Impacto Social

La adicción es un complejo entramado bio sico social, que afecta a

individuos, familias y sociedad en su conjunto. El consumo adictivo de
alcohol, tabaco, drogas, juego compulsivo, comida, pantallas, sexo,
velocidad, robo, compras, etc., inevitablemente deja secuelas en las
diferentes áreas vitales de las personas, familias y sociedad. Esta
primera clase pretende elevar el nivel de conciencia, acerca de las
consecuencias negativas que estos consumos provocan, y así poder
redimensionar la gravedad de esta problemática.

Partiendo de la base de que la adicción implica un consumo

compulsivo, progresivo y carente del registro adverso, es inevitable
relacionarlo a múltiples consecuencias que se suscitan en las tres
etapas del mismo. Antes (preparación del terreno, medios de obtención
del dinero, mentiras, manipulaciones, desatención de
responsabilidades, pensamientos obsesivos, etc.), Durante (consumo
compulsivo, impulsividad, reacciones desproporcionadas, etc. y
Después (sentimiento de culpa, resaca, angustia, “fisura”, depresión,
reacciones violentas, etc.

El consumo adictivo de sustancias, objetos o actividades afecta directa e

indirectamente a organismos estatales, paraestatales, Ongs e
instituciones privadas, tales como ASSE, INau, JND, Ministerio del
interior, Ministerio de Salud Pública, Ministerio de Educación y cultura,
Mides, BPS, Ministerio de Economía, Ministerio de Justicia, Sindicatos
de trabajadores, Mutualistas, Caifs, Ministerio de Trabajo y Seguridad
social, instituciones deportivas, empresas privadas y estatales, BSE,
Iglesias, Comedores, Refugios, Patronato, Inda, intendencias
departamentales, etc. , generando altos costos sociales y económicos.
Estos se ven reflejados por la incidencia en las siguientes
problemáticas:

Delincuencia, inseguridad, menores infractores, marginación, plazas

ocupadas en refugios, mendicidad, accidentes de tránsito, domésticos y
laborales, vandalismo y violencia callejera y doméstica, prostitución,
bajo rendimiento, ausentismo y deserción estudiantil y deportiva,
población carcelaria, desempleo, despidos, faltas al trabajo, bajo
rendimiento laboral, conflictos familiares (falta de presencia parental,
ausentismo del hogar, preocupación familiar, discusiones, asunción de
responsabilidades ajenas, baja autoestima, separaciones y divorcios,
etc.), emergencias móviles y de puerta, ocupación de camas en
hospitales y sanatorios, muertes prematuras por accidentes,
homicidios, sobredosis, enfermedades físicas y siquiátricas, abandono
de niños, personas minusválidas o ancianos, problemas financieros y
endeudamientos, hipotecas, prestamos, ventas de muebles e inmuebles
subvaloradas, embarazo precoz y adolecente, transmisión de
enfermedades infectocontagiosas, asistencialismo, contaminación visual
y sanitaria (basurales, mal uso de contenedores, indigencia), etc.

Si bien todas estas problemáticas no son exclusiva consecuencia de los

consumos adictivos, es inevitable observar que existe una asociación
porcentual y es de gran ayuda para la sociedad determinar estas
proporciones.

La sociedad generalmente responde, adaptándose al problema, o sea,

naturalizando estas consecuencias, insensibilizándose y perdiendo la
capacidad de visualizar la necesidad de modificarlo.

Cuando se menciona al consumo adictivo, se refiere a las problemáticas

de alcoholismo, tabaquismo, consumo compulsivo de sicofármacos,
drogadicción, ludopatía, obesidad (provocada por ingesta compulsiva),
anorexia, bulimia, vigorexia, sexo compulsivo, compras compulsivas,
consumo compulsivo de videojuegos, internet, etc., trabajo compulsivo,
cleptomanía, etc. Es necesario agregar que existe un consumo
problemático que no presenta perfil adictivo pero también genera
consecuencias adversas tanto individuales, como familiares y
sociales.

Los datos que se publican a continuación, se remiten exclusivamente al

consumo problemático de alcohol y drogas, y su respectiva incidencia.

Existen dos formas de asociar las diversas problemáticas sociales con

la adicción o con el consumo problemático..

Una es que los problemas individuales, familiares o sociales conducen a

ciertas personas al consumo compulsivo y la otra es que el consumo
compulsivo genera múltiples problemáticas individuales, familiares y
sociales. Por lo tanto, deberíamos observar minuciosamente ambas
posturas , para determinar la veracidad de la relación droga/problema.

Si bien, por una lado, se puede afirmar que mucha gente con
situaciones extremadamente perjudiciales, no recurren al consumo, por
otro, muchos consumidores ocasionales o sociales, no padecen
adicción o consumo problemático. Tales planteos conducen
necesariamente a profundizar las causas del consumo problemático o
adictivo, incorporando las diferentes variables personales, familiares y
sociales.