que se incardin a esa acción controvertida está condicionado por las
dad. «Lo que pretende el control es la consecución de un más alto
decisiones anteriores y no siempre resulta fácil aislar la resolución
grado de corrección material de la decisión en sí, introduciendo
cuestionada de las demás decisiones que corran paralelas. Ese marco,
mentas de racionalización en el seno del proceso de toma de decisio-
dentro del cual la decisión discutida no es sino un elemento más, apa-
nes»?'. A tal fin se instaura un determinado modo de comunicación:
rece relegado a un segundo plano" . Ello conduce a una cierta asime-
proceso y resultado han de ser analizados de nuevo desde rula distan-
tría estructu ral: el proceso fragm enta necesariamente la realidad ; con-
cia suficiente. Se trata, en otra s palabras, de pensar en clave alterna-
templa desde una visión más estrecha la completa constelación de
tiva y, eventualmente, de proponer soluciones con trarias" . En térmi-
intereses y el contexto más ampli o en el que se sitúan. Antes de que
nos dogmáticos, el control consti tuye el contrafuerte o el contrapeso
se adopte una concreta resolución y de que ésta pueda ser fiscalizada
de las amplias competencias y pot estades de acción con las que cuen-
por los jueces y tr ibunales, es posible que haya ya muchas cosas deci-
ta el Ejecutivo".
didas. Es posible que el ulterior y en ocasiones tardío contr ol jurisdic-
cional se concentre en el concreto interés que invoca el recurrente y
que ello desemboque en una reacción sobredimensionada, en el sen-
tido de que la resolución judicial podría fácilment e desconocer el
61. UL RICH SCHEUNER, «Veran rwo rtu ng und Kontrolle in der derno kratischen Ve rfas-
sungsordnung», en : F5 Iiir G. Mii llet, 1970, p. 379 (384).
63. W AI;r ER KREBS, Kontrolle in staatlich cn Entscbeidungspro zessen, 1984, p. 50.
64. W m .fGANG H OFF!l1A."-'N-RIElvI, «Verw alrungskonrrolle P er spekriven », en: SCHMlDT-
60. Al respecto es mu y int er esant e la obra de ANDREAS V OSSKUHLE, Rechtsschu tz gegen
ASSMANN/ H o FFMANN-RIE.M (C oords .), Vetweltungskontroltc, p. 325 (343): EBERHARD
den Ricbier; 1993, p . 128 so bre el proceso judicial en gen era l.
SCHMIDT-AssMANN, en p. 9 (IDY ss.).
61. Sobre tema, vid. los crite rios em pleados en EBERHARD SCHMIDT-As SMANN, " Ver-
* Si, de acuer do co n la do ctrina que se ocupa de la refo rm a del D erecho Administrativo,
walrungsvcran two rtunz und Verw alru ngs ge r ich tsbarkeit», en : VVDStRL , n úm . 34 (1976),
la Administración no se lim it a en mod o alguno, antes al contrario, a aplicar mec ánicam en-
p. 221 (237 Y

- 82 -
Las Co nstitu cion es, como la alemana o la española, en realidad aisladamente consider ado y por sí mismo, alcance el nivel máximo de
presumen la existencia de tod o un conjunto de controles -de carácter fiscalización.
parlamenta rio, judicial , administrativo, etc >- que operan com o un
todo, en constante interacci ón" , sin apostar por un sistema único. En Si dejarnos ahora al margen el control jurisdiccional, podemos
el núcleo de ese sistema se sitúan los jueces y tribunales, a los que les descubrir toda una multiforme variedad de controles adm inistrativos.
cor respo nde ejercer el contr ol de mayor densidad en términos jurídi- El problema no radica en su número, sino en su clasificación o siste-
cos. Aho ra bien , de la misma manera que la acción administrativa no matización. Naturalmente, no hay dificultad para ordenar y describir
sólo ha de ser legal o confor me a D erecho , sino qu e, sobre esa base, estos controles en función de criterios externos, por ejemplo. La
también debe atender otros cri terios ele correcc ión (eficacia, etc.), cuestión consiste, sin embargo, en que ni la doct rina del D erecho
hab rán de incorpor arse paralelamente por consiguiente otros meca- Administrativo, ni, menos aún, la de las C iencias de la Admini str ación
nismos de control capaces de medir y sopesar esos otros criterios o han prestado especial atención a esta tem ática" , hasta el punto de que
parámetros de la acción administra tiva. La teoría de los contro les ha no es frecuente encontr ar refere ncias a las distintas clases de contro l.
de ser concebida, pues, con mayor amplitu d, para insertar en su seno La descripción ha de ser gráfica y debe huir de un concepto estricto
el análisis econó mico de la acción administrativa; el control financie - de con tr ol, que se identifique con el control jurídico (o judicial). Por
ro; el control de la opinió n públ ica y de los ciudad ano s mediante su otra parte, el ejercicio del control no ha de producirse necesariamen-
participación ; el contro l a que somete la Comisión europea a las te a través de órganos y procedimientos propi os y específicos, sino
Administra ciones nacion ales; etc. Estos mecanismos no son irrel e- que, según las circunstan cias, puede ser suficiente con instalar un
vantes, han de formar parte del D erecho Administrativo". Lo tra s- concreto control en un segmento determinado de un proced imiento
cende nte es, en suma, que en términos globales se alcance un nivel de administrativo. Es habitual que los con tr oles se sitúe n en el marco de
control suficien te del conjunto (H ill), y no tanto que un solo control, las relaciones de superioridad y de subordinación que guardan algu-
nos órganos e instituciones entre sí (como las inspecciones de servi-
cio, por ejemplo), pero también existen, y más aún en el futu ro, con-
te la ley y el D erecho, sino qu e posee en tantos casos en realidad un papel creativo m uy
troles que se insertan en el ámbito de las relaciones de colaboración
superior, no será suficiente ent onces el con tro l judicial. El juez, que lo es de la legalidad, y cooperación públi co-privado. «Control y cooperación no son con-
contro la la operación lógico-formal de deducción qu e la Adm inistración ha hec ho de rivar ceptos necesariamente opuestos--" . Lo decisivo es, a estos efectos,
de la ley. Ahora bien , si se adm ite que la Adm inistración hace otras muchas cosas que no
que se asegure personal , organizativa o procedimenta lmente la espe-
son reconducibles a esa op er ación, es lógico pensar que el control judicial poco pueda
hacer en esos otro s escenarios y qu e haya n de fortalecers e otros mecanismos de control. cífica distan cia que requiere el ejercicio del control.
Sobre esta temática, véase La T eoría Gen eral del D erecho A dmi nistrativo com o siste-
ma, cit., capítu lo cuart o, en par ticul ar, pero no sólo, pp. 225 Y ss. En lengua alema na, por
todos, nú m. o de la serie de re form a E. SCHMIDT-A s s,\IA1''N / \V. HOFF;\L>\""iN-RIEM (edi-
to res), Y erll'altllngskon tmlle, Nomosverlagsgesellschaft, Baden-Baden, 200 1.
65. Un a exposición siste mática al respecto en: K REBS, Kon trolle, pp . 38 Y ss. Y 220 Y ss.;
67. Más deta lles sobre este tema en: BER.,\;'D BECKER, Offen diche Yent'altllllg, 1989, pp. 624
I-IE LMF rH SCHULZE- F IEU T Z, «Z usarnmenspiel von offentlich -rechtlichcn Kontrollen der
YSS., H70 Y ss.
Verwa lrung», en: Y cnval wlJgskontr olle, pp . 29 1 Y ss.
68. H OFFMAl\'N- RIEM, «Verwalrungskontr olle - Perspektiv en» , en : Verweltungskon trolle.
66. G UNN AR F OLKE S CHUPPERT, Verwuuun gsw isscnsctn h: 2000, pp . 892 Yss.
p. 325 (366).

- 8S -
2 . LA P ERSPECTIVA D E LA ACC I Ó N ADMI NIS T RAT IVA C O M O C O M - - D e una comprensi ón de la ciencia del De recho cuyo objeto fund amental
PL E,VIENTO D E LA P ER SP ECT IVA DEL CO NT ROL consiste en la int erp retación de texto s jur ídicos a un a ciencia que ofrezca solucio-
nes y criterios para la adopción de decisiones y la elección de las acciones a rea-
Para conseguir ese cambio de perspectiva no basta con comple - lizar.
mentar el con tro l jur isdiccional con una teoría un poco más amp lia de
los controles. Se trata más bien de conceptualizar el Derecho Admi- - Del acento en el acto jurídico final a la perspectiva del pro cedim iento
nistrativo como un D erecho que se ocupa pre ferentemente de la como foro de búsq ueda de la mejo r solución; a la óptica de una Administración
acción administrativa. Si admi tim os que el Derecho Administr ativo más preocupada por hallar un a respuesta eficaz y con mayor capacidad resolutiva
ante los pro blemas.
tiene una dob le misión que cum plir" - la de disciplinar o racionalizar
la acción administr ativa, de un lado y, de otro, la de garantizar la efec-
- Del entendimiento de la ley como límite de la acción administr ativa a una
tividad de esa acción- hemos de convenir entonces que es necesario
más amplia visión de la ley como instrument o y garantía de una mayor calidad
estudia r la actividad de la Admi nistr ación en sí misma, en su dimen- normativa.
sión y hechura jurídi ca. \Volfgang Hoffmann-Riem ha explicado el
necesario cambio de perspectiva con el siguiente esquema, que no es De una perspectiva de la Administración en clave descriptiva al énfasis en
sino una síntesis de los resultados de algunos estudios en to rn o a la la producción o gestación.
reforma del D erecho Admin istrativo":
- De un con cepto de legitimación democrática centrado en la legalidad a la
- De la perspectiva del con tro l judicial a la pers pec tiva de la acción. Ha de consideración de un a plur alidad de estructuras normativas de legitimación.
abando narse la idea de que el Derecho no es otr a cosa que una técnica de control
judicial, para reforzar la vertiente de la acción adm inistrativa (las normas jurídi- - De la realización de funcion es y com petencias desde estructuras jerárqui-
cas se observan aquí desde la perspectiva, no del juez, sino de la Adm inistración , cas a otras formas de cum plimiento descentralizado y más o menos autóno mo y
como regu ladoras de su actuaci ón). al establecimiento de mecanismos de autorregu lación regulada.

- Del énfasis en la vinculato riedad del Derecho ent endido como un sistema - Del acento en el De recho naciona l a la apertura hacia el exterior, a la int e-
que tie ne por objeto establecer e imponer límites y proh ibicion es a la incorpora- gración europea y al proceso de globalización .
ción de nue vos cánones o paráme tr os jurídicament e reconocidos y a los que deba
sujeta rse la acción adminis tr ativa. Paráme tros qu e permi tan que la Administra - E n suma, pu es, ahora más qu e nunc a es necesar io qu e el D er e-
ció n se so meta a nuevos impulsos y referentes de carácter prescri ptivo. cho Administrati vo se construy a en torno a los parámet ros o cáno-
nes de la acción adminis trativa. Ha sido superada por la realidad la
«simetría», tantas veces postulada, entre los paráme tro s de la
acción administrativa y los par áme tros de control (jud icial), puesto
69 . SCHMlDT - As SMANN, Ordnungsidee, cap . 1, núm. ma rgo 30 y ss .; VON DER P FORDTEN, que ese pre tendido paralelis mo ignora las diferentes pos iciones en
en: J Z 2005, 1077. las que se sitúa la Adm inistración cuand o actúa y el juez cuando
70. \ V OLFGANG H OFFMAN N- Rn;',Vl, «Die Eigenstan digkeir der Verw altung», en: GLVwR, controla, esto es, no tien e en cuenta la diver sidad de escen arios en
vol. 1, § 10, nú m. margo 15.
punto a la torna de decisiones. U na «teoría de los par ámetros» ha
-86 -
[1. « DE LA DOGMÁTICA D E LA EJ ECUC IÓN A LA ADlvIIN IS-
de cen trars e, por tanto, en esa vertiente de la «acció n administra- T RACIÓ N DIRIGIDA POR LA LEY»
tiva» 71 .
L as línea s de tendencia apuntadas en el epígrafe anterior podrían
E stos parám etros poseen difere nte naturaleza o sustancia jurídi-
tambi én sintetizarse con el rótulo o con el con cepto de «Administr a-
ca, según los casos. Algun os han sido co nstruidos como pa rámetros
ción dirigida por la ley» . C on la expresión «di rigida por la ley» en
estricta mente jur ídicos, en todo su sentido (por ejemplo, la interdic-
realidad quiere aludirse al tr adicional concepto de «legalidad», lo que
ción de la arbitrari edad, la segu ri dad jurídica o el princ ipio de prop or-
incluye no sólo la vinculación de la Administración a la ley parlamen -
cio na lidad). Otros, en cam bio, inco rporan , junto a esa dimensión
taria, sino también a las normas europeas e internacionales y al D er e-
jurídica, ingredientes diver sos, co mo sucede po r ejemplo con el cri te-
cho esta blecido por el pro pio Ejecutivo.
rio de la eficiencia y el principio de economía. No faltan tampoco, en
fin, otro s parámetros qu e, aunque difíc ilmente conceptual izables
como cáno nes jurídicos, resultan , sin embargo, relevantes para la
l . P LANT EAMIEN T O CLÁ SICO: LA LEGALIDA D DE LA ACCIÓN
acción ad m inistra tiva, co mo los principios de transparencia; de acep-
AD,\;\IN IST RAT IVA ENTENDIDA coxro APLICACIÓN DE LA LEY
tación o conse nso; y el crite rio de la capa cidad de innovación . La teo -
ría gener al del Derecho Administrativ o no pu ede desplegar y cons-
E n términos un tanto sim plificadores, podríamos dec ir que los
truir to dos estos parám etros, puesto que su comprensión excede en
elementos fun damen tales del esquema tradicional sobre el tema de la
mucho de su ámbito y requi er e conocim ientos de economía de la
conform idad de la acción de la Administración a la Ley se construyen
Administra ción y de soci o logía de la organización . Lo qu e sí le
sobre las sigu ientes bases :
corresponde al Derecho Administrativo es establecer procedimientos
que faciliten su desar rollo y aplicación; qu e hagan posible su interac-
- La vinculación a la Ley se expresa mediante el en unciado de la norma.
ción y cornpleme nta rie dad; y permitan la gene ración de los necesa-
rios procesos de aprendizaje en el seno de la Administraci ón" . - El en unciado de la norma se entie nde como una suma de conceptos lega-
les, distinguiéndose entr e el supuesto de hecho y la consecuencia jurídica,
conec tados mediante la dete rminaci ón de los efectos o consecuencias
(<<debe» I «puede»),

- La Ley se aplica de acuerdo con el méto do de los tres escalones: interp re-
tación, identificaci ón del sup uesto de hecho y subsunción.

- El mecanismo de la subsunción es la piedra angular de la vinculación de


la Administración a la Ley; repr esent a un mod elo estratificado.

71. Al respecto , SCHMIDT-ASS,\MNN, Ordn ungsidee, cap. 6, núm. margo 57 y ss, En resumen, este senc illo modelo explicativo sob re la ejecución
7Z. Para mayor abundamient o: R AIN ER PITSCHAS, «Mafisrahe ím Verwaltun gsrecht», en: de la ley nunca ha comprendido la reali dad de su aplicació n , pero ha
GLVwR, vo l. Z, § 33.

- 8 -
resultado siempre fácil de retener y convincente por su simplicidad. ci ón a la Ley y al Derecho . En realidad, con base en la Constitución
Pese a su debilidad y sus déficits puede representar un adecuado puede distinguirse toda una graduación o escala de los distintas for-
pun to de partida en situaciones sencillas. Y, por lo demás, cumple una mas de aplicación del Derecho a manos de la Admin istración, que
función «educativa» porque obliga a los funcionarios a preocuparse corra paralela las diferentes formas de legislar. La teor ía de la apli-
por el contenido de las normas vinculantes, impidiendo que den rien- cación o concreción del Derecho ha de conte ner un conjunto de
da suelta a sus pro pias interpretaciones. supuestos mucho más mati zados para poder dar respuesta a los distin-
tos escenarios y situaciones en los que la Administración ha de resol-
ver. El model o tradicional resulta en exceso simplista o unívoco,
2 . PLANT EAM I ENTO O BLIG ADO: LA CO N STRU C CIÓ N DE UN M O- como se ha insistido. Y aun cuando el mecanismo de la pura subsun-
DE LO CO M PLEJ O PARA EST RU CTU RAR y EXP LICAR LA APLICA- ción del caso en el presupuesto de hecho que la norma contempla
CIÓ N DE LA L EY POR PARTE DE LA AD ,VIINISTRAC IÓN habrá de seguir ocupando un lugar fundamental, como no puede ser
de otra manera, ha de tenerse en cuen ta, sin embargo, que no se basta
Como se ha not ado, el mode lo tradicional resulta insuficiente a sí mismo, puesto que la realidad demuestra que son muchos los
para explicar y apre hender otro s muchos supuestos que ya no encajan casos y los sectores en los que no se legísla de ese modo y, en conse-
en ese esquema. Es necesario, por tanto, crear un modelo más com- cuencia, no cabe esa operación lógico-fo rmal , como se pone de relie-
plejo y matizado que pueela dar cuenta y disciplinar, de entrada, otras ve en tantos ejemplos que provienen de la Part e Especial del De recho
form as de legislar más allá de la simplista estru ctu ra de un presupues- Administrativo y de la misma pr áctica" . La Administración contem-
to de hecho que todo lo contempla, al que anudar una consecuencia poránea, por otra part e, no es la Administración del «orde no y
jurídica. Piénsese, por ejemplo, que las leyes establecen tam bién otras mando» , del «comrnand and control»; no es ya una Administración
formas de dirigir a la Administra ción: que sólo dicta órdenes y establece prohibiciones. Por ello, por ejem-
plo, habrá que examinar en cada caso si las normas que están destina-
- conceptos legales abiert os y presupuestos de hecho abierto s;
das a ser aplicadas mediant e un sistema de ejecución unilateral y coer-
citiva son de utilidad en el ámbito contractual. De otro lado, la teoría
- cláusulas y mandatos de pon deración de los bienes y valores en presencia,
característicos del planeamiento territorial; de la aplicación del Derech o por part e de la Administra ción consiste
como siempre en una reconstrucción jurídica acerca de la relación
- el solo establecimiento de los fines y objetivos, garanóa s de resultado, etc., que la Administración mantiene con la Ley y el Derecho. No se trata
como sucede en la regulación de la competencia o en la autorregulaci ón con ello de trasladar o calcar la realidad fáctica sin más, sino de satis-
regu lada; facer unas funcion es norm ativas prop ias.

- habilitaciones legales por las que se le atri buyen a la Administración már-


genes de apr eciación y valorac ión de carácter técnico.

Pue de afirm arse que la Constitución postula e impulsa un siste- ¡3. 'También en este sentido: HANS-HElNRICH TRuT E, «M eth odik der H erstellung und
Darstellun g verwalrungsrechtlicher Entscheidungen», en: SCIH UDT-AsSl, IAl\'N/Ho FF-
ma más complejo, esto es, distintas formas de someter la Administra-
.\ L-\l\o'N- RIEM (Coords.), Methoden der Verwalrungsrechtswíssenschaft, 2004, p. 293 (3m ).

-90 -
a) La lsbor an te el texto de la no rma previas que haya adoptado el legislador. Al aplicador del Derecho se
le puede exigir que lleve a cabo difíciles y complejas ponderaciones de
La labor que ha de realizar la Administr ación ante un texto legal los intereses, bienes y valores en presencia antes de adoptar una deci-
es la misma, cualquiera que sea la potestad - discrecion al o reglada- sión determinada, lo que implica que se pueden dar momentos o fases
que tenga atri buida, puesto que , al fin y al cabo, la discrecionalidad se decisorias desuma trascendencia. Se tr ata, sin embargo, de un traba-
mueve den tro del marco que la no rm a haya establecido . Esa tarea jo que en todo caso ha de responder a las exigencias del método jurí-
comp rende tres actividades: primero, la interp retación de la ley, de dico. En ese mism o plano, tampoco cabe excluir que se utilicen crite-
acuerd o con lo qu e dispone la teoría del método; segundo, la identi- rios que , com o el de la eficiencia , pueden ser recogid os en las norm as
ficación de los hechos, del sustrato fáctico , conform e a los criterios jurídicas, en cuyo caso habrán de ser entonces aplicados de acuerd o
que se deriven de los medio s de prue ba que , en cada caso, procedan ; con el método habitual. La introducci ón de parám etros como el de la
y, terce ro, la subsunción (teniendo en cuenta aquí , en su caso, que la eficiencia no está reñido, por tanto, con la en trada en escena del
ley puede establecer la ob ligación de ponderar los bienes y valores en nue vo mo delo de dirección en punto a la aplicación de la ley, habida
presencia). A este pr opósito , han de observarse señaladamente los cuenta de que su asunci ón en la norma signiflca que ha pasado a for-
siguientes aspectos" : mar parte del Derecho. Así, por ejemplo, el acuerd o sobre los fines y
garantías de resultado que han de alcanzarse en la satisfacción de
- La exposición del con tenido del p rograma que la legislación establece con determin adas prestaciones puede incorporarse en el presupuesto de
carácter vinculante, derivad o de los distin tos estratos norm ativos y de los hecho de una norma bajo el concepto de interés público.
sup uestos de hecho que las leyes, especiales y generales, contiene n.
b) So bre las directrices o criterios para el ejercicio de potestades
- La com prensión y clasificación de los distintos m odos de dirección de la
discrecionales
ley en cuanto progra ma, de la dirección de la Administración mediante pro-
cedimientos, del contexto y, en su caso, de otros medios complementarios
L os criterios que enmarcan el ejercicio de las potestades discre-
(aquí resulta eficaz, aunque no siempre, la interpretación sistemáti ca).
cionales forman par te también de este modelo. La discrecionalidad es
- La sistematización de las diferentes esrrucruras norm ativas, de cara a concreción o aplicación del Derecho" , aunque se trate de una varian-
deter mina r la existencia de supuestos de discrecionalidad abiert os o implí- te o de una forma especial de aplicar la Ley y el D erecho. La discre-
citos, así como su fundament o o razón de ser; los fines u objetivos a los que cionalidad administrativa constituye la expresión cifrada de un a forma
obedecen; así como sus respectivos límites. especial de dirigir a la Administr ación por medio de la ponderación .
Con el concepto de discreciona lidad se hace referencia a la estructu-
La aplicación de la ley o, si se pre fiere, la tare a a realizar con el ra jurídica en que se concreta un modelo de acción de la Administra -
texto norm ativo no consiste simplemente en reproducir las decisiones ción pública caracterizado de ordinario por una mayor apertura. En

74. Véase EBERHARD SCflMIDT-AsSMANN, «Zur Ge setzesbindung der verhande lnden Ver- 75. Sobr e este tema, desde el pun to de vista de la historia de la dogm ática, "id. U LLA
walrung», en : FS tiir Brobm, 2002, pp. 547 (549 Y ss.). H ELD-DAAB, Das ireie Ermessen, 1996, pp. 236 Yss.

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cuestión a decidir habrán de ser aco rdes con la re alidad. Ha de mi n imiza rse en lo
consecuencia, la discrecionalidad es un concepto jurídico y no sólo un
posible la inc ertidumbre con la ayu da del mé to do ade cua do; y si no es factible ,
ámbito de libre configuración política. La estructura jurídica de la
ello habrá de tener se en cuenta en la po nderació n.
discrecionalidad posee una natura leza o dimensión que podríamos
calificar de pro cedim ental, en el sentido de que req uiere para su ejer- - D e un lado, la Administración ha de obse rvar en su po nderación las direc-
cicio de un «procedimiento inte rn o» (Hill ). Los criterios que sirven tri ces normativas que sean de aplicación al caso , y en tre las que el pr incipi o de pro-
de guía para el ejercicio de la discrecionalidad constituyen una suerte porcion alidad -en cuanto ley material básic a de la ponderación propia del Esta do
de direc tr iz jurídica para la Administraci ón . Así los ha descrito de D erecho- destaca de manera singular. De otro, también está obligada, por
Mi chael Gerhardt " : la exigencia fundame ntal y básica que se des- impe rativo legal , a aplicar y a traducir en decisi ones concr etas los criterios de
prende dire ctam ente de la cláusula del Esta do de D erecho consiste en corrección* «extrajurídicos» que , con frecuencia, se esta blecen legalmente, aun-
que sea en forma im plícita, cua ndo se le encom ienda que cumpla una func ión o
la racionalidad del ejercicio del pode r estatal. Que el poder púb lico
ejerza un cometido en términos de d iscre cio nalidad, esto es, cua ndo la ley no pr e-
deba ejercerse siempre de forma racional supone que toda decisión
determina la respuesta y le atribuye a la Administra ción la última pa lab ra en un
administra tiva ha de sujetarse a un triple mandato:
asunto concreto. E n ta les casos, en efecto, la Administración ha de incorporar en
su de cisión otros elementos de juicio , en realidad implícitos en la pote stad discre-
- El proceso deci so rio ha de estar est ru cturado y, en consecuencia, resultar ciona l, puesto qu e debe buscar la mejor solución para el caso con cr eto (discrecio-
transparente. Éste puede construi rse sobre la bas e q ue propo rc iona la dogmática
nalidad de cará cter general); ha de optimizar las ventajas y minim izar los inconve-
de la pon deració n de intereses, bienes y valo res, inducida para la actividad plani-
nientes de una ob ra pública o de un a infraestructura (d iscrecionalidad en el ám bito
ficadora de la Adm ini stración e inspirada en el principio de proporcional idad",
del planeamiento); o realizar un an álisis o valo ració n téc nicos de acuerdo con el
esta do de la ciencia y los mejores conocimi entos de que pueda dis po nerse (facul-
- La actividad instructora, las valo racio nes y los cálcul os de probabilidades
tades de apreciación , en la categori zación aleman a, o «discrecionalidad t écnica»).
acerca de los resu ltados o de la evo luc ión de futu ro que pueda expe rimentar la

Todos estos conceptos pretenden llamar la atención o sub rayar


los escenarios más típicos a los que se enfrenta la Administración
76.MICHAEL GERHARDT, en: SCHOCH/SClllvIIDT-AsSMAJ'\,'NIPIETZNER(Coords.), Vern'al-
tungsgericlitsordn ung, § ¡ 14, núm. margo5.
* El autor hace referencia con ello a los procedimientos escalonados, como los que se
Pons, Madrid, 2000. Con carácter más colateral, puede verse asimismo J. BARNES, "La
siguen para la elaboración del planeamienro territorial y urbanístico o para la expropia-
tutela judicial efectiva en la Grund gesetz», en lo que hace a la discrecionalidad, en la obra
ción. De ese modo se resuelven en fases separadas situaciones de cierta complejidad y se
colectiva, coordinada por el mismo autor, La justicia administrativa en el Derecho Co m -
aSeb'l.lran las garantías individuales y la adecuada ponderación de los distint os elementos
parado, Editorial C ívitas , Madrid , 199 3; del mismo, «El principio de proporcionalidad.
que las integran, como sucede, por ejemplo, en el procedimiento expropiatorío (causa,
Estudio preliminar» , en Cuadernos de Derecho Público, núm. 5 (1998), pp. 135-206.
necesidad, justiprecio, pago y toma de posesión, etc.), Esta estructuración se considera una
exigencia de la cláusula del Estado de Derecho. * Los estudios sobre la reforma del Derecho Administrativo hablan de «corrección» para

Para abundar en las afirmaciones del texto, conviene remitirse a la lectura de su obra aludir a otros parámetros que la Administración habría de observar, más allá de los limites
La T eoría General del Derecho Adm inistrativo com o sistem a, cit., capítulo cuarto, núms. o prohibiciones que el Derecho establezca. Así, la solución que se adopte no sólo habrá de
4 7 y ss. El núm. 49 expresa este triple mandato con algunos ejemplos. respetar las reglas de procedimiento o de competencia, sino que habrá de ser la más razo-
Entre nuestra doctrina, además, contribuye a enmarcar esta problemática y un enren- nable, la mejor de entre todas las posibles, etc. En ocasiones, en términos gráficos, la
dimiento más profundo de este planteamiento el trabajo de joss MARÍA RODRÍGUEZ DE «corrección» se contrapone a «legalidad» o «conformidad a Derecho»; ésta determinaría
SAJ"ITIAGO, La pon deración dc bienes e intereses en el Derecho Administrativo, Marcial el aprobado; aquélla la alta calificación. Sobre el tema, véase el capítulo quinto de esta obra.

- 94 - - 95 -
I
cuando ha de resolver y adoptar decisiones. Al mis mo tie m po, esos
concepto s vuelcan sus exigencias específicas sobre el modelo de racio-
nalidad de la pond eración administrativa en que se ma te ria liza la
I siste en crea r el marco jurí dico, las ins titucione s y los procedimientos
apropia dos para esos otros casos en los que la Administración se limi -
ta a impulsar y garantizar la au to rregulación social para el cumpli-
estructur a fundamenta l de la discrecionalidad. Y aquí, nótese bien , no
se trata necesariamente de introducir nu evos cánones o pa rámetros
de control judicial, sino, sobre todo y fun damen talmente, de form u-
lar pautas de conduct a o re glas para una m ejor de cisión discrecional
de la Administración. P ara in ducir esas pautas o crit erios de la acción
ad m inistr ativa discrecional es necesario rec ur rir al caudal de expe -
I mien to de determinadas tareas -bien porque así lo desea, o bien por-
que está obligada a ello-; en otras palabras, cuando la responsabilidad
de la Admini stración consiste en garan tizar que el secto r pr ivado
pued a satisfacer las tareas que le corresponden . En ocasiones, esos
procesos son el resulta do de la privstize ci án de actividades an tes pres-
tadas en régim en de monopoli o; en otras , sin embargo, se tr ata de un
riencia acumulada s, a la práctica , a los ma nuales especializad os en movi miento co n trario, esto es, de la publificación de una actividad
fun ción de cad a sector, et c., an tes que a los dogm as procesales. La hasta en tonces en m anos del sector privado , como consecuencia de la
teoría de la d iscrecionalidad se rem it e, en esta parte, a la teoría de los insu ficiencia o inca paci dad para prestarl o de forma sati sfacto ria. D e
parám etros de la acc ión administrativa. todo ello ha de ocuparse el D er echo Admi nistrativo.

Naturalm ente, el constante replanteam iento del rep arto de ta re-


as en tr e la soci edad y el Estado tie ne inmediat as consecuenc ias para
la ciencia del D erecho Adm inis tr ativo . Ésta ha sido una de las preo-
III . «DE UN D ERECH O ADM.INI ST RATIVO DE LA PRESTACIÓN cupac iones cen trales de los estu dios so bre la reforma y la mode rn iza-
A UN DERECHO ADi'vlINIST RATIVO DE LA GARANTÍA DE LA ció n de la discip lina. L a cam biante atr ibución de esferas o ámbitos de
PREST ACIÓN" «r esponsahilidades--" en tre la Admi nis tración y el ciudadano y el
concepto de «autorregu lació n re gu lada » constituyen los elementos
Es te cambio de perspecti va (del Estado pres tador al Estado centrales a tener en cuenta.
garante) se inspira y apoya en la teoría de las clases de Adm inistra -
ci ón" . Al Derecho Ad ministrativo , en efecto , no sólo le in ter esa estu - E n este sen tido , la «responsabilida d que tie ne el Esta do de
diar los supuestos en los que la Administración presta po r sí m isma gara n tizar la prestación » se ha erigido en el concepto clave". Esa
los servicios o vigila u ordena una actividad a tr avés de su p rop io per- respo nsabilidad y com promiso se da cua ndo a la Administraci ón - de
sonal y de su organización , sino también cuá ndo garantiza un res ul- ord inario, po rque así lo disp one la ley- le corresponde asegurar que
tado prestacional. Es más , la tarea primordial de nu estro tiem po con-

78. SCH.'vIIDT-AsSM.:,"" N, «Z ur Reforrn des Allgemeinen Verwa lrun gsrec hts - Refor mbedarf
77. So bre este terna: SCHA\lDT-ASSMANN, Ordtiungsidec, cap. 3, núm. margo 98 y ss. (Se und Reforrnansatze », en: Reform des AlIgemeinen Vetwaltungsrechts, pp. 11 (43 Yss.).
trata de consideraciones introducidas po r el autor en la segu nda edición de 2004, citada en 79. Al respecto, de for ma sistemá tica: V OSSKUHLE, V,lDStRL, núm. 62 (2003), pp. 226 Yss.;
la no ta 6, y no se encuentra n por tan to en la tr aducción española de la pri me ra edi- y tambi én W OLFG,,"" G \VEISS, «Bereiligu ng Privater an der Wahrnehmun g offentl icher
ción de 1998.) Aufga ben und staatlich e Veranrwortun g» , en DVBI, 2002, pp. 1167 Yss.

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esa actividad de interés general sea satisfecha en condiciones adecua-
suficientemente relevante como para admiti r la idea de qu e se tr ata de
das por el sector pri vado .
una nueva clase de Administración públ ica, con señas de identidad
pro pias. Podr ía decirse, po r tanto, qu e adem ás de las form as de
Es ta responsabilidad del E stado para garan tizar un resultado se
Administración más tradiciones, como las denominad as «Adminis-
articula y est ruc tu ra de múltiples formas. Al fi n y al cabo , son muc has
tración pre stacional» y «Administración ordena do ra» (o de actividad
las actividades adm inistrativas que se satisfacen a tr avés de fórmulas
de policía , en la te rminología española), ha sur gido un a nueva clase,
de Derecho privado, al servicio de l interés gene ral" :
la Administración garantizadora de la prestación. Esta forma de
- Con frecue ncia, basta con establecer mecanismos de autovigilancia y auto-
Adminis tr ación comparte, desd e luego , muchas no tas en común con
control con la superior pr esencia de la Administ ración (reparto de responsabili- la de dirección, puesto que la Administración garante también ha de
dade s en materia de vigilancia). Entre otros ejemplos, podrían citarse el sistema enfrentarse con frecuencia a situ aciones de confl ictos de intereses
combi nado de certifi cacione s y acreditaciones en el ámbito de la gestión entr e las part es (empresarios, usuarios, etc.), a constelaciones de
medioambi ental ; o el sistema de inspección y control de las entidades finan cieras; int ereses en las que se encuentran en juego igualmente derechos fun -
la inspección de los edificios, desregulada en algunos países; etc." damentales (de libertad o de tutela), in tereses de tercero s, et c., y en
las que, por consiguiente, se trata de tomar decisiones sum amente
En otros casos, por el contrario, a la empresa privada se le confía la reali-
complejas. L o singular y característico de esta forma de Admi nis-
zación de actividad es comp leme ntarias o adicionales de inte rés gene ral. En esa
tración que garantiza un resultado resid e, sin embargo, en un dato
justa medida, la empresa pierd e su autonomía. Un ejemplo parad igmático lo
constituye n las obligaciones de servicio universal que, de acuerdo con la legisla- fundamental. Y es que la Administración y el secto r pr ivado actúan de
ción general de telecomunicaciones, se le pueden impo ner a las empresas del sec- consun o y en común para satisfacer el bienestar gene ral. L a Admin -
tor. N o es infre cuente tampoco que esa respons abilidad que ostenta el Estado de istr ación no mod ela ni «petrifica» la iniciativa privada o los criteri os
garantizar un resultado (la satisfacción del interés general, definido para cada de racionalización a los que ésta se sujeta, sino qu e respeta su propia
se exprese a través de organizaciones comunes con el sector privado o de dinámica de funcionamiento. Téngase en cuenta, en ese sentido, que
contratos de colabo ración público-priva do , supuestos éstos en los que la Admi- para asegurar la colaboración permanente de las do s esferas - la social
nistr ación siempre se reserva ciertos derechos de dirección y con trol. y la esta tal- en la consecución de estos intereses convergen tes, en esa
suerte de circuito par alelo de intereses públicos y privados, es nece -
Son nu merosas y de muy variado tipo las actividades que se sario dejar qu e cada subsistema o esfera siga su propia dinámica y
pre stan en este régim en, caracte riza do, como se ha no tad o, por el capacidad de actuación. El Estado y la sociedad tienen su propi a
hech o de que la Administración garanti za el resultado final (un a racionalidad". En forma esquemática, podría decirse que la Adminis-
presta ció n adecua da, a un precio razon able, etc.). Es un fenómeno tración gara ntizadora de las pre staciones se caracteriza por las si-
guien tes cua tro notas:

80. Véase SCHlJ PPERT , Venva/nmgswissenschaft, pp . 406 Y ss, Y 898 Y ss.


81. Ewe r, Betrieblich e Eigeniibcrwachun g, staetlich c Kontrolle utui gericlulich e Úbetprii-
am Beispiel der Biosroffverordmmg utul der zugrunde liegenden Vorschriiien des
Arbcitssch utzgesetzes. en: N olte (H rsg.), Kontrolle im vertassten Rech tsstaet; 2002, S. 145 ss.
82. Así se exp resa VOSSKUHLE, en VVDStRL, núm . 62 (2003), p. 266 (307).

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- La preservación de la racionalidad pro pia de ambos subsistemas, esto es, el acent o en medidas de carácter estruc tural y de corte finalista. Y ello
la salvaguardia de la neutra lidad del Est ado, por un lado, y de la espontaneid ad se consigue fundamentalmente mediante la selección de las organiza-
de la sociedad, por otr o. ciones y de los procedimientos adecuados*. N o obstante, a este nuevo
Derecho Administrativo le intere san tanto los medios y técnicas típi-
- La conservación de la flexibilidad de los acuerd os que el Estado y la socie-
cas del Derecho público (procedimientos administrativos; organiza-
dad alcanzan de form a conjunta.
ciones administrativas), como privados (procedimientos y organiza-
- La necesidad de que amb os sistemas profundice n en la autovigil ancia y en
ciones de D ere cho privado). Ha brán de ino cularse en esas
el autocon tro l, lo cual remite a una cierta tendencia a la publicidad. institu ciones del Derech o privado los equivalentes funcionales de las
garantía s pro pias del Derecho Administr ativo clásico**. Entre las
- La creación de estru ctura s, con la ayuda de las leyes estatales, que conso- cuestiones que la dogmática ha de sistematizar y resolver en esta sede
liden el contexto regulador, sin petrificarlo, mediante el establecimiento de un podrían citarse las siguientes:
marco jurídico adecuado y la determinaci ón de objetivos, fines y logros a alcanzar.
- El estab lecimiento de instru mentos que aseguren la calidad y los resulta-
Ese Derecho Administrativo de garantía - en construcc ión- dos en la prestación privada de los servicios.
habrá de traducir el abigarrado conjunto de normas que se hallan dis-
persas en los distintos sectores especiales en institutos jurídico s bien - La creación de procedimientos para la selección de los socios privados
perfilados. E l D erecho Administrativo del futur o seguirá siendo un más cualificados que hayan de colaborar con la Administración .

Derecho de la Administración ordenadora, prestadora , directora y


- La tutela de los intereses de terceros: competido res, usuarios y consumi-
planificadora, pero será, además, un Derecho de la «Administración
dores.
garante de un resultado>".
- El diseño de los mecanismos que garanticen la necesaria evaluación de los
Andreas Voñkuhle ha explicado de una forma sistemática los ras- servicios y la acumu lación de experiencias y el aprendizaje.
gos funda men tales que caracterizan al D erecho Administrativo
garantiz adorsl : las leyes que configuran este modelo de Adminis- - La posibilidad de que el Estado pueda dar march a atrás y establecer otras
tración y de D erecho Administra tivo, afirma este autor, han de poner fórmulas alternativas.

* Tod as estas expresiones (Administración garante; o garante de un resultado y de un con -


jun to de prestaciones; Administra ción garantizadora; Adminis tración que asegura un obje-
tivo; etc.) no son sino tradu cciones literarias que pretend en reflejar descriptivam ente lo * Véase el último capítulo de la present e obra colectiva.
que en el idioma alemán, con su enorm e flexibilidad y maleabilidad para el lenguaje cien- •• Véase el último capítulo de la presente obra colectiva. Los capítulo s quinto y sexto de
tífico, expresa con un solo t érmino : «G ewahrleisrungsverwalrung» (lit.: Administración de La T eoría General del Derecho Administmtivo como sistem a, cit., resultan de obligada
garantía). Lo mismo puede decirse del térm ino «Gew iihrleistung sverwalnmgsrccht» (lit.: lectura para extraer mayores consecuencias de la síntesis de esta problemática que en el
Derecho Administrativ o de la garantía). texto se apunt a. Asimismo, resulta obligada la remisión al volumen colectivo de la serie de
83. De forma resumida en: VVDStRL, núm. 62 (2003), pp. 266 (310 Yss.) reforma Ó ffen tlíches Rech t und Ptivetrech t als wcchsclseitige AufEangordnungen, 1996.

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