Me pongo reflexionar acerca de la visión y el importante papel que tiene este en iluminar el camino a seguir para la autorrealización de nuestras vidas y en especial en una compañía, pues para que la empresa tenga fuerza plena es necesario que los líderes sepan como formular una visión que tenga en cuenta expectativas y sueños, no solo de ellos, sino que también incluya los de los colaboradores e incluso los de la comunidad que le rodea. La Historia de Jim y Ellie nos lleva de la mano para guiarnos en la manera en que se receta la visión y misión de la empresa haciendo un acercamiento a su propia experiencia. Todos debemos de iniciar con un propósito que nos de los elementos para saber por qué existimos y para que estamos, reconociendo realmente cual es el negocio o en otras palabras cual en nuestra “razón de ser o existir”. Los valores que internalizamos suministran la lealtad, energía y el entusiasmo que les ayuda a las personas a sentirse comprometidas con sus visiones cuando surgen dificultades. Las personas aprecian sus valores y adoptan una actitud profundamente emocional al respecto y al actuar de conformidad con sus valores, se sienten orgullosas de sí mismas. Cuando los valores personales coinciden con los de la organización, hay más compromiso y más orgullo con respecto a la empresa y la calidad del trabajo mejora, por ello es de gran importancia que la empresa en general sienta que participo de la creación de los valores empresariales, ya sea por medio de entrevistas o encuestas. Los valores de una empresa dependen de cuál sea su negocio, ayudan a configurar una cultura que afiance su propósito y deben de hacerse en orden de importancia, pero el propósito y los valores juntos no explican hacía dónde vamos y la visión se refiere a ir hacia alguna parte, por ende tiene que haber en ella una noción de destino o dirección. Un principio para acercarnos a nuestra misión es el poder de la imagen, funciona cuando uno se concentra en el resultado final, no en el proceso para lograrlo. Por lo que al conjuntarse el propósito los valores y la imagen del futuro como elementos claves de una visión, puedo definirla como: el saber quién soy, hacia dónde voy y qué va guiar mi viaje, recordando siempre aprender de nuestro pasado, planear el futuro y vivir el presente.