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DUELO Y PÉRDIDAS EMOCIONALES

La palabra "duelo" proviene de la terminología latina dolus que significa dolor.

En algún momento de la vida, cada individuo, debe enfrentarse a la muerte o a la pérdida ya que
es de las pocas cosas que no se pueden evitar. Se pueden tratar de pérdidas relacionales (como la
muerte en sí misma o las separaciones con la pareja, o la pérdida de un amigo, etc) pérdidas de
capacidades (en el caso de amputaciones, discapacidades, etc.), pérdidas materiales (como
perder la casa donde se ha estado viviendo siempre) o pérdidas evolutivas (por ejemplo cuando
llegamos a la jubilación y dejamos de trabajar).

Nuestra sociedad suele considerar las pérdidas y especialmente la muerte como algo tenebroso,
inconcebible y desestabilizante, en vez de entenderse como algo normal y natural como transcurre
con otras culturas.

La muerte se entiende como un error ya que las personas no deben morir, sobre todo las que
queremos, o al menos no lo harán hasta haber llegado a la vejez y habiendo disfrutado de una vida
plena .

Debido a esta visión cultural, cuando perdemos a un ser querido, sufrimos lo que se llama
un acontecimiento vital estresante de primera magnitud.

¿Qué es el duelo?

El duelo es la reacción emocional y natural ante la pérdida de un ser u objeto amado, la cual es
irreparable e irreversible. El duelo es la expresión de la aflicción y otros sentimientos que se
generan a raíz de la desesperanza.

Es un sentimiento de indefensión absoluta, de ruptura, de percepción de una completa falta de


control ante un hecho que supone un cambio importante y brutal para la persona y en el que la
pérdida vivida o esperada se traduce en una multiplicidad de amenazas en un futuro incierto (R.
Bayés, 2001)

El proceso de duelo puede durar entre seis meses y años, en general, dependiendo de muchos
factores que pueden influenciar.

Tipo de pérdidas

Pérdidas relacionales: Separaciones y/o divorcios, abandonos, muerte de personas cercanas,


rupturas familiares o de amistades, abortos, etc. La mayoría de duelos se encuentran dentro de
esta tipología.

Pérdidas de capacidades: Las que tienen que ver con perder capacidades físicas y/o mentales para
enfermedades.

Pérdidas materiales: Pérdidas de objetos o posesiones.

Pérdidas evolutivas: Las propias de los cambios de etapa, por ejemplo la vejez, la jubilación, la
crisis de los cuarenta, etc.
No todas las pérdidas generan un proceso de duelo que precise de tratamiento, pero sí que
cualquier pérdida de las referenciadas puede generar un duelo patológico. Los profesionales de
PSIGMA ofrecemos apoyo psicológico a todas aquellas personas que hayan sufrido cualquier
pérdida, bien sea, una pérdida de un ser querido por muerte o separación, o cualquiera de las
otras pérdidas mencionadas desde una perspectiva cognitiva -conductual y sistémica.

Tipos de duelo

Duelo anticipado

Sucede cuando se anticipa la muerte e incluye muchos síntomas y procesos del duelo normal.
Permite integrar la realidad de forma gradual, resolver asuntos inacabados con el enfermo,
cambiar esquemas sobre la vida y la propia identidad y hacer planes para el futuro.

Duelo sin resolver

En este tipo de duelo suele aparecer hiperactividad sin un sentimiento de pérdida, se pueden
desarrollar enfermedades psicosomáticas, puede haber alteraciones en las relaciones familiares y
sociales, hostilidad hacia personas conectadas con el difunto, presencia de conducta rígida y
formal donde no aparece la emoción, etc. Tipos de duelos sin resolver:

 Duelo ausente: Los sentimientos y el proceso de duelo están ausentes, es como si no


hubiera pasado nada. Se niega la muerte del paciente o está en un estado de conmoción.

 Duelo inhibido: Existe una inhibición duradera de las manifestaciones del duelo normal y
generalmente siempre va acompañado de la aparición de quejas somáticas, así se intenta
evitar el dolor de la pérdida.

 Duelo retardado: Se retrasa el duelo un tiempo que puede llegar a ser años. Sucede
cuando la familia no posee la capacidad de manejar el proceso de duelo en el momento de
la muerte. El duelo se desencadena después de producirse otra pérdida o cuando hay
algún hecho relacionado con la anterior pérdida.

 Duelo complicado o distorsionado: Se produce en familias muy dependientes del difunto.


Una parte de la pérdida se distorsiona y la otra se suprime. Aparece una ira con extrema
rabia y una culpa extrema, exagerada y continua. No hay dolor sólo pena y culpa.

 Duelo crónico: El dolor inicial de la pérdida no remite con el paso del tiempo.

 Duelo no anticipado: Como consecuencia de una pérdida repentina, la recuperación suele


ser complicada ya que la familia no suele ser capaz de hacerse cargo de las implicaciones
que supone la pérdida. Hay desconcierto, ansiedad y depresión.

 Duelo abreviado: Se puede confundir con el duelo sin resolver, pero es una forma breve
de duelo normal, donde se sustituye rápidamente el difunto porque el vínculo hacia él era
leve.

Fases del duelo

1. Fase de aturdimiento o conmoción: Cuando hay una negación de la pérdida a diferentes


niveles.
2. Fase de añoranza o investigación: Hay una urgencia de reencontrarse con el fallecido. Aparece
la incredulidad, la tensión, el llanto y la tendencia a mantener una imagen visual clara del difunto.

3. Fase de desorganización o desesperanza: Suelen existir sentimientos depresivos, aversión a


tirar hacia adelante sin ver un futuro claro.

4. Fase de reorganización: Se rompen los lazos con el difunto y se empiezan nuevos vínculos con
otras personas. Hay una regresión gradual a antiguos intereses y preferencias.

Psicoterapia del duelo

Cuando se detecta la necesidad de iniciar un tratamiento debido a que el proceso de duelo está
siendo proporcionalmente desmesurado en cuanto a la temporalidad, las reacciones, las
emociones, etc ... Las tareas que se realizarán para la elaboración del duelo serán las siguientes :

1. Aceptar la realidad de la pérdida.

2. Trabajar las emociones y el dolor de la pérdida.

3. Adaptarse al medio en el que el difunto está ausente.

4. Recolocar emocionalmente al fallecido y continuar viviendo.

Para lograr estas tareas seguiremos los siguientes pasos en la intervención:

 Descartar enfermedades físicas: cuando el paciente presenta un síndrome físico se debe


descartar la existencia de alguna enfermedad física.

 Acordar un contrato y formar una alianza: El paciente debe comprometerse a explorar su


relación con la persona o personas implicadas en la pérdida.

 Revivir recuerdos del difunto: Se habla de la persona que ha muerto intentando construir
una base de recuerdos positivos hacia el difunto.

 Evaluar qué tareas del duelo plantean problemas al paciente y tratarlas: la tarea 1 ( la
aceptación de la realidad de la pérdida?) la tarea 2 (el trabajo de las emociones y el
dolores de la pérdida?), etc .

 Afrontar las emociones que suscitan los recuerdos o la ausencia de las mismas: suele ser
probable que detrás de los sentimientos positivos hacia el difunto también se escondan
sentimientos de ira por acontecimientos pasados que son necesarios tratar.

 Explorar y desactivar los objetos de vinculación: Normalmente en un proceso de duelo


suele haber objetos simbólicos que el superviviente conserva y que le permiten mantener
con el fallecido una relación externa.

 Ayudar al paciente a aceptar que la pérdida es definitiva.

 Ayudar al paciente a proyectar una vida nueva sin el difunto.

 Evaluar las relaciones sociales del paciente y ayudarle a mejorarlas.

 Ayudar al paciente a afrontar la fantasía de finalizar el duelo.


Grupos de duelo

Terapia de grupo con diferentes pacientes que han tenido experiencias de procesos de duelos
similares y donde la experiencia de los diferentes individuos del grupo, con la ayuda y dirección del
psicoterapeuta , se convierte en un factor terapéutico y aliviadores para el resto.

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